Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 15 de octubre de 2021

Los datos duros de la pandemia en la economía cubana

Este es un artículo de opinión de Pável Vidal, economista e investigador cubano que actualmente se desempeña como profesor de la Universidad Javeriana en Colombia. Anteriormente trabajó en el Banco Central y en el Centro de Estudios de la Economía Cubana.




Un mensajero transita en una motocicleta por una céntrica calle de La Habana, transportando una entrega de una agencia privada de servicio de reparto. La mayor apertura al trabajo autónomo en Cuba figura entre los síntomas positivos por su generación de empleo y producción de bienes y servicios.

Foto: Jorge Luis Baños/IPS

CALI, Colombia, 15 oct. – La pregunta que todos nos hacíamos sobre si Cuba se dirigía o no a un nuevo Período Especial ya ha pasado a un segundo plano. Es evidente en las estadísticas que las dinámicas de los principales indicadores económicos, financieros y monetarios se acercan o superan lo ocurrido a inicios de los años 90.

En términos económicos se combinan, al igual que en los años noventa, desplome del producto interno bruto (PIB), crisis de balanza de pagos, agotamiento de las reservas internacionales, impagos de la deuda internacional, inflación de dos/tres dígitos, depreciación significativa de la moneda nacional en los mercados informales y excesivos déficits fiscales.

La población sufre la escasez de alimentos, medicinas, insumos y bienes de consumo de todo tipo tanto como tras la caída de la Unión Soviética en 1991. El mercado negro nuevamente gana terreno en medio de la escasez y la incertidumbre, esta vez potenciado por el uso de las redes sociales.

Treinta años después, también hay factores foráneos que impulsan la crisis. En esta ocasión son tres los choques externos que se acumularon: la crisis venezolana, el escalamiento de las sanciones bajo la administración del estadounidense Donald Trump (2017- enero 2021), y al efecto económico de la pandemia, que recaen sobre una economía altamente dependiente de los ingresos turísticos y que no logró concretar la mayoría de las reformas que se habían prometido.

El canal del financiamiento internacional sigue cerrado. Cuba no es miembro de las instituciones financieras multilaterales y no va a poder beneficiarse de la nueva emisión de DEG (derecho especial de giro) que está aplicando el Fondo Monetrio Internacional (FMI). Las sanciones económicas se mantienen iguales bajo la presidencia de Joe Biden; solo parecen estar en estudio las regulaciones para las remesas.

En gran medida, los alivios en 2021 han dependido de las donaciones internacionales. Ya han llegado de México, Rusia, China, Italia y otros.

Una nueva variable que ha aparecido en este complejo contexto ha sido la protesta social. Para observadores internacionales (no familiarizados con la realidad cubana) ver manifestaciones antigubernamentales y excesos de la fuerza policial no es nada nuevo. Pero para Cuba es histórico, no tiene precedentes. Por ello es que contiene el potencial de ser un punto de inflexión en la evolución del sistema político cubano y en la dinámica de las reformas económicas.

Datos que ilustran

La Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) reportó una contracción del PIB de 10,9 por ciento en 2020, una de las mayores en la región (la Cepal calcula una caída promedio de 6,8 % para América Latina y el Caribe en 2020). En comparación con el Período Especial, esta contracción es similar a la que ocurrió en 1991 (-10,7 %), tras la desaparición de la Unión Soviética.


El gobierno cubano además informó de una caída del PIB de 2,0 por ciento en el primer semestre de 2021. Así, sumando la caída del PIB en el segundo semestre de 2019, se tendrían cuatro trimestres consecutivos con tasas negativas en la economía, es decir, una recesión económica de dos años, por el momento. La trayectoria de la economía cubana con la pandemia no ha dibujado una forma de “V”.

Los datos de la ONEI para 2020 muestran que los mayores impactos de la pandemia se contabilizaron en los sectores de educación (-29 %), hoteles y restaurantes (-24 %), agricultura, ganadería y silvicultura (-23 %), la industria manufacturera (-15 %) y comercio (-12 %).  Los sectores más resistentes a los shocks en 2020 fueron minería (+1 %) y construcción (+1 %). El resto de los sectores presentaron caídas en 2020.

Por el lado del gasto agregado, se contabilizan contracciones en todos los componentes de la demanda: exportaciones (-20,5  %), consumo de gobierno (-10,1 %), consumo de los hogares (-8,7 %) y formación bruta de capital (-5,9 %).

La nueva ola de contagios por covid-19, las nuevas medidas para restringir la movilidad y la posposición de la apertura al turismo han marcado la trayectoria de 2021. En todo este tiempo, las limitadas posibilidades de teletrabajo y de desarrollo de clases virtuales han afectado en gran proporción a los servicios, sobre todo, educación.

Los datos confirman un diagnóstico de una economía que ha estado sufriendo las consecuencias del doble impacto de las disrupciones nacionales e internacionales asociadas a la pandemia. Por un lado, se tiene el impacto directo de las medidas internas de aislamiento social que sobre todo recaen en los sectores de comercio y servicios.

Por otro lado, se tiene el efecto de la recesión global, la cancelación de los vuelos internacionales y lo que ello implica para la balanza de pagos cubana. Vemos que esto ha afectado, sobre todo, al turismo, a la agricultura y a la industria.


La exportación de vacunas cubanas contra la covid, producidas por Grupo de Industrias Biotecnológica y Farmacéutica Biocubafarma, puede contribuir al crecimiento económico del país insular caribeño.

Balanza de pagos en crisis      

La contracción de las exportaciones en 2020 es la séptima consecutiva de las ventas externas del país desde 2014, medidas en términos reales. Las importaciones han debido ajustarse hasta alcanzar su valor mínimo en los últimos 10 años, después de disminuir 50 por ciento en comparación con 2013.

En 2020 se contrajeron un 7,6 por ciento a precios contantes, lo cual marca la quinta contracción de las importaciones desde 2016 medidas en términos reales. Todo esto da idea de lo extendido de la crisis de balanza de pagos que enfrenta el país.

En medio de la crisis de balanza de pagos se han debido posponer las inversiones en maquinarias y equipos (-25% en 2020), así como, la importación de bienes intermedios (-29% en 2020) y de capital (-41% en 2020).  Ello se suma a años con bajos niveles de capitalización y mantenimiento, y se refleja en mayores roturas, menor capacidad de producción y parálisis en diferentes industrias.

Esto último ha sido noticia este año en las termoeléctricas causando apagones, en la industria azucarera (dejando la zafra en alrededor de 800 000 toneladas de azúcar), y en las afectaciones en la principal planta de producción de oxígeno para los hospitales en momentos críticos de contagios.

La ONEI acaba de publicar por primera vez el  índice de precios al consumidor (IPC ) mensual, lo cual resulta un paso de avance tremendo, aun cuando pueda tener fallas el cálculo, sobre todo porque la base 2010 (ponderaciones con que se registran las categorías de gastos) está muy desactualizada. Tampoco queda claro en las notas metodológicas si se está incluyendo en el IPC los precios de los productos en el mercado informal.

Las notas mencionan que se incluyen los precios de los productos agropecuarios y de los trabajadores por cuenta propia, pero no se menciona el mercado informal. Tampoco queda claro si se toman en cuenta los precios de las tiendas dolarizadas (MLC). Para 2020 la ONEI calculó una inflación de 18,5 por ciento.

Hasta agosto de 2021 la inflación acumulada la ubica en 59 por ciento, lo cual quedaría por debajo de otros estimados que la ubican alrededor de 500 por ciento.

Entre el primero de enero y el 1ero de octubre de 2021 el peso cubano se había depreciado un 61 por ciento con relación al dólar físico, un 94 por ciento con relación al dólar bancario (el llamado MLC) y un 85 por ciento con respecto al euro.

El “ordenamiento monetario” avanzó en algunos asuntos importantes como la salida del CUC, la mayor transparencia en los balances financieros de las empresas estatales, precios relativos con más cercanía a la realidad económica, entre otros; pero la dualidad de tasas de cambio no se ha resuelto del todo.

Síntomas favorables

Al cierre de este año podrían comenzar a manifestarse algunos factores que pueden impulsar el crecimiento económico, aunque sus efectos se sentirían sobre todo en 2022. Algunos de los posibles shocks positivos podrían provenir de:

  • que el país pueda acercarse a la inmunidad de rebaño a partir de la efectividad de las vacunas nacionales
  • la exportación de las vacunas nacionales
  • una recuperación internacional de los viajes y el turismo
  • respuesta favorable del sector empresarial a la devaluación de la tasa de cambio
  • generación de empleo y producción de bienes y servicios con la apertura al trabajo por cuenta propia, a las cooperativas no agropecuarias y a la pequeña y mediana empresa privada

Con la apertura a las pequeñas y medianas empresas (pymes), cooperativas no agropecuarias y trabajadores por cuenta propia en nuevas actividades, existe la posibilidad de que Cuba ciertamente avance hacia un modelo de economía mixta, al menos en términos de empleo y número de empresas (si bien las empresas estatales seguirán controlando la mayor parte del PIB).

La apertura al sector privado también facilita la necesaria reestructuración del sector estatal y el cierre o redimensionamiento de las empresas estatales que se han mostrado en pérdidas después de la devaluación de la tasa de cambio. Las pymes son fuente de innovación, le añaden flexibilidad al tejido empresarial y contribuyen a la competitividad de las grandes empresas, tanto nacionales como extranjeras.

Un tipo de actividad a la que habrá que prestarle gran atención es a las pymes en el sector de la informática y la programación. En las primeras que se aprobaron hay algunas dedicadas a estos fines. Este tipo de pymes son sumamente necesarias para facilitar la digitalización de la economía y su actualización en la automatización de procesos, comercio electrónico e introducción de temas más novedosos como las tecnologías “blockchain” y los “smart contracts”.

Ahí hay mucho potencial y se cuenta con el capital humano.

RV: EG

Leche “evaporada” en Ciego de Ávila

 

Foto: Tomada de ACN

Se nota hasta en las dietas médicas que han fallado: al año de mayor plan en la entrega de leche le corresponde el de menor producción del último decenio. En los altibajos de 2021 se ubican, además, otros extremos y aparecen quienes están “mamando de la ubre de la vaca” y los que torean los problemas en un intento de, al menos, acuartonarlos

Cuando a finales de abril se quitaron las talanqueras de la leche y la carne de res, a mayo le cayeron más expectativas que aguaceros. El carácter inmediato de las medidas que flexibilizaban la comercialización y le subían, de paso, el precio a la leche hizo de la primavera un diluvio de opiniones, esperanzas, incertidumbres, dudas... y ahora todo ha venido escurriéndose con la seca. Octubre ha puesto las cosas ¿a nivel?

Se ha diluido la leche y de fluida apenas le va quedando el nombre, porque no está fluyendo hacia el Lácteo como se esperaba. El día que Invasor accedía a las estadísticas, las comparaciones mostraban el descenso y un “cubo de leche fría” le caía a los 18 millones que se esperaban para este año.

Era jueves 30 de septiembre y ya Rubén Pina Ángel Bello, director de Producción de la Empresa de Productos Lácteos avileña, decía “se esperaban”. Hablaba en pasado, no solo porque lo dejado de acopiar era irrecuperable, sino porque tampoco esperaba que octubre, noviembre y diciembre fueran un trimestre de cumplimiento.

Pocos lo esperarían. El tiempo ha hecho con las esperanzas lo mismo que suele hacer la sequía con la hierba que no se abona ni se riega. Pero “la seca” de la leche no tiene que ver, en primer lugar, con la hierba.

▪ Lea aquí lo que Invasor dijo en junio sobre el incumplimiento de la leche.

Aunque hasta el octavo mes se había entregado seis millones 793 795 litros (l), y ese era el cierre más bajo para un agosto en la última década… antes de culpar al clima —y a la falta de abonos, de alambres, de máquinas forrajeras, de inseminadores, de King grass… y toda la caterva de realidades que convierten a la ganadería en un sacrificio fuera del matadero—, hay que mirar hacia otro lado. Específicamente hacia los números de esa masa.

El descenso de la leche ha sido, en primer lugar, un descenso de las hembras.

El anuario avileño de 2019 lo dejaba en evidencia. De 2014 a 2018 descendía la masa vacuna en unas 20 000 reses y dentro de las hembras solo las novillas crecían en unas 3 000 cabezas.

Sin embargo, el dato no era del todo halagüeño, pues las añojas y las terneras, en conjunto, lo hacían en 10 000, comprometiendo el reemplazo. Para colmo, las muertes no bajaban y como promedio, en ese quinquenio, se reportaba una muerte por cada cinco nacimientos.

Para actualizar las cifras, Leonardo Pérez Rodríguez, subdelegado de Ganadería en la Delegación Provincial de la Agricultura, redondea el dato de 2021 y lo deja en 59 000 vacas. En 2014 eran 67 000. En ocho años, 8 000 vacas menos. No obstante, eso no significa que todas den leche, porque no todas paren, porque no todas caen en celo, y porque no todas las que caen en celo tienen al toro o al inseminador a tiempo… Hay un camino de espinas entre la vaca y la vaca en ordeño que “desinfla” la bolsa de leche.

Para colmo, el plan de 2021 fue atípico y el propio documento socializado en mayo, durante una reunión a la que asistió Invasor, lo detalla. Según el procedimiento para la comercialización de la leche, los que “tengan entre una y 10 vacas debe entregar 520 l de leche al año, por cada vaca. Y los que tengan más de 10, 550.

“Eso nos viene dando un promedio de 2,5 l de leche por cada res. El problema es que está calculado por el total de vacas y no todos los guajiros tienen la natalidad deseada ni la masa en un estado que les permita llegar a ese promedio; que sería bajo si fuera solo contra las que se ordeñan”, enfatiza Leonardo.

La diferencia entre las que se ordeñan y las que no (y aun así se incluyen en el plan) es una de las causas que se esgrimen dentro de las cifras de un incumplimiento que no es despreciable: de los casi 5 000 ganaderos que pastorean en suelo avileño, alrededor de la mitad viene quedándose por debajo de lo pactado en los últimos meses.

Es una deuda, literalmente, millonaria. A finales de agosto le debían al Lácteo más de tres y medio millones de litros de leche y la entrega rondaba, hasta esa fecha, los siete millones. El plan del año seguía fijado en 18 millones y, a esa altura, era ya teoría.

Por municipios sobresalían disparidades y en números rojos se escribían Venezuela, con un “faltante” de 925 500 litros; Majagua, con 581 800; Ciego de Ávila, con 543 600; Baraguá, con 491 600; y Chambas, con 321 000…

Aun cuando coexisten múltiples causas, Frank Güemes Alonso, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia, va particularizando la “complejidad adicional” de cada municipio. “Podríamos decir que en Baraguá, Ciego y Majagua han existido muchos problemas organizativos, falta de exigencia, de control, desatención en algunos casos, y que en Venezuela ha golpeado mucho, también, el acceso a los caminos.

Horas antes de ese resumen Jimmy Morales los desandaba en su pipa láctea, donde traía “media primavera”. Así lo simplificaba, casi a las 11:00 de la mañana, recién llegado al Combinado Lácteo y después de tropezarse hasta con búfalos. “El problema es que si vas muy temprano te los encuentras en medio del camino y por ahí no hay quien pase, y lo mismo les pasa a los ganaderos que andan por esas zonas. Son los búfalos, los miles de baches y la poca leche. Antes había que venir con dos pipas, o dar dos viajes. Y ahora es una sola vez al día y no vengo ni lleno.”

produccion lecheJimmy Morales lleva años recorriendo los caminos del acopio procedente de Venezuela. Desde allí se le debe el mayor volumen al Lácteo

El asunto ha ido tan lejos que en más de una reunión se ha hablado de rescindir contratos, quitar tierras, “de pasar por la Comisión Agraria a unos 47 productores que hoy tienen las tierras, las reses y no entregan producciones o son en extremo bajas. Tendrían que dedicarse a otra actividad”, considera el representante de los campesinos, quien entiende, al mismo tiempo, la lógica de ganaderos que no tienen insumos para producir y deben hacerlo sin alambres para cercar y acuartonar, sin abonos, sin el agua suficiente, sin el alimento, porque cuesta sembrar y mantener las plantas proteicas, y un litro de petróleo está a 13.99 y uno de leche se paga a 9.00 pesos.

“Está muy complicada la ganadería y, encima, no ha sido muy beneficiada con las inversiones dentro del sector. ¿Entonces?”, se pregunta y, por un momento, lo deja en el aire.

Dos segundos después retoma algo que había olvidado. “Mira, es que tenemos rollos hasta con las cabezas, el Registro del Control Pecuario se guía por unos números y solo en Venezuela, entre lo real y lo que está en papeles, hay una diferencia de miles de cabezas. Si el plan se hizo por cifras que no son reales, eso agrava el problema.”

No obstante, el problema trasciende un municipio y un año. El seriado de entrega de leche que muestra el Director de Producción de la Empresa de Productos Lácteos no da margen a visiones reduccionistas. La leche viene “cortándose” desde hace rato, si bien el último quinquenio mostraba un respiro, respecto al período 2000-2015.

tablaAsí viene comportándose la entrega al Lácteo en los últimos 13 años. Fuente: Empresa Láctea avileña

Las entregas a esa industria, al menos en los últimos 13 años, no han rozado los 18 millones de litros. Cuando más se acercaron los ganaderos avileños fue en 2016 y les faltó alrededor de un millón. ¿Qué hizo pensar que ahora sí podrían?

Ante la pregunta, Rubén Pina pone rostro de pesar: si dice que fue el aumento del precio a la leche (de 7.50 a 9.00 para los cumplidores) no puede explicar entonces por qué no ha crecido la entrega. Y si no dice que fue el aumento del precio, niega el incentivo que, a escala nacional, se dijo que tendría la medida.

¿Cuál variable se obvió cuando ni siquiera se ha logrado el aporte con un pago en Moneda Libremente Convertible (MLC), que se efectúa para el 20 por ciento de los litros sobrecumplidos, a razón de 0.20 centavos por cada uno? ¿Por qué en Ciego de Ávila esa cifra apenas “benefició” a 529 ganaderos en julio y 670 en agosto?

¿Qué cuentas no se tuvieron en cuenta?

Paradójicamente, sí ha sido el precio de la leche el que ha influido en su destino. Es el precio, y el costo de otro mercado ya no tan “negro”, pues dentro de la flexibilización en la política de comercialización se dejó bien claro que, una vez cumplidos los planes, el productor podía decidir dónde y a cuánto vendía su leche (y sus derivados). Pina lo sabe y sigue la cuenta que Invasor le calcula, como si él no la hubiera sacado hace rato.

Si un ganadero sobrecumple con 100 l de leche, le pagan en MLC el 20 por ciento de ese volumen, a razón de 0.20 centavos. Eso da 4.00 MLC. Al cambio informal-actual de la calle, equivalen a 296.00 pesos (74x4). A eso le suma 900.00 pesos, porque al cumplir recibió sus 9.00 por cada litro… En total, por 100 l sobrecumplidos, recibe 1 196.00 pesos. Y si esos 100 l los hubiera llevado a la calle, ese mismo día, regresa con 2 500.00 pesos.

Así de sencillo… y así de complejo, ya que a los que ni cumplen, por recibir menos de la industria, la cuenta callejera les es más ventajosa. Es un negocio “redondo” incumplir, solo con el único inconveniente de que, al final, no podrán sacrificar ni una de sus reses. (Pero hay quienes por no crecer o por muertes tampoco podrán y optan por el desvío desde antes).

De antemano Pina conoce que la competencia y la inflación le han “robado” mercado y muy poco ha podido hacer para revertirlo. Incluso, los ganaderos exitosos sostienen que un litro de leche no puede pagarse en menos de 15.00 pesos. Con su moral intacta lo dice Omar Pérez, desde una de las vaquerías de Ruta Invasora. Cuatro meses antes, el Director de esa empresa lo había anunciado. El costo, allí en Jicotea, rozaba los 13.00 pesos.

Por si fuera poco, una de las soluciones del Lácteo es en sí misma una encerrona financiera. De un lado tendría que incrementar el pago en cualquier moneda para estimular la entrega de leche; y del otro no puede aumentar pagos si antes no hay entregas que le permitan vender para recaudar.

La espiral se torna muy compleja y sus producciones así lo denotan. Este año va decreciendo el queso en 200 toneladas (t), que no contabilizaban ya unos 20 millones; el helado en 150 galones menos, otros cuatro millones; la mantequilla disminuía en 20 t; las bebidas lácteas… lo único que había crecido, en 350 t, era el yogur de soya, que se ha erigido como alternativa, a falta de leche, para elaborar otros productos.

lacteoEl día de nuestra visita al Lácteo avileño la actividad era mínima. Algunas líneas no producían y otras se alistaban esperando la llegada de la leche

La escasez llegó a un punto tan crítico que, confiesa Pina, tuvieron que ir a Sancti Spíritus y Camagüey a comprar leche fluida para distribuirla aquí. Este 4 de octubre, por ejemplo, le entraban unos 37 000 l, y para la distribución diaria de niños, embarazadas, dietas, consumo social y la elaboración de derivados, la entidad necesita alrededor de 50 000.

En consecuencia, deben cada día torearse las soluciones, debido a que en la actualidad ni Sancti Spíritus ni Camaguey tienen leche para vender al combinado vecino y la importación de leche en polvo ya no es una opción a gran escala, salvo para casos específicos de distribución.

Por eso no se entiende que Leonardo Pérez y Rubén Pina aseguren que más de 83 000.00 MLC están en la cuenta del Lácteo para honrar la deuda con los lecheros y que ese monto (al menos hasta este jueves) permaneciera sin llegar a los bolsillos. La causa, alegan, es la ausencia de tarjetas para transferir el dinero.

Ni un solo centavo se había pagado, aun cuando la ANAP, la industria y la Agricultura coinciden en que se acordó con el Banco que un representante de cada base productiva fuera a la institución con los datos del resto de los productores, quienes solo tendrían que ir a recogerla, una vez hecha. Agilizar el trámite, dicen.

Se suponía que ese proceso no tomara tres meses y todo indica que la tarjeta pica y se extiende, pues, según Omar, este lunes le informaron en una reunión que “eso demoraba”. "Fíjate si es así que aquí en Jicotea no han venido a recoger los datos y después de que eso se entregue hay que esperar una pila de días.”

Parece que el impago y la demora son problemas nacionales, una vez más. Un reportaje desde Las Tunas lo confirmaba al denunciar que tampoco allí se les había pagado un centavo a los ganaderos. Algunos, incluso, ya tenían las tarjetas… y todavía.

¿Sucederá lo mismo aquí? ¿Cuánto durará la incertidumbre avileña y hasta dónde se justificará la dilación de incentivos en medio de una situación que comienza a mostrar un final amargo?

¿Pensará alguien que ese dinero y en esa moneda, por demás, no urgen?

Ruta crítica

El impacto más indeseado de la escasez está ya sobre ruedas: las dietas médicas fallan y esparcen temores. Y como si no fueran suficientes los embrollos, una nota del diario Granma sembraba confusión por su inexactitud: Inició el proceso de producción y distribución de la leche en polvo para los niños.

Yulema Yero Pérez de Corcho, directora comercial del Lácteo, casi le pedía a Invasor una fe de errata “para que la gente no siga pensando que daremos leche en polvo cuando falle la fluida.

A la industria solo le aprobaron 18 t para el mes de octubre y, de ellas, 15 son para los 4 000 niños de cero a un año que reciben leche fortificada, y las otras tres se entregan a dietas especiales que no pueden consumir otra leche, y a Venezuela y Bolivia, territorios que por la brucelosis no deben recibir la leche sin pasteurizar.

Muy preocupada, Yulema dice que las dietas médicas recibirán leche en dependencia de lo que entre al Lácteo. “Hasta ahí hemos tenido que llegar”, lamenta, y tal preocupación se traduce en unas 40 000 dietas entre diabéticos y otros enfermos, que cada tres días deben recibirla.

“¿Qué haremos? Rotaremos las afectaciones para tratar de que, de los 10 pomos que tocan, al mes puedan recibir en el transcurso siete, ocho o todo. Lo que se pueda. Eso dependerá del acopio de leche”, insiste la comercial.

En efecto: el estrago llegó el sábado 2 de octubre a más de 6 000 diabéticos de la zona Norte del municipio cabecera y el lunes a más de 5 000 de su área Sur. El martes, “en compensación”, amanecieron sin leche las dietas de Baraguá, Venezuela, Ciro Redondo y Majagua para poder “devolverle” a Ciego una parte de su afectación.

Asimismo, las cifras del consumo social comienzan a descender y las reducciones llegan hasta los hospitales, en aras de proteger al ciento por ciento de los niños y las embarazadas. En paralelo, mientras el susto se instala en las bodegas, los termos, la industria… los directivos se vuelcan al potrero e intentan con las palabras lo que hasta ahora no han logrado con los acuerdos: que la leche pactada llegue a su destino.

Porque algunos creen que no es un problema de ordeño, sino de ruta. “La leche está, lo que tenemos que sacarla del campo”, consideraba Yadiel Pérez Téllez, coordinador del Programa de Distribución en el Gobierno provincial. Durante una reunión su llamado se enfocaba tanto en el riguroso control como en la concientización que debían lograr en ganaderos que hoy se desvían de su ruta o eligen otra, una vez cumplida la entrega al Lácteo.

Y no será sencillo: habrá que exprimir mucho más que ubres para hacer fluir la leche “evaporada”.

El Nobel de Economía: la revolución de la credibilidad. Comentario HHC


Para quienes preocupa que los economistas se hayan formado crecientemente en una disciplina en la que tienen poca importancia las evidencias en la construcción del conocimiento económico, la concesión del Nobel de Economía este año es relevante. Se ha premiado a David Card, Joshua D. Angrist y Guido W. Imbens reconociendo una manera de producir conocimiento económico que se liga con intervenciones económicas del Estado para resolver problemas relevantes. Este reconocimiento es una refutación directa de los métodos de la economía convencional y, en consecuencia, de muchas de las leyes económicas que pretendidamente ha establecido el pensamiento económico dominante. Refutación que resulta de experimentos controlados, es decir, de estudios basados en información real que permite comparar resultados de cambios en políticas en grupos diferentes.

En el famoso artículo publicado en 1994 en la American Economic Review, Card y Kruger presentaron evidencia que demostraba el efecto de la elevación del salario mínimo sobre el nivel de empleo y los precios. Sus conclusiones refutaron la afirmación de la economía convencional que señalaba que incrementar el salario mínimo conduciría a reducir el nivel de empleo. En ese estudio analizaron información de 410 empresas de comida rápida en Nueva Jersey y Pensilvania siguiendo el aumento al salario mínimo de 4.25 a 5.05 dólares la hora en Nueva Jersey. Compararon lo ocurrido en ese estado y en Pensilvania, donde no hubo incremento salarial, antes y después de ese aumento sobre empleo, salarios y precios.

La revolución de la credibilidad cuestionó la idea de que era posible aislar los efectos de cambios en ciertas políticas a través de sofisticados modelos estadísticos que controlaban matemáticamente otros factores: el supuesto de permaneciendo todo lo demás constante, el ceteris paribus. Este método produce resultados correctos solamente cuando se aceptan los supuestos, es decir, cuando se acepta que el que no cambien las otras cosas es razonable y pertinente. Supuestos que, además, están sostenidos por la propia teoría que se pretende demostrar.

Pese a esta evidente debilidad metodológica, los resultados de las investigaciones econométricas se convirtieron en leyes económicas y, a partir de ello, sirvieron para refutar intervenciones gubernamentales que se proponían reducir la evidente desigualdad en el reparto de los ingresos producidos. El salario podía aumentar sólo en la medida en la que el factor trabajo incrementara su productividad. Si los aumentos salariales resultaban de decisiones políticas del gobierno, entonces la teoría económica se usaba para señalar que eso significaría reducciones del nivel de empleo y aumentos de precios y que, en consecuencia, era inconveniente la intervención estatal.

Desde los años 90 del siglo pasado, diversos economistas condujeron estudios que se sostenían en la fuerza del análisis de situaciones reales con información recabada directamente tanto entre empresas como con trabajadores para variables analizadas comparativamente. Se trata de procedimientos muy cercanos a los realizados en experimentos controlados. Este es el importante aporte de Card que junto con Kruger condujo estudios cuyos resultados cuestionaban las leyes económicas establecidas.

El banco central sueco, que otorga el Nobel de Economía, expresó en su razonamiento para otorgarlo a estos economistas que los experimentos naturales son una rica fuente de conocimiento que ha resultado en un gran beneficio para el conjunto de la sociedad. En realidad, el aporte va mucho más lejos. Demostraron que la teoría económica se equivocaba al afirmar que todo aumento salarial que no siguiera aumentos en la productividad reduciría el nivel de empleo y elevaría los precios. Pero demostraron algo todavía más importante: que decisiones políticas que aumentaban los salarios mínimos con el fin de reducir la excesiva concentración del ingreso no afectaban negativamente variables fundamentales, como el nivel de empleo y la inflación. Demostraron que era posible, y conveniente, que los poderes públicos intervinieran en los mercados, ya que la mano invisible no generaba bienestar, sino concentración del ingreso.

Los economistas galardonados con el Nobel 2021, impulsores de esta revolución de la credibilidad en el análisis económico, con sus aportes impulsan también políticas económicas que se proponen resolver problemas sociales centrales: mejorar las condiciones de vida de los trabajadores a través de aumentos salariales, ayuda a desempleados, apoyo a migrantes y otras. Cuestiones que conforman una agenda progresista, que claramente demanda una economía y unos economistas formados en la convicción de que en las ciencias sociales el análisis empírico es sustento del conocimiento científico. ( Negritas nuestras).


Comentario HHC: La realidad es que este Premio Nobel deberían haberse otorgado a los intentos de construcción del socialismo, pero se descuidaron otros aspectos relevantes como  la productividad del trabajo, pero es esperanzador de cara al futuro.

La pandemia de la covid ha demostrado que la intervención estatal era y sigue siendo necesaria, no solo para regular el mercado ( que solo no se autoregula), sino que es imprescindible para resolver los grandes problemas de la sociedad en general.

Esto puede ser el inicio del proceso de deconstrucción del Capitalismo tal como lo conocemos y el perfeccionamiento de la edificación socialista en igual sentido. Hay que seguir profundizando en ello.

Mipymes II: La mano de la banca

 Por: Ariel Terrero


El gobierno cubano asumió una meta seductora, al proponerse que las micro, pequeñas y medianas empresas no deriven hacia una economía de subsistencia, como tiende a ocurrir en el mundo. “Queremos mipymes con una alta base tecnológica, con un carácter profesional y que generen valor agregado”, dijo el ministro de Economía, Alejandro Gil, cuando presentó la novedad. Reto peliagudo, pero no el único ni el más difícil.

Con actores nuevos en la economía se refrescan las expectativas y las oportunidades de desarrollo, pero deben aparecer, a la par, conflictos nuevos, que pueden derivarse también de la pluralidad de formas de propiedad aceptadas -privadas, estatales y mixtas. Por igual, las empresas en estreno tropezarán con viejos problemas del modelo económico cubano, que se agravarían, ganarían visibilidad y quién sabe si, con buen pie, encontrarían solución.

El desafío de la competitividad

La ambición del gobierno de hacer extensivo a estas pequeñas empresas el sello de innovación y competitividad que quiere para toda la economía se contradice con la tendencia dominante en otros países. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) aprecia una participación importante de las mipymes en el tejido empresarial de la región, con el 67 por ciento del total de empleados, pero, en contraste, apenas contribuyen con el 25 por ciento del producto interno bruto (PIB) regional. Esta diferencia, vista en estudios de 2016 a 2018, revela brechas en la productividad y una marcada inclinación hacia producciones y servicios de bajo valor agregado.

Los antecedentes en Cuba tampoco hablan a favor. Los trabajadores por cuenta propia (TCP) han mostrado más apego por los negocios de cafeterías, restaurantes, taxis, casas de alojamiento y otros de poco rango tecnológico y baja productividad. Con el 13 por ciento del total de ocupados en el país, aportaron solo un 5,8 por ciento de los ingresos del Presupuesto del Estado en el 2019. Otros estimados, citados en 2015 por el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), ubicaban en un 12 por ciento el aporte al PIB de las formas no estatales, cuando ocupaban el 27 por ciento de la fuerza de trabajo del país.

¿Podrán reducirse tales diferencias? Madera tiene Cuba, conocimientos, capital humano que durante décadas se replegó parcialmente hacia puestos no estatales poco exigentes, empujado por lógicas salariales y monetarias, entre otras, que han comenzado a cambiar -el alcance real será visible cuando pasen las convulsiones económicas del año en curso. En 2021 se ha acelerado la reforma. No solo llegaron las mipymes y la flexibilización del trabajo por cuenta propia.

Aunque el gobierno ha descartado la formación de pequeñas y medianas empresas solo de profesionales -con pocas excepciones… por el momento-, alienta la participación de especialistas de alta calificación en otras actividades y promete priorizar aquellas con denominación tecnológicamente sonora, como robótica, informática, creación de nuevos materiales y la manufactura aditiva (con impresión 3D).

Queda por ver si estos nuevos actores rompen con la tradición de subsistencia de los TCP en Cuba y de las mipymes en la región; si, con independencia del objeto social que asuman, rompen con la rutina de las empresas cubanas, sin garra generalizada para innovar y aplicar las maravillas de la tecnología y de la ciencia -los éxitos en la biotecnología, en algunas industrias y hasta en empresas agropecuarias de vanguardia son aislados-; y si consiguen franquear otra limitación más dramática que la propia ausencia de inspiración innovadora: los altos costos del desarrollo.

Alternativa bancaria

No creo que el capital extranjero se acerque con las maletas llenas de dólares a fundar empresas mixtas con los nuevos actores de la economía, así sean privados y la legislación en Cuba lo permita. Las mipymes más avanzadas pueden encontrar algún chance para financiarse con inversiones extranjeras directas, pero lo real es que no ha sido una opción espléndida para sus homólogas en otros países, ni para las empresas estatales en Cuba. Las sanciones anticubanas de Estados Unidos enfrían a la banca y a las compañías de otros países.

Por tanto, la constitución de una red de micro, pequeñas y medianas empresas y cooperativas que inyecten desarrollo tecnológico en la economía parece una utopía sin la participación de los bancos cubanos.

Para cargar con los altos costos de la clásica I+D+i empresarial (investigación, desarrollo e innovación), numerosos economistas han defendido desde hace años la creación de “mercados financieros, tanto crediticios como de capitales” en Cuba. ¿Podrá la banca cubana articularlos para los nuevos actores, si no lo ha logrado antes para atender plenamente la demanda estatal y cooperativa? Corre el riesgo de que las mipymes la pongan en jaque con una necesidad elemental, la arrancada de los negocios, antes de hablar del capital de trabajo para las mil urgencias cotidianas de una empresa.

La creación de un entorno bancario y comercial que sostenga la financiación y los suministros del modelo empresarial en gestación tropieza con el desangramiento financiero que afronta Cuba y con viejas deudas del modelo económico. Como la recuperación postpandémica no llegará con un chasquido de dedos, ni se atisban señales de que Joe Biden vaya a aflojar el bloqueo anticubano que Donald Trump subió a escalas violentas, a este país, y a sus bancos, no les queda más alternativa que innovar.

Pobre antecedente

El gobierno dio un paso inédito cuando se propuso acompañar este capítulo de la reforma empresarial con la creación de un mercado mayorista para todos los actores de la economía por igual. “Donde todas las formas económicas, tanto estatales como no estatales, pueden adquirir sus insumos y la importación se haga con un carácter más de abastecimiento de mercado y no por encargo puntual”, es la aspiración comentada por el ministro de Economía.

Después de mantener marginado el suministro de los TCP y las cooperativas en una periferia comercial, el anuncio revela disposición realmente innovadora en las autoridades. Pero las pone frente a otra urgencia, más peliaguda a mi juicio: organizar un mercado crediticio para las personas jurídicas que se estrenan en la economía. Sin él, el mercado mayorista y el comercio en general tomarían poco vuelo.

La creación de bancos de desarrollo y otras instituciones financieras de microcréditos ha ganado popularidad en un mundo con protagonismo creciente de los pequeños emprendimientos. ¿Lo intentará la banca cubana? Tengo dudas.

El banco de fomento agrícola acaba de aportar un pobre precedente. Hace un año lo propuso la Estrategia de recuperación económica presentada por el gobierno, pero la novedad quedó reducida a rama del Banco de Crédito y Comercio (Bandec) a partir del primero de septiembre del 2021. Un burocrático sistema para aprobar cada préstamo empaña el atractivo de las bajas tasas de interés y el aporte de 1.800 millones de pesos del Presupuesto del Estado con ese objetivo. Ni siquiera favoreció su fundación como entidad independiente el tener un destino priorizado, la producción de alimentos.

Si aun así los productores agropecuarios han estado mejor conectados a los créditos que los trabajadores por cuenta propia, ¿qué perspectiva queda para las mipymes?

La diversificación de las instituciones bancarias, necesaria para multiplicar servicios, especializarse y ganar competitividad, continúa pendiente, sin reacción convincente frente a la reforma empresarial en marcha.

La Resolución 249 del Banco Central de Cuba (BCC), implementada hace pocos días, abrió la ventanilla de los créditos en moneda libremente convertible a las mipymes y a las cooperativas no agropecuarias. Un gesto oportuno, pero el beneficio puede demorar, mientras persistan las penurias financieras del país tanto como las ineficiencias propias del sistema bancario. Esta Resolución reitera la rígida centralización a que es proclive la banca, al amarrar la concesión de esos créditos en cualquier banco a la aprobación previa por el BCC.

El sistema bancario ha dado pasos en los últimos años para modernizarse, con servicios de banca móvil y banca remota, entre otros, y ha abierto sus puertas a las formas de gestión no estatales, pero sigue sujeto a un esquema de segmentación bancaria que “implica -comentaba el economista Francisco Borrás en un profundo artículo del 2019- que cada cliente tiene un solo banco al que acudir, o a lo sumo dos”, por lo cual queda atado a las condiciones que el prestamista impone.

La insuficiente autonomía de los bancos en Cuba y el conservadurismo tradicional de un sector con pobre cultura de riesgos le han restado todo dinamismo al crédito bancario como instrumento de gestión y crecimiento económico. El rebrote a cada rato del problema de las cuentas por cobrar y pagar es otra señal de poca eficiencia crediticia.

Investigaciones científicas dirigidas por Borrás han observado en las empresas estatales poca práctica de capitalizar su actividad con crédito bancario: solo la mitad de las empresas agrícolas estudiadas poco antes de la pandemia financiaba más del 60 por ciento de sus activos con deuda bancaria. Como no están en otro país, los TCP seguían por ese carril: una encuesta en La Habana confirmó que dos tercios financiaban sus negocios con ahorros propios, un 18 por ciento con remesas y un 5 por ciento con préstamos de garroteros.

Todo indica que la banca cubana se concentra en el rol primitivo de bóveda para guardar dinero.

Banco contra la pared

Con las reformas monetaria, de precios y salarial en marcha debe enderezarse más adelante un entorno que ha limitado la capacidad de la moneda nacional para cumplir las funciones del dinero y, por extensión, la capacidad de los bancos. Para ser justos, eran los primeros contra la pared cuando operaban con dos monedas nacionales, de valor dual cada una.

La interrogante es si el sistema bancario reaccionará, con el BCC a la cabeza, cuando pasen los desequilibrios lógicos de la coyuntura actual -inflación y comercio en MLC- y el peso cubano se recupere. ¿Tendrá espíritu para descentralizar estructuras, crear instituciones financieras de nuevo tipo, fundar bancos corporativos, diversificar servicios sin miedos y constituir fondos de financiamiento con el capital extranjero que entra al país mediante las remesas y otras vías? ¿Tendrá madera para innovar y transformar las políticas financieras?

Las barreras para acceder a créditos, que los analistas del CEEC Jessica León y David Pajón atribuían en 2015 más a problemas de las políticas de financiamiento que a la carencia de recursos financieros, acechan ahora a los actores que entran a la economía cubana, de la misma manera que han obstaculizado durante décadas a las cooperativas veteranas y a las empresas estatales.

El choque con las mipymes -privadas y estatales- y la renovación del sistema empresarial solo harán más evidente la necesidad urgente de reformar también el pesado cíclope bancario.

Que la experiencia de «Nazareno» se multiplique

 

 
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La Habana, 14 oct(ACN) «Es una muy buena experiencia, ahora lo que necesitamos es multiplicarla». Con esa frase, contundente y sin titubeos, resumió el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, la visita que realizó en la mañana de este jueves a la Unidad Básica de Producción «Nazareno», ubicada en el municipio de San José de las Lajas, en la provincia de Mayabeque.

Nacida a finales de 1963, del empeño del líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro Ruz, la finca pertenece hoy a la Entidad de Ciencia, Tecnología e Innovación (ECTI) «Plantas Proteicas», y se ha convertido en un pilar esencial para el desarrollo de la fase agrícola de diversos proyectos experimentales y la alimentación animal con plantas proteicas.

Como quería y soñaba Fidel, las 60 hectáreas de que dispone la entidad son un «gran laboratorio», cuyo objetivo esencial es encontrar caminos para mejorar la salud y la alimentación del pueblo.

En la actualidad, allí no solo se promueve la siembra de plantas proteicas como la Sacha Inchi, la Cratylia, la Moringa y la Morera, sino que en sus propias áreas se emplean como alimento para el ganado bovino, los cerdos de ceba, los conejos, las gallinas rústicas y la ceba de ovejos en áreas estabuladas, o tarimas.

Precisamente por estas últimas instalaciones inició el Presidente Díaz-Canel su recorrido este jueves, donde pudo apreciar cómo se desarrollan los 64 animales que en estos momentos están en el proceso de ceba en tarima. Minutos antes, el mandatario había participado de manera virtual en una nueva sesión del Consejo Supremo Económico Euroasiático.

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De acuerdo con la explicación ofrecida por Norma Reyes Rodríguez, administradora de la Unidad Básica de Producción, los animales entran a estas áreas con unos 15 kilogramos de peso y aproximadamente en cinco meses alcanzan entre los 35 y 45 kilogramos, momento a partir del cual ya están listos para el consumo. Comentó, además, acerca de la recuperación de otra nave en la cual tienen 100 reproductoras de carnero que permitirán fomentar la masa y tener más carne.

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Lo logrado en esta finca ha demostrado que cuando se aprovechan conocimientos y recursos —aunque sean rústicos— es posible obtener buenos resultados. «Esta es la vía para lograr más producciones», comentó el mandatario cubano, quien insistió en la necesidad de multiplicar con agilidad las experiencias en cada lugar del país que sea posible.

Al respecto, el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca detalló que se han seleccionado 422 fincas en todo el territorio nacional para desarrollar las técnicas que aquí han demostrado su efectividad desde hace varios años. No obstante, es válido reconocer que en los últimos años se han potenciado en algunos territorios los conceptos promovidos por Fidel, aunque todavía no se logra que se aprovechen en toda su magnitud.

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Acompañado también por el ministro de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, y las máximas autoridades del Partido y el Gobierno de Mayabeque, el Jefe de Estado recorrió otras áreas de la unidad en las cuales pudo apreciar cómo avanzan el desarrollo de reproductoras y sementales ovinos, así como la cría de conejos. De igual manera, conoció acerca de la siembra de frijol, plátano, maíz, yuca, boniato y acerola, una fruta que se comenzó a cosechar allí por iniciativa del Comandante en Jefe.

Asimismo, enfatizó en la importancia de tener presentes conceptos esenciales como el fomento de la genética para que no haya cruzamientos entre razas; diversificar las producciones con los derivados de la leche; promover la mecanización de diferentes labores en la medida de las posibilidades; y sembrar todo lo que se pueda, porque si no sembramos no tenemos comida.

«Nazareno» es lugar de referencia obligada para conocer sobre modos de hacer que permiten aprovechar mejor las potencialidades de cada palmo de tierra y el conocimiento de nuestra gente. La máxima de trabajo ha estado clara aquí desde siempre, aseguró Norma a la prensa: «hay que pensar en no importar pienso, sino en desarrollar las cosas que tenemos en el país para poder tener más comida».

El bloqueo nos afecta —reconoció la experimentada trabajadora— pero lo que más nos afecta, es no trabajar y no producir lo que necesitamos para vivir.

En «Nazareno», donde Fidel soñó y materializó tantos experimentos agrícolas pensando en la alimentación del pueblo, el reto sigue estando en extender las múltiples y enriquecedoras experiencias que allí se ponen en práctica para contribuir a incrementar la producción de alimentos en Cuba.