Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 3 de abril de 2021

Por qué los republicanos no pueden ser populistas

Los conservadores están haciendo un favor a los demócratas al aferrarse a ideas económicas desprestigiadas



Votantes de Trump en Virginia apoyando la industria del carbón en 2018.MANDEL NGAN

El Plan de Rescate Estadounidense del presidente Biden es increíblemente popular, incluso entre los votantes republicanos. Desconocemos aún los detalles de la próxima gran iniciativa demócrata, pero cabe esperar que consiga una buena aceptación en las encuestas, ya que sabemos que combinará cuantiosos gastos en infraestructuras con subidas de impuestos a las grandes empresas y a los ricos, y ambas medidas son populares.

Sin embargo, es probable que el próximo programa no reciba ni un solo voto republicano en el Congreso. ¿Por qué los representantes republicanos siguen aferrados a políticas económicas de derechas que favorecen a los ricos y perjudican a la clase trabajadora? Debo advertir que no voy a dar una respuesta satisfactoria a esta pregunta. El objetivo del artículo de hoy es, más bien, defender la importancia de la cuestión en sí. Si pregunto por qué los republicanos “siguen” comprometidos con las recetas económicas de derechas, es porque en el pasado su postura no representaba ningún misterio.

Mi modelo del Partido Republicano era el de ¿Qué pasa con Kansas? Es decir, al igual que Thomas Frank, autor del libro publicado en 2004 con ese título, consideraba que el Partido Republicano era una empresa dirigida por y para plutócratas, que conseguía ganar elecciones jugando con los agravios culturales y la hostilidad racial de los blancos de clase trabajadora. El fanatismo, sin embargo, era una puesta en escena para palurdos; en cuanto pasaban las elecciones, el partido retomaba sus prioridades, que eran defender a los ricos. El ejemplo clásico es el de George W. Bush, que consiguió ser reelegido presentándose como el defensor de EE UU contra terroristas homosexuales casados, para anunciar tras su victoria que tenía el mandato de privatizar la Seguridad Social (cosa que no hizo).

Sin embargo, todo esto suena muy lejano. Es posible que los multimillonarios fueran los que, en origen, situaron al Partido Republicano en la senda del extremismo, pero está claro que han perdido el control de las fuerzas que ellos mismos conjuraron. El partido ya no consigue devolver la intolerancia a la caja de los truenos pasada cada cita electoral, de manera que pueda centrarse en su verdadero objetivo, que es la reducción de impuestos y la desregulación. Por el contrario, los extremistas están al mando. A pesar de haber perdido las elecciones y de una insurrección violenta, lo que queda de la vieja guardia republicana se ha postrado ante el altar del trumpismo.

Pero, aunque el poder en el Partido Republicano se ha apartado casi por completo del establishment conservador, la formación sigue aferrada a su ideología económica de reducción de impuestos y gasto. El por qué de esta actitud no resulta evidente.

Cuando, en 2016, Donald Trump se impuso a los candidatos convencionales, cabía esperar que orientase el partido a lo que algunos politólogos denominan herrenvolk democracy o “democracia étnica”, basada en políticas verdaderamente populistas, incluso igualitarias, aunque solo para los miembros de los grupos raciales y étnicos “buenos”. El régimen del apartheid sudafricano funcionaba así. En el sur de EE UU regido por las leyes de segregación racial hubo algunas iniciativas de corte populista solo para blancos. En Europa, el Frente Nacional francés combina la hostilidad a los inmigrantes con exigencias de ampliación del ya generoso Estado del bienestar de su país.

Cuando Trump era candidato, a menudo parecía que quería avanzar en esa dirección con sus promesas de no reducir las prestaciones sociales y poner en marcha un extenso programa de infraestructuras. Si hubiera cumplido esas promesas, si hubiera mostrado un mínimo asomo de auténtico populismo, tal vez seguiría siendo presidente. En la práctica, sin embargo, su rebaja de impuestos y su intento fallido de revocar la Ley de Cuidado de Salud Asequible de Obama se atuvieron punto por punto al manual conservador básico.

La excepción que confirma la regla fue la política agraria de Trump, que concedió enormes subvenciones a los productores perjudicados por su guerra comercial, pero se las arregló para que casi todas ellas fueran a parar a los blancos.

¿Fue la continuación de las políticas económicas impopulares por parte de Trump un simple reflejo de su ignorancia personal y su falta de interés por el fondo de los problemas? Lo acaecido desde las elecciones hace pensar que no.

Ya he mencionado cómo los republicanos han cerrado filas en contra del paquete de ayudas propuesto por Biden. El rechazo al populismo económico también es palpable en los diferentes Estados. Pensemos en Misuri. Uno de sus senadores, Josh Hawley, ha declarado que los republicanos deben ser “un partido de la clase trabajadora, no un partido de Wall Street”. Y, sin embargo, los representantes republicanos en el legislativo estatal acaban de bloquear la financiación de una ampliación del seguro de salud para personas con dificultades económicas que representaría una pequeña carga económica para el Estado, y que ya había sido aprobada por una mayoría de votantes.

O pensemos también en Virginia Occidental, donde la revitalización de la industria del carbón —otra promesa incumplida de Trump— contaba con la aceptación de los votantes. Como el carbón no va a volver, el gobernador republicano del Estado ha propuesto revitalizar la economía mediante la eliminación del impuesto sobre la renta. Esto recuerda el fallido experimento de rebaja de impuestos realizado en Kansas hace unos años. ¿Qué les hizo pensar que en los Apalaches funcionaría mejor?

Por tanto, ¿qué está pasando? Sospecho que la ausencia de un verdadero populismo en la derecha tiene mucho que ver con su cerrazón mental: es posible que la vieja guardia conservadora haya perdido poder, pero sus burócratas siguen siendo los únicos miembros del Partido Republicano que saben algo de política. Y los superricos pueden seguir comprando influencia incluso en un partido cuya energía procede sobre todo de la intolerancia y el odio. En todo caso, por ahora, los políticos republicanos están haciendo un gran favor a los demócratas al aferrarse a ideas económicas desprestigiadas que no gustan ni a sus propios votantes.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips.

La innovación como proceso y su gestión

Por Rafael Alhama Belamaric

Antes de seguir leyendo, sería bueno pensar por un momento, ¿cuánto sabes de lo que ocurre en la organización donde trabajas? Seguro te sorprendería si fuera solo o menos de un 10 o 15%.

Para descubrir, o mejor dicho gestionar, lo que ocurre en toda la organización, incluidas las partes que no se ven o tocan, hace ya casi tres décadas dos economistas, Kaplan, R. y Norton, D. desarrollaron una poderosa herramienta que permitiera medir la actividad y evolución de una empresa, basándose en la visión y estrategia, que venían avanzando pero a ciegas, o con muchas deficiencias, y sobre todo falta de fijador, llámese información y comunicación, o la marcha del proceso que enlazara los objetivos con la estrategia, el desempeño y los resultados por áreas claves, entre otros.

Cuántas horas y jornadas fueron dedicadas hace más de veinte años a la elaboración en las empresas en perfeccionamiento de la Misión, Visión y Estrategia, para que quedaran colgadas en la entrada, y al poco tiempo nadie se acordaba de aquello, o no había forma de enlazar aquello, y mucho menos pedir responsabilidades. Lo curioso, importante, y preocupante, es que se repetía, en mayor medida, el enfoque y concepción de la Organización Científica del Trabajo (OCT) de considerarlo una tarea o tema puramente técnico, o técnico-tecnológico, restando importancia y peso al factor humano, a las relaciones interpersonales, al clima social, a los factores psicosociológicos. Para no hablar de relaciones sociales.

Y es aquí precisamente donde me quiero detener, para realzar y apoyar los esfuerzos para conceptualizar las bases para un Modelo de Gestión del Gobierno orientado a la innovación, que ha sido objeto de publicación en las últimas semanas. Debería ser un instrumento poderoso para impulsar e implementar el acceso a la información por los ciudadanos con el fin de promover la rendición de cuentas, soportado en las tecnologías actuales de información y comunicación, midiendo el desempeño de los diferentes niveles y actores, los resultados alcanzados en pos de las estrategias elaboradas.

Es así que se llegó hace tres décadas al Cuadro de Mando Integral (CMI, BSC o Balanced Scorecard). Esta herramienta sirve para medir si se está cumpliendo lo establecido en la visión y misión, pero también ayuda a tomar decisiones en tiempo real, si el proceso mantiene la dinámica necesaria y se actualiza con la necesaria frecuencia. Esto implica sobre todo, un intercambio permanente con los principales actores sociales, económicos y políticos. A la clara, implica una nueva visión de gobierno, que requiere de mayor capacidad de actuación y de un pensamiento renovador, innovador. Es aquí donde se debe producir la inflexión.

No pocos trabajos de prospectiva estratégica se han quedado en las buenas intenciones, por falta de actualización, y sobre todo, por falta de trabajo dinámico y la participación de los diferentes actores, siempre ocupados para dedicarle tiempo a “pensar“, sobre todo cuando se requiere de dinámica de grupo. Por lo tanto, es herramienta de planificación y dirección que enlaza estrategias y objetivos, con indicadores y metas, con visión integral, que permite a su vez exigir responsabilidades acorde al desempeño fijado y los resultados obtenidos.

Tempranamente, casi de forma experimental se hicieron esfuerzos en algunas empresas, como parte del proceso de perfeccionamiento empresarial, para aplicar más allá de la estrategia, la visión y la DAFO, la elaboración del CMI. En algunas se avanzó, pero no se “sembró“, precisamente por múltiples problemas de dirección, y mayores aún de la estructura y las relaciones sociales estructuradas en y con la empresa. Estos, no fueron, y no son, problemas técnicos.

La cuestión entonces fue ¿cómo dar estructura a la estrategia, medir el desempeño, ajustar y mejorar continuamente con una dirección total o parcialmente enfrentada entre ellos, y sobre todo, con la totalidad de los trabajadores?

En una situación así, la implementación del CMI, la elaboración del mapa estratégico, como primer paso, para establecer el conjunto de los objetivos, y así sucesivamente, se convierte en algo formal, ciertamente una tarea técnica, mejor o peor presentada, sin posibilidades reales de realización entre todos. Y sin la participación de todos, no sólo de los directivos o cuadros, es difícilmente concebible descartar objetivos irrelevantes para la estrategia, o hacer ajustes en el tiempo, o medir el real desempeño.

Hoy día, el desarrollo de un país, exige el diseño de planes estratégicos con los objetivos y metas claramente definidos, que persigue el impulso del cambio organizativo a todos los niveles, en entornos cada vez más exigentes. Y la medida es el desarrollo de sus instituciones, de los métodos, procesos y productos innovadores. No hay otro camino que adquirir y generar conocimiento científico, impulsar la iniciativa y nuevas ideas, técnicas que produzcan cambios radicales, sea a nivel de empresa, o aspectos específicos de esta, o a nivel territorial, de comunidad, o de gobierno central. Pero impulsar nuevos conocimientos exige también cambios parciales o radicales en los métodos de gestión, a nivel organizativo, y a nivel social, para que pueda ser aprovechado y aplicado en la práctica.

Habría que recordar a Antonio Machado cuando dijo:“ Caminante no hay camino sino esteras en la mar y al virar la vista atrás verás el camino que no volverás andar...“

El hecho que sea innovación entendida como poner en funcionamiento una nueva idea o práctica, o se refiera al cambio o modificación, siempre el centro es el hombre, mucho más cuando se trata de procesos. Inevitable tener en cuenta para el desarrollo de una cultura innovadora, el liderazgo transformacional (Jung, 2003, Damanpour, F. and Schneider, M. 2006); el llamado capital humano, como la principal fortaleza en el desarrollo de actividad de innovación, que genera la confianza necesaria (West 2002, Anderson et al, 2004), clima de confianza que potencia ser escuchados y escuchar, brindar ideas y aceptar ideas, dialogar.

Es sobre todo un proceso de aprendizaje, porque o son nuevos conocimientos o la combinación de los existentes. Porter, M. (1993) afirmaba que la competitividad de una nación, y su tejido industrial y económico, depende de la capacidad para innovar. Es mucha la bibliografía existente, sobre todo en los últimos veinte años. Un estudioso en particular se destaca. Senge, P. (2005), cuando señala “las organizaciones que cobrarán relevancia en el futuro serán las que descubran cómo aprovechar el entusiasmo y la capacidad de aprendizaje de la gente en todos los niveles de la organización“ (el subrayado es del autor). Ello se pudiera aplicar también al país, a la gestión del gobierno.

Para que la implementación no quede en el papel, o los buenos deseos, o como cita bibliográfica, y que la misión, visión, estrategia, mapa estratégico, la determinación de los objetivos relevantes, la implementación de los indicadores claves de desempeño, del sistema visual adecuado, se haga realidad, no una vez, sino de manera continuada, y se convierta realmente en un sistema de gestión, es imprescindible el intercambio permanente entre los decisores y todos los actores participantes.

La doble moral de Estados Unidos


La flagrante violación de los derechos humanos a la vida, a la libertad de manifestar y de expresión y a la no discriminación por raza o etnia fue invisibilizada por el Consejo de DDHH de la ONU


Por Pasqualina Curcio, Alainet

Más de 41.500 personas murieron el año 2020 en EEUU, no precisamente por causa del Covid-19, fallecieron víctimas de disparos. En plena pandemia, se registraron 592 tiroteos masivos en el mencionado país del norte, algo así como 1,6 enfrentamientos armados cada día. En 2019 fueron 415.

Las ventas de armas de fuego batieron récord en 2020, 23 millones en menos de un año, 64% más que las ventas registradas en 2019 cuando se registraban más armas en manos de civiles estadounidenses que habitantes: la relación era 120,5 armas por cada 100 habitantes. Más de 8 millones que compraron armas en 2020 lo hicieron por primera vez (Fundación Nacional de Deportes de Tiro).

Para vergüenza de la humanidad, no fue solo George Floyd quien murió asfixiado mientras un policía presionaba, con la rodilla, su cuello. Según datos de Mapping Police Violence, 316 afrodescendientes murieron a tiros por la policía de EEUU, lo que representa el 28% de las 1.127 personas asesinadas por los cuerpos de seguridad con armas de fuego en 2020.

A raíz de tal atrocidad, cientos de protestas contra el racismo se dieron en el país norteamericano dejando un saldo de más de 10.000 manifestantes arrestados, entre ellos 117 periodistas. De acuerdo con The Guardian, los policías golpearon y rociaron con gas pimienta a los reporteros. En cambio, solo el 2% de los policías involucrados en tiroteos fueron acusados de delito.

Esta flagrante violación de los derechos humanos a la vida, a la libertad de manifestar y de expresión, al debido proceso y a la no discriminación por raza o etnia fue invisibilizada por el Consejo de DDHH de la ONU, pero además ocurrió en medio de una de las peores pandemias que aflige a la humanidad.

Mientras cada hora morían 5 estadounidenses víctimas de armas de fuego, 64 fallecían de Covid-19 por la incompetencia de un gobierno que, a pesar de hacerse llamar potencia mundial, de disponer de cuantiosos recursos y sin estar bloqueado financieramente ignoró desde sus inicios los riesgos del virus otorgando prioridad a la actividad económica por encima de la vida de la población. EEUU encabeza la lista mundial de contagios y muertes a causa del coronavirus, por lo que los derechos a la salud y a la vida están seriamente vulnerados en el país del norte.

William Foege, el ex director del Centro de Enfermedades Contagiosas de ese país calificó de masacre lo que el gobierno de EEUU ha desencadenado por su incompetencia para contener el virus. Por su parte, The Washington Post calificó las acciones del gobierno de EEUU con respecto a la pandemia como “asesinatos autorizados por el Estado” donde “los ancianos, los trabajadores de las fábricas y los afroamericanos e hispanoamericanos” son deliberadamente sacrificados.

Ni siquiera el derecho a la educación ha sido garantizado. El acceso a internet es fundamental para la prosecución educativa en pandemia. No obstante, en el país con el supuesto mayor avance tecnológico del mundo (después de China) 17 millones de niños viven en hogares sin conexión a internet y más de 7 millones no tienen computadora (según el censo de 2018).

La desigualdad y por lo tanto la pobreza y el hambre en EEUU aumentaron en 2020. Más de 50 millones de personas, es decir, el 17% de la población sufrió de inseguridad alimentaria en 2020, es decir, no tenía que comer, de ellos 1 de cada 4 niños (Feeding América). Recordemos que, en 2019, según la Oficina de Censos, 40 millones de estadounidenses vivían en condición de pobreza y más de medio millón carecía de refugio permanente, cifras que aumentaron en pandemia (Informes sobre la violación de DDHH en EEUU elaborados por la Oficina de Información del Consejo de Estado de China).

Alrededor de 20,5 millones de estadounidenses perdieron sus empleos durante la pandemia y la tasa de desocupación llegó a 21,2%. Paradójicamente, en menos de 12 meses, los 614 multimillonarios de ese país aumentaron su riqueza en US$ 931.000 millones (Forbes) gracias a las políticas del gobierno que estuvieron orientadas a la protección del mercado bursátil. Los 50 estadounidenses más ricos tienen tanta riqueza como los 165 millones de personas más pobres del país (Bloomberg).

Ni hablar de la violación de los derechos humanos por parte del gobierno de EEUU a la población migrante. En 2020 murieron 21 personas bajo custodia de inmigración. De los 266.000 niños migrantes detenidos y separados de sus padres o familiares, más de 25.000 han sido detenidos durante más de 100 días, 1.000 por más de 1 año y algunos han pasado más de cinco años bajo custodia. Varios solicitantes de asilo fueron amenazados y obligados a firmar sus propias órdenes de deportación, aquellos que se negaron fueron ahogados, golpeados, rociados con gas pimienta y esposados para tomar sus huellas dactilares (Oficina de Información del Consejo de Estado de China).

No conformes con violar los derechos humanos de su propia población, los gobiernos de EEUU, mediante medidas coercitivas y con otras acciones económicas, psicológicas y políticas enmarcadas en las guerras no convencionales, también vulneran los de todos aquellos pueblos que no se alinean a sus intereses al punto de incurrir en crímenes de lesa humanidad. Tratan de justificar sus acciones con la supuesta violación de derechos humanos en nuestros países, además del discurso del Estado fallido, de la presencia de supuestos regímenes dictatoriales, y más recientemente con la narrativa de terrorismo y narcotráfico. Discurso que, por supuesto, difunden sin la más mínima prueba.

A pesar de lo múltiples llamados hechos por Naciones Unidas solicitando el levantamiento de las denominadas “sanciones” durante la pandemia, el gobierno de EEUU intensificó el bloqueo financiero y económico contra Cuba, Irán, Venezuela, por mencionar algunos países.

No sabemos qué nos sorprende más, si la vergonzosa, pública y notoria doble moral de los gobiernos de EEUU en materia de derechos humanos o la desfachatez al no acatar las decisiones que democráticamente se han tomado en el seno de la ONU contra las medidas coercitivas. ¿Cuántos años llevamos votando contra el bloqueo genocida al pueblo cubano? Por lo menos desde 1992. ¿Nos hemos preguntado por qué EEUU no obedece las decisiones tomadas por la evidente y abrumadora mayoría de los países miembros de la ONU?

Esas votaciones, aunque muy importantes en la medida en que muestran la voluntad de la mayoría de los países que apuestan por la justicia, la paz y la autodeterminación de los pueblos, se han convertido en una especie de juicio moral que, por lo visto tiene sin cuidado al país del norte.

Algo no estamos haciendo bien, es necesario revisar la estrategia que los países han adelantado contra las medidas coercitivas unilaterales. Estas votaciones no han sido suficiente. A nuestro modo de ver lo que los países deben debatir y votar en la Asamblea de la ONU es, no solo manifestar si están a favor o en contra de las medidas coercitivas unilaterales, sino avanzar en la creación de una nueva arquitectura económica y política mundial para impedir que EEUU “sancione”, amenace, bloquee y someta a pueblos enteros para imponer sus normas, su sistema económico y apoderarse de sus riquezas.

Trabajadores no estatales podrán modificar base de contribución a la Seguridad Social

Publicado el 2 abril, 2021 • 21:57 por Redacción Digital

Los trabajadores del sector no estatal que están afiliados a los regímenes especiales de la Seguridad Social, y deseen modificar su base de contribución, podrán solicitarlo a partir de la segunda quincena del presente mes.


Foto: Miguel Moret/ Tribuna de La Habana

Según informó al diario Granma la directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), Virginia Marlén García Reyes, esta modificación se podrá efectuar también con carácter retroactivo, para incluir los meses de enero, febrero y marzo de este año.

De esta forma, explicó, quienes estén próximos a cumplir los requisitos de edad y tiempo de contribución, y deseen solicitar su jubilación a partir de 2022, 2023, 2024 o 2025, podrán recibir un importe de pensión en correspondencia con su nuevo aporte.

Precisó García Reyes que se habilitará el correo electrónico modificarbc@inass.gob.cu, a través del cual los interesados podrán seleccionar una nueva base de contribución, sin tener que realizar ningún trámite de manera presencial en las filiales municipales del Inass, las oficinas de Administración Tributaria (Onat), ni las direcciones municipales de Trabajo.

Incluso, existirá la posibilidad de escanear un código QR para acceder a los datos que deben ser enviados, y proceder a la modificación, refirió la especialista.

Cuando los trabajadores del sector no estatal comiencen a solicitar la modificación de la base de contribución, se recepcionarán los correos y, a través de las filiales provinciales del Inass, se harán llegar a las filiales municipales del organismo.

Además, se enviará la información a las direcciones municipales de Trabajo, para realizar el proceso de modificación, y a las oficinas de la Onat para ejecutar el cambio, aclaró la directora general de Inass.

En Cuba existen ocho regímenes especiales de la Seguridad Social, que protegen a quienes realizan actividades que, por su naturaleza o por la índole de sus procesos productivos o de servicios, reciben una protección a través de decretos-leyes aprobados para cada uno de estos.

Sobre el relativo a la Seguridad Social de los usufructuarios de tierra, la funcionaria señaló que una cifra considerable de estos trabajadores aún no se ha incorporado a la Seguridad Social.

Un total de ocho mil 430, concentrados fundamentalmente en las provincias de Villa Clara, Camagüey, Artemisa y Holguín, están negados a afiliarse, significó.

Puntualizó además que el artículo número cuatro de ese decreto-ley establece que es obligatoria la afiliación al régimen especial de la Seguridad Social.

En ocasiones, el usufructuario no conoce que la Seguridad Social, lo protege en caso de invalidez, y ampara a la familia en caso de fallecimiento, por lo cual garantiza que, a futuro, esas personas no constituyan una carga para la asistencia social, afirmó la directiva.

(Tomado de ACN)

Accor inaugura su primer hotel totalmente digital


Actualizado 2 abril, 2021 || Por J.A.



¿Hacia dónde va la hotelería? ¿Pretendemos tener hoteles absolutamente digitales, sin ninguna participación humana? Esto parece que puede ser el futuro si seguimos las innovaciones que está introduciendo Accor, la primera cadena hotelera europea (la propietaria de Sofitel, Novotel, Mercure o Ibis, entre otras).

El hotel ibis Styles en Londres Gloucester Road es el primer ejemplo de este tipo de establecimiento. Todo se basará en tecnología, aunque sobre una arquitectura clásica británica que genera un contraste llamativo.

Curiosamente, Accor pretende que los clientes se sientan “bienvenidos” por ordenadores, lo cual no deja de ser algo contradictorio. Así, pues, el Ibis Styles Londres Gloucester Road es el primer hotel Accor en el norte de Europa que ofrece una experiencia totalmente digital con soluciones sin contacto en cada paso de la estancia de los huéspedes. El hotel brindará una experiencia rápida, segura y fácil, con operaciones sin contacto físico que organizan el viaje de los huéspedes desde la llegada hasta la partida.

El ecosistema digital incluye características como el check-in en línea y móvil, el pago en el hotel, la “Clave Accor”, una solución de clave digital, servicios digitales en comidas y bebidas, y relaciones con los huéspedes a través de Whatsapp durante toda la estadía. “Sabemos que los huéspedes buscan cada vez más viajes ligeros y una experiencia de hotel que sea fácil de usar, y queremos asegurarnos de que puedan hacer precisamente eso”, dice Carla Milovanov, vicepresidente de servicios de tecnología al cliente de Accor.

“No se trata de robots o tecnología sin rostro, se trata de la integración inteligente de tecnología innovadora orientada al cliente a ritmo y escala. La tecnología es parte de nuestra vida diaria y ahora es parte integral de nuestra experiencia hotelera, y con este importante paso, brindamos a nuestros huéspedes la oportunidad de adaptar su estadía en el hotel de acuerdo con sus preferencias”.

Desde luego, para el cliente que quiera un precio moderado o bajo, esto puede ser una solución. ¿Lo es para quien quiera un trato humano? Esto ya es más dudoso.

(Preferente)