Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 30 de marzo de 2025

MERCADO EN LA AGRICULTURA Y TASA DE CAMBIO OFICIAL. No demorarlo más.


Por Joaquín Benavides Rodríguez*

No tiene sentido la dolarización parcial del comercio de alimentos con el objetivo declarado de captar dólares, de un segmento minoritario de la población, mientras se mantiene a la agricultura entrampada en una política de precios que no la estimula a producir alimentos. 

No será posible construir el socialismo en nuestro País, sin que su agricultura sea capaz de producir la dieta básica para la alimentación de la población. Y lo que haya que importar, por incapacidad de la agricultura para producirlo, habría que financiarlo con el resultado positivo de sus exportaciones agrícolas, incluida la azucarera. 

Afirmo también, y estamos en disposición de debatirlo públicamente con las autoridades que correspondan, de la nación, y del partido, o en círculo estrecho, si así lo consideraran, que  con la introducción ordenada del mercado en la agricultura cubana, en la producción y comercialización, más el establecimiento por el Banco Central de una tasa de cambio que tome en cuenta el mercado, será posible que los agricultores cubanos, estatales, privados y cooperativos, logren producir lo suficiente para garantizar la dieta básica de la población cubana. El País no tiene tarea estratégica más importante que esa. 

No se trata, por supuesto, de algo tan sencillo y fácil. Significaría , sin dudas, una Revolución dentro de la Revolución, que logre sacarla del ¨pantano¨ productivo en que se encuentra, para salir adelante, como ya han logrado tres países socialistas hermanos, China, Vietnam y Laos, aplicando el marxismo a las condiciones de países subdesarrollados. 

Implicaría, asimismo, ¨Cambiar todo lo que deba ser cambiado¨, pero no antes, sino durante. No cometer nuevamente el error que hemos cometido tantas veces, de dejarle a las estructuras burocráticas del Estado la conducción de los procesos, que son revolucionarios. Los procesos revolucionarios, y este los es, deben conducirlos la dirección revolucionaria, tal como nos enseñó Fidel, y no dejar que sea la burocracia, como nos ocurrió en el Ordenamiento, quien los adapte a su visión e intereses. Emprender este cambio significaría en la práctica,  una Tercera Reforma Agraria. Lograrla, equivaldría a sacar al País del ¨espasmo¨ productivo en que se encuentra. 

El control administrativo de los precios de los alimentos producidos por los agricultores, mediante topes e inspectores imponiendo multas es contraproducente. El mercado hay que organizarlo, mediante los contratos y el crédito a los productores y comercializadores. En toda la cadena, desde los municipios y con la participación de todos los actores estatales, privados y cooperativos. El control administrativo de los precios, con multas incluidas, deprime la producción. El productor  se considera atacado y no se siente recompensado. Pero la fijación anárquica de los precios por cada productor y comercializador, a partir  de sus condiciones particulares, afecta a la población más desfavorecida y es inflacionaria. El mercado de productos agrícolas debe organizarse en cada municipio. Ahí deben concurrir los productores y los comercializadores. El responsable estatal de organizarlo quizás debería ser el Director Municipal de Comercio de alimentos, al que habría que seleccionar, preparar e instruir bien. El banco de crédito agrícola del municipio tendría que tener una participación importante en el proceso de contratación entre los productores y las principales empresas estatales que suministran a la salud, a la educación y al comercio mayorista estatal. El productor que haya firmado contratos con empresas estatales por intermediación de crédito agrícola, nunca debería tener dificultades para poder pagar sus gastos corrientes de salarios y servicios para lograr sus producciones contratadas. Y que con el dinero que obtiene por la venta de sus producciones, pueda comprar divisas en el mercado cambiario oficial para importar insumos y medios de producción para incrementar sus producciones. 

La otra vertiente que habrá que resolver, al introducir el mercado en la producción agrícola, son los ingresos suficientes para la población llamada vulnerable, que incluye principalmente a los jubilados y pensionados, que tendrán que recibir ingresos suficientes para poder adquirir sus alimentos. La fuente para financiar ese incremento de las pensiones tendrá que surgir de la disminución del gasto en divisas de la importación de alimentos para cubrir la llamada canasta básica. Partiendo de una tasa de cambio (de cálculo) de 300 pesos por dólar, por cada millón de dólares de importación que se ahorre para  comprar alimentos para la canasta básica, se estarían ahorrando 300 millones de pesos. Y el país ha estado importando alimentos por más de 1000 millones de dólares anuales. Si el mercado en la agricultura fuera capaz de ahorrar importación de alimentos por solo 500 millones de dólares, significarían 150 mil millones de pesos, más que suficiente para financiar una nueva Ley de Seguridad Social que eleve sustancialmente las pensiones para todos los jubilados y pensionados del País, que tantas carencias han padecido desde el fracaso del llamado Ordenamiento para acá. Por otra parte si la agricultura y la industria azucarera fueran capaces de producir 3 millones de toneladas anuales de azúcar, para producir la cual existe tierra suficiente y centrales azucareros con capacidad sobrante para ese volumen de producción en 6 meses de zafra, los ingresos por exportaciones podrían ser no menores a 1000 millones de dólares, lo que a la misma tasa (de cálculo) de 300 pesos por dólar significarían ingresos de 300 mil millones de pesos, suficiente para equilibrar las finanzas internas y crear la condiciones para elevar los salarios de los trabajadores de la salud y los maestros. Introduciendo el mercado en la agricultura cañera y la producción azucarera se puede aspirar a eso. No tengo dudas de que se puede lograr en 3 años. En los años entre 1980 y 1983 se logró y sin mercado, solo con mecanismos salariales y de estimulación suficientes para todo el personal, incluido la dirección. Hoy sin mercado no se podría lograr. 

Introducir el mercado en la economía cubana, lo que equivaldría a crear las condiciones materiales para la construcción y el sostenimiento del socialismo en las condiciones concretas de Cuba, hoy, donde los riesgos externos no disminuyen y por el contrario pudieran incrementarse, requerirá en mi opinión, inexcusablemente, que la dirección del proceso de cambio tenga un basamento patriótico y de unidad nacional. Todo el Pueblo cubano, incluidos los no residentes en el País, pero que defienden su Independencia, por encima de cualquier consideración política, deberían sentirse participantes del proceso de cambio. Y la política del Partido y Gobierno cubano debería facilitarlo. El cambio en la economía cubana y en su forma concreta de conducirla, tendrá que hacer énfasis en la Unidad del Pueblo cubano; y que la forma concreta de conducción que adopte el Partido Comunista de Cuba como fuerza dirigente superior de la sociedad, que la Constitución le concede, debe excluir las imposiciones que no toman en cuenta, las opiniones, democráticamente expuestas, que en el proceso de cambio, vayan surgiendo de toda la sociedad. Así actuaria Fidel, y también Martí. 

30/03/2025

*Joaquín Benavides Rodríguez.   Ocupó el cargo de Jefe del Departamento económico del Comité Central (1977- 1980). El de Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986). Fue Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991). Entre 1991 y 2003 ocupó el cargo de Viceministro de Economía del Ministerio de Transporte.

Testimonio de José Luis Rodríguez sobre el Comandante en Jefe (VIDEO). Comentario HHC


 https://www.youtube.com/watch?v=TilYu5uUe1Q

Comentario HHC: Aquí vemos como se abordó, enfrentó y se superó el período especial. El testimonio del Dr Jose Luis Rodriguez, Ministro de Economía en esa época, es muy revelador, empezando por lo que plantea de las botas de Fidel , que muestra hasta como se trabajaba, y que papel jugaba el pueblo.

No fue casualidad, que después del descenso de la economía entre 1990 a 1993 consecutivamente,  a partir 1994 al 2018 se creciera ininterrumpidamente durante 24 años. Había un método, una estrategia, una ciencia económica y política y una ética en el actuar,  puesta en función de un objetivo principal , el bienestar del pueblo. 


 Elaboración propia con datos de  Serie Historica y la ONEI