La Habana, 23/08/11.- ¿Cuba se encuentra ante una crisis de credibilidad de su banca? Pues parece que sí, a juzgar por el malestar ciudadano provocado por la Resolución 111/2023 (1) del Banco Central de Cuba (BCC), por la cual se limitaron las transacciones en efectivo entre las empresas estatales, así como las cooperativas, los emprendimientos privados y los trabajadores por cuenta propia. O sea, lo que en Cuba se nombra como actores o sujetos económicos.
Dicha resolución, entre otras disposiciones, restringe a un máximo de 5000 pesos cubanos las respectivas operaciones en efectivo de todos los actores económicos del país, incluyendo fondos para pagos menores; establece que por encima de ese monto se deberán emplear instrumentos de pago como las letras de cambio, cheques, órdenes de cobro y de pago, transferencias bancarias, tarjetas de débito o crédito, entre otros. Ventajas indudables: operaciones financieras más ágiles, transparencia en la gestión, menos evasión fiscal, aunque hay trucos...
Tópico aparte es el uso por las personas naturales de las tarjetas de débito, el cual ya abarca un porciento apreciable de las operaciones digitales que se realizan en la nación. El común puede así extraer en efectivo de los cajeros automáticos hasta 80 mil pesos por día y hasta 120 mil por mes, y de mil a 5000, respectivamente, en la denominada MLC. Ésta es una unidad de cuentas que por ley sustituye a la circulación de divisas, y cuyos tipos de cambio se determinan centralizadamente. La tal unidad sirve para comprar en las llamadas tiendas MLC, cuyo desabastecimiento es proverbial, no obstante las promesas gubernamentales de mantenerlas provistas.
Por un monto superior a lo antes expuesto el ciudadano ha de presentarse en las agencias bancarias y declarar el origen y destino de la cantidad que solicita, lo cual para los indicadores criollos es dígase razonable, habida cuenta de las lógicas prevenciones respecto al lavado de dineros, el terrorismo, el narcotráfico y otros ilícitos. Cuba es miembro pleno del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) y en éste tiene responsabilidades compartidas (2).
Curioso: no aparece "ni por los centros espirituales" que la prensa cubana haya publicado, al menos, las siglas que identifican al GAFILAT, pese a ser la pertenencia criolla un argumento de peso en contra de la inclusión de Cuba en la lista estadounidense de Estados patrocinadores del terrorismo. Cosas veredes, Mío Cid, en este hervorio caribeño de las ninfas...
¿POR QUÉ CRISIS DE CREDIBILIDAD?
Aparentemente, "todo normal" ¿Por qué entonces el malestar ciudadano, que "a gritos" se manifiesta en la redes sociales mientras la prensa cubana calla - como regla - respecto a esas reacciones? ¿Incumple aquella con el principio periodístico de diversidad de fuentes?
Si bien la resolución de marras es acorde con la práctica internacional, en su aplicación práctica está demostrando una palpable falta de infraestructura para que sea mínimamente cómoda a los efectos de la población, e incluso de los sujetos económicos . Cajeros automáticos deficitarios respecto a densidad poblacional, o el municipio Fomento, que no tiene; falta de mantenimiento o reposición de dichos cajeros; filas (colas) en éstos o para gestiones en las sucursales bancarias de alrededor de dos horas o más - con sufrimiento acentuado de jubilados y pensionados -; carencias de efectivo; cortes de electricidad más frecuentes de lo aceptable y ¿algo más?
Como es de esperar, la confianza en la banca queda seriamente disminuída, tanto por parte de la ciudadanía como de los emprendimientos, que están operando en circunstancias donde la inexistencia de un mercado cambiario formal y acorde con normas internacionales, les obliga a emplear pesos en efectivo para obtener divisas en el canje informal, y así financiar sus importaciones. A la altura de estas líneas, ya ese tipo de cambio superó los 200 pesos por un dólar o un MLC, y los 240 por un euro.
Haga cuentas: el salario medio ascendió a 4 219 pesos en el 2022; una botella de aceite vegetal de un litro no baja de 700; una treintena de huevos oscila por los 2 000 o más. Para colmo, reportes de prensa desde varias provincias en los que se denuncia el impago a trabajadores estatales, lo cual ocurre de manera reiterada (3).
Claro, mucho se habla de presuntos o reales abusos de los emprendedores privados. Menos se dice de las trabas existentes no sólo para su desempeño, sino para aumentar su número y así estimular a la competencia, en un escenario donde ya están ocupando un lugar notable en surtir de mercancías o prestar servicios a la población. Cierto que a precios muy elevados pero, ¿y qué hacen las entidades estatales, no exhiben precios similares? ¿Qué es más relevante - a los efectos de la inflación -, alrededor de 8 300 emprendimientos privados o cooperativos no agropecuarios, que ya representarían un aporte de un 13% al Producto Interno Bruto (PIB), o un déficit fiscal que se mantiene en más o menos un 10% del PIB, cuando lo recomendable es que no rebase el 3?
Fuenteovejuna de Cuba, por ende, está expresando su enojo ante el aumento de las incomodidades bancarias, más la pregunta de qué llevar a la mesa con un costo de la vida "por los cielos". Sin dudas, la llamada bancarización debe de incrementar la demanda de cajeros- ya de por sí insuficientes y poco confiables -, así como las gestiones en las sucursales bancarias. Por tanto, más colas y más tiempo perdido.
Consecuencias a la vista: dinero "bajo el colchón"; ralentización de la circulación monetaria en efectivo y estímulo a la ya galopante inflación; demora en los ciclos de producción y servicios; entorpecimiento a su vez de los encadenamientos productivos entre empresas estatales y sus pares cooperativos o privados; presumible aumento de la circulación de dólares y dolarización en mayor grado de la existente; no aceptación de tarjetas de débito en establecimientos privados y exigencia de efectivo; ampliación del mercado informal con ejemplos como éste: "cambio 10 mil pesos de mi tarjeta por 9500 en efectivo". Menos visible: reemergencia de un tipo de prestamista usurario al que en Cuba se le llama "garrotero ".
"La madre de los tomates", se dice en Cuba, para no acudir a ironías nada bellas respecto a la gobernanza criolla, presentes en las redes sociales. Por supuesto, en ese "arroz con mango" también hay especulación, abusos comerciales, corrupción y, ojo atento, presunto tráfico de influencias; dudas suscita el que ciertos emprendimientos se aprueben para operar relativamente rápido, y otros demoren o encuentren trabas colindantes con el absurdo, según una fuente que pidió anonimato.
¿Confiaría el lector en la banca cubana ante semejantes "surrealismos"?
Entretanto, el gobierno acuña el término "bancarización" para conceptuar a la implementación de lo dispuesto por el Banco Central de Cuba, y la prensa lo repite dócilmente, mientras parece olvidarse que aquella significa la acción y efecto de hacer que personas, grupos sociales o un país desarrollen o resuelvan las actividades económicas a través de la banca (4). Por ende, Cuba está "bancarizada desde la noche de los tiempos", de acuerdo con la semántica. De lo que se trata ahora es de ampliar la bancarización y de digitalizar al máximo posible las operaciones financieras ¿Cómo se explica que gobierno y prensa incurran en esa pifia conceptual? ¿Así se informa al pueblo? ¿Se trata de una "jugada mediática"?
¿CORRALITO FINANCIERO?
Un alto funcionario bancario declaró en la televisión que la situación creada por la Resolución 111/2023 no es un corralito financiero, aunque la prensa escrita o digital no reprodujo esa afirmación. Pero este periodista se sintió aludido, dado que publicó en Rebelión un artículo titulado "¿Cuba ante un corralito financiero?" (5) No ha sido el único en afirmar que el redil existe, incluso desde antes de la resolución.
Quede claro: por corralito financiero se entiende a la restricción impuesta por un gobierno que por Ley impide la libre disposición del dinero (6). Así pues, ejemplos a la mano:
1) el nacional residente recibe remesas LEGALES por transferencias desde el exterior en la moneda X, por lo general dólares o euros. Por Ley NO TIENE DERECHO a recibir sus dineros en la moneda enviada, sino en la unidad de cuentas MLC. Se le convierte a la tasa oficial y con la misma puede comprar en las tiendas habilitadas al efecto, vox populi desabastecidas. Otra variante es aceptar los MLC y canjearlos por vía digital en el mercado informal, con pérdidas inevitables respecto a un cambio que se realice en divisas reales, pero con opciones que no aparecen en las tiendas de marras; no se olvide: la prioridad uno es COMPRAR COMIDA, a precios "de miedo". Por supuesto, también el "método bancario" estimula el empleo de canales informales para enviar remesas en efectivo, y que el beneficiario las reciba en la moneda correspondiente. De aquí nace un contrabando de divisas ¿calculable?, y que con la actual inflación galopante es muy ventajoso. Cien dólares en efectivo ya representan no menos de 20 mil pesos, y sumando, contra un salario medio mensual de 4 219 en el 2022.
Otro tanto ha ocurrido con extranjeros residentes, a quienes se les habría impedido cobrar sus pensiones o ahorros en las divisas que les envían, o tienen en cuentas bancarias, y se les ha dicho que sólo pueden retirar los dineros en MLC, o depositar el importe en sus cuentas en monedas extranjeras. Este periodista conoce al menos un caso;
2) de hecho, la resolución 111/2023 estipula a nivel nacional y para todos los actores económicos, que el efectivo destinado a fondos para pagos menores no puede rebasar los 5000 pesos. Es decir, el Banco Central de Cuba se arroga la facultad de decidir por las respectivas entidades el límite máximo de dicho fondo, cuando en la práctica internacional éso es prerrogativa de las mismas. Y luego se habla de "ampliar facultades a las empresas".
Decida, lector, si hay o no corralito financiero. Decida si esas normativas a contrapelo de la práctica internacional no minan la credibilidad bancaria.
¿ECONOMISTAS A LA CARGA?
Salvo alguna excepción, la prensa se ha limitado a difundir la versión oficial y más o menos edulcorada de la Resolución 111/23; insiste en la procedencia, la necesidad, la gradualidad y la aplicación "de acuerdo con la existencia de condiciones". Pero ni una palabra procedente de economistas cubanos de prestigio, quienes están siendo críticos con esa resolución y como regla están publicando sus opiniones en blogs especializados en Economía o en las redes sociales, a falta de algo mejor.
A ese concierto se ha incorporado el Diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular Carlos Miguel Pérez Reyes, único emprendedor privado con ese rango, quien está llamando la atención de la opinión pública por lo atinado de sus planteamientos, en similar dirección a los de los economistas (7). Entre éstos están Joaquín Benavides, Humberto Herrera Carles, Julio Carranza, Pedro Monreal, Juan Triana, Oscar Fernández, Pavel Vidal, Omar Everleny, Mauricio de Miranda, Ricardo Torres, Ileana Díaz y otros, porque no parecen pocos.
Consensos visibles: la Resolución 111/2023 responde en general a los requerimientos de la economía cubana, así como a una práctica internacional. No obstante, resulta sorprendente que dicha resolución fuera emitida apenas días después de la clausura de las sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular , y que en la misma ni se la hubiera mencionado en los debates parlamentarios. Es doblemente una sorpresa, dado el impacto político que de la resolución se deriva, y que se está mostrando en la vida cotidiana y en las redes sociales. Ese impacto informa también del por qué de la pérdida de credibilidad de la banca, y buena pregunta es ¿sólo la banca?
Asimismo, existe consenso sobre el que la llamada bancarización tendrá efectos negativos a corto y mediano plazo, entre aquellos que:
1) no reducirá la presión del circulante;
2) no reducirá los precios;
3) no incrementará la oferta, lo contrario;
4) no reducirá la informalidad;
5) no reducirá el uso del dólar y sus consecuencias, en un escenario en que la unificación monetaria y cambiaria del 2021 ha resultado un fracaso estrepitoso; aquella tenía por objetivo lograr la soberanía del peso cubano, y ha logrado exactamente lo contrario;
6) no mejorará las condiciones de vida.
También los economistas subrayan la necesidad y urgencia de un programa de estabilización macroeconómica para combatir la inflación; la creación de un mercado cambiario formal y a tenor de la práctica internacional; la emisión de billetes de mayor denominación a la actual; la duda de que en sólo seis meses se logre implementar completamente la resolución, cuando en países de mayor desarrollo y potencial económico, empeños similares de política monetaria han demorado más, bastante más...súmese el muy negativo efecto de las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos hacia Cuba.
JOSÉ MARTÍ: "GOBERNAR ES PREVER"
Cuanto está ocurriendo es más que peligroso, porque la pérdida de credibilidad de la banca es también la pérdida de credibilidad de las instituciones y, por ende, la del sistema institucional y político vigente en Cuba. Más en circunstancias en las que, al decir del economista Julio Carranza, "el tiempo se agota".
Guste a quien guste, pese a quien pese, hoy se presenta en todo su dramatismo una deuda social de vieja data, descrita por Fidel Castro en su discurso del 26 de julio de 1970, donde analizó las causas del fracaso de la Zafra de los 10 Millones: "Tenemos algunas deudas pendientes realmente con las ironías, con las ilusiones que nosotros mismos nos hemos hecho en algunas ocasiones. Tenemos algunas deudas pendientes con la necesidad. Tenemos algunas deudas pendientes con la pobreza. Tenemos algunas deudas pendientes con el subdesarrollo. Y tenemos algunas deudas pendientes con el sufrimiento del pueblo (8)..."
Mientras tanto, el tiempo se agota.
Notas y enlaces:
1) Resolución 111/2023. Banco Central de Cuba.
2) GAFILAT
3) Impagos a trabajadores estatales. Dos ejemplos.
4) Bancarización = acción y efecto de bancarizar
5-6) ¿Cuba ante un corralito financiero?
7) Carlos Miguel Pérez Reyes, Diputado.
8) Fidel Castro. Discurso pronunciado el 26/07/1970.