Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 29 de octubre de 2022

Comentario sobre el artículo de Yudy Castro Morales titulado “Que siga siendo recto el camino de lo aprobado” publicado en Granma el 22 de octubre de 2022

Por Fidel Vascós González                                           fvgonzalez30@gmail.com

El pasado 23 de octubre el compañero Joaquín Benavides circuló un análisis crítico acerca del artículo mencionado en el título de este comentario. Entiendo que Benavides se refiere tanto al aspecto periodístico como al contenido de lo expuesto. Me referiré a este último tema del contenido del artículo. Es satisfactorio constatar que los asuntos abordados en la reunión del Primer Ministro con gobernadores e intendentes del país están entre los mas acuciantes de la economía cubana y que afectan a la vida de la población. No obstante es mi criterio que, en general, los enfoques y posibles soluciones a los problemas descritos se basan en una concepción centralizada y administrativista que deja poco espacio al accionar de las leyes objetivas del mercado y a la necesaria autonomía de las entidades económicas y los territorios.

Formularé brevemente mi opinión sobre algunos de los puntos abordados.

En la reunión se hizo hincapié en la situación de las cuentas por cobrar y por pagar, “viejo asunto que exige soluciones definitivas”. Según mi opinión, la solución consiste en  que las entidades a las que no se les paga no sigan vendiéndole a las instancias que no les pagan, denunciando ante los tribunales los casos morosos.

Se dijo que “el país no tiene más dinero para importar”. Aquí se confunde el país con el Estado. Es probable que el Estado no tenga mas dinero para importar, pero el sector no estatal si lo tiene y puede conseguir mas.  Al respecto, se debe facilitar esta gestión al sector no estatal suprimiendo el monopolio estatal del comercio exterior y autorizando a las cooperativas, MIPYMES y Trabajadores por Cuenta Propia (TCP) a importar y exportar directamente a suministradores y clientes en otros países sin necesidad de hacerlo mediante un intermediario estatal. Además, al sector no estatal se le debe autorizar abrir cuentas en divisas extranjeras en Cuba para que operen con sus propias divisas a su cuenta y riesgo financiero.

Se planteó que La contratación no puede dejarse a la espontaneidad”. En este criterio se manifiesta el perjudicial método de planificarlo todo administrativamente desde un centro por encima de las empresas. Los contratos deben establecerlos las entidades contratantes con absoluta libertad entre ellas sin interferencias de terceros, solo cumpliendo las normas generales de ese acto legal establecidas por el Estado.

En cuanto a la construcción de viviendas, se informó que los resultados del plan aprobado “no son halagüeños”. El Primer Ministro pidió que le presentaran “una propuesta sobre qué hacer, de manera diferente, que permita realmente avanzar”. En respuesta a esta solicitud propongo tener en cuenta las consideraciones siguientes. La construcción de viviendas no debe basarse principalmente en el llamado “esfuerzo propio” aunque éste debe seguir promoviéndose. El Estado debe asumir el grueso de la construcción de sólidas viviendas que no salgan volando con el primer ciclón que aparezca. Los arquitectos y constructores cubanos están capacitados para ello. Lo demuestra el diseño y edificación de los eficientes y fastuosos hoteles que se construyen para el turismo. Comprendo que uno de los problemas más graves que enfrenta el Estado es el financiamiento. Para resolver este asunto considero que se puede acceder a varias fuentes. Una  ellas consisten en que los propios aspirantes a tener una vivienda construida por el Estado la financien con sus propios recursos, tanto individualmente como mediante la organización de cooperativas para esos fines. Otra variante es retornar al método que aplicó Pastorita Núñez al principio de la Revolución, que logró el financiamiento mediante  una Lotería Nacional.

Llama la atención que se aprueban muchas más MIPYMES que cooperativas no agropecuarias, siendo estas las que se basan en la propiedad social y métodos colectivos de dirección.

En la reunión se reafirmó que “la empresa estatal socialista es el actor fundamental y los nuevos actores son su complemento”. Al respecto tengo una opinión diferente. Pienso que los nuevos actores no deben ser considerados como un complemento subordinado a la empresa estatal socialista. Ambas entidades productivas deben actuar con el mismo nivel autónomo de gestión en un ambiente de competencia leal en el marco de las leyes económicas objetivas del mercado. Tampoco creo que los nuevos actores deben ser incorporados mediante un plan administrativo a las estrategias de desarrollo local e “insertarlos en el ecosistema municipal, incluyendo los encadenamientos con la empresa estatal y el vínculo con el Gobierno, la universidad, la banca”. Estoy de acuerdo con estos objetivos pero éstos deben promoverse creando condiciones estimulantes para ello y dejando a los propios actores la toma de decisiones al respecto sin compulsión administrativa estatal. 

Coincido con la elaboración de una norma que defina los mecanismos de control de estas figuras, desde los organismos nacionales hasta el nivel de los municipios”. Asimismo considero que también debe elaborarse una norma que impulse y desarrolle la participación creciente de estas figuras en la economía cubana.

La Habana, 29 de octubre de 2022

La vivienda en Cuba, una deuda eterna que acentúa desigualdades


 Expertos locales vienen alertando desde hace tiempo que por impacto del cambio climático los huracanes son cada vez más intensos y destructivos, lo cual profundiza el déficit habitacional en la isla caribeña.





Ruinas de una vivienda destruida tras el paso en septiembre del huracán Ian, en el poblado pesquero La Coloma, en la provincia de Pinar del Rio, en el este de Cuba.

Foto: Jorge Luis Baños/ IPS

La Habana, 27 oct.- El último huracán que azotó Cuba por su región occidental desnudó la vulnerabilidad de miles de personas que perdieron sus hogares, abatidos por vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora. El drama se repite cada vez que un ciclón tropical de gran intensidad atraviesa este país.

Con una población de 578 609 habitantes,  unas 100 000 viviendas, 60 % del fondo habitacional de la provincia de Pinar del Río,  sufrieron algún tipo de daño, desde derrumbes totales o parciales hasta la pérdida de sus frágiles techos que volaron por los aires.

A su paso, el 27 de septiembre, Ian provocó tres muertes y cuantiosos daños materiales.

Pasado casi un mes del desastre a esa provincia productora de tabaco de gran calidad, muchas personas seguían acudiendo, organizadas o no, con donaciones de alimentos, enseres hogareños y ropa para entregar a familias damnificadas de las zonas con mayor impacto, visitadas además, en varias ocasiones, por autoridades gubernamentales.

El huracán Irma, que en 2017 impactó 12 de las 15 provincias cubanas, causó daños a 158 554 viviendas, 14 657 con derrumbes totales y 16 646 parciales. Un total de  23  560  perdieron sus techos. Además, dejó 10 víctimas fatales y pérdidas por 13 000 millones de dólares.

Para las personas de origen africano un problema decisivo es la dificultad de acceder a viviendas con condiciones mínimas”.

 

Gisela Arandia

Expertos locales vienen alertando desde hace tiempo que por impacto del cambio climático los huracanes son cada vez más intensos y destructivos, lo cual profundiza el déficit habitacional. En ese sentido concluyen que es necesaria la fabricación de  techos  más pesados y mayores inversiones.

Fernando Martirena, director del Centro de Investigaciones de Estructuras y Materiales (Cidem) de la Universidad Central de las Villas, confirmó a IPS desde Santa Clara, a más de 260 kilómetros al este de La Habana, que está en marcha el desarrollo de elementos de techos más resistentes para la reconstrucción de casas dañadas en Pinar del Río.

“Un equipo conjunto del Cidem y el grupo de Gestión Integrada de las Aguas Terrestres (Giat),  mediante la adaptación de fibras para refuerzo estructural en hormigones utilizadas con éxito en labores hidráulicas en la oriental provincia de Holguín, hemos comenzado a producir losas de techo en las que se sustituye el 100 % del acero no estructural”, explicó.



Bárbara Oliva, promotora cultural del proyecto comunitario La California, en su vivienda ubicada en el barrio de Cayo Hueso, en la capital de Cuba.

Detalló que “estamos hablando de 50 % del acero que llevaría un techo por un producto de producción nacional con una fábrica produciendo en Ciego de Ávila”, (distante más de 400 kilómetros) al este de la capital cubana”.

Se construye, pero…

Preocupado por el lento avance de sus planes para resolver un problema de gran connotación social, el gobierno cubano concede prioridad al programa nacional de vivienda,  un sector que según datos estadísticos arrastra un déficit  de casi 863 000 unidades en una población de 11,1 millones.

Conspiran en contra el crítico contexto económico del país, factores climáticos como los huracanes Ian e Irma, por mencionar los más recientes y  el tornado que impactó sobre  varios de los 15 municipios de La Habana en enero de 2019, que causó daños a  7800 inmuebles, de ellos 730 con derrumbes totales y casi 1000 parciales.

A la suma hay que añadir la explosión que el 6 de mayo destrozó parte del emblemático Hotel Saratoga, en la urbe capitalina, con el saldo de 99 personas lesionadas, de ellas 45 fallecidas, y daños graves en dos edificios de viviendas, cuyos moradores debieron ser evacuados.

El programa de construcción de viviendas, vigente desde 2018,  aspira a equilibrar el déficit actual en un período de 10 años y sobre la base de la producción municipal de materiales de la construcción  deficitarios como cemento, bloques y cabillas (barras de hierro forjado).

En los dos primeros años (2019 y 2020) de vigencia de ese programa se terminaron 91 863 nuevos hogares, aunque se cumplió solo con 86 % de las metas oficiales. Al término de 2020, el fondo habitacional nacional era de 3 946 747 viviendas. De ellas,  63 % se encontraba en buen estado técnico (2 493 894) y el resto estaba calificado de regular y malo (1 452 852).



Los recursos marcan la diferencia en materia de vivienda en Cuba. En la imagen, una casa residencial en el barrio de Nuevo Vedado, en el municipio Plaza de la Revolución, en La Habana.

Con los datos más recientes,  Vivian Rodríguez, directora general de la Vivienda, informó  que al cierre de agosto, se habían terminado 15 790 viviendas. De ellas, alrededor de 50 % responde al esfuerzo propio, y 1985 son células básicas habitacionales, mediante subsidio estatal.

Esta última forma de construcción incluye  una habitación, baño y cocina-comedor de mampostería y cubierta ligera, y esas estancias pueden ser ampliadas por sus propietarios por sus propios medios.

Según la planificación oficial de 2022, este año se espera construir 37 991 viviendas, de ellas 15 721 por el sector estatal, 11 786 células básicas habitacionales, y otras 10 484 por la propia población.

Recursos que marcan diferencias

Tanto en la construcción de nuevas unidades habitacionales como en el mantenimiento de los inmuebles, los recursos marcan una diferencia social importante, dado el encarecimiento de los materiales de construcción y los insumos necesarios para acondicionar, por ejemplo, baños y cocinas de los hogares.

“Construir es un calvario. Confluyen muchos factores en contra, desde el precio de los materiales y piezas, hasta el desabastecimiento de los insumos”,  declaró a IPS un trabajador de comunicaciones que pidió ser nombrado solo por su nombre, Manuel. Compró su apartamento  en 2016 en un edificio de más de 80 años de construido.

Bárbara Oliva, de 76 años, promotora del proyecto comunitario La California, situado en el barrio Cayo Hueso, de Centro Habana, uno de los 15 municipios de capital, contó a IPS que hace más de 10 años fueron remozados los 36 apartamentos que integran el conjunto habitacional donde ella ha vivido toda su vida.

“Pero nunca se le ha dado mantenimiento. Yo solicité materiales para reparar  mi baño, pero siempre me dicen que no hay”,  dijo, tras admitir que a las mujeres afrodescendientes les resulta siempre más difícil, por falta de recursos, acceder a una casa propia.


Varios hombres recuperan materiales de construcción de las ruinas de una antigua edificación de viviendas en el barrio de Cayo Hueso, en La Habana.

Al respecto, la investigadora y escritora Gisela Arandia comentó a IPS que “para las personas de origen africano un problema decisivo es la dificultad de acceder a viviendas con condiciones mínimas. Es frecuente la ausencia de un techo seguro como herencia familiar, o resultado de procesos migratorios, donde pueden quedar atrapados en contextos sociales difíciles”.

“Generalmente no cuentan con ingresos seguros, lo que los hace dependientes del trabajo informal, también por una baja calificación profesional, derivados de hogares desarticulados en los que la educación no ha sido prioridad”,  remató sobre ese sector poblacional, en un país donde 35 % de sus habitantes se define como persona negra o mestiza.

Una investigación sobre vulnerabilidades en la vivienda y el hábitat de mujeres negras de Cuba admite que estas, junto con las mestizas, están sobrerrepresentadas en los tipos de viviendas y barrios de mayor precariedad constructiva, además de ser el grupo social que menos remesas reciben para asumir la edificación o reparación de sus inmuebles.

En ese sentido, las autoras proponen políticas afirmativas intencionadas hacia mujeres negras en sectores sociales estratégicos como educación, salud, ciencia, o aquellas migrantes con condiciones de hábitat de mayor riesgo epidemiológico y menor oportunidad de movilizar recursos propios para la vivienda.

Publicada en agosto de 2021, la pesquisa de cinco investigadoras cubanas fue coordinada por la alemana Fundación Friedrich Ebert Stiftung, junto con la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) y la Universidad de La Habana.

LATINDADD ante las Reuniones Anuales del FMI y Banco Mundial 2022



LATINDADD ante las Reuniones Anuales del FMI y Banco Mundial 2022


Reparando el techo durante la tormenta: No se escucha ninguna señal de alarma

Después de dos años, las Reuniones Anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial se dieron de manera presencial y, como se esperaba, estuvieron centradas en el complejo escenario económico, financiero, social, político y climático por el cual venimos atravesando y que requiere acciones decisivas por parte de estas instituciones y quienes hoy tienen un rol de liderazgo a nivel mundial. Sin embargo, los resultados no estuvieron a la altura y no se plantearon respuestas estructurales ante un escenario por demás crítico, y sin precedentes.

La reducción en las proyecciones de crecimiento económico, de 3,2% en 2022 y 2,7% en 2023, se sustentan en el contexto de alta incertidumbre, aumento de costo de vida, endurecimiento de condiciones financieras, guerra, persistencia de la pandemia, entre otros factores que aumentan el riesgo de recesión. Según el informe sobre las perspectivas de la economía mundial: “exceptuando la crisis financiera mundial y la fase aguda de la pandemia de COVID-19, este es el perfil de crecimiento más bajo desde 2001”. A pesar de que el mismo informe señala una alta probabilidad de crisis de deuda para el año que viene, no se ha avanzado en el diseño y construcción de mecanismos de solución que puedan actuar de forma oportuna y efectiva.

Por otro lado, la crisis climática está impactando con fuerza, principalmente a las economías de ingreso bajo y medio que son más vulnerables a eventos catastróficos, a lo que se suma la crisis alimentaria y el incremento del costo de vida, frente a lo cual la única respuesta de los organismos de Bretton Woods ha sido ofrecer más préstamos y maximizar el apalancamiento de la inversión privada, que lo único que trae, además de un mayor endeudamiento de nuestros países, es más condicionalidades que derivan en políticas de austeridad y mayor privatización y financiarización de los bienes y servicios públicos.

En el evento de apertura de las Reuniones, Kristalina Georgieva, Directora Gerente del FMI, señalaba que el mundo necesitaba cuatro billones de dólares hasta 2026 para responder a las crisis. Por su parte, el Banco Mundial advertía que el incremento de la pobreza, escasez de alimentos, crisis energética, crisis de la deuda, cambio climático, inflación y guerra, eran los temas en el centro de las reuniones. No obstante, ninguna de las instituciones está alzando la voz ni dando las señales de alarma ante la necesidad de apoyar a los países con dificultades de espacio fiscal y de deuda, lo que se ha convertido en una restricción que agudiza la posibilidad de los países del Sur para salir adelante de las crisis múltiples y recuperarse de manera equitativa. De hecho, es altamente probable que no se alcance a cumplir la Agenda 2030, en el marco de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados, y así lo señala el Banco Mundial en su informe sobre la pobreza, con una proyección de casi el 7% de la población mundial, alrededor de 600 millones de personas, que seguirá viviendo en condiciones de pobreza extrema en 2030.

Finalmente, otro de los temas centrales fue la preocupación por la fragmentación de la economía mundial, lo que junto con el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania han sido parte de las agendas durante las Reuniones de este año y que, en cierta medida, han desviado la atención de otros problemas que requieren respuestas urgentes. Como señaló Kristalina Georgieva, la economía está moviéndose de un escenario de relativa previsibilidad con baja inflación y bajas tasas de interés hacia un escenario de mayor fragilidad, mayor incertidumbre, confrontaciones geopolíticas, mayor volatilidad económica –basada en procesos de alta inflación, bajo crecimiento, endurecimiento de la política monetaria y alto endeudamiento– y desastres naturales devastadores más frecuentes. A pesar del sombrío panorama, una vez más, el diagnóstico y la retórica durante las reuniones se han mantenido lejos de la toma de decisiones y aplicación práctica de soluciones reales, que beneficien principalmente a los grupos y países más vulnerables.

¿Desinterés por los riesgos de una crisis de deuda sistémica? Se mantiene el enfoque reactivo antes que preventivo

Durante el seminario organizado por el FMI sobre la reestructuración de deuda, orientado a discutir las razones por las que estos procesos llegan de forma reducida y tardía, “por qué tan poco y tan tarde”, Axel Weber, Presidente Europeo de la Comisión Trilateral y Presidente del Centro de Estudios Financieros de la Universidad Goethe, señaló que las economías emergentes son golpeadas con mucha más fuerza en su capacidad de cumplir con el pago de su deuda que las economías avanzadas. Sin embargo, el panel transfirió la responsabilidad de los problemas de endeudamiento a la disciplina de los países prestatarios, sin tener en cuenta que la responsabilidad y transparencia también debe recaer en los acreedores. Por su parte, Elena Duggar, Presidente del Consejo Macroeconómico de Moody’s y directora general de Credit Strategy & Research, detalló que seis países entraron en default este año y se espera que el número aumente en 2023; no obstante, dijo que no esperan una crisis generalizada de la deuda de los mercados emergentes, lo que no se condice con la realidad y es preocupante que se tome con tal tranquilidad y pasividad la situación de la deuda, a pesar que el Presidente del Banco Mundial, David Malpass, apuntó que se vive “una quinta ola de crisis de la deuda a la que se enfrenta el mundo en desarrollo”.

En ese sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) detalla que 54 países de ingresos bajos y medios se enfrentan a graves problemas de deuda en un reciente informe sobre el alivio de la deuda internacional. Mientras que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en su informe sobre comercio y desarrollo 2022, alertó sobre “la posibilidad de una crisis generalizada de la deuda de los países en desarrollo es muy real, recordando los dolorosos años ochenta y acabando con cualquier esperanza de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para el final de la década”. De hecho, los 20 países más vulnerables al cambio climático están analizando la posibilidad de suspender el pago de su deuda.

Durante un evento sobre la situación de la deuda y propuestas de solución, organizado en el Foro de Política de la Sociedad Civil, en que participaron Guillaume Chabert, Director Adjunto del Departamento de Estrategia, Política y Revisión del FMI y Marcello Estevão, Director Global de Macroeconomía, Comercio e Inversión del Banco Mundial, también apuntaron que todavía no se enfrenta una crisis de deuda sistémica y que, si bien reconocen algunas de las deficiencias del MC, es el único “juego” sobre la mesa. Desde Latindadd se hizo un llamado al rol que el G20 les confió como instituciones para llevar adelante un mecanismo de resolución de deuda que hasta ahora no ha tenido resultados concretos ni está cerca de ello; además se insta para que estas instituciones den las señales de alarma correctas sobre los riesgos y problemas que enfrentan los países de ingreso medio y bajo. Como señala el análisis de Eurodad, “cuando más de un tercio del Sur global se encuentra en una situación de problemas graves de endeudamiento, no podemos esperar a que los países ricos decidan que la crisis es “sistémica” para actuar”. Parece que “la resolución de la deuda se aborda como si no tuviera efectos sobre el bienestar y los derechos de las personas”, añaden.

El FMI y Banco Mundial mantienen su esperanza puesta en una única respuesta: el funcionamiento del Marco Común para el Tratamiento de Deuda del G20, mecanismo que ha demostrado ser insuficiente, ineficiente e incluso rechazado por gran parte de países como una salida ante problemas de deuda y es imposible pensar en que pueda actuar como un instrumento preventivo ante riesgos de crisis de deuda. Ambas instituciones siguen en negación, y sin aceptar que el Marco Común no funcionará a tiempo, que introduce a los países en complejos y caóticos procesos de renegociación y no responde a la magnitud de los desafíos en materia de endeudamiento, lo que implica que la historia “muy poco, muy tarde” se repetirá nuevamente. Hasta ahora, Zambia es el único país que ha tenido avances en su proceso de reestructuración a casi dos años de haber comenzado con el proceso. No obstante, se ha presentado un caso de mayor contrariedad. Chad, después de 18 meses de haber solicitado una reestructuración de deuda bajo el Marco Común, no ha obtenido ningún alivio de deuda y, en cambio, ha aumentado su deuda con el FMI para continuar pagando su deuda.

Por otro lado, en el comunicado oficial del G24, estos países instaron al FMI a revisar su política de sobrecargos y, en el corto plazo, pidieron considerar la suspensión temporal del cobro de sobrecargos para apoyar a los países con problemas de balanza de pagos. No obstante, no se tomó ninguna decisión sobre el cobro de estas tasas adicionales que terminan siendo perjudiciales y contraproducentes. Según datos de Eurodad, entre 2021 y 2028, estos sobrecargos representarán alrededor de 7.900 millones de dólares para los 14 países sujetos a esta política del FMI.

Ante las posturas observadas durante las Reuniones Anuales, queda demostrado que los países no obtendrán respuestas consistentes con los desafíos que enfrentan en medio de múltiples crisis. Se hace evidente la necesidad de una reforma de la arquitectura financiera internacional, donde se implemente un nuevo mecanismo de deuda que sea oportuno, transparente e independiente, bajo el auspicio de Naciones Unidas, siendo éste un marco más democrático. Si se mantiene el desinterés por los riesgos de una crisis de deuda generalizada y la ausencia de respuestas, los problemas de deuda se seguirán postergando hasta un punto en el que se deban aplicar medidas reactivas antes que preventivas.

Crisis climática, alimentaria y aumento de costo de vida: la respuesta son más instrumentos de deuda para los países del Sur

Ante el aumento del hambre y la inseguridad alimentaria, el FMI ha anunciado la creación de una Ventanilla para Shocks Alimentarios (FSW, por sus siglas en inglés) en el marco de sus instrumentos de financiamiento de emergencia. En su comunicado, se señala que esta ventanilla ofrecerá acceso adicional a financiamiento de emergencia para países que tienen necesidades urgentes de balanza de pagos y que se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, un fuerte shock de importaciones de alimentos o de exportación de cereales. La nueva ventanilla de financiamiento estará abierta durante un año.

Por otro lado, se ha anunciado la puesta en marcha del Fondo Fiduciario para la Resiliencia y Sostenibilidad, que es el instrumento a través del cual se busca canalizar los Derechos Especiales de Giro (DEG) de los países avanzados. A la fecha, ya ha logrado acuerdos con Barbados, Costa Rica y Ruanda. Sin embargo, este fondo, por diseño, alcance y condicionalidades, no constituye una respuesta real para los problemas de países del Sur que enfrentan consecuencias desproporcionadas a causa del cambio climático. De hecho, es un mecanismo que obliga a países del Sur a financiar con recursos propios, a través de endeudamiento, su atención a la crisis climática.

Ambas determinaciones, frente a las crisis climática y alimentaria, por parte del FMI siguen siendo instrumentos de préstamo que aumentan la carga de la deuda en países que necesitan aumentar su espacio fiscal y no reducirlo. La sociedad civil ha presentado una serie de propuestas para generar liquidez y espacio fiscal, con medidas como la cancelación y reestructuración de la deuda, eliminación del cobro de sobrecargos, nueva emisión de DEG orientada a países en desarrollo, sistemas impositivos progresivos y lucha contra los flujos financieros ilícitos, entre otros. No obstante, nada de ello se abordó durante las Reuniones.

Si bien el FMI ha reconocido el estrecho vínculo entre la deuda y la crisis climática en un reciente paper, y la Directora Kristalina Georgieva ha destacado a la crisis climática como una amenaza existencial para la humanidad durante la sesión de apertura, no se ve ninguna intención real de abordar este problema con alternativas reales, pese al poco tiempo que tiene la humanidad para limitar el aumento de la temperatura global a 1.5°C, como lo recomienda la ciencia.

Se requiere una reforma integral de las instituciones y de la arquitectura financiera internacional

La sociedad civil y activistas han hecho sentir sus demandas dentro y fuera del FMI y Banco Mundial, a través de diferentes protestas, vigilias y diferentes muestras de rechazo ante las diferentes iniciativas que tienen ambas organizaciones, principalmente por su accionar respecto al financiamiento climático e incorporación de una estrategia de género del FMI. Sobre el primero, han existido fuertes críticas al Banco Mundial, incluso Alemania, Estados Unidos y otras economías avanzadas como el G7, hicieron un llamado para una revisión fundamental del Banco Mundial en su accionar respecto al cambio climático y otras crisis. Por su parte, la estrategia de género del FMI ha sido fuertemente rechazada en una carta abierta firmada por feministas y organizaciones de todo el mundo, entre ellas Latindadd, tanto por el contenido de la estrategia como en los planes de implementación. Las preocupaciones radican en la incorporación de planes “vinculados a cuestiones macroeconómicas estructurales más amplias sobre el mandato del FMI, la historia de la consolidación fiscal y el ajuste estructural, así como a su influencia en los gobiernos de los países en desarrollo y en la Arquitectura Financiera Global”, como detallala carta. Además, entre los diferentes señalamientos, se considera que el Análisis de Sostenibilidad de la Deuda (DSA, por sus siglas en inglés) debe incorporar evaluaciones del financiamiento público requerido para los compromisos relacionados con la igualdad de género, los derechos humanos y el cambio climático.

Las movilizaciones también han demandado con fuerza acciones urgentes, más ambiciosas y decisivas para la atención de las crisis climática, alimentaria y de deuda. Entre las actividades que en las que participó y apoyó Latindadd se puede destacar la vigilia, “teach-in”, conferencia de prensa y cadena de la deuda, actividades organizadas por Jubilee USA en las afueras del FMI y Banco Mundial, así como la Semana de Acción Global por la Justicia y la Cancelación de la Deuda.

Durante las reuniones, también se demostró la preocupación de la sociedad civil ante las medidas de consolidación fiscal en tiempos de crisis, se estima que el 85% de población mundial viva bajo medidas de austeridad en 2023, con consecuencias en la capacidad de financiar los servicios públicos, satisfacer las necesidades básicas de las poblaciones y responder al cambio climático. Unas semanas antes de las reuniones, se lanzó la campaña No Más Austeridad, de cual Latindadd es parte, y que busca luchar contra la imposición de estas medidas de recorte del gasto público así como proponer alternativas para un sistema económico basado en los derechos, centrado en los cuidados y que esté al servicio de las personas y el planeta.

Latindadd tuvo un rol activo y de apoyo demandando una nueva arquitectura financiera internacional justa, equitativa y centrada en la sostenibilidad de la vida. En ese sentido, también estuvo presente y coorganizó un evento paralelo sobre “La política y la gobernanza del FMI en el contexto de la ‘poli-crisis’: ¿Qué sigue?”, donde se presentaron análisis y propuestas sobre la urgencia de acciones, como las relacionadas al cobro injustificado de sobrecargos en sus préstamos, la emisión de DEG y la revisión del sistema de cuotas, pero también se discutieron qué cambios se requieren en términos estructurales.

Las Reuniones Anuales de este año han mostrado un contraste absoluto entre una sociedad civil activa, organizada y propositiva respecto a instituciones con falta de voluntad para cambiar y para darle respuestas al mundo en medio de una crisis múltiple sin precedentes que amenaza con intensificarse el siguiente año. El riesgo de fragmentación y el conflicto bélico Rusia-Ucrania han sido uno de los temas centrales de las discusiones, restando atención a otros problemas que también requieren acciones urgentes. Una vez más, no existieron los comunicados oficiales del G20, Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI), ni del Comité de Desarrollo, evidenciando la dificultad para concertar soluciones y la necesidad de cambios estructurales. Además, se necesita que el FMI y Banco Mundial enciendan las señales de alarma sobre las perspectivas de agravamiento de las crisis y sus consecuencias, pero también se requiere avanzar en acciones concretas que permitan a los países avanzar en su recuperación y atención a la Agenda Climática y la Agenda 2030. En palabras de Kristalina Georgieva, en el Debate sobre la Economía Global, es más difícil reparar el techo en épocas lluviosas que hacerlo en épocas soleadas, y hoy, nos encontramos bajo una tormenta que golpea con más fuerza a las poblaciones vulnerables del sur global. Se requiere que las instituciones de Bretton Woods cambien para adaptarse a este nuevo siglo, empezando por un nuevo sistema de cuotas en el FMI, así como también reformar la arquitectura financiera internacional.

El futuro tiene que ser del socialismo (+ Video) Comentario HHC

 El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió a amigos de diversas latitudes, quienes han llegado a la Isla para participar en el XXII Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros

Foto: Estudios Revolución

«Nosotros les agradecemos entrañablemente la presencia de ustedes en Cuba», expresó en la tarde de este jueves, en el Palacio de la Revolución, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a amigos de diversas latitudes, quienes han llegado a la Isla para participar en el xxii Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros.

Cuba es, por primera vez, el escenario de ese tipo de evento, que hoy abre sus jornadas de reflexiones en La Habana, con la presencia de 142 delegados de 57 países, y de 73 partidos comunistas y obreros. Sobre estas horas, que se extenderán hasta este 29 de octubre –cuyo lema central es Unidos somos más fuertes–, el Presidente afirmó que en el intercambio habrá condiciones para un debate que ofrezca luces ante la gran incertidumbre del mundo.

En el salón Portocarrero, el Jefe de Estado habló del encuentro como de una oportunidad desde la cual «trazar estrategias de unidad entre todas las fuerzas políticas, las comunistas, las de izquierda, ante los grandes desafíos que tenemos a nivel de cada país, a nivel regional, y a nivel internacional, ante toda la política imperialista, toda la política capitalista que tantos males trae a este mundo; en primer lugar, a las clases obreras, a los trabajadores, y también a nuestros pueblos».

Acompañado del miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista, Roberto Morales Ojeda, así como de otros miembros del Secretariado, hizo referencia a una idea central y unitaria: la lucha contra el capitalismo y contra el imperialismo.

De los días complejos que vive Cuba y de la lógica imperialista que pretende estrangular a la Revolución, del bloqueo recrudecido, de cómo la Isla enfrentó y venció a la COVID-19, a pesar de que el Gobierno estadounidense le negó literalmente el oxígeno, habló Díaz-Canel a sus interlocutores.

Disertó sobre la lógica socialista como respuesta a toda guerra; de los métodos de participación con los cuales se trabaja en el país, desde el Partido Comunista y desde el Gobierno; del valor que tiene articular las fuerzas revolucionarias; del trabajo con las nuevas generaciones; de la batalla económica; y de resistir creativamente.

De no dejarnos vencer, de unidad y continuidad, y de globalizar la solidaridad habló también el dignatario, quien afirmó que «el futuro tiene que ser del socialismo», pues dijo que el capitalismo no ha demostrado nada en términos de amparo y de emancipación para el ser humano.

Comentario HHC:  Muchos estamos de acuerdo que el futuro tiene que ser el Socialismo. La discusión y la definición de cómo alcanzarlo, es lo que no está decidido y mucho menos consensuado y comprobado.

Si leemos a Marx tenemos una ruta en lo fundamental partiendo de los países más desarrollados, y los países subdesarrollados darían "saltos" apoyados por los primeros.  Lenin que tiene el mérito de ser el primero de tomar el cielo por asalto, vio una posibilidad de llegar al Socialismo desde el capitalismo de estado, más tarde llegó hasta definirlo como " el régimen de los cooperativistas cultos era Socialismo" . El pragmatismo de Lenin era tal, que en pocos años pasó del Comunismo de guerra a la NEP en el tema económico, por no hablar de la Paz de Brest en lo político. Siempre me pregunto qué haría Lenin en nuestra Cuba bloqueada por EEUU. 

En nuestro país, hemos ensayado en los últimos 60 años, casi todo, sin embargo, no creo que tengamos una ruta clara, y de alguna manera, el haber vivido en realidad un Socialismo cuasi utópico hasta 1989, que no era sostenible en el tiempo, como ocurrió, nos perjudicó de alguna manera y, una vez que desapareció la URSS y el campo socialista, asumimos la realidad, que no éramos sostenible por nosotros mismos. Fidel dijo que quizás eso fue un error estratégico, pero había que ser casi adivinos para prever lo que ocurrió. De hecho, fue un giro de 180 grados en el modo de hacer la economía y la de avanzar hacia el Socialismo, la tarea que se nos impuso con este abrupto cambio.

Sin embargo, no nos parece del todo la ruta elegida por Vietnam y China, primero que éramos distintos, y que no eran las mismas condiciones, y ahora ni sabemos. Tampoco creemos que el modelo Nórdico, estaría más cerca del Socialismo que lo que aceptamos, a pesar de ser países capitalistas, pero tienen resultados impresionantes en lo económico y social, que, si los tuviéramos en Cuba, podríamos darnos por satisfechos.

Tenemos un gran obstáculo que es el Bloqueo de los EEUU, y ningún país ha alcanzado el desarrollo con algo similar, incluso el desarrollo lo exhiben muchos países que tienen un historial colonialista en otros países, mientras hay más de 100 países capitalistas subdesarrollados en este mundo. 

En realidad, no hemos aprovechado de modo eficiente nuestras ventajas competitivas para desarrollarnos, tenemos agua dulce y salada, minerales varios, petróleo, sol, tierras cultivables todo el año, puertos, entorno natural adecuado para el turismo, pueblo instruido, etc. para garantizar las necesidades fundamentales por nosotros mismos de toda la población, o ser lo suficientemente eficiente para obtener lo que nos falte, desde el exterior.

Por otro lado, tenemos muchas personas dirigiendo por todos lados, a la base. Yo no quisiera, por ejemplo y sin amplificar este problema, ser agricultor en estos momentos, algo que me gusta, porque la cantidad de dirigentes de organismos y organizaciones que se “sienten obligados” a visitar a los trabajadores agrícolas van desde el Partido a todos los niveles, los funcionarios del MINAG, funcionarios y dirigentes de la ANAP, del gobierno territorial, del Poder popular, la CTC, centros de investigaciones, etc, y lo peor, “todos saben de agricultura más que el obrero agrícola”.  Y como resultado, no hay incrementos de las producciones de modo sustancial.  ¿Ya pensamos que ese modo de dirección en "pandilla" no funciona? Pero eso, pasa en todos los sectores importantes del país, hay estudios que indican que en la base se ocupa un 40 % del tiempo de los directivos en................... atender visitas. 

Se trata de estímulos para aplicar la ciencia,de  las mejores prácticas nacionales e internacionales y quitar los obstáculos que impiden alcanzar altas cotas productivas. 

Otro problema es que tenemos a la vista los caminos para alcanzar la sociedad socialista desde el punto de vista económico. Marx en su obra, dejo las esencias, con la formulación entre la correlación, condición y transformación que debía existir entre el trabajo vivo y pretérito, para incrementar la productividad del trabajo sostenidamente y llegar a producir "a chorros llenos, manantiales de riquezas colectivas”. Lenin fue más exacto y contundente cuando dijo: “El factor más importante, el decisivo para el triunfo del nuevo régimen social es, en última instancia, la productividad". Lo peor es que cien años después, el Nobel Paul Krugman llego a la misma conclusión cuando dijo “... el crecimiento de la productividad, es el motor que impulsa la mejora del nivel de vida “. 

Para que no me tilden de economicista, sé de todas las transformaciones que se deben dar en la sociedad en lo económico, político y social, para que sea digna de llamarse socialista. Lo que sí es una realidad, que esta tiene que ser sostenible y sustentable económicamente, sino sencillamente no existe como tal la aspiración. Son "castillos en el aire" que se desplomarán más tarde o temprano.  La pregunta es: ¿Por qué entonces en Cuba la productividad del trabajo, en el sentido amplio, no es el indicador fundamental de la economía en todos y cada uno de los sectores, si desde Marx se sabe que esa es la ruta fundamental? (en la actualidad habría que incorporar el impacto al medio ambiente, a la salud etc. de las nuevas tecnologías).

Lo que ha ocurrido en la práctica es que ni se menciona en los informes económicos por nadie en el ámbito de país, solo como un breve enunciado y en ocasiones. Si lo tuviéramos omnipresente, se hubieran detectado a tiempo todos los retrocesos de la economía, el envejecimiento de la tecnología en las industrias, con tan solo compararnos con años anteriores nosotros mismos, si no, además, con el resto del mundo. Digo más, si no se tiene en cuenta lo anterior, jamás alcanzaremos la sociedad socialista. Si no hay alta productividad en todos los aspectos de la sociedad, sostenible en el tiempo, no habrá Socialismo. Esto que parece una verdad de Perogrullo, la ignoramos olímpicamente desde la década del 70 del siglo pasado, cuando en 1971 lo llamamos " Año de la Productividad". Es imperativo que hay que corregir el rumbo y eliminar todo lo que frena la productividad social del trabajo.