Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 29 de enero de 2022

El Partido Comunista debe estar en todo lo que signifique bienestar para Cuba

Es posible avanzar, con talento y esfuerzos propios, encontrar luces y defender la esperanza. Así trascendió este sábado en la asamblea municipal del Partido (PCC) en San José de las Lajas, perteneciente a la provincia de Mayabeque, la cual estuvo encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez

Foto: Estudios Revolución

El núcleo, esa organización de base del Partido Comunista, es el primer espacio, el más elemental y genuino; es una estructura fundamental que debe ser vórtice desde el cual nazcan discusiones fértiles, que propongan soluciones, que dejen huellas en la militancia y provoquen en ella un interés verdadero.

Entre diversas reflexiones concernientes a la Cuba actual que vive inmersa en sus estrategias de lucha y resistencia creativa, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió la idea anterior, este sábado, durante la asamblea municipal del Partido (PCC) en San José de las Lajas, perteneciente a la provincia de Mayabeque.  

«Nosotros tenemos que ver cuáles son las preocupaciones de nuestra militancia, cuáles son las preocupaciones de la población, del entorno en que trabaja la organización de base, y esos temas son los que tenemos que discutir», expresó el Jefe de Estado hacia el final de la reunión que también contó, desde la presidencia, con el miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros, Roberto Morales Ojeda; con Yanina de la Nuez Aclich, Primera Secretaria del Partido en Mayabeque; con Tamara Valido Benítez, gobernadora de la provincia; así como con otras autoridades del territorio.

Si llevamos al núcleo —reflexionó el Presidente Diaz-Canel— discusiones que provoquen verdaderamente el interés, las reuniones serán menos encartonadas y se enfocarán mucho mejor «en proyectar soluciones para los problemas cardinales que tenemos; y como se ha dicho aquí muy sabiamente, al Partido le corresponde todo, y tenemos que atenderlo todo desde los métodos del Partido, sin suplantar a la administración, sin suplantar al Gobierno, sin suplantar a las organizaciones de masas».

Foto: Estudios Revolución

La intervención del dignatario —desde la Universidad Agraria de La Habana «Fructuoso Rodríguez Pérez»— estuvo precedida de un análisis colectivo que contó con el 99,3 por ciento de asistencia de la militancia que debía estar presente (solo se ausentó una compañera por razones muy justificadas), y tuvo como punto de partida la síntesis de un informe que, como valoró Roberto Morales Ojeda, fue crítico y profundo.

Las aristas de dicho texto, cuyos temas partieron de consultas con la militancia, hicieron referencia a inquietudes de la población en las cuales se ha venido trabajando, como el abasto de agua, viales, el transporte, así como la escasa variedad y altos precios de los productos agrícolas.

La vida interna de la organización política de vanguardia y la batalla por la eficiencia económica y por defender los valores de la Revolución también formaron parte del Informe presentado en la reunión por Alberto Torres Hernández, Primer Secretario del Comité Municipal del PCC en San José de las Lajas, quien convocó a un debate franco y transparente.  

El militante Héctor Rodríguez Morel, de la Universidad Agraria de La Habana, hizo hincapié en el trabajo político ideológico, habló sobre la importancia de abordar esa labor «desde nuevos puntos de vista»: El partido está necesitado de usar nuevos modos, dijo; y recordó que los espacios de las redes virtuales deben aprovecharse de mejor manera; y todo, sin perder de vista acciones concretas en el orden socioeconómico.

Muchas veces los análisis en el seno de un Núcleo son meramente administrativos, sin atender la necesaria transformación desde la subjetividad, expresó Bárbara Rodríguez, secretaria del Comité del Partido del Instituto de Ciencia Animal (ICA), quien además subrayó la necesidad de que los militantes sean capaces, desde las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación, de mostrar más «lo que hacemos».

«La resistencia está en nosotros, en nuestro accionar diario», afirmó Lorenzo García López, secretario del Comité del Partido de la fábrica de conductores eléctricos «Conrado Benítez». Y alertó que «le toca al Partido, más que a la administración, velar porque no haya malversaciones: Nuestra labor política va más allá de “crecer” con las personas».

El trabajo con los jóvenes, la estrategia de formar dirigentes idóneos en el territorio, el valor de contar con sólidas estructuras de base en la organización de vanguardia, fueron otros temas abordados por la militancia. Sobre el último, Pablo Quintanilla, del universo de BioCubaFarma, expresó que el secretario general de un Núcleo «debe ser uno de los mejores militantes, el más preparado», porque «del Núcleo depende que la organización funcione bien».

Foto: Estudios Revolución

Emotivas resultaron las palabras de Roger Amaya Leyva, agente de Seguridad y Protección de la Universidad Agraria, quien dedicó sus primeras palabras «a todos los que fueron capaces de luchar contra la COVID-19», lucha, dijo, que no ha terminado. El partido —definió el militante— «tiene que estar al frente de todo, saberlo todo, convocando a las masas».

Los militantes hablaron sobre la producción de alimentos. Amaya Leyva señaló el problema de las tierras improductivas, y de la necesidad de que quienes dirigen caminen tierras y montes, «como hacía Fidel y ahora hace Díaz-Canel». Hay que seguir trabajado, ser fuerte y darle la tierra a quien la haga producir, porque lo único que bajará los precios será la producción, expresaron voces desde la Asamblea.

Sobre repartir tierras, el Presidente Díaz-Canel dijo: Empiecen por la gente que tengan más rendimientos, con la idea de que la producción es vital para bajar los precios. Ustedes pueden ser un espejo en el país en un tema como ese. Hay que quitar todas las trabas, toda la burocracia.

Varios conceptos compartió Roberto Morales Ojeda con el colectivo de la militancia. Entre ellos, enunció que tenemos que pasar por sobre el bloqueo con la dignidad de los cubanos, y también con el talento; la dirección del Núcleo tiene que ser robusta, ejemplar; el Partido debe estar al centro de los problemas en el escenario donde actúa; es vital que lo que discuta la organización no caiga en saco roto; y hay que lograr que lo que se discuta por los pasillos de un centro se ventile primera o tempranamente en un Núcleo partidista.

Si vamos a hablar de crecimiento a las filas de la organización, expresó Morales Ojeda, no se trata de hablar sobre una meta sino sobre un proceso de necesaria calidad. Lo que no se pueda resolver, añadió el dirigente, hay que explicarlo con transparencia; y en cuanto a transformar el trabajo político ideológico, recordó que este debe generar emociones, sentimientos, los códigos no pueden ser los mismos de hace 20 o 30 años.

Capacidad para escuchar, para ser autocríticos, y no esperar a que los problemas se acumulen y se hagan viejos fueron otras de las ideas sobre las cuales reflexionó el miembro del Buró Político y secretario de Organización y Política de Cuadros.

Cuba haciendo su propia luz y su esperanza

Hacia el final del fructífero encuentro en el cual fue elegido el nuevo Comité Municipal del Partido así como su Buró Ejecutivo, y donde el compañero Alberto Torres Hernández fue ratificado como Primer Secretario del Partido en San José de las Lajas, el Presidente Díaz-Canel compartió una pormenorizada explicación acerca del «contexto en que está moviéndose la vida de nuestro país».

Hizo referencia, primeramente, a un bloqueo recrudecido por parte de la actual administración estadounidense contra la Isla; y sumó a ese gigantesco desafío el que ha representado la epidemia de COVID-19 que vino a ralentizar y complicar el escenario nacional.

Sobre el devastador coronavirus reflexionó el mandatario: «¿Cuál fue la apuesta del país?: defender la vida al costo que fuera necesario. Por lo tanto tuvimos que dedicar una parte importante de los pocos recursos que entraban ya, a mantener los niveles que nos permitieran enfrentar con efectividad la pandemia».

Los enemigos imperiales subestimaron al pueblo cubano: «apostaron, dijo el dignatario, a que la Revolución cubana se caía, y entonces aquí hay un tercer elemento de contexto: desarrollaron una agresiva estrategia de subversión ideológica orientada a fragmentar la unidad del pueblo cubano, orientada a desalentar a la gente», a hacerles ver que las durezas de la vida no estaban provocadas por una política imperial sino por ineficiencia de un gobierno.

El enemigo apostó a una fractura entre pueblo y Gobierno, entre Partido y Gobierno, recordó el mandatario. Intentaron, dijo, fracturar nuestra sociedad con una intensa campaña de desacreditación desde las redes sociales.

«En las redes sociales hay una Cuba virtual que no tiene nada que ver con una Cuba en la que estamos viviendo», denunció el Presidente Díaz-Canel Bermúdez, quien no obvió, de esa guerra asimétrica, «una agresividad de mensajes de familia a familia, de amigos a amigos», la cual provocó rupturas, mensajes de odio, llamados a la intervención norteamericana en el país, llamados a actos terroristas, y a hechos vandálicos.

Foto: Estudios Revolución

«A nosotros nos piden lo que no le piden a nadie» —subrayó el mandatario al desenmascarar la política de doble rasero que el imperio emprende contra Cuba cuando aborda temas como el de los Derechos humanos—: «es parte de toda esta política agresiva, y es parte de toda esa campaña de demonización de la Revolución cubana».

De la compleja situación económica social que tenemos habló también el Jefe de Estado. Y afirmó: «Estamos viendo cómo encontramos la manera más inteligente de resolver estos problemas (como los de las carencias, la inflación o la subida de precios), en lo que elevamos la producción, en lo que seguimos reanimando la vida económica, con la posibilidad que tenemos ahora porque en las condiciones de la pandemia hemos logrado un control».

La dinámica demográfica que representa otro desafío para la sociedad cubana —y sobre la cual ya había hecho alertas el General de Ejército Raúl Castro Ruz en varios momentos—; y otros asuntos llevan estrategias, reflexionó Díaz-canel, con las cuales el país cuenta y sobre las cuales se debatió en el 8vo Congreso del Partido Comunista.

«Hay una estrategia de trabajo político-ideológico; hay una estrategia de relaciones exteriores, hay una estrategia de enfrentamiento a la COVID-19; hay una estrategia económico social que constantemente se está actualizando, y hay un programa que está atendiendo la dinámica demográfica», dijo el Primer Secretario del Comité Central del Partido.

Sobre el trabajo político ideológico, el mandatario definió que se trata de «todo lo que hagamos bien» para contribuir al desarrollo del país. E hizo referencia a importantes procesos políticos que tendrán lugar este año como la consulta popular del Código de las Familias —texto «que es para incluir, para sumar, para multiplicar, no para discriminar»; o como las elecciones municipales del Poder Popular, «donde se eligen los delegados a las Asambleas Municipales» que son la principal estructura del Estado y el Gobierno en los municipios, cuando estamos avanzando en todo un proceso de autonomía, de mayores competencias de los municipios».

«Vamos a defender la Patria socialista y vamos a defender la salvaguarda, el orden y la tranquilidad ciudadana», enunció el Jefe de Estado, y entonces recordó que el PCC debe buscar «un enfoque desde el trabajo del Partido que lo abarque todo, y sobre todo lo que tiene que ver con la prosperidad y el desarrollo del país, desde la alimentación hasta la recreación, que incluya el desarrollo científico, una riqueza espiritual superior, bienestar, y que también empodere el diseño de lo que es funcional, de lo que es bello, para que realmente nuestro desarrollo, nuestra prosperidad sea de manera integral».

Igualmente insistió en la trascendencia del trabajo con los jóvenes, quienes entrañan una parte importante de continuidad: «Yo siempre digo: escucharlos, atenderlos y darles participación como las tan importantes personas que son». De ellos, reconoció las «tremendas respuestas que dieron en el enfrentamiento a la COVID-19, casi que sin convocarlos, porque ellos mismos se convocaron y estuvieron y están en todos los escenarios más complejos del enfrentamiento» al nuevo coronavirus.

Díaz-Canel Bermúdez habló de seguir potenciando, desde esa estrategia de trabajo político-ideológico, los conceptos de cómo hacer política, de cómo defender el concepto de poder popular, definido por Fidel, con más democracia socialista, con más participación popular, con más control popular.

«Hay una estrategia económico social —enfatizó—, estamos convencidos de que vamos a seguir viviendo con bloqueo recrudecido, pero de una vez por todas tenemos que ser capaces, con nuestro talento y con nuestro esfuerzo, de vencer y sobrepasar el bloqueo, con una producción nacional mayor, más eficiente, produciendo todos los alimentos que podamos producir para tener que evitar tanta importación, y a todo ese esfuerzo aplicarle la ciencia y la innovación».

A todo ese esfuerzo, dijo, «yo le llamo resistencia creativa, que no es resistir por resistir: es resistir pero creativamente, ir creciendo e ir desarrollándonos. Y yo les diría: ¿Podemos, o no podemos? ¿Cuál es la expresión hoy más actual de la resistencia creativa?: Lo que hizo este país contra la COVID-19, en medio de todo ese contexto que yo les expliqué al inicio».

«¿Entonces, eso no es resistencia creativa?: En medio de la adversidad resistimos, en medio de la adversidad creamos, en medio de la adversidad solucionamos y ahora abrimos luces y abrimos una esperanza, porque ahora podemos ir a la normalidad, podemos reanimar la economía y podemos avanzar. Esa es la manera en que nos tenemos que plantear esa resistencia creativa».

El dignatario compartió esta certeza: «Creo que más temprano que tarde nosotros estaremos acercándonos más a la prosperidad que tanto anhelamos y que está definida en la visión de la nación cubana, que está en los documentos que aprobamos en los últimos tres congresos del Partido, y yo creo que Mayabeque tiene mucho que hacer y también tiene mucho que aportarle a la Patria, a la Revolución y al Socialismo en esos empeños». ( HHC negritas)

Amenazas y oportunidades de principales frutales de Cuba

 El proyecto Agrofrutales se propuso contribuir a mejorar el desempeño y la gestión de las cadenas de frutales a nivel local.




Los diagnósticos de las tres cadenas de valor de los principales frutales cubanos permiten trazar acciones para el desarrollo de esos cultivos.

Foto: Cortesía del proyecto Agrofrutales

La Habana, 29 ene.- Una mirada profunda, crítica, integradora y propositiva de las tres cadenas de valor de frutales más importantes hoy en Cuba: mango, guayaba y papaya, permitió el proyecto Agrofrutales, cuyos resultados son recogidos en tres libros que abren paso a ese enfoque hacia otros cultivos.

Con apoyo financiero del gobierno de Canadá, la iniciativa se propuso apoyar el fortalecimiento de esos tres cultivos en cinco municipios: Contramaestre y Santiago de Cuba, en la región oriental del país, y los centroccidentales   Artemisa, Caimito y Alquízar.

La iniciativa de colaboración internacional propició la realización de diagnósticos de las tres cadenas de valor mediante una metodología participativa para identificar y caracterizar eslabones, actores, procesos y deficiencias, lo que contribuiría a trazar acciones para el desarrollo de esos cultivos.

El proyecto Agrofrutales se propuso apoyar el mejoramiento del desempeño y la gestión de las cadenas de frutales a nivel local para lograr crecimientos entre 10 y 30 por ciento en las producciones de guayaba, mango y papaya.

Resultados de Agrofrutales

Los tres libros de Agrofrutales, que se implementan desde 2017 por el Ministerio de la Agricultura y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), sistematizan los resultados de los diagnósticos que involucraron a más de 300 personas vinculadas a las referidas cadenas.

Para Guillermo Almenares, director del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), los resultados de Agrofrutales tienen relevancia toda vez que el país está enfocado en incrementar la producción agropecuaria, para lo cual se han adoptado varios paquetes de medidas.

Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), dijo Almenares, hoy el 50 por ciento de las áreas de frutales las ocupa el mango, el 13 por ciento, la guayaba y el 10 por ciento, la papaya. Por tal motivo, el proyecto estudió los tres frutales de mayor importancia económica.

Asimismo, Almenares reveló que se han identificado seis causas principales de este problema, entre ellas, la escasa adopción del modelo de gestión con enfoque de cadena. Agregó que “uno de los méritos de estos diagnósticos es que pueden contribuir a trabajar sobre estas”.

De manera general, entre las deficiencias detectadas en las tres cadenas se encuentran carencia de conocimientos sobre los eslabones de las cadenas, limitada disponibilidad de insumos, insuficiente y obsoleta capacidad instalada, brechas de género, desconocimiento y escaso uso del seguro y deficiente control de la calidad.

Según Almenares, estos resultados pueden aportar al desarrollo local, en convergencia con la estrategia del país que apuesta a que este se concrete en los territorios, a partir del fortalecimiento de los gobiernos locales y el resto de los actores.

Abrir caminos

Para la investigadora Tania Mulkay, del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT), la investigación resultó un aprendizaje para quienes estuvieron involucrados en la elaboración del documento, quienes contaron con el acompañamiento técnico de especialistas que se asociaron a diferentes eslabones de las cadenas.

A su juicio, los tres libros “constituyen documentos muy valiosos y deben ser de consulta permanente, ya que a partir de este diagnóstico y de las deficiencias encontradas en las tres cadenas se pueden trazar las estrategias para elevar la efectividad y los rendimientos de los tres cultivos”.

De acuerdo con Mulkay, por su importancia, deben ser generalizados esos saberes a nivel nacional para elevar la producción, tanto de frutas frescas como transformadas, a fin de satisfacer la creciente demanda en el mercado interno y la industria turística, como vía para disminuir importaciones e incrementar las exportaciones.

A juicio de Caridad Noriega, de la Unidad de Científica Tecnológica de Base (UCTB), de Alquízar, “es una experiencia que crea pautas para continuar insertándonos en conocer, preparar y elaborar diagnósticos de otros frutales y cultivos”.

Por su parte, Kresla Brutau, del PNUD, consideró que “este proyecto utilizó una metodología diseñada para otro anterior, Agrocadenas, adaptada y enriquecida con herramientas específicamente creadas para estas otras cadenas”.

Además, destacó lo participativo del proceso, con representatividad a todos los niveles.

El director del IIFT acotó que, desde antes de su lanzamiento, los contenidos de los libros sirven para proponerle al gobierno una estrategia dirigida a la producción de frutales con innovaciones, que pueden contribuir a paliar las deficiencias productivas en esos cultivos. (2022)

Las criptomonedas son las nuevas hipotecas basura


Con sus enormes fluctuaciones de precio sin relación aparente con los parámetros económicos básicos, las monedas digitales son casi lo más arriesgado que puede llegar a ser un activo (y ha reportado enormes ganancias a muchos compradores); el otoño pasado, el valor de mercado combinado de las monedas digitales casi había alcanzado los tres billones de dólares. Sin embargo, desde entonces los precios se han desplomado, haciendo desaparecer de golpe alrededor de 1,3 billones de dólares de la capitalización de mercado. El pasado jueves por la mañana, el precio del bitcoin había bajado a casi la mitad con respecto al máximo de noviembre. Así las cosas, ¿quién está sufriendo los daños de esta caída, y cuáles podrían ser sus efectos en la economía?Pues bien, yo veo desagradables similitudes con la crisis de las hipotecas basura de la década de 2000. No, las criptomonedas no amenazan el sistema financiero; los números no son lo bastante grandes para ello. No obstante, cada vez tenemos más pruebas de que sus riesgos recaen de forma desproporcionada sobre personas que no saben en qué se están metiendo, y que se encuentran en mala posición para afrontar los reveses.

¿De qué va esto de la criptomoneda? Hay muchas maneras de hacer pagos digitales, desde Apple Pay y Google Pay hasta Venmo. Sin embargo, los sistemas de pago convencionales dependen de un tercero —por lo general, su banco— para verificar que ustedes poseen realmente los activos que están transfiriendo. Las monedas encriptadas utilizan una compleja codificación que, supuestamente, elimina la necesidad de estos terceros. Los escépticos nos preguntamos por qué es necesario eliminarlos,y sostenemos que, a fin de cuentas, la moneda digital no es más que una manera cara y complicada de hacer cosas que se podrían haber hecho más fácilmente de otra forma, lo cual explica por qué los criptoactivos siguen teniendo pocas aplicaciones legales 13 años después de que se introdujera el bitcoin. La respuesta, según mi experiencia, suele adoptar la forma de un incomprensible batiburrillo verbal.

Lo sucedido recientemente en El Salvador, que adoptó el bitcoin como moneda de curso legal, parece reforzar a los escépticos: los residentes del país que intentaron utilizarlo se encontraron con descomunales cargos por transacción. A pesar de ello, la criptomoneda se ha comercializado con eficacia, ya que consigue al mismo tiempo parecer futurista y conjurar los viejos temoresde los adictos al oro de que el Gobierno se lleve parte de sus ahorros forzando la inflación. Al mismo tiempo, los enormes beneficios del pasado han atraído a inversores preocupados por dejar pasar la oportunidad. De este modo, la moneda digital se ha convertido en un tipo de activo de considerable magnitud,aunque nadie pueda explicar claramente para qué sirve.Pero ahora se ha derrumbado. Tal vez se recupere y se dispare a nuevos máximos, como en el pasado. Sin embargo, de momento los precios están bajando. ¿Quiénes son los perdedores? Como ya he dicho, llegan ecos inquietantes de la crisis de las hipotecas de alto riesgo de hace 15 años. 

Es poco probable que la criptomoneda provoque una crisis económica general. El mundo es grande, e incluso 1,3 billones de dólares de pérdidas representan tan solo alrededor del 6% del PIB estadounidense, un golpe de un orden de magnitud inferior a los efectos de la caída de los precios de la vivienda cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Además, las actividades como la minería de bitcoins, aparte de ser destructivas para el medio ambiente, son insignificantes desde el punto de vista económico comparadas con la construcción de viviendas, cuyo desplome desempeñó un papel importante como causante de la Gran Depresión.

Conoce en profundidad todas las caras de la moneda.Con todo, hay personas perjudicadas. ¿Quiénes son? Parece que los inversores en criptomonedas son diferentes de los que invierten en otros activos, como las acciones, entre los que hay una representación desproporcionada de blancos ricos con estudios universitarios. Según una encuesta de la organización de investigación social NORC, el 44% de los inversores en moneda digital son no blancos, y el 55% no tiene un título universitario. Esto coincide con la prueba anecdótica de que la moneda digital se ha vuelto extraordinariamente popular entre las minorías y la clase trabajadora.

NORC opina que estos datos son fantásticos, ya que “las criptomonedas están abriendo oportunidades de inversión a actores más diversos”. Pero yo me acuerdo de los tiempos en los que las hipotecas de alto riesgo recibieron elogios similares y fueron aclamadas como una manera de dar acceso a los beneficios de la propiedad inmobiliaria a grupos antes excluidos de ella. Sin embargo, resultó que muchos prestatarios no sabían en qué se estaban metiendo.

Las criptomonedas, con sus enormes fluctuaciones de precio sin relación aparente con los parámetros económicos básicos, son casi lo más arriesgado que puede llegar a ser una categoría de activos.Ahora bien, es posible que quienes seguimos siendo incapaces de ver para qué sirven estas monedas digitales, aparte de para blanquear dinero y evadir impuestos, no nos estemos enterando de nada. Tal vez la creciente valoración (aunque no el uso) del bitcoin y sus rivales represente algo más que una burbuja, en la que la gente compra un activo por el simple hecho de que otros han hecho dinero con él en el pasado. Y está bien que los inversores apuesten contra los escépticos.

Pero esos inversores deberían ser personas bien preparadas para hacer esa valoración y con la seguridad financiera necesaria para soportar las pérdidas si, al final, los escépticos tenemos razón.Por desgracia, esto no es lo que está pasando. Y si me preguntan a mí, las autoridades reguladoras han cometido el mismo error que con las hipotecas basura: no han protegido a la gente de unos productos financieros que nadie entendía, y muchas familias vulnerables pueden acabar pagando el precio.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2022. Traducción de News Clips

Apuntes sobre la ideología de la Revolución Cubana

 La definición de Ideología de la Revolución Cubana se basa en los principios rectores de los procesos de liberación nacional y de emancipación social cubanos; en el desarrollo de un pensamiento propio caracterizado por, como señala José Martí, colocar en forma relativa, en singularizar, el pensamiento universal según las exigencias de la realidad específica cubana

Foto: Anabel Díaz

Considero que lo que le da coherencia al trabajo cultural, político e ideológico es la definición de Ideología de la Revolución Cubana.

Ella se basa en los principios rectores de los procesos de liberación nacional y de emancipación social cubanos; en el desarrollo de un pensamiento propio caracterizado por, como señala José Martí, colocar en forma relativa, en singularizar, el pensamiento universal según las exigencias de la realidad específica cubana.

Fidel Castro, conocedor profundo del pensamiento martiano, fue el artífice y quien le dio al proyecto revolucionario cubano, en la praxis y en su pensamiento dialéctico, su contenido universal y propio. Según expresó, su aporte de la teoría revolucionaria fue la unión del pensamiento marxista con el pensamiento martiano. De ello se colige que la Ideología de la Revolución Cubana contiene dos componentes directrices: el pensamiento revolucionario cubano y el pensamiento marxista adecuado a nuestra realidad.

Esta combinación es rigurosamente necesaria para entender los procesos históricos y las complejidades actuales de Cuba y de los países del Tercer Mundo, cuya evolución es muy diferente a la de los países del Primer Mundo. Mientras estos últimos han constituido el centro de la formación de la modernidad capitalista, los primeros formaron la periferia o los espacios marginales del mundo moderno.

Ello implica una complejidad surgida de la dominación y explotación de los países imperialistas que singulariza la evolución histórica y las luchas actuales a las que nos enfrentamos.

A este respecto Carlos Marx escribe, en carta a la revista rusa de OtiéchestviennieZapiski, sobre el intento de N. K. Mijailovki de extrapolar, esquemáticamente, contenidos de El Capital a la realidad rusa: «A todo trance quiere convertir mi esbozo histórico sobre los orígenes del capitalismo en la Europa occidental en una teoría filosófico-histórica sobre la trayectoria general a que se hallan sometidos fatalmente todos los pueblos, cualesquiera que sean las circunstancias históricas que en ellos concurran, para plasmarse por fin en aquella formación económica que, a la par que el mayor impulso de las fuerzas productivas, del trabajo social, asegura el desarrollo del hombre en todos y cada uno de sus aspectos. (Esto es hacerme demasiado honor y, al mismo tiempo, demasiado escarnio)».

Las características de la sociedad cubana y de su evolución parten de aspectos muy diferentes a los de Europa y Estados Unidos, al haber sido la nuestra colonial-colonizada, esclavista-esclavizada, productora de materias primas pero colocada en la red comercial norte-sur y este-oeste, según Martí, «en el fiel de América».

El estudio de su complejidad y de la evolución del pensamiento revolucionario cubano permite comprender por qué en nuestro país se produce un proceso ininterrumpido por la liberación nacional y la justicia social que confluye hacia el socialismo como consecuencia de las luchas de clases, sociales e ideológicas.

El componente martiano diferencia este socialismo del de Europa Oriental, al introducir las contradicciones y paradojas típicas latinoamericanas y el aspecto humanista derivado del enfrentamiento a los factores capitalistas que estructuraron una sociedad esclavista, y con posterioridad una sociedad dependiente, no solo en lo económico, sino también en lo cultural.

Lenin llamaría a la Guerra Hispano-americana la primera guerra imperialista. Martí, conocedor profundo de los Estados Unidos, entendió que Cuba sería determinante en el nacimiento del imperialismo norteamericano, por lo que dedicó todas las fuerzas de su pensamiento y acción a producir en nuestro país las bases del equilibrio mundial: «un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta hoy con Cuba se levanta para todos los tiempos».

En lo referente al pensamiento marxista, debe tenerse en cuenta que este constituye una teoría compuesta de tres partes: materialismo histórico, materialismo dialéctico y economía política. Es importante, a la hora de transmitir los contenidos del marxismo, que el concepto de economía política no es un tecnicismo económico, sino una visión, un método y un concepto esencialmente político.

En lo referente al materialismo histórico, se trata del análisis esencialmente teórico-filosófico que no debe confundirse con la ciencia histórica. Esta, como toda ciencia, se rige y evoluciona a partir de métodos rigurosos aplicados a investigaciones factuales de los cuales depende el mejor conocimiento de la realidad. De sus conclusiones se derivan debates y abstracciones que penetran en campos metahistóricos.

La ciencia histórica tributa y enriquece a la ideología, a la política y a la teoría; no es esclava, es espada y escudo de liberación en manos de los creadores de políticas y de los ideólogos actualizados y combatientes. Es materia prima para la teoría.

Un concepto fundamental para el estudio de sociedades específicas es el de Formación Económico-social, creado por Marx, que permite estudiar un complejo económico-social específico, con una valoración objetiva de diferencias (por ejemplo, los modelos soviético, chino, vietnamita y coreano con el cubano a partir de sus evoluciones históricas, culturales y sociales) esencial para la comprensión de la contemporaneidad y la riqueza que posee. Incluso más allá del esquema base-superestructura, que él mismo utilizó de manera tan efectiva, pero que no debe usarse a discreción (como ningún otro esquema binario). Lo esencial de la formación económico-social es la interrelación e interdependencia de todos los componentes de una sociedad específica, jerárquicamente establecidos, para configurar sus características propias (El paralelogramo de las fuerzas de Engels). La complejidad cubana adquiere así coherencia cognoscitiva.

Otro aspecto importante es el de la lucha de clases. Es rigurosamente necesario estudiar en vivo las características de las clases sociales y de las luchas de clases en una sociedad específica.

En el caso de Cuba, su historia está unida a la presencia de la esclavitud, en sus diversas modalidades, incluyendo la esclavitud que pasa desde la patriarcal a la intensiva de plantación y de esta a una sociedad que sustituye la esclavitud legal por la discriminación racial.

La estructuración de la sociedad republicana complejizó el tema de las clases sociales. Para entender esta complejidad no solo se debe tener en cuenta la clase en sí y la clase para sí, sino también las divisiones intraclases, entre las que se encuentra la división racista al interior de una misma clase social.

De igual forma debe tenerse en cuenta la influencia en la ideología de los gustos y modas que actúan, fundamentalmente, sobre las clases medias que, muchas veces, en países como el nuestro, son más una media clase que una clase media.

Lenin aportó dos elementos fundamentales: el estudio de la fase imperialista del capital en su nacimiento y la relación Estado-Revolución, que profundiza en las estructuras del poder y analiza la creación de las situaciones revolucionarias en los inicios del siglo xx.

El marxismo como teoría y práctica revolucionarias, así como los aportes de Lenin, deben ser confrontados con la etapa actual del capitalismo (por ejemplo, la diferencia entre el capital financiero y el capital especulativo o el dominio neoliberal bajo alianzas de potencias capitalistas que superan el periodo de las guerras interimperialistas).

Es fundamental el dominio tanto de la teoría, el método y los conceptos marxistas y leninistas para dar coherencia teórica a la ideología de la Revolución Cubana. Estos conceptos deben ser descargados de lo ya superado y cargados y recargados con los resultados de las experiencias y nuevos conocimientos aportados por el siglo xx y lo que va del siglo xxi.

Nuestros instrumentos ideológicos deben estar a la altura del debate actual con nuevas propuestas, resultado de nuestra experiencia y del desarrollo de la conciencia política que tienen en José Martí y en Fidel Castro sus creadores más profundos y realistas.

El carácter de «satélite privilegiado» de Cuba dentro de la expansión imperialista norteamericana creó una aspiración en su burguesía y en sectores de su clase media, vinculada al dominio simbólico y al predominio, en muchos de ellos, del llamado american way of life.

Fue esta una influencia visible en nuestra sociedad, que se originó en el siglo xix y el lazo neocolonial consolidó. La Revolución Cubana fue un abierto enfrentamiento de las tradiciones, costumbres, hábitos, creencias de lo más genuino del «ajiaco cubano» que conformó esa extraordinaria combinación que llamamos cubanía. Durante siglos se forjó. Ese modo de ser, sentir y hacer de lo cubano, que necesariamente identifica a nuestra nación, se formaba en el pueblo en confrontación con las proyecciones que se plegaban a un nuevo estilo de coloniaje.

El tema requiere de un tratamiento de profundidad y no de simplificaciones y vulgarizaciones que, en los últimos tiempos, tienen mucho de improvisación y de especulación debido a la falta de conocimiento de aspectos fundamentales de la historia y de la cultura cubanas.

Existen centros de investigación, investigadores, estudiosos que pueden aportar a una mejor comprensión de la Ideología cubana, que encontró en el marxismo un método y una práctica que permitió encauzar gran parte del pensamiento revolucionario anterior, en particular el de José Martí. Esas son nuestras fortalezas.

El hacedor de la Revolución Cubana, Fidel Castro, quien rompió con los dogmas que obstaculizaban la posibilidad de culminación de una Revolución en Cuba (la teoría del fatalismo geográfico, la teoría de que «se puede hacer una revolución con el ejército, sin el ejército, pero no contra el ejército» y la de que «para que triunfe una revolución en Cuba necesariamente antes tiene que haber triunfado en Estados Unidos») y su comprensión de que los cambios en Cuba, el camino del socialismo, debían responder a las necesidades más imperiosas de la sociedad cubana, debían ser profundamente humanistas (educación, salud pública, reforma agraria, reforma urbana).

Y, además, responder, con visión de futuro, a una gran revolución humanista que avanzaba construyendo un nuevo socialismo, vinculado a las problemáticas de América Latina y del Tercer Mundo, y cuyo obstáculo fundamental lo era el imperialismo norteamericano.

Caracterizó al pensamiento cubano el establecer, desde sus inicios (Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Rafael María de Mendive), el nexo entre ciencia, conciencia, virtud.

Para que el país se desarrollara era necesaria la práctica y el pensamiento científico que debía corresponderse con un sentimiento patriótico formador de una conciencia nacional (ciencia para crear conciencia; conciencia para hacer ciencia). Ello estuvo unido a la práctica de la ética en todos los aspectos de la vida del país. Fue la escuela cubana la que transmitió en todas las esferas sociales esa aspiración de construcción de una sociedad nueva, libre, de igualdad social y humanista.

Es necesario superar la dicotomía ortodoxia-heterodoxia para desarrollar una verdadera dialéctica marxista aplicada a la evolución y a la realidad cubana que permita entender no solo los textos originales que dieron vida a la concepción marxista, sino estudiar también el resultado del aporte del pensamiento marxista del siglo xx y comienzos del xxi, de sus contradicciones, y de aquello que, a partir de la praxis de la Revolución Cubana, dio forma a una conciencia revolucionaria, no solo patriótica; unidad al proyecto revolucionario, contenido específico a la definición de las clases sociales y de la lucha de clases, en un país en el cual la esclavitud, la colonización, la restauración neocolonial, el problema racial y su ubicación en la expansión del imperialismo norteamericano (diferente en su evolución de los imperios europeos) han moldeado y dado sus características específicas a la lucha de clases en Cuba.

Un estudio de la formación de la militancia comunista y de los sectores revolucionarios lleva a la conclusión de que en muchos de ellos están ausentes, o resulta deficitaria, la presencia de textos fundamentales de la Ideología de la Revolución Cubana.

De igual forma, se puede observar la ausencia de algunos aspectos fundamentales de nuestra teoría revolucionaria en una parte importante de la población.

Foto: Juvenal Balán

En este aspecto debe diferenciarse lo que es la formación de filósofos e intelectuales, necesitados de profundizar y modernizar la teoría, a partir de la práctica revolucionaria cubana, de lo que debe ser de conocimiento general de las obras clásicas de la Ideología de la Revolución Cubana.

Es recomendable hacer una selección de lecturas de las obras más importantes de la teoría revolucionaria. La divulgación de estas obras debe ir acompañada de seminarios, cursos y talleres de debates.

No es recomendable elaborar manuales que, por su estructura, necesariamente reflejarían criterios de sus autores y reducirían la riqueza, tanto literaria como de contenidos, de los clásicos del pensamiento revolucionario. Los estudiosos deben tener selecciones de lecturas para conocer, incluso, observaciones de los clásicos, que no siempre están en los manuales.

En la formación de los revolucionarios cubanos, en particular de los militantes comunistas, resulta imprescindible el dominio de las ideas fundamentales de José Martí y de Fidel Castro, constructores del pensamiento revolucionario cubano. Este nexo debe ser establecido con la formación marxista, como un todo dialécticamente enlazado.

De igual forma deben tenerse en cuenta los trabajos de importantes figuras del pensamiento revolucionario cubano como son: Félix Varela, Carlos Manuel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Antonio Maceo, Máximo Gómez, Diego Vicente Tejera, Julio Antonio Mella, Antonio Guiteras, Rubén Martínez Villena, Pablo de la Torriente Brau, Juan Marinello, Carlos Rafael Rodríguez y Blas Roca, entre otros.

Es imprescindible unir en estos estudios a las figuras que desarrollaron un pensamiento constructor del conocimiento, de quiénes somos, ya sea en poesía como en las ciencias sociales. Nombremos aquí a Fernando Ortiz, Nicolás Guillén, Alfredo Guevara, Roberto Fernández Retamar, Fernando Martínez, quienes contribuyeron esencialmente, junto con un amplio grupo de ensayistas, a una mejor comprensión de la sociedad cubana.

Es imprescindible realizar una selección de obras que permitan la formación integral de los revolucionarios cubanos. Para contribuir a poner en marcha este proyecto, me permito someterles la propuesta siguiente:

Biblioteca básica del revolucionario cubano

Carlos Marx: El Manifiesto Comunista, Once tesis sobre Feuerbah, Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política  y Crítica del Programa de Gotha.

Federico Engels: El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre.

José Martí: Selección de trabajos de  Nuestra América,  sobre los Estados Unidos, sobre sus proyecciones nacionales e internacionales y sobre el partido y la guerra necesaria.

Vladimir I. Lenin: El imperialismo, fase superior del capitalismo y El Estado y la Revolución.

Antonio Gramsci: Selección de Cartas desde la cárcel.

Julio Antonio Mella: Glosas al pensamiento martiano y selección de otros trabajos.

Antonio Guiteras Holmes: El septembrismo y Programa de la Joven Cuba.

Fidel Castro: Selección de textos claves sobre temas conceptuales desde el Moncada hasta su definición madurada del concepto de Revolución en su Discurso del 1ro. de mayo de 2000. (El Centro Fidel Castro se encuentra en la actualidad elaborando las obras escogidas).

Ernesto Guevara: El socialismo y el hombre en Cuba, Carta a Fidel Castro, 25 de marzo de 1965.

Selección de textos que propicien una mirada integral a la complejidad del panorama estratégico global del hoy.

Esta selección de lecturas puede ser complementada con obras importantes que permitan una mejor comprensión del escenario donde escribieron los autores clásicos. Se sugiere: La biografía de Marx, de  Franz Mahring; la de Lenin, de Gerald Walter; las de Martí, de Jorge Mañach y Cintio Vitier; las de Guiteras, de José Tabares del Real y de Paco I. Taibo; las del Che, de María del Carmen Ariet y Taibo, y la de Fidel Castro, de Katiuska Blanco.

El General de Ejército Raúl Castro y el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez han producido discursos que tienen especial trascendencia para el enfoque de los momentos actuales, de la lucha ideológica y del fortalecimiento de la Ideología de la Revolución Cubana.

La selección de los discursos más trascendentes en el Partido, en el Gobierno, en intervenciones públicas; así como la intervención de Díaz-Canel en Palabras a los intelectuales y sus discursos en el último Congreso de la Uneac, deben ser lectura necesaria, como complemento no solo de la tradición revolucionaria, sino para la comprensión de las estrategias actuales y de los conceptos de la batalla actual de la Revolución Cubana en sus diversas manifestaciones.

Es evidente que la amplitud y la complejidad de las selecciones de texto que se concreten como fuentes han sido concebidas para ser ajustadas en cada caso, tomando en cuenta el nivel y la extensión de la actividad formativa en la que se aplique

El problema energético

 SINE DIE 2021 

                      SEGUNDA SERIE   # 9                      

 

Enero 29 de 2021

Juan M Ferran Oliva


En mayo de 2004 una importante afectación puso en crisis al Sistema Eléctrico Nacional. Fue provocada por una avería en la termoeléctrica Antonio Guiteras, una de las  11 existentes entonces. Los apagones alcanzaron a más de 120 industrias y la situación se agudizó en agosto del propio año cuando el huracán Charlie abatió 22 torres de alta tensión.

En 1959 el país contaba con 471 Mw  de capacidad.  El Campo Socialista favoreció la instalación de nuevas termoeléctricas y la modernización de las existentes bajo el esquema del abundante flujo de combustible fósil asegurado por la URSS. La generación creció a un ritmo del 6% anual hasta 1989. En ese año se disponía de 2.968 Mw instalados y un 95% del país electrificado; más de 6 veces lo disponible 30 años atrás. Pero las aspiraciones sociales del gobierno eran mayores que los ingresos del país y en  lo sucesivo, carentes de reparaciones importantes, las plantas se descapitalizaron. La demanda continuó expandiéndose al socaire del aumento de la producción, del  crecimiento de la población, de la ineficiencia de sus electrodomésticos y de otras debilidades del sistema.

La catástrofe de mayo presagiaba un decrecimiento anual del 6% del consumo eléctrico, matizado con los consiguientes apagones cada vez más frecuentes y las graves incidencias sobre la producción, el consumo y la opinión pública. En ese contexto se concibió la llamada  Revolución Energética,  un plan emergente dictado por la crisis y calificado, pomposamente, como una revolución dentro de la Revolución. El plan se basaba en la introducción de grupos electrógenos  modernos alimentados por  diesel y fuel oil. Eran accesibles financieramente y la puesta en marcha era inmediata.  Su atomización constituía un seguro contra las eventualidades climáticas y de otro tipo. Se activaban con un toque de botón. La inversión en grandes plantas termoeléctricas hubieran requerido un buen tiempo para ponerse en marcha y su costo resultaba inaccesible.

La mala noticia se refiere a las economías de escala y el resultado a largo plazo. El costo del Kw es  menor en una gran generadora que en un grupo electrógeno de limitado porte. Por suerte comenzaron a aprovecharse los gases acompañantes del petróleo, recurso antes dilapidado y contaminante. Como indispensable complemento se inició  la rehabilitación y modernización de la red de distribución. Esto en lo tocante a la oferta. 

La demanda productiva extendió su ritmo habitual, pero la doméstica revistió matices esperpénticos. La mayoría de los enseres eléctricos de los hogares sufrían las consecuencias del desabastecimiento crónico del mercado minorista. Eran cuantiosos los refrigeradores y acondicionadores de aire norteamericanos con 40 y más años de funcionamiento, así como improvisados ventiladores, batidoras y otros frankenstein impensables. Estaban también generalizados los bombillos incandescentes. Existían  acometidas fraudulentas y muchos contadores eléctricos eran deficientes. Todo generaba sobreconsumo  en  un mar de obsolescencia y dolo

La solución faraónica consistió en la masiva modernización del equipamiento doméstico de los hogares. En esta tarea intervinieron unos 35,000 trabajadores sociales organizados al socaire de la Batalla de Ideas. Sustituyeron , casa por casa y gratuitamente, 9,4 millones de  bombillos incandescentes por lámparas ahorradoras modernas.  Su precio es superior al de los  convencionales pero se suponía que el ahorro de petróleo a nivel nacional compensaría el gasto estatal.  En lo adelante los usuarios habrían de pagar algo más por las nuevas luminarias que debieran sustituir o ampliar. Se aplicaron tarifas desestimulantes y se combatieron las ilegalidades. Por otra parte se fortalecieron las investigaciones relacionadas con el empleo energías  renovables eólicas, solares y mini hidroeléctricas.

Los trabajadores sociales realizaron el levantamientos del parque de equipos obsoletos en los hogares que más tarde sustituyeron. Fueron miles de aparatos gastadores adquiridos antes de 1959, Serian reemplazados por equipos modernos[1]. Se efectuó la distribución de enseres menores como ollas de presión, arroceras y multipropósito; hornillas eléctricas; calentadores de agua, etc. En estos casos la sustitución  no fue gratuita pero se aplicaron precios moderados y facilidades de pago. Tal maratón se hubiera evitado de haberse contado con una oferta doméstica normal[2].

Fueron reemplazados, mediante compra, 177.000 aires acondicionados, 73.000 televisores y numerosas bombas de agua domésticas. Todo ello hubiera significado, según cálculos, un ahorro diario de 2.500 TM de petróleo consumido que representaban más de 1 millón US$ diarios a los precios de la época. El programa destinó $4.9 millones para habilitar 600 talleres. La agricultura estatal recibió 947 motores eléctricos modernos y en 962 panaderías fueron colocados hornos eléctricos. Al decir oficial  fue este un plan intensivo sin igual en ninguna parte del mundo en tan poco tiempo. A los gastos del programa habría que añadir los del combustible y transportación interna, capacitación, herramientas y el rediseñado sistema de control de despacho eléctrico. Valga añadir que se requirieron unas 400 camionetas especializadas, carros cesta, barrenadoras, etc.

En términos de oferta eléctrica,  en diciembre de 2007 se habían instalado   6.481 grupos electrógenos que sumados a las 11 plantas termoeléctricas existentes transformaron el modelo de generación eléctrica existente. El país estuvo entonces en posición de generar 4.700 Mw, el 60% de ellos en forma relativamente  eficiente y capaz de afrontar ciclones y otras eventualidades sin afectar el servicio.

Por otra parte mejoró el control en el uso del combustible en los organismos. Fueron instalados más de 2.9 millones de interruptores y relojes contadores. Se renovaron más de un millón de acometidas desde el poste hasta la vivienda  y 19.000 conductores secundarios  Se cambiaron 116.565 postes que representaron el 10% de los existentes en el país. Se instalaron 26.600 transformadores. La industria del país contribuyó con la ampliación y modernización de la fábrica de cables y otras industrias dedicadas a la producción de postes y accesorios eléctricos.

Cono se ha expresado, la situación fue provocada por la falta de oferta a la población y el afán gubernamental por materializar aspiraciones superiores a las posibilidades del país. ¿ Cuál fue el costo social ?   chi  lo  sa.

Han transcurrido 17 años desde la Revolución Energética y persiste  la crisis que entonces se creyó solventar, ahora agravada por la persistencia e intensidad del bloqueo.  Algunas soluciones actuales se parecen mas a la táctica de los grupos electrógenos que a la de las grandes plantas. Dos generadoras flotantes de procedencia turca refuerzan la oferta. Se les paga la electricidad suministrada pero la propiedad continua siendo otomana.

La oferta de productos de uso doméstico está lejos de ser suficiente, pero permite a la población la adquisición limitada pero  paulatina de equipamiento moderno.

Mundialmente el petróleo ha entrado en crisis. Cada vez resulta más cara su extracción y en un momento dado se agotarán las reservas. Cobra importancia el estudio y aplicación de energías renovables.

La actual política cubana se encamina hacia la soberanía energética, camino largo, pero necesario. La producción interna de crudo suministra casi la mitad de las necesidades de las termoeléctricas, pero aún es necesario importar hidrocarburos en volúmenes que absorben una parte sustancial de las escasas divisas disponibles. El mantenimiento de las plantas se realiza sistemáticamente superando los inconvenientes del bloqueo. Crece el aprovechamiento de la biomasa[3] y se insiste en   sistemas fotovoltaicos, parques aerogeneradores y otros recursos similares. Las condiciones geográficas impiden el desarrollo de hidroeléctricas grandes. Se han estancado los planes de centrales nucleares (o no se habla de ellos)[4]. El etanol tampoco es mencionado[5].

La participación de los renovables es lenta. En alguno de los planes elaborados se prevé un 24% de dicha energía para el año 2030. Actualmente la participación de este campo es inferior a la quinta parte de la generación total. Siendo tan grande la necesidad de estos equipos quizás sería conveniente fomentar su producción. A la larga, además de cubrir necesidades internas, dicha rama pudiera convertirse en un renglón importante de exportación.

Fin



[1] Generalmente de origen chino

[2] En diciembre 20 de 2007, el programa Mesa Redonda de la TV informó la marcha del programa aun inconcluso. Los informantes fueron ministros y dirigentes, Ya habían cesado los apagones sistemáticos y se habían entregado más de 22,5 millones de equipos electrodomésticos nuevos a precios subsidiados o al costo y con facilidades crediticias. Principalmente 2.2 millones de refrigeradores que representaban el 83% del plan. Según cálculos, los nuevos equipos ahorrarían 1,500 toneladas de combustible y en 2 ó 3 años se recuperaría la inversión.

Para el consumidor el efecto se tradujo en la sustitución de un equipo desgastado y obsoleto por uno nuevo, algún ahorro en la factura mensual, más calidad de consumo, y todo ello a un costo de 6.110 pesos cubanos (255 CUC) pagaderos en 120 cuotas de 59 pesos mensuales al 3% de interés.  

[3] Principalmente a partir de bagazo y marabú.

[4] Un accidente como los registrados en otras latitudes seria dramático en el escaso territorio cubano.

[5] En Brasil, particularmente, el etanol a partir de la caña juega un importante papel energético y una buena parte del parque automotriz lo emplea. Es un recurso renovable que en dicho país se ha desarrollado gracias a su extenso territorio.

 

viernes, 28 de enero de 2022

LA ECONOMÍA CUBANA DESDE LA MIRADA DE JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ

 
A PROPÓSITO DEL PREMIO NACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES (2021)

Por: Liannet Gómez Abraham / La Jiribilla
27/1/2022



Oficinista, contador, académico de mérito, ministro de Economía y Planificación son algunos de sus rasgos profesionales. Para algunos resulta mejor recordarlo cerca de Fidel Castro, mientras ofrecía las más elocuentes explicaciones económicas en medio de un contexto tan duro como los años 90.


“El profesor José Luis Rodríguez y Fidel Castro tuvieron vínculos de trabajo por más de 25 años”. Imágenes: Internet

José Luis Rodríguez sabe que dialogar sobre economía con los cubanos es casi tan polémico como hablar de pelota. Por ello escribe, desde hace siete años, un libro sobre Cuba en el llamado período especial, que se encuentra actualmente en proceso editorial. Hoy, a propósito del Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas (2021), La Jiribilla conversa con el profesor sobre aspectos medulares de la economía cubana y sus desafíos en la actualidad.

“Aunque muchas personas no lo sepan, la economía también es una ciencia social”, afirma el académico. Para él tiene una gran connotación el estudio económico de la mano de la historia y el contexto sociopolítico, pues esta ciencia transcurre en medio de subjetividades, sobre las cuales no siempre resulta fácil o posible influir.

La economía —como toda ciencia— tiene sus propias leyes, y no siempre es sencillo entender que existen aspectos que, si se desarrollan mal, tienen consecuencias negativas. Así, por ejemplo, si no crece la oferta de productos en el mercado y existe mucho dinero en circulación, los precios van a subir y no será posible resolver ese problema poniéndoles un tope. Si esto se hace, los productos se desplazan a la economía informal, en la cual se exacerba la especulación, con precios todavía más altos. La verdadera solución es producir más para que crezca la oferta, pero esto demanda tiempo y esfuerzo, pues no hay soluciones mágicas.

Si en condiciones normales se hace complicado entender las medidas económicas tomadas para la reproducción material de la sociedad, ahora eso resulta mucho más cuestionable para algunos, que tienden a atacar las consecuencias visibles y no las causas más profundas de los problemas económicos.

En el imaginario social se ha comparado la situación actual con la experiencia del período especial. ¿Es correcto hacer este tipo de analogías?

Hay un grupo de efectos similares a los de los años 90: carencias, dificultades, etc., pero es un momento diferente. Las situaciones causales son distintas. En aquellos años fue el derrumbe del modelo en el cual estábamos insertados. Ahora, tenemos una capacidad mayor de maniobra. No estamos en la crisis energética de aquellos años.

Primeramente, el país tiene alternativas que entonces no tuvo, como la exportación de servicios de fuerza cualificada; el turismo, que no era un pilar fundamental de la economía, y algunas industrias, entre ellas la biotecnológica, que resultaban inexistentes e incipientes en esa época.

“La economía también es una ciencia social”.

No obstante, Rodríguez reconoce que hay una serie de carencias materiales y espirituales que no se han resuelto desde entonces. “Un estudio llamado La situación económica de los hogares —que se hizo público en los años 80 y 90, y que ahora se está tratando de retomar— revelaba las dificultades más comunes de las personas: desde que no alcanzaba el dinero, hasta problemas con la alimentación, la vivienda y el transporte, en ese orden. Eso indica que son asuntos transversales y deudas no resueltas a lo largo de estos años”.

En este sentido, el profesor alerta sobre la necesidad de ver los problemas en perspectiva. La repetición de un fenómeno negativo puede traer consecuencias graves, pues esas disyuntivas perjudican el proyecto de vida y tienen incidencia en la reproducción de la sociedad y la emigración.

La realidad apunta a que no todas las personas enfrentan los problemas de igual forma. Como en efecto, hay quien tiene más recursos para afrontar determinada situación. Si bien hubo escenarios en los que todos “estuvimos sentados en el mismo banco”, hoy no es así, pues se registra un aumento de la desigualdad.

“Hay una serie de carencias materiales y espirituales que no se han resuelto desde entonces”.

Según el profesor, en la construcción del socialismo no basta con eliminar mayoritariamente la propiedad capitalista para que las clases desaparezcan. “Las clases están relacionadas con la propiedad. Si existe propiedad no estatal hay una clase que piensa, se desarrolla y se reproduce bajo un criterio que no tiene por qué coincidir con los intereses sociales”.

Como bien recalca Rodríguez, esas posiciones se afincan en una relación de propiedad, por lo que las diferencias se corporizan en personas que constituyen una clase social o subclases dentro de la sociedad.

“También, y aun entre los trabajadores estatales, las diferencias se han ampliado. Un estudio realizado por el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial sobre el desarrollo humano local lo demuestra. Los municipios con mayores diferencias salariales o de ingreso general están uno frente al otro en Ciego de Ávila: Morón y Bolivia. El de más alto ingreso está vinculado al desarrollo del turismo, y el otro está asociado a la agricultura cañera. Por tanto, existen en cada caso individuos con formas de reproducirse y de relacionarse muy diferentes”, argumenta.

Además, el doctor explicó que con el coeficiente de Gini hay maneras de medir el nivel de desigualdad social a partir de los ingresos con cifras entre 0 y 1, donde a mayor valor es más elevada la desigualdad, y viceversa. En una comparación de índices, Rodríguez alerta que en el año 1989 la sociedad era muy igualitaria, con un 0.22 de este valor. En tanto hoy, se estima que sea más de 0.45. La desigualdad ha aumentado.

¿Qué elementos pueden confirmar que Cuba mantiene una economía socialista?

La esencia de la economía socialista es asegurar, de acuerdo con el aporte de cada quien, la redistribución de los recursos provenientes del trabajo. Para cumplir con ese objetivo, se parte de la existencia mayoritaria de la propiedad social.

La retribución personal en el sector no estatal es mayor. Casi siempre se reciben recursos de una fuente de financiamiento externa mediante las remesas. Sobre eso hay un estimado de más de dos mil millones de dólares al año, lo que constituye una proporción relativamente importante del ingreso por exportaciones de este país.

Este sector no es el que asume los gastos en la educación, la salud o las grandes inversiones en el níquel y la biotecnología, de la cual nos beneficiamos todos. Sigue siendo un modelo socialista porque el presupuesto del Estado no diferencia los recursos para los que trabajan en un sector o en otro. Esto es posible ya que la propiedad social existe y es mayoritaria, si no fuera así, estaríamos como las economías capitalistas.

Mucho se habla del fenómeno de la inflación, ¿qué consecuencias tiene para la economía cubana?

Como ya comenté anteriormente, la inflación es el fenómeno más negativo que puede enfrentar una economía. En la misma medida en que la oferta de bienes y servicios no tiene cubierta la demanda solvente, se crean condiciones para la inflación. Ante una oferta escasa, surgen prácticas socialmente corrosivas, ya que el que tiene dinero está dispuesto a pagar más por el mismo artículo, cualquiera que sea su procedencia (legítima o ilegítima).


“La inflación es el fenómeno más negativo que puede enfrentar una economía”.

Ahora bien, en la Cuba actual la inflación no surge con la Tarea Ordenamiento, pues el exceso de liquidez en manos de la población, unido a una oferta insuficiente, ya existía antes de 2021. La inflación en Cuba está determinada en primer lugar por la guerra económica que nos han hecho los americanos durante 60 años, y que nos ha impedido —en buena medida— producir eficientemente e incrementar la oferta. Segundo, coyunturalmente la situación actual se encuentra afectada por el impacto de la pandemia y el consiguiente cierre de la economía —que afecta sobre todo al turismo—, y a esto se ha sumado el ajuste monetario que fue necesario realizar.

“La Tarea Ordenamiento no es el único factor que crea inflación, pero toda devaluación, como la que se ha realizado en el caso del peso cubano, produce inflación. No la creó, pero se suma a los desequilibrios ya existentes y contribuye al disparo de los precios. Tomando eso en cuenta, en nuestra sociedad se previó compensar el alza de los precios mediante incrementos de las pensiones y los salarios, calculando que los precios iban a tener determinado movimiento. En mi opinión, hubo errores de diseño, ya que se calculó mal el disparo de los precios, porque el rebrote de la Covid-19 fue de tal magnitud, que se exacerbó el déficit de oferta y aumentó el dinero en manos de la población sin respaldo productivo. Eso no se tuvo en cuenta adecuadamente y las compensaciones se quedaron muy por debajo de la subida de los precios, especialmente los que rigen en el sector no estatal.

¿Cuáles son las posibles potencialidades de Cuba para este nuevo año?

“No se pueden trazar muchas prioridades. Este año el plan es crecer un 4%, pero la economía, desde 2019 en lo adelante, decreció alrededor de un 13%. Recuperarse de eso toma un tiempo”.

Desde la mirada del profesor, la economía debe fortalecerse en cuatro áreas específicas: buscar alternativas para renegociar la deuda externa y destrabar el financiamiento externo indispensable; frenar la inflación; hacer mayores inversiones en la industria alimenticia, y ser más sistemáticos en las inversiones en el sector energético, empezando por el mantenimiento de las termoeléctricas.

“Para producir alimentos es preciso hacer inversiones. En la agricultura se ha invertido entre el 4% y el 5% del total de inversiones del país durante los últimos 10 años, y eso no es suficiente. Sin embargo, el año pasado más del 50% de lo invertido fue para el turismo, lo cual no parece lo más sensato. El turismo no se recuperará rápido y a corto plazo —no con la tasa de ocupación de los hoteles que se ha venido registrando desde antes de la Covid-19—, debido a los actuales pronósticos de la pandemia. No obstante, este año en el plan la agricultura obtuvo un 12% de las inversiones, pero aun no es suficiente”.


El profesor José Luis Rodríguez y Fidel Castro tuvieron vínculos de trabajo por más de 25 años. Esa relación lo obliga a hacer, en varios momentos de la entrevista, flashbacks sobre algunos discursos del Comandante en los que habla detalladamente sobre la economía cubana.

No es de extrañar, por tanto, que su recomendación para los economistas sea estudiar la historia económica de la Revolución y el pensamiento de Fidel. Tras el reconocimiento como Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas (2021), José Luis Rodríguez queda gratamente sorprendido, pues es la primera vez, desde la entrega de este galardón, que se distingue la vida y obra de un profesional de la economía.