Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 3 de junio de 2023

Dossier: “Economía y mipymes en Cuba”

El presente Dossier es una selección de opiniones emitidas por destacados economistas, periodista y un dueño de una Mipyme, donde se abordan, desde sus perspectivas, parte de la realidad actual del proceso complejo económico y social que se vive en nuestro país. 

Es una contribución al debate fecundo, a la ofensiva creativa que necesitamos, por tanto, no se erigen como verdades absolutas. Necesitamos debatir, exigir resultados, que existan rendiciones de cuentas efectivas de nuestros dirigentes y un pensamiento estratégico, alejados de “bandazos” e improvisaciones que muchas veces en las coyunturas, no permite verse lo estratégico, para alcanzar la mejor de las sociedades. 

Las satanizaciones a las Mipymes están de moda, como hace años lo estuvo el mercado campesino, pero desde 1996 se está debatiendo su inserción en nuestro proyecto económico – social, y apenas están naciendo. Los encargados de facilitar un ambiente competitivo en beneficio de la sociedad, definir reglas claras, legislaciones, siempre perfectibles, para todos los actores económicos, etc. no son las mismas. Como tampoco lo son, de que las empresas estatales algunas no sean eficientes, que no se estimulen más por ejemplo,  a las cooperativas, que no exista un mercado cambiario racional para todos, que no se incentiven más la creación de riquezas primarias, que exista un modelo excesivamente centralizado que además de tornarse burocráticamente ineficiente, y responsable de la “ cultura de la espera” , no pueda prever, abarcar y solucionar todos y cada uno de los asuntos que se demandan para el funcionamiento eficiente de la sociedad socialista a que aspiramos. 

Recordemos también que, a principios del siglo XIX, existió el “ludismo”, movimiento donde se culpaban a las nuevas tecnologías de la pérdida de empleos tradicionales, y por tanto había que destruirlas. Hagámoslo mejor en este Siglo XXI. 

 

I-             Y DESPUES DE LA ASAMBLEA NACIONAL ¿Qué?

 Por Joaquín Benavides Rodríguez

La Segunda sesión extraordinaria de 10ª. Legislatura de la Asamblea Nacional concluyo, en solo un día de debates. Dos días antes se había celebrado un Pleno del Comité Central del Partido, fuerza dirigente de la sociedad y el estado, en el que además de aspectos internos concernientes a la organización, se examinó un informe sobre las opiniones que 48 mil núcleos del Partido expresaron en reuniones convocadas al efecto, sobre la situación del cumplimiento de los lineamientos aprobados por 3 Congresos sucesivos del Partido, el VI, VII y VIII. La televisión reflejo intervenciones de no pocos participantes en el Pleno partidista, manifestando inconformidad y fuertes críticas a la conducción de la economía y su manifestación en la inflación, el desamparo económico de los núcleos familiares de bajos ingresos y la insuficiente producción nacional de alimentos.

Ello creo una expectativa que, en la Asamblea Nacional, convocada dos días posteriores al Pleno partidista, que tenía como primer punto del Orden del día un informe del Viceprimer ministro y ministro de economía sobre la situación de la economía nacional, se debatirían propuestas del Gobierno para enfrentar la grave crisis económica y de producción de alimentos que enfrenta el País.

Nos quedamos con las ganas de oír las propuestas del gobierno y el debate de los diputados.

El vice premier y ministro de economía, responsable de conducir la economía cubana y por tanto de sus fracasos, con independencia de la responsabilidad innegable que le cabe al bloqueo, sobre todo financiero de Estados Unidos, se limitó a exponer el desastre pormenorizadamente, sin asumir ante la asamblea su responsabilidad personal en decisiones que han enredado extraordinariamente la salida de la crisis, y de su  zigzagueo, en aspectos cardinales como la dolarización de la economía y el establecimiento de una tasa de cambio que ha puesto la economía del país, y no solo del sector privado, en manos del mercado informal. En su intervención reconoció, sin ningún énfasis ni explicación, errores cometidos, pero no asumió la autocrítica que le correspondía como principal responsable de conducir la economía cubana. Termino su exposición de los problemas, y dejo a todo el pueblo de Cuba sin escuchar sus propuestas a la Asamblea Nacional de cómo enfrentar el problema, que no solo el sino todo el Pueblo de Cuba tendrá que asumir.

Es inaudito. El vice premier termino su exposición de una economía en crisis, se retiró a su asiento y el Presidente de la Asamblea, le entrego la palabra, sin que este la haya solicitado, al Ministro de Relaciones exteriores. Este hizo también una pormenorizada explicación de las consecuencias nefastas que para la economía cubana ha tenido el bloqueo desde que después de la derrota en Girón, el enemigo imperialista se dedicó a aplicarlo y recrudecerlo en las sucesivas administraciones norteamericanas. Trump fue el que aposto más a fondo para acabar con la Revolución con sus sanciones. No pudo, y ahora Biden a pesar de haber sido el vice de Obama, continúa con ellas. Bruno Rodríguez, al final de su exposición, manifestó su acuerdo de que era posible superar el bloqueo, a partir de un extraordinario esfuerzo productivo nacional. Termino el Canciller su exposición y el Presidente comenzó a dar la palabra a los diputados.

Como ante el cuadro desastroso de la economía expuesto por el Ministro de Economía, no hubo una propuesta de acciones a tomar, el Presidente Lazo comenzó a dar la palabra. Cada uno de los diputados y diputadas que la solicitaron e intervinieron plantearon cuestiones interesantes y también importantes, pero sin mucha relación de causa y efecto con el informe del ministro. En un momento determinado el Presidente Lazo tomo la palabra para señalar críticamente, utilizando ejemplos concretos la situación de nuestro campo en que se trabaja poco, se produce poco por esa causa y no se pueden importar más alimentos para alimentar al pueblo. Cuando termino su intervención, sin propuestas concretas, salvo de que hay que trabajar y poner a producir cada patio de tierra del país, los diputados que habían solicitado la palabra, la declinaron y concluyo ese punto de la Asamblea.

El siguiente punto fue la importante Ley de la Comunicación Social, por fin aprobada. Después cuestiones administrativas y concluyo la Sesión extraordinaria. El Presidente Lazo en varias ocasiones se refirió que ese aspecto se vería en la sesión de julio de la Asamblea. ¿Pero habrá tiempo, en caso de esperar para entonces?

Estoy seguro que no. Ni la cuestión del combustible que tiene paralizada no solamente el movimiento de la población, sino la producción, incluida la agropecuaria. Ni la cuestión cambiaria, sin cuya solución no sería posible abordar a fondo el problema de la inflación. Ni la reforma de la empresa estatal, imprescindible que resurja situándose al frente de la producción del país. Ni el despegue de la producción azucarera, por mucho margen, la principal fuente de alimento del País, a través de los recursos que genera su exportación. Sin hablar de cuestiones que salen en la prensa, sin una explicación, como la de la introducción de empresas comerciales rusas al País, lo que yo personalmente veo muy bien y estaría de acuerdo, pero acerca de las cuales el Gobierno tiene que informar y explicar coherentemente al Pueblo. Ahora es más importante que nunca conservar la unidad de todos, y no solo de una parte, y eso se logra solo con información para todos. Los medios, no amigos, son los que están dando información profusa y confusa. El lenguaje críptico no funciona en política, y menos en condiciones complicadas y difíciles.

 29/05/2023

 

II- ¡Que las pymes produzcan!

 Se dice y se repite fácil, hasta convertirse en consigna. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y productivas del país ayudan poco en ese propósito.

 Por  Dr.C Juan Triana Cordoví junio 1, 2023

 El sector no estatal y en especial las pymes centran hoy uno de los debates más agudos de todos los que caracterizan la realidad cotidiana en Cuba. De alguna manera, y creo que, con bastante razón, el espacio concedido a los “actores” no estatales se ha utilizado para calificar/evaluar si este proceso de reforma en el que Cuba se encuentra enfrascada desde hace ya más de treinta años es más o menos descentralizado; si se acerca o se aleja del socialismo que hoy puede construirse, atendiendo a nuestras circunstancias, las externas y las internas; si avanza o si retrocede. 

Lo abarcador de ese debate y la polarización que él mismo ha alcanzado es una clara señal de la importancia que tiene el sector en la economía y en la sociedad cubana. 

Algunos datos sobre el sector no estatal de la economía que nos ayudan a visualizar esa importancia:  

- Hoy representa alrededor del 15 % del PIB. 

- Concentra el 35 % del total de empleados y emplea más trabajadores (1,6 millones) que el sector empresarial estatal (1,3 millones). 

- Las pymes han generado alrededor de 250 mil empleos directos en estos dos años. 

- Hasta el 9 de mayo de este año existían en total 8012 pymes, de las cuales 7842 son privadas, 105 estatales, 65 Cooperativas no Agropecuarias. Pero en realidad el sector es mucho más amplio, habría que sumar los TCP, los artesanos, los usufructuarios, las CPA y las CCS, los PDL, ninguno de los cuales es estatal aun cuando no califiquen como pymes, porque no dejan de ser empresas y emprendimientos no estatales. 

- El sector ha generado 4 788 500 dólares de exportación y 270 294 100 en importaciones de los cuales el 61 % (164,8 millones) fueron realizadas por mipymes. 

El hecho de que en la Constitución de la República se acepte la propiedad privada como una de las formas de propiedad funcionales a la construcción del socialismo cubano es, sin dudas, un hito normativo que sanciona el derecho de todo ciudadano cubano a tener su propio negocio. 

Es algo “innovador” en la construcción socio-económica de Cuba y decisivo para los propios “planes de vida” de las cubanas y cubanos que pasan por intentar materializar sus sueños en Cuba en vez de buscar hacerlos realidad fuera de Cuba. Lo es también para las “estrategias familiares” que también pasan por el mismo dilema. 

Cierto que esos actores “no estatales” fueron concebidos como complementarios. Este adjetivo es quizás una de los primeros temas a aclarar en cualquier discusión al respecto, en especial porque es relativamente común identificar “lo complementario” como algo de menor importancia y por demás, prescindible, aun cuando el significado del adjetivo sea otro, a saber, “que sirve para completar o perfeccionar algo”. 

En cualquier sistema económico, completar y perfeccionar no parece ser algo sin importancia y prescindible, en especial cuando quien debería ser el motor de la reforma y la modernización del país, la empresa estatal, no ha podido desempeñar ese papel. Así ha sido en los últimos treinta años, en que, por múltiples razones, algunas propias de la gestión de dichas empresas y otras asociadas a sistemas regulatorios, le han impedido cumplir con ese rol. 

Pero, definitivamente, y aun cuando el marco regulatorio aún deja muchas zonas grises, haciendo que la curva de incertidumbre se dispare, lo cierto es que las mipymes han sabido aprovechar esos espacios y han demostrado una gran capacidad de reinvención. 

Que las mipymes produzcan; que se inserten en el tejido productivo local; que “ayuden” a incrementar la oferta de productos nacionales, a precios accesibles; que no importen tantos productos terminados y sí muchos más insumos y bienes intermedios para generar esa producción nacional tan necesaria; ¡que exporten!, están entre las demandas para las mipymes hoy. 

Lo cierto es que algunas han logrado exportar y que algunas otras han logrado insertarse en articulaciones productivas con empresas estatales. Otras han recuperado plantas de producción e infraestructuras pertenecientes a empresas y otras organizaciones estatales que sufrían un deterioro significativo y amenazaban con perderse, luego de ser muchas veces “canibalizadas”. Anécdotas al respecto hay para llenar muchas cuartillas. Pero a pesar de esos botones de muestra la insatisfacción se mantiene, y se alimenta y es alimentada. 

Cabría volver a recordar que las mipymes apenas tienen dos años de nacidas formalmente, que ese nacimiento fue demorado, con fórceps y en un barco que apenas logra flotar. 

Ya han pasado por la amarga experiencia de ver cómo la norma que las crea, su norma, es sometida a interpretaciones administrativas como la limitación del objeto social, la eliminación de la exención de impuestos en el primer año de operaciones, la amenaza latente de tener que pagar un impuesto del 10 % sobre las ventas mayoristas, que además de ser netamente inflacionario para toda la economía es incuestionablemente oneroso y regresivo, además de contrario al propósito del crecimiento económico. 

Vale recordar también que durante estos dos años las mipymes han tenido que luchar contra prejuicios ideológicos que a veces se convierten en trabas casi insalvables; contra reglas del juego sectoriales que en ocasiones están fundamentadas en la percepción de “alguien” que se permite desconocer la norma. Y que han tenido que “negociar en desventaja”, provocada por vacíos legales, y no pocas veces han perdido oportunidades en espera de permisos que no eran necesarios. 

Sin embargo, lo que ha ocurrido, para sorpresas de algunos, es que allí donde otros actores han visto un problema, muchas mipymes han identificado una oportunidad y han tomado riesgos. 

¡Que las pymes produzcan!, se dice y se repite fácil y puede hasta convertirse en consigna. Sin embargo, las condiciones macroeconómicas y productivas del país ayudan poco en ese propósito. 

Se les pide a las formas de gestión no estatales que importen menos productos terminados y más insumos, sin tener en cuenta que la devaluación de la tasa de cambio hace más cara la importación de esos insumos convirtiéndose paradójicamente en un obstáculo en el propósito de fomentar la producción nacional, altamente dependiente de esos insumos, razón por la cual las propias empresas estatales enfrentan dificultades para “producir”. 

Efectivamente, si se atiende a los datos del anuario de 2021, es posible comprobar la caída drástica de la importación de bienes intermedios —se exceptúa combustibles, aceites, minerales y conexos—, de 2018 a 2020 en 30 % mientras que la caída de la importación de bienes de capital fue de un 40 % lo cual explica en buena parte la reducción de la dinámica de la producción y el deterioro del sistema empresarial estatal. 



Fuente: Anuario Estadístico de Cuba, 2021. Tabla 11.2.

 En el caso de los alimentos esa caída fue mayor rozando el 65 % en relación a 1989. 

Se olvida, además, que esa dependencia de la importación de bienes intermedios y de capital es una deformación estructural de la economía nacional, una falla que no ha logrado revertir ninguna estrategia, ni siquiera cuando tuvimos créditos baratos y precios justos y se logró alcanzar una participación de la producción industrial de más del 30 % en el PIB y las empresas estatales gozaban de ventajas que nunca volverán a reproducirse, entre ellas un tratamiento fiscal excesivamente blando. 

Cierto que este gran deterioro es también una oportunidad de mejora que bien manejada podría tener impactos importantes aun cuando la inversión fuera casi marginal, pero es una oportunidad para todo el sistema empresarial cubano, para las empresas estatales, para las pymes, para la inversión extranjera. Se necesita generar incentivos, confianza y transparencia. 

Si se desea que las pymes “produzcan y exporten” entonces serán necesarias reglas del juego adecuadas para inducir a estas empresas a ese propósito. 

¿No es posible una política tributaria más proactiva hacia aquellas pymes que producen y/o exportan? ¿Acaso no es posible construir un régimen fiscal parecido al que existe en el Mariel para aquellas que tomen ese riesgo? 

¿Por qué no modificar los regímenes arancelarios para ciertos productos que son “insumos” imprescindibles en producciones específicas de interés para el país y para la importación de ciertos equipos que también contribuyen a producir bienes finales? 

¿Por qué no modificar el impuesto sobre utilidades, ese del 35 %, a aquellas pymes que desarrollen y produzcan bienes e introducir exenciones a aquellas que produzcan alimentos? 

¿Por qué seguir demorando la creación de un Banco de Fomento Industrial y Agrícola? 

¿Por qué seguir posponiendo el procedimiento para la creación de negocios entre el capital extranjero y las mipymes? ¿Por qué no hacerlo mucho más transparente y ágil que los que existen hoy en la Ley 118? ¿Por qué no descentralizar la aprobación de proyectos menores a un determinado monto en dólares hacia los gobiernos locales? 

¿Por qué no crear fondos de microfinanzas a partir de las remesas o con participación de bancos extranjeros para el fomento de negocios dirigidos a la producción de bienes y en especial de alimentos? 

¿Por qué no seguir ampliando las actividades que las formas de gestión no estatales pueden desarrollar? 

¿Por qué no aprovecharlas mejor en nuestra lucha perpetua contra el bloqueo norteamericano? 

¿POR QUÉ TANTA DEMORA SI TANTO SE HA DISCUTIDO, ESCRITO Y PROPUESTO? ¿Si la evidencia está demostrando la necesidad y la urgencia de ampliar la participación de estos actores en la economía nacional? 

Cuando se revisa lo que se publica en las redes sociales es posible constatar que existe la intención manifiesta de hacer de las pymes la manzana de la discordia. Ya pasó a mediados de los noventa y el parto fue demorado treinta años. 

Existe la intención de convertir a las pymes en el “enemigo del pueblo” y en la negación de los valores del socialismo, y de demostrar con ello la “equivocación del gobierno”. Es evidente la intención de usarlas como chivo expiatorio del fracaso del programa de ordenamiento monetario, como las causantes de la inflación, de la desigualdad y de la pobreza, todos fenómenos que ya existían antes de su nacimiento. 

También se les quiere presentar como una de las razones del magro avance de la transformación del sistema empresarial estatal. Incluso se les quiere presentar como la puerta trasera por donde se despliega la “actividad enemiga”. 

Hay intención de usarlas para dividir. Pero hace mucho ya que es tiempo de sumar, de encontrar el mínimo común múltiplo. 

Se requieren políticas productivas que sumen el esfuerzo de todos los actores de la economía nacional. Cambiemos las reglas de juego y las pymes producirán. 

III -Las Mipymes, el comercio exterior, la política industrial y la inflación, a no confundirlo todo. A propósito de muchos comentarios.

 Por Dr. Julio Carranza

 En su reciente informe a la Asamblea Nacional el Ministro de Economía ha presentado muy interesantes estadísticas sobre el desempeño del Comercio Exterior durante los primeros meses de este año 2023, subrayó la creciente participación en esta actividad de las formas de gestión no estatal.

 Los datos preocupan, en pocos meses: “las operaciones de comercio exterior de las formas de gestión no estatal, en general, han generado más de 4 millones de dólares en exportaciones y más de 270 millones en importaciones”. El déficit es notable.

 Todo esto en medio de una inflación galopante que no mengua, a pesar de que se afirma (sin evidencias a la vista) que hay un programa antiinflacionario en marcha.

 La inflación es el resultado de las distorsiones que hace años afectan a la economía y por supuesto que también de los efectos del bloqueo y el impacto de los problemas en la economía internacional agravados por la guerra en Ucrania, subrayo que más allá de las causas externas, las causas internas y la falta de correcciones estructurales pesan mucho y ahí siguen.

 La diversificación de las formas de gestión (Mipymes y cooperativas) ha sido un importante paso en la dirección correcta, complementan la dinámica económica con producciones, servicios, comercio y empleo, pero la economía no está hecha de pedazos, es un sistema complejo que debe tratarse de manera integral. No asumir esto da lugar a confundir las causas de los problemas y tomar decisiones inconvenientes.

 Las causas de la inflación son diversas, están en los desequilibrios macroeconómicos, en la contracción de la oferta y en la falta de las regulaciones necesarias y fundamentadas (desde la política fiscal hasta la tasa de cambio, pasando por los precios y la información), también en los efectos de un ordenamiento monetario mal planificado y mal implementado y no en “ la perversión de los nuevos actores económicos”, como con frecuencia se expresa en diversos comentarios, por supuesto qué hay también especulación y corrupción que siempre deben ser restringidas y combatidas por la ley, pero estas, además de que existe en todos los sectores, no son la causa estructural de la inflación, no se debe confundir una cosa con la otra.

 Es significativo que en un periodo de tiempo tan breve las formas de gestión no estatal den cuenta de una parte tan importante del comercio exterior del país, esto no solo demuestra su dinamismo, demuestra también la incapacidad de las empresas estatales debido a su ineficiencia, tal y como existen ahora, de competir y sostener el liderazgo que ha de corresponderle en una economía socialista, diversa pero socialista, donde el liderazgo debe ejercerse a través de la eficiencia no por decreto.

 La reforma de la empresa estatal, no para que deje de ser estatal (pública) sino para que deje de ser ineficiente, es un componente esencial e imprescindible de la reforma económica que, a nuestro criterio, la economía cubana necesita. Además de que tampoco esta es una dimensión aislada del proceso, debe estar integrada a todo el contenido de la reforma.

 Poco se ha avanzado en la transformación de la empresa estatal, los informes oficiales siguen hablando de muchas empresas con pérdidas, ineficiencias diversas, etc. La persistencia de la centralización y de una planificación burocrática, la intervención permanente de los Ministerios y de las OSDES, sumado a la insuficiencia y falta de transparencia de los mercados, el sobrempleo, etc, no permite a las empresas estatales (mayores en tamaño y mayoritarias en cantidad) competir con eficacia. Como se expresa en el informe reciente, en poco tiempo han perdido un gran espacio en el comercio exterior y muchas dependen ya en gran medida de los abastecimientos que le ofrecen las Mipymes privadas y las cooperativas, por ese orden y por cierto todas están igualmente sometidas a las presiones del bloqueo.

 No debe ser una sorpresa que las Mipymes cubran todo el espacio vacío que puedan, pero la existencia de ese espacio vacío no es responsabilidad de ellas.

 Además de las regulaciones y limitaciones extraeconómicas que tienen (muchas de ellas correctas, otras no) deberían actuar en mercados donde las empresas estatales jueguen el papel de liderazgo que les debe corresponder, esto es esencial para contrarrestar la inflación y articular a todos los actores económicos sin las distorsiones actuales.

 Una política industrial (la agricultura incluida) e inversionista y una estrategia de desarrollo bien estructurada, deberían también conducir a mayores recursos en la actividad transformativa que agrega valor y menos (en la también necesaria) actividad comercial.

 La concentración de las actividades económicas en el área comercial y el crecimiento de las importaciones tampoco se debe esencialmente a “perversiones y ambiciones”, por mucho que estas existan, se trata del efecto de la ausencia de una política industrial que favorezca el tejido productivo y estimule la sustitución de importaciones, hoy casi todo, menos las consignas, incentiva las importaciones y ahí están los resultados. Hay cosas sin las cuales no se puede vivir y si es imposible o muy difícil producirlas, pues se importan y en eso estamos.

 Las MIPYMEs, como todo, necesitan desarrollo y regulaciones, mismas que necesita la economía en general, pero sin dudas son parte complementaria e importante de la solución, son parte de la reforma integral y profunda que la economía necesita, incluida la esencial reforma de la empresa estatal. A estas alturas cualquier confusión al respecto sería fatal, ojalá esos ruidos que se escuchan contra las nuevas formas de gestión no tengan mayor impacto. Sería lamentable que no aprendamos de nuestra propia historia.

 25 de mayo 2023

 Por Fidel Vascós

 July:

 Que el sector no estatal sea capaz de importar mil millones de USD este año 2023, a pesar de todas las trabas que lo limitan, es un éxito extraordinario que ratifica hacia donde debe ir el esfuerzo principal de nuestra política económica.

 En mi opinión, a la nación no le afecta que esas importaciones sean de productos finales o de bienes intermedios, pues lo importante es que se incremente la oferta en el comercio minorista. El mercado no distingue entre propiedad estatal y propiedad no estatal. Sus leyes objetivas tampoco reconocen actividades legales o ilegales. Lo ilegal se define por los hombres que dirigen el Estado los cuales disponen medidas administrativas para que no se ejecute lo conceptuado como tal. En nuestro caso, son muchas las medidas aprobadas que definen como ilegal demasiadas acciones productivas, comerciales y financieras que no deberían serlo. 

 Ante las necesidades no satisfechas de la población, parte de la respuesta ante el irracional entramado de controles y limitaciones administrativas impuestas es el incremento del mercado negro con elevados precios. Desde el punto de vista social reconozco que no todos los ciudadanos pueden pagar los altos precios de hoy pues existe una diferenciación de ingresos monetarios en nuestra población. Pero la solución a estos problemas no es ir hacia atrás, hacia la mal llamada Ofensiva Revolucionaria de 1968 que nacionalizó hasta los puestos de fritas y convirtió en estatal casi todas las actividades económicas.

  Mi propuesta de lo que hay que hacer en nuestro país es ir hacia delante, al encuentro del nuevo momento histórico, donde prima el mercado como regulador de la economía. En estas circunstancias, el Estado no debe estorbar el desarrollo del mercado sino facilitarlo. A su vez, debe tomar decisiones para aliviar los efectos que pudieran ser socialmente indeseables como resultado de la utilización de las relaciones monetario-mercantiles. Dos ejemplos, entre tantos, consisten en aplicar subsidios a personas vulnerables y no a productos; así como incrementar anualmente el salario mínimo y las más bajas jubilaciones a la misma tasa de la inflación del año anterior. 

 En general, lo que propongo es abandonar el socialismo de Estado altamente centralizado heredado del CAME, que en su esencia es el que está vigente en nuestro país, y adoptar un modelo cubano autóctono de socialismo de mercado que está por diseñar integralmente. Un abrazo.

  

 IV - Conclusiones apresuradas

Por Katia Siberia

Después de postergar durante una década la anunciada aprobación de las mipymes, en estos casi dos años de creadas les han llovido más cuestionamientos que halagos

La Cadena Cubana del Pan, que pertenece a un ministerio cuya importadora no ha podido situar la harina de trigo en sus almacenes, no amasaría siquiera las 9 toneladas diarias de pan que venderán en Ciego de Ávila a precios diferenciados, si diferente no fuera el origen de su “nueva” harina de trigo.

Una empresa privada hará, y está haciendo, lo que la importadora estatal no ha podido; ya sea a causa del bloqueo norteamericano, por la falta de financiamiento, por los costos de los fletes, o por una larga cadena que la pequeña o mediana empresa privada, a cuenta y riesgo, ha logrado acortar.

Invasor aún no se ha sentado a relatar los avatares del privado, si bien damos por sentado que no compra mayoristamente buques de harina o de trigo y, en consecuencia, paga más por toneladas o que hará “malabares” para luego reaprovisionarse en moneda extranjera y cerrar ciclos financieros, mientras paga por contenedores en el Mariel, y camiones alquilados, y estibadores…

Conclusión primera: toda actividad comercial tiene un costo.

El saldo para la parte estatal se esbozaba en octubre de 2022, cuando la directora técnica de la Empresa Cubana de Molinería aclaraba que un buque de trigo costaba alrededor de 16 millones de dólares y, al mes, Cuba necesitaba cuatro. La inestabilidad en el financiamiento, dijo, nos dejaba con uno o con dos, y entonces el mayor costo era fácil de calcular: no se producía ni la mitad de lo que demandábamos. Y para producir esa harina o ese pan, antes hay que llevar el trigo a la industria molinera, procesarlo, transportarlo en casillas de tren o rastras para luego… Es decir, tampoco se produce al ritmo que necesitamos.

Pero Invasor sí estuvo en la reunión donde el director de la Cadena Cubana del Pan en la provincia sometía a consideración fichas de costo con esa “otra” harina importada que ellos adquieren aquí a 300.00 pesos el kilogramo y elevaría el precio del pan de 200 gramos a 70.00 pesos.

Conclusión segunda: las dos partes han salido ganando en su encadenamiento, aunque no faltarán quienes cuestionen a la empresa de la Industria Alimentaria por el precio abusivo y quienes acusen, en primer lugar, a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) privadas, por ser más abusivas aún.

Y yo, que no soy ni economista ni fiscalizadora, y que solo tengo la palabra de quienes calculan, certifican y explican por qué la vida se nos ha encarecido tanto, debo decir que, a pesar de no alcanzarme el salario, a veces me bastan ciertas explicaciones.

Ese no será el “pan nuestro de cada día” del sector presupuestado, pero ya sabemos que existen —para bien— otros consumidores, otros ingresos. El de ese mismo trabajador en una mipyme, el del padre que recibe remesas, el del trabajador de la empresa estatal que sí paga resultados porque sí los obtiene…

No sería lógico entonces que yo, desde mis 4800.00 pesos mensuales, le exija a una empresa privada que produzca teniendo en cuenta mi escala salarial. Como si ya esta tuviera suficiente tiempo de creada y hubiese podido abaratar costos a golpe de eficiencia y procesos más dinámicos; como si tuviese la red de distribución estatal o pagara los bajos salarios que pagan las panaderías estatales; como si accediera a recursos por planes y no por gestiones; como si tuviese un fondo aprobado para garantizar producciones subvencionadas y luego viniera el presupuesto del Estado a cubrir ese déficit.

No. No son las mismas circunstancias, por más que se diga que estatales y privados están en igualdad de condiciones. Y esas diferencias se reflejan en precios, también. Se traducen en sesgos, incluso, si decimos empresa estatal socialista, y no empresa privada socialista. Se confunde propiedad con sistema, ¿o es que acaso todas no pertenecen al mismo entramado empresarial del socialismo cubano?

Después de postergar durante una década la anunciada aprobación de las mipymes, en estos casi dos años de creadas les han llovido más cuestionamientos que a las que llevan décadas siendo ineficientes y no han podido, o sabido, reinventarse para abastecer al hoy maltrecho mercado.

De ahí sacan conclusiones apresuradas que dividen en buenas y malas; un fuego cruzado en el que pierden ambas y, por transitividad, todos. Los que compran pan… y los que no.

 

V - Por Yulieta Hernández Díaz,  La Habana, Cuba. PYME Privada. Grupo de Construcciones Pilares.

Quiero que este post, sea sobre el emprendimiento, para los emprendedores y hecho por todos y para todos; ¡Porque todos somos emprendedores!

1. Pagamos impuestos. Altísimos; ¡Pero SÍ pagamos! Ayudamos con nuestro aporte tributario.

2. Generamos Empleo. Según estadísticas del MEP del 21/02/2023: 123 872, nuevos empleos.

3. Aportamos bienes y servicios. Pues otra vez: SÍ; no sólo hacemos comercio (revendedores). Según estadísticas, solo el 3.3 % se dedica a la actividad del comercio.

4. Ayudamos aumentar el tejido empresarial. Dígase encadenamiento, asociaciones, o sinergia; para la economía del país.

5. Tenemos Responsabilidad Social Empresarial. El emprendimiento en Cuba, casi que califica como cooperativismo, como económica social solidaria; que como sociedades mercantiles. Hemos visto al emprendimiento en Cuba, donde se le ha necesitado:

- Tornados.

- Ciclones.

- Siniestros.

- Accidentes.

- Sectores vulnerables.

6. Se está cumpliendo con lo dispuesto en la conceptualización del modelo económico y social cubano, que reconoce a los nuevos actores como parte del desarrollo de nuestro país.

7. El mayor % en los nuevos actores, lo lleva la construcción. Se ha contribuido a rescatar parte del patrimonio construido del país y hemos construido nuevos inmuebles.

8. Aumentamos la competitividad en el mercado por tanto forzamos a otros actores a mejorar sus servicios.

9. Aportamos conocimiento y también I+D.

10. Hemos aportado en la formación de oficios y laboral. Colaborando con instituciones educacionales del país, en las prácticas escolares y laborales. En todos los niveles de la educación: círculos, primarias, secundarias, educación tecnología y de oficios, preuniversitaria y universitaria.

11. Aporte al desarrollo territorial. En el municipio y la provincia. Un ejemplo son la gran cadena de mini industrias en el país.

12. Ayudamos aliviar la carga Social del Estado. Aportamos al presupuesto del Estado y a disminuir el déficit fiscal.

13. Creamos oportunidades.

14. El emprendimiento cubano aporta crecimiento personal, autorrealización, riqueza espiritual, sostenibilidad familiar, encuentro desde la diversidad, respeto en el diálogo, reciprocidad, fraternidad, y esperanza en una Cuba mejor es posible "con todos y para el bien de todos".

15. El emprendimiento cubano contribuye a la diversificación de la oferta de productos y servicios exportables al mercado internacional y el acceso a la importación de productos deficitarios en el país con mayor agilidad.

¡Pues sí, importamos! ¡Y también exportamos!

16. A contribuido a la independencia económica de muchísimas mujeres con alternativas laborales que se ajustan a sus condiciones y horarios desde el hogar.

17. Exquisitos trabajos de restauración en el Capitolio, el Teatro Martí, innumerables obras de valor patrimonial, cuenta con el aporte de maestros del granito, el yeso, el enmasillado, la cerámica, la orfebrería, entre otros, a lo largo de todo el país, y esperamos que crezca el emprendimiento, porque #Cuba lo necesita, las nuevas formas de gestión vinieron para quedarse y para desarrollar el país .

18. Hemos rescatados instituciones y producciones que se encontraban sin utilidad y que habían dejado de producirse.

18. Hemos incorporado nuevos productos al mercado, utilizando ciencia e innovación.

19. Hemos incorporado al proceso productivo recursos que se desechan o no se le da la utilidad debida.

20. Hemos contribuido a la disminución de precios en muchos renglones, aunque aún no sea suficiente, con una producción y/o comercialización más eficiente y con el aumento considerable de la oferta.

21. Hemos obligado a las empresas (estatales) que prestan servicios, producen o comercializan productos a ser más competitivas (calidad, precio, tiempo de entrega, etc), para que puedan competir en el mercado; aún con las enormes desventajas que nos obligan a tener (impuestos, alquiler de equipos, arrendamiento de locales, créditos, asignación y precio de los combustibles, y un enorme ETC), pero de eso no se trata este post.

22. En la producción de materiales, equipos y herramientas, aún con la falta de entrega de insumos imprescindibles, hemos dotado a los gobiernos locales, de una mayor cantidad y variedad de renglones necesarios para la construcción y los servicios de todo tipo que anteriormente no tenían, o eran insuficiente.

23. En la actividad de la construcción se han incrementado enormemente los alcances y la calidad del servicio; así como se ha disminuido los tiempos de entrega y los costos del servicio constructivo.

24. Por primera vez ha existido un encadenamiento real y nacional de los actores de la economía.

25. Aún con impedimentos reales, objetivos y subjetivos, se ha logrado acceder a recursos que empresas estatales, por diferentes motivos, no podían o se tardaban demasiado para importarlas al país.

26. El emprendimiento y el sector privado han logrado un resurgimiento del diseño, la comunicación, el marketing, la mercadotecnia, el branding, las marcas y la inteligencia comercial en el país.

 VI- ¿Queremos o no queremos MIPYMES?

 Dra Ileana Diaz Fernández, CEEC

 La Constitución y la Conceptualización hablan de la propiedad privada e incluso de empresas familiares y micro, pequeña y medianas. Finalmente, en septiembre de 2021 sale el Decreto Ley 46 sobre estas MiPymes, y no llegamos a 2 años y pareciera que todos los males que padecemos es culpa se ellos: la inflación, la reventa desmesurada, se habla de deformaciones y hasta de la segunda economía.

 La segunda economía se vuelve enemigo de la sociedad, si la primera economía no funciona y otras cosas más. Resulta que si, nuestra economía estatal (que debe ser la primera) no funciona: Ni la agricultura, ni la alimentación, ni su distribución (ver las intervenciones del Primer Ministro en los tres organismos. Periódico Trabajadores). ¿Eso significa que la solución es arremeter contra la privada porque funciona o resolver los problemas de la primera economía?

 ¿Entonces? es momento de pensar, integradoramente y no por parcelas. Pueden haber MiPymes inescrupulosas, también empresas estatales corruptas, pero ¿son generalidades?

 Aunemos esfuerzos en cambiar las cosas entre todos, Gobierno, academia, MiPymes, empresas estatales, etc., intercambiemos criterios, escuchémonos los unos a los otros y entre todos construyamos el futuro próspero que espera este pueblo. ¿Seré una soñadora?

  

FIN

 

Primavera en Ciego de Ávila con más hectáreas por sembrar

 

 
ECONOMÍA

Foto: Sayli Sosa

Pasamos de cultivar 13 153 hectáreas en 2019, a 17 191, en la presente etapa. El crecimiento se redondea en 4000 hectáreas

Este año, los agricultores de Ciego de Ávila volvieron a hacer lo que ya han vuelto costumbre y “obligación”: crecieron en sus campos. Los planes cifraron la actual campaña de primavera en 17 191 hectáreas (ha), alejándose de las 15 425 que se habían plantado el período pasado, entre marzo y agosto de 2022.

Si se revisan las estadísticas los datos ilustran el salto del último quinquenio. Pasamos de cultivar 13 153 ha en 2019, a 17 191, en la presente etapa. El crecimiento se redondea en 4000 hectáreas. Y hasta el 23 de mayo los números indicaban que era posible.

Un informe del departamento de Cultivos Varios, de la Delegación Provincial de la Agricultura, lo traducía en 95,6 por ciento de cumplimiento. De las 8636 ha que debían sembrarse hasta el 31 de mayo, iban por 8198, el 95,6 por ciento, de ahí que las tensiones fueron casi nulas.

No obstante, el comportamiento por meses ilustraba otra realidad. Otro ritmo. En marzo se plantó el 105 por ciento de lo previsto y en abril se acercaron, con el 98. Pero mayo rondaba el 60 por ciento de lo planificado y no parecía que, en apenas una semana, pudieran recuperarse. Comenzaban las tensiones.

Lo consentía Raúl Monguía Rodríguez, especialista de ese departamento, quien explicaba que el comportamiento de este mayo estuvo muy distante del recorrido que traían, debido a dos inconvenientes imposibles de revertir. Mucha agua y poco combustible.

Con un mes muy lluvioso y con niveles de combustibles que casi los han paralizado, decayó el ritmo de la siembra avileña, aun cuando a tres meses de concluir la campaña resta tiempo para recuperarse.

El año pasado no pudieron. En julio ya Invasor decía que retoñaban los contratiempos, y finalmente la campaña del 2022 se quedó casi 1000 ha por debajo de lo esperado. Las causas, apuntaban, otra vez, a lo mismo.

“Las cifras de combustible han estado hasta en un 30 por ciento, y con ese volumen no siempre hemos podido priorizar la preparación. En paralelo, ha habido que sacar cosechas del campo, no podemos dejar perder los frutos”, admitía Arturo Gómez Ramos, subdelegado de Cultivos Varios. Tal situación los ponía en jaque entonces… y ahora. Porque hay que seguir cosechando y seguir sembrando, para luego volver a cosechar.

En ese ciclo interminable hay municipios que logran mejor desempeño que otros. Así lo reflejaba la tabla agrícola en la que Bolivia aparecía, hasta el 23 de mayo, al 82 por ciento de sus planes, mientras que Primero de Enero andaba por el 111 y Majagua, por el 105. Tales disparidades motivan otros razonamientos pues, si los territorios disponen de similares recursos, podría esperarse cumplimientos parecidos, pero no es el caso. ¿Por qué?

Y aunque, como recalcó el ministro de Economía Alejandro Gil, en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, “hay que tener más producción de alimentos, que es donde se concentra el principal impacto inflacionario”, lo cierto es que han disminuido los niveles de producción de viandas, hortalizas, huevos, leche, arroz, frijoles y otros productos.

Lo adelantábamos en junio de 2020, más hectáreas sembradas no eran igual a más comida, porque ante la ausencia de insumos como abonos químicos, herbicidas y fungicidas, los rendimientos agrícolas cayeron estrepitosamente, en algunos cultivos se estimó la caída hasta en la mitad.

En esa fecha cuatro renglones ilustraban sobremanera: “el boniato, que antes rendía entre 15 y 16 toneladas por ha, ahora debe aportar unas ocho. El plátano se calcula sobre las 15 y rondaba las 50. La yuca podría descender de 15 a ocho. El arroz, de 4,2 desciende a 2,1”.

En lo que va de 2023 podríamos graficarlo con los rendimientos de la papa.