Cuba: Coyuntura, crecimiento y desarrollo económico
Dr. Juan Triana Cordoví
El desempeño de la economía cubana en el 2017
Luego
de la rectificación al alza de la tasa de crecimiento del año 2016, el
crecimiento alcanzado en el 2017, 1,6% del PIB no cambia de forma significativa
la tendencia de mediano plazo de la economía nacional, que mantiene un
crecimiento promedio de alrededor del 2% del PIB a precios constantes, tal cual
se muestra en el gráfico 1.
GRÁFICO 1. EVOLUCIÓN DEL PIB
Alcanzar
la meta de crecimiento propuesta para el año 2018 será un ejercicio tenso por
varias razones, algunas de tipo coyuntural y otras más bien estructurales. A
continuación se enumeran cuatro de esas razones.
— El crecimiento de la economía mundial que se pronostica tenga un comportamiento relativamente positivo y mejor que en 2017, aunque aún alejado del comportamiento experimentado hace unos cinco años.
— El probable comportamiento de los precios de los productos de exportación, a saber, derivados del petróleo, níquel y azúcar. En el caso del níquel no parece que vayan a experimentar una recuperación significativa, mientras, los precios del azúcar crudo, a pesar de un superávit en los stock, se espera oscilen entre 15 y 17 centavos de dólar por libra, lo cual es sin duda una buena noticia.1 Por su parte, los precios del petróleo mantendrán una relativa estabilidad y no se espera rebasen la cota de 60 dólares el barril. Y en el caso de los biofármacos y genéricos, sus precios no están sujetos a variaciones pero los ingresos obtenidos, en parte, dependerán de la situación de Venezuela.
— Los ingresos por exportación de servicios, las tendencias del turismo para 2018 parecen positivas en general, aunque Cuba deberá enfrentar los impactos de las medidas de la administración Trump y compensar esa posible evolución negativa del turismo proceden-te de Estados Unidos con el crecimiento en otros emisores. Este es otro de los problemas que puede influir negativamente es la relación precio-calidad de los servicios turísticos cubanos en comparación con sus competidores del Caribe.
— En el caso de los servicios médicos, nuestro principal mercado, Venezuela, sigue afrontando una situación económica y política sumamente compleja y ello impacta en los ingresos recibidos por esos servicios.
— El comportamiento de nuestros principales socios comerciales: en el caso de Venezuela, la CEPAL pronostica otro año de números rojos en el crecimiento económico, China es probable alcance una tasa de crecimiento de más del 6%, lejos de los crecimientos de dos dígitos que la caracterizaron, mientras Canadá se estima tenga un desempeño mayor de 3% de crecimiento.
— La relación con el gobierno de Estados Unidos no da señal creí-ble de posible mejora, más bien puede esperarse que se mantenga tensa.
1
Sin
embargo, los resultados que se van obteniendo de la cosecha cañera y de la
producción azucarera no son buenos, de donde resulta probable que debido al
incumplimiento de las metas de producción, los ingresos de exportación de
azúcar no alcancen las cifras planteadas.
En
resumen, el entorno internacional no parece peor que en 2017, pero sigue siendo
complejo y con incertidumbres significativas.
De
esta forma, los determinantes internos se convierten en decisivos si se desea
remontar la senda del crecimiento.
La economía y la política económica
Los
“arreglos institucionales” serán determinantes en las aspiraciones de
crecimiento tanto para el corto como para el largo plazo.
La
economía y la sociedad cubana han cambiado significativamente en estos últimos
cinco años. Uno de esos cambios está asociado a la dinámica del empleo y el
rol del sector no estatal en la misma, como muestra el gráfico 2.
GRÁFICO 2. EVOLUCIÓN DEL
EMPLEO
Cabe destacar aquí varios aspectos de interés:
a- Como puede apreciarse (gráfico 2) se ha producido un
crecimiento sustancial del peso del empleo no estatal (formal) en el total del
empleo, que alcanza para el año 2016 la cifra de 1 321 100 ocupados del total
del empleo del país, alrededor del 25% del total de ocupa-dos. Sin embargo, esa
cifra puede ser mayor pues es conocido que aún existe un grado de informalidad
elevado en el sector.
b-Una caída sustancial del empleo en el sector estatal en 1
163 000 de ocupados 2 en los últimos cinco años, mucho
mayor que la disminución de la cantidad total de ocupados 419 100.
c- El crecimiento del empleo es liderado por el sector
privado y dentro de este por los llamados trabajadores por cuenta propia, como
muestra el gráfico 3.
d- El peso del sector no estatal en el total del empleo ha
crecido desde el 18% hasta el 24%.
e- El llamado sector “por cuenta propia” ha mantenido un
crecimiento positivo en el número de ocupados (de hecho es donde único crece
el empleo) a pesar de las fuertes restricciones que aún pesan sobre él.
f- Es posible esperar que en el 2017 la dinámica de
crecimiento del sector no estatal haya disminuido o que su dinámica se haya
ralentizado debido a las regulaciones emitidas en agosto que detuvieron la
entrega de nuevas licencias.
GRÁFICO 3. EVOLUCIÓN DEL
EMPLEO NO ESTATAL
2 Cálculos del autor sobre la base de ONEI, 2016.
Sin
embargo, en términos de peso en el producto y de complejidad tecnológica de sus
productos y servicios la situación es bien diferente. Dada la carencia de datos
oficiales públicos al respecto pudiera hacerse algún tipo de estimación.
Atendiendo a que una parte del sector no estatal se
encuentra en el sector agrícola (cooperativas agropecuarias, de crédito y
servicio, arrendatarios, etc.) y que el sector agrícola en su conjunto tiene
un peso en el PIB de no más del 3,9% (ONEI 2016, tabla 5.8) y a que dentro del
sector cuentapropista, las licencias de restaurantes y cafeterías, el sector
del comercio y la hotelería en su conjunto tienen un peso en el producto del
26%, es posible afirmar que, siempre, con un margen de error que puede ser
importante, el peso del sector no estatal en la economía no debe sobrepasar el
20% del PIB.
Otra
forma de aproximación a esta asimetría sería a través de la estructura del
consumo de la población. Como muestra el gráfico 4 los hogares cubanos gastan
en el mercado estatal el 71% de todo su gasto de consumo, mientras que el 29%
restante se divide en entre todas las otras formas de mercado no estatal.
GRÁFICO 4. CONSUMO DE LOS
HOGARES POR DESTINO
No
obstante ser el 30% del gasto en consumo de los hogares, también es cierto que
en los últimos cinco años el gasto en el Mercado de TCP se ha incrementado en
un 204%. Sin embargo, en términos de complejidad tecnológica, apenas ha
ocurrido alguna diferencia sustancial en estos últimos cinco años. En otras
palabras, se ha producido una expansión en términos cuantitativos, pero no se
han verificado procesos de diferenciación de los bienes y servicios en cuanto
a complejidad tecnológica.
Las palancas de la “actualización”
En
la segunda sesión del año 2017 del Parlamento cubano se abordaron un gran grupo
de asuntos decisivos para el futuro inmediato y mediato del país, una buena
parte de ellos asociados con políticas económicas que se han estado adoptando
en el último lustro. Algunas de ellas son las siguientes:
-La evolución de la reforma empresarial
Reconocida como “decisiva” para la consolidación del
socialismo cubano, la reforma empresarial emprendida desde el 2014 no parece
haber logrado los impactos deseados en los resultados macroeconómicos del
país, pues con excepción del sector agrícola, donde el peso del sector privado
y cooperativo en la gestión de la tierra es decisivo y que solo significa el
3,9% del PIB, en el resto de los sectores, el peso de la propiedad y la gestión
estatal es decisivo, por lo general más del 80%.
De otra parte, el ritmo de crecimiento del PIB apenas es el
2% pro-medio anual en los últimos cinco años, las exportaciones han decrecido
en más de un 50%, en general la calidad de esas exportaciones en términos de
complejidad tecnológica no ha variado, ni tampoco se han incorporado nuevos
productos y servicios a nuestra cartera de exportaciones.
Ello significa que la Reforma Empresarial que nos trajo las
OSDE y las UEB aún dista de satisfacer las expectativas creadas. Lejos de
lograr estructuras más planas, se ha reforzado una estructura piramidal con
varios escalones que a todas luces incrementa la burocracia y conduce a una
menor autonomía, con costos importantes en eficiencia y productividad.
La nueva disposición que consolida la separación de los
Ministerios de la tutela de las empresas puede contribuir al propósito de
aumentar la “autonomía” empresarial, pero no es suficiente.
-Nuevas regulaciones para el sector no estatal
Las expectativas creadas de alcanzar una mayor integración
entre el sector no estatal y el sector estatal no se alcanzaron. En el caso del
sector por cuenta propia, no se alcanzó la expectativa de que le fuera
reconocido su condición de pequeñas y microempresas y no hay in-formación de
que las nuevas regulaciones que se anunciarán tengan en cuenta este aspecto,
que no es meramente formal.
Tampoco parece estar en la agenda para este sector la
ampliación de los “empleos” a trabajos de mayor calificación. Se anunciaron
nuevas regulaciones
para las cooperativas no agrícolas, pero aún no hay suficientes detalles al
respecto.
En sectores como el de la
construcción, donde la fuerza de la cooperativas no estatales es significativa,
las nuevas regulaciones emitidas por las autoridades del sector, que, entre
otras cosas, se reducen o “en-cierran” a estas cooperativas a su ámbito
territorial, constituyen una barrera a su expansión y limitan drásticamente la
competencia entre ellas, otorgándole derechos cuasi monopólicos sobre los
mercados de los territorios donde están constituidas.
- La inversión extranjera
directa
A pesar de las críticas sobre la excesiva burocracia y
lentitud en los procesos negociadores, el año 2017 cerró sin señales de
flexibilización en las “reglas del juego” que “faciliten” y “acorten” la
apertura de nuevos negocios con inversión extranjera.
Existe una cierta asimetría entre el esfuerzo que el país
hace en términos de promoción de inversiones (ferias comerciales, ferias
sectoriales, misiones de promoción al extranjero, organizaciones de visitas de
negocios de compañías y hombres de negocios extranjeros a Cuba, etc.) y aquel
otro que tiene que ver con la facilitación de la inversión.
Si se atiende a algunos de los comportamientos culturales
hacia la IED es
posible identificar los siguientes:
1- La preferencia por los grandes proyectos vs. la
subvaloración de los pequeños proyectos.
2- El papel prácticamente nulo de los territorios en los
procesos de conformación de proyectos y de decisiones al respecto y la
ausencia de una “cartera territorial de proyectos de IED” que promueva
oportunidades del territorio que no aparecen en la gran cartera nacional.
3- La percepción de que algunas personas en los Ministerios
Sectoriales son los (únicos) que pueden identificar una posible oportunidad
de negocio.
4- La escasez / falta / ausencia de información pública
accesible sobre la IED con excepción de los datos publicados en la cartera de
negocios anual, lo cual no contribuye a crear la confianza necesaria.
5- La percepción generalizada de que el “mercado cubano” es
la única opción para el inversionista extranjero.
No
obstante es posible reconocer que en el año 2016 y en el 2017 se verifica un
mayor dinamismo en la aprobación de “nuevos negocios”. En el año 2017 se
firmaron acuerdos por valor de 2 000 millones de dólares norteamericanos,
concentrados fundamentalmente en infraestructura (ferrocarriles, energía
eléctrica) y en producción industriales (acero).
-
La
unificación cambiaria y monetaria y la adopción de un régimen cambiario
adecuado a las necesidades de Cuba
Se
reconoció la demora en solucionar la más importante de todas las distorsiones 3 económicas que padece nuestra economía. Cuba tiene hoy
tasas de cambios oficiales que están sobrevaluadas, tanto para el peso cubano
en relación al dólar como para el CUC en relación al dólar. Ambas generan
incentivos negativos a la exportación, a la productividad y a la eficiencia y,
por lo tanto, muchas veces conducen a una mala o poco eficiente asignación de
recursos.
Además
de la unificación cambiaria y monetaria habrá que decidir qué régimen cambiario
adoptará el país; tipo de cambio fijo, flotante entre bandas, flotante,
etcétera. El régimen cambiario es decisivo pues de él dependerá la
internalización adecuada de los cambios en la economía mundial y poder evitar
el surgimiento de nuevas distorsiones monetarias con sus incalculables costos.
El
otro gran reto asociado a la unificación cambiaria y monetaria será el del
manejo de posibles procesos inflacionarios, debido al traspaso monetario del
ajuste de costos y precios que la devaluación de las tasas oficiales debe
provocar a un plazo de tiempo no muy prolongado y su posible impacto en los
salarios reales de los trabajadores.
Crecimiento
positivo pero alejado de nuestras necesidades de desarrollo
El
2018 debe ser un año importante en nuestras aspiraciones de crear bases sólidas
para avanzar sostenidamente hacia el desarrollo económico. Crecer a una tasa
adecuada de forma saludable y en sectores estratégicos será indispensable.
- La meta de crecer a un 2%
3 No
es la única, otras serían la “moneda única”, una tasa de interés que no está
sustenta-da en los volúmenes reales de operación del sector bancario y salarios
desconectados de los precios minoristas en una parte significativa del mercado.
Si
atendemos a las restricciones que enfrenta la economía cubana y que fueron
detalladas en el informe rendido por el Ministro de Economía, la meta del 2%
sigue estando lejos de nuestras necesidades de desarrollo, y requerirá un
esfuerzo significativo. No debe olvidarse que ese crecimiento se alcanzará con
una salud fiscal comprometida después de dos años seguidos con un déficit
presupuestario de más del 10% que pone sobre la mesa el problema de la relación
entre el crecimiento económico y la sostenibilidad del déficit.
-
Factores
decisivos en el crecimiento económico en el corto plazo. La tasa de inversión
Se
anunció que la inversión alcanzará los 10 400 millones de pesos cubanos. Se
asume que en esa cifra no está incluida la correspondiente a la inversión
extranjera directa, ni tampoco la inversión nacional proveniente del sector no
estatal. En 2016 el monto total de la inversión fue de 6 507 millones de pesos
(ONEI, tabla 12.7), un 10% mayor que en 2015, a pesar de ello, la economía
decreció en 2016. No se han hecho públicos los datos de la inversión en 2017,
ello impide aquilatar el esfuerzo inversionista que significan esos 10 400
millones en 2018; sin embargo en relación con 2016, significarían un
crecimiento cercano al 60%, aunque como por ciento del PIB (a precios
corrientes) rondaría el 11%,4 mientras alcanzaría el 15% del PIB 5 a precios constantes; en ambos casos, aún se encuentra
lejos de una participación de al menos 22% del PIB como se necesita para
obtener crecimientos sostenidos por encima del 5%.
Como
puede apreciarse la pérdida del peso del sector manufacturero dentro de los
destinos de la inversión es relevante. La tendencia de los cinco últimos años
también lo confirma.
Así
mismo la pérdida de peso del sector manufacturero dentro del producto ha tenido
y debe tener costos importantes en las aspiraciones de crecimiento a largo
plazo y también en las aspiraciones de desarrollo de desarrollo, pues como
afirma Devlin y Mogillansky (2009): “la industria manufacturera suele ser un
baluarte de aprendizaje, innovación y desarrollo tecnológico”.
4 Estimaciones del autor sobre la base de ONEI y Anuario Estadístico de Cuba 2016.
5 Estimaciones del autor sobre la base de Anuario del 2015 y del 2016 e informaciones del Ministro de Economía.
El
consumo, de gobierno y privado, en ambos casos estará limitado por las
restricciones a la importación y por la disponibilidad de divisas.
- Las exportaciones (bienes y servicios)
En
el caso de los bienes de exportación de Cuba, no se pronostican cambios
drásticos en el comportamiento de los precios internacionales del níquel, del
azúcar y del petróleo, por lo que los ingresos provenientes de las
exportaciones de esos bienes no parece vayan a incrementarse de forma
considerable. Diferente pudiera ser el caso de los fármacos (genéricos y
biotecnológicos) pero la carencia de información no permite una estimación
medianamente seria sobre estos productos.
En
el caso de los ingresos por la exportación de servicios, el turismo y las
comunicaciones podrían mantener dinámicas positivas importantes; aunque en el
caso del turismo, el impacto negativo de las políticas de Estados Unidos puede
tener efectos negativos.
La
exportación de servicios profesionales debe mantener una dinámica positiva,
pero probablemente menor a años anteriores.
La
capacidad importadora continuará limitada por el acceso a nuevas fuentes de
financiamiento de corto plazo y por los impagos a proveedores. Existe una alta
sensibilidad del crecimiento y las exportaciones a la variación de las
importaciones.
Los
sectores que serán líderes en el crecimiento, construcción, comercio y
turismo, significaron el 29% del PIB del año 2015.6 De tener el mismo peso en 2018, el crecimiento planeado para
ellos tendrá una contribución positiva de importancia en la meta global de
crecer al 2%.
Factores retardatarios del crecimiento: de los
factores coyunturales a las causas estructurales del bajo crecimiento.
Nuevamente el desarrollo en entredicho
Las
instituciones son decisivas para fomentar el crecimiento económico, su impacto
es difícil de medir, pero resulta hoy un hecho innegable que sin un arreglo
institucional adecuado, la sostenibilidad del crecimiento económico es difícil
de alcanzar. Las instituciones constituyen las reglas del juego de una sociedad
y se definen como las restricciones creadas por los hombres que dan forma a la
interacción entre los agentes (Bergara, 2015, p. 19).
6 No existen aún datos
oficiales públicos para el 2016.
No
parece posible ignorar la relación entre el “ambiente de negocios”, el
crecimiento económico y los posibles impactos en las aspiraciones de
desarrollo, aun cuando tampoco puede establecer una relación causal directa
entre ellos. Quizás el concepto que más se aproxime a expresar esa relación sea
el de competitividad, definido como el conjunto de instituciones, políticas y
factores que determinan el nivel de productividad de los países (Schwab, WEF,
2014).
En
ese mismo sentido habría que apuntar las influencias mutuas entre la
productividad y la economía política; al respecto cabe recordar que “para
entender la tragedia de la baja productividad en la región (se refiere a
América Latina) es necesario no solo entender cómo las políticas individuales
(tributaria, social, comercial, crediticia) influyen en la productividad, sino
también cómo influye la economía política de un país en esas políticas” (BID,
2010).
La
calidad del ambiente de negocios es el resultado de esos arreglos
institucionales. Las regulaciones permiten o limitan que las empresas
aprovechen de forma eficaz y eficientemente las oportunidades que se generan en
el país o en los mercados externos. Por lo general un buen diseño institucional
es uno de los elementos claves de los modelos de crecimiento exitoso en tanto
contribuye positivamente a la competitividad de los países (Melguizo, 2018).
CUADRO 1. LOS PILARES DE LA
COMPETITIVIDAD
Los doce pilares de la competitividad
1-
|
Instituciones
|
2-
|
Infraestructura
|
3-
|
Ambiente macroeconómico
|
4-
|
Salud y educación primaria
|
5-
|
Educación superior y entrenamiento
|
6-
|
Mercado de productos eficiente
|
7-
|
Mercado de trabajo eficiente
|
8-
|
Mercados financieros desarrollados
|
9-
|
Buena disponibilidad tecnológica
|
10-
|
Tamaño del mercado
|
11-
|
Ambiente de negocios (entendido como la calidad de las
redes de negocios
|
|
y de las operaciones de las compañías individuales)
|
12-
|
Innovación
|
|
|
Fuente: WEF, Schwab, 2014.
De
esos doce pilares, Cuba alcanza un buen desempeño en dos de ellos, salud y
educación primaria y educación superior y entrenamiento, aunque en este último,
debe tenerse en cuenta que existe una diferencia importante entre nivel de
instrucción de la fuerza de trabajo, determina-do por los grados de escolaridad
de la misma y las habilidades y calificación necesarias para el desempeño de
un tipo específico de labor.
En
el ámbito de las instituciones, habría que decir que desde el año 2007 Cuba se
encuentra en un franco proceso de construcción institucional, sin embargo, si
atendemos a la tasa de crecimiento promedio anual alcanzada en estos últimos
diez años, se puede afirmar que esas nuevas reglas del juego no han propiciado
el crecimiento necesario para rebasar las fallas de la economía nacional. 7
En
infraestructura, en especial en el tipo de infraestructura que resulta
decisiva hoy para el desarrollo, las tecnologías de la información y las
comunicaciones, Cuba se encuentra muy lejos de la media mundial y de los países
latinoamericanos y presenta una asimetría significativa entre la dotación de
recursos calificados y la penetración de internet de banda ancha fija y móvil.
Los
equilibrios macroeconómicos siguen comprometidos. Las distorsiones macroeconómicas,
en particular la distorsión cambiaria y monetaria, sigue siendo de los mayores
obstáculos para el crecimiento económico (Hidalgo, 2016).
Las
distorsiones cambiaria y monetaria impactan de forma decisiva en la eficiencia
de los mercados. Precios relativos distorsionados y, sobre todo, los tres
precios decisivos de toda economía, la tasa de cambio, la tasa de interés y el
salario, hacen muy difícil el funcionamiento eficiente de los mismos. A ello habría que agregar dos características más, discrecionalidad y condiciones monopólicas, las cuales contribuyen a que el funcionamiento de los mercados de productos sea poco eficiente y las señales de precios puedan provocar mala asignación de recursos.
7
La
historia de la relación entre la dinámica del crecimiento y el carácter
(inclusivas o extractivas) de las instituciones, entendidas estas como las
“reglas del juego” aparece bien detalladamente explicada en el texto ¿Por
qué fracasan los países? de Acemoglu y Robinson (2012).
En
relación al mercado de trabajo, la permanencia de una pirámide salarial
invertida y la asignación poco eficiente de fuerza de trabajo en sectores de
baja productividad, constituyen fallas que deben ser eliminadas en el más
corto plazo posible, para evitar la descapitalización de la economía (Cribeiro,
2012).
En
cuanto a los mercados financieros, de un parte Cuba solo pertenece a una
institución financiera internacional de carácter multilateral, el Banco de
Desarrollo e Inversiones de Centroamérica, de otra, el sistema regulatorio del
país limita el rol de la banca nacional como impulsor del crecimiento. De la
misma forma, existen regulaciones que prohíben las operaciones de la banca
extranjera en el país, lo cual reduce ostensiblemente los posibles impactos
positivos del sistema financiero sobre el crecimiento económico.
Respecto
a la calidad tecnológica, se intersectan dos fenómenos, en una buena parte del
sistema productivo se experimenta un proceso de obsolescencia tecnológica moral
y material indiscutible, de otra, también es cierto que la utilización de la
tecnología disponible está muchas ve-ces lejos de la frontera de producción posible
con la dotación tecnológica existente. No obstante, se ha verificado un cierto
proceso de modernización, en parte de la mano de la inversión extranjera, en
parte por la creación y dinámica de la industria biotecnológica. Sin embargo,
la capacidad de arrastre de esta última hacia la economía nacional es
relativamente limitada, mientras que la capacidad de encadenamiento de la
industria nacional con el sector biotecnológico es aún escasa.
Si
se atiende al tamaño de la población y al salario promedio, es posible afirmar
que el tamaño de mercado de la economía cubana es pequeño. Sin embargo, en la
evolución de la demanda agregada las importaciones siguen jugando un rol
decisivo, de donde habría que considerar que dada las insuficiencias de la
oferta, el tamaño de mercado puede resultar un factor positivo para el
crecimiento económico.
En
resumen, el llamado ambiente de negocios en Cuba se caracteriza por:
— Segmentación.
—Tanto en términos regulatorios,
como monetarios, financieros y económicos.
— Alta estatización.
— Poca flexibilidad (altamente centralizado y monopolizado).
— Elevada discrecionalidad en las decisiones.
— Distorsiones macroeconómicas significativas.
— Multiplicidad de tasas de cambios.
— Distorsión de los precios relativos.
— Significativa segmentación de las cadenas productivas y
logísticas.
— Subordinación de las decisiones
estratégicas a las necesidades operativas determinadas por el plan.
— Restricción presupuestaria y asignación centralizada de
las divisas.
— Poca independencia de las empresas
estatales cubanas para decidir sobre:
-
determinación de precios
-
compras, expansión de los negocios
-
nuevos productos
-
exportaciones
-
márgenes de utilidades, reinversión
de utilidades, etc.
— Escasa autonomía para definir e
implementar una política de incentivos.
Estas
características contrastan significativamente con el ambiente necesario para
lograr altas tasas de crecimiento sostenible.
Innovación:
Cuba presenta hoy una dotación de conocimientos en términos de calificación de
la fuerza de trabajo, centros de educación superior y centros de
investigaciones, personal investigando, etc., que compara significativamente
bien con otros países de la región. Sin embargo, los efectos macro de esa
dotación física no se han traducido en nuevos productos, ni en la
transformación drástica de la complejidad tecnológica de la matriz productiva
y exportadora cubana ni en la reducción de la importación de bienes de mediana
complejidad tecnológica.
Mientras
en el sector que emplea hoy cerca del 30% de la fuerza de trabajo, el sector no
estatal, es posible observar cierta tendencia a la innovación en sectores como
el de los restaurantes. Sin embargo, el efecto a nivel macro de ese esfuerzo
innovador no es relevante.
Un estudio realizado en 13 economías 8 de rápido crecimiento mostró las siguientes características
comunes (Banco Mundial, 2008, p. 19):
FIGURA
1. AMBIENTE PARA EL ALTO CRECIMIENTO
Sin dudas las especificidades de cada país hacen difícil la
aplicación de cualquier tipo de “fórmula importada”. No obstante, la
comparación de experiencias y la identificación de tendencias generales
asociadas al crecimiento es también un ejercicio útil.
En síntesis, desde la perspectiva del crecimiento y el
desarrollo, las dos décadas de crecimiento experimentado por la economía cubana
(de 1994 a 2017) no resolvieron problemas estructurales ni crearon las
transformaciones necesarias para lograr la sostenibilidad de ese crecimiento y
propiciar el desarrollo deseado. En ese sentido puede afirmarse que Cuba
comparte hoy las mismas características de la región latinoamericana que
señalara CEPAL (2016):
8
Los
13 países objeto de estudio fueron: Botsuana, Brasil, China, Hong Kong (China),
Indonesia, Japón, República de Corea, Malasia, Malta, Omán, Singapur, Taiwán
(China) y Tailandia.
La región se rezaga:
- Crece menos que las regiones más dinámicas del mundo
- Desaceleración del comercio
- Poca inversión física, en capital humano e I+D
- No se reduce la vulnerabilidad externa
Persistencia de los desequilibrios estructurales:
- Estructura productiva poco diversificada
- Rezago en el esfuerzo y desempeño de la innovación
- Pobreza y concentración del ingreso
- Vulnerabilidad al cambio climático
CEPAL: La desigualdad en el centro del desarrollo
sostenible.
Mientras,
en el corto plazo, revertir el desempeño negativo del PIB y alcanzar una tasa
de crecimiento del 2% en medio de restricciones económicas, financieras y
materiales tan fuertes, será posible por una mayor atracción y captura de
ahorro externo vía inversión extranjera directa y remesas y por lograr una
mayor integración de todos los agentes económicos a ese propósito, lo cual incluye
al sector no estatal y dentro de él al sector del llamado trabajo por cuenta
propia. Para ello es decisivo alinear los incentivos con el propósito del
crecimiento, reducir la incertidumbre que la discrecionalidad genera sobre
todos los agentes económicos, adoptar estándares adecuados en los procesos de
facilitación de negocios con inversión extranjera, revisar profundamente la
actual reforma de la empresa estatal y adecuarla a las necesidades reales del
crecimiento y el desarrollo del país, y lógicamente terminar de realizar el
arreglo monetario y cambiario que la economía nacional está necesitando desde
hace muchos años.
No
obstante, crecer al 2% no es suficiente para solucionar los problemas
acumulados de nuestra economía. De igual forma la sostenibilidad del
crecimiento dependerá, cada vez más, de lograr arreglos institucionales
adecuados que permitan un mejor funcionamiento de la micro-economía.9
9
“Aunque
el crecimiento del producto interno bruto (PIB) se mida en la copa del árbol de
la macroeconomía, toda la acción transcurre en el matorral de la microeconomía,
donde crecen nuevas ramas y donde se desecha la madera seca” (Banco Mundial,
2008, p. 2).
Bibliografía
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Devlin R. y Mogllansky G. (2010). Alianzas
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