Una amiga citó en su página una importante frase de Marx “
el hombre lleno no entiende las necesidades del hambriento”. No le resto ninguna importancia a esto, al contrario, pero me pareció útil hacer un comentario sobre el tema, porque hay que tener mucho cuidado en la interpretación de las frases cuando están fuera de contexto o cuando no están en articulación con lo más esencial del pensamiento de a quien pertenecen.
Aquella que cité es la frase de Marx que se colocó en la página, debajo mi reacción al respecto:
Hay que interpretar bien esa frase, porque entonces qué pasa cuando el hombre hambriento alcanza a estar lleno (que es lo que debe ser), acaso comienza inevitablemente a pensar diferente porque ya no está hambriento?, eso sería un contrasentido y una situación sin solución histórica posible, en esencia el problema no es individual, es social, la solución no “del hombre” sino “de los hombres” (obvio que la frase incluye hombres y mujeres) es la justicia social, he ahí la esencia del problema. En toda la obra de Marx eso queda más que claro.
Por supuesto que el tema no es solo material, también están implicados problemas de valores instalados en la conciencia social e individual que deben ser transformados como consecuencia de los cambios en las condiciones materiales de vida y por cierto, estos no ocurren automáticamente, son también el resultado de un proceso político.
Por otra parte, no olvidar que a lo largo de la historia (Cuba incluida), muchos de los grandes líderes y pensadores revolucionarios han provenido no de las clases desposeídas (aunque también) las convicciones revolucionarias y de justicia social son el resultado de motivaciones diversas, no solo ni necesariamente de las condiciones materiales de vida (aunque también), es preciso tener en cuenta y comprender las complejidades de la historia.
En el hambre y en la pobreza hay virtudes, pero el hambre y la pobreza no son virtudes, son terribles flagelos sociales que deben ser superados, abolidos.
Aquí va la frase de otro grande, José Martí: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre. Pero, en lo común de la naturaleza humana, se necesita ser próspero para ser bueno."
Enero 7, 2024
El compañero Carranza, muy apreciado en los medios académicos por sus excelentes artículos de opinión, ha introducido un tema de importante relevancia, para entender el porqué de muchos de los fenómenos anómalos, que tras rota la urna de cristal, con el ‘’desmerengamiento’’ de la URSS, según término usado por Fidel, ha calado a lo interior de la conciencia de no pocos individuos.
ResponderEliminarLo que resulta pernicioso, es proclamarse marxista y obrar sin entender al menos algunas de las esencias del pensamiento y la obra de Marx.
Es por ello que vale que Carranza provoque, lo expreso en el mejor sentido, una mirada a una frase, que no puede ser entendida en toda su magnitud, sin comprender la interrelación dialéctica entre el ser social y la conciencia social.
Los que asumimos la concepción materialista de la historia, sabemos que el modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina el ser social, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
Si el proceso de producción y reproducción física y social del propio hombre y de todas las relaciones sociales en su conjunto, que es en síntesis, el ser social se comienza a dañar, a operar con deficiencias, baja productividad, perdida de principios básicos de igualdad, (no igualitarismo) impactará irremediablemente en la conciencia social y aflorarán los males propios de una sociedad, que se irá atrofiando a la misma velocidad con la que se dejen de resolver los problemas que la aquejan.
El hombre piensa como vive, es también otra frase atribuida a Marx y que está en relación directa con lo antes expresado.
“El hombre lleno no entiende las necesidades del hambriento” suena duro, descarnado, pero sin ser absoluto, es verdad. Como es verdad, que la Revolución cubana no se hizo sobre la base de tantos sacrificios y cientos y miles de mártires, para que hoy tengamos mendicidad, jóvenes y adolescentes abandonando estudios para trabajar o tener que ver amplificadas en las redes algunos actos de ‘’filantropía’’, con cenas de fin de año para decenas de ciudadanos vulnerables o de calle, como se les suele denominar.
Si nos proclamamos Marxistas y obramos en dirección opuesta, nada impedirá que el camino nos conduzca al pasado.