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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 18 de septiembre de 2020

Dimensiones del proceso de actualización: la separación de funciones en Cuba

 Econ. y Desarrollo vol.164 no.2 La Habana Jul.-dic. 2020  Epub 19-Jul-2020

 Seida Barrera Rodríguez1  * 

Ernesto Domínguez López1 

Gustavo Santos Fernández2 

1Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, Universidad de La Habana, Cuba.

2Centro de Difusión de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Cuba.

RESUMEN

El proceso de «actualización del modelo económico y social cubano» ha marcado la vida económica, política y social en los últimos años. Entre sus temas centrales está la actualización del sistema empresarial, cardinal para la reorganización económica. El presente trabajo se propone valorar la separación de funciones empresariales y estatales en el contexto cubano, a partir del análisis de su definición, el seguimiento al desarrollo del proceso y las reflexiones sobre el estado actual en que se encuentra.

INTRODUCCIÓN

El proceso denominado «actualización del modelo económico y social» ha sido el sistema de políticas fundamental en torno al que se ha articulado la vida económica, política y social cubana durante años. Como compleja y difícil serie de ajustes en todas las esferas, el proceso compete de diversas formas a todos los actores que integran la sociedad cubana y propone cambios estructurales de gran alcance, lo que implica, por supuesto, una continua discusión de sus fundamentos, componentes y formas de implementación, así como una reevaluación de sus distintas etapas y aspectos.

Entre sus temas centrales está la actualización del sistema empresarial, uno de los ejes de la reorganización de la economía que ha sido abordado por distintas vías. Dentro de este amplio campo se sitúa uno de los principios repetidos en el discurso oficial y presente en los documentos que se han producido como guías para el proceso: la separación de funciones estatales de las empresariales.

Se trata de una temática cargada de polémicas y dudas, como es natural en un ajuste de la magnitud planteada. ¿Qué es la separación de funciones empresariales y estatales? ¿Puede identificarse con la descentralización? ¿Cuál es su importancia para la economía cubana? ¿En qué estado se encuentra el proceso? Respecto a este último, ¿se puede hablar ya de avances o retrocesos? Estas son algunas de las interrogantes que los autores hemos compartido en distintos momentos.

En este trabajo proponemos una discusión muy breve de la definición, evolución, regulación y estado del llamado proceso de separación de funciones, tal como se encontraba al momento de redactar estas líneas en los primeros meses de 2019. En particular prestamos atención a lo que se entiende por separación de funciones, término que ha sido usado continuamente sin contar con una definición consensuada que establezca un criterio común para el análisis. En nuestra opinión, este es un punto clave para que la discusión y el proceso sean efectivos.

1. LA SEPARACIÓN DE FUNCIONES

1.1. La actualización del modelo económico y su discusión

La separación de funciones empresariales y estatales ha sido parte fundamental de la discusión sobre políticas económicas en Cuba durante la segunda década del siglo xxi. En su forma más reciente, la idea comenzó a discutirse ampliamente a partir del año 2010 durante el proceso de debate público y aprobación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Específicamente, apareció en el lineamiento 6, donde se explicó que «pasará por un proceso paulatino y ordenado, donde la definición de las normas es fundamental para alcanzar las metas propuestas» (PCC, 2011a). Aunque no se especifica a qué normas se refiere, inferimos que sea a las jurídicas.

El debate sobre los Lineamientos aprobados en 2011 tuvo lugar prácticamente en todos los centros de trabajo del país. Por tanto, alcanzó al 100 % del sistema empresarial estatal, así como a un número considerable de sus clientes y proveedores hasta totalizar 8 913 838 participantes que acudieron a 163 079 reuniones y emitieron 395 000 opiniones que fueron utilizadas en la modificación e integración del 68 % de los lineamientos y la adición de 36 nuevos (PCC, 2011a). Ello condujo a la emisión de numerosas opiniones relacionadas con la empresa estatal. En la Tabla 1 presentamos una síntesis de las más relevantes.

Tabla 1. Debate relacionado con la separación de funciones 

Fuente: elaboración propia a partir del informe del VI Congreso (PCC, 2011b).

Llama la atención que no se reportaran opiniones sobre el lineamiento 6 en el debate nacional y la única modificación, que se redujo al cambio de una palabra, fue propuesta en el Congreso del Partido. ¿Puede interpretarse entonces que la población otorgaba su apoyo totalitario a la separación de funciones? Esta es una pregunta que no estamos en condiciones de responder con certeza, pero esa es la base sobre la que debemos operar a falta de otra evidencia. Futuras investigaciones empíricas serían necesarias para determinar el grado real de apoyo ciudadano a la política de separación de funciones.

Tampoco se observó una definición de separación de funciones en los Lineamientos de 2011, lo que hubiera sido necesario para evitar confusiones con otros procesos. No fue hasta 2016 que se definió la separación en la revisión de los Lineamientos (PCC, 2016c). Por tanto, todas las acciones realizadas hasta el año antes mencionado relacionadas con la separación se hicieron sobre la base de nociones y no de definiciones, por lo que quizás las prioridades debieron dirigirse hacia esa meta, una opción alcanzable y más con la fuerza de profesores e investigadores en todas las disciplinas con que cuenta el país.

Durante la mencionada actualización de los lineamientos de 2016, válida hasta 2021, el proceso careció de la masividad observada en 2011, pues participaron unas 8 800 personas entre invitados, miembros del Comité Central del PCC y diputados a la Asamblea Nacional en reuniones en las provincias con las delegaciones al VII Congreso, en el Comité Central y en la mencionada Asamblea. En estos encuentros se realizaron 213 propuestas de modificación y de estas se incluyeron 190 (PCC, 2016a). No se pudo hallar en esta etapa estudio alguno sobre opiniones emitidas acerca de la separación de funciones.

Una cuestión de interés radica en el procedimiento utilizado. En el momento de la actualización el 78 % de los lineamientos de 2011 se encontraba en diferentes fases de implementación y solo uno faltaba por implementarse (PCC, 2016a). Resulta difícil ofrecer criterios sobre cuántos ciudadanos o de qué sectores serían suficientes para apoyar una política de tal magnitud, pero en todo caso el potencial de criterios y propuestas habría sido mucho mayor si se hubiese reproducido la fórmula original que habría reforzado su legitimidad.

Una parte importante del trabajo de implementación de los lineamientos ha estado relacionada con la producción de legislación y políticas. Hasta 2016 fueron aprobadas 130 políticas que se reflejaron en la emisión de 344 nuevas normas legales de diferentes rangos, la modificación de 55 y la derogación de 684 (PCC, 2016b). Como ejemplos podemos mencionar la Ley 116 o Código de Trabajo, la Ley 113 sobre el Sistema Tributario, o la Ley 118 de Inversión Extranjera, cada una con sus correspondientes regulaciones complementarias. En el momento de escribir estas líneas, la última política aprobada era la de vivienda (Figueredo y Romeo, 2018), que debe traer cambios legislativos en el futuro cercano.

De ese considerable volumen, el Decreto-Ley 336 de 2017 se dedicó específicamente a la separación de funciones. Sobre sus principales disposiciones volveremos más adelante. Solo queremos apuntar aquí que resulta llamativo que a una temática de esta naturaleza se le dedique solo un texto legislativo, aunque se mencione como principio en las normas referidas al perfeccionamiento empresarial. Esto puede tener varias lecturas. Una de ellas sería que el alto nivel de consenso llevó a que no hubiese obstáculos excesivos para su implementación. Otra, que consideramos más realista y que ya mencionamos en nuestro comentario al lineamiento 6, sería que en este tema se recurre a la noción más que a la definición, por lo que no se estudian adecuadamente las contradicciones y problemas asociados a la separación, desde su naturaleza hasta sus contenidos concretos, incluidos los balances necesarios para su implementación.

1.2. La definición

La literatura consultada también sustenta la idea del uso de nociones, como mencionamos en el epígrafe anterior, pues pudimos comprobar que varios autores se refieren a la separación, pero pocos se acercan a su definición. Esto constituye un contrasentido, por ello Sampieri et al. recomiendan comenzar cualquier investigación científica con la definición de las categorías fundamentales (1991). Prieto argumenta que no debe hablarse de separación, sino de diferenciación porque «el Estado no puede desentenderse del control de la economía en ninguna sociedad y menos de lo que es suyo» (Prieto, 2015, p. 168). Alhama et al. (2012) comentan sobre una descentralización funcional: el reconocimiento al órgano correspondiente, en este caso empresa, de las competencias específicas delimitadas a su actividad. Es decir, el Estado asigna a una entidad con personalidad jurídica y patrimonio propio funciones para gestionar.

Estos criterios nos trajeron varias dudas. ¿Diferenciar resulta suficiente como concepto? ¿Separar implica desentender? ¿Separar conlleva descentralizar o son dos categorías distintas? Estas interrogantes nos indicaron que era necesario profundizar y fue en la conceptualización del modelo cubano donde hallamos la más completa de las definiciones hasta ahora: «Proceso mediante el cual se delimitan las funciones que le competen a las instituciones gubernamentales, de las que deben corresponder a las organizaciones empresariales, para lo cual se otorgan a ambos tipos de entidades las facultades y la autonomía adecuadas» (PCC, 2016b, p. 30).

Gramaticalmente, que es la primera de las formas de interpretación que se usan en el Derecho (Prieto, 2004), separar es «Establecer distancia, o aumentarla, entre algo o alguien y una persona […] lugar o cosa que se toman como punto de referencia. […] Considerar aisladamente cosas que estaban juntas o fundidas» (Real Academia Española, 2011, p. 7023).

Esta última acepción y la anterior, que es más específica, se alejan de la diferenciación propuesta por Prieto, que se refiere a «Hacer distinción, conocer la diversidad de las cosas. […] Variar, mudar el uso que se hace de las cosas. […] Discordar, no convenir en un mismo parecer u opinión» (Real Academia Española, 2011, p. 2847). Sin embargo, la segunda acepción de diferenciar implica la variación del uso de las cosas, o en el caso que nos ocupa, de las funciones empresariales y estatales, pero cuando se complementa con la primera acepción de «separar», se usan los verbos «establecer» o «aumentar» la distancia. Estas son las tareas puntuales a las que se refiere la conceptualización. Al mismo tiempo, separar, según la Real Academia, implica igualmente diferenciar cosas que se encontraban unidas, por lo que incluye a la diferenciación, pero también la trasciende, porque implica tomar pasos determinados para concretarla. Por tanto, en nuestro criterio, diferenciar es un término válido pero insuficiente, porque está contenido dentro de la separación y resulta reducido para los propósitos que pretenden lograrse.

También es necesario señalar que la interpretación semántica, así vista, tiene limitaciones importantes. La Real Academia y todos los diccionarios de esa índole, se dedican a recopilar y sistematizar los usos de los vocablos, sin considerar su mayor o menor precisión, utilidad o capacidad explicativa. Es decir, en realidad funcionan en un universo nocional, no en el espacio conceptual. Los autores que referimos, como muchos otros, utilizan frecuentemente nociones para referirse a un concepto de gran importancia.

Respecto a la interrogante referida al desentendimiento estatal, las consultas realizadas muestran que, con la separación de funciones, el Estado debe desentenderse de algunas de ellas por considerarse inherentes al ámbito empresarial. Estas son:

Al mismo tiempo, con la separación el Estado se concentrará en una serie de funciones que deberán garantizar el control sobre el patrimonio que ostenta en las organizaciones empresariales. El Decreto 336 resulta común a todas (Consejo de Ministros, 2017):

Debemos aclarar que las funciones antes enumeradas no constituyen numerus clausus obligatorios para todas las tipologías de empresas cubanas. Al contrario, opinamos que las fronteras entre funciones pueden confundirse y ser motivo de conflicto entre las empresas aún no separadas, las OSDE y las Juntas de Gobierno que representan al Estado como dueño. Las organizaciones empresariales, en este sentido, constituyen el lado más débil. Es por ello que podría ser saludable diseñar un procedimiento para que estas últimas puedan impugnar la violación de la separación de funciones establecida o su entorpecimiento. La negociación previa, caso a caso, y demás vías alternativas de solución de conflictos pueden ser las primeras en utilizarse.

El verdadero dilema se encuentra en el grado de libertad que el Estado decida otorgarle a sus empresas para que tengan un mejor rendimiento. En el resto del mundo el «desentendimiento» no ha implicado otra cosa que cambiar el control de manos públicas a privadas, pero ha acentuado la desigualdad y la concentración de riquezas (Piketty, 2014Boushey et al., 2017).

Luego de esta breve presentación podemos enunciar el siguiente corolario: la separación de funciones se puede definir a partir de la localización de las que ya han sido claramente identificadas y el grado de autonomía en su ejercicio por actores de naturaleza diferente. En el caso que nos ocupa se trata de instituciones gubernamentales por una parte e instituciones económicas por otra, por ejemplo, las empresas y sus disímiles formas de agrupación.

Esto lleva a su vez a un segundo momento: la redistribución de funciones y la autonomía de los actores en su ejercicio no es sinónimo de desentendimiento. Los órganos del Estado competentes en materia económica conservan las funciones de regulación, supervisión y orientación. Es decir, diseñan y orientan el cumplimiento de las estrategias de desarrollo y controlan su cumplimiento por otros actores. En tal sentido es importante recordar que la condición de propietario no implica el ejercicio inmediato de facultades y funciones. Estas pueden ser delegadas con alto grado de autonomía.1

Queda la interrogante de si al separar funciones se está descentralizando o no. Barrera y Blanco (2018) asumieron en su momento el criterio de que la descentralización es transferir competencias a otras personas jurídicas. La definición de separación referenciada antes, proveniente de la conceptualización, aparentemente mezcla la separación con la descentralización en la última frase, cuando plantea que para separar es necesario el otorgamiento de facultades y autonomía. Dicha manifestación de voluntad política puede tener dos lecturas: que se concibe a la separación como un proceso al mismo tiempo descentralizador o que existe confusión entre las distintas categorías.

El problema aquí está claro. La centralización no es función de la naturaleza del ente gestor de la actividad económica, sino del grado de concentración de esas funciones de diverso nivel en un ente determinado. Es decir, dentro del mismo marco de relación entre instituciones reguladoras, propietarias y gestoras, cuánto se concentran las funciones de un tipo en una unidad o cuánto se distribuyen entre distintas unidades. Dicho en otras palabras, separación y descentralización no se presuponen. Pueden existir en diversas combinaciones.

Para el caso que nos ocupa, la empresa estatal puede ser administrada por ministerios o por gobiernos municipales; ello implicaría mayor o menor centralización, sin que exista separación. También puede ocurrir en otro sentido, es decir, que la gestión empresarial se transfiera de manera autónoma a una entidad central que concentre todo el ejercicio de gestión; este escenario implicaría separación sin descentralización alguna. Aunque hablamos aquí en términos hipotéticos, existen formas de centralización con separación de funciones. Un ejemplo interesante son las relativamente poco conocidas corporaciones estatales rusas, que se constituyen como organizaciones sin ánimos de lucro que controlan esferas completas de la economía y que son propiedad de la Federación Rusa (Collection of the Legislation of the Russian Federation, 19961998). Es importante señalar que estas relaciones tienen un carácter dinámico, por lo que es preferible abordarlas como procesos y considerar sus variaciones en el tiempo y las gradaciones posibles.

La Figura 1 presenta una esquematización de la relación entre centralización-descentralización y separación-fusión de funciones. Una representación precisa requeriría de la cuantificación de algunos indicadores, punto sin desarrollar hasta el momento. No obstante, consideramos que el esquema ayuda a visualizar los polos opuestos a los fenómenos estudiados, los matices que pueden incorporarse y dónde puede situarse Cuba en cada momento histórico.

Figura 1. Representación de la separación-descentralización y sus opuestos. 

Se utilizaron fechas convencionales para ubicar las coordenadas temporales, pero en todos los casos se habla de procesos, no de cambios repentinos. Es importante aclarar que los procesos y las estructuras se superponen en el tiempo. Cuba se encontraba en plena efervescencia revolucionaria a principios de la Revolución, pero bajo el asedio de la nación más poderosa del planeta. Por ello debió tomar medidas drásticas para romper con el capitalismo preexistente, en medio de una compleja transición política y con crecientes presiones provenientes desde el exterior en un contexto de Guerra Fría. A esto se suman la hostilidad, sanciones y otras agresiones provenientes de Estados Unidos, la pérdida de mercados y socios tradicionales y la construcción de una complicada relación con la Unión Soviética y el campo socialista.

En dichas circunstancias se produjo la fusión de todas las facultades posibles en el Estado. Se reconocía la propiedad privada, pero con los límites de necesidad pública e interés social establecidos por la Ley. Ello pudo observarse en la Ley Fundamental de 1959 en sus artículos 87 y 90, con la prohibición del latifundio y la limitación de la adquisición y posesión de tierra por personas extranjeras (Presidente de la República, 1959). Sin embargo, este proceso gozó al mismo tiempo de una particular descentralización a nivel municipal, donde estas organizaciones podían comprar y operar empresas (Presidente de la República, 1959). Este fenómeno tiene sus antecedentes inmediatos en la Constitución de 1940, que según González (2015) rescató a su vez el municipio de origen hispano y romano.

La situación antes sintetizada cambió diametralmente en 1976 con la promulgación de la nueva Constitución que centralizó a nivel nacional las funciones empresariales y mantuvo la fusión con las estatales. Ya para este momento el bloqueo de Estados Unidos había tomado múltiples formas legislativas como las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, que adquirieron rango federal y sancionaban cualquier tipo de comercio con Cuba (Dávalos, 2012).

1.3. Estado actual de la separación: avances y retrocesos

Para valorar el estado actual de la separación trabajamos con las bases de datos nacionales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) desde el año 2013 hasta agosto de 2018. Hasta la última fecha citada había 1 674 empresas estatales y 236 sociedades mercantiles. El resultado de la aplicación de filtros diversos arrojó que existían 679 empresas estatales y 57 sociedades mercantiles que aún se encontraban subordinadas a órganos y organismos estatales diversos, de acuerdo con los códigos que los identificaban. Ello representa un 41 y 24 % respectivamente. Debe aclararse que se contaron además 4 empresas estatales y 22 sociedades mercantiles que no tenían un organismo de atención definido, por lo que se interpretó que se hallan igualmente separadas del Estado. De esta manera, podemos afirmar que actualmente la mayoría de las entidades estudiadas se informan estadísticamente como separadas del Estado.

En las Figuras 2 y 3 se muestran los diversos conglomerados a los que aún se subordinan las formas empresariales no separadas.

Fuente: elaboración propia a partir de las bases de datos de la ONEI.

Figura 2. Empresas estatales aún administradas por el Estado.2  

En el caso de las empresas estatales, las asambleas provinciales del Poder Popular (APPP) son las que abarcan mayor número de empresas productoras y de servicios, municipales y provinciales a su vez.

Fuente: elaboración propia a partir de las bases de datos de la ONEI.

Figura 3. Sociedades 100 % cubanas aún subordinadas al Estado.3  

Las sociedades tienen una situación diferente pues obviamente son menos y son igualmente pocas las entidades subordinadas, aunque haya 2 organismos más presentes. Coinciden los Ministerios de Transporte (MITRANS), del Interior (MININT), de Salud (MINSAP), de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR), de la Agricultura (MINAGRI), de Justicia (MINJUS), de Educación Superior (MES), de Cultura (MINCULT), de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA); los institutos Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Nacional de Deportes (INDER) y Cubano de Cine, Radio y Televisión en contar con ambos tipos de formas empresariales. Los organismos de la administración central del Estado (OACE) e institutos mencionados todavía no han terminado de perfeccionar sus respectivas estructuras.

Según los análisis derivados de las estadísticas, cuando las empresas estatales o las sociedades mercantiles se han separado de algún órgano u OACE, han pasado a formar parte de grupos, uniones, consolidados o corporaciones, lo que se refleja con el código correspondiente en las estadísticas. Ello nos llevó a pensar que no se concibe a la institución fuera de alguno de estos conglomerados, hecho que constituye otra preocupación para nosotros, pues en el resto del mundo son las propias empresas y no el Estado las que deciden cuándo y cómo fusionarse (Kumar, 2019León, 2019Thompson, 2019Jorge, 2019Cherep et al., 2019Feslioglou, 2018). Las razones para agruparse han variado: incremento de la cuota de mercado (Kumar, 2019León, 2019Thompson, 2019Jorge, 2019Feslioglou, 2018), adquisición de know-how o talento para gestionar (Kumar, 2019Feslioglou, 2018), debilitamiento o eliminación de la competencia (Cherep et al., 2019), solventar débiles situaciones financieras (Kumar, 2019Thompson, 2019) y aumento de los servicios (Thompson, 2019).

En la búsqueda efectuada no observamos conglomerados creados en tiempos recientes por razones políticas o de Estado, con excepción de las corporaciones estatales rusas que tienen una naturaleza formal diferente, aunque en la práctica monopolizan sectores completos. Los referentes históricos más importantes datan de épocas históricas anteriores, con las compañías reales o con participación real, creadas en la modernidad temprana y que dominaron el comercio (fundamentalmente) entre metrópolis coloniales y sus territorios.4

En gran medida nos hallamos en terreno desconocido, razón de más para no seguir los dictados mundiales sobre creación de monopolios, porque sencillamente los grupos empresariales cubanos no se ajustan a ellos. Otra cuestión más importante todavía y que se deriva de la anterior, es que deben estudiarse más aún los resultados de nuestros grupos empresariales para saber si es estrictamente necesario que todas las empresas estén agrupadas en uno o si sería lógico y racional que algunas fueran independientes.

Cherep et al. (2019) alertan que si los agrupamientos se realizan sin el apoyo organizacional y el entrenamiento adecuado del personal están condenados al fracaso. Sin embargo, localizamos investigaciones sobre el impacto de las medidas posperfeccionamiento o posagrupamiento (FEC, 2015), pero no pudimos hallar evidencias de estudios realizados sobre la calidad de la fase preagrupación de empresas estatales o sociedades mercantiles 100 % cubanas, razón que refuerza el criterio de que debe constituir una línea (y prioritaria) de investigación a desarrollar que comience por la consulta a los propios grupos y empresas que los componen, para luego cruzar opiniones con las juntas de Gobierno.

CONCLUSIONES

El estudio realizado muestra que el proceso de separación de funciones y las discusiones que lo acompañan se han movido fundamentalmente en el espacio nocional, sin utilizar una definición adecuada que permita establecer un sistema de indicadores confiable para su evaluación. Un segundo problema radica en la relación separación-descentralización. La exploración que realizamos y que presentamos aquí muy brevemente nos lleva a proponer una definición de separación centrada en la distribución de funciones y los grados de autonomía entre actores políticos y económicos, distinta del concepto de descentralización, que se refiere a la concentración de esas funciones en actores de la misma naturaleza. Son dos conceptos relacionados, pero diferentes.

A partir de esas definiciones encontramos que los datos disponibles son en realidad insuficientes para responder de manera precisa la pregunta sobre el estado del proceso. Las cifras muestran que la separación de funciones empresariales y estatales se encuentra en su mayoría cumplimentada. Sin embargo, no contamos con información sólida que permita evaluar la efectividad real de esa separación. Por otra parte, nos encontramos con una tendencia a la centralización a través de la creación de conglomerados bajo la conducción de las OSDE que, en gran medida, es contrario a la política de incrementar las competencias y autonomía de los órganos de gobierno local, o sea, al proceso de relativa descentralización político administrativa, aún dentro de los marcos de un modelo de república unitaria. Los mecanismos para implementar la política de separación requieren de perfeccionamiento, algo normal tras apenas siete años de implementación, pero para ello se necesita desarrollar el sistema de indicadores y el sistema de captación de datos para que tributen adecuadamente a ese trabajo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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NOTAS ACLARATORIAS

1Un ejemplo típico proveniente de escenarios muy diferentes es el de las corporaciones gestionadas por ejecutivos profesionales que no son sus propietarios y que gozan de un elevado grado de autonomía, rayana en la independencia. Ese es un ejemplo extremo y relacionado con el modelo corporativo de raíz estadounidense, por supuesto, pero es elocuente en lo referido a la posibilidad de la separación.

2APPP: Asamblea Provincial del Poder Popular. PCC: Partido Comunista de Cuba. MININT: Ministerio del Interior. MINSAP: Ministerio de Salud. MINFAR: Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. MINAGRI: Ministerio de la Agricultura. MINJUS: Ministerio de Justicia. MES: Ministerio de Educación Superior. MINED: Ministerio de Educación. MINCULT: Ministerio de Cultura. CITMA: Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. INRH: Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos. INDER: Instituto Nacional de Deportes. ICRT: Instituto Cubano de Cine, Radio y Televisión. MITRANS: Ministerio del Transporte.

3MINTUR: Ministerio de Turismo. MIC: Ministerio de Informática y Comunicaciones. MINAL: Ministerio de la Industria Alimentaria. MEMIN: Ministerio de Energía y Minas.

4Para solo citar algunos casos: Real Compañía de Comercio de La Habana, Compañía de las Indias Orientales (británica) y Compañía de las Indias Orientales (holandesa). En realidad fue un modelo dominante en el período de predominio del mercantilismo, en la etapa mercantil-manufacturera del capitalismo.

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LA ECONOMÍA DE CHINA Y DE ESTADOS UNIDOS HAN COMENZADO A SEPARARSE, UNA VA EN DIRECCIÓN AL FUTURO… LA OTRA ESTÁ FUERA DE CONTROL.

por Vijay Prashad (historiador Indio) y John Ross ( Investigador del Instituto de Estudios Financieros de la Universidad Renmin , China)


En su último libro (Furia) el experimentado periodista del Washington Post, Bob Woodward, relata con precisión que el Presidente de los Estados Unidos le dijo «siempre le reste importancia al virus… no quería crear pánico”. En las entrevista grabadas en febrero y marzo, Donald Trump admitió explícitamente que el virus era maligno, pero que decidió minimizar su peligro. 

A pesar de las advertencias que hicieron las autoridades chinas, Trump y su secretario de salud, Alex Azar, no se prepararon para enfrentar una pandemia mundial. Hoy Estados Unidos siguen teniendo el mayor número de casos de la COVID-19 del mundo y el gobierno continúa indiferente mientras el número de contagios aumenta todos los días. Ningún estado de la nación parece ser inmune a la propagación de la enfermedad.

Mientras tanto, en China, desde que la curva del virus fue “aplanada” en Wuhan, el gobierno sólo ha tenido que contener brotes muy localizados. En el último mes, China ha tenido cero contagios por la COVID-19. Según Martin Wolf del Financial Times, “China ha tenido un gran éxito al poner la enfermedad bajo control en Hubei y detener su propagación a través de todo el territorio. Nunca hubo una epidemia en toda China. Es más exacto decir que fue solo brote epidémico en Hubei”.

La vida de la gente primero

Mientras que Trump mintió a sus ciudadanos sobre la enfermedad, el presidente de China Xi Jinping inmediatamente declaró que su gobierno «pondrá a la gente primero que todo». China subordinó sus prioridades económicas a la tarea de salvar vidas.

Como consecuencia de un enfoque basado en la ciencia, el gobierno de China rompió la cadena de infección rápidamente. A principios de septiembre, este país de 1.400 millones de habitantes tenía 85.194 casos de COVID-19 y 4.634 muertes (India, con una población comparable, tenía 4,8 millones de casos y 80.026 muertes; India está perdiendo más vidas cada semana que el total de muertes que se produjeron en China).

Los Estados Unidos, por su parte, han sufrido 198.680 muertes y 6,7 millones de infectados. En cifras absolutas, las muertes en los Estados Unidos son unas 43 veces superiores a las de China y el número de casos es unas 79 veces mayor.

El gobierno de los Estados Unidos, a diferencia del gobierno de China, vaciló en declarar un confinamiento y en realizar pruebas a su población. Por eso, en términos per cápita, las muertes en EE.UU. son unas 186 veces más altas que las de China y los casos son unas 343 veces más altos.

El intento racista de Trump de culpar a China fue otra majadera maniobra diversionista. China contuvo la pandemia. Estados Unidos han fallado totalmente en hacerlo. El enorme número de muertes en EEUU es » Made in Washington», no «Made in China».

El impacto en la economía

En el primer trimestre de 2020, el producto interno bruto chino cayó un 6,8 por ciento en comparación con el año anterior. Debido a la rápida eliminación de la transmisión del virus, la recuperación económica de China ha sido muy rápida.

En el segundo trimestre, el PIB de China ya había aumentado un 3,2 por ciento en comparación con el mismo período de 2019. El Fondo Monetario Internacional proyecta que China será la única economía importante que experimentará un crecimiento positivo.

¿ Por qué la economía de China se ha recuperado rápidamente? La respuesta es clara: el carácter socialista de su economía. En julio, la inversión estatal en China era un 3,8 por ciento superior a la de hace un año, mientras que la inversión privada está un 5,7 por ciento por debajo de 2019. China ha utilizado su poderoso sector estatal para salir de la recesión. Este hecho ilustra la macro-eficiencia del sector estatal.

A mediados de agosto, la revista teórica del Partido Comunista de China Qiushi (Buscando la Verdad) publicó un discurso de Xi Jinping, que dice entre otras cosas: «La base de la economía política de China sólo puede ser una economía política marxista, y no debe basarse nunca en otras teorías económicas. Nuestro principios exigen un desarrollo económico centrado en la gente». Estas ideas fueran la base de la respuesta del gobierno chino a la pandemia.

Trump, por su parte, dejó muy claro que su administración no llevaría a cabo nada cercano a un confinamiento total ; su prioridad era y es proteger la economía por encima de las vidas de los estadounidenses. Ya en marzo, cuando no había indicios que la pandemia pudiera controlarse, Trump declaró: «Estados Unidos volverá a abrirse a los negocios, muy pronto».

El desastre de Estados Unidos

Las ineficientes políticas de Trump hicieron que tasas de infección se dispararan. Los protocolos básicos -máscaras, desinfectante de manos- no fueron tomados en serio. Y el impacto en la economía de los Estados Unidos ha sido catastrófico.

Los gobernantes de EEUU dejaron claro que no iban hacer nada cercano a un enfoque centrado en las personas. Todo el énfasis de Trump fue mantener la economía abierta, en gran parte porque piensa que su victoria electoral vendrá a través del bolsillo; con esta política el costo humano de es ignorado.Como resultado en la “primera potencia del mundo” nunca se aplicó un confinamiento completo, y todavía se realizan muy pocas pruebas y muy pocos rastreo de contactos.

El PIB de los Estados Unidos en el segundo trimestre cayó un 9,5% en comparación con el año anterior. No hay indicios de una fuerte mejora. El FMI estima que la contracción económica de la “nación indispensable” será de alrededor del 6,6 por ciento para este año.

El «peligro que se avecina», subraya el FMI, «es que una gran parte de la población de Estados Unidos tendrá que hacer frente a un importante deterioro de su nivel de vida y a importantes dificultades económicas durante varios años». La crisis tendrá implicaciones a largo plazo. “ No prevenir el cuidado del capital humano puede contribuir al malestar social», agregan los técnicos del FMI. Esto es exactamente lo contrario del escenario que se desarrolla en China.

Es como si viviéramos en dos planetas. En un planeta, hay indignación por la hipocresía con que actuó Trump y furia por el colapso tanto del sistema de salud como de la economía ( ambos sectores tienen un largo y duro camino por delante para recuperarse).

En el otro planeta, la cadena de infección se ha roto…y el gobierno chino se mantiene vigilante y está dispuesto a sacrificar el crecimiento económico a para salvar las vidas de sus ciudadanos.

El ataque de Trump a China, sus amenazas de desvincular a los Estados Unidos de China, sus cantinelas racistas sobre el «virus chino», son bravatas diseñadas como parte de una guerra de información para deslegitimar a China.

Por su parte, Xi Jinping se ha centrado en la «doble circulación», es decir, en el desarrollo de una política interna para elevar el nivel de vida y eliminar la pobreza, y de una política internacional para impulsar las Nuevas Rutas de la Seda (Iniciativa del Cinturón y la Carretera); ambas medidas destinadas a reducir la dependencia de la economía China de los intercambios comerciales con Estados Unidos.

Estos dos planetas han comenzado a separarse, uno moviéndose en dirección al futuro, el otro… está fuera de control.

Avanza creación de módulos pecuarios en la provincia de Cienfuegos (+Video y Fotos)

TEXTO Y FOTO: ONELIA CHAVECO 18 SEPTIEMBRE 2020

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Cienfuegos, 18 sep (ACN) Casi un centenar de módulos pecuarios funcionan en la provincia de Cienfuegos, con el fin de desarrollar ganado menor en respaldo al programa de autoabastecimiento alimentario de la población.

El territorio cienfueguero se propuso montar este año 128 de esas unidades, una en cada base productiva, y ya solo restan 34 por concluir, aseguró a la Agencia Cubana de Noticias, Marleny Verdón Martínez, subdelegada de ganadería.

Dijo que en ese propósito incluyeron cuatro módulos gigantes, de los cuales dos están ubicados en la empresa pecuaria El Tablón y la agroindustrial Eladio Machín, ambas del municipio Cumanayagua; un tercero radica en Rodas y el cuarto en Aguada de Pasajeros.

Con el objetivo de poseer mil cabezas de reproductoras en cada especie: cunícola, avícola y caprina, esos enclaves pecuarios devienen polos multiplicadores que aportarán los pies de cría al resto de las entidades del sector agrícola de la provincia.

A su vez la empresa porcina tiene que garantizar el funcionamiento del centro de desarrollo de cerdos de capa oscura o cerdo criollo, para abastecer de pie de cría a los demás módulos.

En este programa de autoabastecimiento alimentario, la meta es de 30 kilogramos (kg) de viandas y cinco kg de proteínas per cápita, pero estas últimas quedaron a la zaga dentro de los esfuerzos de los agricultores, de ahí que los nuevos módulos deban aportar a la mesa de los cienfuegueros.

Según Verdón Martínez cada base productiva tiene estipulado llegar a tributar cinco kilogramos de proteínas mensuales por habitante, para lo cual deben incluir dos kg de cerdo, dos de ganado menor (cunícola o caprino) , y un kg de la especie avícola, ya sea carne o huevo.

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Explicó que el alimento para ese nuevo rebaño será producido en los alrededores de los propios módulos, con siembra de forrajes, caña, plantas proteicas y restos de cosechas.

La ondulada geografía de la zona de Cantabria, en los predios de la empresa pecuaria El Tablón se ha enriquecido con nuevas tonalidades, pues donde antes había marabú hoy están enclavadas las naves de conejos, pollos y chivos, además de áreas plantadas de yuca, sorgo, pastos y forrajes.

Es precisamente allí donde se erigió uno de los módulos pecuarios gigantes de la provincia, al frente del cual se mantiene Darían Vázquez Alejo, un joven que orgulloso muestra cómo en tan poco tiempo multiplicaron la producción de conejos de las variedades California, Nueva Zelanda, Chinchilla y Capa Roja.

Ese enclave se subordina a la Unidad Empresarial de Base (UEB) Producción de Alimentos, y viene a ser el eslabón intermedio entre la Planta de Piensos y la Planta de productos Cárnicos Los Cocos, en todo un encadenamiento productivo.

Haydee Gómez Gálvez, administradora de la UEB, con 35 años en el sector ganadero, aseveró que ya lograron en el módulo las primeras producciones de carne para la población de Cumanayagua, con un lote de pollos que se expende los sábados en una casilla de la localidad.

Ahora poseen 400 aves, 350 conejas y 79 chivos, pero la aspiración es completar los mil ejemplares de cada especie, para lo cual disponen del alimento, y áreas para continuar las siembras de pastos y forrajes.

https://www.youtube.com/watch?time_continue=116&v=28PBIO04tus&feature=emb_logo


EL RETROVISOR EMPAÑADO

Por  Jorge Gómez Barata

El pasado mes de marzo, al visitar el Centro de Control de Enfermedades en Atlanta, al aludirse a las cifras de enfermos y fallecidos por la influenza en Estados Unidos, Donald Trump dijo ignorar que tan alto número de personas murieran a causa de esa enfermedad. No obstante, un diario recordó que la biógrafa del presidente, Gwenda Blair, en el libro: “Los Trump: Tres Generaciones
de Constructores y un Presidente ", contó que en 1918, Friedrich Trump, el abuelo materno murió a causa de la llamada “gripe española”.

Poco después, el presidente le contó al periodista Bob Woodward que conocía la peligrosidad del Nuevo Coronavirus, causante de COVID-19, aunque, lo cual, minimizó. Al respecto, Trump realizó comentarios superficiales y frívolos como: “…Prácticamente la hemos parado…” “…Un día desaparecerá, como un milagro…”. De ese modo, conscientemente, engañó al pueblo norteamericano y a todo el mundo.

Aunque más tarde, según contó también a Woodward, se desmintió al afirmar que: “… “Simplemente respiras y te contagias…” “…Es más mortal que una gripe intensa…” En su cantinflesco galimatías, el presidente admitió que le restó importancia: “Siempre quise restarle importancia. Todavía me gusta restarle importancia porque no quiero crear pánico…”

Nadie se explica de dónde el mandatario puede haber sacado la peregrina idea que lo llevó a recomendar tratamientos mediante luz ultravioleta, combinada con inyecciones de desinfectantes para curar la enfermedad. A ello se añaden las ambigüedades sobre el uso de mascarillas sanitarias y la irresponsable convocatoria de mítines políticos masivos sin distanciamiento ni medidas de protección.

El sinuoso, ambiguo y peligroso comportamiento de Donald Trump, seguido por gobernadores y alcaldes republicanos que siguen sus consignas y millones de partidarios que confían en él, tiene impactos que, en conjunto, favorecen más a la propagación del mal que a su contención.

En respuesta a la interrogante de si el presidente ignoraba las peculiares causas de la muerte de su abuelo, su biógrafa, Gwenda Blair respondió que: “…Trump no es un estudiante de historia. Solo está mirando hacia el futuro. No tiene espejo retrovisor y eso significa que aprende poco y recordó el cliché acerca de que las personas que no aprenden de la historia están obligadas a repetirla…” En términos más generales, reflexionó sobre su actitud negativa ante el aprendizaje.

Según se afirma, al presidente no le interesa la historia, aunque tampoco es capaz de atalayar al futuro para percibir la vigencia de grandes problemas globales. Con el retrovisor empañado y sin luz larga, es difícil conducir una nave de las dimensiones de los Estados Unidos que fueron grandes sin Donald Trump y, gane o pierda, lo serán, no por él sino a su pesar. Allá nos vemos.
18/09/2020

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El presente artículo fue publicado por el diario ¡Por Esto! Al
reproducirlo indicar la fuente.

Cuba en Datos: ¿Trabajar yo? Sí, tú...

Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Lissett Izquierdo Ferrer, Edilberto Carmona Tamayo


El número de personas que trabajan en Cuba aumentó en 2019, siguiendo el favorable comportamiento iniciado el año precedente, cuando por primera vez la “curva” subió tras decrecer por tres calendarios consecutivos. El incremento fue de 102 520, muy superior al del 2018 (apenas 7 900), según reveló la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).

Se trata de una buena noticia sobre todo si tenemos en cuenta que los ocupados en la economía representan solo el 41% del total de la población. A la fuerte tensión que impone de por sí la propia dinámica demográfica, que se manifiesta en las bajas tasas de fecundidad y una alta esperanza de vida, se le suma los que por diversos motivos no se incorporan al trabajo.

Pero, ¿hacia dónde fueron los nuevos empleados? Las cifras publicadas en la edición del 2020 del Anuario Estadístico de Cuba indican crecimientos tanto en el sector estatal como en el no estatal. Un dato interesante es la cantidad de trabajadores contratados por el Estado, que aumenta (11 547 más que los contabilizados en 2018) luego de descender durante los últimos años. 

Un informe del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) aclaraba que dentro de esos nuevos ocupados en la economía los maestros tenían un peso considerable. Recordemos aquel titular en Cubadebate que decía que más de 8 000 profesores regresaban a las aulas, tras la decisión del Gobierno de incrementar los salarios en el sector presupuestado.

Mientras, continúa en alza el número de aquellos que laboran en el sector no estatal, fundamentalmente los trabajadores por cuenta propia, que ya son el 41% de ese grupo que acumula 1 506 673 cubanos. No obstante, el sector que más crece es el cooperativo (296 192 más con respecto a 2018), excepto las cooperativas no agropecuarias que registran 1 415 socios menos.

El año pasado el Gobierno cubano informó que no se crearían nuevas cooperativas no agropecuarias, para concentrar los esfuerzos en la consolidación de las ya constituidas de manera experimental.

La propiedad cooperativa integra a las Cooperativas de Producción Agropecuaria, las Unidades Básicas de Producción Cooperativa y las Cooperativas de Créditos y Servicios. Precisamente este sector (agricultura, ganadería y silvicultura) mantuvo en 2019 su condición de líder al emplear la mayor cantidad de fuerza de trabajo en Cuba: 792 400.

Sin embargo, esta actividad sigue sin desempeñar el rol que le corresponde en el sistema económico nacional. Análisis oficiales exponen que el 50% de los alimentos que Cuba importa cada año podría producirse en el país. Esta realidad habla de potencialidades aún por aprovecharse, pero también de la necesidad de, entre otras cosas, estructurar la actividad en cadenas productivas y de invertir más en ella (una de las vías identificadas es la inversión extranjera).

Made with Flourish

Explotar todas las reservas

De acuerdo con un documento de la ONEI al que tuvo acceso Cubadebatelos jubilados reincorporados y los menores de la edad laboral que trabajan de manera autorizada también fueron más en 2019. Aunque, en este último segmento apenas se incluyen 4 377 personas, pese a que desde 2009 existe la posibilidad de que los estudiantes de los cursos regulares de los niveles medio superior y superior sean contratados por tiempo determinado.

Otra estadística proporcionada por la Oficina refiere que la población no económicamente activa disminuyó en 2019, realidad influenciada en lo fundamental porque se cuantificaron 99 959 personas menos dedicadas a los quehaceres del hogar. 

El número de inactivos, o lo que es lo mismo, los que no trabajan ni estudian, también se redujo (17 170 menos que los reportados en 2018), siendo la primera vez que apunta hacia la baja en los últimos cuatro años, según valoraciones del MTSS.

Una situación archiconocida es la existencia de un grupo de personas que están desmotivadas y no trabajan, aun encontrándose en condiciones para hacerlo. Varias pudieran ser las causas, una de ellas tiene que ver con el salario. A la espera está el país de la necesaria reforma salarial para reacomodar los eslabones de una pirámide durante mucho tiempo invertida.

Por cada núcleo familiar, señalan estimaciones oficiales, trabajan 1,2 personas y estos tienen que mantener 1,7 personas. Esta fuerte carga no solo recae en la economía doméstica, sino que se multiplica en grandes proporciones en el ámbito financiero nacional.

El documento consultado por Cubadebate detalla que la tasa de desempleo al cierre del 2019 fue de 1,2%, lo que a nivel mundial se considera “pleno empleo”. Este indicador se ha mantenido descendiendo en los últimos cinco años.

Bajo las sombras...

Aunque en los registros de la ONEI no aparece el acápite de quienes trabajan en la informalidad, bajo esa enorme sombrilla de personas que aparentemente no aportan nada suele esconderse una cifra sigilosa. Se les puede ver por las calles vendiendo productos, en el interior de una cocina de un negocio privado o en la comodidad de su vivienda revendiendo, puertas adentro, mercancía traída desde el exterior o adquirida de manera ilegal dentro de fronteras.

Con un contrato verbal y sin licencia, las relaciones informales florecen para beneficio de aquellos que ven engordar sus bolsillos a partir del trabajo no declarado de otros. A la vez, estos “contratos en el aire” abren las puertas a violaciones de derechos elementales de los trabajadores, como son el descanso, las vacaciones, la licencia de maternidad y la protección de la Seguridad Social.

Quizás en este contexto de pandemia hayan sido esos trabajadores los más afectados ante la paralización de muchos negocios. Sin nadie a quien reclamar y sin evidencias que demuestren su relación contractual con un empleador, son estos hombres y mujeres, junto a sus familias, los más vulnerables en situaciones de crisis.

Sumar más cubanos al trabajo, propiciando los incentivos necesarios, resulta un desafío impostergable para un país cuya fuerza laboral desciende cada año.

Conceptos clave para entender la ocupación laboral de Cuba:

Población en edad laboral: Corresponde a la población masculina de 17 a 64 años y a la femenina de 17 a 59 años.

Recursos laborales: Integra a la población en edad laboral más los menores de la edad laboral que trabajan y los trabajadores que sobrepasan la edad laboral.

Población económicamente activa: Abarca a todas las personas que reúnen los requisitos para ser incluidas entre las personas ocupadas o las personas desocupadas. Se refiere a los ocupados y a los desocupados en el período fijado como referencia para la investigación.

Ocupados: Se considera como ocupada a toda persona de 17 años o más de edad y las de 15 y 16 años que excepcionalmente hayan sido autorizadas a trabajar por las autoridades competentes, que en el día de cierre de la información mantenían vínculo laboral formalizado con un empleo asalariado en metálico o en especie, o un empleo independiente (los ocupados que no reciben un salario). El total de ocupados en la economía comprende el total de personas ocupadas en las distintas actividades de la economía nacional, estén o no comprendidas en la edad laboral y que se desempeñan en un empleo estatal o no estatal.

Desocupados: Son las personas en edad laboral (los hombres de 17 a 64 años y mujeres de 17 a 59 años) que no trabajaron en el período de referencia de la Encuesta Nacional de Ocupación*, por no tener vínculo laboral estable, porque lo habían perdido y han realizado gestiones en busca de otro empleo o porque lo buscaban por primera vez. Se consideran dentro de este indicador las personas que no tienen vínculo laboral estable y hayan trabajado al menos 8 horas. Se considerara además como desocupados, los disponibles con garantía salarial y los disponibles con subsidio.

Inactivos: Incluye a las personas que no trabajan ni estudian y declaran que no desean trabajar o los que no declaran una ocupación como medio de vida y constituye una de las posibles fuentes para la incorporación al trabajo.

Población no económicamente activa: Agrupa a los estudiantes, a las personas dedicadas a los quehaceres del hogar, incapacitados, jubilados y a los inactivos.

Sector estatal: Comprende todas las entidades estatales, sociedades mercantiles, uniones, empresas, organizaciones económicas estatales, unidades presupuestadas, organizaciones políticas y de masas, entre otras.

Sector no estatal: Agrupa al sector cooperativo y al privado.

Cooperativistas: Son aquellos trabajadores que pertenecen a entidades creadas por acuerdo de sus miembros con el fin de producir y comercializar sus productos colectivamente y posteriormente distribuir los beneficios obtenidos entre ellos. Son entidades jurídicas independientes, con patrimonio propio separado del patrimonio individual de sus miembros.

Propiedad cooperativa: Puede abarcar la propiedad de todos sus miembros sobre la tierra aportada como es el caso de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) o su utilización en usufructo Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) y las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).

Cooperativistas no agropecuarios: Comprende a las personas que laboran como socios en las cooperativas no agropecuarias, independientemente de las actividades económicas que realicen.

Privados: Los trabajadores privados comprenden entre otros a los campesinos privados, a los trabajadores por cuenta propia, a los artistas de la plástica, escritores y otros trabajadores intelectuales.

Trabajadores por cuenta propia: Son aquellos trabajadores que siendo o no propietarios de los medios y objetos de trabajo no están sujetos a un contrato laboral con entidades jurídicas, están registrados en la Oficina Nacional de Administración Tributaria donde pagan sus impuestos según lo establecido por la legislación vigente.

*La ONEI realiza anualmente la Encuesta Nacional de Ocupación y toma como muestra a unas 60 000 viviendas.