Más de un millón y medio de pesos ejecutaron las fuerzas de la Empresa Constructora Integral de Guantánamo(Guanco) que trabajan en la parte civil de la Planta Desalinizadora de Punta de Maisí, fruto de una donación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia con capital ruso.
En estos momentos, explicó Jakeline Montoya Lara, especialista de inversiones de la Delegación provincial de Recursos Hidráulicos, se trabaja en la terminación del edificio socio administrativo, la garita de seguridad, la cerca perimetral y la preparación de los viales de acceso internos, fundamentalmente.
Una vez concluidos, se hará el montaje tecnológico -un proceso sencillo pues la mayor parte del equipamiento es preensamblado-, con la colocación de cuatro bombas, dos para la explotación y dos de reserva, para el trasiego del agua potable al tanque de distribución, y la salmuera hasta los pozos de infiltración.
También se instalarán las conexiones internas entre los contenedores de filtrado del agua salobre, una de las primeras etapas de proceso, y el equipamiento que realiza la ósmosis inversa, una tecnología de baja demanda energética que garantiza una gran calidad del agua para el consumo humano.
Si no aparecen nuevos contratiempos como los que retrasaron la terminación de la planta, agendada en un primer momento para finales del pasado año, el proceso de puesta en marcha será en septiembre, con la presencia de los proveedores israelíes y el fabricante, la Empresa argentina Aguas y Procesos.
La desaladora, primera que se instala en Guantánamo, tiene capacidad para producir 12 metros cúbicos de agua potable por hora a partir de agua salobre, suficiente para abastecer por gravedad a los más de mil 700 pobladores del asentamiento de Punta de Maisí.
Esos niveles, asegura la especialista, permiten solucionar definitivamente los problemas de abasto de esa población del extremo oriental, que recibe el agua desde fuentes que se agotan regularmente y en estos momentos se abastece por medio de carros cisterna con gran gasto de combustible.
Además, la instalación guantanamera procesará el agua salobre extraída de pozos de 40 metros de profundidad y libre de fuentes contaminantes, a diferencia de otras plantas en el país que usan agua salada del mar, lo cual garantiza mayor pureza del vital líquido.
La Planta desaladora de Punta de Maisí tiene un tiempo de vida útil de 20 años, dispone de protección contra sobrecargas o descargas atmosféricas, voltaje irregular y bajos niveles de agua en bomba, y en casos de eventos hidrometeorológicos extremos, sus contenedores pueden transportarse hacia sitios más seguros.
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