He leído un excelente análisis de Silvio Calves sobre la persistencia y los efectos de las largas colas en la mayoría de los establecimientos de comercio y de otros servicios públicos que existen en el país, tanto en Moneda Libremente Convertible como en Moneda Nacional.
En mi opinión ese texto debería ser enviado a la dirección del Ministerio de Comercio Interior, al Poder Popular y demás instituciones que tienen incidencia en este proceso.
Es absolutamente cierto que la coyuntura económica es muy difícil, fuertemente agravada por la agresión norteamericana y por los efectos de la pandemia (y digo agravada porque impactan sobre una economía ya de antes caracterizada por bajos niveles de productividad y eficiencia), esta combinación de factores generan una escasez persistente y generalizada con una situación permanente de una demanda mucho mayor que la oferta y por lo tanto un desequilibrio que se expresa, entre otras manifestaciones, en tediosas y largas colas que ocupan demasiado tiempo a una población fatigada, que debería estar concentrada en el trabajo precisamente para contribuir a superar la situación y no en el desgaste permanente de tiempo haciendo colas para casi todo, al respecto Calves expresa: “Si calculamos las horas de espera en una cola de las personas sin poder crear valor en su función laboral o social, así sea de ama de casa, profesores, maestros, médicos, ingenieros, cuidadores de enfermos u otra actividad, veremos el costo económico de las colas”.
Sin dejar de tener en cuenta, más bien teniéndolos muy en cuenta, los factores objetivos antes mencionados que inciden sobre la actual situación, es necesario considerar en lo que a las colas se refiere lo siguiente:
1-En los mercados en Moneda Libremente Convertible, la falta de oferta y por tanto las colas, son totalmente injustificadas desde el punto de vista económico, es un mercado que se financia a sí mismo y si sus ingresos se manejaran adecuadamente no deberían haber insuficiencias de recursos por difícil que sea la situación del país y por otras prioridades que existan, precisamente la existencia de esas otras prioridades sociales y económicas, deberían ser una razón de más para mantener en funcionamiento adecuado un sector que garantiza notables márgenes de ingresos adicionales para atenderlas, si te “comes” o dedicas a otros fines el capital que permite esa dinámica lo qué haces es precisamente afectar los recursos para financiar esas prioridades, ya me detuve en extenso en un par de artículos previos sobre este punto específico.
2-En el mercado en Moneda Nacional, donde la escasez si es inevitable mientras no se supere la actual crisis económica (bajos niveles de producción y eficiencia e insuficientes recursos para sostener las importaciones), están además los tremendos problemas organizativos, conceptuales y de falta de incentivos en el comercio que muy bien señala Silvio Calves: pocas cajas contadoras en funcionamiento, lentitud, maltrato, problemas de tiempo, interrupciones en el servicio, etc, además de que, como hemos dicho, esta situación agrava y dificulta la recuperación misma.
En su texto Calves con razón recuerda que “En el país ha sido un mal endémico que los servicios públicos casi siempre, (para no ser absoluto) se han diseñado y organizado a favor del prestatario del servicio y del control, pero no a favor del ciudadano”.
Lo anterior queda demostrado también en el hecho de que las colas no solo son para adquirir productos escasos, son también para otros servicios que no consisten en ofertas materiales, al respecto Calves expresa: “Aquí las colas no son solo en las bodegas sino en bancos y otras oficinas públicas hasta para el pago de multas”.
Las negativas consecuencias de las colas son enormes en todos los sentidos (más aún en una situación de pandemia, donde la aglomeración de personas, a no dudarlo, es una de las causas de los contagios) pero sí existen muchas maneras de aliviarlas con mejor organización y mayor trabajo, a pesar de la fuerte escasez, al respecto Calves señala en su artículo “No sólo con informatización; hace falta pensamiento, creatividad, condición humana, respeto al servicio público que se hace, aprendizaje, innovación y cultura social integral”.
Claro que esto no quita el hecho de que solo la recuperación y transformación de la economía es la solución definitiva a este tema.
En este sentido, también la reforma económica, que esperamos avance finalmente de manera integral y coherente, es parte imprescindible de la solución estructural del problema (con bloqueo y sin bloqueo), incluyendo todos los diversos factores del modelo económico que esta debe transformar y a los cuales nos hemos referido y hemos debatido por años (con la integralidad y la secuencia adecuada).
El ordenamiento monetario y cambiario que se viene implementando desde principios de año es un componente muy importante de la reforma, pero no es toda la reforma ni siquiera su parte esencial, si se quedara aislado, sin la descentralización y diversificación necesaria de la gestión económica, lejos de contribuir a superar los problemas de la economía los complicaría aún más, a la vista están las evidencias.
Esperamos que los debates y acuerdos del próximo Congreso del Partido consoliden este proceso como una necesidad impostergable y refrende, para mejor, documentos estratégicos como el de la Conceptualización, que en mi opinión es, sin dudas, el más estratégico y revolucionario de los que han sido aprobados para superar los tremendos desafíos de este tiempo.
Se ha informado públicamente (sin que se dieran detalles al respecto) que serán objeto de modificación el 24% de sus párrafos, confiemos en que sea para profundizar su alcance y su mayor articulación con la nueva Constitución de la República y no para disminuir el notable margen que ambos documentos han abierto para permitir “cambiar todo lo que deba ser cambiado”.
Se trata de un asunto esencial y no solo en el terreno de la economía.
2 de Abril 2021.
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