Santo desastre arancelario, Batman
Paul Krugman Nobel Economía
29 de agosto de 2025
¡Guau! Un tribunal de apelaciones, respaldando al Tribunal de Comercio Internacional, acaba de declarar ilegales la mayoría de los aranceles de Trump. Ya sabíamos que esto iba a pasar, pero la realidad sigue siendo impactante.
Es importante aclarar lo que acaba de ocurrir. El tribunal no afirmó que los aranceles per se sean ilegales. Afirmó que el procedimiento que Trump utilizó para imponerlos —declarar una emergencia económica y luego fijar las tasas arancelarias sin siquiera consultar al Congreso, y mucho menos aprobar la legislación— es ilegal. Si Trump quiere aprobar un proyecto de ley arancelaria, de la misma manera que aprobó su «Gran y Hermosa Ley», está bien. (Es una política terrible, pero legal).
Pero simplemente decir “Yo soy el encargado de los aranceles y aquí están mis aranceles” no está bien.
Es cierto que la Ley de Poderes de Emergencia Económica Internacional otorga al presidente un amplio margen para fijar aranceles durante una, digamos, emergencia económica. Pero el propio Trump insiste en que la economía está en plena forma, en auge sin inflación, y cualquier afirmación contraria es falsa. Entonces, ¿cómo puede ser que la situación sea a la vez magnífica y una emergencia que exija medidas drásticas?
Ahora Trump está lanzando advertencias terribles:
Sí, esta decisión literalmente destruiría a los Estados Unidos de América. Si se eliminan estos aranceles, el condado volverá al páramo devastado que era... el 1 de abril, justo antes de que Trump hiciera su gran anuncio sobre los aranceles.
No tengo ni idea de qué pasará después. La Corte Suprema es completamente cobarde y bien podría dictaminar que Trump puede hacer lo que quiera. Pero tal vez incluso ellos se resistan.
Es crucial entender que Trump se enfrenta a un desastre completamente autoinfligido. Probablemente podría haber logrado que los republicanos del Congreso votaran a favor de una política comercial descabellada. Pero estaba impaciente y quería empezar a gobernar como un dictador de inmediato.
Veo que Scott Bessent dice que dictaminar que los aranceles ilegales de Trump son, de hecho, ilegales avergonzará a Estados Unidos. No soy abogado, pero lo último que supe es que no se permitía actuar ilegalmente si obedecer la ley era vergonzoso. En fin, seamos claros: no avergonzará a Estados Unidos. Avergonzará a Trump y a Bessent. En todo caso, podría tranquilizar al resto del mundo de que aún queda algún vestigio del Estado de derecho en esta nación.


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