Frido Kraanen es el director principal de Impacto social para el prestatario de servicios de pensiones holandés PGGM [https://www.pggm.nl/]. Participó como ponente en el 20º Foro Europeo de la Ecoinnovación, que se celebró en Tallin, Estonia, entre el 26 y el 28 de octubre de 2016. En esta entrevista nos explica las conclusiones que ha extraído PGGM sobre cómo redirigir las inversiones hacia modelos de negocio más circulares y eficientes en el uso de los recursos.
¿Cómo puede PGGM fomentar una inversión que promueva la sostenibilidad?
Frido Kraanen: Trabajamos para fondos de pensiones en los Países Bajos, incluidos los fondos de pensiones de salud y servicios sociales. Esto supone gestionar una cartera de unos 180 000 millones EUR. Por supuesto, cuando se analiza el retorno, para los inversores el dinero es siempre lo primero; no obstante, estudiamos el modo de poder incluir objetivos de sostenibilidad.
A este respecto, existen varios instrumentos. Se pueden excluir de las carteras de inversión empresas e incluso sectores. Por ejemplo, hace algunos años, excluimos al sector tabaquero en su conjunto. Desde el punto de vista financiero, fue una verdadera tontería; no obstante, para un fondo de salud resultaría bastante extraño poner los fondos de pensiones en la industria del tabaco. Los inversores también pueden implicar a las empresas en el ámbito de la sostenibilidad o tratar de influir en ellas a través de sus votos. Los fondos pueden colaborar con las empresas para alcanzar objetivos ambiciosos a través de estrategias de compromiso.
También analizamos modos de poder colaborar con otros inversores, bancos o compañías de seguros. Se puede hacer mediante plataformas como «Principles for Responsible Investment» (Principios de inversión responsable) [https://www.unpri.org/] o en temas concretos. Por ejemplo, hemos creado un grupo de trabajo sobre economía circular que analiza cómo podemos ser más conscientes respecto a la ecoinnovación y qué se puede hacer en este ámbito.
¿Cómo ven los fondos de inversión la economía circular?
Frido Kraanen: Siempre está relacionado con la ponderación de todos los riesgos. Todas las innovaciones traen consigo el riesgo de lo nuevo. Por ejemplo, en este momento no sabemos realmente de qué modo los modelos de adhesión a la economía circular afectarán a los negocios; aunque, por otra parte, también existe el riesgo de no hacer nada. No lograr ser sostenible va a afectar cada vez más a los ingresos, especialmente a largo plazo. En ese sentido, nosotros somos inversores a largo plazo. Reflexionar sobre la economía circular ayuda a entender la nueva economía, la economía colaborativa y si determinados sectores son más vulnerables que otros a los riesgos lineales.
Vemos, por ejemplo, que un enfoque más circular genera un mayor número de plataformas para vehículos compartidos. Según un estudio, si el uso compartido de coches se generalizase más en la sociedad, la venta de coches nuevos se reduciría en un 40 %. En la actualidad, las personas compran coches, pero su uso es ineficiente. Gracias a los coches compartidos y a un mayor uso de herramientas en línea, las personas pueden saber dónde hay coches y cómo se están usando. Además, podrán ver cómo se reducen sus gastos relativos al uso del coche, lo que derivará en un descenso de la compra de coches. Según un estudio, las personas compran por término medio un coche nuevo cada 9,5 años, pero si cuatro personas comparten un coche, comprarían un coche nuevo cada seis años porque, por supuesto, se utiliza más. Pero en general la venta de coches nuevos descendería. Este caso muestra cómo los cambios en la economía afectan a distintos sectores y distintas empresas. Por eso, resulta necesario que entendamos cómo funciona la nueva economía.
En términos de riesgo lineal, u oportunidades circulares, podemos ver por ejemplo que en la industria de alfombras se ha logrado reducir los costes porque recuperan y reciclan, o incluso reutilizan, materiales. Estas empresas son más rentables a largo plazo.
Sin embargo, una de las dificultades para los fondos de pensiones importantes es que solo realizan grandes inversiones y, a menudo, para la innovación se suelen invertir pequeñas cantidades al principio. No obstante, ya existen en la actualidad varios fondos específicos de economía circular, mientras que hace tan solo dos años no había ninguno. Estos están actualmente recaudando fondos o bien ya han logrado asignar el capital para la primera fase. Un ejemplo es Circularity Capital [http://www.circularitycapital.com], un fondo de renta variable privado. Es un fondo con 15 millones GBP. Aunque empezó con 100 millones EUR por motivos de costes. Sin embargo, siempre hay dinero cuando existe una buena idea, independientemente de si esta es o no ecoinnovadora. Y el dinero nunca ha estado tan barato como ahora.
Si financiar ideas nuevas no es un obstáculo, ¿qué es lo que impide que la economía circular y la ecoinnovación se desarrollen más rápido?
Frido Kraanen: Existen tres motivos que explican por qué la ecoinnovación no se desarrolla más rápidamente. El primero es que los gobiernos siguen subvencionando modelos lineales o basados en combustibles fósiles. Aunque no directamente relacionado, si analizas el modelo circular, uno de los conceptos de diseño es la logística invertida de recursos y productos; es decir, necesitas recuperarlos. Mientras que desde un punto de vista lineal, te deshaces de ellos. Y tirarlos no suele costar nada la mayoría de las veces. El precio de coste del final de la vida útil en el modelo lineal suele ser cero; no obstante, en un modelo circular, para el productor y la empresa comercializadora, no existe el final de vida útil de productos a coste cero. Es posible que el final de la vida útil en el modelo lineal sea cero, pero existen externalidades, por lo que al final se trata de una competencia injusta entre el modelo lineal y el modelo circular. No hay igualdad de condiciones. El modelo lineal es el modelo por defecto en nuestro sistema y, por lo tanto, es el que tiene ventaja.
El segundo gran obstáculo sigue siendo la mentalidad de los consumidores. Es necesario que los consumidores desempeñen un papel activo, por ejemplo en la logística invertida o cuidando bien sus productos, o quizás invirtiendo dinero en enfoques nuevos que eviten la generación de residuos. Los consumidores suelen ser perezosos y su mentalidad no ofrece ninguna ventaja inicial a las empresas de la economía circular. Deben trabajar muy duro para que los consumidores participen porque, a diferencia del modelo lineal, los consumidores deben comprometerse más en el modelo circular.
El tercer obstáculo es la industria financiera. Suelen considerar el riesgo desde una perspectiva más lineal. Resulta fundamental franquear dichos obstáculos. Si conseguimos superarlos, la ecoinnovación podría realmente acelerarse. Por ejemplo, para la industria financiera resulta complicado financiar o dar crédito a una empresa de la economía circular cuando ven que las condiciones en el mercado para esa empresa son peores que para empresas de la competencia basadas en el modelo lineal. Este es uno de los temas que hay que solucionar primero, porque existe un orden lógico en la transición hacia una sociedad más concienciada desde el punto de vista ecológico.
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