Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 13 de septiembre de 2021

El comercio de divisas

SINE DIE 2021 

                      SEGUNDA SERIE   # 56                     

 

SEPTIEMBRE 13 de 2021

Juan M Ferran Oliva

 E pure si muove (pero se mueve).

Dijo Galileo, seguramente susurrando para  que no le escucharan los inquisidores. ¡El cuello es el cuello!


Estatero

Hay delitos aceptados universalmente. Matar, robar y mentir, por ejemplo, tienen reprobación en todo tiempo y lugar. Otros responden a criterios administrativos y son instrumentados por la ley. No contravienen la moral universal pero implican una ilegalidad local definida en tiempo y espacio. Una muestra, felizmente superada, fue la penalización de la tenencia de moneda libremente convertible en Cuba.

Actualmente existe un comercio por la libre de divisas. No lo considero reprochable siempre que no implique alguna práctica vil. La reciente prohibición de aceptar dólares físicos en las sucursales bancarias introducirá cambios en las cotizaciones, pero el canje espurio seguirá. Las relaciones mercantiles son incontrolables y el intento de eliminarlas es como poner un cinturón de castidad a una ninfómana.

La moneda es una mercancía. Actúa como medio de cambio para las personas naturales. Para las empresas sirve de unidad de cuenta. En función de atesoramiento es válido en ambas esferas. Son  sus tres funciones básicas.


El trueque existía desde el tiempo de las cavernas pero la primera moneda apareció  hace 2.500 años en Lidia[1] en forma de discos manuables, moldeables, transportables, duraderos, acumulables y resistentes.  El estatero, como se  le llamó, tenía un león estampado y se destinó al pago de la tropa. Jenofonte dejó constancia de que el sueldo mensual de un mercenario era una unidad de dicha moneda con un peso de unos 14 gramos de una aleación de plata y oro. La práctica arraigó y en lo sucesivo cada rey emitió su dinero metálico. Gravaba su efigie en el anverso y el peso y contenido de metal en el reverso. Fue entonces que aparecieron los cambistas como parte de la división social del trabajo. Eran comerciantes en la mercancía dinero.

Con el paso del tiempo apareció la moneda de papel más manejable que la de metal.

El Periodo Especial cubano obligó  a desarrollar el turismo internacional. La medida resultó exitosa y hasta 2019 la cifra de visitantes se acercaba a los 5 millones anuales. En algún momento cesará el Covid 19 y habrá recuperación (pero el socavón se perderá).

En tiempos relativamente recientes la iniciativa privada criolla descubrió nichos en las endémicas debilidades de la oferta. Un grupo de  mercachifles desarrolló un mercado informal con bases de suministro en Panamá, Estados Unidos, México y  otras regiones. Electrodomésticos, medios computacionales,  motocicletas, vestuario y otros bienes fueron sus renglones mas socorridos aunque no únicos. Los involucrados compraban dólares en Cuba, los invertían en el exterior y regresaban en forma de mercancías de fácil venta.  En 2018 se realizaron 459.000 salidas con tales propósitos. La apertura aduanera tras el 11 de julio, seguramente dará brío a la iniciativa. 

La génesis de las actuales tiendas en dólares se relacionan con esta situación. El Estado se propone acopiar las divisas que el mencionado tráfico deja en el extranjero. Lamentablemente, su oferta es inconstante y limitada. Es el anti marketing.

En 1972, antes de la caída de Allende, visité Chile en viaje oficial. Fui a un banco y cambié una pequeña cantidad de dólares por moneda local. Al poco rato de salir de la instalación, el propio empleado que realizó el canje me alcanzó sofocado para recomendarme que no reincidiera en dicho cambio pues en la calle encontraría tasas más convenientes. Por supuesto, violentando mi conciencia oficialista, en lo sucesivo seguí su consejo aunque era poco lo que podía cambiar.

Hoy, medio siglo más tarde, se repite la situación en Cuba. Si el gobierno ejerciera como cambista tendría que hacerlo con la tasa oficial de 24 pesos por un dólar. Pero particulares no oficiales ofrecen mejores oportunidades. En estos momentos, tras la prohibición sobre el dólar billete, el cambio casi triplica la tasa oficial. El mercado impone sus leyes.

Mi única recomendación ante tal desaguisado es aplicar la famosa frase de los fisiócratas:

Laissez faire

  

Fin



[1] El Reino de Lidia  formaba parte del mundo griego,. Actualmente es parte de Turquía..

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