Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 17 de diciembre de 2021

La deuda mundial alcanza cifra récord



Los programas de protección social y salud que debieron activarse con la covid-19 condujeron en muchos países a incrementos en los niveles de deuda pública, favorecidos por tasas de interés relativamente bajas, y contribuyeron a un récord en el endeudamiento global. Foto: Henitsoa Rafalia/BM

WASHINGTON – En 2020 se produjo el mayor aumento de la deuda en un año desde la Segunda Guerra Mundial y el endeudamiento global alcanzó a 226 billones (millones de millones) de dólares, indicó un estudio divulgado este viernes 17 por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La crisis financiera mundial y la profunda recesión, disparadas con los efectos de la pandemia covid-19, fueron responsables de ese aumento, que ahora enfrenta a los gobiernos con niveles inusitadamente altos de deuda pública y privada, nuevas mutaciones del virus y creciente inflación.

Ya antes de la crisis el nivel de endeudamiento era elevado, pero el año en que se desarrolló la pandemia aumentó 28 puntos porcentuales y se situó en 256 % del producto bruto mundial, de acuerdo con la base de datos del FMI.

El endeudamiento púbico contribuyó un poco más de la mitad del aumento, y el coeficiente de deuda pública se disparó a un nivel sin precedentes de 99 % del PIB, mientras la deuda privada de empresas no financieras y la de hogares también alcanzaron nuevos máximos.

Los aumentos de la deuda fueron especialmente notables en las economías avanzadas, donde la deuda pública subió de alrededor de 70 % del PIB, en 2007, a 124 % del PIB en 2020.

La deuda privada aumentó a un ritmo más moderado, pasando en el mismo período de 164 a 178 % del PIB.

La deuda pública ahora representa casi 40 % de la deuda mundial total, la mayor proporción desde mediados de los años 60 del siglo pasado.

La acumulación de deuda pública desde 2007 obedece en gran medida a dos graves crisis económicas que los gobiernos han tenido que afrontar: primero la crisis financiera mundial de 2008-2009, y luego la pandemia de covid.

Existen fuertes variaciones en los movimientos de deuda entre un país y otro, y las economías avanzadas más China cargaron con más de 90 % de los 28 billones de dólares en que aumentó la deuda en 2020.

Los economistas autores del informe del FMI, Vitor Gaspar, Paulo Medas y Roberto Perrelli, lo atribuyen a que esos países pudieron incrementar la deuda pública y privada durante la pandemia gracias a las bajas tasas de interés, las medidas de los bancos centrales y sus mercados financieros bien desarrollados.

Pero la mayoría de las economías en desarrollo están en la otra orilla de la brecha de financiamiento, desde donde se enfrentan a un acceso limitado a los fondos y a menudo con tasas de interés más altas.

En las economías avanzadas, los déficits fiscales se dispararon por el desplome de los ingresos a causa de la recesión y la adopción de amplias medidas fiscales ante la propagación de la covid.

Así, la deuda pública creció 19 puntos porcentuales del PIB en 2020, un aumento semejante al registrado durante la crisis financiera mundial, en un período de dos años: 2008 y 2009. La deuda privada, sin embargo, aumentó 14 puntos porcentuales del PIB en 2020, casi el doble que durante la crisis financiera mundial.

Durante la pandemia, los gobiernos y los bancos centrales facilitaron un mayor endeudamiento del sector privado para ayudar a proteger vidas y medios de vida. Durante la crisis financiera mundial el desafío consistía, en cambio, en contener los daños infligidos por un sector privado demasiado apalancado.

Los países de mercados emergentes y en desarrollo enfrentaron restricciones financieras mucho más duras, pero con amplias disparidades. China por sí sola contribuyó en 26 % al aumento de la deuda mundial.

Los mercados emergentes (excluida China) y los países de bajo ingreso representaron pequeñas proporciones del aumento de la deuda mundial, de alrededor de un billón y 1,2 billones, en cada caso, principalmente por un mayor endeudamiento público.

Sin embargo, tanto los países de mercados emergentes como los de bajo ingreso están enfrentando coeficientes de deuda elevados debido a una fuerte reducción del PIB nominal en 2020.

El fuerte aumento de la deuda estuvo justificado por la necesidad de proteger la vida de las personas, preservar los empleos y evitar oleadas de quiebras. Si los gobiernos no hubieran tomado medidas, las consecuencias sociales y económicas habrían sido devastadoras, sostuvo el reporte.

Pero la escalada de la deuda amplifica las vulnerabilidades, sobre todo a medida que las condiciones de financiamiento se tornan restrictivas. Los mayores niveles de endeudamiento limitan en muchos casos la capacidad de los gobiernos para apoyar la recuperación y la capacidad del sector privado para invertir a mediano plazo.

Por ello, “un desafío crucial radica en encontrar la combinación justa de políticas fiscales y monetarias en un entorno de deuda elevada y creciente inflación”, pues “las medidas de los bancos centrales hicieron que las tasas de interés descendieran al límite y que a los gobiernos les resultara más fácil endeudarse”.

Los expertos estiman que “la política fiscal deberá modificarse conforme suban las tasas de interés, sobre todo en los países con mayores vulnerabilidades de deuda”, pues cuando las tasas de interés reaccionen, el mayor gasto, o la reducción de los impuestos, incidirá menos en la actividad económica y el empleo.

También se podrían generar presiones inflacionarias y es posible que se agudicen las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de la deuda.

Por ello los autores insisten en un equilibrio entre la flexibilidad de las políticas, la adaptación a circunstancias cambiantes y el compromiso con planes fiscales de mediano plazo, creíble y sostenible.

Y, finalmente, sostienen que la pandemia y la brecha mundial de financiamiento “exigen una cooperación internacional sólida y eficaz, y apoyo a los países en desarrollo”.

A-E/HM

En 2022 avanzaremos gradualmente en la eliminación de la inflación; no será fácil, pero tampoco imposible

Debaten en III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba proyectos de Plan de la Economía y Presupuesto del Estado para 2022 que se presentarán en sesión ordinaria del Parlamento. Vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, analiza procesos inflacionarios y formas de controlarlos

Foto: Estudios Revolución

Como una intervención medular, reflexiva, autocrítica, calificó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la intervención en el III Pleno del Comité Central, del vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, donde analizó el incremento de precios que hoy vive el país y las formas de revertir estas tendencias.

Estamos en condiciones de enfrentar el proceso inflacionario y en 2022 avanzar gradualmente en su eliminación, afirmó Gil Fernández. «No es fácil, pero no imposible, está en nuestras manos y lo lograremos», sentenció con total convencimiento.

Ante la contundencia de los datos ofrecidos sobre el proceso inflacionario (todos públicos, pueden encontrarse en publicaciones de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información —ONEI—), el calado del análisis y la proactiva posición del economista, el Presidente de la República le solicitó a Gil Fernández abordar el asunto con profundidad en el Octavo período de sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional, que comienza este martes 21 de diciembre.

El Vice primer ministro presentó al III Pleno los principales aspectos del Plan de la Economía Nacional para 2022, y la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, adelantó los estimados del anteproyecto del Presupuesto del Estado para el año que se avecina. Ambas propuestas fueron sometidas a votación y aprobadas por el Pleno partidista para su presentación la próxima semana en el parlamento.

Y SIN EMBARGO, CRECEMOS...

El titular del Ministerio de Economía y Planificación (MEP) inició su intervención con la evaluación del comportamiento de la economía en los últimos trimestres, los más recientes a partir de datos preliminares o estimados. Expuso que la nación vivió siete de contracción económica, pero los tres últimos son de crecimiento.

Aunque no se compensará la caída sobre el 13 por ciento del Producto Interno Bruto que se ha acumulado en parte del último bienio, 2021 cerrará con un alza estimada en el entorno del dos por ciento, recordó.

A pesar de la pandemia y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de EE.UU. contra Cuba, en 2021 se han hecho, además, profundas transformaciones económicas y sociales, subrayó.

Entre los resultados enumeró el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, el perfeccionamiento de los actores económicos, la adopción de medidas para el incremento de las producciones agropecuarias, la implementación de la Estrategia Económica y Social, el trabajo en los barrios y en las comunidades, la atención a personas en situación de vulnerabilidad, y los avances en el Plan de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 a través del sistema de macroprogramas, programas y proyectos.

El 2021 fue un año tenso, pero de grandes y profundas transformaciones, sentenció Gil Fernández.

No obstante, se confrontaron varios aspectos negativos, como que más de 500 empresas estatales cerrarán el año con pérdidas y el vínculo de estas con los precios que están aplicando; la dolarización parcial de la economía en las relaciones entre las empresas y de estas con el sector no estatal; y las desviaciones del diseño de la Tarea Ordenamiento, fundamentalmente en lo referido a la inflación minorista.

Entre éxitos y tropiezos, 2022 llega a Cuba con un horizonte promisorio, el Plan de la Economía para el año que ya viene tiene entre sus objetivos priorizados: avanzar, como parte de la reanimación gradual de la economía, en el proceso de estabilización macroeconómica; en la recuperación del papel del peso cubano como centro del sistema financiero, y en la racionalidad de los precios de los productos y servicios, priorizando los que resultan más sensibles para la población.

El 2022 también será el año para estabilizar el Sistema Electroenergético Nacional (SEN); para continuar la atención priorizada a personas, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad; para transformar el sistema empresarial estatal, sujeto principal del modelo económico; y para descentralizar las competencias en función de una mayor autonomía en los municipios según el mandato de impulsar el desarrollo territorial.

INFLACIÓN: ESE TEMA NUESTRO DEL DÍA A DÍA

En un análisis sin medias tintas —crítico, pero proactivo; de saber y reconocer, pero también de hacer—, Gil Fernández ilustró que la inflación que estamos viviendo no es un «problema cubano», es un fenómeno global.

El mundo está enfrentado el peor proceso inflacionario de los últimos 30-40 años, de lo que dan cuenta todos los días los medios de comunicación y las redes sociales.

Por un lado, explicó el Vice primer ministro, la ralentización de la actividad productiva es mundial y todos los países han estado inyectado dinero a la circulación, emitiendo dinero sin respaldo productivo. Por otro, en varias naciones empieza a producirse un incremento de la demanda como parte del ajuste de la economía mundial para el período pos COVID-19.

En este contexto —añadió— era previsible que el capitalismo intentara recuperar las pérdidas acumuladas durante la pandemia, que trataría de renacer sobre sus propias cenizas, que sus empresas en pérdidas irían a recuperarlas a través del incremento de los precios. Eso es lo que está pasando.

Cuba, con su economía abierta, no escapa a las draconianas condiciones que imponen el inamovible orden económico y financiero mundial y otras falencias. El titular del MEP lo argumentaba explicando que nuestro país está insertado en ese mundo; que estamos con un bloqueo recrudecido y criminal; y que hemos dejado de ingresar en los últimos tiempos más de 3 000 millones dólares (sin incluir los daños por el bloqueo).

El enfrentamiento a la COVID-19, agregó, ha supuesto al mismo tiempo un incremento de los gastos en divisas para atender a nuestra población, porque la Revolución nunca pondrá la economía por encima de la salud de nuestra gente. Otros países lo han hecho, pero la respuesta de nuestro Gobierno a la pandemia fue priorizar la salud. Esa es la diferencia entre el socialismo y el capitalismo.

Junto a lo anterior, la nación ha tenido que enfrentar un incremento exorbitante de los precios de las importaciones y de los fletes (y muchas navieras no quieren trabajar con Cuba debido al bloqueo); ha sufrido una disminución de los rendimientos agrícolas por limitaciones con los insumos, lo que encarece los costos reales; y ha tenido que inyectar liquidez (emitir dinero sin respaldo productivo) para proteger a la población, incluido sectores como la cultura y el turismo y los trabajadores que han quedado interruptos.

Este es el escenario que hemos tenido que enfrentar, conceptuó Gil Fernández. Un escenario de inflación de costo e inflación de demanda, la tormenta perfecta para que se pudiera dar el fenómeno de la inflación que estamos viviendo (aunque no es totalmente justificado, como explicaría más adelante).

Esa es la realidad —ratificó— y nada de eso ha tenido que ver con la Tarea Ordenamiento. Debido a la agudización del bloqueo, al enfrentamiento a la COVID-19 y a la crisis económica internacional a la que esta ha conllevado, esto iba a suceder con o sin Tarea Ordenamiento. Todos estos elementos estarían presentes de cualquier manera. Eran inevitables.

HAY SUFICIENTES ARGUMENTOS PARA LLAMAR AL ORDEN

«La inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios en un período determinado de tiempo», conceptuó el Vice primer ministro y titular del MEP ante los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que realizaron entre el 16 y el 17 de diciembre el III Pleno tras la celebración del 8vo Congreso en abril pasado

En Cuba tenemos inflación, sin embargo, no tenemos un incremento generalizado de los precios, aclaró Gil Fernández.

Explicó que en el país no han crecido los precios de la electricidad (en enero el barril de petróleo estaba sobre los 50 dólares en el mercado internacional y hoy está sobre los 70 dólares, pero ese incremento de los costos no se trasladó al consumidor cubano), no se han incrementado los precios de la tarifas en CUPET, ni el precio del gas...

Tampoco se han elevado los precios de las telecomunicaciones (más bien bajan). No se ha elevado el precio de la canasta familiar normada. Y no hablemos de los servicios de Salud, Educación y otros que fueron, son y seguirán siendo gratuitos.

Además de todo eso, tenemos un conjunto de bienes y servicios que impactan en la familia que se ha decidido mantener sus precios, porque benefician a todos los cubanos por igual. En el país, entonces, se mantienen topados precios estatales, por lo que tienen una inflación igual a cero, señaló más adelante Gil Fernández.

En Cuba —reiteró el Vice primer ministro— «no hay un incremento generalizado de los precios»; lo que estamos viviendo es un «incremento irracional de un grupo de precios por indisciplinas, motivaciones y factores que tenemos que enfrentar y corregir.

Tenemos suficientes argumentos para llamar al orden, para controlar determinados procesos que están asociados a personas inescrupulosas, a personas que intentan hacerse ricas a costa de las necesidades del pueblo.

Gil Fernández también denunció campañas difamatorias (torpes, tendenciosas, falsas) como la que habla de que en el país hay una inflación del 6 900 por ciento, una manipulación de un ejemplo que se puso en su momento para explicar cuál sería la devaluación del peso cubano si el sector estatal se encadenara con el no estatal a partir de algunos supuestos.

La inflación en Cuba en 2021, informó, cerrará por encima del 70 por ciento, pero sobre el 44 por ciento corresponde al mes de enero en comparación con el mes de diciembre de 2020, debido a la Tarea Ordenamiento. Fue un proceso lógico por la devaluación de la moneda, pero que estuvo acompañado por un incremento sustancial de los salarios en el sector estatal, las pensiones y las prestaciones de la asistencia social.


Foto del Periodico Invasor (HHC)        

La inflación en 2021 estará por encima de lo diseñado en la Tarea Ordenamiento. Esto afecta —reconoció Gil Fernández— parte de la capacidad de compra del salario (a lo que se suman, para empeorar, el desabastecimiento, y la especulación y el acaparamiento por parte de personas inescrupulosas denunciadas por Gil Fernández en el Pleno)

Resumiendo, el Vice primer ministro reiteró —palabras más, palabras menos— que el país está enfrentando una inflación que sin dudas está afectando mucho la capacidad de compra del salario y de otros ingresos de la población. Enfrentar esta situación, sin embargo, «no es ni fácil, ni imposible».

El titular del MEP argumentó también sobre dos sugerencias que se hacen para poner coto a los procesos inflacionarios, pero que evidentemente ni él ni la dirección del país comparten.

Se habla, por ejemplo, de que se suban los salarios. Sobre esto acotó que hacerlo sin incrementar la oferta es contraproducente, porque destruiría en poco tiempo la nueva capacidad de compra de las personas por tal subida. Lo primero es que hay que incrementar la oferta, puntualizó sin ambages.

Sobre otra sugerencia, la relativa a topar precios en todos los mercados, incluido los de oferta y demanda, señaló que este es un camino ya recorrido, y que siempre se debilita. Es muy difícil controlar el cumplimiento de decisiones de este tipo.

Cuál es la solución que tenemos que dar. Es política, discusión política, respondió Gil Fernández. Hay que discutir con los productores, con los intermediarios, y los otros actores que intervienen en la cadena de valor, convocando a la conciencia, a la solidaridad.

«Ese es el trabajo que corresponde a una sociedad socialista, que lo da todo a favor del pueblo», conceptuó.

Solucionar la inflación va por la vía del incremento de la oferta, que tiene a su vez dos caminos: o más importaciones (y no tenemos divisas para hacerlo) o más producción nacional.

«Más producción nacional es el camino», subrayó Gil Fernández. Ese es el camino en que estamos, agregaría luego reseñando las medidas para estimular la producción nacional y que se han ido implementando durante 2021.

«Llamar a la conciencia y a la solidaridad», esa es la vía, reafirmó Gil Fernández. La sociedad cubana, la Revolución, tienen la fortaleza para enfrentar con todos los argumentos este complejo escenario, sentenció finalmente.

La industria azucarera saldrá adelante (+ Video)

Aprueba III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba medidas para salvar el sector cañero-azucarero. Nacen de una propuesta del General de Ejército Raúl Castro Ruz al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros

Foto: Estudios Revolución

«Salvar» puede ser una palabra fuerte, muy fuerte, pero fue la que utilizó el General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien propuso al Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, para su reunión del pasado 16 de junio, elaborar una propuesta de medidas para (salvar) la industria azucarera cubana, sus derivados y la generación de energía.

La decisión del ejecutivo nacional respaldó la propuesta del líder de la Revolución y creó un Grupo temporal de trabajo y un cronograma al respecto, teniendo en cuenta la importancia del sector para el país, y el retroceso de sus niveles productivos en los últimos años.

El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, definió que se trata de una estrategia de cambio, sustancial; de una estrategia de transformación; de no hacer lo mismo que hasta ahora se ha hecho.

Foto: Estudios Revolución

Es una estrategia integral —agregó— que exige un cambio de mentalidad y una capacitación de los que dirigen el sector para enfrentar estos cambios, y que parte, como condición primera, de la siembra de caña en cantidad y calidad.

«Si no hay caña no habrá ni azúcar ni derivados», sentenció el Presidente de la República, y corresponderá al Partido —indicó— dar el aseguramiento político que el proceso requiere.

La propuesta de medidas fue aprobada por el III Pleno del Comité Central del Partido este viernes, en su segunda jornada de trabajo, que también fue presidida por Díaz-Canel y los demás miembros del Buró Político.

La presentación del proyecto estuvo a cargo Jorge Luis Tapia Fonseca, miembro del Comité Central y vice primer ministro. Informó que el Grupo temporal de trabajo quedó integrado por 18 científicos y expertos de universidades, institutos y entidades del Grupo Azucarero (Azcuba) y de otros organismos.

Foto: Estudios Revolución

De julio a septiembre trabajó en la identificación de los principales problemas del sector, sus causas y las propuestas de solución, partiendo de los diagnósticos y recomendaciones de documentos rectores, intercambios con otros científicos y expertos, y el debate, tras la primera versión, con un grupo de empresas agroindustriales y bases productivas.

Más tarde fue debatida en una de las reuniones del Presidente de la República con científicos y expertos que participan en las actividades relacionadas con la producción de alimentos. En todas las fases se incorporaron recomendaciones, sugerencias y nuevas ideas.

Las medidas para salvar la industria azucarera, sus derivados y generación de energía tuvo como premisa su aplicación inmediata, que fueran posibles de llevar a la práctica en medio de las actuales limitaciones financieras y de recursos, y la agudización del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE.UU., recrudecido por las 243 medidas adoptadas por Trump y que la administración Biden ha hecho suyas.

Son 93 las medidas aprobadas. Incluyen áreas como la producción de caña, la zafra, la generación de electricidad y los derivados. También abarcan acciones financieras y bancarias, medidas de financiamiento y de logística, de gestión empresarial y potencial humano, y de ciencia, tecnología e innovación.

Foto: Estudios Revolución

Además de aprobar la propuesta de medidas para salvar la industria azucarera, el III Pleno del Comité Central acordó que se elaborara el cronograma de las acciones y tareas necesarias para implementar cada una, y que se continuara el trabajo para diseñar el modelo de desarrollo a largo plazo de la agroindustria de la caña de azúcar en Cuba.

DEBATE MÁS DULCE QUE AGRIO

Alrededor de una decena de miembros del Comité Central del Partido Comunista, en su mayoría vinculados al sector desde las actividades partidista, empresarial, productiva y científica, ponderaron lo adecuado, oportuno y necesario de las medidas adoptadas para hacer renacer una agroindustria vital y consustancial a la historia de Cuba.

Roberto López Hernández, viceministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, subrayó que la producción cañero azucarera trasciende a Azcuba. «Salvarla puede ser muy fuerte, pero es un palabra realista; es un deber y un compromiso».

Es este, agregó, un sector con enormes potencialidades para la economía del país, al generar productos consolidados en el mercado nacional e internacional; y es intrínseco a la vida social en los bateyes. La industria azucarera es historia, es identidad, es política, es orgullo nacional, sentenció, y salvarla requiere trabajar de forma integrada por todos los actores económicos involucrados.

Manuel Pérez Gallego, primer Secretario del Comité Provincial del Partido en Las Tunas, explicó que su provincia debe producir esta zafra algo más de 127 000 toneladas de azúcar, la más alta producción del país por territorios

Este es un sector —añadió— que siempre ha estado al lado de la Revolución y trasciende el ramo, revitalizarlo es retomar proyectos de vida en muchas comunidades rurales, lo que tendrá un impacto positivo en lo ideológico y en la política.

Coincidió en que el propósito parte en primer lugar de la recuperación de la producción cañera, poniendo énfasis en los rendimientos y la plantación de las miles de hectáreas que están vacías en todo el país.

Salvar la agroindustria azucarera —expuso— necesita de más voluntad y más esfuerzo, pero también exige fortalecer las estructuras de dirección en las unidades productoras, colocar más fuerza calificada en las áreas, como ingenieros, y aplicar la ciencia y la innovación en todo lo que se haga.

Yanina de la Nuez Aclich, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en Mayabeque, señaló que si este proceso no se garantiza desde el Partido, no se logrará todo lo propuesto. Es imprescindible también desarrollar procesos afines en las secciones sindicales, los comités de bases de la UJC, y también en los bateyes, para que la gente sepa qué significa salvar la industria azucarera y participen en ese propósito.

Si no logramos la articulación de todos los actores involucrados, añadió, no estaremos salvando la industria azucarera. Resumiendo, sentenció: «no podemos permitirnos que se pierda este sector; salvarlo es una necesidad y requiere de tocar la fibra de cada cubano y de cada trabajador azucarero».

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Aydiloide Bernal Villegas, del Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar en la estación de Villa Clara, comentó que las medidas, que ya empiezan a implementarse, han tenido un impacto muy positivo y los investigadores del ramo agroazucarero están agradecidos por haber sido consultados.

La esencia del problema en la actualidad está en los incumplimientos de los planes de siembra, reflexionó, y esa es una situación reversible; desde la ciencia —explicó— tenemos servicios que ya se ofrecen al productor cañero, pero eso tiene que ir de la mano del acompañamiento, la capacitación y la introducción efectiva de los resultados científicos.

Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), subrayó la pertinencia de las 93 medidas aprobadas para salvar la industria azucarera cubana, sus derivados y la generación de energía.

El logro de estos objetivos no puede verse desligado del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de EE. UU. contra Cuba, que lo limita todo, pero pese a él es posible lograr lo que nos estamos trazando como meta.

La implementación efectiva de las medidas —añadió— requiere de un amplio trabajo político-ideológico; de acciones organizativas; de elevar la autoestima del productor, de producir con eficiencia; y de cumplir con la palabra empeñada, defender los planes.

Liván Izquierdo Alonso, primer secretario del Comité Provincial del Partido en Matanzas, coincidió en que el reto principal está en la política de cuadros: hay centrales que cumplen, hay unidades productoras que tienen caña y todos los años siembran; entonces por qué en otros no.

Julio García Pérez, presidente del grupo empresarial Azcuba, informó que las medidas para revitalizar la agroindustria ya están en ejecución, forman parte del Plan de la economía de estas entidades, pero salvar la producción azucarera —expuso— exige cambiar formas de hacer y pensar. Y hacia allí van los hombres y mujeres de la caña y los ingenios.

Díaz-Canel: «Tenemos una Revolución, siempre más grande que nosotros mismos»

 Firmeza, gratitud y optimismo marcaron, este viernes, las palabras pronunciadas desde el capitalino Palacio de Convenciones por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la clausura del III Pleno del Comité Central del Partido Comunista, jornada encabezada por el dignatario

Foto: Estudios Revolución

Hermosísimas, emotivas, breves y profundas resultaron ser las palabras pronunciadas este viernes, desde el capitalino Palacio de Convenciones, por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la clausura del III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

Foto: Estudios Revolución

Antes de compartir con los presentes un discurso desde el cual emergió Cuba soberana, de historia humanísima y transida de proezas, que no acepta etiquetas ni rótulos, el dignatario contó que solo habían transcurrido instantes desde que el General de Ejército, Raúl Castro Ruz, le hubiese llamado; y en esa conversación, dijo Díaz-Canel, el excepcional luchador le pidió que transmitiera a los delegados su valoración acerca del III Pleno seguido por él en sus dos días: fue una reunión, definió Raúl, marcada por la calidad de los debates.

El compañero Raúl –enunció el Presidente Díaz-Canel Bermúdez- envió a todos los participantes un fuerte abrazo revolucionario. Y luego de transmitir el elogio, el Primer Secretario del Comité Central del Partido dio inicio a sus palabras conclusivas: «Saludos, queridas compañeras, y compañeros, hermanos todos en este arduo camino que sólo puede emprenderse con claridad en las ideas que defendemos y confianza en los seres humanos que marchan a nuestro lado».

El socialismo es hasta hoy, expresó seguidamente, «la única vía al desarrollo con justicia social. Una apuesta innegable a la inteligencia, la voluntad y la vocación solidaria de hombres y mujeres, conscientes de que hacen camino al andar».

«Otros lo han emprendido antes y nos han dejado lecciones, positivas o negativas, que no podemos ignorar, pero siempre atemperándolas a lo que singulariza nuestra experiencia concreta: historia, tradiciones, identidad y, por supuesto, el carácter y la cercanía de un adversario poderoso que lleva siglos al acecho».

El mandatario aseveró que ese adversario «no acepta la soberanía y odia nuestro sistema social. Somos demasiado libres para lo que ellos consideran su patio trasero, y demasiado atrevidos por elegir el camino del socialismo».

Cuba con su alta cuota de resistencia y creatividad heroica siguió emergiendo en las palabras desde las cuales el mandatario afirmó: «Llegó el momento de felicitarnos». Y no es para menos: «las actuales generaciones de revolucionarios, como dijo el dignatario, se están probando en la pelea. La historia de Cuba está preñada de episodios de resistencia insuperables, pero ninguno de nosotros, desde las actuales responsabilidades, habíamos vivido años tan plagados de desafíos y amenazas. Vencerlos, es una proeza».

Díaz-Canel rememoró batallas contra un cerco imperial reforzado, contra una pandemia con picos escalofriantes de contagiados y fallecidos; contra adversidades como problemas en la generación eléctrica, desabastecimientos de productos de primera necesidad, altos precios, crisis global en la transportación de mercancías; y contra una Guerra de IV Generación que pretendió manchar todo lo bueno de la Revolución, que ha hecho «todo por arrancarle el alma a la Patria, acosando a sus artistas y poniendo en venta el servicio de algunos a las peores causas».

El Jefe de Estado denunció la puesta en marcha de un plan desestabilizador del enemigo «que aún no ha cesado», en un mundo crecientemente complejizado y asimétrico, donde la Isla no se pliega, «empeñada en probar que sí es posible un modelo diferente de sociedad, donde el hombre no sea depredador, sino un elemento de concordia, equilibro y sostenibilidad».

El intento cubano, reflexionó, no ha sido perfecto, pero sería injusto obviar en cualquier análisis el bloqueo enemigo que nos ha negado la sal y el agua.

El Partido Comunista de Cuba motivó otras reflexiones del mandatario, quien recordó que «la experiencia política acumulada es la de un Partido que nació de la unidad de todas las fuerzas patrióticas y no de la fractura y la pelea por el poder. Tenemos un solo Partido, pero con un programa propositivo y claro de lo que quiere la mayoría de su pueblo, al que se consultan las grandes decisiones políticas, económicas y sociales. Más que Partido somos un Unido, por la coherencia en propósitos y fines».

En otro momento alertó «que no basta con tener un arsenal de ideas y verdades como templos para defender. Es imprescindible moverlas con inteligencia, eficacia y rigor». Tenemos –aseguró en clara alusión al legado de Fidel- «una Revolución, siempre más grande que nosotros mismos, que tiene todavía mucho que contar, incluido lo que hemos aprendido a descartar porque no funciona o funciona mal. No olvidemos nunca el concepto de Revolución que nos legó Fidel. Es tiempo de cambiar lo que deba ser cambiado».

Hacia final de su intervención desde la cual transmitió la gratitud enorme a nuestros científicos y trabajadores de la Salud, a los jóvenes, a los combatientes y a todos los cubanos que han sabido llevar a Cuba hasta este momento en que la terrible pandemia va quedando atrás, Díaz-Canel expresó que «es un honor, un privilegio y un gran desafío, dirigir el Partido de los comunistas cubanos, digno entre los dignos del mundo, en tanto viene de raíces tan hondas y limpias como las de los próceres de la independencia; se afirma en los jóvenes de la Revolución del 33 y nace definitivamente con la martiana Generación del Centenario, Fidel y Raúl a la vanguardia y en cada acto el compromiso del Che: ¡Hasta la victoria siempre! ¡Patria o muerte! ¡Venceremos!».

La economía será hoy el centro de los debates del III Pleno (+ Fotos)

 Por: Yaima Puig Meneses, Alina Perera Robbio, René Tamayo

Foto: Estudios Revolución.

Coincidiendo con el 46 aniversario del inicio del I Congreso del Partido Comunista de Cuba y el 7mo aniversario del regreso a la Patria de los Cinco Héroes, el III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba comenzó su segunda y última jornada de trabajo.

La economía será el centro de las discusiones que hoy sostendrán los miembros del Comité Central que desde ayer celebran el tercer pleno tras la realización del 8vo Congreso, el pasado abril.

Cómo salvar la industria azucarera, y el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para 2022 marcarán la jornada, además del debate sobre el Programa nacional para el estudio, la investigación y difusión del pensamiento, la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Foto: Estudios Revolución.

Presidido por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y demás miembros del Buró Político, los integrantes del Comité Central están reunidos desde ayer en el Palacio de las Convenciones.

En el intercambio se han discutido y aprobado importantes decisiones para el presente y futuro de la nación, como el fortalecimiento de las dos principales organizaciones de masas de la nación, los CDR y la FMC, el estudio de la historia y modificaciones a varios reglamentos del Partido.

Fidel no es pasado, es presente y es futuro

Foto: Estudios Revolución.

Como expresión de la necesidad de integrar los esfuerzos y recursos para asumir integralmente el legado del líder histórico de la Revolución Cubana, el III Pleno del Comité Central del Partido aprobó en la mañana de este viernes el Programa nacional para el estudio, la investigación y difusión del pensamiento, la vida y obra del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

El Programa tiene como propósito contribuir al objetivo supremo de avanzar en la construcción de una "nación independiente, soberana, socialista, democrática, próspera y sostenible", según quedó fijado en la Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista.

En sesión presidida por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se presentó el documento, que fija entre sus propósitos, "que los revolucionarios cubanos y las jóvenes generaciones —presentes y futuras— conozcan y se apropien de las ideas transformadoras de Fidel y sean capaces de aplicarlas y defenderlas de forma creadora y práctica".

Las ideas del Comandante en Jefe adquieren expresiones prácticas de realización en todas las esferas de la sociedad, en las más diversas temáticas como creador y constructor de nuestro Estado revolucionario socialista, explicó Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado del Comité Central y jefe de su Departamento Ideológico al presentar este punto.

Una de las tesis del Programa reconoce que el "líder histórico de la Revolución cubana es paradigma, inspiración natural y catalizador permanente en la formación de los hombres y mujeres que requiere nuestra sociedad. Estudiar su pensamiento, vida y obra no debe ser solo un homenaje, sino un beneficio para la Revolución y el pueblo", enfatizó.

El Programa Nacional tiene como objetivo general: "Dirigir los esfuerzos y la capacidad de los organismos y organizaciones, académicos, intelectuales y profesionales, participantes en un sistema integral, para que el conocimiento acerca de Fidel se convierta en conciencia, forja y transformación de cualidades, valores, estilos de trabajo y cultura en las personas —a escala de la sociedad—, y se propongan ser o estar más cercanos a él".

En el documento presentado por Polanco Fuentes se explica, además, que el Programa tiene "un alcance de seguridad nacional, en tanto redundará en una mayor fortaleza y nos blindará aún más frente a los desmanes y esfuerzos imperiales —actuales y futuros— para destruir la Revolución desde fuera o dentro, en lo que es y será siempre una “guerra de pensamiento” con el empleo de los medios de alcance y penetración ideológica cada vez más diversos y sofisticados".

El marco jurídico del Programa toma en consideración la Constitución de la República, los documentos rectores aprobados en los recientes congresos del PCC, la Ley No. 123, Sobre el uso del nombre y la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz”, y el Decreto Presidencial 161, mediante el cual queda aprobada la creación del Centro Fidel Castro Ruz, con la misión de estudiar, investigar y difundir el pensamiento, la vida y obra del Comandante en Jefe; propiciar la permanente identificación del pueblo con esos valores, y perpetuar su conocimiento e influencia en las actuales y futuras generaciones.

Tras el fructífero debate de la jornada anterior, asociado a la enseñanza de la historia, este tema es la concreción de todo lo que nos hemos propuesto en ese sentido, comentó Polanco Fuentes. "Pensamos que estamos dando un paso muy importante para que el pensamiento, la obra, la vida de Fidel, sean parte integral del Partido".

Porque donde quiera que esté la obra de la Revolución cubana está, indiscutiblemente el pensamiento de Fidel, el miembro del Comité Central Elier Ramírez Cañedo, subdirector del Centro Fidel Casto Ruz, comentó que estamos en presencia de un tema de vital importancia, que requiere de una articulación de todas las fuerzas en el país, y nadie mejor que el Partido para lograrlo.

Todos los días —dijo— descubrimos a Fidel; cuando pensamos que estamos alcanzando ese horizonte, se nos aleja cada vez más, porque «Fidel no es pasado, es presente y es futuro». Sus aportes están en todas las temáticas que analizamos, cuánto caudal hay en ese pensamiento; apropiarnos de sus métodos y estilos de trabajo y llevarlos a las circunstancias actuales es uno de nuestros grandes retos, consideró.

Si algo nos enseñó Fidel —reflexionó— es a convertir el imposible en infinita posibilidad, y el este año 2021 ha sido una muestra de eso, hemos enfrentado todos los imposibles y hemos salido vencedores, y ahí ha estado siempre Fidel, acompañándonos: un Fidel que vive y renace en su pueblo todos los días.

No hay un lugar por donde pasemos en que no esté su pensamiento con total vigencia, reconoció la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh, quien destacó, además, la total vigencia de las ideas y el pensamiento de Fidel en los temas tratados en la jornada anterior del III Pleno. En cada organismo, sectorialmente, hay múltiples hechos que son fruto de las acciones y estrategias diseñadas por Fidel y resulta de vital importancia conocer, enfatizó.

En ese sentido, la miembro del Comité Central, Yailin Orta Rivera, directora del periódico Granma, destacó lo estratégico de la ponencia realizada, que permite ganar en conciencia en la definición de futuro que estamos estructurando. "Estamos desafiados a que no solo sea la difusión de sus ideas" y mucho nos queda por descubrir de Fidel todavía, valoró.

"En la acción cotidiana tenemos que seguir buscando las respuestas".

Foto: Estudios Revolución.

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Díaz-Canel: «Tenemos un digno y heroico pueblo»

Ideas de especial trascendencia, en el actual contexto que vive Cuba, compartió este jueves el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista durante la primera jornada de trabajo del III Pleno del Comité Central

Foto: Estudios Revolución

Independientemente de la situación adversa que tenemos en la economía, de la dureza de la vida cotidiana, de las problemáticas de desabastecimiento, este ha sido un año de victorias. Esa certeza la compartió este jueves el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la primera jornada de trabajo del III Pleno del Comité Central.

Y ha sido un año de victorias, en primer lugar, dijo, porque hemos desmontado una intensa y profunda operación de agresión por parte del imperio, que apostó por hacernos desaparecer y «estamos vivos y estamos firmes».

Un año también de victorias –reflexionó–, por haber sido capaces de contrarrestar los efectos de la pandemia; por la creatividad de nuestro pueblo, de nuestros científicos; por el papel que desempeñaron nuestro sistema de Salud y las direcciones del Partido y del Gobierno a todos los niveles, encabezando el trabajo con el pueblo en este enfrentamiento, que nos ha dado la posibilidad del regreso a una nueva normalidad.

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Son realidades que «abren caminos de esperanza, abren caminos de luz», destacó. Y ese sentido de victoria uno lo siente, comentó, primero porque «fortalecimos la unidad del pueblo cubano en torno al Partido y a la Revolución; porque se actuó con firmeza, no nos rendimos, no vacilamos, no nos dejamos avasallar, ni nos dejamos humillar; resistimos todos los embates, pero los resistimos de manera creativa».

Justamente esa creatividad es la que ha permitido, en medio de estos embates, señaló, que un país pequeño, agredido, bajo la incidencia de un bloqueo recrudecido, haya creado cinco candidatos vacunales –tres de los cuales se convirtieron en vacunas– que hemos podido compartir con el mundo; que se haya salvado el país; que hoy tengamos uno de los mejores indicadores a nivel mundial en cuanto a letalidad y en población vacunada; y cómo han disminuido drásticamente los diferentes indicadores, con más de un mes de resultados sostenidos, abriendo incluso fronteras.

«Todo esto demuestra que no ha sido solo resistencia: ha sido creación; y afianza una vez más el criterio de que tenemos que trabajar –sabiendo que se va a mantener el bloqueo, que se va a seguir recrudeciendo–, en función de nuestros esfuerzos, de nuestro talento, resistiendo, pero también creando, y eso lo podemos lograr, entre otras cosas, porque tenemos un digno y heroico pueblo».

Desde otro punto de reflexión, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista ratificó al Pleno su criterio de que, para 2022, la labor partidista y el trabajo político-ideológico se resumen en tomar como referente el 8vo. Congreso del Partido y seguir implementando todo lo que emanó de él, del rico debate que entonces se produjo.

Todos los temas que estamos analizando hoy día en nuestra sociedad –enfatizó–, los que van a la Asamblea Nacional, los que están en lo cotidiano, los que está previsto debatir en este Pleno, tienen que ver también con las postulaciones que se hicieron en ese 8vo. Congreso del Partido.

«Y si seguimos ese camino, estamos también transitando hacia el 9no. Congreso».

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LA RESPUESTA DE CUBA A MOMENTOS COMPLEJOS

Amplias reflexiones compartió el Jefe de Estado acerca de la realidad actual que vive el país, marcada por complejidades que demandan de un enfrentamiento y un pronunciamiento por parte de este III Pleno.

Al abordar el contexto en que subsiste esta situación, recordó la crisis global y multidimensional que existe en el mundo y se ha afianzado con la incidencia de la pandemia. Las problemáticas de desabastecimiento y subida de precios están presentes en todos los países, en muchos de los cuales se han acrecentado los problemas de desigualdades, con muestras de egoísmo y especulación, puntualizó.

En el caso de Cuba –llamó la atención– hemos tenido que enfrentar esos hechos en condiciones aún más adversas,  que nos han puesto en una situación económica compleja, sobre todo con relación a la disponibilidad de alimentos y a los precios.

«Esto hoy constituye una prioridad para el Partido, para el Gobierno, para el Estado cubano, y no podemos cruzarnos de brazos», afirmó.

Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo –insistió– a enfrentar esa situación, que tiene dos caminos: un grupo de medidas que podamos diseñar, que sean factibles para realmente aplicar con efectividad desde el Gobierno central, y que sean para toda la sociedad; y el otro, un grupo de acciones que podamos desarrollar en lo local desde el enfrentamiento, la convocatoria política, el análisis político, el control de los principales procesos relacionados con este tema y, sobre todo, en la comprensión de que es una cuestión que demanda enfrentarse entre todos, y apoyarla todos como parte de la sociedad.

En el camino de encontrar las soluciones al problema, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista alertó que lo primero que tenemos que lograr es entender bien el problema y por qué está pasando. En ese sentido, comentó acerca de los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos, y la crisis a nivel mundial en un contexto donde los precios de los alimentos se han disparado en el mundo entero.

Independientemente de esa situación, a la cual no somos ajenos, enfatizó, el Gobierno no ha subido precios en un grupo de alimentos fundamentales que sí han incrementado a nivel mundial. «No hemos subido precios ni lo vamos a hacer, porque aquí siempre se ha partido de que no se aplican políticas de choque», reiteró.

Asimismo, comentó aspectos relacionados con la Tarea Ordenamiento, con cuyo diseño se trató de llegar a una relación salario precio que fuera más favorable, aunque la propia situación que ha marcado la vida del país durante este año ha impedido lograr a plenitud ese propósito.

No obstante, recordó cómo, cuando se comenzaron a aplicar las ideas del Ordenamiento, se consultó a la población, que empezó a emitir un grupo de criterios sobre tarifas, precios, y otros elementos de los conceptos que se planteaban como parte del proceso, los cuales contribuyeron a perfeccionarlo y a realizar los ajustes necesarios.

El elemento fundamental que impacta en la relación no adecuada de salario precio, destacó, tiene que ver con la relación de oferta y demanda, pues al existir más demanda que oferta, suben los precios. La repuesta –dijo– es que tenemos que producir más, y no solo alimentos.

Indicó acometer de inmediato una discusión política con todos los productores y comercializadores y convencerlos de la necesidad –en las circunstancias actuales– de «renunciar a un determinado nivel de ganancia, particular o colectiva, en función de bajar precios. Esta tiene que ser una discusión honesta, abierta, argumentando la situación que tiene el país», enfatizó.

Y si lo hacemos así, refirió, estoy convencido de que «la mayoría de los productores y de los comercializadores, sin llevarlos a no ser rentables, lo van a entender, porque son parte de este pueblo y reciben también los beneficios de la Revolución».

La otra cuestión, detalló, está asociada a cómo organizamos al propio pueblo, en estos espacios de participación, para que realice control popular sobre los precios y enfrente, junto a los funcionarios públicos y a las instituciones a las que corresponde esa acción, lo que sea excesivo en materia de precio y especulación. «Ese será el mejor mecanismo de control que podremos tener sobre esas cosas».

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