Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 7 de mayo de 2022

¿Qué País Ha Perdido Más Vidas por Covid? . Comentario HHC


Tristemente la respuesta es clara: el Perú. Esto es lo que reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS), con datos actualizados hasta fines del 2021. [1] Esto representa un gran desastre nacional, lo que debería llamar a una profunda reflexión y búsqueda de reformas y soluciones, sobre todo en lo que se refiere a la debilidad del Estado peruano.

Pero vayamos por partes. Lo que la OMS ha calculado es estimados de “muertes en exceso” para el período 2020 y 2021. Este es el número de muertes en cada país, y para cada mes o año, que supera el número normal, éste último calculado en base a datos históricos de antes de la aparición de Covid (es decir, antes del 2020).

El número de muertes en exceso es un estimado del número de muertes por Covid, y se considera como una aproximación más exacta y creíble que las cifras de muertes por Covid reportadas por los gobiernos. Esto es en parte porque algunos gobiernos han querido maquillar el impacto de la pandemia, distorsionando las cifras. Por ejemplo, el gobierno de la India había reportado que las muertes por Covid, hasta fines de 2021, no pasaban de medio millón. La OMS estima casi cinco millones de muertes en exceso en India, una cifra diez veces mayor a la reportada por el gobierno.[2]

En la tabla a continuación vemos los cinco países que, en la base de datos de OMS, tuvieron más muertes por exceso en relación a su población durante el período 2020-21: Perú, Bulgaria, Bolivia, Macedonia Norte, y Rusia. Para comparar, la tabla incluye la cifra para algunos otros países latinoamericanos, y para los Estados Unidos.


Fuente: OMSLa tabla ratifica que el país con las mayores pérdidas de vidas por Covid fue Perú, y con amplia diferencia. Es necesario mencionar que, quizá en contradicción con la esperanza de que las cosas habían mejorado después de un muy mal comienzo, las cifras de la OMS dicen que el 2021 fue peor que el 2020: las muertes en exceso, por cada 100000 habitantes, subieron de 406 en 2020 a 467 en 2021.

La tragedia peruana es aún mayor si consideramos que a principios de la pandemia, hacia Marzo de 2020, la situación económica y financiera del país era arguíblemente la más fuerte de todo el mundo emergente. Esto lo he anotado ya antes,[3] pero recordemos que las reservas internacionales eran muy amplias (alrededor del 30 por ciento del PBI anual), la deuda pública sumamente baja (menos del 30 por ciento del PBI), y el acceso al financiamiento internacional prácticamente ilimitado (incluso bastante entrada la pandemia, en Noviembre del 2020, el Perú pudo vender bonos con vencimiento a cien años, a una tasa de interés cercana a 3.25 por ciento anual, mientras cambiaba el presidente tres veces!). En otras palabras, la extremadamente pobre performance del Perú en términos de confrontar la pandemia no se ha debido a falta de dinero.

Entonces, ¿qué falló? Esto debería ser el tema de un gran y serio debate nacional, con el objecto de encontrar formas de que esto no se repita, en el contexto de otros grandes desafíos nacionales, que los habrá (pensemos, por ejemplo, en el cambio climático, o el impacto de la revolución tecnológica). Mi instinto me dice que el gran talón de Aquiles fue la falta de inversión, a lo largo de los años, en desarrollar un aparato estatal moderno, ágil, y competente para enfrentar choques de varios tipos.

Pienso, por ejemplo, que lo que dice el doctor Elmer Huerta al New York Times:

“Cuando un sistema de salud no está preparado para recibir pacientes seriamente enfermos con pulmonía, cuando no puede proveer el oxígeno que necesitan para vivir, o incluso proveer camas para que ellos puedan tener algo de paz, uno recibe lo que hemos recibido”. [4]

es correcto, pero no identifica las preguntas centrales para una reforma efectiva. Por qué faltó el oxígeno, a pesar de que había fondos para comprarlo? Por qué escaseaban las camas y, al mismo tiempo, los ministerios a cargo estaban usando sólo una fracción del presupuesto que tenían disponible para la lucha contra la pandemia?

En cualquier país, el ser identificado como el peor del mundo en la respuesta a una crisis mundial debería ser un impulso mayúsculo al diálogo y búsqueda de acuerdos nacionales para elaborar rectificar rumbos y empezar una reforma mayor del Estado. Me temo, sin embargo, que la noticia será básicamente ignorada. Pero esa es discusión para otro día. Hoy el Perú debería estar de duelo.

Notas

[1] Los datos están disponibles en https://www.who.int/data/sets/global-excess-deaths-associated-with-covid-19-modelled-estimates

[2] Por esto el gobierno de India trató de bloquear la divulgación de los estimados de la OMS. Véase la discusión del NY Times en https: //www.nytimes.com/2022/05/05/health/covid-global-deaths.html?action=click&module=Well&pgtype=Homepage&section=Health

[3] Por ejemplo, https://www.americasquarterly.org/article/peru-squandered-its-early-covid-advantages-heres-how-it-can-recover/

[4] New York Times, artículo citado, traducción mía.

Comentario HHC: La información  disponible no está ranqueada, lo cual para obtener el lugar de Cuba , tuve que hacerlo . y arrojo como resultado que estamos en el lugar 75 entre 194 naciones, lo cual es relativamente medio alto. Los Estados Unidos alcanzan el lugar 40.

Cuba presenta una tasa de letalidad acumulada de 0.77 % . Las provincias Ciego de Avila  (1.18), Granma (1.12), Artemisa y Guantanamo (1.03) son las únicas que exceden la unidad, sin que se sepa cuál son las causas a pesar de que el protocolo médico es igual para todo el país.  Las de más baja tasas son Pinar del Rio (0.53), Cienfuegos (0.54) y Santi Spiritus con (0.56), y La Habana de  mayor problación y mayor concentracion de la misma por km2, exhibe un meritorio (0.70 %).

Les comparto la tabla ranqueada que hice con fuente en los link que dice el artículo.





Un debate abierto sobre el futuro de Cuba

 

 


*Reseña del libro Cuba, el futuro a debate del periodista mexicano Gerardo Arreola.

Quizá fue en el año 2006 la primera vez que reparé en la frase. Entonces les daba clases de comunicación social a estudiantes venezolanos que vinieron a Cuba a formarse como trabajadores sociales y se hizo costumbre la broma de imitar acentos mutuos y expresiones reiteradas por uno u otro grupo.

La que distinguía a los cubanos, sin duda alguna, era aquel contundente “no es fácil” que podía encerrar las más disímiles circunstancias. Podíamos decirla decenas de veces al día sin percatarnos, y utilizarla lo mismo para hablar de los problemas del transporte que de las complejidades de nuestra sociedad, o de cuestiones personales.

Y ciertamente no es sencillo comprender la naturaleza del cubano o la realidad de este país. Está claro que cada pueblo o nación se construye de un amasijo de hechos, pensamientos, momentos que marcan la forja de su carácter, y todo ello imprime un sello, profundidades que es imposible desentrañar en un primer acercamiento, en una primera mirada, o a veces, como es el caso de la isla, incluso luego de largos periodos de vivir en ella y conocer a su gente.La obra es una exhaustiva cronología (por llamarla de algún modo) de los sucesos fundamentales ocurridos en Cuba en los últimos 15 años, una tarea titánica si se toma en cuenta que en la etapa se produjo la salida de sus cargos públicos del legendario fundador de la Revolución de enero de 1959, Fidel Castro; asumió esas responsabilidades otro de los líderes históricos del proceso, Raúl Castro, y finalmente ocurrió el relevo generacional en la dirección del Estado y del Partido Comunista, con la llegada de Miguel Díaz-Canel.

Solo con esos elementos ya valdría la pena acercarse a esta propuesta, pero como la realidad es siempre más rica que la ficción, al cambio de mando en un país gobernado durante casi 60 años por las mismas personas (algo incomprensible para muchos en el mundo, en particular para quienes juzgan desde los estereotipos), se unieron otras circunstancias que hicieron más dramático y singular el momento.

La isla abrazó, desde 2011, un proceso gradual de transformaciones económicas y sociales que obligan a dirigir la mirada justamente hacia el rumbo de esos cambios. A ello se suma que, en este periodo, las siempre controvertidas relaciones con Estados Unidos pasaron del restablecimiento de los vínculos diplomáticos, la firma de 22 acuerdos y la visita del mandatario norteamericano a la isla, entre otras distenciones en el segundo periodo de gobierno de Barack Obama (2009- 2017), a la etapa de mayor recrudecimiento de las políticas coercitivas hacia la mayor de las Antillas con la llegada de Donald Trump (2017-2021), y la continuidad de estas por el presidente Joseph Biden.

El tránsito por esos agitados momentos Arreola lo realiza mediante un hilo conductor: el debate sobre el futuro del país. El autor no valora, no introduce sus opiniones, sino que presenta los hechos, para lo cual tuvo que hacer un ejercicio periodístico de altos kilates, pues no solo indagó en distintos medios de prensa y espacios digitales, sino que debió leer entre líneas, echar mano a archivos personales y atar cabos sueltos para poder construir una pintura de la realidad cubana de esos años.

Lo ayudó su permanencia en la isla como corresponsal de La Jornada, que le permitió ser testigo presencial de muchos de los acontecimientos que narra y, por qué no, adentrarse en los entresijos de la sociedad cubana, para así brindar los sucesos con muchos más matices.

Su obra, sin embargo, no se inclina hacia ninguno de los dos bandos en los que suelen dividirse quienes acostumbran a hablar de la nación caribeña. Mantenerse objetivo y distante, mostrar los acontecimientos sin sesgos es un propósito que se respira en el libro y que consigue en buena medida.

Algunos podrán decir que no está reflejado suficientemente en ella el impacto de las políticas estadounidenses sobre las decisiones políticas adoptadas por Cuba en determinadas circunstancias, y que después determinaron conductas o líneas de acción en el tiempo. Otros podrán tildarlo de “defender al régimen” por mencionar los aciertos y cualidades de los hermanos Castro, como acostumbran a llamarlos en esos grupos. En cualquier caso, Arreola se arriesga a buscar el equilibrio y lo encuentra, y eso permite que el lector participe de este viaje en el tiempo sin entrar en grandes conflictos con el autor.

No es, sin embargo, una lectura lineal, lo que pudiera en determinados momentos confundir a quienes no son seguidores de los temas sobre Cuba. El periodista mexicano opta por abordar tópicos: la enfermedad de Fidel Castro, el ascenso de su hermano Raúl al frente del Gobierno, los cambios en el modelo económico y social del país, la política exterior como expresión de los nuevos tiempos… Es este reacomodo el que lleva a dedicar un capítulo entero a la visita de Obama a la isla, aunque anteriormente se haya hecho alusión a sucesos posteriores.

El libro, amén de un par de inexactitudes históricas o geográficas, me atrevo a decir que es lectura obligada para cualquiera que desee acercarse a la realidad cubana y, más aún, cuestionarse sobre su futuro, no importa el signo de ese cuestionamiento. Es tan acucioso el trabajo de recopilación de información, que incluso a una cubana que vivió buena parte de los acontecimientos a los que alude, la sorprenden enfoques, matices y detalles desconocidos.

Aciertos, sin duda, son la inclusión de un segmento dedicado a la Constitución vigente desde el 10 de abril de 2019, y el epílogo con los sucesos del 11 de julio de 2021, cuando miles de personas salieron a las calles del país, unos en protesta ante la situación de la nación y otros en defensa de la Revolución. Aunque se extrañan, presumiblemente por la añadidura de último minuto, referencias a la campaña mediática que antecedió a este hecho, o el diálogo encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel con distintos sectores sociales, que venía desde su toma de posesión, pero se intensificó con la situación del verano del pasado año.

Cuba el futuro a debate. La era de Raúl Castro y los retos de la transición, de Gerardo Arreola, no es un libro de respuestas, por el contrario, es un libro que nos deja llenos de preguntas. Pone sobre la mesa los hechos en el devenir del tiempo y nos invita a reflexionar al estilo clásico de la filosofía: de dónde venimos y hacia dónde vamos.

A mí en lo personal me hizo recordar la frase que dicen distingue a los cubanos, porque ciertamente “no es fácil” el camino, y el socialismo sigue siendo esa utopía por construir y conquistar.

Menos nudos financieros mejorarían avance de mipymes en Cuba


Consideradas claves en la recuperación económica pospandemia por su ductilidad, las mipymes son al mismo tiempo muy vulnerables en entornos de crisis.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

La Habana, 3 may.- Mecanismos más expeditos y flexibles para acceder a financiamiento beneficiarían a las nacientes micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), a fin de convertirlas, como se aspira, en sostenes del desarrollo local en Cuba, asegura el emprendedor Oliesky Fabre.

Arquitecto de profesión, Fabre es uno de los dos socios y director general de la mipyme privada Enparalelo que en el céntrico municipio de Plaza de la Revolución, uno de los 15 de la capital cubana, cultiva alimentos de alto valor nutricional combinando técnicas de agricultura vertical y bajo techo.

Con una decena de trabajadores, Enparalelo es una de las 2974 mipymes privadas creadas aquí desde septiembre de 2021, junto con 51 estatales.

Es asimismo un proyecto de desarrollo local que produce microvegetales (primeras hojas y tallos de hortalizas o plantas herbarias, muy aromáticas y de alto contenido nutricional), además de flores, hongos y algas comestibles.

Pero los trámites para acceder a recursos financieros y ampliar el espacio de producción inicial, un balcón de cinco metros cuadrados a un terreno de unos 500 metros cuadrados, “debieran avanzar con mayor agilidad para los tiempos que necesitamos”, explicó a IPS el joven empresario quien aguarda por un crédito de la Banca de Fomento Agrícola de Cuba.

Nacida en septiembre de 2021, esa banca busca reanimar la deprimida producción de alimentos en este país caribeño, sobre todo de los altamente demandados arroz, plátano (banano), guayaba, yuca (mandioca), frijoles, papa (patata), caña de azúcar, además de carne de cerdo y ganado vacuno.

En 2021 la iniciativa gubernamental entregó el equivalente a 59,4 millones de dólares de 75 millones previstos, según reflejan datos oficiales.

“Todas las personas vinculadas a la producción de alimentos pueden aplicar…, con tasas de interés de 1,5 % para los préstamos destinados a la producción y de 2 % para los de inversiones”, acotó Fabre que los consideró más favorables con respecto a porcentajes de 6,5 % a 7 % de otros créditos bancarios.

Las mipymes en Cuba se autorizaron bajo la figura de Sociedades de Responsabilidad Limitada, y “el capital es independiente de la persona natural, por lo cual no podemos poner patrimonio propio como garantía”, recordó Fabre, quien exhortó a revisar algunas disposiciones con incongruencias y limitaciones al respecto.

Sostuvo que “todas los mipymes en Cuba necesitan capital, no solamente las de nueva creación, para iniciar su actividad y crecer”. Al respecto, consideró importante que las entidades bancarias y financieras dispongan de equipos negociadores “que en dependencia de las particularidades de cada emprendimiento permitan acuerdos más flexibles”.


Oliesky Fabre, director general de la mipyme privada Enparalelo muestra cultivos de microvegetales del también proyecto de desarrollo local que cultiva alimentos de alto valor nutricional en áreas urbanas de Cuba, combinando técnicas de agricultura vertical y bajo techo. La Habana, Cuba.

Obstáculos y oportunidades

Fabre fue uno de los más de medio centenar de emprendedores, representantes de entidades bancarias y financieras, consultores y funcionarios públicos participantes el 28 de abril en la segunda edición de PymeLab 2022, un espacio de intercambio de experiencias de Bélgica y Cuba al cual IPS fue invitada.

Centrado en el rol económico de las pymes en las sociedades actuales, la iniciativa agrupó varias ponencias y un panel con especialistas quienes analizaron además el financiamiento como elemento clave para la gestación y crecimiento de dichos entes.

Al igual que la primera edición, celebrada en La Habana, en diciembre de 2020, organizaron la iniciativa la Embajada del Reino de Bélgica, el servicio de comercio exterior e inversión extranjera belga Hub.brussels y el Ministerio de Economía y Planificación de Cuba.

Colaboraron la Delegación de la Unión Europea (UE) en la isla y la consultoría autónoma Auge, que desde su constitución en 2014 sobresale por el asesoramiento a 60 negocios privados.

Los análisis apuntaron como un obstáculo la escasez de divisas convertibles en el sistema bancario cubano y la imposibilidad de acceder a créditos de organismos financieros internacionales por disposiciones del embargo estadounidense, vigente desde 1962.

Expertos valoran las remesas como esenciales fuentes de inversión, con un importante efecto derrame sobre el consumo de las familias y el sector privado.

Varias fuentes indican que 90 % de los envíos a la isla provienen de Estados Unidos, donde radica la mayor comunidad cubana en el exterior, superior a los 1,3 millones de personas.

Pero las propias fuentes reconocen que en el último año la llegada de remesas cayó abruptamente, debido a los golpes de la pandemia en la economía mundial combinada con la suspensión en noviembre de 2020 de las operaciones de la estadounidense Western Unión, principal compañía que enviaba dinero, por sanciones de la administración del expresidente Donald Trump (2017-2021).

Las autoridades cubanas no suelen ofrecer datos al respecto, pero la consultora estadounidense Havana Consulting Group estima que en 2021 llegaron a Cuba poco más de mil millones de dólares por concepto de remesas, un tercio de los 3 128 millones que habría recibido en 2019.

Otros mecanismos para acceder a fuentes de financiamiento poco utilizadas por desconocimiento o excesiva burocracia estarían en la Ley de Inversión de Extranjera de 2014 cuyo diseño no prohíbe a una mipyme estatal o privada asociarse con un inversionista foráneo y constituir una empresa mixta con capital cubano y extranjero, aunque se reconoce la necesidad de normas complementarias.

También es posible el respaldo financiero a proyectos de desarrollo local a partir del presupuesto de los territorios o de fondos de la cooperación internacional que contemplan apoyos a este tipo de iniciativas en los 168 municipios cubanos, trascendió en el encuentro.

Al mismo tiempo apremia ganar en agilidad y claridad sobre el proceso de garantías bancarias, aumentar el conocimiento de las legislaciones e incentivar una cultura y educación financiera, además de lograr mayor coherencia entre las distintas normas.

Ventilador pulmonar de emergencia desarrollado por el Centro de Neurociencias de Cuba como parte de las acciones para combatir el coronavirus causante de la covid, durante una muestra en la sede del centro Combiomed Tecnología Médica Digital en La Habana.

Alianzas público-privadas

El ingeniero industrial Roberto Hernández apreció que la mipyme privada Emsi Farma, constituida en noviembre de 2021 con 15 trabajadores, esté asociada al Parque Científico Tecnológico de La Habana, “que además de proveer un local con mobiliario y servicio de internet, exime del pago de impuestos durante cinco años”.

Asimismo, “acompaña en la asesoría jurídica para contratos y la protección de marcas y patentes, un servicio que evita crear una estructura interna para esos temas”, explicó a IPS el también jefe de la dirección de aseguramiento de la calidad de dicha empresa de base tecnológica.

Con una experiencia de seis años como emprendimiento autónomo, Emsi Farma se especializa en la automatización de procesos de fabricación de medicamentos en la industria farmacéutica y biotecnológica cubana.

Es una de las 11 mipymes y más de una treintena de proyectos I+D+i (Investigación, desarrollo e innovación) que incuba el referido Parque Científico Tecnológico ubicado desde 2020 en la Universidad de las Ciencias Informáticas, en el municipio de San Antonio de los Baños de la provincia de Artemisa, al suroeste de La Habana.

Tal relación, significó Hernández, “ha facilitado el desempeño de Emsi Farma, y nos permite concentrarnos en la instalación de sistemas automatizados” en la cadena de producción de más de 70 medicamentos y ahorrar al país más de 3,6 millones de euros por sustitución de importaciones.

Durante PymeLab 2022 fue compartida la experiencia de Citydev, una mipyme estatal en Bruselas, ejemplo de asociación público-privado para el desarrollo y renovación urbana de la capital de Bélgica.

Fundada en 1974, esa mediana empresa ha creado a su vez 475 empresas, con 26 000 empleos, además de disponer de cuatro parques para pymes y cinco incubadoras de proyectos.

La nación europea, con una población similar a la cubana, de más de 11 millones de habitantes, cuenta con más de un millón de pymes, responsables de la creación de 63 % de la riqueza nacional, 99 % de las exportaciones y 68 % del empleo, trascendió.

Las incipientes mipymes cubanas nacieron en un muy desfavorable contexto signado por la covid y el fortalecimiento del embargo estadounidense, combinados con el desabastecimienton de productos de primera necesidad y una profundización de la crisis económica en la isla que data de los años 90 del pasado siglo.

A ello se suman los efectos del proceso de reordenamiento económico iniciado en enero de 2021, que disparó los precios y la inflación, superior a 77% al cierre de 2021.

Consideradas claves en la recuperación económica pospandemia por su ductilidad, las mipymes son al mismo tiempo muy vulnerables en entornos de crisis, sobre todo aquellas que resultan del autoempleo o negocios familiares, por lo cual especialistas recomiendan extender políticas públicas de apoyo, enfocadas sobre todo en estimular el empleo femenino y de jóvenes.

ED: EG