Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 14 de febrero de 2022

Profecías en ciernes (I)

 


Pocos conocen el valor nutricional que tienen los microvegetales, asegura Oliesky Fabre Castillo. / Anaray Lorenzo

Por Lilian Knight |  Delia Reyes


Después del golpe al mentón que propinó la covid-19 a la mayoría de los negocios privados en Cuba, Oliesky Fabre Castillo repensó el cauce de su nuevo emprendimiento en el municipio habanero de Plaza de la Revolución. Por un lado, sabía que los alimentos eran cada vez más escasos y, por otro, entendía que cualquier idea debía utilizar recursos a la mano, en un escenario muy adverso. Había que innovar. Él tenía una carta de triunfo: sólida formación en arquitectura del paisaje, relacionada con botánica y diseño en espacios urbanos.

Luego de adentrarse en los conceptos más novedosos de la agricultura sostenible, Oliesky, junto a otros dos colegas arquitectos, pusieron todo el empeño en un proyecto que fue germinando de manera paralela al embate del invisible virus. Pero en el camino siempre aparecen grandes e insorteables obstáculos.

Después de ensayos de prueba y error, en un balcón de cinco metros cuadrados, en el edificio donde vive Oliesky, alcanzó rendimientos envidiables en la producción de microvegetales comestibles con las técnicas de la agricultura en vertical y la hidroponía. Ellos llegaron a tener, en la capital, una decena de clientes, a veces con más de un pedido semanal.

Tras la salida al mercado en noviembre de 2020, Oliesky comenzó a tocar puertas recabando apoyo institucional a su iniciativa. Sin embargo, nada cuajaba. Fue entonces que idearon convertir En Paralelo en un proyecto de desarrollo local. Contactaron con autoridades municipales, “pero los procesos siempre eran lentos, muy lentos”, advierte el arquitecto.

A esas alturas (finales de 2020), él todavía no contaba con una licencia para ejercer como trabajador por cuenta propia y “urgía encontrar un espacio en la ciudad donde aumentar el potencial agroalimentario del municipio, a partir de sistemas locales, soberanos y sostenibles”.

Después de un largo –y peliagudo– parto de la micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) en Cuba, Oliesky presentó su solicitud y clasificó dentro de las primeras autorizadas por el Ministerio de Economía y Planificación (MEP), en septiembre de 2021. En Paralelo comenzó a andar “en papeles” como empresa privada y, a la par, proyecto de desarrollo local. No obstante, el suelo donde aterrizar la inventiva seguía en las nubes.

Luego de varias ofertas, inaccesibles por una u otra razón, le otorgaron un solar yermo, al costado del parque de Zapata y C. “Sin embargo, el terreno no estaba registrado en Planificación Física a nombre de nadie. Esa fue la primera traba. Después de muchas consultas las autoridades locales acordaron adjudicárselo a Servicios Comunales para que nos lo arriende. Desde entonces todas las semanas llamamos… se ha formado el peloteo dentro del municipio, a pesar de que todos están visiblemente a favor del proyecto. De lo contrario, fuera para un año o dos”, advierte.

Sin el contrato de arrendamiento del terreno con Comunales, el banco no aprueba ningún crédito a la Mipyme y el proyecto necesita seis millones de pesos para iniciar sus operaciones. Otra de las vías de acceder al financiamiento es como iniciativa local, mas “el dinero que tenía el municipio para apoyar estos proyectos lo destinó a otras cuestiones importantes. Y se acabó”.

Resulta increíble cómo En Paralelo, un proyecto tan genial y a tono con la Política de Educación Nutricional y Seguridad Alimentaria del país, lo mantengan sentado en el banco de la espera.

***



Entre las aspiraciones de Alimentos Alelí está obtener un local de ventas en el centro de la ciudad de Matanzas. / Cortesía Alimentos Alelí

Justo cuando la pandemia desolaba al territorio yumurino, en julio de 2021, una iniciativa local lograba mantener un surtido estable de viandas y vegetales en hogares matanceros. El grupo de desarrollo de software ByteCuba había implementado hacía solo un mes la plataforma de comercio electrónico Agrominuto, donde las ofertas de Alimentos Alelí acaparaban –y aún lo hacen– toda la atención.

El negocio, con sede y dos mercados en la barriada de Pastorita, elabora y comercializa productos agrícolas limpios, empaquetados y troceados, los cuales distribuye hasta las casas de sus clientes utilizando triciclos eléctricos.

Esta iniciativa, que también surgió como proyecto de desarrollo local, llegó a aportar al municipio de Matanzas 1.5 libras de viandas per cápita al mes. Con tal demanda y aporte, era lógico que fuera otra de las pioneras aprobadas por el MEP.

La principal motivación para el tránsito es la adquisición de personalidad jurídica, refiere Liliana Bolaños Barnet, titular del negocio. Al ser empresa, existe un mayor respaldo a la hora de firmar contratos con abastecedoras estatales.

“Ya no estaremos rogando por mercancía como si nos hicieran un favor ni nos limitarán a la compra de productos merma. Operaremos en igualdad de condiciones con los organismos estatales en ese sentido. Aunque todo va a depender de un cambio de mentalidad hacia las formas de gestión no estatal”, subraya.



La viceministra de Economía y Planificación Johana Odriozola Guitart subraya que las Mipymes estatales gestionarán los recursos de manera similar a las privadas. / Jorge Luis Sánchez

Ni siquiera los pronósticos más optimistas vislumbraron la cantidad de negocios, en su gran mayoría privados, que ya forman parte del tejido empresarial del país. En tal sentido, Johana Odriozola Guitart, viceministra del MEP advierte: “pueden, en término numérico, sobrepasar las cifras de las estatales. Eso sucede en muchos países, donde existen más micros, pequeñas y medianas empresas y, en menor cuantía, entidades grandes. Por supuesto, las Mipymes no tienen la misma importancia ni igual peso en el crecimiento del Producto Interno Bruto. Aunque la idea nuestra es que sí impacten en la matriz productiva”.

Aunque, para despejar el camino a estos actores, no basta con las buenas intenciones y la decisión de permitirles transitar, desde negocios previos o de nuevos emprendimientos, hacia el tejido empresarial. Después de un largo período de incubación, ahora cuando finalmente pueden ver la luz al final del túnel, persisten trabas burocráticas, dogmas, temores e intereses solapados.

***

En 2019 el Parque Científico Tecnológico de La Habana iniciaba sus labores. En ese entonces, un grupo de jóvenes vislumbró por fin la concreción de sus sueños. AlaSoluciones, un proyecto de base tecnológica para la fabricación de vehículos no tripulados, se incorporaba a los predios de la Universidad de Ciencias Informáticas con el objetivo de incubarse como empresa.

A mediados del año pasado se anunciaron las normativas que daban paso al surgimiento de Mipymes, pero justo dos meses antes, el Decreto 34 de 2021 del Consejo de Ministros “Sobre las aeronaves no tripuladas” cortó de un cuajo las alas que prometían volar tan lejos. Dicha regulación, otorgó a GeoCuba la exclusividad sobre el desarrollo, fabricación, reparación, importación y exportación de drones.

Como reconoce Yosué Montes de Oca Arias, especialista en Posicionamiento para Motores de Búsqueda de AlaSoluciones, fue un duro golpe al proyecto que tenía contratos para brindar servicios y sustituir importaciones en las áreas de comunicaciones, agricultura de precisión y atención de plagas, levantamiento topográfico y cetrería robótica en zonas aeroportuarias.

El listado de actividades prohibidas para el sector privado dejó fuera gran número de actividades profesionales, “en aras de impedir el éxodo de estos especialistas hacia el trabajo no estatal  –supone Yosué–, pero la respuesta no puede ser la prohibición, sino incentivar al trabajador estatal para que permanezca ahí”.

Aun así, los muchachos de AlaSoluciones no renunciaron a constituirse como Mipyme –de hecho fue una de las primeras 35 aprobadas en el país–, y ahora se enfocan en sensores para equipos de medición y un vehículo para la certificación del dragado de bahías, presas y otros.



Los jóvenes de AlaSoluciones llevan a puerto seguro su dispositivo de certificación de dragado de presas. / ACN

Si bien la mayoría de las actividades profesionales quedaron vetadas para el ejercicio independiente, un número no despreciable de graduados universitarios renunciaron al reconocimiento pleno de su título, capacidades o conocimientos con el propósito de circunscribirse, en pos de un proyecto personal, a especialidades técnicas y de manufactura.

Así lo hicieron los integrantes de Soluciones Espiral, en su mayoría ingenieros, quienes muchas veces acompañan sus propuestas de automatización o informatización con trabajo de investigación y desarrollo de software.

Para ellos, el sector privado sigue siendo una oportunidad de crecer e innovar, de ahí que ya hayan colaborado con Cinesoft en la enseñanza de robótica educativa, con Tecnotur para la configuración de tarjetas de máquinas de hielo, con la agricultura en la implementación de la ganadería inteligente (control electrónico del peso, alimentación… del ganado), y con la Empresa de Fabricación y Servicios a Instrumentos de Pesar para la reparación de básculas digitales, entre otros.

Hasta el momento, esta iniciativa reutiliza recursos ociosos de las empresas nacionales para conformar sus soluciones, aunque acceder a estos materiales no siempre es fácil.

“A nivel nacional existe un criterio errado sobre el valor de las exportaciones: a veces, las entidades estatales prefieren vender a nivel internacional recursos por un volumen ínfimo de divisas, en lugar de facilitarle el insumo a quienes intervienen en una producción nacional que pudiera ahorrar millones”, expresa el ingeniero informático José Ribe Sanguily.

Los miembros de este proyecto señalaron entre las insatisfacciones el alto nivel de indefiniciones y contradicciones de los entes bancarios, la elevada tasa impositiva, restricciones al uso de los presupuestos de la Mipyme y el escaso margen de crecimiento que ofrece el financiamiento del capital de trabajo, así como la falta de acceso a divisas y la inflación en el mercado informal.

Pese a estas limitantes y las trabas en el acceso a créditos bancarios, los integrantes de Soluciones Espiral siguen tocando puertas, preguntando y buscando nuevos modos de crecer, precisamente porque innovar y crear es para ellos una forma de vida.

Continuará

Trabajo por cuenta propia: croquis inconcluso (I)

Por Lilian Knight | Pastor Batista | Delia Reyes



Las últimas regulaciones resarcen derechos vulnerados a las formas de gestión no estatal y enuncian modificaciones de fondo en el sistema tributario. Sin embargo, a pesar de los aires a favor, BOHEMIA advierte criterios encontrados en cuanto a la cantidad de contratados, la definición del empleo autónomo y las actividades prohibidas. Se perciben imprecisiones y desconocimiento de lo legislado entre funcionarios públicos y cuentapropistas. El desabastecimiento de la red mayorista, y la ausencia de un mercado oficial de divisas, baten en contra de la legalidad y los precios a la población. Aún resta por delinear una visión estratégica para el sector privado como complemento y contraparte del estatal.

 Con los materiales que pudo encontrar, tejas de fibrocemento de uso, angulares herrumbrados y unas cuantas losas recicladas, Ramona Luisa Ceruto Martínez comenzó a levantar un punto de venta de productos agropecuarios en el reparto Parcelación Moderna, municipio de Arroyo Naranjo, ayudada por la familia y algunos vecinos. Su proyecto, El Patio de Ramona, ya había sido presentado en la Oficina de Trámites de la dirección municipal de Trabajo, en los primeros días de entrar en vigor las nuevas normativas para el ejercicio del trabajo por cuenta propia (TCP).

Justo a los 25 días de presentar su solicitud –el tiempo previsto en la legislación–, ella contactó por vía telefónica con las autoridades de dicho órgano, pero todavía no estaba aprobado su caso. Entonces le indicaron ir a la dirección de Higiene y Epidemiología municipal para agilizar el autorizo de licencia sanitaria. Sin embargo, esa orientación contravenía los procedimientos regulados en el Decreto-Ley 44/2021 del Consejo de Estado.

Finalmente, después de volver a contactar por teléfono con la Oficina de Trámites, el 1° de noviembre le entregaron el vector fiscal –faltó el carnet de contribuyente– y precisaron que debía esperar la llamada del banco para abrir su cuenta. Por supuesto, Ramona no se sentó a esperar por los laureles. Inmediatamente

visitó la sucursal bancaria en La Lira, donde le aseguraron que Trabajo no había notificado el certificado de validación del negocio con vistas a iniciar la apertura de la cuenta fiscal correspondiente. No obstante, tomaron sus datos.

Después de tejes y manejes, El Patio de Ramona comenzó a ofertar productos agrícolas a la comunidad, a precios mucho más asequibles; “porque la idea es sobrevivir, no abusar de la gente”, afirma esta mujer, quien tiempo atrás era ama de casa y luego despuntó como emprendedora.

Con similares intenciones, Alexei Gómez Cordero, en el municipio de Ciego de Ávila, lleva varios meses esperando autorización para su proyecto como vendedor minorista de productos del agro. Vale destacar que esas ofertas son cosechadas por su familia en una pequeña finca rural, lo cual permite, incluso, suavizar precios a favor de la población.



Alexei Gómez Cordero, aunque tiene los productos agropecuarios en la finca familiar, sigue sin recibir el permiso para comercializarlos. / Pastor Batista

Ambos, Alexei y Ramona -mucho antes de entrar en vigor las normas- realizaron diligencias con las autoridades locales con el interés de obtener un permiso para vender producciones agrícolas. Pero les dijeron entonces que no estaban dando permisos para esa licencia. Aunque a Ramona se le dio luz verde en la capital, Alexei siguió penando en la provincia avileña.

Si el Decreto 35, De la Comercialización de Productos Agropecuarios, publicado en la Gaceta Oficial No. 49, edición Extraordinaria, de 4 de mayo de 2021, autoriza a los TCP a ejercer esta actividad, ¿por qué las direcciones de Trabajo prohibieron hacerlo?

Lourdes Milian Monte, especialista principal de la dirección municipal de Arroyo Naranjo asegura: “el tema de los vendedores minoristas solo se abrió para aquellas personas que eran trabajadores estatales de los diferentes mercados agropecuarios y, como cambió la ley, esos establecimientos iban a pasar a ser arrendados. Por eso se abrió esa licencia para ellos nada más. La indicación venía con un listado de Acopio, de quienes iban a pasar a ser TCP. A partir del 20 de septiembre, sí se puede solicitar esa licencia”.

De estos casos BOHEMIA también recabó explicaciones en el órgano rector. Yenisey González Madrazo, al frente de la dirección de Atención y Control al TCP del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), sencillamente desconocía la norma: “No le puedo referir del Decreto 35 porque no lo tengo aquí para decirle si está o no en vigor. ¿Será el de La Habana?”. Con estos truenos… de ahí para abajo cualquier cosa es posible. La profesionalidad por la que aboga el primer secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, parece caer en saco roto ante los vacíos legales de funcionarios encargados de velar por el mejor desempeño del TCP.



Yenisey González Madrazo, al frente de la dirección de Atención y Control al TCP, desconocía el Decreto 35 que regula la comercia-lización de productos agropecuarios. / Anaray Lorenzo

 

Querella con el tres

Muy cerca del Parque de La Libertad y de la vorágine que poco a poco vuelve al centro de la ciudad de Matanzas se ubica el Hostal Azul, una casa de renta que, incluso en los momentos más difíciles de la covid-19, no cerró sus puertas.

O más bien sus ventas, teniendo en cuenta que Joel Báez Almeida, dueño de este negocio, ubicó allí un punto para ofertar panes, dulces, jugos y concentrados, y así sortear la suspensión del turismo a raíz de la pandemia. A juicio del también miembro del Comité Nacional del Sindicato de Hotelería y Turismo, las últimas normativas respecto al TCP y al resto de los actores económicos, si bien suponen un impulso al desarrollo de las fuerzas productivas, igual implican un reto y generan preocupaciones a los emprendedores.

Entre los trabajadores privados prevalece el criterio, sostiene Joel, que la normativa limita demasiado ciertas cuestiones como el número de contratados solamente a tres. “Si hubiera habido un intercambio mayor con la base, y a nivel de país, tal vez fueran más, al fin y al cabo determina más la complejidad de la actividad que el número de empleados, tanto así que pueden conformarse micro, pequeñas y medianas empresas de solo tres personas”, indica el perspicaz matancero.

En un sondeo de opinión realizado en varios municipios de la capital, esta publicación recogió similares criterios. Bernardo Romero González, un joven emprendedor de Playa, al que le viene como anillo al dedo las transformaciones para dotar de personalidad jurídica a los negocios privados, estima: “El tres me parece poco. ¿Por qué? Tenemos la clásica cafetería de la esquina que tiene dos turnos de trabajo y resuelve muchos problemas en los barrios porque no hay ofertas estatales. Entonces ese límite le va a complicar la vida a mucha gente”.

En el municipio de Marianao una TCP, que pidió el anonimato, considera tal decisión como “un pie forzado porque nos habían permitido aumentar la cantidad de trabajadores contratados y eso es empleo para todos. Entonces, ahora lo limitan. Es un dale pa’ lante y un dale pa’ atrás que nos mantiene con tensión”.



Un cuentapropista que pide el anonimato aboga por poner fin al zigzagueo normativo en cuanto a la cantidad de trabajadores contratados. /Anaray Lorenzo

A la Dirección Municipal de Trabajo de La Lisa han llegado muchos trabajadores contratados sin saber qué pasará con ellos, reconoce Bárbara Cintra Otero, especialista de la Oficina de Trámites. “Una de las medidas que adoptamos fue emitirles un documento con firma y cuño donde se le orienta al titular de la licencia reconocerlos en su negocio para que de alguna forma estén legal. No se les puede decir que no continuarán porque esa es una forma de empleo”, aduce Cintra Otero.

Aunque esos sentires andan en el candelero del sector privado, llama la atención que, según González Madrazo, del MTSS, no habían llegado al organismo. “Hemos conceptualizado que el TCP se hace de forma autónoma y aquí estamos permitiendo que pueda tener tres trabajadores contratados y auxiliarse de su familia. Ahora, el resto, por la naturaleza de su actividad, tiene que convertirse en pequeñas y medianas empresas o en cooperativas no agropecuarias. No estamos negando la oferta de empleo, al contrario, le estamos dando a cada cual el lugar que le corresponde”, sostiene la directiva.

Con la experiencia en el seguimiento y atención al TCP en el municipio de Arroyo Naranjo, Lourdes Milián Monte no duda de que “en el camino se harán algunos ajusticos a la cantidad permitida”.

Después de cuatro décadas dedicadas a la investigación, la doctora en Ciencias Económicas Ileana Díaz Fernández, del Centro de Estudios de la Economía Cubana de la Universidad de La Habana, reflexiona: “El número no es lo importante, sino qué actividades son de peso para el crecimiento esperado. ¿Un ponchero que tiene cuatro trabajadores contratados tiene que pasar a otra forma de gestión? Si este es un trabajo de subsistencia, al igual que las cafeterías de barrio, ¿qué le aportan a la dinámica de desarrollo del país? Estas son una fuente de empleo y eso está muy bien. Pero en Cuba lo que falta es una visión estratégica, a dónde queremos llegar con los actores económicos”.

Para agilizar trámites

Evidentemente las oficinas concebidas para atender a los TCP en las direcciones municipales de Trabajo han devenido espacios de notable concurrencia.
Según expresa Juan José González Carballeida, subdirector para el Trabajo por Cuenta Propia en la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Ciego de Ávila, dichas oficinas continúan empeñadas en asumir, simplificar y realizar trámites que anteriormente correspondían a los propios TCP, en medio de un proceso engorroso con otros organismos y entidades.
Como resultado, si todo fluye bien y se le pone corazón al asunto, a la vuelta de unos 25 días el interesado puede tener en sus manos el certificado que valida su proyecto, el documento que lo acredita como contribuyente y el llamado vector fiscal de persona natural.
“Puedo decirte que desde la entrada en vigor del Decreto-Ley 44, los avileños han presentado solicitud para más de 1 000 proyectos, una buena parte han sido aprobados ya en actividades relacionadas con la ganadería, la industria manufacturera, la información, comunicación y telecomunicaciones, y la gastronomía, entre otras.
“Es curioso y alentador –añade– que muchos de esos solicitantes no tenían vínculo laboral anterior”.

 

Abanico de tramas

Que no todo es color de rosa en el activo mundo donde gira el trabajo por cuenta propia, muy bien lo sabe Norge Domínguez Calderón, un hombre que después de 25 años laborando en talleres del Poder Popular Provincial avileño decidió pasar a esa otra alternativa de empleo en Cuba como reparador de equipos mecánicos y de combustión.

Si muy bien le iba, en lo personal, igual o mejor se sentían infinidad de usuarios privados y sobre todo estatales, que acudían a recibir servicios en un cálido espacio, a la entrada de la vivienda de Norge, hasta que…

Una vecina, ajena a todo tipo de actividad socialmente útil, se empeñó en afirmar que le molestaba el ruido causado por un hombre que, según ella, “lo único que hace es trabajar, trabajar y trabajar”, de manera que formuló quejas y, para no hacer muy larga la historia, desde hace un año a Norge le fue retirada su patente, hasta hoy sin solución ni explicación convincente, incluso cuando otros vecinos, clientes y hasta especialistas desestiman el pretexto de un ruido que en la práctica no es tal.



La historia de Norge Domínguez Calderín demuestra la insensibili-dad en el actuar de las autoridades locales en Ciego de Ávila. / Pastor Batista

“En busca de ayuda me he dirigido a todas las estructuras habidas y por haber, incluyendo cuerpos de inspección y hasta la Fiscalía, pero nada. ¿Y de qué voy a vivir?”, se pregunta el noble trabajador.

Fernando Cruz navega con mejor brisa. Dedicado al giro de los ponches y el aire para todo tipo de neumáticos, agradece estar informado y actualizado acerca de medidas que ha venido aplicando el país.

“Es interesante –afirma– que puedo presentar un proyecto si deseo incorporar algún otro servicio complementario para mejorar la atención al cliente, algo que hasta ahora no se permitía.

“Para mí está claro, además, que puedo contratar hasta tres trabajadores o formar, con un número mayor, una pequeña empresa… pero en verdad no estoy interesado, al menos por ahora. Con lo que hago me siento bien y después de pagar mis impuestos, la patente y todo lo demás, me quedan ingresos para vivir honradamente en estos tiempos”.



El joven Gilberto Martínez Guadarrama, vendedor ambulante de alimentos, clama por una mayor comunicación con los TCP. /Pastor Batista

Similar opina el joven Gilberto Martínez Guadarrama, dedicado a la venta de alimentos ligeros de forma ambulatoria, quien, sin embargo, considera que debe haber una mayor comunicación con ellos, pues a veces entran en vigor medidas que no todo el mundo conoce.

“Por ejemplo, al comenzar la fase de transmisión autóctona de la covid-19, ignoraba que no se podía ofrecer el servicio y me pusieron 5 000 pesos de multa. Eso me dolió porque me gusta cumplir lo establecido y no tengo problemas con los inspectores a pesar de que aparecen bastante por aquí para ver el tema precio, la higiene, el nasobuco y exigir que no estemos en un mismo lugar, sino moviéndonos constantemente”, comenta Gilberto.

Se trata, en fin, de un abanico de situaciones, entre las cuales pueden emerger casos como el de Wilfredo Sánchez, zapatero remendón que hace pininos para conseguir hilo, pegamento y otros insumos imprescindibles.

Golpes duros

La ausencia de un almacén, tienda o mecanismo que permita adquirir las materias primas, recursos e insumos necesarios para las actividades sigue siendo preocupación con denominador común entre los TCP.

En diálogo con BOHEMIA, sentada en el amplio salón de reuniones de la revista, Johana Odriozola Guitart, viceministra del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), reconoce: “el mercado mayorista está muy desabastecido porque tiene un problema fundamental, la mayoría de los productos son importados, entonces si usted los tiene que comprar en dólares y después vender en moneda nacional, no tiene forma automática de reaprovisionarlo y llega el momento en que se le acaba el dinero. La falta de recursos afecta a toda la economía.



Tanto las actividades más sencillas, como esta que ejerce Wilfredo Sánchez, y otras de mayor complejidad, se ven afectadas por la ausencia de suministros en la red del comercio interior. /Pastor Batista

“Las opciones hoy para la población en un grupo de cosas están en el sector privado. Si usted quiere tomar helado, ¿mire a ver si Coppelia o la Nestlé le dan el servicio? Sin embargo, le puedo decir en cuántos lugares compro helado todos los fines de semana. ¿Y alguien se preguntó de dónde sacan los privados las cosas para producirlos? Es verdad que ellos ponen el precio que quieran, pero es que importan el envase y la empresa estatal le está vendiendo la leche tres veces por encima del precio con que se lo venden a otra estatal. Y todo eso encarece el producto”, amplía la también licenciada en Derecho.

Otro asunto que golpea al mentón de los TCP es la ausencia de un mercado oficial en divisas, explica Milian Monte, al frente de la Oficina de Trámites de Arroyo Naranjo. “Muchos han abierto cuentas en moneda libremente convertible. No es un secreto que ellos están comprando los dólares caros en el mercado informal, por encima de los 70 u 80 pesos, para poder mantener su negocio.

“Sin embargo, cuando van a vender a la población no pueden pasarse del 2.5 por ciento del costo de la mercancía. Además, te dicen que cuando hacen las importaciones a través de ITH es una barbaridad de dinero lo que tienen que pagar. Cuando sacan las cuentas a lápiz no les da la lista con el billete. Entonces, la Dirección Integral de Supervisión los sofoca por los precios abusivos”.

Si bien es cierto que la actual crisis tiene en jaque no solo a los cuentapropistas, sino a toda la economía nacional, hay cosas que no se entienden. El recelo de muchos TCP parte del hecho de que no siempre lo establecido por las normas se hace realidad. Tal es el caso de la comercialización de inventarios ociosos de las empresas estatales a personas naturales y jurídicas (recogido en la Resolución 113/2021 del Ministerio de Comercio Interior), anhelo que hasta el momento anda lejos de concretarse.

“El turismo —como otros renglones— desecha cada año recursos que un TCP puede emplear, reparar y extender su vida útil. Minibares, colchones y mobiliario en general son destruidos y pocas veces puestos en una feria para venta a la población o a los trabajadores no estatales”, subraya Joel Báez Almeida, un convencido de que todavía quedan cosas por destrabar en el ejercicio del trabajo privado en Cuba.

Autónoma que corre al mar

La Ley, y su espíritu, no pueden enajenarse de la voluntad de aquellos a los que pretende servir. Por ello, como decía Martí: “En los pueblos libres, el derecho ha de ser claro. En los pueblos dueños de sí mismo, el derecho ha de ser popular”. Una brújula que nunca deberá perderse de vista.

La definición sobre el TCP realizada en el Decreto-Ley 44/2021 establece que “el trabajo por cuenta propia es la actividad o actividades que, de forma autónoma, realizan las personas naturales, propietarios o no de los medios y objetos de trabajo que utilizan para prestar servicios y la producción de bienes”.

Si el término autónomo se asocia, como indica Yenisey González Madrazo, del MTSS, al trabajo que puede realizar por sí sola una persona, entonces no tiene sentido permitir, como enuncia la norma más adelante, la contratación de hasta tres o la ayuda de familiares.

En buena lid, según el Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, el “trabajador autónomo es aquel que realiza de forma habitual, personal y directa una actividad económica a título lucrativo sin sujeción por ella a contrato de trabajo aunque utilice el servicio remunerado de otras personas”. Sin establecer límites.

Continuará

Altos precios: ¿hasta dónde y hasta cuándo?

Por Katia Siberia
OPINIÓN. Invasor



“Está en precio”, dice mi vecina; “está en precio”, la secunda el vendedor, casi a punto de deshacerse de una bañadera que compró en un molote del bulevar avileño, donde se vendieron; no para quienes tuvieran un tarjetón de embarazo o pudieran necesitarla, sino para quien clasificara en el tumulto.

Y él no solo clasificó, sino que salió de allí multiplicando sus ganancias, aunque creerá que su precio “está en precio”, que es como decir, está bien, es justo, se vende, me lo pagarán.

Poco más de 1 200.00 costaba el set de bañadera, orinal, percheros, jaboneras, pozuelos, cubo. Ahora, la bañadera solita, la vende en 2 000.00 y, si está en precio, es en primer lugar porque está: “Esto no lo hay, cuando lo saquen será en MLC y vete tú a imaginar a cuánto y si alcanzas”, le dice con un convencimiento que duele, más por cierto que por oportunista.

Mi vecina no solo imagina, sino que multiplica; por 100 ahora, después no sabe por cuánto ni si podrá adquirir Moneda Libremente Convertible (MLC), en medio del disimulo con el que operan algunos comerciantes. Casi por decreto les llegó también la discreción, desde que a finales de enero comenzara a comentarse el Anteproyecto del Código Penal que prevé sanciones, con privación de libertad, para quienes trafiquen divisas.

Tal actividad se ha mantenido fuera del foco de atención de las autoridades, aun cuando le sigamos diciendo mercado ilegal (y único, podríamos añadir). No obstante, el temor ante sanciones y multas “es lo que está en el boom” y dispara par de tensiones que alcanzan a mi vecina. ¿Cómo? Tendrá que pagar la informalidad más cara, lo que se traduce en más tiempo tratando de encontrar un “arriesgado” vendedor que quizás se aproveche de que “la cosa está mala” y dispare el valor, en proporción al riesgo que asume. En ese tiempo, calcula ella, además, puede que se acabe el producto para que el que ya, probablemente, tengan cola desde el día antes, los mismos vendedores que irán a tocarle con un “está en precio”.

Ella no admite el contubernio a los cuatro vientos, pero prefiere que se viole una Ley que le permita comprar detergente, y no que se cumpla una que se lo dificulta aún más.

Todo eso pone en la balanza que termina inclinada hacia los 2 000.00 pesos, aquí y ahora, en moneda nacional y en la puerta de su casa. Es la misma cuenta que debe haber sacado el re-vendedor cuando invirtió en bañaderas y les puso el precio. Coinciden oferta y demanda.

Más o menos así se definen los precios de referencia, algo que el marketing resume sin ambages: “son fijados por el líder o por el libre juego de los competidores, han de ser tenidos en cuenta al fijar los nuestros. También llamados precios de mercado”.

Lo queramos o no, así funciona. Para colmo, la referencia muchas veces descansa en el arbitrio y se fija según creamos, supongamos, probemos… y si alguien paga, pues ahí automáticamente se convierte en el precio de referencia para otro. Dirá “eso tiene salida, Fulanito las vendió”. Entonces Siclanito, que no está “pa’ perder” (lo que también traducen en dejar de ganar algo), podría, incluso, intentar con 300.00 pesitos por arriba, a ver qué pasa.

Es una noria con la que ruedan la vergüenza y nuestros salarios, a una velocidad supersónica. Ahora con menos poder adquisitivo, sobre todo para quienes desde antes podían muy poco con ingresos que no llegan ni a los 3 000.00 pesos.

Encima, el referente de usar el mercado en divisas —o el de algunas empresas con ofertas que colocan en entredicho la eficiencia y hasta la coherencia— para fijar precios “callejeros” pone en igualdad de condiciones a quienes no incurren en los mismos gastos ni forman, por tanto, los precios de igual modo. De ahí que el hecho de que el Estado mantenga altos impuestos recaudatorios en sus productos (por más que se revierta luego en beneficio de una mayoría) sirve de pretexto a quienes apuestan por iguales o mayores márgenes de ganancias. Aunque la diferencia radica en el destino de esa riqueza, la brecha se sigue ampliando con precios especulativos, abusivos y todos los apelativos que le colguemos a la escalada inflacionaria.

Parece lo que es, una competencia en la que la mayoría sale perdiendo. Simula una espiral aturdidora, donde puede anunciarse que una mesa para el concierto de un dúo de reguetoneros, en Cienfuegos, costará 24 000.00 pesos, y en ese mismo post de Facebook, aparecer dos periodistas camagüeyanos asegurando que el concierto allá anduvo por los 30 000.00 y hasta 50 000.00 pesos.



Pasada la perplejidad, me quedé con lo que comentara un usuario, poniendo en su letra mi preocupación: “lo malo no es lo que piden, lo malo es que se creen que lo vale”.

Contra el Bloqueo de los EEUU.

 

Estimado Humberto,

 

LAWG se complace en compartir que, colectivamente, pudimos recolectar firmas de 114 miembros del Congreso  en la carta a los queridos colegas al presidente Biden instándolo a cambiar la política de EE. UU. hacia Cuba para abordar la crisis humanitaria y económica y restaurar el compromiso con nuestro vecino caribeño.

Debido a su activismo dedicado y nuestros esfuerzos colectivos de organización con una amplia gama de organizaciones, logramos que más de una cuarta parte de la Cámara le dijera al presidente Biden que necesita "suspender las regulaciones de EE. asistencia llegue al pueblo cubano" y avanzar hacia la normalización de las relaciones cubano-estadounidenses. 

Hemos entrado en un nuevo año y, con él, esperamos embarcarnos en un capítulo nuevo y más progresista de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. 

 

Vamos por más, 


Antonio para el equipo LAWG —Lisa, Daniella, Yadira y Antonio

Silvio Rodríguez: “Si en 60 años no pudimos desarrollar una creatividad que supere el bloqueo, estamos mal”


Desde su casa de La Habana, el emblemático cantautor cubano reflexiona sobre su relación y compromiso eterno con la música y la palabra. Y analiza los logros, errores y desafíos de la Revolución.

12-02-2022 | 19:54


Revista Tiempo Argentino. Silvio Rodríguez Foto: Adalberto Roque / AFP

El colectivo (la “guagua”, como se los llama en Cuba) P1 lleva hasta el barrio de Miramar. Está un poco lejos de La Habana vieja pero el viaje es placentero y pintoresco. No es cómodo, porque la guagua está atiborrada, siempre. El pasaje cuesta unos pocos pesos cubanos. Por lo general, alcanza para viajar con un billete de tres pesos, que es de color rojo, por el frente tiene la mítica imagen de Guevara que se convirtió en camiseta y souvenir, y por el anverso lo muestra al Che desmalezando a machete unos matorrales. En Miramar están los estudios Ojalá. Cada mañana, en esa casa sobria, Silvio Rodríguez (75 años de edad, una cámara fotográfica en sus manos, barbijo y anteojos permanentes) graba, compone, corrige y crea.

La pandemia contribuyó a retomar proyectos demorados en el tiempo. “Uno incluso de hace 30 años, de 1991. Ese fue el disco que saqué hace poco con un grupo maravilloso, que ya no existe, Diákara. El director, ‘Oscarito’ Valdés, murió. Le cambiamos algunas cositas para mejorar el sonido pero estaba hecho y era por falta de tiempo que no lo terminábamos”, revela el cantautor en una entrevista exclusiva para Tiempo.

–En algún recital, cuando presentabas la canción “Playa Girón”, decías que un trovador se nutre de la música, la poesía y la historia. Este es un momento histórico muy particular. ¿Cómo se hace arte en un contexto de pandemia?

–Depende de las circunstancias en las que esté cada persona. Yo, por mi edad y una serie de achaques, he tenido que parar completamente. Pero hay jóvenes que siguen trabajando, viajando. Es otra circunstancia. Yo he tenido que invertir mi tiempo en trabajo pendiente. Me imagino que los que son más jóvenes y tienen más fuerza, energía y más vida por delante estarán viviendo, quizás no a todo tren, pero a media máquina por lo menos. Es lo que yo hubiera hecho si tuviera 25 o 30 años.

–¿Eso hubieras hecho?

–Seguramente. ¿Cómo no me voy a meter en la vida? Aunque me cueste la vida. Pero he tenido que suspender hasta los conciertos que hacía en los barrios todos los meses. El último fue en marzo de 2020.

–¿Vas a retomar esos conciertos barriales?

–Tengo un poquito de aprensión. Ser el responsable de la convocatoria de la gente te responsabiliza también con las consecuencias. Y tener en la conciencia que por culpa de una reunión que uno convoca se pueda enfermar gente, niños incluso, es un poco fuerte para mí.

–En 1985 estuviste en la Argentina con el grupo Afrocuba y con Santiago Feliú. En una conferencia de prensa, una periodista te preguntó si la revolución solo era posible por las armas. Tu respuesta fue: “Las recetas, solo en la cocina”.

–Ocurre que después de la nuestra, la única revolución que se concibió así fue la de Nicaragua. Luego, todos los procesos han sido por vías normales, democráticas, el voto. Y lo de Nicaragua fue casi milagroso en aquel momento. Llevaban una lucha guerrillera de muchos años y hubo una convocatoria internacional fuerte, mucha gente de muchos países confluyó.

–¿Cómo juegan las experiencias actuales de Venezuela y Nicaragua en la actualidad de Cuba, tomando como referencia aquel sueño de la revolución?

–La realidad es muy diferente a lo soñado. Hace 60 años se decía que el imperialismo se estaba cayendo, pero realmente ha pasado más de medio siglo, y nada. Lo único que resulta parecido a las predicciones es aquello que decía Lenin: que el fascismo era la última etapa del imperialismo. Todo lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, incluso a nivel de conciencia de grandes sectores, apunta hacia una especie de brote del fascismo.

–El camino al fascismo parece corto y los procesos para revertirlo, demasiado largos.

–Y sobre todo muy complejos en la realidad actual, donde la relación de fuerzas en el mundo es tan diferente y donde hay armas nucleares también, que es un asunto tremendamente delicado.

–¿Qué fue de aquel sueño de la solidaridad?

–Hay gente solidaria.

–Es cierto, pero hay pocos países con aquel concepto de solidaridad.

–Ocurre que al predominar la economía a través de los bancos, la dominación económica más bien capitalista, el péndulo suele inclinarse hacia relaciones más de conveniencia.

–¿Es un fenómeno económico? Cuando cantabas “con todas las banderas trenzadas de manera que no haya soledad” no estabas hablando de economía. Aquello era una postura casi diría que filosófica.

–Pero sigue predominando la dominación. La mayoría del mundo sigue siendo capitalista, y entonces el meollo del capitalismo es económico. Lo decía Margaret Thatcher: “La gente piensa que es político y no es político, es económico”. Es un problema de supremacía económica. Una economía diseñada y concebida a partir de la competencia total del consumismo. Eso le hace un daño muy grande a la naturaleza también. Son muchas cosas las que están en juego.

–¿Hay contrapeso posible para eso?

–Habría que ver qué pasaría si todo el mundo se volviera socialista. Si un socialismo predominante en el mundo vendría con una mentalidad correcta. Porque hay países que tienen aspectos del socialismo muy fuertes, como China, y sin embargo es uno de los que más daño le hace a la naturaleza. Habría que ver si lo que está ocurriendo se debe a la pugna con la gran potencia capitalista o si es que se trata de un formato realmente inherente al desarrollo, y no va a cambiar.

–En la Argentina, la pandemia ha servido para explicar –en buena medida– por qué no se concretaron las expectativas generadas por el actual gobierno. ¿Es posible trazar un paralelismo entre ese efecto de la pandemia con el bloqueo que sufre Cuba? ¿No termina siendo una excusa?

–En Cuba actualmente hay mucha discusión ideológica, intelectual y superestructural sobre eso. Los economistas están empujando mucho. Nosotros no queremos que el bloqueo sea un pretexto. No lo queremos permitir tampoco. No podemos pasarnos la vida creyendo que todo lo que no podemos hacer es culpa de que hay un vecino muy poderoso que nos bloquea y nos impide hacer cosas. Si en 60 años no hemos podido desarrollar una creatividad que supere el bloqueo, estamos mal. En algunos sentidos sí se ha logrado, en la ciencia por ejemplo. Esas fueron apuestas que hizo Fidel y en su momento generó cuestionamientos. La gente decía “esa inversión…”. Esa inversión es la que hizo posible ahora afrontar la pandemia. Pero es una inversión en un sector pequeño, controlable, al que se le pueden dar todos los recursos. En cosas mayores no hemos tenido la misma eficiencia y los mismos resultados. Y es por lo que se está trabajando ahora, revirtiendo errores históricos, aquella cosa de intervenirlo todo, que fuera el Estado el que lo controlara todo. La ofensiva revolucionaria del ‘68 nos ha hecho mucho daño.

–¿Realmente considerás que aquello fue un error?

–Sí, fue un error. Porque fue como querer saltarse etapas. Como estábamos iniciando la relación con el campo socialista, dijimos: “Vamos a establecer un tipo de comercio que por ser nosotros subdesarrollados y sumarnos a lo último los obliga a ser más solidarios”. Pero esa era una forma de dependencia. No nos hizo esforzarnos lo suficiente para industrializarnos, por ejemplo. Incluso perdimos industrias que eran sólidas antes del triunfo de la Revolución, como la industria del azúcar. Claro que cometimos errores, la Revolución cometió errores y los estamos pagando.

–Es muy fuerte esa lectura.

–Ahora también hay una conciencia en Cuba sobre la necesidad de horizontalidad. Eso está creciendo. Hay sectores en la superestructura que están convencidos de eso. Claro que hay gente que piensa más a la antigua, a las viejas soluciones, a las viejas recetas, aun cuando se ha visto y se ha comprobado que no dan resultado. Pero también hay gente más joven que está pugnando por democratizarnos más, por hacer las cosas de manera más horizontal, no tan vertical. Las circunstancias del principio de la Revolución, las agresiones, nos hicieron cerrarnos mucho, crear un sistema de defensa casi a ultranza y nos acostumbramos a ser así. Eso nos benefició, por un lado, porque nos protegió. Pero también nos perjudicó, porque nos malformó en algún sentido.

–¿En esos sectores renovadores están los que hace poco definiste como quienes muestran «signos de cansancio”?

–No, no me parece que sean los que tienen signos de cansancio. Esos están cansados y no quieren seguir luchando por lo mismo. Creo que es la gente más joven que está en el gobierno. El mismo presidente (Miguel Díaz-Canel) me parece que es una de las personas que más está buscando incorporar la ciencia, darles más participación a los sectores de las ideas, abrirse más.

–¿Qué ocurre con ese sector que “siente cansancio”?

–Lamentablemente, hay jóvenes. Se supone que la Revolución se hizo para los jóvenes, para que florecieran, para que hubiera un porvenir para ellos. Es triste ver que nuestras limitaciones llevaron a lo contrario: en algunos sentidos, hay jóvenes que sienten que no tienen futuro en Cuba. Contra eso hay que luchar. Ese no es el porvenir de la Revolución. No es el porvenir de Cuba ni de ningún país. El porvenir tiene que ser de los jóvenes y tiene que ser esperanzador. «


Revista Tiempo Argentino. Silvio Rodríguez (Foto Tiempo Argentino)

Pablo y «Silvito El Libre»

La charla con Silvio Rodríguez en La Habana ocurrió antes de la muerte de la cantante cubana Suylen Milanés Bennet, hija de Pablo Milanés, como consecuencia de un accidente cerebrovascular, a los 50 años de edad. Pablo Milanés vive actualmente en España y tiene una mirada crítica sobre lo que está pasando en Cuba. La respuesta de Silvio Rodríguez sobre él es previa a la tragedia personal del deceso de su hija.

–Pablo siempre fue crítico. Él pasó cosas muy duras y aun así se sumó a la Revolución.

–En los albores de la Revolución, Milanés estuvo casi dos años en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), bajo un régimen de trabajo de extrema severidad. Y luego permaneció dos meses en Fortaleza de La Cabaña, también como castigo.

–Lo quiero y lo respeto mucho. No me es cómodo hablar de Pablo en estas circunstancias. Lo que sí puedo decir es que es un gran artista y es una persona que ha sentido, sufrido y luchado por Cuba. Mucho. Lo ha hecho, claro que sí.

El otro personaje sobre el que Tiempo consultó a Silvio Rodríguez es Silvio Liam Rodríguez Varona, su hijo que está a punto de cumplir 40 años y es un reconocido artista de hip hop cuyo nombre artístico es Silvito El Libre.

–Él es “Silvito El Libre”, entonces yo vendría a ser “Silviote El Preso” (risas). Ni él es tan libre, ni yo soy tan preso. Cuando lo veas algún día, pregúntale por qué digo yo eso. Él se crió en una zona de Cuba muy difícil, agreste prácticamente, y yo creo que eso le hizo mucho daño. Él y yo nunca hablamos de los temas que nos separan. Siempre hablamos de las cosas que nos unen, el cariño familiar, la solidaridad, la identidad, las dos nietas que tengo de su parte. No coincido con muchas cosas de las que él plantea y él no coincide en cosas que yo he dicho o que hago y pienso. Pero jamás nos hemos peleado, ni nos vamos a pelear por eso.

Canciones, búsquedas y estilos

Silvio Rodríguez está muy afectado por la muerte reciente sobre un escenario de Vicente Feliú, otro de los padres fundadores de la trova. 

“Sesenta años de amistad, desde que él tenía 15 y yo, 16 años”.

 El periodista de Tiempo le cuenta una anécdota personal y privada que lo vincula con Vicente. Los ojos parecen humedecérsele y promete transmitirlo a su familia.

El lugar donde transcurre y termina la charla es un ambiente de tres sillones y dos sillas. El autor de “Historia de las sillas” elige la silla. Tal vez sea solo una casualidad. Desde una esquina de la habitación, un busto del Che Guevara tallado en madera parece observarlo todo. Quizá así sea. Es, acaso, la parte de ficción que el artista reconoce en sus canciones.

“El acto de la creación tiene una parte de costumbre, pero siempre necesita una parte de disconformidad. Uno no quiere hacer siempre lo mismo, ni contar las mismas cosas, ni recurrir a la misma fórmula. Eso es como industrializar, como si tuviera un troquel. Yo siempre fui un poco inconforme conmigo mismo y no quise que una canción se me pareciera a otra. A veces he tratado incluso de violentar el estilo, porque se supone que eso es un acto de creación”.

MIPYME RENOVA por uso de energía solar en empresas de Camagüey

 




Camagüey, 14 feb (ACN) La MIPYME RENOVA de Camagüey, única de su tipo constituida en el territorio, alista la instalación de sistemas fotovoltaicos en empresas de la provincia como parte de los primeros proyectos que ejecuta a favor del uso de energías limpias.

Surgida con la expansión de los nuevos actores económicos en Cuba, la entidad privada radica en esta ciudad y su propósito fundamental es apoyar el avance tecnológico mediante una amplia gama de servicios, entre los cuales están instalación, mantenimiento, diagnóstico, proyectos, asesoría, asistencia técnica, post venta, garantía, y reparación de los citados equipos.

Ernesto González Rodríguez, director comercial de RENOVA, informó a la Agencia Cubana de Noticias que ya firmaron el contrato con la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios (EMPA) de Camagüey, para la instalación de sistemas fotovoltaicos que permitirán a esa última entidad la generación de 100 kilowatts al día.

Los paneles les posibilitará varios beneficios, pues podrá autoabastecerse de electricidad y a la vez aportar a la red, entre otros usos en función del trabajo, explicó.

RENOVA igualmente suscribió un convenio de ayuda mutua con la Empresa de Soluciones Integrales de Telecomunicaciones (SOLINTEL), a través del cual la mipyme camagüeyana se convierte en su representante en la región oriental del país.


Otros proyectos de instalación de paneles los realizan con las empresas locales DESOFT y CITMATEL , esta última con el proceso más avanzado, precisó González Rodríguez.

Para el mes de marzo RENOVA prevé tener una página web oficial disponible en Internet, y el lanzamiento de una tienda virtual, todo ello basado en un sistema de atención al cliente y canales alternativos de comunicación en redes sociales.
Integrada hasta el momento por 12 empleados, la Sociedad de Responsabilidad Limitada Unipersonal busca poner las energías renovables en manos de todos, el sector estatal, privado, y de la población en general.


Como parte de las líneas de trabajo se hallan asimismo ayudar y potenciar la monitorización de sistemas a distancia, el control remoto, la automatización de esos procesos, y participar en la modernización del sistema informático, el de comunicaciones y redes internas, los cuales permiten una base sostenible para negocios y su desarrollo.

El Ministerio cubano de Economía y Planificación ha autorizado hasta la fecha 65 MIPYMES para la provincia de Camagüey, a tono con el proceso de transformaciones que ejecuta la nación antillana en este ámbito.