En Cuba se prevé aumentar su uso y elevar la capacidad de 4 % a más de 20 % en los próximos años, una necesidad impostergable para reducir el empleo de combustibles fósiles y los graves daños medioambientales que esto conlleva
Por Ledys Camacho Casado
20 de agosto de 2015
Si de eficiencia energética se trata no se pueden dejar de mencionar las fuentes renovables, y Cuba en su afán de lograr un desarrollo sostenible, apura los pasos para incorporar en su estrategia medioambiental y socioeconómica el aprovechamiento de esos proveedores naturales, que permitan acabar de una vez con la alta dependencia del empleo de combustibles fósiles.
La Mayor de las Antillas prevé incrementar su capacidad energética actual con el aprovechamiento de las diferentes fuentes renovables disponibles en cada lugar, y lograr el salto de un 4 % hasta un 24 % para el año 2030.
Ello implica un continuo y acelerado impulso al conocimiento y la investigación, afines con el propósito de poner el avance de la ciencia, la tecnología y la industria para la producción de equipos, en función de la utilización de las fuentes renovables de energía.
Supone además la formación de científicos, ingenieros, técnicos, tecnólogos y obreros calificados que respondan a las exigencias de la generalización de una cultura energética y ambiental en toda la sociedad, que garantice la formación de una conciencia imprescindible para el desarrollo de la energética solar, eólica, fotovoltaica, hidráulica…
El actual esquema energético mundial despilfarrador y contaminante exige un progresivo e inevitable cambio si se quiere preservar la vida en la Tierra. Ello precisa de pasar de los combustibles fósiles hacia la energía solar, directa e indirecta, en pos del aseguramiento de una vida plena y armónica con los procesos de la naturaleza como soporte para preservar nuestro hábitat y las imprescindibles socio y biodiversidad.
Se impone un análisis profundo del tema teniendo en cuenta que el costo del uso de las fuentes renovables de energía para los procesos artificiales es mucho menor que el de las llamadas convencionales.
Sobre todo si se consideran los gastos indirectos en que estas incurren, esencialmente los que actualmente no se pagan, como la contaminación ambiental, y el cambio climático, que ponen en riesgo la vida en el planeta.
Cuba y las fuentes renovables
"Contribuir al verdadero desarrollo sostenible por medio de la elevación de la cultura energética y de respeto ambiental, que tienda al uso racional de la energía y en especial de las fuentes renovables, esto es, la energía solar en sus diferentes manifestaciones: la biomasa, el biogás, la energía hidráulica, la marina, la eólica, la solar fotovoltaica, la solar térmica, así como la iluminación y ventilación naturales, en la solución de los problemas económicos y sociales".
Con esa premisa es que asume Cuba la estrategia para transformar su matriz energética con la implementación de programas y proyectos que promocionen, prioricen, fortalezcan y afiancen el uso de las fuentes renovables para su aprovechamiento racional y útil, de una manera sustentable, que contribuya al fortalecimiento de una cultura energética de la población, con énfasis en la necesidad de generalizar su empleo, no solo en interés del ahorro sino, sobre todo, por respeto al medio ambiente.
La Isla busca multiplicar por seis la producción de energía eléctrica mediante fuentes renovables, aprovechando las abundantes posibilidades de estas con que cuenta el país, y como paso imprescindible para disminuir el uso de combustibles fósiles y la dependencia nacional en esta materia.
Actualmente en Cuba solo el 4 % de la energía eléctrica se produce con fuentes renovables, mientras los costos son altos, lo cual afecta la competitividad de la economía nacional.
Rosell Guerra, director de Energías Renovables del Ministerio de Energía y Minas, explicó que además de la reducción del uso de combustibles fósiles, se trata de aminorar el alto costo de la energía que se entrega a los consumidores.
Según señaló el funcionario, en diciembre de 2012 se creó por decreto presidencial una comisión gubernamental para elaborar la política de desarrollo de las fuentes renovables de energía en el período 2014-2030.
Se trata de la política para el Desarrollo Perspectivo de las Fuentes Renovables y el Uso Eficiente de la Energía hasta el año 2030, aprobada por el Consejo de Ministros en 2014 tras su elaboración por una comisión gubernamental de varios organismos, grupos empresariales y universidades del país.
El programa de desarrollo de las fuentes renovables de energía en Cuba está proyectado en su totalidad para que produzca 2 100 megavatios, y para ello se requiere una inversión de 3 700 millones de dólares.
Ese ambicioso plan prevé la construcción de 13 parques eólicos con una capacidad de generación de 633 megavatios, y 19 plantas bioeléctricas con un estimado de 755 megavatios (estas últimas funcionan a partir de los desechos de la caña de azúcar y biomasa forestal).
En particular, para la biomasa forestal se cuenta con cuatro plantas pilotos en explotación (se estima que existe un millón de hectáreas con marabú aprovechable energéticamente) y además está previsto el aprovechamiento de los residuos de los 67 aserraderos de maderas, para instalar pequeñas plantas de generación eléctrica.
En cuanto al biogás, en el país existen en explotación 1 818 digestores y se considera la necesidad de construir unas 7 000 plantas de biogás utilizando las excretas porcinas y 1 700 de excretas vacunas.
Se requiere construir más de 500 plantas de biogás industriales para el aprovechamiento energético y el tratamiento de los residuales fundamentalmente de destilerías, fábricas de conservas, centrales azucareros, combinados cárnicos y despulpadoras.
De acuerdo con el directivo, se proyecta la generación de 700 megavatios (ya hay instalados 20) a partir de paneles solares fotovoltaicos, cuya ingeniería casi en su totalidad es de producción nacional.
Subrayó que en la Mayor de las Antillas funcionan 142 pequeñas centrales hidroeléctricas y se construirán otras 74 más con una potencia de unos 56 MW.
Se han montado 10 500 calentadores solares fundamentalmente en el sector turístico y, se aprobó instalar a corto plazo 100 000 m2 de calentadores en las viviendas y otros 100 000 m2 en centros industriales y de servicio.
En cuanto a la situación energética en el sector residencial, Guerra precisó que hoy 74 478 viviendas no reciben servicio eléctrico, lo que representa el 1,9 % de los hogares del país. De ellas 21 194 están ubicadas en zonas montañosas de difícil acceso, por lo que se hace imprescindible ejecutar un Programa de Electrificación Rural con Fuentes Renovables de Energía.
El país posee experiencia en la electrificación rural mediante Sistemas Fotovoltaicos; utilizando esa tecnología se han instalado 9 476 sistemas en comunidades apartadas, puestos médicos y bombeo de agua, fundamentalmente.
Todo ello con el propósito de incrementar el nivel de vida de la población rural cubana, disminuir el éxodo del campo a la ciudad y aumentar la producción y sostenibilidad alimentaria.
El plan establece la electrificación de más de 20 000 viviendas en zonas rurales en un plazo de tres años, con el beneficio correspondiente para unos 80 000 habitantes.
Citó entre los planes para el sector residencial, la sustitución de 13 millones de lámparas fluorescentes en los hogares por lámparas de tecnología LED, además de la introducción del uso de las cocinas de inducción, la instalación de calentadores de agua y paneles solares en las casas.
Se suma a ello el cambio de 250 000 luminarias fluorescentes del sistema de alumbrado público por lámparas LED.
Oportunidades de inversiones
En noviembre de 2014 fue presentada una cartera de oportunidades de negocios en el país que incluye un número importante de inversiones referidas a parques eólicos, energía solar, fotovoltaica, bioeléctrica y biomasa cañera.
Según trascendió, se prepara el marco regulatorio que apoyará esta política a partir de la actualización y posibilidad de compra de tecnologías de avanzada gracias a la nueva Ley de Inversión Extranjera, que permite diversificar proveedores y ampliar mercados.
Por ejemplo, en una de las jornadas del parlamento nacional en julio último se informó sobre la construcción de siete nuevos parques eólicos con inversión extranjera directa como parte de un programa de desarrollo a mediano plazo, para el mejor aprovechamiento de esas fuentes en el país.
Alfredo López, ministro de Energía y Minas (Minem), explicó los proyectos orientados a incrementar el uso de las energías solar, hidráulica, eólica y de la biomasa para la generación de electricidad.
La edificación de seis parques eólicos mediante otras vías de financiamiento en zonas del norte oriental y el centro del territorio cubano, también está incluida en los planes en busca de incrementar el uso de la llamada energía limpia, a la par de la creación de toda una infraestructura que permitirá su traslado al Sistema Electroenergético Nacional.
Esos 13 se sumarán a los cuatro parques eólicos experimentales ya existentes, ubicados en Gibara, en la provincia de Holguín, Ciego de Ávila y el municipio especial de Isla de la Juventud, con una potencia total de 12 Megawatts (MW).
Además se evalúan otros proyectos de inversión extranjera vinculados con el aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica, la que en la actualidad aporta 22 MW de potencia, generada en los 12 parques distribuidos en diferentes regiones del archipiélago nacional.
Tania Carbonell, directora del Centro de Estudio de Tecnologías Energéticas Renovables, (Ceter), perteneciente a la Facultad de Ingeniería Mecánica del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría, es una defensora del uso de estas fuentes más limpias y amigables con el medio ambiente, y en ese sentido ha insistido en la urgencia del ahorro, la racionalidad, la educación y la cultura, como pilares esenciales en esa materia.
Se refirió, por ejemplo, al aprovechamiento de la radiación solar en Cuba, la cual permite un empleo de ese tipo de energía, superior incluso a naciones europeas que hoy cuentan con mayor capacidad de instalación y, añadió que ya existen ejemplos de parques fotovoltaicos en el país de los que se estudian sus perspectivas de desarrollo.
El interés de la institución que dirige es investigar, sobre todo, lo concerniente a estas fuentes energéticas para facilitar el acceso a mejores tecnologías, aunque reconoció que el panel fotovoltaico construido en Cuba está siendo en la actualidad muy competitivo con respecto al precio del kilowatt pico.