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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 18 de septiembre de 2022

Cuando Marx tradujo "El Capital" al francés

 Por Marcello Musto 16/09/2022



En febrero de 1867, después de más de dos décadas de trabajo hercúleo, Marx finalmente pudo darle a su amigo Friedrich Engels la tan esperada noticia de que había terminado la primera parte de su crítica a la economía política. Posteriormente, Marx viajó de Londres a Hamburgo para entregar el manuscrito del Volumen I (“El proceso de producción del capital”) de su magnum opus y, de acuerdo con su editor Otto Meissner, se decidió que El Capital se presentaría en tres partes. Rebosante de satisfacción, Marx escribió que la publicación de su libro era, “sin duda, el misil más terrible que se haya lanzado hasta ahora contra las cabezas de la burguesía”.

A pesar del largo trabajo de redacción antes de 1867, la estructura de El Capital se ampliaría considerablemente en los años siguientes, y el Volumen I también continuó absorbiendo energías significativas por parte de Marx, incluso después de su publicación. Uno de los ejemplos más evidentes de este compromiso fue la traducción francesa de El Capital publicada en 44 entregas entre 1872 y 1875. Este volumen no era una mera traducción, sino una versión 'totalmente revisada por el autor' en la que Marx también profundizó el apartado sobre el proceso de acumulación del capital, y desarrolló mejor sus ideas sobre la distinción entre 'concentración' y 'centralización' del capital.

La búsqueda de la versión definitiva del Volumen I

Tras algunas interrupciones debido a su mala salud, y de un período de intensa actividad política de la Asociación Internacional de Trabajadores, Marx se puso a trabajar en una nueva edición de El Capital, Volumen I, a principios de la década de 1870. Insatisfecho con la forma en que había expuesto la teoría del valor, pasó diciembre de 1871 y enero de 1872 reescribiendo lo que había publicado en 1867. En 1872 salió una reimpresión de Das Kapital que incluía los cambios efectuados por Marx. Ese año fue especialmente importante para la difusión de El Capital, ya que vio aparecer también las traducciones al ruso y al francés. Esta fue encomendada a Joseph Roy, que previamente había traducido algunos textos del filósofo alemán Ludwig Feuerbach, y apareció en entregas gracias al editor Maurice Lachâtre. La primera se publicó hace 150 años, el 17 de septiembre.

Marx estuvo de acuerdo en que sería bueno publicar una "edición popular barata". “Aplaudo tu idea de publicar la traducción […] en entregas periódicas”, escribió. “De esta forma, el libro será más accesible a la clase trabajadora y para mí esa consideración supera cualquier otra”, argumentó con su editor. Consciente, sin embargo, de que había un 'reverso' de la moneda, anticipó que el 'método de análisis' que había usado 'haría ardua para algunos la lectura de los primeros capítulos', y que los lectores podrían 'desanimarse' si eran 'incapaces de seguir adelante al comenzar'. No creía que pudiera hacer nada en relación con esta "desventaja", "aparte de alertar y advertir a los lectores preocupados por la verdad. No existe un camino real hacia el aprendizaje y los únicos que tienen alguna posibilidad de alcanzar sus picos iluminados por el sol son aquellos que no temen agotarse mientras suben los empinados caminos ascendentes”.

Al final, Marx tuvo que dedicar mucho más tiempo a la traducción de lo que inicialmente había planeado para la corrección de las pruebas. Como escribió al economista ruso Nikolai Danielson, Roy “a menudo traducía demasiado literalmente” y le obligaba a “reescribir pasajes completos en francés, para hacerlos más aceptables al público francés”. A principios de ese mes, su hija Jenny le había dicho al amigo de la familia Ludwig Kugelmann que su padre estaba "obligado a hacer innumerables correcciones", reescribiendo "no solo oraciones completas sino páginas enteras". Posteriormente, Engels escribió en una línea similar a Kugelmann que la traducción francesa había resultado ser un "verdadero tormento" para Marx y que "más o menos tuvo que reescribir todo desde el principio".

Además, al revisar la traducción, Marx decidió introducir algunas adiciones y modificaciones. En la posdata de Le Capital, no dudó en atribuirle “un valor científico independiente del original” y afirmó que la nueva versión “debería ser consultada incluso por lectores familiarizados con el libro en alemán”. El punto más interesante, especialmente por su valor político, se refiere a la tendencia histórica de la producción capitalista. Si en la edición anterior de El Capital Marx había escrito que "el país más desarrollado industrialmente se limita a mostrar a los menos desarrollados la imagen de su propio futuro", en la versión francesa las palabras en cursiva fueron sustituidas por "a los que les síguen en el ascenso de la escala de la industrialización". Esta aclaración limitó la tendencia del desarrollo capitalista exclusivamente a los países occidentales que ya estaban industrializados.

Ahora era plenamente consciente de que el esquema de progresión lineal a través de los "modos de producción asiático, antiguo, feudal y el moderno modo de producción burgués", que había perfilado en el Prefacio a Una contribución a la crítica de la economía política, en 1859, era inadecuado para comprender el movimiento de la historia y que, en efecto, era aconsejable alejarse de cualquier filosofía de la historia. No vio el desarrollo histórico en términos de un progreso lineal inquebrantable hacia un fin predefinido. La concepción multilineal más pronunciada que Marx desarrolló en sus últimos años lo llevó a mirar aún más atentamente las especificidades históricas y la desigualdad del desarrollo político y económico en diferentes países y contextos sociales. Este enfoque ciertamente incrementó las dificultades a las que se enfrentó en el ya accidentado curso de completar el segundo y tercer volumen de El Capital. En la última década de su vida, Marx emprendió investigaciones exhaustivas de sociedades fuera de Europa y se expresó sin ambigüedades contra los estragos del colonialismo. Es un error sugerir lo contrario. Marx criticó a los pensadores que, al tiempo que destacaban las consecuencias destructivas del colonialismo, utilizaban categorías propias del contexto europeo en su análisis de las áreas periféricas del globo. Advirtió varias veces contra aquellos incapaces de observar las distinciones necesarias entre los fenómenos y, especialmente después de sus avances teóricos en la década de 1870, desconfiaba mucho a la hora de transferir categorías interpretativas a campos históricos o geográficos completamente diferentes. Todo esto es más claro gracias a Le Capital.

En una carta de 1878, en la que Marx sopesaba los aspectos positivos y negativos de la edición francesa, le escribió a Danielson que contenía "muchos cambios y adiciones importantes", pero que "también se había visto obligado a veces -principalmente en el primer capítulo - a simplificar el asunto". Engels era de esta opinión y no incluyó todos los cambios hechos por Marx en la cuarta edición alemana de El Capital que publicó en 1890, siete años después de la muerte de Marx. Marx no pudo terminar una revisión final de El Capital, Volumen I que incluyera las correcciones y añadidos con los que pretendía mejorar su libro. De hecho, ni la edición francesa de 1872-75, ni la tercera edición alemana –que se publicó en 1881–, pueden considerarse la versión definitiva que a Marx le hubiera gustado que fuera.

Marx a través de Le Capital

Le Capital tuvo una importancia considerable para la difusión de la obra de Marx en todo el mundo. Se utilizó para la traducción de muchos extractos a varios idiomas, el primero en inglés, por ejemplo. De manera más general, Le Capital representó la primera puerta de acceso a la obra de Marx para lectores de varios países. La primera traducción al italiano –publicada entre 1882 y 1884– se hizo directamente de la edición francesa, al igual que la traducción aparecida en Grecia, en 1927. En el caso del español, Le Capital permitió sacar algunas ediciones parciales y dos traducciones completas: una en Madrid, en 1967, y otra en Buenos Aires, en 1973. Dado que el francés era más conocido que el alemán, fue gracias a esta versión que la crítica de la economía política de Marx pudo llegar a muchos países de Hispanoamérica más rápidamente. Casi lo mismo ocurría con los países de habla portuguesa. En el mismo Portugal, El Capital circuló solo a través de la pequeña cantidad de copias disponibles en francés, hasta que apareció una versión abreviada en portugués poco antes de la caída de la dictadura de Salazar. En general, a los activistas políticos e investigadores tanto en Portugal como en Brasil les resultó más fácil acercarse a la obra de Marx a través de la traducción al francés que la original. Las pocas copias que llegaron a los países africanos de habla portuguesa también estaban en ese idioma.

El colonialismo también dio forma en parte a los mecanismos por los cuales El Capital estuvo disponible en el mundo árabe. Mientras que en Egipto e Irak fue el inglés el idioma que más se utilizó en la difusión de la cultura europea, la edición francesa desempeñó un papel más destacado en otros lugares, especialmente en Argelia, que en la década de 1960 fue un centro importante para facilitar la circulación de ideas marxistas en los "países no alineados”. La importancia de Le Capital se extendió también a Asia, como lo demuestra el hecho de que la primera traducción vietnamita del Volumen I, publicado entre 1959 y 1960, se realizó a partir de la edición francesa.

Esta, además de ser consultada a menudo por traductores de todo el mundo y ser cotejada con la edición de 1890 publicada por Engels, que se convirtió en la versión estándar de Das Kapital, la traducción francesa ha servido de base para traducciones completas de El Capital a ocho idiomas. Ciento cincuenta años después de su primera publicación, continúa siendo una fuente de debate estimulante entre académicos y activistas interesados ​​en la crítica de Marx al capitalismo.

En una carta a su antiguo camarada Friedrich Adolph Sorge, el propio Marx comentó que con Le Capital había “consumido tanto [de su] tiempo que no volvería a colaborar de ninguna manera en una traducción”. Eso es exactamente lo que sucedió. El esfuerzo y las molestias necesarios para producir la mejor versión francesa posible fueron realmente notables. Pero podemos decir que fueron bien recompensados. Le Capital ha tenido una circulación significativa, y los añadidos y cambios realizados por Marx, durante la revisión de su traducción, contribuyeron a la dimensión anticolonial y universal de El Capital que está siendo ampliamente reconocida hoy en día gracias a algunas de las más novedosas y perspicaces contribuciones en los estudios de Marx.

 
catedrático de Sociología en la York University (Toronto). Sus escritos han sido traducidos a veinticinco idiomas y están disponibles en www.marcellomusto.org. Su última monografía es Karl Marx, 1881-1883. El último viaje del Moro (Siglo XXI, 2020).
Fuente:
www.sinpermiso.info, 16 de septiembre 2022
Traducción:
G. Buster

Cuba recibió 971 455 visitantes internacionales hasta el mes de agosto del 2022.

Por Humberto Herrera Carlés


Playa Paraíso, Cayo Largo del Sur, elegida entre las mejores del mundo.

Nuestro país hasta el mes de agosto ha recibido 971 455 visitantes internacionales, para un crecimiento del +593.4 % en igual periodo del 2021, con información proporcionada por el Dr. Jose Luis Perelló. 

La cifra confirma la recuperación que viene produciéndose en el turismo, si bien todavía distantes de los resultados pre-pandemia, y el mes de agosto se comportó ligeramente inferior al mes de julio, algo normal en la dinámica del turismo, si bien se esperaban mejores resultados.

En el mes de agosto se recibieron 136 564 visitantes internacionales, liderados por Canadá con 39 514, Comunidad Cubana en el exterior 28 638, España 13 064, Estados Unidos 8 213 e Italia con 7 379, entre los cinco principales emisores.

Acumuladamente, los cinco primeros lugares son Canadá con 298 410 visitantes internacionales, Comunidad Cubana en el exterior 212 518, Estados Unidos 60 886, España 55 101 y Rusia con 38 488.  En estos países o grupos se concentran el 67.5 % de los visitantes recibidos hasta la fecha.

Los meses de septiembre y octubre son de temporada baja turistica, siendo noviembre y diciembre, de alta y extra alta, respectivamente. Así, los pronósticos del ministro de turismo en la última asamblea nacional de alcanzar entre julio y octubre 1 105 000 visitantes parecen distantes, porque entre el mes nueve y diez tendríamos que recibir 815 956 visitantes, y en esos dos meses, el mejor comportamiento histórico ha sido en el 2018 con 609 190 visitantes internacionales.

Otro tanto ocurre con la meta de 2.5 millones de visitantes internacionales en el 2022, ya que entre septiembre a diciembre se tendrían que recibir 1 528 545 visitantes, y el mejor año, en estos cuatro meses, fue el 2017, con 1 482 011 visitantes, si bien no muy distante de lo que alguna vez se logró, las condiciones actuales son menos favorables. Pero demos aún el beneficio de la duda. 

Por otra parte, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) en su informe de principales indicadores en el I semestre del 2022 del Turismo,  los ingresos alcanzaron la cifra de 355.4 millones de dólares esto significa que el plan de 1 159 MMUSD de ingresos de este año se va cumpliendo solo al 31.0 %. Sin embargo, el plan de visitantes del año en el primer semestre se cumplió al 27.3 %, lo que significa que la gestión de ingresos se comportó más favorable que la de visitantes internacionales, y esto es positivo.

Los meses siguientes, incluyendo lo queda de mes de septiembre, son decisivos, y sigo expresando lo que dije desde principio de año, los ingresos en divisas para el país es lo determinante. 


A propósito del artículo " El Toque exchange y un apocalipsis de dos centavos"

Por Dr Oscar Fernandez Estrada


Me animo a comentar su artículo toda vez que lo he visto publicado en un medio serio como Cubadebate, que no se debe permitir errores conceptuales. Perdone la osadía, pero entiendo que es importante que los lectores puedan contrastar argumentos, porque el sostenimiento de un enfoque erróneo puede conducirnos a consecuencias peores de las que ya enfrentamos.

Empiezo por el final:

Usted afirma. "O sea, la culpa de la depreciación del peso se debe a que la medida del Banco Central es… ¿altamente inflacionaria? ¿De verdad? ¿Eso es así?Resulta que la venta de divisa se hace en 37 unidades de Cadeca de todo el país. He estado realizando búsquedas, y en estos primeros días la venta promedio es de unos 7000 equivalentes a dólares, lo cual implica un monto diario de 259 000 MLC. Ahora, fíjense, si dividimos esa cantidad entre 11 millones, tenemos que, como promedio, cada cubano compraría apenas dos centavos de dólar al día. O sea, gasta 86 pesos al mes. (...) ¡Y esa es una medida “altamente inflacionaria”! ¿Es eso lo que provoca, “por el llamado efecto traspaso hacia la inflación”, la elevada depreciación del CUP?"

Estimado poeta, con el respeto que me merecen sus años, yerra usted en este razonamiento. Por supuesto que sí es altamente inflacionaria esta política! Lo que es inflacionario no es que el Estado venda divisas, sino justamente lo contrario, el problema es que no vende suficientes divisas.

Cuando el Estado compra divisas al público (acción que ya sabemos predomina) inyecta 110 cup a la circulación. Pero no hay qué comprar con esos 110 pesos. Eso es lo altamente inflacionario!

Cuando el Estado vende divisas ahí es donde está su oportunidad de extraer esos CUP de la circulación y evitar que la emisión por la compra de divisas sea inflacionaria. Pero como usted bien nos explica en su demostración es muy poca la divisa que el Estado vende en esas 37 CADECAS.

Para paliar esto durante los años noventa se inventó el llamado "mecanismo del MINCIN", para esterilizar el exceso de emisión monetaria por la compra de dólares. Este mecanismo consistía en darle al MINCIN parte de los dólares comprados por CADECA para que importara insumos de alta rotación y los vendiera en pesos a un precio equivalente con la tasa de cambio. Pero sin esto o alguna variante que cumpla esta función nuestro aguerrido peso sigue a la deriva.

Por otra parte, en otro momento usted afirma:

"Pero si en el primer semestre de este año el turismo creció un 557% respecto a igual período de 2021, ¿por qué razón desde enero hasta hoy la tasa informal es del doble? Hay algo que no cuadra en el análisis. Súmese que también han aumentado considerablemente las visitas de cubanos residentes en el exterior."

Estimado poeta, existen varias razones que podrían explicar el incremento de la tasa informal, que imagino usted conoce perfectamente aunque por desconozco por qué no lo incluye en su análisis:

1. La estampida migratoria incrementa la demanda de dólares en montos nada despreciables, que difícilmente vuelvan al mercado cambiario a corto plazo. No sé para cuándo este pequeño tema nos va a parecer trascendente, determinante y absolutamente prioritario (por encima de cualquier barricada ideológica o histórica) para la supervivencia de la nación.

2. El avance de la dolarización incrementa la demanda de dólares/euros/MLC. Es notoria la expansión de las transacciones formales en MLC, entre todos los actores económicos, particularmente las empresas de todas las formas de propiedad. Ante la ausencia de un mercado cambiaro empresarial las empresas buscan cerrar su ciclo económico recuperando los MLC que debieron invertir en insumos y equipos importados. Y, por otra parte, la promesa del incremento de las ofertas en pesos continúa desdibujándose en la arena ante cualquier mínima ola nueva. El anuncio de la inversión extranjera en el comercio minorista, aunque es una medida necesaria, reforzará esa tendencia a la dolarización, en tanto se esta visualizando entregar a esta modalidad parte de los segmentos dolarizados del comercio.

3. El público prefiere ahorrar en dólares porque el propio contexto de incertidumbre macroeconómica respecto al valor de la moneda nacional en el futuro, hace que el peso ceda esa función del dinero a otro activo con menos riesgo de depreciación. Conclusión: lo que va a estar debajo de los colchones se está guardando en dólares.

4. La oferta de dólares disminuye.

El Estado inició operaciones de mercado cambiario claramente desbalanceadas, con muchas más opciones para comprar que para vender dólares al público. Por lo tanto, sustrae dólares del mercado, porque utiliza el mercado cambiario como una fuente de captación de divisas. A mi modesto juicio y el de muchos economistas, esto constituye un error porque intenta exprimir lo que no se debe. Por supuesto que la tasa de cambio informal tiende a deteriorarse.

Ahora, argumentar una relación proporcional entre el incremento del turismo y la oferta de dólares en el mercado informal, tiene puntos de debilidad. Tal vez aquel porciento del gasto del turista ejecutado en el sector privado en efectivo en dólares, o aquellos que cambió en el mercado informal puedan influir. Pero, mientras una buena parte del turismo está muy concentrado en polos o destinos todo incluido, el derrame no tiene por qué ser proporcional a la cantidad de visitantes.

Contribuir a interpretar nuestra realidad desde una posición comprometida, pero por encima de todo honesta y coherente, constituye una responsabilidad moral. 

Cualquier otra cosa es éticamente reprochable y parte de lo mismo que tanto denunciamos. Todo no puede valer.

Saludos.

PD. Autorizo a #Cubadebate a publicar esta respuesta en su sitio como parte de la convocatoria al debate sobre temas de economía, que se ha lanzado de conjunto con la #ANEC.