Por Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada
El connotado profesor noruego Johan Galtung, sociólogo y matemático nominado al Premio Nobel de la Paz 2017, afirmó que Estados Unidos va a colapsar en el año 2020 (sic), y “cuyo poder declinará aún más con Trump (https://goo.gl/4UFE5e)” –en una fascinante entrevista realizada por el académico e investigador británico Nafeez Ahmed.
El prospectivista Johan Galtung había previsto en forma correcta el colapso de la URSS y es considerado padre fundador de los estudios de paz y conflictos como disciplina científica. Desde el año 2000, Galtung había predicho el colapso del imperio estadounidense para 2025, que recortó en cinco años debido al extremo militarismo de Baby Bush, que aceleró la tendencia.
Nafeez Ahmed desmenuza el modelo Galtung: teoría de sincrónicas contradicciones mutuamente reforzadas, sustentada en la comparación del auge y caída de 10 imperios históricos. La quinta escencia del modelo Galtung radica en que mientras más se profundizan las contradicciones, existe mayor probabilidad que resulten en una crisis social que cambia drásticamente el orden existente. Después de haber tenido éxito con su modelo respecto de la URSS, Johan Galtung inició su aplicación para EEUU.
Nafeez Ahmed comenta que Galtung escribió en 1996 un reporte científico (borrado de la red) publicado por el Instituto del Análisis del Conflicto y la Resolución, de la Universidad George Mason, en el que asentó que EEUU pronto seguirá el mismo camino que las previas construcciones imperiales de auge y caída. A juicio de Ahmed, a su vez connotado prospectivista académico, el libro de Johan Galtung de 2009 – La Caída del Imperio Estadounidense: ¿Qué Sigue? (https://goo.gl/gF3eYV)”– señala unas 15 (súper sic) enormes sincrónicas contradicciones mutuamente reforzadas que afligen a EU, lo cual llevará al fin de su poder global en 2020.
Durante la fase de su declive de aquí a 2020, es probable que EEUU atraviese una fase de fascismo reaccionario, alimentado por la capacidad de una tremenda (sic) violencia global; la visión del excepcionalismo estadounidense como el óptimo país; una creencia en la próxima guerra final entre el bien y el mal; un culto al Estado poderoso que lleva a dicha lucha maniquea, y un culto al líder poderoso.
A juicio de Johan Galtung, tal fascismo –que se gestó con Baby Bush y llega a su fruición con Trump– es un síntoma del declive y cuya característica sicológica es una reactiva arremetida, debido a la incrédula pérdida del poder.
El fascismo como mecanismo de defensa de la debacle
Entre las 15 contradicciones estructurales de EEUU que llevan a su declive: económicas –una sobreproducción en relación con la demanda, desempleo y aumento de costos por el cambio climático–; militares –crecientes tensiones entre EEUU, la OTAN y sus aliados militares, al unísono de la creciente insustentabilidad económica de sus guerras–; políticas –papeles conflictivos de EEUU, la ONU y la Unión Europea–; culturales –tensiones religiosas con el islam y otras minorías–, y sociales: “creciente brecha entre el sueño estadounidense, la creencia de que cualquiera puede prosperar en EEUU gracias al arduo trabajo frente a la realidad de la vida estadounidense”.
Resulta que la incapacidad estructural (sic) para resolver tales contradicciones llevará al desgajamiento del poder político de EEUU a escala global y potencialmente doméstico.
Las señales del colapso global con Trump brillan con sus contradicciones militares en Irak donde, por un lado, critica la intervención de su país, mientras que, por otro lado, enjuicia que EEUU debió haberse llevado el petróleo de Irak, lo cual no se trata de un robo, sino el rembolso (súper sic) por la inversión bélica de EEUU en 1.5 millones de millones de dólares (https://goo.gl/xeQuBJ) ¡Ya no se diga ahora en Afganistán!
A escala doméstica, Trump ha prometido deportar a 11 millones de migrantes ilegales, construir un muro entre EEUU y México, y prohibir la migración musulmana.
Otra flagrante contradicción versa, por un lado, en que Trump pudiera muy bien ofrecer una oportunidad para evitar conflictos potenciales con grandes potencias rivales, como Rusia y China, pero, por otro lado, pudiera todavía, en forma estúpida (sic), librar más guerras unilaterales (sic) y empeorar las contradicciones domésticas en relación a las minorías.
Para Johan Galtung, las incoherentes propuestas políticas de Trump son evidencia del mayor declive estructural del poder de EEUU.
Galtung define con exactitud lo que se colapsa: un imperio es más que la violencia en el mundo. Es una estructura transfronteriza (sic) con un centro, que es el país imperial, y una periferia, los países clientelares cuando el punto sobre el imperialismo es hacer que las élites de la periferia hagan los trabajos para el centro. Ahora bien, el país centro puede ser una dictadura o una democracia.
Para Johan Galtung, el colapso del imperio estadounidense ocurre cuando las élites de la periferia no desean combatir más las guerras de EEUU y no desean ser más explotadas por el centro.
Una señal clave del colapso sería la actitud de Trump con la OTAN, respecto de la cual resaltan las contradicciones: al no pagar sus adeudos, la OTAN puede desaparecer y entonces Trump optaría irse por la libre, lo cual acelera y socava el imperio global de EEUU al mismo tiempo.
El colapso global de EEUU puede desembocar en su balcanización con potenciales implicaciones domésticas que socavan su cohesión interna, con el ascenso de los supremacistas blancos y aún de minorías quienes en lugar de la unión, preferirán a EEUU como una confederación (sic) o una comunidad.
Galtung no se siente pesimista y, al contrario, vislumbra la inevitabilidad del colapso del imperio estadounidense como “una real oportunidad para la revitalización de la República (súper sic) estadounidense, caracterizada por su dinamismo, su apoyo a los ideales de libertad, su productividad y creatividad, y su cosmopolitismo (sic) hacia los otros.
Johan Galtung despedaza la política exterior de EEUU con cerca de 250 intervenciones (súper sic) desde que Jefferson las inició en Libia en 1801 y con más de 20 millones (sic) de asesinatos en 37 países desde 1945.
El rotativo británico The Independent da vuelo a la prospectiva de Galtung y cita como su antítesis a Xenia Wickett, directora del programa EEUU y las Américas en el think tank Chatham House, quien desecha los asertos de Galtung como totalmente fuera de la realidad, ya que “EEUU es un poder global por varias razones. Ostenta la mayor fuerza militar en el mundo, tiene el más robusto poder blando en términos de sus universidades (…) en términos de sus empresas y en términos del alcance (sic) de sus multimedia. Todavía es la mayor economía en el mundo. La idea de que cualquiera de estas cosas (sic) cambiará en los próximos cuatro años está fuera de la realidad” (https://goo.gl/Lkb2Dm).
Es muy discutible la infatuación de Xenia Wickett. Sin contar la resurrección militar de Rusia, en los próximos tres años China desplazará a EEUU como la máxima superpotencia geoeconómica (https://goo.gl/vMzbJE). Tres años se encuentran a la vuelta de la esquina y alguien se va a equivocar. Lo sabremos muy pronto…
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