Hasta ahora el CAPITALISMO ha sido el signo y el encantamiento de las élites que han dominado al Mundo, a través delas desigualdades, la corrupción, el egoísmo, el vicio, el imperio del más fuerte, la esclavitud, el racismo, la colonización, la prostitución, las drogas, el juego, la mendicidad, y sobre todo los conflictos, las guerras interminables y sangrientas entre países, etc. etc.
Su expediente histórico se ha engrosado de tal forma que ya hay que considerarlo como casi una “Enciclopedia del Mal”, más engorrosa y enredada como para no ser absuelta por la historia.
Un sistema económico que, además, está armado hasta los dientes, protegido por la OTAN y el Imperio de los Estados Unidos de América, que puede recurrir en cualquier momento a la gestión de instituciones como el Banco Mundial, capaces de chantajear cualquier iniciativa ciudadana mediante el bloqueo económico, el control de los créditos y la gestión de la Deuda Externa, etc. etc.
En este sentido, también muchos tenemos la responsabilidad que nos toca, ya que todos conocemos y sufrimos el hecho de habitar en un Mundo en que sólo ha podido ser construido a costa de millones de muertes por disfrutar un modo de vida que solo ha podido establecerse después de un inmenso baño de sangre sobre montañas de cadáveres; y como decía Carlos Marx: “el sistema es opaco y su naturaleza explotadora y predadora no es evidente antes los ojos de mujeres y hombres.
Para corroborar la conocida, imposible de ocultar, CULPABILIDAD de los que han organizado, dirigen y ponen en práctica ese llamado CAPITALISMO, en todo su andamiaje tenebroso en que se ha apoyado por vida, de afanes lujuriosos de enriquecimiento y otros desmanes, podemos mostrar a continuación sus íntimas y prostituidas vinculaciones con los estratagemas principales que han conducido a la humanidad (al Mundo), a los grandes y criminales guerras y conflictos del Siglo XX pasado.
Primera Guerra Mundial (1914 – 1917)
Se conoce que la causa fundamental de ese sangriento conflicto, al inicio del Siglo XX, se debió a las contradicciones que imperaban en esos momentos entre los distintos países europeos CAPITALISTAS, y el también poderoso ya imperio estadounidense CAPITALISTA, entre ellos las conquistas de los mercados; necesitaban territorios, esferas de influencia, colonias.
Como casi siempre ocurre cuando el CAPITALISMO impera en todos esos países, se comenzaron a exaltar los problemas nacionales, entre ellos mismos, creándose las condiciones que dieron lugar a ese fatídico conflicto, provocándose un espantoso resultado de 10 millones de muertos, 20 millones de heridos y 8 millones de prisioneros de guerra y desaparecidos.
El periodo de Entre Guerras
Una vez terminada la Primera Guerra Mundial, asombrosamente, solo transcurrieron 20 años para que la Humanidad se viese sometida a un nuevo conflicto aún más desbastador, en que volvieron a ser parte integra de la desgracia, las élites en el poder global del CAPITALISMO.
La lista de disputas en territorio europeo correlacionada con algunos de sus Estados que practicaban el SISTEMA CAPITALISTA, demostró la volatilidad de la región.
Así las cosas, Adolfo Hitler asumió legalmente la presidencia de Alemania, el 30 de enero de 1933. Hitler un anti-comunista feroz y nazi-fascistas fiel, particularmente admirado por los propietarios, directivos y accionistas de las grandes empresas norteamericanas CAPITALISTAS, junto con los fascistas de la Italia de Mussollini, ya en los años 20 habían hecho considerables inversiones en Alemania, o se habían asociado con empresas alemanas CAPITALISTAS. Algunos adoraban a Hitler.
La Segunda Guerra Mundial.
Como era de esperar, los acontecimientos que dieron lugar a la primera conflagración y fundamentalmente las desvergüenzas, componendas, flirteos y tolerantes actitudes y cobardes posturas de los países CAPITALISTA, en el periodo de Entre Guerras, en sus prostituidas relaciones con el nazismo y el fascismo, pertenecientes al mismo género de racionalidad instrumental CAPITALISTA, llevaron a la Humanidad a enfrentarse a ese espantoso, criminal y holocausticos evento de la Segunda Guerra Mundial.
La nueva catástrofe del CAPITALISMO tuvo otro costo horrible para la Humanidad: 50 millones de muertos, entre ellos 30 en la URSS, más cifras impresionantes de heridos y desaparecidos.
Si nos adentramos en la génesis y fundamentos básicos del SISTEMA CAPITALISTA, se engendró dentro de sus admiradores y excelentes ejecutores de los actos más indignos y ruines, con tal de obtener, a como sea, la hegemonía, los privilegios, el provecho y lucros que dicho espantajo impone.
Considero que, por todo lo antes expuesto, no existirán dudas que identifiquen a ese SISTEMA CAPITALISTA como eje principal del daño irreparable que le han causado a la HUMANIDAD, de la que somos parte, a través de sus hordas preparadas como empuje a cualquier eventualidad que traten de evitarlo.
La Habana, 25 de noviembre de 2022.
JSAF
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