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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 23 de octubre de 2015

VALORACIONES EXTERNAS SOBRE LA INVERSIÓN EXTRANJERA EN CUBA (III)

Por José Luis Rodríguez
Asesor del CIEM

Las perspectivas de inversión extranjera en Cuba deben examinarse primeramente en el contexto de las tendencias mundiales de la misma.

En tal sentido debe apuntarse que –según datos de la CEPAL-[1] desde el 2011 está presente una reducción de los flujos de inversión que acumula a nivel mundial una contracción del 21,5% hasta el 2014. Esta tendencia se manifestó más tarde en nuestra región al registrar una reducción del 16,4% en el 2014 en relación al año anterior, luego de una recuperación sostenida en los últimos cinco años.

Durante el presente año no se avizora una modificación a esta tendencia en América Latina y el Caribe, tomando en cuenta que se pronostica una contracción del PIB en la región del 0,3% y un débil crecimiento de solo 0,7% para el 2016, lo que supone un clima poco propicio para desarrollar nuevas inversiones.

Un análisis más refinado de los principales socios comerciales y financieros de Cuba muestran una tendencia igualmente recesiva. En efecto, según CEPAL, la economía de Venezuela se contraerá un 6,7% este año y nuevamente un 7,0% en 2016, mientras que Brasil se estima decrecerá 2,8% este año y 1% el próximo. Por otro lado, el FMI pronostica que China desacelera su crecimiento con cifras de 6,8% y 6,3% en 2015 y 2016 respectivamente; España muestra una ligera recuperación con crecimientos de 3,1% este año y 2,8% el 2016 y Canadá incrementará su PIB solo un 1% en 2015 y 1,7% el año que viene.

En términos de las perspectivas de negocio, a partir de los precios de los principales productos de exportación de Cuba, la situación en el futuro próximo muestra precios para el níquel que permanecerán sin cambios visibles en los próximos cinco años; los precios del azúcar se espera aumenten un 15%, mientras que los precios de los derivados del petróleo que Cuba exporta deben seguir la tendencia al aumento de solo un 21,4% en el WTI en ese período.

De tal modo, las mayores expectativas de crecimiento se encuentran en la expansión del turismo, que ya registra un crecimiento del 18,6% hasta agosto de 2015, con un impacto estimado de incremento en los ingresos de unos 400 millones de dólares en un año y donde se pronostica un aumento de 1,5 millones de turistas de EEUU cuando se levanten las restricciones actuales. Esta expansión supone un efecto de arrastre importante para otros sectores de la economía nacional.

Por otro lado no se puede desconocer el nuevo escenario que se abre a partir del restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y el inicio de un previsiblemente largo proceso de normalización de los vínculos entre los dos países. Este proceso tiene efectos directos e indirectos, pero sin dudas la mayor importancia radica en estos últimos, lo que se expresa en la manifiesta voluntad de incrementar la presencia en Cuba de negocios ya afincados en nuestra economía, especialmente de países como España, México y Brasil, así como en las mejores condiciones para el refinanciamiento de la deuda externa, que se evidencia en el caso del Club de Paris, que ya se encuentra en proceso de discusión en estos momentos.

Adicionalmente cabe apuntar que las perspectivas de crecimiento de la economía cubana para los próximos cinco años se muestran favorables, ya que según los estimados más recientes de The Economist Intelligence Unit (EIU), se espera una tasa promedio de incremento del 5,3% en el PIB para ese período, con un aumento de dos puntos porcentuales por año una vez que se levante el bloqueo norteamericano a Cuba, que se estima ocurra a la altura de 2018.

Finalmente debe señalarse que las valoraciones externas sobre la inversión extranjera en Cuba han sido múltiples y de diferente naturaleza. Solamente a modo de ejemplo se expondrán breves comentarios sobre unos pocos trabajos que pueden considerarse en el grupo de aquellos que han intentado un abordaje más serio del tema, descartando muchos que parten de la premisa del tránsito a una economía capitalista como requisito indispensable para el avance económico del país. En este sentido se ha enfatizando especialmente en aquellos aspectos que se consideran limitaciones para la inversión extranjera, partiendo de que se reconocen los potenciales ya identificados en otra parte de este artículo y que se admiten las posibilidades de ejecutar transformaciones en los marcos de una economía socialista.

De este modo, el enfoque de CEPAL en el trabajo ya citado señala como limitantes para la inversión extranjera la aprobación de cada proyecto caso a caso y la demora que ello conlleva; considera que la cartera de oportunidad de negocios supone un enfoque restrictivo en relación a otras áreas de inversión y valora como inapropiado el sistema de contratación de fuerza de trabajo, aspecto este en que coinciden todos los estudios revisados.

Por su parte el economista Fulton Amstrong de la American University[2], centra su atención en lo que considera limitaciones para la capacidad de absorción de la inversión extranjera en Cuba identificando entre los obstáculos limitados y lentos cambios de la legislación; el sistema de contratación de la fuerza de trabajo; la dualidad monetaria; la forma de organización del proceso de aprobación para los proyectos; la no existencia de licencias para el comercio exterior a actores no estatales; la no viabilidad del sistema financiero; la pobre infraestructura de informática y telecomunicaciones; la débil infraestructura de transporte y de la industria de la construcción; la desindustrialización existente y el carácter burocrático de la gestión estatal. También coincide con otros autores al identificar al turismo como el sector de mayores potencialidades e igualmente a la biotecnología, a lo que añade el pequeño sector privado. 

Finalmente este analista identifica el obstáculo que representa el bloqueo norteamericano y la necesidad de eliminarlo, al tiempo que destaca la importancia de no forzar la marcha por parte de los medios de negocio norteamericanos y de avanzar más rápido en las transformaciones por la parte cubana, otorgando a ambos aspectos un rol decisivo en la velocidad del proceso de normalización de las relaciones entre los dos países.

Otros analistas como la firma consultora europea Euler-Hermes han publicado interesantes proyecciones sobre el desempeño de la economía cubana hasta el 2020, asumiendo una expansión notable del comercio exterior, el financiamiento externo y la inversión extranjera, con cifras de crecimiento globales en un entorno similar a las del EIU.

Todos estos análisis identifican mayormente potencialidades y limitaciones a los que merece la pena prestar atención, aunque si no desaparece el bloqueo económico norteamericano, que constituye la principal limitante externa para el desarrollo del país, muchos de los problemas que puedan resolverse por nuestro país resultaran insuficientes frente a ese obstáculo mayor.

Octubre 22, 2015.


[1] CEPAL “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2015” Santiago de Chile, junio de 2015. 


[2] Ver Fulton Amstrong “Cuba’s Limited Absortive Capacity Will Slow Normalization” Cuba Initiative Policy Brief Nº 3 October 20, 2015 in http://www.american.edu/clals/cuba_initiative-policy_briefs.cfm

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