Recientemente
recibimos una parte del texto de unas declaraciones del excelentísimo y
bienaventurado emperador, Joe Biden, del
que hemos extraído el siguiente enunciado: “Un Nuevo Orden Mundial se
aproxima y en él, Estados Unidos estará
liderando”.
Pudiéramos
estar de acuerdo con esta definición
perspectiva de este señor, pero pienso que le faltó haberse extendido
adecuadamente (no conozco que lo haya hecho), para aclarar de qué forma ese
poderoso y extenso enclave se las arreglará para imponer sus peligrosas
imposiciones globales del unilateralismo, del hegemonismo, de la
excepcionalidad, que tanto contribuyen a la aparición de deformaciones y
aberraciones antinaturales de la conducta, prácticas y las ideas de lo que hoy se conoce como NAZIFASCISMO.
O es
que ya hemos olvidado que el fuhrer
alemán, Adolfo Hitler, y sus ideas nazi-fascistas fueron particularmente admirables
por los propietarios, directivos y
accionistas de las grandes empresas y corporaciones estadounidenses que ya en
los años 20 y 30, habían hecho considerables inversiones en Alemania y se
habían asociado con empresas alemanas
O qué
fascistas y filo-fascistas, como los presidentes de DUPONT, ITT, TEXACO,
GENERAL MOTORS, IBM, etc. y sobre todo Henry Ford, admiraban a Hitler; algunos
de ellos condecorados con las más altas distinciones que la alemana nazi podría
otorgar a un extranjero.
No
fue por casualidad que los fabricantes de automóviles y las petroleras
norteamericanas participaron del triunfo alemán. Sin los camiones, tanques,
aviones y otros equipos suministrados por las subsidiarias alemanas de Ford y
General Motors, y sin las grandes cantidades de materias primas estratégicas
suministradas por TEXACO y STANDAR OIL, vía España, las fuerzas alemanas de
tierra y aire no habrían podido tan fácilmente derrotar a sus adversarios en
1939 y 1940.
Entre
otros muchos procesos que puedo evocar sobre esta adoración nazi-fascista tan
anormal en ese país, puedo referirme al llamado “Proyecto para el Nuevo Siglo
Americano”, que delineó desde junio 1997 –cuatro años anterioress del 11 de
septiembre de 2001- los objetivos, etapas y medios necesarios para lograr
imponer el dominio final del capitalismo occidental, encabezado por los Estados
Unidos, sobre todas las regiones del mundo.
Resumiendo, señor emperador, si en
ese Nuevo Orden Mundial que se aproxima, al Imperio Yankee se le permite liderarlo,
LA HISTORIA VOLVERÁ A REPETIRSE, ya no con un fuhrer alemán como Adolfo Hitler,
sino como un “MISTER” engalanado con las vestiduras execrables del fascismo.
La
Habana, Cuba, 30 de marzo de 2022.
JSAF
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