En la portada de su versión digital, el periódico Guerrillero de Pinar del Río ofrece desde hace días un nuevo servicio para sus lectores.
A tono con las nuevas medidas dictadas por el Consejo de la Administración Provincial (CAP), el medio de prensa ha abierto una vía para que las personas puedan alertar a las autoridades sobre cualquier violación de la política de precios implementada en el territorio.
La iniciativa tiene la intención de propiciar la participación ciudadana, y ser un canal más de retroalimentación del Gobierno y sus instituciones, explica Daima Cardoso, la subdirectora de esa publicación.
Y en efecto, en poco tiempo la sección ha recibido denuncias relacionadas con varias unidades de la gastronomía y medios de transporte de pasajeros.
Es solo una de las acciones que se llevan a cabo en el país como complemento del incremento salarial al sector presupuestado de la economía y a las pensiones, recién aplicado en beneficio de más de 2,7 millones de personas (de ellos 1,5 millones de pensionados), a fin de que la medida tenga el efecto esperado y no se diluya entre el egoísmo, el acaparamiento y la especulación.
Sin dudas, se trata de un empeño que la inmensa mayoría de los cubanos ve con buenos ojos, tal como lo han expresado una y otra vez ante los medios de comunicación, en las redes sociales, y en cualquier otro espacio de debate público.
Claro que siempre habrá quien cuestione que la solución no radica en topar precios, sino en incrementar las ofertas a disposición del ciudadano que llega ante el mostrador a pedir dos refrescos, o del trabajador por cuenta propia que quiere comprar 200.
Pero en las condiciones actuales de la economía cubana, tensionada por la hostilidad remarcada de EE. UU., ya se sabe que ello no es posible. De modo que ante la disyuntiva de dejar al libre albedrío la relación oferta-demanda (en la que una cerveza o un jugo pueden llegar a costar más del doble del monto original), o establecer regulaciones, el país ha optado por la segunda opción, para bien de la mayoría.
Con esas disposiciones se pone freno, además, a la escalada de precios que han tenido no pocos productos y servicios en los últimos tiempos, en el marco de la flexibilización del trabajo por cuenta propia y la proliferación de nuevas formas de gestión no estatal.
Durante las conclusiones de la última visita del Consejo de Ministros a Pinar del Río, el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez alertaba que como no ha cambiado ningún otro parámetro, la elevación del salario en el sector presupuestado no podía convertirse en un pretexto para que algunos intentaran enriquecerse mediante el aumento de los precios a la población. «Esto es para que la gente tenga, en las condiciones actuales, más posibilidades adquisitivas», señaló.
Y como en cada batalla que ha librado la Revolución en favor de la sociedad y el bien común, advirtió que «el pueblo es el que nos va a ayudar, (…) que la gente lo denuncie. ¡Y vamos a discutir y vamos a defender esto!, para que de verdad tenga el efecto que necesitamos en nuestra población».
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