Resumen semanal sobre la evolución de la economía mundial
(Del 15 al 21 de diciembre de 2022 – No. 50/2022)
Recesión en EEUU es un temor creciente y la Reserva Federal planea mantener altas las tasas de interés. La Reserva Federal de Estados Unidos, la entidad monetaria de mayor importancia, comenzó en marzo con la subida de tasas, de forma escalonada hasta la más reciente subida de 50 puntos básicos, cuando se dio cuenta de que la inflación, después de escalar máximos de 40 años ha estado disminuyendo lentamente desde el verano. Sin embargo, la Reserva Federal parece decididamente poco impresionada y poco convencida de que su lucha contra la aceleración de los precios esté cerca de terminar. En las proyecciones actualizadas que emitieron el miércoles 14, los formuladores de políticas de la Fed pronosticaron que aumentarán su tasa clave en tres cuartos de punto adicionales, a un considerable 5 % a 5,25 %, y la mantendrán allí hasta 2023. Algunos observadores de la Fed esperaban sólo medio punto adicional en las subidas de tipos. Esas tasas más altas significarán costos de endeudamiento más altos para los consumidores y las empresas, que van desde hipotecas hasta préstamos para automóviles y negocios.
Los formuladores de políticas también redujeron su perspectiva de crecimiento económico en 2023 del 1,2% que habían pronosticado en septiembre a un insignificante 0,5 %, lo más cercano a un pronóstico de recesión que probablemente harían. Además, elevaron su expectativa para la tasa de desempleo el próximo año al 4,6 % desde el 3,7 % actual. Todo lo cual sugirió que los funcionarios esperan, o al menos aceptarían, una recesión económica como el precio de controlar la inflación. El mensaje que estaba enviando la Fed, dijo Ryan Sweet, economista jefe para Estados Unidos de Oxford Economics, fue contundente: “Vamos a romper algo. Vamos a romper la inflación o vamos a romper la economía”.
La UE acuerda un tope al gas de 180 euros tras vencer la resistencia alemana. Los Veintisiete países de la Unión Europea (UE) acuerdan finalmente un tope dinámico de 180 euros para el precio del gas que comenzará a aplicarse a partir del 15 de febrero. Esto pone fin a casi dos meses de discusión en las más altas esferas comunitarias después de que la Comisión Europea incluyera esta alternativa en su hoja de ruta de octubre.
El mecanismo temporal de corrección del mercado, el nombre oficial de la medida, tiene como objetivo evitar un nuevo episodio de descontrol de precio, como el que el bloque sufrió en agosto, cuando el coste del gas alcanzó un máximo histórico de 350 euros el megavatio-hora. “Esta herramienta pretende quitar la prima adicional de la guerra”, afirmó la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
Por su parte, el tope al precio del crudo ruso parece haber acelerado la compra a otros países exportadores. La agencia S&P Global estima que las importaciones por vía marítima de petróleo ruso, en la primera mitad de diciembre, han caído hasta los 123.000 barriles diarios, muy lejos de las 1,5 millones antes de la guerra. Para satisfacer la demanda interna, las refinerías europeas han aumentado sus compras desde Kazajistán, Azerbaiyán, Brasil, Noruega y Guyana.
Además, la decisión implementada por el G7 ha permitido una caída en los precios del crudo ruso. El precio del barril ruso (Ural) continúa cotizando por debajo del límite de 60 dólares, con una clara tendencia a la baja. Al mismo tiempo, el precio del barril Brent, el de referencia en Europa, cotizó el viernes 16 por debajo de los 80 dólares el barril.
El éxito de la medida acordada por la UE y el G7 no esconde otras consecuencias negativas de la nueva política energética implementada desde el comienzo del conflicto en Ucrania. El consumo de carbón a nivel global se ha elevado a 8.000 millones de toneladas en el año, el mayor dato histórico registrado por la Agencia Internacional de Energía. En particular, los Veintisiete han aumentado su demanda un 6% en comparación al 2021, lo que supone un fuerte contraste con los planes "verdes" de la Comisión Europea.
La reapertura china es un arma de doble filo para la inflación. Con una mezcla de esperanza y aprensión, EE UU y Europa acogerán la decisión de Pekín de flexibilizar el Covid cero. La reapertura relanzará el papel chino de productor de bajo coste, y aliviará los cuellos de botella de la oferta mundial. Pero la reactivación de la demanda china de materias primas y energía hará subir sus precios, y afectará a la zona euro.
El Covid cero paralizó la economía china y contribuyó a la conmoción inflacionista mundial al frenar la producción de bienes manufacturados. El valor de las exportaciones del país cayó un 8,7% en noviembre frente al año anterior, el descenso más pronunciado desde febrero de 2020. Las exportaciones a EE. UU. bajaron un 25%.
Así, la reanudación de la producción y el consumo debería de tener un efecto desinflacionista en el resto del mundo. Los precios al consumo chinos suben menos deprisa que los de otras grandes economías: la inflación fue solo del 1,6% en noviembre, frente al 7,1% en EE. UU. y el 10% en la zona euro, mientras que los precios de producción en China cayeron un 1,3%.
India y Vietnam quieren relevar a China como grandes centros de producción para Apple. India y Vietnam buscan un nicho para convertirse en los nuevos centros de fabricación de componentes para Apple. En un momento en el que las restricciones en China afectan a la cadena de suministros, el fabricante de iPhone demanda a sus proveedores cada vez mayor flexibilidad y resiliencia, con el objetivo de reducir su dependencia de las fábricas del gigante asiático.
En respuesta a esta petición, los productores de componentes electrónicos aprovechan las políticas de incentivos locales de estos países para diversificar sus plantas a escala mundial. Aunque los analistas opinan que la sustitución de China como centro principal de producción no será inmediata, algunos de los grandes proveedores del iPhone, como es el caso de Foxconn, Pegatron o Wistron, aceleran la inversión en otros países para trasladar la producción. Morgan Stanley calcula que el objetivo es llevar el 10% de la fabricación del iPhone a India en dos o tres años. Los tres principales proveedores de Apple han logrado incentivos financieros para impulsar la producción en India con el compromiso de que hasta el 20% del volumen se fabrique en ese país. En el caso de Foxconn, la empresa habrá trasladado hasta el 30% de su capacidad de fabricación a India, Vietnam y Brasil en los próximos años, señala la firma de investigación Counterpoint Research. También Pegatron, fabricante taiwanés de componentes para otras marcas, está redoblando esfuerzos para producir fuera de China.
Una nueva década perdida en Latinoamérica. Un escenario internacional incierto con una combinación de factores que incluye desaceleración económica, inflación, volatilidad financiera y menor flujo de capital, ha ralentizado el crecimiento de América Latina y el Caribe en 2022 y profundizará aún más esa tendencia a la baja en 2023, allanando el camino para una nueva década perdida, advirtió el jueves 15 la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su nuevo informe “Balance preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe”, presentado en una rueda de prensa híbrida que se realizó en la sede de la organización en Santiago, Chile, la CEPAL dijo que la región crecerá un 3,7 % en 2022, casi la mitad del 6,7 % registrado en 2021; y sólo un 1,3 % el año próximo. Las estimaciones de la CEPAL son similares a las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un crecimiento de alrededor del 3,4 % para este año y del 1,7 % para 2023. De concretarse las perspectivas previstas para el año próximo, se trataría de la segunda década perdida desde los años 50, con un magro crecimiento regional del 0,9 % desde 2014. En la llamada “década de la crisis de la deuda”, en los años 80, la economía avanzó un 2 %. Ese era hasta ahora el menor desempeño desde 1951.
Precio del petróleo al alza ante debilidad del dólar. Los precios del petróleo tuvieron su segunda jornada al alza el martes 20 gracias a la debilidad del dólar. El precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en febrero ganó 0,23% para cerrar a 79,99 dólares en Londres. En tanto el barril de West Texas Intermediate (WTI) para enero ganó 1,19% a 76,09 dólares. "Es el dólar" que impulsó el mercado del crudo el martes, resumió Bill O'Grady, de Confluence Investment.
El billete estadounidense se vio afectado por
la sorpresiva decisión del Banco de Japón, que anunció que tolerará una
fluctuación de los rendimientos de los bonos
japoneses a diez años entre -0,5% y 0,5%, "para mejorar el funcionamiento del mercado".
Hasta ahora, el máximo era de 0,25%. Para O'Grady la decisión del BoJ, el último gran banco central que mantenía una
política monetaria expansiva, podría tener consecuencias
de largo plazo sobre el billete verde."Si es un punto de quiebre, esto podría marcar el inicio de varios años de
debilitamiento del dólar", según O'Grady. "Eso podría ser muy favorable para los precios del petróleo",
añadió. Los principales barriles de
referencia cotizan en dólares, por lo tanto si la divisa estadounidense se
debilita, entonces el barril se abarata
para inversores en otras
divisas.
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