Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 22 de enero de 2025

Tenemos que hacerlo, aunque no nos dejen

Sin crecimiento no habrá desarrollo posible, ni reducción de la pobreza, ni mejora de la equidad.




Entre las pocas horas que Cuba estuvo fuera de la lista de países patrocinadores del terrorismo y el regreso tras la firma del flamante Trump, se coló una buena noticia de verdad: haber logrado renegociar la deuda que el país tiene con el llamado Club de París, esa que ya había sido renegociada en el 2015, después de décadas en moratoria.

La llegada de Trump a la Casa Blanca, desde mi perspectiva, incrementará sustancialmente la incertidumbre, el miedo, la precaución de “hacer negocios con Cuba”, de pensar en proyectos de inversión, de abrir líneas de crédito.

Siempre me digo que el ejercicio más fuerte al que se tendrá que enfrentar algún gobierno cubano algún día será cuando se eliminen las sanciones; cuando algún Congreso estadounidense levante al fin el bloqueo y revoque la Ley Helms-Burton.

Aunque para nada la renegociación con el Club de París compensa que Trump haya hecho sal y agua la tardía decisión de Biden, renegociar la deuda nos ofrece una magnífica oportunidad y sus efectos positivos rebasan las fronteras —y las carteras— de los países miembros del Club.

El nuevo acuerdo, del cual apenas se conoce el anuncio, debería ayudar a generar algo de confianza en posibles acreedores de los países miembros y de otros, lo cual es más que necesario si se desea revertir varios años de crecimiento negativo, incluyendo el actual.

Sin crecimiento no habrá desarrollo posible, ni reducción de la pobreza, ni mejora de la equidad, excepto que se empareje hacia abajo —en lo que sí somos expertos—. Y la prosperidad prometida seguirá siendo, cuando más, como el horizonte, una línea imaginaria que se aleja de nosotros en la medida en que nos acercamos a ella.

Nuestro país está entrampado en un círculo perverso de decrecimiento, motivado, entre otras causas, por esa baja dinámica del PIB, que a la vez condiciona la debilidad del ahorro interno, lo cual conduce a bajas tasas de inversión nacional en un bucle que alimenta nuevamente ese círculo perverso.

A ello habría que sumar la consabida asignación errónea de los escasos recursos de inversión en sectores donde difícilmente podrán ser recuperados en el tiempo estimado.

No solo inversión extranjera

Incentivar la inversión privada nacional y foránea es una de las vías para romper ese círculo perverso.

Dar al inversionista nacional, privado y/o estatal las mismas oportunidades que de forma discrecional se le otorgan hoy a algunas empresas extranjeras en el sector comercial, en el sector agropecuario o en la pesca y en sectores de la infraestructura debería ser una regla obligatoria, porque nuestro país debe crecer con las fuerzas propias también.

Encontrar nuevos socios extranjeros solo hará perdurable el efecto si los “socios nacionales” se suman y son incentivados a sumarse antes que impulsados a apartarse.

El acuerdo con el Club de París podría ser una oportunidad, aprovecharla a tiempo dependerá de la capacidad institucional para convencer a los acreedores extranjeros actuales y futuros.

Dependerá también de esa misma capacidad institucional crear incentivos a la inversión nacional, aun cuando sea pequeña, y generar la confianza imprescindible para que esos posibles inversores nacionales se decidan a arriesgar sus dineros en nuestro mercado.

Estamos mal, es muy cierto, pero podemos ir bien. No tenemos que esperar a que “nos dejen hacerlo”; tenemos que hacerlo, aunque no nos dejen.

7 comentarios:

  1. Son los deudores quienes tienen que atreverse a hacerlo. Este pueblo pide a gritos un cambio de modelo, un socialismo más humano y real, más libre en todos los sentidos. Hay que escuchar a los economistas cubanos que aman a su país. Hay mucha burocracia y simulación.

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  2. Perdón. Quise decir los decisores

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    1. Los decisores tendran que escuchar y hay que compulsarlos a que pongan más empeño en desarrollar y apoyar al actor nacional ( privado o estatal) por sobre o en la misma medida que a cualquier inversionista extranjero, es hora de hacer y los Brics son una oportunidad que comprenden hasta los deudores del Club de Paris, hay una oportunidad de lujo con ellos, hagamos que sea aprovechada para el bien de todos pero sobre todo por y para todos los cubanos, que no se diga una vez más que en Cuba nunca se pierde la oportunidar de desaprovechar una ventana de oportunidad y hagamoslo con prisa y sin pausas como indica el momento historico hoy día

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  3. Efectivamente,no es lo mismo crecimiento económico que desarrollo.El crecimiento económico es en lo relativo a lo material y el desarrollo es en lo relativo a lo humano

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  4. Muy de acuerdo con Juan. Las oportunidades no se pueden perder, hay que aprovecharlas. Lo que urge es invertir en todo aquello que aporte al crecimiento de la creación de riqueza material. Como alguien comentó no hace tanto por este blog, Cuba no es tan pobre en recursos naturales. Tenemos muchas cosas que volver a rescatar en producciones de bajo componente de inversión. Sea la agricultura, los productos minerales metálicos y no metálicos, la agroindustria azucarera, el sector de la pesca, entre otros. No se puede continuar cometiendo errores en temas decisivos como la estructura de la inversión nacional. Es probable que de nuevo eliminen los vuelos a las capitales provinciales desde EEUU. El turismo decrece año tras años, pues no es competitivo ni en calidad, ni ofertas. Cuesta mucho mantenerlo y está descapitalizado. La fuerza de trabajo que se había consolidado se perdió con la Pandemia y nuestros errores. No hay como sustituirla. Lo peor es que nadie cuenta con el soberano para tomar estas decisiones. Son así y no tienen cambios.
    Si el sistema productivo vinculado a la prospección y explotación de recursos minerales se activara para buscar y explotar arcillas y minerales colorantes, tendríamos la capacidad de producir pinturas vinílicas a escala municipal o territorial, que hoy se importan en su mayoría. Pintaríamos miles de edificios desvencijados que pululan en todas nuestras ciudades y en la capital y se modificaría la imagen de holocausto y descuido que tienen nuestras comunidades.
    Si aprovecháramos las zonas económicas marítimas exclusivas de Cuba en la captura de especies de alto valor comercial, se produciría alimento de alto valor proteico para la población y compulsaría la exportación de nuevos rubros que aporten dividas al país. Pero hacen falta 100 barcos para la pesca en el alto para esas capturas por no menos de 250 millones de dólares. Esas son decisiones que aportan a la seguridad alimentaria y al crecimiento.
    La exportación y los ingresos que se deriven de la misma deben convertirse en nuestra fuente para la reindustrialización del país. Sería en Sector I de la economía, que no es posible crearlo en nuestras condiciones. El Sector II de la producción material es el que debe aportar más con la sustitución de importaciones. La importaciones de productos intermedios inciden demasiado negativamente en nuestra balanza comercial.
    Hay que retomar la planificación de la economía sobre bases concretas y con números, metas y fechas. Los propósitos pueden ser muy buenos, pero no cuajan ni aportan a esa prosperidad si no se implementan y se controlan.
    Hay que repensar la conducción de la economía nacional sobre bases nuevas, con menos estructuras superfluas, instituciones más discrecionales y menos directivas y un mercado monetario y financiero que funciones sin corralitos, para lo cual hay que transformar de raíz el mecanismo de funcionamientos del BCC y su sistema bancario

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  5. Mario , sí coincidimos, como tambien coincidimos de una manera u otra todos los cubanos, el problema es de enfoque y de intensión detras y más alla de las palabras; hay un dicho que dice algo asi como que no le regales un pescado al hambriento, enseñalo a pescar y eso es algo que nuestros decisores no tienen en cuenta; es lo que nos dedicamos a hacer durante 65 años por gusto, hicimos de un pueblo analfabeto, un pueblo culto para que fuera libre pero no lo hemos hecho próspero "porque no lo dejamos pescar" lo que hizo del regalo de enseñarle una accion altruista llevada a perdida, sin embargo, enseñanos a los combativos vietnamitas a sembrar café y ellos apredienron la ciencia y adquirieron la habilidad sembrando, ahora son prósperos vietnamitas que en agradecimiento envian sus especialistas a enseñarnos de café y arroz sin que logremos aprender lo que hay que aprender de su experiencia organizacional; enseñamos con nuestros especialistas, a venezolanos, la pequeña mineria de oro y ellos se hacen prósperos a su manera, nosotros la reprimimos y el oro se queda en la tierra, mientras que ellos cada vez nos dan menos ayuda petrolera y nos deben de servicios medicos y de otras actividades un mundo; nuestras mulas abrieron el mercado de pacotilla en Guyana, Panama, Rusia, Mexico, España, Isla Margarita y nosotros somos incapaces de aprender y utilizar nuestra propia experiencia para cubrir nuestras propias necesidades haciendo nuestro mercado de pacotilla en Berroa,Mariel,,matanzas, cienfuegos o Santiago, todo en un entorno donde cada vez se hace más caro el viaje de las mulas, necesaria su actividad de supervivencia y mas clara la amenaza gubernamental de dejar de toleran esta actividad sin caracter comercial pero que todos sabemos que es netamente comercial y salvavidas médico-farmaceutico de muchos, le pongo un ultimo ejemplo, en Cuba desde el 1968 suprimimos el trabajo privado casi en su totalidad y le dimos despues de mucho batallar una ultima "apertura" en las peores condiciones posibles, ¿que sucedio?...se prendio el entusiasmo y no tuvieron qie venir Rusos, Chinos , o Vietnamitas a enseñarles porque tenemos el potencial necesario para pescar en cuaquier rio y aunque esa accion de dejar pescar ha sido buena le achacamos muchos males que no le son propios las limitamos y en lugar de abrir el abanico de perrogativas a todos para que pesquen ordenadamente decimos y les prohibinos tareas esenciales que favorecen su actuar en un proceso de supesta eliminacion de ditorciones que solo pone parches sin extirpar el mal. Cuba fue el mejor productor de azucar, tabaco, cafe, fuimos buenos ganaderos, peleteros, cerveceros, deportistas, médicos, cientificos, banqueros, transportistas, constructores , fabricantes de barcos etc, y lo hemos perdido porque enfocamos mal la conduccion de nuestros destinos en el camino hacia la prosperidad, nosotros tal y como dice Triana, usted, nuestros dirigentes, otros (incluso hasta malintencionados) y yo coincidimos en que podemos TODOS ser prosperos pero no coincidimos todos con los desisores en que tenemos que hacerlo CON PRISA Y SIN PAUSA y en que hay que hacerlo dejando pescar a la gente de manera que le sea grato trabajar para si, para TODOS Y POR EL BIEN DE TODOS repaldados en un marco legal e institucional que nos de la seguridad necesaria de saber que no se trabaja para y por el bien de propositos espurios que sostienen testaferros y demagogos por el bien OTROS, y la unica forma de llegar al concenso y a la confianza de saber que todos queremos el bien comun es desatando nudos, derribando dogmas, igualando las oportunidades y condiciones de TODOS para dejar de ser "sociolistas burocraticos" y atemperar nuestra soluciones a nuestros desafios existenciales...en fin Mario tu y yo coincidimos; decisores y ejecutores no coinciden.

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  6. Entonces, no nos entendemos ??? No, no nos entendemos!!

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