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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 19 de diciembre de 2024

Ministro de Energía y Minas ofrece detalles del programa de recuperación del SEN

Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Yilena Héctor Rodríguez, Deny Extremera San Martín, Gabriel Mok Rodríguez, Enrique González Díaz (Enro)


El ministro de Energía y Minas, Vicente la O Levy, ofreció una actualización sobre la estrategia energética del país. Foto: Enrique González (Enro)/ Cubadebate.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, abordó este jueves ante el plenario de la Asamblea Nacional, en el cuarto período ordinario de sesiones de su décima legislatura, el programa del Gobierno para recuperar el sistema electroenergético nacional (SEN).

El plan se divide en seis grupos de trabajo que analizan la búsqueda de soluciones financieras, bancarias y económicas, el suministro de combustible, las relaciones con el exterior en el sector, las fuentes renovables de energía, la eficiencia y la atención al trabajador.

Además, se propone recuperar 850 MW de disponibilidad en la generación distribuida y la generación en las termoeléctricas que consumen combustible nacional, alcanzando una disponibilidad promedio de 1 400 MW.

Ya se iniciaron las gestiones para los suministros del mantenimiento de las unidades 3 y 4 de la termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes. Está en proceso un proyecto para instalar 120 MW en parques solares fotovoltaicos, un donativo de China.

También está en proceso la adquisición de 30 000 sistemas fotovoltaicos domésticos y comenzó la recuperación de la base de supertanqueros de Matanzas. Se incorporarán, además, dos parques solares fotovoltaicos en febrero y seis en marzo de 2025.

El ministro se refirió al Decreto 110 de 2024, que regula el control y uso eficiente de los portadores energéticos y las fuentes renovables de energía, como uno de los principales resultados de la estrategia gubernamental.

Se proyecta incorporar 2 000 MW a la generación nacional entre 2025 y 2026. A partir de junio se estima cubrir todas las afectaciones del día, porque estará disponible una capacidad mayor en megavatios a partir de la energía solar fotovoltaica.

El ministro comentó que en el 2023 se recuperaron instalaciones que estaban perdidas. En los últimos meses de ese año, se perdió el suministro estable de diésel para la economía, lo cual obligó al país a buscar el combustible en los mercados internacionales.

“La disponibilidad del SEN alcanzó sus niveles más bajos desde el 2019. En los últimos años, hemos perdido totalmente o por tiempo prolongado cinco unidades de generación, lo que equivale a la tercera parte de la demanda del país. Los grupos de generación distribuida también han tenido una tendencia marcada a la disminución: a pesar de la incorporación de 100 MW en el 2023, la disponibilidad no supera el 39%”, agregó O Levy. 

La generación distribuida perdió también, desde el 2020, la reparación de motores diésel y la disponibilidad actual es del 37%. 

Como aspecto positivo, el ministro señaló que esta tecnología se recupera con rapidez, aunque ha sido afectada por el déficit de combustible y la mala calidad de este. Ello repercute negativamente en varios sectores de la economía, pues el déficit mantiene restringidas las producciones principales de bienes y servicios del país.

Vicente de la O Levy apuntó como aspecto negativo que la generación móvil (las conocidas patanas), que desde 2019 había tenido una tendencia al crecimiento, ha ido retirándose por problemas de imposibilidad de pago, con lo cual se han perdido 301 MW. Actualmente, solo quedan dos patanas con una potencia de 257 MW. 

En ese contexto, se incrementa la generación eléctrica con gas y las fuentes renovables de energía muestran una condición favorable.

“En correspondencia con nuestra estrategia de transición energética, pretendemos construir 92 parques fotovoltaicos que generarán alrededor de 2 000 MW. Se espera que 55 de ellos estén disponibles en 2025”, dijo el ministro de Energía y Minas. 

Añadió que la generación eléctrica ha tenido un comportamiento inferior al año pasado, siendo 2024 el año de mayor complejidad en el sector. “Hemos convivido con largas horas de apagón que han influido en la economía y en la calidad de vida de nuestro pueblo”, reconoció.

Entre las causas del incremento de los apagones, señaló la imposibilidad de garantizar el combustible necesario para el sistema eléctrico nacional y la retirada de varias patanas. 

También influye el crecimiento de la demanda máxima en más de 100 MW con respecto a 2023, una situación en la que incide, entre otros factores, el déficit de balitas de gas para la cocción de alimentos. 

De la O Ley recordó, además, que en 2024 se han producido tres desconexiones totales del sistema eléctrico nacional, en la última de las cuales el restablecimiento se logró en 22 horas, a lo cual se sumaron los daños por el paso de dos huracanes.

Luego de que el huracán Oscar afectó el oriente del país, fueron movilizados 896 trabajadores, 37 grupos electrógenos de emergencia mantuvieron la vitalidad en hospitales y centros de producción de alimentos. En 15 días las afectaciones quedaron restablecidas. 

Dos semanas después, tocó tierra artemiseña el huracán Rafael. En Artemisa, la infraestructura eléctrica quedó devastada y fueron afectados más de un millón de consumidores. En 28 días quedó restablecido el servicio eléctrico. 

El ministro comentó que debido al temblor ocurrido en la provincia Granma hubo afectaciones allí y en Santiago de Cuba y  alrededor de 14 000 consumidores quedaron sin servicio eléctrico. “Estos eventos implicaron un esfuerzo extraordinario para el país”, afirmó.

Destacó la solidaridad de países amigos ante esta situación y el papel fundamental de numerosos organismos y organizaciones como las FAR, el Minint y el Micons, así como el apoyo solidario del pueblo, el verdadero protagonista en las labores de recuperación. 

Como resultado de los esfuerzos conjuntos, los tiempos de recuperación de estos eventos fueron inferiores a los de eventos anteriores, gracias a la optimización del tiempo y del uso de recursos.

Las rehabilitaciones de la unidad 6 de Mariel y la 1 de Felton se retrasaron en sus cronogramas por negativas recibidas al intentar comprar en el mercado internacional las piezas necesarias. “Ante esta situación, consecuencia de las presiones norteamericanas a esas compañías, tuvimos que iniciar nuevos procesos de intercambios”, explicó el ministro.

Debido a la situación del sistema electroenergético nacional, se decidió elaborar un plan de gobierno para recuperar el SEN en el menor tiempo posible y satisfacer la demanda de la economía y la población. 

Este programa −continuó De la O Levy−, concibe acciones concretas a corto plazo y tiene como objetivos fundamentales, además de recuperar la generación distribuida, recuperar la generación de las termoeléctricas que consumen combustible. “Además, debemos trabajar en las fuentes renovables de energía, fundamentalmente en la generación de energía fotovoltaica, para reducir los costos de generación”.

Agregó que se han encontrado soluciones innovadoras para tener financiamiento por varios millones de dólares para el sector. 

“Hemos comenzado a recuperar la generación distribuida, que es la que más rápido puede aportar. Comenzamos la recuperación de la unidad 2 de Felton. Hemos garantizado suministros que están en el país y otros arribando para la construcción de los cuatro tanques de la base de supertanqueros de Matanzas”, dijo el ministro.

En cuanto al proyecto de parques solares fotovoltaicos, adelantó que a partir de marzo de 2025 se lograran cinco parques mensuales como promedio. “Este proyecto no ha estado exento de complejidades. Están navegando 2 714 contenedores hacia Cuba. Con la unidad de todos los organismos hemos avanzado con nuestros recursos”.

Igualmente, se ha trabajado en el  traspaso de la bioeléctrica Ciro Redondo a la UNE y están contratados y arriban el próximo año 5 000 sistemas fotovoltaicos para las viviendas que aún no están electrificadas. 

Se incorporarán dos parques solares fotovoltaicos en febrero y seis en marzo del próximo año. Otros resultados del plan fueron la llegada de 10 500 baterías para sistemas solares fotovoltaicos, que en estos momentos se distribuyen por las provincias, y de 5 000 sistemas fotovoltaicos para 2 781 viviendas sin servicio eléctrico y 2 219 que reciben electricidad mediante grupos electrógenos. Se proyecta incorporar 2 000 MW a la generación nacional entre 2025 y 2026.

El ministro recalcó que una de las áreas claves es el uso racional de la energía. El Decreto 110 de 2024, que regula el control y uso eficiente de los portadores energéticos y las fuentes renovables de energía, es uno de los principales resultados de la estrategia gubernamental y regula que toda nueva inversión debe tener para su aprobación la incorporación de energía renovable.

Según De la O Levy, no es posible en las condiciones actuales del SEN continuar asimilando un incremento sostenido de demanda como consecuencias de nuevas inversiones que no tengan una racionalidad energética.

“No han sido pocas las preocupaciones sobre dónde y cómo adquirir las nuevas fuentes renovables de energía. Una de las cuestiones en las que centramos nuestro esfuerzo es incrementar la disponibilidad de sistemas fotovoltaicos en el país”, dijo, y precisó que hay 3 000 sistemas fotovoltaicos contratados.

También se refirió al establecimiento de un plan de consumo de energía eléctrica que responde a la necesidad de controlar el consumo energético de las formas de gestión no estatal, para reducir las afectaciones al pueblo mientras no se pueda cubrir la demanda.

“El plan de gobierno contempla también entre sus acciones la implementación de medidas para los trabajadores del sector, como aumento salarial y construcción de viviendas. Se trabaja de manera sistemática en la recuperación de la logística para la transportación y diversificación de combustible, la seguridad en nuestras instalaciones y la comunicación con nuestro pueblo”, afirmó el ministro.

Hablan los diputados

Tras la exposición de De la O Levy, la diputada Angélica María Chorens opinó que la información dada por el ministro incluye las líneas de trabajo a partir de una estrategia bien concebida, con una coherencia entre las proyecciones de gobierno, las prioridades y objetivos de la economía y el presupuesto del Estado.

“Demuestra, además, que para el Estado es prioridad la atención a los servicios básicos. Es necesaria una articulación entre los organismos y la comunicación entre estos, para ofrecer al pueblo la información sobre cómo marcha el sistema eléctrico. Las adversidades han demostrado la unidad entre todos los organismos, la familia y el pueblo y la solidaridad de países amigos que nos apoyan a pesar del bloqueo”, añadió.

El diputado Yaisel Osvaldo Pieter Terry comentó que en el proyecto de Ley de Presupuesto, el 65% de la partida de gastos e inversiones está destinado a la energía, al montaje de paneles fotovoltaicos y a eliminar los apagones de la población.

Otro diputado, Carlos César Torres, se refirió a la repercusión de este programa en el mejoramiento de la calidad de vida de la población. “Avanzar en su implementación nos pondrá en condiciones de incidir en otros elementos: incrementar las exportaciones de bienes y servicios, la producción nacional en sectores claves para la transformación productiva del país”.

Igualmente, estimó que podría influir en “la disminución de los procesos de inflación, en mejores condiciones para la transformación digital de la sociedad, avances en el proceso de bancarización y en la vitalidad en sectores sociales y servicios públicos, además de contribuir al crecimiento del PIB y la estabilización macroeconómica”.

Sobre el plan expuesto, el diputado Mario Castillo estimó que no aborda solamente un objetivo específico, sino que es una estrategia para solucionar los problemas del sistema eléctrico, lo cual se aprecia en los documentos presentados. 

“También es retador y es un programa que pone en el centro de atención a la UNE y al Minem, a partir de su responsabilidad en desarrollar las capacidades necesarias, pero tiene una mirada hacia el lado del consumidor y para aportar en este sector desde lo estatal, lo privado y lo doméstico”, dijo.



Los ingresos planificados para 2025 respaldarán el 83 % del total de los gastos

La propuesta aprobada ayer por los diputados mantiene coherencia directa con las proyecciones de Gobierno para corregir las distorsiones y reimpulsar la economía



El 24 % de los gastos de la actividad presupuestada estará destinado a la Salud Pública. Foto: Juvenal Balán

Los ingresos planificados para el calendario venidero financiarán el 83 % del total de los gastos que se proyectan, informó Vladimir Regueiro Ale, ministro de Finanzas y Precios, al presentar el proyecto del Presupuesto del Estado para 2025.

Describió que esta previsión se presenta como una herramienta clave en la consecución de los objetivos establecidos en el Plan de la Economía, prioriza la satisfacción de los servicios básicos para la población y aborda los desafíos demográficos y rurales.

También ofrece protección a las comunidades vulnerables, busca impulsar la recuperación de la actividad económica en sectores primarios y estratégicos, así como la recuperación gradual del sistema empresarial, actor esencial en el modelo económico cubano.

Argumentó que, a pesar de las limitaciones impuestas por el bloqueo estadounidense, así como los efectos adversos de la crisis económica global y la inflación en el comercio internacional, se mantiene un firme compromiso por avanzar en el desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En este contexto, enunció, es fundamental fortalecer el Sistema Tributario como pilar fundamental de los recursos financieros para el Presupuesto del Estado.

Para ello es indispensable mejorar la recaudación de ingresos mediante la evaluación sistemática del cumplimiento de los aportes, la recaudación oportuna y la fiscalización del pago de impuestos.

Asimismo, se debe incrementar la eficiencia en el control del gasto, bajo criterios de ahorro y racionalidad. 

UN REPASO POR EL AÑO 2024

Para el cierre del año 2024 se estiman ingresos totales por 389 543 millones de pesos, el 107 % de lo planificado, lo que representa un sobrecumplimiento de 25 169 millones de pesos, fundamentalmente por la recaudación de ingresos no tributarios que no estaban planificados; así como por el efecto positivo de la implementación de las proyecciones de Gobierno relacionadas con medidas tributarias, como resultado de las acciones de fiscalización y control realizadas por la Administración Tributaria.

Se proyecta una inejecución de 1 857 millones de pesos en inversiones materiales, debido a las restricciones en recursos y a las limitaciones en las importaciones. Estas cifras, indica el informe, incluyen las inversiones de los programas priorizados de la Unión Eléctrica en parques fotovoltaicos, que prevé ejecutar los 10 000 millones de pesos planificados.

A pesar de estas dificultades, se trabajó para maximizar la eficiencia en el uso de los recursos disponibles y disminuir las partidas de gastos inejecutadas, con el objetivo de reducir el déficit en cuenta corriente.

En consecuencia, el déficit fiscal se reduce en un 39 %: 90 061 millones de pesos, inferior al aprobado en 57 329 millones, afirmó Regueiro Ale.

La implementación de un manejo más eficiente de los recursos públicos ha permitido reducir la emisión de deuda pública en determinados meses del año, lo que contribuye a la estabilidad económica del país, así como el control de la emisión monetaria y la desaceleración de la inflación. 

APUNTES SOBRE LAS MODELACIONES PARA 2025

En el año que se proyecta, nuestro pais se enfrenta a un escenario de transformación económica y social, se prevé un énfasis en la producción nacional y la autonomía empresarial, con el objetivo de disminuir la dependencia de importaciones y fomentar la competitividad.

Además, se espera que se avance significativamente en la generación de energía a partir de fuentes renovables, buscando diversificar la matriz energética y la reducción del uso de combustibles fósiles.

El titular de Finanzas y Precios aseveró que se prevén ingresos brutos por 433 136 millones de pesos, que representan un crecimiento del 11 % con relación al estimado de 2024.

De igual forma, el Ministro informó que se planifican gastos totales ascendentes a 518 935 millones de pesos, con un incremento 44 714 millones.

Siguiendo la esencia humanista y social del proyecto cubano de vida, para garantizar los programas priorizados y los servicios básicos a la población, se modelan 315 620 millones de pesos.

Los principales crecimientos en los gastos se vinculan con la seguridad social, los gastos de personal, el subsidio de materiales de la construcción y la compra de bienes y servicios asociados al incremento de niveles de actividad.

Según puntualizó Regueiro Ale, para la Salud Pública se destinan 76 037 millones de pesos, el 24 % de los gastos de la actividad presupuestada, lo que asegurará la prestación de 111 millones de consultas en la atención primaria.

Además, se respaldan 8 532 000 actividades en hospitales locales y 355 000 ingresos en hospitales nacionales, lo que incluye el consumo de medicamentos, la continuidad del proceso de reparación y mantenimiento constructivo de sus instalaciones, así como las tareas de saneamiento e higienización.

«Más del 30 % de los gastos de este sector se destinan a personas de 60 años o más», puntualizó.

De igual manera, se garantizan los programas sectoriales para el desarrollo del deporte, para lo cual se destinan 7 106 millones de pesos, el 2 % de los gastos de la actividad presupuestada.

El 23 % del total del Presupuesto se dedica al sector de educación, lo que se traduce en 71 309 millones de pesos, protegiendo una matrícula total de 1 396 000 estudiantes en los niveles de enseñanza preescolar, primaria, general media, técnica y profesional y especial; así como 220 500 estudiantes en las especialidades de la enseñanza superior: Ciencias socioeconómicas e ingenieras, Ciencias médicas, Ciencias pedagógicas, Cultura Física, Informática (UCI), Diseño y Superior de arte.

Para la asistencia social se destinan 6 513 millones de pesos, cifra similar a la aprobada en el presente año, que avala la atención a más de 318 000 personas, con un gasto per cápita promedio de 19 065 pesos.

Los presupuestos destinados para la Administración Pública, servicios comunales y defensa son fundamentales para garantizar el correcto funcionamiento de las instituciones gubernamentales y la protección de la seguridad nacional, para los que se prevé 93 237 millones de pesos, manifestó.

Adelantó que el Presupuesto del Estado para 2025 proyecta un superávit en cuenta corriente de 6 799 millones de pesos, dato que muestra recuperación y favorece la estructura del Presupuesto.

«Es importante destacar que este resultado no se alcanzaba desde 2014. Resultado de lo anterior, se planifica un déficit fiscal de 88 539 millones de pesos, inferior al estimado del año actual en 1 523 millones», apuntó. 

NUEVAS ADECUACIONES TRIBUTARIAS PARA 2025

Para potenciar los ingresos tributarios –los que representaron el 68 % del total de ingresos en 2024–, es necesario mejorar la circulación mercantil minorista y fortalecer los encadenamientos productivos, por lo que se aplicarán en el próximo año adecuaciones tributarias que buscan consolidar el Sistema y garantizar una mayor equidad en la carga fiscal. 

Sin embargo, precisó Regueiro Ale, el éxito de estas medidas dependerá de un aumento en la producción y eficiencia del sistema empresarial estatal, así como estrategias efectivas para reducir la evasión fiscal.

Se eliminarán algunos beneficios fiscales como:

  • Impuesto sobre las ventas o los servicios: empresas de Transportación de Trabajadores y de Gas Manufacturado.
  • Contribución Territorial para el Desarrollo Local.
  • Pago del impuesto de los trabajadores por cuenta propia en los tres primeros meses al inicio de su actividad económica.
  • Bonificación del 10 % por el pronto pago de la tasa por la radicación de anuncios y propaganda comercial.

Se suman disposiciones como el incremento del impuesto sobre las tierras ociosas; la reducción del 20 % al 5 % de la bonificación por el pronto pago del Impuesto sobre el Transporte Terrestre; el aumento de las cuantías de la tasa por peaje, adecuándolas a las condiciones actuales; y la implementación de la retención de impuestos en las transacciones por las entidades gestoras de las pasarelas de pago.

Asimismo, se restablecerá el 5 % sobre el total de los ingresos obtenidos anualmente por la venta de producciones agropecuarias como aporte mínimo del impuesto sobre utilidades que aportan las cooperativas de las cpa y UBPC. Se actualizará, además, la escala progresiva general para la liquidación anual del impuesto sobre ingresos personales.

La teoría de las necesidades de Ágnes Heller es una herramienta política vital

Traducción: Florencia Oroz

Basándose en la obra de Karl Marx, la filósofa húngara Ágnes Heller desarrolló un marco para distinguir entre las necesidades verdaderamente esenciales y las artificiales. Hoy, ante la crisis ecológica global, sus ideas son más relevantes que nunca.


¿Cuántos de los bienes que posees considerarías indispensables? ¿Y cuántos son innecesarios? No es una cuestión meramente personal, sino política. Los bienes están hechos de cosas tomadas de la naturaleza. Con la crisis medioambiental, las materias primas son cada vez más escasas, y la contaminación derivada del proceso de producción tiene consecuencias desastrosas para los ecosistemas.

De ahí que sea crucial la tarea de distinguir entre bienes que satisfacen necesidades esenciales y bienes que satisfacen necesidades artificiales. Necesitamos una teoría que nos permita hacerlo. Afortunadamente, tenemos una, formulada por la filósofa húngara Ágnes Heller.

La escuela de Budapest

Heller nació en Budapest en 1929. Era de origen judío y parte de su familia murió en Auschwitz. Después de la guerra, mientras estudiaba y enseñaba filosofía en la Universidad de Budapest, pasó a formar parte de un grupo de pensadores conocido como la «Escuela de Budapest», uno de los más creativos del pensamiento marxista de posguerra. La figura tutelar del grupo era Georg Lukács, autor de Historia y conciencia de clase.

Las relaciones de Lukács y la Escuela de Budapest con el régimen comunista húngaro alternaron fases de represión y tolerancia. Durante el periodo que va de la revuelta de Budapest de 1956 a la Primavera de Praga de 1968 en Checoslovaquia, Heller se posicionó a favor del «socialismo con rostro humano». Se identificó en esa época con la Nueva Izquierda internacional que surgía a ambos lados del Telón de Acero, criticando tanto el imperialismo estadounidense como la degeneración burocrática de la Unión Soviética.

Durante la década de 1970, Heller se exilió en Australia y ocupó cargos docentes allí, así como en Alemania y Estados Unidos. Rompió con el marxismo y defendió una forma de liberalismo político en el que las cuestiones éticas ocupaban cada vez más un lugar central. Hacia el final de su vida, Heller volvió a vivir a Hungría, donde se opuso al régimen autoritario de Viktor Orbán antes de morir en 2019, a los noventa años.

Heller es autora de numerosos artículos y libros, entre ellos Teoría de las necesidades de Marx, escrito y publicado en la década de 1970. El libro es simultáneamente una interpretación de Karl Marx y un desarrollo de su propia teoría de las necesidades, que quedará como su principal contribución al pensamiento político del siglo XX. Al elaborar la distinción entre necesidades esenciales y artificiales, su planteamiento podría ayudarnos a encarrilar a la humanidad hacia un futuro sostenible y justo.

La dialéctica de las necesidades

Según Heller, las necesidades son el concepto más fundamental de Marx. Una mercancía satisface una necesidad, real o imaginaria. Por tanto, presupone la existencia de necesidades. La cuestión es qué tipo de necesidades, y si estas son esenciales o artificiales. Las necesidades se sitúan en la articulación de la naturaleza y la cultura. Mi necesidad de comer es una necesidad natural, incluso vital: si no como, moriré. Pero puede satisfacerse de innumerables maneras; basta con echar un vistazo a la historia de la alimentación para darse cuenta de ello. Como observó Marx, «el hambre es hambre; pero el hambre que se satisface con carne cocida comida con cuchillo y tenedor difiere del hambre que devora carne cruda con la ayuda de las manos, las uñas y los dientes».

Marx deja en suspenso una ambigüedad: ¿es la propia necesidad la que evoluciona a lo largo de la historia o solo las formas de satisfacerla? Depende del caso. Lo decisivo es que las necesidades están ligadas a la evolución de los modos de producción y, en particular, del capitalismo. En el capitalismo, «la producción produce consumo», según Marx. A través de las necesidades, la producción se plantea como instancia mediadora de las relaciones entre naturaleza y cultura.

La necesidad es un «concepto límite», dice Heller, que define la «frontera existencial» de la vida humana. Si no comes, mueres. Si los ecosistemas entran en crisis, las condiciones de la vida humana en la Tierra ya no están aseguradas. «La naturaleza» bien puede producirse y reproducirse socialmente, pero estas determinaciones de nuestra existencia se nos escapan en parte. La necesidad designa a menudo una carencia o escasez de algo. Una población carece de agua potable; por tanto, la necesita. De este modo, el sentimiento de necesidad es potencialmente un vector de acción colectiva, destinada a compensar esta carencia.

Para Heller, una necesidad nunca debe considerarse de forma aislada. Es la «estructura global de las necesidades» la que debe considerarse. La aparición de ciertas necesidades depende de la satisfacción de otras: gracias a que no tengo que luchar a diario por mi supervivencia, mi necesidad de escuchar música o de viajar, por ejemplo, puede ocupar más espacio en mi vida. La satisfacción de las necesidades materiales da lugar al desarrollo de necesidades más «cualitativas».

La «estructura global de las necesidades» también se refiere al hecho de que en las sociedades modernas dependemos unos de otros para la satisfacción de la mayoría de nuestras necesidades. Este es el efecto de la división del trabajo, un proceso que se ha acelerado aún más con la globalización del capital en las últimas décadas del siglo XX: (casi) nadie cultiva sus propios tomates o construye su propio ordenador.

Nuestras necesidades están socializadas. Esta socialización depende de la existencia de complejas infraestructuras materiales y logísticas. Comer requiere la posesión de un frigorífico donde se almacenan los alimentos comprados en el supermercado: esta simple observación banal implica a una miríada de actores humanos y no humanos cuya actividad debe coordinarse en el tiempo y el espacio.

Necesidades normativas

Además de ser un concepto descriptivo, que describe un estado de cosas, las necesidades son también un concepto normativo. Lo normal, en las sociedades modernas, es disponer de un frigorífico, pero también de la casa o el apartamento en el que se encuentra, de ropa para protegerse del frío y de la capacidad de moverse en el espacio mediante transporte privado o público, por no hablar de una educación, medios de comunicación, buena higiene y acceso a medicamentos en caso de enfermedad.

Así pues, la vida moderna se basa en un conjunto de «normas» que definen los contornos de lo que se considera una vida «decente». Una gran parte de la población del planeta vive por debajo de esos estándares, mientras que una minoría situada en la cúspide de la estructura social de los países del Norte (y cada vez más también de ciertos países del Sur) vive muy por encima. Como ya sabía Marx, «en nuestra época, lo superfluo es más fácil de producir que lo necesario».

Heller somete a crítica la «dictadura sobre las necesidades» que a sus ojos constituían la URSS y los países del Bloque del Este (en el momento en que ella escribía, por supuesto, estos sistemas de estilo soviético seguían muy vigentes en toda Europa del Este). En ellos, una casta de burócratas aislada de la sociedad civil decide qué necesidades deben satisfacerse, ejerciendo así una «dictadura» sobre ellas. Las «preferencias» de los individuos no cuentan casi nada en las decisiones productivas.

En este marco, las necesidades se definen y satisfacen «desde arriba». Esta dictadura resulta cada vez más disfuncional con el paso del tiempo, debido a los desajustes crónicos entre la oferta y la demanda. Su legitimidad política es casi nula, ya que los ciudadanos no participan en las decisiones que les conciernen.

Contra esta dictadura, Heller desarrolla la visión de un marxismo «individualista». El objetivo de Marx, en última instancia, es el pleno desarrollo de la persona, es decir, su emancipación tanto de la dictadura del mercado como de la «dictadura sobre las necesidades» al estilo soviético.

Ciertamente, Heller no es individualista en el sentido de suscribir el liberalismo. No sostiene que los individuos deban poder cultivar sus necesidades al margen de cualquier restricción colectiva. Afirma que el comunismo consistirá en un libre juego de necesidades, en el que las necesidades de cada persona solo estarán limitadas por las necesidades de los demás.

La alienación y su opuesto

Heller desarrolla una original teoría de la alienación que adopta la forma del concepto de «necesidades radicales». El capitalismo aliena las necesidades. Lo hace en primer lugar porque, dentro de sus límites, la definición y satisfacción de tales necesidades se logra a través del mercado. Si no se tiene «poder adquisitivo», si el mercado considera que la necesidad que se desea satisfacer no es rentable, sencillamente no se abordará.

El capitalismo también impone su dictadura sobre el tiempo individual y colectivo. Una persona que se pasa la vida generando plusvalía no tiene ni tiempo ni energía para cultivar sus necesidades. El resultado más probable es que sus necesidades sean «pobres», argumenta Heller. Llega a decir que el trabajador es un «ser sin necesidades», es decir, sin necesidades reales, sin sus necesidades. El capitalismo se dedica a «manipular» las necesidades, sobre todo a través de la publicidad.

Como resultado, asistimos a una «homogeneización» de las necesidades. Este proceso afecta no solo a las clases trabajadoras, sino también a las clases dominantes, que se ven atrapadas en las redes de la alienación, aunque tengan más margen de maniobra que los trabajadores. Sin embargo, la situación no está exenta de esperanza. Las luchas que aprovechan las contradicciones inherentes a la dinámica del capitalismo hacen surgir la posibilidad de otro mundo.

Los individuos toman conciencia de la alienación. Esta conciencia de alienación es lo que Heller, siguiendo a Marx, llama una «necesidad radical». Como dice Marx, «solo una revolución de necesidades radicales puede ser una revolución radical». Una necesidad radical es una necesidad que ha surgido en el capitalismo, pero que el capitalismo es incapaz de satisfacer. Su satisfacción requiere, por tanto, la trascendencia del capitalismo. El ocio, el tiempo libre, es una necesidad radical por excelencia.

Existe una tendencia histórica a la reducción del tiempo de trabajo en el capitalismo. Sin embargo, el capitalismo solo puede reducir el tiempo de trabajo hasta cierto punto. La valorización del capital depende del trabajo, de la plusvalía. Se trata de un límite fundamental que, sin embargo, suscita en la mente de los trabajadores la idea de que, yendo más allá del capitalismo, el tiempo de trabajo podría reducirse aún más hasta abolir por completo el trabajo asalariado. La conciencia de la alienación produce su contrario: la emancipación de los trabajadores. La necesidad radical es el operador que permite pasar de una a otra.

¿Un marxismo del decrecimiento?

Heller comprende claramente el vínculo entre la cuestión de las necesidades y las cuestiones medioambientales. Siguiendo a Marx, insiste en el hecho de que si el trabajo asalariado —la plusvalía— está en el origen del valor capitalista, toda verdadera riqueza procede de la combinación de trabajo y naturaleza. El comunismo implica, por tanto, construir una nueva relación entre ambos.

El «despilfarro» es un tema importante en su obra. Por despilfarro entiende lo que se produce sin necesidad, sin corresponder a una necesidad, a una necesidad real. En la segunda mitad del siglo XX, en los países capitalistas, el problema de los residuos ha pasado a formar parte cada vez más de la conciencia ecológica. La constatación de que está en la naturaleza de este sistema despilfarrar los recursos y destruir los ecosistemas ha ganado terreno.

También podemos observar el desarrollo de esta conciencia en los países del bloque soviético durante sus últimas décadas. Una de las consecuencias de la «dictadura de las necesidades» era que los burócratas no sabían si las calidades y cantidades de bienes que producían correspondían a la demanda real. Por lo tanto, a menudo producían demasiado o demasiado poco.

En el (verdadero) comunismo, las necesidades materiales ocuparán un lugar secundario en la estructura general de las necesidades. Estarán «relativamente estancadas», dice Heller. Si efectivamente hay fórmulas productivistas que podemos encontrar en los escritos de Marx, como en los de la mayoría de los pensadores del siglo XIX, también hay una clara conciencia de los «límites» naturales. Marx está en contra del «exceso».

Esto es lo que Heller llama el «modelo de saturación» en Marx. ¿Saturación de qué? De las necesidades materiales. Una vez satisfechas («saturadas»), las necesidades siguen evolucionando. Siempre surgen nuevas necesidades, porque la especie humana es creativa. Pero ya no son necesidades materiales: son de otro orden. ¿Qué orden? Hay una tendencia a la «intelectualización» de las necesidades. No es que todo el mundo se convierta en un «intelectual» en el sentido actual del término, pero a medida que las necesidades materiales pasan a ser secundarias, las necesidades «cualitativas» adquieren mayor importancia.

Su carácter cualitativo implica una mayor reflexividad por parte de las personas que las experimentan. Estas necesidades son sociales, en el sentido de que su aparición presupone a menudo una intensificación y diversificación de las interacciones sociales. Están «orientadas hacia otros hombres», afirma Heller. La creciente importancia de las necesidades cualitativas reduce la presión sobre los ecosistemas. A diferencia de las necesidades materiales, no son intensivas en recursos naturales. La sociedad gana control sobre los procesos productivos y deja de ser prisionera del productivismo.

Heller anticipa las teorías del «poscrecimiento»: no un decrecimiento inmediato, sino un periodo transitorio consistente en una primera fase de inversión en infraestructuras y energía «verde» que permita el decrecimiento en una segunda fase y, finalmente, una economía «estacionaria» que ya no crece en el sentido de expansión del PIB. Con la «automatización total», la ciencia, el «intelecto general», se convierte en un factor central de la producción, una tesis tomada de los Grundrisse de Marx. La satisfacción de las necesidades materiales está ahora cada vez más garantizada «automáticamente», lo que libera tiempo de trabajo para el desarrollo de las necesidades cualitativas. Heller no era consciente entonces de que esa «automatización total» implicaría unos costes energéticos exorbitantes, pero esa es otra cuestión.

¿Quién decide?

Aún no hemos planteado la pregunta más importante: ¿quién decide? ¿Quién decide qué necesidades deben satisfacerse o no? Si hay que combatir la «dictadura sobre las necesidades», el poder de los burócratas, ¿con qué debemos sustituirla, tanto para respetar las necesidades de cada persona como para cumplir los objetivos de justicia social y sostenibilidad establecidos colectivamente?

La lógica de la competencia implica que el capitalismo produce primero y luego se pregunta qué necesidades satisfarán los bienes (sobre)producidos, de ahí la importancia dentro de esta estructura de la publicidad y la obsolescencia programada. Las necesidades alienadas y el despilfarro son el resultado de este proceso.

En una sociedad de «productores asociados» (comunismo), en cambio, se tratará primero de pensar en las necesidades y luego de poner el aparato productivo al servicio de su satisfacción. La definición y la satisfacción de las necesidades no se dejarán en manos del mercado: se controlarán democráticamente.

Pero, ¿qué forma concreta adoptará esta deliberación sobre las necesidades? En sociedades complejas como la nuestra, con una fuerte división del trabajo, donde los individuos y los grupos sociales tienen intereses y trayectorias diferentes, la respuesta a esta pregunta dista mucho de ser evidente. Una posible respuesta que explora Heller son las cooperativas. Marx define a veces el comunismo como la generalización de las cooperativas a toda la economía. Dentro de ella, los trabajadores controlan tanto la herramienta de trabajo como las decisiones productivas.

Pero este argumento tiene un límite importante. La forma cooperativa se refiere a lo que ocurre en la empresa, pero no entre empresas. Podemos imaginar fácilmente una economía en la que las unidades de producción fueran totalmente autogestionadas por los trabajadores, pero en la que el mercado siguiera rigiendo las relaciones entre productores, y entre productores y consumidores. Algunas variantes del «socialismo de mercado» se acercan de hecho a este modelo.

La autogestión de los trabajadores será, por supuesto, un elemento central del comunismo. Pero romper con el capitalismo exige imaginar no solo un modo alternativo de gestión, sino también de coordinación de la economía. Este modo alternativo de coordinación es lo que históricamente se conoce como planificación económica. Lo que queda por diseñar es la arquitectura institucional que le corresponde. Esta es una cuestión que los marxistas en general, y Heller en particular, apenas han abordado.

La arquitectura institucional de la deliberación democrática sobre las necesidades debería adoptar la forma de un federalismo ecológico, basado en una relación dialéctica de centralización y descentralización. Según un principio enunciado por Heller, la definición de las necesidades debe realizarse lo más cerca posible de los individuos para respetar al máximo sus subjetividades. Así, cualquier cuestión que pueda tratarse al nivel político más bajo debe abordarse allí.

El proceso de ampliación —centralización— resulta de una doble necesidad. En primer lugar, se produce cuando la definición y satisfacción de una necesidad afecta a una población y un territorio más amplios. Todos los ciudadanos afectados tienen entonces voz y voto. También interviene para determinar las normas en cuyo marco tiene lugar la deliberación sobre las necesidades.

Por supuesto, esta deliberación no puede dar lugar a la satisfacción de necesidades contaminantes, alienantes o que aumenten las desigualdades. En cada nivel federativo, la deliberación sobre las necesidades tendrá lugar, por tanto, bajo restricciones, tanto medioambientales como de justicia social. Esta arquitectura institucional sin dudas ayudará a responder nuestra pregunta inicial: ¿cuántos de los bienes que posees considerarías indispensables?.

Razmig Keucheyan

Profesor asistente de sociología en la Universidad París-Sorbona y activista de la izquierda radical. Es autor de Hemisferio izquierda. Un mapa de los nuevos pensamientos críticos (Siglo XXI, 2013) y de La nature est un champ de bataille (París, La Découverte, 2018), entre otros libros.

El misterio del capítulo de la Agricultura en el Anuario Estadistico del 2023 y la seguridad alimentaria en Cuba.

Por Humberto Herrera Carles

La información de las estadísticas de un país debe ser veraz y oportuna, para informar y saber cómo marcha la nación y sus sectores, y poder corregir, tomar medidas oportunas.

Nosotros tenemos un sistema estadístico implementado, que es la agregación de todos los estados financieros y balances desde la base por entidades realizados por la ONEI, los que nos pone en una posición privilegiada, ya que la fuente primaria es la realidad. En otros países se hacen estimados, acorde  a un sistema de varios indicadores estadísticos agregados por sectores que permiten tener una idea de la marcha de la economía bastante veraz. Es normal que después se hagan ajustes con la consolidación de las estadísticas oficiales.

La ONEI al parecer tiene problemas con las estadísticas de la Agricultura, a pesar de las empresas, y delegaciones territoriales que en cada territorio tiene el MINAG. Todos los años es el último Capítulo del Anuario Estadístico que se publica, y las informaciones trimestrales que se se hacen de otros sectores, en este caso brilla por su ausencia. Es decir, no sabemos a ciencias ciertas que se produce en el pais. 

En la Asamblea Nacional y las reuniones periódicas del Consejo de Ministros, solo se informa que se cumple o no, pero no se habla de números, pero alguno se debe tener, y al final en Cuba como en otros países, es necesario saber cuántas TON de alimentos se necesitan diario, por mes y año, para satisfacer las necesidades primarias del ser humano, que es alimentarse, esto para  los 10 millones de habitantes y uno flotante, que hay que garantizar.

Este no es un tema menor, es el más importante de todos en la vida económica y social de un país. El ministro de economía informo en la Asamblea Nacional que transcurre en estos momentos, que se iban a importar alimentos en el orden de 1 200 millones de dólares como complemento de lo que se produce en el país, y como lo normal son 2 000 millones de usd , y no satisface la demanda y cada vez se compra menos TON , por el incremento de precios, pues lo comente como algo arriesgado disminuir lo que se hace habitualmente. Después en redes sociales me aclaran que están también las importaciones de alimentos de las mipymes que hacen que lleguen a los 2 000 millones usd, número mágico pero insuficiente como veremos a continuación.

 Importacion de alimentos por años 2019-2023


Elaboracion propia. Capitulo Sector Externo Anuario Estadistico 2020-2023 Tabla 8.12

Es fácil ver, que en el 2023 vs 2019 hay un -43.9 % menos de importación de alimentos (TON) con un gasto en divisas mayor del +13.3 %. ¿Esto se ha compensado con la producido en la Agricultura? NO, e incluye o debe incluir las importaciones de las MiPymes en el 2022 y 2023.

Volvamos a la odisea estadística, porque no se sabe aún lo producido en el 2023 por el sector de la Agricultura y estamos ya finalizando el 2024. Solo comento que la semana pasada "colgaron" en el Anuario del 2023 el capítulo de la Agricultura del Anuario del 2022.  Escribí a la entidad solicitando precisión por este hecho, y no recibo respuesta, y a cambio sigue en el 2023 el capítulo del 2022 pero con un cartel que dice " en proceso".  Adicionalmente llamo la atención que la ONEI responde al MEP, y este cartelito es inédito

 

La pregunta es  ¿ qué cantidad de alimentos vamos a tener garantizado  para el 2025? . Esa información es lo que se debe compartir, los planes son solo eso, la realidad es lo determinante. Y hay que dar certezas y tener prioridades. Ya el ministro del MEP dijo que no se satisface la demanda, léase no habrá todos los alimentos que necesitamos y el Vicepresidente dijo en las Comisiones que tendremos lo que seamos capaces de producir. 

´¿No debería ser prioritaria una información más detallada , y un plan de acción para contrarrestar el probable déficit que aparentemente existirá?. 

Recuerdo que el Presidente en una ocasión dijo, y estoy de acuerdo con él, que si garantizamos la producción de alimentos y tenemos una oferta que satisfaga las necesidades, podemos bajar los precios de los mismos y darle incluso un vuelco a toda la economía. Ese es el reto, pero no lo veo hasta ahora factible.