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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 11 de agosto de 2020

La industria biofarmacéutica cubana contra la COVID-19

La participación de la biotecnología y la industria farmacéutica en emergencias nacionales de salud ha servido de base para el combate contra la COVID-19 Foto: Ricardo López Hevia
Con garantía de medicamentos para cubrir los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), varios productos que se han utilizado con éxito en grupos de riesgo y que han contribuido a disminuir la mortalidad y la cifra de pacientes graves y críticos, la industria biofarmacéutica ha sido clave en la estrategia cubana para el enfrentamiento a la pandemia del nuevo coronavirus.
Así lo refiere el artículo La industria biofarmacéutica cubana en el combate contra la pandemia de COVID-19, publicado en la revista Anales, de la Academia de Ciencias de Cuba, de la autoría de cinco prestigiosos científicos de nuestro país: Eduardo Martínez Díaz, presidente de BioCubaFarma; Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma; los asesores del Presidente de BioCubaFarma, Luis Herrera Martínez y Agustín Lage Dávila; y la académica Lila Castellanos Serra. El texto recuerda que el sector biofarmacéutico acumula una vasta experiencia en el enfrentamiento a situaciones epidemiológicas complejas a escala nacional.
En el caso de la COVID-19, señalan los autores que la actuación precoz, la integración de diferentes organismos y sectores de la sociedad, el vínculo directo entre los científicos y el Gobierno, y la participación de la inmensa mayoría del pueblo, han sido determinantes para evitar la saturación de los servicios de Salud cubanos y que las tasas de incidencia y de mortalidad, no lleguen ni siquiera a la sexta parte de la tasa mundial.
Desde la aparición en la ciudad china de Wuhan, en diciembre de 2019, del nuevo tipo de coronavirus denominado SARS-COV-2, y la enfermedad COVID-19, derivada de él, en Cuba se comenzó a seguir de cerca la situación.
Antes de que se reportaran los tres primeros casos en la Isla, en el pasado mes de marzo, ya estaba en práctica una estrategia avalada por las máximas autoridades del Partido, el Estado y el Gobierno, para hacer frente a la pandemia.
«El Ministerio de Salud creó un Grupo Técnico Nacional de enfrentamiento a la covid-19, que aprobó el Plan de Prevención y Control Nacional en enero de 2020», refleja el artículo.
«BioCubaFarma, a través de sus representantes en China, obtuvo tempranamente información sobre el brote en Wuhan, y sobre las medidas que se implementaban en ese país. Esta valiosa información, junto con los reportes y recomendaciones de la oms, activó un intenso proceso de debate científico y elaboración de propuestas de proyectos de investigación-desarrollo en sus empresas y grupos de expertos de su consejo científico-técnico», añade el texto.
El hecho de disponer de una industria nacional en manos del Estado, con capacidades de producción y de investigación, ha sido una fortaleza para obtener resultados en corto tiempo, y dar una respuesta efectiva a la demanda del sistema de Salud.
«La primera tarea fue garantizar la producción de medicamentos incluidos en el Protocolo de Actuación Nacional en Investigación aprobado para la covid-19», rememoran los autores, y mencionan entre ellos el interferón alfa-2b-recombinante y otros fármacos de uso hospitalario, para el tratamiento de la enfermedad y sus complicaciones.
Además, se inició la confección de nasobucos y productos higienizantes, se emprendió la reparación de equipos de las unidades de cuidados intensivos y la fabricación de medios individuales de protección, tales como las máscaras respiradoras con filtros, viseras, gafas y trajes.
La capacidad científica de las empresas de BioCubaFarma, se ha expresado también en la introducción de una serie de productos novedosos que se insertan en todos los espacios de control de la enfermedad.
El programa conjunto de investigación entre el Minsap y BioCubaFarma, alcanza en la actualidad decenas de proyectos para la prevención de la enfermedad en grupos de riesgo y vulnerables, el tratamiento de pacientes confirmados, graves y críticos, además de la recuperación de los convalecientes, con el propósito de reducir las secuelas que pueden resultar de esta afección.
Sin dudas, una importante herramienta, que a diferencia de otros países, no responde a las distorsiones de la propiedad privada y el mercado, y que ha sido baluarte en la lucha de todo un pueblo por la vida.
 La industria biofarmacéutica cubana
Tiene más de 35 años de creada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien además impulsó su crecimiento y desarrollo.
Desde el inicio de la biotecnología moderna, Cuba se insertó en ese sector emergente y estableció un modelo propio de ciencia e innovación con resultados reconocidos en el mundo.
El Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC) surgió en 1965 y se convertiría en fuente de científicos con la responsabilidad de fundar otras instituciones.
El primer gran éxito de la naciente biotecnología cubana fue la vacuna contra la meningitis meningocócica tipo B, que detuvo una epidemia de esta enfermedad en la década de 1980.
Esta década marcó el despegue de la biotecnología cubana: creación del Frente Biológico y la inauguración del Centro de Investigaciones Biológicas en 1982, el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) en 1986, el Centro de Inmunoensayo (CIE) en 1987, y otras instituciones que conformaron en 1992 el Polo Científico de La Habana.
En 2012 estas instituciones se fundieron con las empresas de la industria farmacéutica, lo que dio origen a la organización superior empresarial BioCubaFarma.
En Cifras:
BioCubaFarma en la actualidad:
·        32 empresas
·        Más de 800 productos suministra al sistema de salud, incluyendo
             349 medicamentos del Cuadro Básico
·        182 objetos de patente
·         Más de 100 ensayos clínicos simultáneos realiza con sus productos en 200 sitios clínicos
Algunas experiencias cubanas en el combate de epidemias:
-Dengue
-Meningitis de origen bacteriano
-Control del sida

La participación de la biotecnología y la industria farmacéutica en emergencias nacionales de salud, conducida por el Comandante en Jefe, constituyó una experiencia de integración con otros actores sociales, de movilización de la ciencia y de las capacidades productivas, con sentido de urgencia y enfoque estratégico, que en este año 2020 ha servido de base frente a la COVID-19.
Algunos resultados en el combate contra la COVID-19
-BioCubaFarma ha trabajado en 16 proyectos de nuevos tratamientos y tecnologías médicas para prevenir y combatir la enfermedad.
-Once de esos productos se encuentran en estudios clínicos o ensayos de intervención en pacientes y grupos de riesgo.
-Con fines preventivos se han evaluado cinco productos para estimular la inmunidad, tanto innata como adaptativa, para diferentes grupos de riesgo (incluido el personal médico).

ALGUNOS PRODUCTOS
Biomodulina-t, inmunomodulador de origen natural

Hebertrans (Factor de Transferencia)

Nasalferón (formulación nasal de ifn alfa-2b humano recombinante)

Heberon® (interferón alfa-2b humano recombinante)

Heberferon® (ifn alfa-2b + ifn gamma)

Jusvinza, péptido inmunomodulador

Itolizumab, anticuerpo monoclonal anti-cd6

Péptido cigb300, inhibidor de la enzima caseína quinasa.

Vacuna antimeningocócica
vamengo-bc, y vacuna cigb2020.

Vacunas específicas contra el SARS-COV-2: El esquema de inmunización cubano incluye 13 vacunas, y de ellas 8 se producen en Cuba.




Foto: Granma

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