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jueves, 8 de diciembre de 2016

Extranjeros no residentes podrán cubrir hasta el 15 por ciento del total de trabajadores en la ZED-Mariel

Ministerio de Trabajo y Seguridad Social fija «cuota» de contratación de personal foráneo para concesionarios y usuarios de la Zona Especial de Desarrollo Mariel

René Tamayo 
8 de Diciembre del 2016 14:59:59 CDT

Los concesionarios y usuarios establecidos en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM) podrán contratar directamente a personas naturales extranjeras no residentes en Cuba hasta un límite que no exceda del quince por ciento del total de sus trabajadores.

La medida está contenida en la resolución No. 21/2016 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), publicada este 8 de diciembre en la Gaceta Oficial No. 40 Extraordinaria (versión digital: www.gacetaoficial.cu).

A solicitud de la Oficina de la ZEDM, el MTSS podrá excepcionalmente aprobar porcentajes superiores al 15 por ciento para casos puntuales y justificados, resuelve la normativa.

La disposición —se explica en el texto legal— fue adoptada ante la necesidad de establecer el límite de personas naturales extranjeras no residentes en Cuba que pueden contratarse directamente por los concesionarios y usuarios para laborar en los negocios en la ZEDM.

También responde a lo establecido por el Decreto Ley No. 313 de 19 de septiembre de 2013, De la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que faculta a jefes de órganos, organismos de la Administración Central del Estado y entidades que correspondan, para dictar —en el marco de su competencia— las disposiciones legales necesarias para la aplicación de la norma.

Según el Decreto Ley No. 313 (DL-313), «los concesionarios y usuarios pueden contratar directamente a personas naturales extranjeras no residentes en Cuba para desempeñar cargos de dirección o determinados puestos de trabajo de carácter técnico, previa aprobación de la autoridad competente».

También establece que estas «personas pueden permanecer y trabajar en el país, cumpliendo las disposiciones migratorias, fiscales y laborales vigentes».

El Régimen especial laboral que se otorga a la ZEDM a través del DL-313 fija que los «trabajadores que laboren en la Zona deben ser, como regla general, residentes permanentes en Cuba, ya sean cubanos o extranjeros».

Se ordena, además, que la «contratación de los trabajadores cubanos o extranjeros, residentes permanentes en Cuba, que presten sus servicios a los concesionarios y usuarios de la Zona, se efectúa por la entidad cubana designada a estos efectos, en virtud del contrato que para ello se suscriba».

Los mejores países para trabajar: ¿Hacia dónde migra el talento latinoamericano?



Científica en un laboratorio de la ciudad de Guatemala.

Banco Mundial

Profesionales con más de 10 años de estudio eligen Estados Unidos y Europa pero también los países de la misma región para avanzar en sus carreras.

Durante las primeras décadas del siglo XX, América Latina recibió grandes cantidades de trabajadores que escapaban de una Europa en guerra en busca de un futuro mejor.

Obreros, panaderos, músicos, maestras de escuela y hasta choferes de tren se refugiaron en la región y, mezclados con la población criolla e indígena, forjaron las generaciones futuras. Ellos son en la actualidad los bisabuelos y abuelos de los muchos profesionales de los que hoy Latinoamérica se enorgullece.

Pero al igual que sus antepasados, mucho de ese talento actual en nuestra región también se ha visto obligado o tentado a migrar. Las razones son diversas. Desde mayores incentivos salariales y profesionales en el exterior hasta circunstancias personales, los latinoamericanos prefieren como destino los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Una reciente investigación del Banco Mundial reveló que unos 28 millones de inmigrantes altamente calificados provenientes de todo el mundo vivían en los países de la OCDE en 2010, un aumento de alrededor del 130% desde 1990. Y solo cuatro países de la OCDE (Estados Unidos, Australia, Canadá y el Reino Unido) son el principal destino del 70% de los emigrantes.

El caso de México es una muestra de esto. Los trabajadores altamente calificados que emigraron a Estados Unidos crecieron un 86% entre 2000 y 2010. Sin embargo, el talento en América Latina no siempre se dirige al país del norte.

Mudarse al país vecino

Cerca de 28,5 millones de latinoamericanos y caribeños residen en países distintos del de su nacimiento, un 70% de ellos en Estados Unidos, mientras que la población inmigrante en la región asciende a 7,6 millones de personas, de los que la mayoría procede de otras partes de la propia región, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

En la época del auge económico en la década pasada se observó una disminución de la emigración a destinos de fuera de la región y una intensificación de los flujos de migración intrarregionales.

El estudio destaca que los flujos migratorios intrarregionales aumentaron a un ritmo anual de cerca del 3,5% entre 2000 y 2010, lo que muestra una tendencia a la aceleración respecto a los veinte años anteriores, cuando creció a tasas en torno al 1%. Y migrar a un país dentro de la misma región también parece atractivo para los profesionales.

La CEPAL analizó estas corrientes migratorias en siete países con conclusiones sorprendentes: en 2010, los migrantes regionales con 10 años de estudio o más, sumaban casi 800.000, lo que corresponde a un 40% del total, en donde las mujeres tuvieron una participación levemente mayor que la de los hombres en los niveles más altos de educación.

En Brasil, la proporción de inmigrantes regionales con 10 años de estudio o más bordea el 90%, siendo una gran cantidad de ellos nacidos en Paraguay. En Costa Rica, en cambio, la cantidad de inmigrantes regionales que poseen 10 años de estudio o más no sobrepasa el 30%. En Ecuador, los inmigrantes con 10 años de estudio o más conforman la mayoría, y representan el 60% de los inmigrantes regionales, muchos de ellos provenientes de Colombia.

Por otro lado, y contrario a lo que se supone, España y otros países europeos no han recibido tantos inmigrantes profesionales en los últimos años.

De acuerdo con una publicación de la Organización Internacional de Migraciones, en lo que se refiere a la emigración de trabajadores altamente calificados provenientes de la región de América Latina y El Caribe hacia Europa, ésta disminuyó paulatinamente entre 2008 y 2013, con la excepción del último año. España, con 35%, figura como el principal país emisor de permisos para realizar actividades de alta calificación para los ciudadanos de países latinoamericanos, seguido por Holanda (14%), Reino Unido (11%), Portugal y Francia (con 8% cada uno).

Brookings Institution mira con lupa el turismo en Cuba




Foto: Ismario Rodríguez
8 diciembre, 


Por: Alicia Cid, ONCuba

“Cuba tendrá que invertir aproximadamente 33 mil millones de dólares en 15 años, hasta 2030, para alcanzar la cota de 10 millones de turistas”, estimó recientemente el Instituto Brookings, tanque pensante estadounidense, en un informe que mira con lupa la actividad turística en la Isla.

Turismo en Cuba. Montar la ola hacia la prosperidad sostenible, de los autores Richard E. Feinberg y Richard S. Newfarmer, califica como masiva esa cifra, comparada con el tamaño total de la economía cubana (unos 87 mil millones de dólares). “Parece poco probable que, dado el bajo ahorro interno y las políticas actuales, el país pueda alcanzar estos ambiciosos objetivos”.

Feinberg, investigador de la Latin American Initiative, del centro de estudios Brookings Institution, y Newfarmer, profesor de la London School of Economic, describen el escenario cubano actual, en el que el turismo “está en auge y a punto de explotar”.

Según los expertos, ningún sector de la economía cubana parece más listo para “desbloquear la expansión económica y generar la divisa necesaria que libere a Cuba del torniquete monetario que ha estrangulado su crecimiento. Eventualmente, la agricultura y la industria podrían despegar, pero no antes de que las políticas económicas gubernamentales se revisen a fondo, y eso llevará tiempo. Otros sectores prometedores, como la biotecnología y las industrias creativas, se están lanzando desde bases mucho más pequeñas. Solo el turismo tiene una base sólida, desde la cual expandirse, y goza de condiciones de mercado favorables”.

Siempre hay un antes y un después

El informe propone una revisión de las políticas del gobierno cubano hacia el turismo, desde el triunfo de la Revolución, el 1ro de enero de 1959, hasta la actualidad. “Encontramos que el liderazgo cubano ha tenido un enfoque históricamente ambivalente hacia la industria, recurriendo a ella sólo con reticencia en tiempos de crisis. En consecuencia, el turismo cubano ha perdido su cuota de mercado y beneficios de divisas potencialmente valiosas. Hoy, el gobierno está tratando de corregir esas políticas y tiene planes ambiciosos para expandir dramáticamente la capacidad turística”.

Los autores describen una Cuba en la que el turismo siempre estuvo ligado a Estados Unidos. En 1930 la Isla recibió 80 mil turistas, de ellos el 85 por ciento estadounidenses. Para 1957 se contabilizaron 272 mil de ese país, que venían buscando fundamentalmente los casinos, luego de que una ley en Estados Unidos pretendió terminar con los juegos de azar.

“En la costa de Cuba, los grandes casinos y clubes nocturnos hoteleros eran propiedad u operados por conocidos criminales, entre ellos Lucky Luciano, Santo Trafficante y Myer Lansky, en algunos casos necesariamente en asociación con el hombre fuerte y presidente cubano, Fulgencio Batista. Para muchos cubanos excluidos, y para una revolución con profundas raíces tanto en la moral jesuita como en la austeridad comunista, estos hoteles y casinos de lujo simbolizaban todo lo que era decadente y malo bajo el sangriento gobierno de Batista.”

Tal construcción en el imaginario de la Cuba revolucionaria explicaría por qué este sector apenas creció en varias décadas. Sin embargo, el colapso de la Unión Soviética y la contracción del PIB cubano en un 30 por ciento, obligaron a la Isla a mirar hacia el turismo y luego a las remesas. “Durante la década de 1990, el gobierno cubano invirtió un estimado de 3.5 mil millones de dólares en el desarrollo del sector turístico. Para proporcionar el capital de inversión necesario y asegurar un flujo constante de turistas, Cuba dio la bienvenida a las cadenas hoteleras europeas como socios de grupos estatales de nueva creación”.

Así entraron en el incipiente mercado cubano firmas extranjeras como Meliá e Iberostar, con énfasis en el turismo de sol y playa, e instalaciones ubicadas en zonas alejadas de los centros urbanos. “Las llegadas de los turistas subieron de niveles muy bajos en la posrevolución a 740.000 en 1995 -triplicando el flujo que había caracterizado la década de 1950-. Para el año 2000, la cifra de nuevos visitantes había alcanzado los 1,7 millones y los ingresos por turismo los 2 000 millones de dólares. (GRAFICO 1)

Exponen Feinberg y Newfarmer que el crecimiento se ralentizó a mediados de los 2000, motivado por varios factores, a saber: el impacto de fenómenos meteorológicos (huracanes), recesión mundial (2008-2009) y restricciones a la inversión extranjera; que explican que después del récord en 2005 de 2600 millones de dólares ingresados por el turismo, Cuba tardó 10 años en llegar a 2800 millones, en 2015.


La estructura y el futuro

La investigación del centenario Instituto Brookings, con sede en Washington D.C., se adentra en analizar la actual estructura del sector turístico en Cuba, caracterizado por el predominio de estado “como propietario de los principales servicios, regulador de los flujos de recursos y receptor de fondos de inversión e ingresos generales. Sin embargo, en los últimos años, el sector no estatal ha crecido a través de la proliferación de restaurantes (paladares), el alquiler de habitaciones privadas (casas particulares) y el autoempleo (trabajadores cuentapropistas) al servicio de la industria, tales como empresas privadas de construcción y taxistas.


Además de los aportes en materia de sistematización y análisis de datos dispersos en torno a un sector regenteado por varios ministerios en la Isla y una participación creciente de la iniciativa privada, el estudio de Feinberg y Newfarmer se detiene en determinar cuánto aporta el turismo al PIB nacional (2,5 por ciento) y compararlo con el de países cercanos. En este sentido, Costa Rica (4,8 por ciento) y República Dominicana (5 por ciento), por ejemplo, duplican este aporte. Tal estado de cosas tiene que ver con el tipo de administración de las instalaciones hoteleras, en primer lugar, pero también con las importaciones, la reinversión, la política monetaria y cambiaria, y los sistemas de contratación.

“Para cumplir con los objetivos declarados de triplicar los ingresos del turismo para 2030, el gobierno se ha planteado la meta de añadir unas 108 mil habitaciones a la reserva hotelera existente de 50 mil de tres estrellas de calidad o mejor (utilizando los estándares cubanos). Esto podría acomodar a tantos como 10 millones de visitantes (sin incluir los turistas de cruceros). Para lograr esta ambiciosa meta, calculamos que Cuba requerirá aproximadamente un total de 33 mil millones de dólares en nuevas inversiones”.

La estrategia de expansión del sector turístico en Cuba descansa en las capacidades de las empresas estatales que construirán cerca del 70 por ciento de las habitaciones proyectadas sin participación del capital extranjero, y tendrán propiedad mayoritaria en alrededor del 30 por ciento de las empresas mixtas.

“Esta estrategia de depender de los resultados acumulados puede tener sentido desde la perspectiva de los sectores conglomerados, pero (…) parece improbable que el financiamiento y el ahorro disponibles alcancen para lograr las ambiciosas metas de Cuba”.

“En lugar de buscar financiar casi todas las inversiones planificadas en hoteles por el flujo de caja interno, el país podría movilizar más ahorros externos dando la bienvenida a una mayor inversión extranjera. Para el sector hotelero y la industria en general (como el golf y otras actividades de ocio), esto requiere establecer reglas más claras para atraer la inversión extranjera y racionalizar los procesos de aprobación excesivamente discrecionales que han retrasado muchos proyectos de larga gestación”.

Conclusiones para las dos orillas

En opinión de los expertos, Cuba ha sentado las bases para el crecimiento potencialmente rápido del sector turístico. El país tiene abundantes atracciones turísticas, recursos naturales no desarrollados y una cultura de bienvenida que lo hacen una joya en las Antillas Mayores caribeñas.

No obstante, la Isla deberá ajustar su esquema de financiación y en consecuencia revisar algunos de los procedimientos burocráticos para aprobar proyectos de inversión extranjera, si quiere experimentar un despegue en su industria sin humo.

En este sentido, Feinberg y Newfarmer recomiendan fomentar la inversión privada en servicios B&B (hostelería cama-desayuno, por sus siglas en inglés). “La simplificación de la estructura impositiva que enfrentan las empresas privadas y los propietarios crearía incentivos para ahorrar e invertir. La modificación del sistema de impuestos sobre la nómina y las regulaciones fomentaría nuevos empleos, no los desanimaría como lo hacen ahora”.

Otras claves para el éxito, según los analistas, apuntan a la resolución de la dualidad monetaria y cambiaria, las políticas fiscales, los impuestos, el aumento de la productividad y a un cambio de estrategia hacia el aumento de la calidad y el aumento del valor agregado interno. “Cuba aspira a concentrarse en mercados más exclusivos, lo que supone invertir en servicios e instalaciones de mejor calidad y en más capacitación del personal. En lugar de concentrarse tan fuertemente en grandes complejos turísticos, podría ser mejor salpicar la isla con instalaciones más pequeñas y personalizadas, ofreciendo una experiencia ecológica y auténtica”.

Por último, conceden una alta prioridad al aumento de la conectividad. “Cuba ya ha abierto nuevos enlaces aéreos. No menos importante es mejorar su conectividad a Internet, tanto como parte de los esfuerzos para proporcionar una experiencia de calidad para los visitantes y para fomentar la gestión y las transacciones financieras integrales a la industria de primera clase”.

No obstante, el aporte del informe va más allá de escrutar el escenario cubano actual y dejar recomendaciones para los posibles interlocutores criollos. También ofrece una ruta crítica para el gobierno estadounidense, con la eliminación del bloqueo/embargo como uno de los ejes fundamentales de sus políticas hacia la Isla, además de la inversión del capital norteamericano y facilitar las alianzas entre ONGs ambientales y contrapartes cubanas.

“Desde las elecciones de noviembre en Estados Unidos, algunos han argumentado que la apertura a Cuba debería ser revertida. En el sector del turismo, esto sería contraproducente para los intereses de los Estados Unidos por tres razones:

– los cubanoamericanos y otros ciudadanos estadounidenses que cumplen con ciertos criterios cuidadosamente delineados para visitar Cuba están acelerando el desarrollo de empresas individuales y familiares;

– algunos han argumentado que todos los gastos de los visitantes benefician principalmente a los militares cubanos, pero en realidad la mayoría de las habitaciones no son administradas por el MINFAR;

– la imposición de restricciones a los visitantes estadounidenses o al comercio privado puede reducir los ingresos turísticos –a costa de lastimar a los cubanos–, pero tendrá un impacto limitado en el curso de la expansión de la industria porque los europeos, los latinoamericanos y otros seguirán profundizando su compromiso con la economía cubana.