Por Julio Carranza
La lectura de este breve análisis supone la lectura previa del último e importante artículo de Joaquín Benavides, titulado “LOS BRICS Y CUBA. ARMA CONTRA EL BLOQUEO. ¿Cómo lograr que sea efectiva?”, mismo que se puede encontrar en el blog Cuba y la Economía dirigido por Humberto Herrera Carles (ver debajo enlace). Consideramos útil hacer algunas precisiones y comentarios al referido texto que podrían servir de complemento y/o precisiones a lo allí expuesto.
Primero señalar que, como sistemáticamente hemos expresado, estamos totalmente de acuerdo con la necesidad de acelerar las profundas e integrales transformaciones de la economía que permitan la articulación de un nuevo modelo económico.
Las urgencias están dadas en primer lugar, por el obvio agotamiento de la economía cubana, cuya capacidad de crecimiento está hoy en crisis y las implicaciones internas de todo tipo que esto tiene, económicas, políticas y sociales; en segundo lugar por la presión adicional que significa la política de fuerza máxima que se espera de la administración Trump; en tercer lugar por las oportunidades que abre la nueva inserción oficial de Cuba como socio en el grupo de los BRICS, así como la nueva renegociación de la deuda con el Club de París, que no serían aprovechables sin una economía que funcione con otra dinámica y eficiencia, los BRICS no son un espacio para convivir de subsidios o acuerdos políticos, por cierto, las relaciones bilaterales con socios como Rusia y China , en lo fundamental, tampoco lo son.
Ahora bien, nos parece necesario hacer algunas precisiones, que se basan en lo expresado en otros textos que al respecto hemos escrito y publicado.
Hemos insistido en tres ideas esenciales: primero: que la reforma es urgente, segundo: que debe ser integral y progresiva, o sea con la secuencia adecuada, las urgencias, que con premura deben ser atendidas, no son razón que permitan romper la secuencia necesaria, tercero: que se debe establecer bien el objetivo de a donde se quiere llegar, de lo contrario podría terminar el país en un destino indeseado.
A partir de estas consideraciones, pasamos a las precisiones puntuales que nos parecen imprescindibles en referencia al artículo que aquí revisamos.
1- La transformación debe correr por etapas bien determinadas, con objetivos y esferas de acción definidas.
2- El objetivo es llegar a una economía socialista con mercados activos y dinámicos, al cual deben asistir igualmente todos los actores económicos, incluyendo mercados de medios de producción y monetario, pero bajo una efectiva regulación por parte del gobierno central, lo cual solo es posible alcanzar a través de una construcción consciente, no de un plumazo, esto último podría caotizar el proceso y como decíamos, conducir a un fin indeseado. O sea, el mercado es imprescindible, pero no de cualquier manera, es una relación social de producción como parte de una determinada sociedad cuyos objetivos deben estar bien definidos. Es como el fuego, indispensable, pero hay que regularlo, si se descontrola incendia la pradera y acaba con casi todo.
3- La economía debe incluir los diversos tipos de propiedad, pero la propiedad pública debe ser dominante y esto debe responder a garantías dadas por la constitución y las correspondientes regulaciones del parlamento, es el sistema político quien preserva las garantías socialistas del sistema. El socialismo es una sociedad mercantil y por lo tanto con mercado y la coexistencia de diferentes tipos de propiedad, pero sin hegemonía de los intereses del capital.
4- Obviamente el punto 3 supone una empresa pública eficiente y descentralizada, diferente a la que existe hoy, como bien se expresa en el texto que comentamos, de ahí la importancia de la reforma de la empresa estatal. A los detalles de ese proceso nos hemos referidos en otros textos. Habría que subrayar aquí dos de ellos: primero, el cambio fundamental en el carácter de la planificación burocrática que persiste aún y segundo, como se afirma en el trabajo que comentamos, el mayor control del gobierno central del mercado de monedas, sobre la base de una tasa de cambio transparente, fundamentada en el movimiento general de los mercados y en los objetivos de la política económica.
5- De acuerdo en que la reforma de la empresa estatal, no para que deje de ser pública sino para que deje ser ineficiente, como hemos afirmado muchas veces, debe estar acompañado de una extensión del empleo en el sector de Mipymes privadas y cooperativas, más allá del que existe hoy. Esto sin abandonar otras políticas compensatorias a personas en situación de desempleo, el desempleo debe ser una variable de permanente atención por diversas razones. La eficiencia no solo debe ser económica, debe ser también social, una cosa debe estar muy relacionada con la otra.
6- Estamos de acuerdo y hemos insistido en muchas ocasiones, en que junto a la reforma de la empresa estatal, la reforma del subsistema de producción agropecuaria debe ser el otro de los corazones de la reforma, el texto de referencia avanza detalles de esa dimensión con los que estamos de acuerdo.
7- La eliminación de los subsidios universales es sin dudas un objetivo importante, pero debe implementarse por etapas, identificando bien la población objetivo de subsidios directos con la definición de políticas sociales efectivas, y con una previa elevación de la producción e importación de bienes y servicios para levantar la oferta, en la situación actual del país, un error en este sentido podría desatar procesos de extrema pobreza en amplios sectores de la población y perdería sentido el carácter social del sistema, además de que podría precipitar una crisis política. Entonces, de acuerdo en la necesidad de avanzar en ese objetivo uno de cuyos elementos es la supresión final de la libreta de abastecimiento de la manera que ha funcionado, pero debe ser de manera progresiva y secuencial.
8- La necesidad de una Banca eficiente, activa y especializada es imprescindible, sin ella no hay bancarización posible. La exigencia efectiva y legal del cumplimiento de los contratos y los pagos de las empresas es también imprescindible, como bien se indica en el texto de Benavides.
9- A todo lo anterior habría que añadir otros temas como el asunto de la deuda, el empleo de activos (bien concebido) para bajar los compromisos de pago, abrir los créditos internacionales, incentivar la inversión etc. Una política fiscal rigurosa y progresiva que contribuya efectivamente a la recuperación de los indispensables equilibrios macroeconomicos. También redefinir la política inversionista en función de las prioridades nacionales, etc. Todo ello con muchísima urgencia, con una clara voluntad política y la imprescindible consulta y participación de las bases populares, hoy más que nunca antes los tiempos son políticos.
23 de Enero 2025.