CONTROLES, CONTROLES Y SU TRANSPARENCIA

Por Rafael Alhama Belamaric

Cuando hace 25 años realizábamos una investigación sobre cuadros de dirección empresarial, llamaba la atención que la gran mayoría de los entrevistados y encuestados habían pasado, como promedio, seis cursos de dirección. Luego de ese momento, se imaginan cuantos cursos de todo tipo se activaron, sin contar las maestrías y doctorados, impartidos por las escuelas especializadas y las universidades. 

Esto dice del nivel de los directivos empresariales en general y los directores en particular, muestra de cuadros y directivos en general. Pero, cada vez que teníamos oportunidad, en conferencias y cursos o intercambios, le preguntaba, cuanto de lo aprendido habían podido aplicar, la respuesta casi unánime era siempre la misma: “Casi nada”. Este es un elemento importante que adelanto para que se comprenda mejor lo que sigue.

Hoy, nos encontramos ante nuevos retos, nuevas aplicaciones, algunas ni siquiera aun concebidas o definidas en su totalidad, pero que deberán jugar su papel Importante en un futuro próximo, ademas de los retos y actividades y actuaciones siempre presentes sobre concepciones establecidas.

De lo segundo, el ejemplo mas claro y diáfano son los CONTROLES. No se trata de cuestionar el valor y significado de los controles, hay suficiente material bibliográfico, nacional e internacional, sobre todo en las últimas dos décadas, que trata sobre buena gestión publica como vía que lleva a la consolidación de la democracia de una Sociedad, su desarrollo y bienestar, y sobre todo en la lucha contra las prácticas de corrupción.

El desafío es CREAR NUEVOS PROCEDIMIENTOS Y MECANISMOS, que consoliden el trabajo especializado de las instituciones, ganen en calidad las practicas establecidas, para que a su vez ganen en calidad los procesos de des centralización y democratización. De lo contrario, puede ahondarse en la ineficiencia, la burocracia ya hipertrofiada, el descontrol, y la corrupción.

Weber, al que casi todos conocen de una u otra forma, por los cursos de dirección, de gestión, hace mas de un siglo definió la burocracia como forma moderna de organización del capitalismo, que se realiza con precisión, velocidad, claridad, regularidad, exactitud y eficiencia; todo esto casi siempre se olvida decir.

Para lograrlo, era necesario, según él, la división de tareas, que lleva directamente a cantidad de personas, siempre crecientes, llevado a extremos (siempre cito para que se entienda rápido, el helado servido por tres personas en una heladería en 1989, una cobraba, una daba el ticket, otra servia el helado), supervisión jerárquica, que lleva a lo mismo en sentido vertical, reglas y regulaciones detalladas en concordancia al numero de niveles jerárquicos y división de tareas. 

Todo esto multiplica, cada vez mas, al personal de control, o la función de control, sea cual sea este, y donde sea. Puede ser de ejecución (operaciones), de evaluación (verificación), de información (comunicación), o estratégica (plan).

Lo anterior expresado o concebido por Weber, estaba enmarcado en una racionalidad. Racionalidad concebida, con personas con poder, y personas obedientes, sin trato con los primeros, ni siquiera relaciones interpersonales.

Y aqui se puede entrar a discutir de si se trata de una burocracia profesionalizada o mecánica. En mas de un siglo de historia, se han escrito toneladas de papel, libros de todo tipo, manuales, ensalzando las estructuras mecánicas. 

No es objeto aqui tratarlo, pero si recordar, que la burocracia, hasta hoy, y entre nosotros, ha generado estructuras, mecanismos y actuaciones mecánicas ejemplares. De manera que se trata, en general, de una burocracia mecánica, que ha perdido racionalidad, los niveles que controlan en cadena no son ni veloces, ni regulares, ni precisos ni eficientes. Entonces surgen y se instauran los descontroles, se formalizan las tareas, y con ello las regulaciones se diluyen y con la misma fuerza cobran importancia las “relaciones interpersonales”.

En estos días se esta hablando y escribiendo sobre controles, y la necesidad de establecer mayores controles sobre las ilegalidades identificadas con el cuentapropismo. Pero, los controles ni son privativos de esta modalidad de trabajo y propiedad, ni siquiera lo considero prioritario, antes de discutir y desarrollarlo en toda su dimensión. Pero, en espera de su maduración, y despojo de prejuicios, es imprescindible hablar de los controles en general.

Rápidamente salta el tema del cuentapropismo, y un sinnúmero de elementos de tan complejo tema, que a pesar de estar en la mesa hace 23 anos, cuando se elaboraron los dos primeros documentos y se hicieron propuestas concretas, no solo en su posible dimensión de propiedad, sino mas urgente en aquellos momentos, como vía y concepción organizativa para redimensionar y desconcentrar las empresas estatales, parte imprescindible del proceso de perfeccionamiento empresarial que ya estaba en la mesa. 

De manera que regreso al tema de controles, que no es simplemente un tema organizativo, o de dirección, tiene que ver con concepciones del Estado, sus instituciones y estructuras, y de la sociedad. Hace unos meses atrás escribía:

“Evidentemente, no es un Estado burocrático-administrativo, con relaciones creadas y reproducidas una y otra vez, basados en conceptos de mayor o menor exclusión, pero exclusión al fin, el que puede comprender, aceptar y servir de apoyo para desarrollar las nuevas relaciones sociales, de manera que la defensa a ultranza de un estado burocrático-administrativo excluyente, y limitado fundamentalmente al uso legitimo de la fuerza, en su acepción reduccionista, aceptado en el pasado de una u otra forma por casi todos, debe quedaría en el olvido. Porque, ese, es ya un camino estéril.

Una concepción y visión del Estado, no solo a través de estructuras administrativas y políticas, sino entendido como múltiples interacciones sociales conflictivas, con diversidad de orientaciones formales e informales de cómo actuar, impulsadas por diversas agrupaciones, formales e informales.

Así se rompe con el esquema mental y las practicas de mas de un siglo de concebir al Estado como “creador“ y a la Sociedad como “receptor“. Las influencias que se producen son influencias mutuas, y esta nueva dimensión social le otorgaría mayor cohesión al Estado.” (https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/encuentro-entre-Estado-)

Si seguimos dando por buenos, una concepción y principios de los umbrales del “estado moderno”, con imposición de estructuras jerárquicas, mas y mas división de trabajo, de unos ordenando- otros obedeciendo, sin ninguna, poca o formal relación entre instituciones estatales- sociedad, también en el caso del proceso de control, no es posible buscar y establecer relaciones participativas, de intercambio y dialogo, porque la jerarquía siempre se impondrá, con relaciones personalistas autoritarias, que excluye equilibrio de poderes.

De mas esta decir, que cualquier proceso de descentralización así concebido, no va a dar frutos esperados. Se trata entonces de perfeccionar e instrumentar la RENDICION DE CUENTAS, la negociación, el consenso, la transparencia de la rendición de cuentas de las instituciones y sus resultados al ejercicio de CONTROL CIUDADANO.Esto, en nuestra Sociedad, solo se puede lograr a través de la participación directa de los ciudadanos en la vida política y social en el control económico de las actividades y actuaciones. (https://www.nodo50.org/cubasigloXXI/descentralizacion-una-vez-mas)

Solo así se superara la concepción estrecha de la función de control, de una oficina, de un especialista, un inspector, un auditor; un expediente, una notificación.

Las concepciones y principios que fueron revolucionarios en su momento, en una sociedad de clases, que sirvió para ensalzar y profesionalizar el trabajo en grupo, pero con claros y estrictos limites con los controlados, hace tiempo dejo de ser racional y dejo de ser ejemplo de velocidad y eficiencia.

¿Cómo desconocer los procesos informativos, la comunicación, las facilidades informáticas, las percepciones personales y colectivas, creencias, análisis y propuestas individuales y colectivas, las condiciones y situación concretas y especificas de comunidad y territorios?

Si se habla de mayor amplitud y calidad de la participación de los trabajadores, esto, ni siquiera se alcanza, encerrando esta dentro de una entidad; tiene continuidad en la vida social, económica y política fuera de la entidad. 

Eso, en nuestra sociedad, significa “TRANSPARENCIA DE PODER”, basado en procesos sociales de transparencia de competencias, que requiere de diferentes estructuras y funciones institucionales, un papel diferente, cualitativa mente superior de las comunidades, municipios y territorios.

En una palabra, una nueva cualidad administrativa, con PROBADAS COMPETENCIAS, con fuerte componente tecnológico de digitalización, ya anunciado, con trabajadores y ciudadanos activos. Mediante transferencia del papel del estado, considerado este no solo los ministerios e instituciones centrales.

“Definiría una organización estatal, mas dinámica, así como la composición de las instituciones y sus actividades, los derechos y deberes de los ciudadanos en el ejercicio del poder. Se trata, entre otros, de como y quien ejerce la propiedad en el sistema de relaciones de propiedad.

Solo así, con la política entendida no como clase limitada de actividades humanas, y a la sociedad como no homogénea, pero con capacidades y responsabilidades históricamente hipotrofiadas para el gobierno, es que la descentralización, y los controles, pueden llevar a buenas practicas.”