Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

lunes, 14 de enero de 2019

Ministra de Comercio Interior: Todos los clientes tienen derecho a tomar fotos en las tiendas

En este artículo: Betsy Díaz Velázquez, CIMEX, Comercio, Economía, Fotografía, Gobierno, Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), protección al consumidor, TRD
14 enero 2019



Ministra de comercio interior durante camparecencia en la Mesa Redonda. Foto: Roberto Garaicoa.

La ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, expresó a través de su cuenta de twitter en esta jornada que todos los clientes “haciendo uso de sus derechos como consumidores, están autorizados a tomar fotografías de los precios y artículos que sean de su interés” en las tiendas y establecimientos de comercios.
Añadió además en su publicación que en el caso de que se evidencie algún tipo de conducta negativa o alteración de los precios de los productos, “estos deben ser comunicados a las autoridades correspondientes de inspeccionar o regular la autoridad comercial y comunicativa de los centros o entidades en cuestión, para que se tomen las medidas disciplinarias necesarias y proteja los derechos de los consumidores”.
La directiva concluye que es necesario respetar la metodología para la formulación de quejas y sugerencias en este tipo de entidades, “ya que solo así serán debidamente tramitadas y solucionadas”.

A 60 años del Triunfo: La agricultura cubana y su apremiante despegue




Foto: ACN.

El sector de la agricultura es decisivo para cualquier economía, y en particular para la de Cuba, que gasta anualmente más de 2 mil millones de dólares en la compra de alimentos. A largo de los años se han implementado múltiples programas y medidas para lograr su diversificación, mejor abastecimiento al mercado interno, la sustitución de importaciones y el progreso de las exportaciones. No obstante, todavía son metas inconclusas.
En la evolución histórica de esta fundamental actividad se visualizan periodos favorables y otros no tan felices. Y en ese andar hay un hecho que, sin dudas, constituyó su transformación más importante: la 1ra Ley de Reforma Agraria, el 17 de mayo de 1959.
Hasta ese momento, más de la mitad de las mejores tierras de producción cultivadas en el país estaban en manos extranjeras, mientras “el 85 por ciento de los pequeños agricultores cubanos pagaba rentas por sus parcelas, además de vivir con el perenne sobresalto del desalojo”, según denunció Fidel Castro en su alegato de autodefensa La Historia me Absolverá.

Del latifundio a la nacionalización de la tierra

La Primera Ley de Reforma Agraria consolidó la alianza obrero-campesina. Foto: Tomada de Radio Rebelde.
Con la implementación de aquella ley quedó desterrado el latifundio, criollo y foráneo. Cuba entregó la tierra al que la trabajaba: 100 mil campesinos fueron beneficiados. Y 30 caballerías fue inicialmente la tenencia máxima de propiedad para una persona natural o jurídica.
En la segunda Ley, promulgada en 1963, se rebajó el máximo a cinco caballerías, pasando a manos del Estado el 70 por ciento de las tierras del país. Este paso dio lugar al surgimiento y predominio del sector estatal en la agricultura cubana. Panorama que en la actualidad es inversamente diferente, con el auge de los productores individuales.
Las medidas tomadas por la naciente Revolución hicieron desaparecer los residuos de la burguesía rural, a la vez que trajeron una rápida disminución del desempleo, la erradicación del hambre y la explotación a la que estaban sometidos los trabajadores agrícolas. Pero también:
“¡Fue la Ley de Reforma Agraria lo que determinó a los imperialistas a llevar a cabo el plan de agresiones contra Cuba! Fue la Ley de Reforma Agraria lo que determinó a los imperialistas a quitarnos nuestra cuota azucarera, quitarnos el petróleo, y lo que determinó a los imperialistas establecer el bloqueo económico de Cuba. Esta Ley cuyo XV aniversario celebramos hoy, fue la Ley que enfrentó directamente al imperialismo contra Cuba”. [1]
Las dos reformas agrarias impulsaron, en la década de los 60, casi de manera espontánea, las llamadas Sociedades Agropecuarias o Asociaciones Campesinas como formas de producción cooperativa.
Luego surgen las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) y posteriormente las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA). En las primeras los miembros mantienen la propiedad individual sobre la tierra, pero se unen para contratar determinados servicios, solicitar créditos y realizar trámites; mientras en la segunda se agrupan como propietarios colectivos, bajo el principio de la voluntariedad.
En el periodo de 1975 a 1989 la evolución de la dinámica de los rendimientos agrícolas presentó una variación positiva, en tano las exportaciones se concentraron fundamentalmente en la producción de azúcar, dirigida en su mayoría a los países miembros del CAME.
Las CPA mostraron en esa etapa resultados económicos rentables (en particular las especializadas en la producción de caña de azúcar), en cambio la mayoría de las grandes empresas agrícolas presentaron una situación desfavorable.
Si bien desde el propio inicio del Triunfo de la Revolución se trazó una estrategia de diversificación de la agricultura, teniendo como uno de los objetivos fundamentales reducir la dependencia monopodructiva del azúcar, por más de treinta años esta industria ocupó el liderazgo en la estrategia de desarrollo económico [2].
Otros renglones:
  • Tabaco: se considera en la actualidad la principal fuente de ingresos en divisas de la agricultura no cañera.
Tras el triunfo revolucionario la producción tabacalera experimentó un auge, alcanzando los mayores niveles históricos. Las primeras cuatro cosechas de la etapa revolucionaria fueron las más altas y estables de toda la historia tabacalera cubana, obteniéndose producciones de 50 mil toneladas anuales. A partir de 1990, la cosecha se redujo sensiblemente, ante la escasez de insumos y combustible en general.
  • Café:
En los primeros años de la Revolución el grano no fue una siembra priorizada, ya que las áreas disponibles eran suficientes para cubrir las necesidades. Debido al éxodo que se produce después del 59 del campo a la ciudad, se empieza a enfrentar una falta sistemática de personal para la atención de este cultivo y su producción se vuelve inestable. De ahí que se concibe el Plan Turquino a finales de la década del 80 con el fin de motivar al campesino y su familia a permanecer en la montaña.
  • Cítricos:
A partir de 1959 la producción citrícola se incrementó sostenidamente, sobre la base del aumento de las áreas sembradas y del rendimiento.
  • Ganadería:
Vacuna: Después de 1959 la dirección del país se traza la estrategia del desarrollo de la ganadería, con énfasis en la producción de leche. Al ampliarse las relaciones externas con la antigua comunidad socialista, se instauró un modelo de explotación ganadera compuesto por grandes vaquerías, dependientes de alimento importado. Todo ello experimentó un descenso continuado a partir de 1990.
Avícola: En menos de una década tras el triunfo de la Revolución el país pudo contar con una avicultura estatal moderna, tecnológicamente autónoma, pero dependiente de la importación de piensos y de las materias primas para su producción.
Porcina: En la ganadería cubana la crianza de cerdos era una de las más atrasadas. Durante los primeros años después del triunfo revolucionario se inició el desarrollo porcino sobre la base de los rebaños que existían en las fincas que pasaron al patrimonio nacional. Pero no fue hasta finales de la década del setenta que se comenzó a desarrollar con intensidad.

Periodo Especial: duro golpe a la producción agropecuaria

Foto: Tomada del sitio Mesa Redonda.
La desaparición del campo socialista, y con ello del nivel de aseguramiento y de relaciones preferenciales con que contaba Cuba, provocó un duro golpe a la economía nacional, particularmente al sector agropecuario.
Ante ese contexto la isla relegó de cierta manera a la agroindustria azucarera, “condicionado por la coyuntura de aquellos años, tanto externa —ya que el precio del azúcar en el mercado internacional se había deprimido—, como interna —por el hecho de que el país se había quedado a la zaga en términos de eficiencia cañero-azucarera [3].
Fue así que Cuba adoptó varias medidas encaminadas a la reanimación de la producción agropecuaria, lo que posibilitó una recuperación de los niveles productivos en varios rubros de la agricultura no cañera.
A la par se inició un proceso de transformaciones de las relaciones de producción, en pos de desarrollar las fuerzas productivas. Uno de los pasos fue la creación de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC), las que no han estado exenta de tropiezos, debido a múltiples factores, uno de ellos la falta de autonomía necesaria para su correcto andar.
Con el surgimiento de las UBPC, junto con el funcionamiento de las CPA y las CCS, Cuba definió el cooperativismo como la base fundamental de su sistema económico empresarial agropecuario.

Sector estratégico que precisa despuntar

Foto: Tomada de Radio Reloj.
A partir de 2007 el sector vuelve a ser objeto de reformas, decisiones que quedan formalizadas en los Lineamientos socioeconómicos de 2011, y también en la versión actualizada de ese paquete, cinco años después.
Principales transformaciones:
  • Reactivación de la entrega de tierras ociosas en usufructos.
Esta decisión ha contribuido a que la administración de la superficie agrícola del país se realice cada vez más por formas no estatales. En la actualidad los actores económicos en la agricultura son las CCS (que agrupan al mayor número de usufructuarios), CPA, UBPC, los productores individuales (hay más de 30 mil) y las granjas estatales.
  • Incremento de precios al productor para ciertos rubros como el frijol y la carne y la leche vacunas.
  • Autorización de ventas directas de productos a instalaciones turísticas. Descentralización de la comercialización agrícola.
  • Puesta en vigor de un nuevo reglamento para las UBPC.
  • Experimento del mercado libre de insumos agropecuarios en el Municipio Especial Isla de la Juventud.
  • Modificación de precios de insumos e implementos agrícolas para su comercialización libre y sin subsidio, con la consecuente modificación de los precios de acopio de la carne de cerdo y de materias primas para la industria (café, cacao, miel de abeja, entre otros), de modo que puedan percibir un margen de utilidad.
  • Perfeccionamiento del Ministerio de la Agricultura (MINAG), con la separación de las funciones estatales y empresariales.
Según recoge la investigación El sector agropecuario cubano en la actualización[3]   tales medidas propiciaron una dinámica favorable del sector, que creció como promedio 2,2% anualmente entre 2006 y 2015. No obstante, este incremento es inferior al de la economía cubana en su conjunto (crecimiento del PIB de 4,1% en ese mismo periodo).
Entre los productos agrícolas que sobresalen en esos años con números positivos están las frutas, el maíz, los frijoles y el arroz, siendo este último el de mejor desempeño; entre los pecuarios crecen todos excepto la carne de ave, que presenta un ligero despunte al finalizar la etapa. Con todo, algunos de estos niveles productivos todavía distan de los correspondientes a 1989 (entre ellos la mayoría de los productos de la ganadería).
Las economistas Betsy Anaya Cruz y Anicia García Álvarez resumen que, con relación a los precios de los productos en el mercado interno, se constata que aún en el contexto de incremento productivo muestran resistencia a la baja, en el mejor de los casos se mantienen estables, mientras crecen para muchos de los productos de mayor representatividad en las ventas [3].
Durante los últimos tres años los resultados del sector de la agricultura han estado impactados por eventos meteorológicos, como huracanes y aguda sequía. Tampoco han sido menores las pérdidas a causa del bloqueo de Estados Unidos, política que -desde su aplicación hasta la fecha- incide en el desempeño de esta actividad.
Al cierre de 2016, Ricardo Cabrisas, entonces ministro de Economía, valoró que la producción agrícola estaba reaccionando positivamente, aunque con incrementos todavía discretos, pero frente a una industria alimentaria con limitaciones para dar respuesta adecuada a tales aumentos. “El principio de que la industria debe estimular a la producción agrícola no se cumple, lo que incide además en el nivel de importaciones que debe realizar el país” [4].

Mayores garantías a los usufructuarios y retos pendientes

Foto: Tomada de ACN.
Resultado de un proceso que llevaba 10 años y de opiniones de los productores, en agosto pasado entraron en vigor nuevas normas jurídicas que establecen modificaciones a la política para la entrega de tierras estatales ociosas en usufructo.
Se trata de una medida que, desde su implementación en 2008, ha permitido lograr incrementos productivos, aunque aún insuficientes respecto a la demanda, como valoró Eddy Soca Baldoquín, director de Suelos y Control de la Tierra del MINAG.
Las novedosas normas buscan incentivar al campesinado cubano, con modificaciones como la extensión hasta 20 años –antes eran 10– del periodo que puede entregarse el usufructo a las personas naturales, a la vez que el plazo de vigencia puede prorrogarse sucesivamente por igual periodo de tiempo.
Además, se incrementa la cantidad máxima de área a entregar a personas que no posean tierra en ningún concepto, de 13.42 hectáreas que establecía la anterior norma, a 26.84 ha (dos caballerías).
De acuerdo con Marino Murillo, jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, en la actualidad la solicitud de tierras es limitada. Esto se debe, explicó, a que los terrenos aún disponibles son menos productivos por causas como la infestación de marabú, la lejanía de los asentamientos poblacionales y servicios básicos y las dificultades para acceder a las fuentes de agua.
Datos ofrecidos por el MINAG indican que hasta agosto último se había entregado en usufructo 1.4 millones de hectáreas a unas 244 mil 851 personas naturales y jurídicas. En 2017 permanecían ociosas 917 mil 299 hectáreas de la superficie agrícolas, de ellas, unas 350 mil 284 estaban disponibles para la entrega a personas naturales.
En 2018 comenzó también la aplicación gradual del cobro de los impuestos en lo concerniente al uso, posesión y ociosidad de las tierras agrícolas y forestales, con el principio de que pague más el campesino que ha dejado de producir en tierras de mayor calidad, pues “la vocación de este tributo no es recaudadora, sino para motivar a las personas a explotar las tierras”, acentuaron funcionarios del Ministerio de Finanzas y Precios.
Análisis oficiales exponen que el 50% de los alimentos que Cuba importa cada año podría producirse en el país. Esta realidad habla de potencialidades aún por aprovecharse, pero también de la necesidad de, entre otras cosas, estructurar la actividad en cadenas productivas y de invertir más en ella (una de las vías identificadas es la inversión extranjera). La meta sigue siendo que este sector desempeñe el rol que le corresponde en el sistema económico nacional.

Fuentes consultadas:

[1] Discurso pronunciado por Fidel Castro Ruz, Presidente de la República de Cuba, en el acto celebrado por el aniversario de la muerte del líder campesino Niceto Pérez, el XV aniversario de la firma de la primera Ley de Reforma Agraria y el XIII aniversario de la ANAP, efectuado en la Plata, Sierra Maestra, el 17 de mayo de 1974.
[2] Dossier Revolución Cubana
[3] “Despegue del sector agropecuario: condición necesaria para el desarrollo de la economía cubana” (2016). Colectivo de Autores del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional – Universidad de La Habana.
[4] “El sector agropecuario cubano en la actualización”, Betsy Anaya Cruz y Anicia García Álvarez. En: Miradas a la Economía Cubana (2017).
[5] Intervención en la Asamblea Nacional del Poder Popular, 27 de diciembre de 2016.

La economía cubana en 2019: Otro ajuste más


Lo que se espera del año que comienza, proyectos y perspectivas.




Los ingresos en turismo podrían superar este año los tres mil millones de dólares. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

Para dar una visión de lo que le espera a Cuba en 2019, se debe hacer una breve reseña de lo que aconteció en el 2018, es decir cuál es el punto de inicio.
Así que a pesar de que es cierto, de que la economía se ha mantenido creciendo, a pesar de los factores adversos climáticos, el recrudecimiento del bloqueo, la situación desfavorable de la economía venezolana, entre otros, es también válido que ese crecimiento sigue siendo muy bajo y seguirá siendo muy bajo en2019.  Además, no queda muy preciso cuáles serán las locomotoras que arrastren al resto de la economía, al menos en los próximos dos años. Planes se han presentado, y no hay objeción a los mismos, pero la economía cubana tiene fuertes desequilibrios estructurales, que no se pueden erradicar en un corto plazo. Y al mismo tiempo se necesita ingresos externos vía servicios o exportaciones que permitan incrementar sostenidamente las inversiones.
Figura 1. Crecimiento real y estimado de la economía cubana en % a precios constantes.



Cuando se realiza una revisión de los informes económicos de los últimos años son muy recurrentes las causas que se esgrimen para el incumplimiento del plan aprobado, que se supone sea un plan realizado con rigor, entre ellos los problemas derivados del cambio climático, aumento de los precios de las importaciones, el bloqueoestadounidense y el no cumplimiento de las exportaciones, entre otros.
Las inversiones nunca se cumplen, como muestran las estadísticas y los informes económicos oficiales. ¿Entonces cuálsería la verdadera causa de que no se cumplan las inversiones en Cuba?  Oes que el plan necesita más análisis para su aprobación, o existen otros factores internos que conspiran en su contra que no se han examinado correctamente.
Las nuevas autoridades han planteado que 2019 será diferente, y el plan está realizado para que se cumpla, pero creo que el plan siempre se realiza para cumplirlo. Y quisiera realmente que este nuevo ajuste que se plantea, sea para lograr los indicadores que permitan que mejore la calidad de vida de la ciudadanía cubana.

Los planes para 2019

–    Recibir 5 millones 100 mil visitantes internacionales y un crecimiento del 7,4 por ciento. Se estima que por primera vez los ingresos turísticos sobrepasen los tres mil millones de dólares,
–       Ajustar los gastos del país a los niveles de recursos disponibles, que la economía no decrezca y que, además, se siga invirtiendo en el desarrollo.
 –          Asegurar un proceso inversionista eficiente, capaz de cubrir con su rendimiento los financiamientos otorgados y que respalde los programas priorizados del país.
   – –     Incrementar los ingresos por exportaciones y garantizar su cobro.
    —     Potenciar la industria nacional con el objetivo de sustituir importaciones, buscando un mayor aprovechamiento de las capacidades productivas existentes en el país.
     –      Lograr mayores niveles de encadenamiento productivo de la economía en general, fundamentalmente de las entidades exportadoras y de la inversión extranjera directa con la industria nacional.
 –         Garantizar los niveles de actividad que tributen al desarrollo.
  –        Garantizar el abastecimiento de los principales productos priorizados y una mayor presencia en la circulación mercantil minorista de productos de líneas económicas.
–          Incremento y diversificación de las exportaciones.
–         Eficiencia del proceso inversionista y participación de la inversión extranjera directa como elemento indispensable para el desarrollo del país.
—       Sustitución de importaciones con mayor participación de la industria nacional
Lo planteado por el ministro de economía y planificación, Alejandro Gil, en el Parlamento Cubano el día 21 de diciembre de 2018 es atractivo: “Crecer sin incrementar las deudas e invertir en el desarrollo”.
Es decir, el ministro planteó con respecto a los principales objetivos que componen el Plan de la Economía del 2019, que será un Plan “realista” y que habrá que cumplirlo bajo el principio de que los gastos se ajusten a los fondos disponibles, sin incrementar el endeudamiento externo del país y contribuyendo al desarrollo continuo de la nación. Hasta ahí creo que es muy loable el planteamiento, lo que sucede, es que es una vieja lógica económica, no es un axioma nuevo, que siempre debió tenerse en cuenta. Endeudarse no es nocivo, siempre y cuando ese endeudamiento lleve a un aumento de la producción, o los servicios u otras actividades que permitan a la nación, crear más riqueza y esta a su vez, contribuya a pagar las deudas contraídas.
Las actividades que deberán contribuir al crecimiento del 1,5  por ciento en2019 incluyen a nivel global incrementar las inversiones a un 20 por ciento de la economía, concentradas en los sectores estratégicos. Pero en esto habría que ser más analítico. Es decir hay programas de resultados a corto plazo como la construcción de viviendas, con un impacto social muy apreciable, que incluyen las fábricas de materiales de la construcción necesarias, como cemento, barras corrugadas, etc. Sin embargo, se siguen construyendo habitaciones turísticas, pese a que índice de ocupación hotelero es bajo, con respecto a nuestra competencia. Hay polos turísticos donde estáinclusive muy por debajo de la media nacional de 55.4 por ciento y el plan de construcción aumenta. Cabe preguntarse si no sería prudente invertir más bien  en las causas que originan la baja ocupación, tales como la calidad del servicio, los negocios extrahoteleros, la calidad de los viales, las dificultades de la transportación, entre otros, que aparecen reflejadas en encuestas de las agencias especializadas.
Se prevé un recorte de las importaciones de alimentos y combustibles. La sustitución de compras externas por producciones domésticas es clave, así como bajar al máximo posible los niveles de inventarios existentes, en las entidades del país. Se plantea también bajar el coeficiente importado a 0.19 centavos en 2019, contra un plan de 0.22 en 2018.
La agricultura cubana ha sido la actividad que más reformas o cambios ha concentrado desde 2008, llámese entrega de tierras en usufructo a personas interesadas en hacer producir la tierra, aumento de precios a los productos agrícolas que paga el Estado, venta de insumos, entre otros, y sin embargo las importaciones de alimentos no bajan de los 1.500 millones de dólares anuales desde hace varios años. Entonces, ¿qué falta?¿Qué otras reformas habría que llevar a cabo?   Lo evidente es que ese sector no satisface las expectativas y los precios se mantienen excesivamente altos.
La industria azucarera, la construcción, el comercio, y las comunicaciones tendrán un rol protagónico en ese crecimiento que se espera. Esperemos que así sea. Que la zafra 2019 será mayor es ya un hecho, lo que falta es saber si se logrará marchar por la senda del crecimiento sostenido, porque alcanzar cosechas superiores a los dos millones de toneladas, parece ser una meta bastante engorrosa.


Vietnam entre los principales inversionistas en Mariel.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS

Las exportaciones deberán crecer en un seis por ciento con respecto a 2018, con un incremento del 5.2 por ciento en las importaciones. El reajuste principal de las importaciones se concentra en alimentos y combustibles que constituyen el 36 por ciento de las compras externas totales del país. En tanto las importaciones para inversiones son el 24.5 por ciento del total.
Resulta interesante que se mantiene la decisión de contraer créditos externos, pero estos tienen que ser por debajo de lo que se tenga que pagar por deudas acumuladas, para no incrementar el endeudamiento del país.
Es curioso observar como continuará disminuyendo el empleo en el sector estatal en un 1.5 por ciento durante 2019, y el sector no estatal especialmente el privado crecerá en un 2.5 por ciento, es decir similar al 2018 como tendencia. Sin embargo, aunque las máximas autoridades siguen expresando criterios favorables hacia el sector privado, existe todavía un estancamiento respecto al potencial de este sector. Por ejemplo, las licencias siguen congeladas para una parte importante de los trabajadores, como es el caso de los profesionales. Y aunque la conceptualización del modelo cubano permite el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, en la práctica es un tema aun sin desarrollar o dicho de otra manera se obvia la discusión del tema.
Resulta “alentador” para un grupo de 2.7 millones de personas saber que en un horizonte de al menos 18 años podría contar con una vivienda, teniendo en cuenta que el déficit habitacional es de 929 695 viviendas[1] se incluyen las de mal estado y regular.  Según las autoridades, se deben construir 527 000 viviendas nuevas, y en el 2018 se terminaron 29 235 viviendas, lo cual muestra el reto del gobierno en esta tarea. Todo indica que, por la vía del subsidio a las personas necesitadas, se debe acelerar este proceso.
Resulta también interesante conocer reflexiones oficiales acerca del aprovechamiento del capital humano calificado existente, tales como economistas, académicos, científicos y otros especialistas, para que se involucren en las propuestas de soluciones. A lo que debería agregarse, que mientras los salarios sean tan bajos en el sector estatal, la atracción hacia otras fuentes de empleo, es innegable.
Es una verdad conocida desde hace tiempo que la empresa estatal debe trabajar para crear más riqueza, pero es crucial lo que planteó el presidente cubano Miguel Diaz-Canel :“Hay que conectar y encadenar a la empresa estatal con las empresas mixtas, con el sector no estatal y con la inversión extranjera”.  Y eso se ha venido planteando, especialmente la relación entre sector estatal y privado, pero, persisten los prejuicios hacia los no estatales.
Fue muy pragmático el cambio de la legislación sobre algunas actividades del sector cuentapropista, previo a su puesta en vigor el 7 de diciembre del 2018, es decir se fue muy realista en frenar los impedimentos que iban a obstaculizar el desarrollo de algunas actividades. Esto podría permitir que siga creciendo el número de trabajadores privados en 2019.


El empleo no estatal crecerá en 2,5 por ciento en 2019.
Foto: Jorge Luis Baños/IPS

No se puede desconocer el esfuerzo del país, en los últimos años, en la informatización de la sociedad. Aunque la brecha que nos separa de otras economías más adelantadas es grande, la posibilidad de que se haya avanzado en la introducción de Internet vía datos móviles de los celulares en 3G, es un avance importante. Que se vislumbre el crecimiento del comercio electrónico, del gobierno electrónico, entre otros, permite medir el interés gubernamental. Los retos que la empresa de telecomunicaciones tiene para el 2019, permiten certificar este interés “Incrementar el ritmo de despliegue de la infraestructura de telecomunicaciones, fundamentalmente de tecnologías móviles e inalámbricas y priorizando la 4 G”, “Acelerar la implementación de las etapas del gobierno electrónico, así como desarrollar proyectos de comercio electrónico” [2].
Todos los esfuerzos gubernamentales pasan necesariamente por intentar el crecimiento en la economía, mejorando las principales variables macroeconómicas. Eso es posible, entre otros aspectos, si se aprovechan las reservas productivas existentes en el país, sinpreocuparse por la generación de las riquezas del sector no estatal, si estas son bien concebidas y parten de la legalidad de sus ingresos.
Las experiencias de China y Viet Nam, harto conocidas por las autoridades cubanas, deben permitir una mayor reflexión sobre esas economías, ya que han demostrado ser capaces de generar riquezas, reducir la pobreza, mejorar indicadores financieros, entre otros factores. Y una de las claves para esos resultados ha sido el incremento de la participación del sector privado en la economía nacional.
Cabe recordar que Viet Nam empezó su proceso de reformas solo cuatro años antes de la  extinción del campo socialista, es decir en 1986, en un momento en que Cuba empezaba a reflexionar sobre la necesidad de la introducción de la inversión extranjera, primeramente en el turismo, y después en los demás sectores.  Por citar un ejemplo,VietNam pasó de país importador de arroz,a unos de los principales exportadores de ese grano. Además hoy sabemos que esa nación asiática ya ha invertido recursos en Cuba y será unos de los principales inversionistas en la zona del Mariel, en los próximos años. Y no ha dejado de ser una sociedad socialista.
En conclusión, Cuba tiene condiciones más que suficientes para emprender un verdadero proceso de desarrollo, con una dirigencia con posibilidades para hacerlo, aunque para lograrlo, tiene que quitarse de encima muchas ataduras, entre ellas la enorme burocracia, el verticalismo de las decisiones, el plan centralizado y rígido, entre otras. La eliminación del bloqueo no depende de Cuba, y la presión internacional para su erradicación ha sido fuerte y continuará. Sin embargo, la erradicación del bloqueo interno, y que se logren cumplir las inversiones, y se mejore la eficiencia económica, si depende de un esfuerzo nacional, donde cabe toda la ciudadanía cubana. (2019)
[1] Periódico Granma, Martes 18 de diciembre, 2018. “La construcción de viviendas es una prioridad para el gobierno cubano. Pag 2. Suplemento Especial.
[2] Informe sobre el programa de la Informatización de la sociedad en Cuba. Asamblea Nacional del Poder Popular, diciembre 2018. Periódico Granma. Miércoles 26 de diciembre del 2018. La Habana.

La estrategia perdedora del presidente Trump: Abraza a Brasil y se enfrenta a China

Por James Petras, Rebelión

Estados Unidos recibe con los brazos abiertos a un régimen condenado al fracaso y amenaza a la economía más dinámica del mundo. El presidente Trump ha elogiado al recién elegido presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y le ha prometido estrechar los vínculos económicos, políticos, sociales y culturales con aquel país. Por el contrario, el régimen de Trump está decidido a desmantelar el modelo de crecimiento chino, imponiéndole severas y amplias sanciones y promoviendo la fragmentación de la gran China.

La elección de amigos y enemigos de Washington está guiada por una estrecha concepción de los beneficios a corto plazo y de las pérdidas estratégicas.

En este artículo analizaremos las razones por las que las relaciones entre EE.U y Brasil encajan en el objetivo de dominación global de Washington y por qué la Casa Blanca recela del crecimiento dinámico de una China independiente y competitiva.

Brasil en busca de un padrino

Desde el momento de tomar posesión, el presidente Bolsonaro anunció un programa para revertir casi un siglo de economía dirigida por el Estado. Comunicó la intención de privatizar el sector público al completo, incluyendo actividades estratégicas como las finanzas, la banca, los minerales, las infraestructuras, el transporte, la energía y las manufacturas. Además, la venta dará un trato de favor a las corporaciones multinacionales extranjeras. Los anteriores regímenes civiles y militares protegieron a las compañías nacionalizadas, que formaban parte de alianzas tripartitas entre empresas extranjeras, estatales y nacionales de propiedad privada.

Al contrario que previos gobiernos civiles elegidos democráticamente, los cuales procuraron (no siempre con éxito) subir las pensiones, los salarios y el nivel de vida y reconocían la legislación laboral, Bolsonaro ha prometido despedir a miles de empleados del sector público, reducir las pensiones y aumentar la edad de jubilación, al tiempo que reduce salarios y jornales para aumentar los beneficios y reducir los costes de los capitalistas.

El presidente Bolsonaro promete dar marcha atrás a la reforma agraria, asaltar las viviendas campesinas y detener y expulsar a sus ocupantes para reinstalar a los terratenientes y estimular la inversión extranjera como alternativa. La deforestación del Amazonas y su entrega a los magnates ganaderos supondrá la expropiación de millones de acres de tierra indígena.

En política extranjera, el nuevo gobierno de Brasil se compromete a seguir a Estados Unidos en todas las cuestiones estratégicas: Brasil apoya la guerra económica contra China, acepta las incautaciones de tierras palestinas por parte de Israel (optando por trasladar también su embajada a Jerusalén), respalda los complots estadounidenses para boicotear y derrocar los gobiernos electos de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Por primera vez en la historia, Brasil ha ofrecido bases militares al Pentágono y fuerzas militares para todas y cada una de sus futuras invasiones o guerras.

La entrega gratuita de recursos, salud y soberanía de Bolsonaro ha sido celebrada por Estados Unidos desde las páginas del Financial Times, el Washington Post y el New York Times, los cuales han pronosticado un periodo de crecimiento, de grandes inversiones y de recuperación... si el régimen tiene el “valor” de imponer su traición.

Al igual que ha ocurrido en numerosas experiencias recientes en las que han tomado el poder regímenes neoliberales de derechas, en Argentina, Colombia y Ecuador, los periodistas y expertos que escriben las páginas financieras han dejado que sus dogmas ideológicos les impidan ver las eventuales dificultades y crisis.

Las políticas económicas del régimen de Bolsonaro ignoran el hecho de que dependen de la exportación agrícola y mineral a China y que compiten con las exportaciones estadounidenses... Las élites de la agroexportación se resentirán del cambio de sus socios comerciales. Se opondrán, derrotarán y debilitarán la campaña anti-China de Bolsonaro, si se atreve a persistir en ella.

Los inversores extranjeros se harán cargo de las empresas públicas pero es poco probable que aumenten la producción dada la tremenda reducción de empleo, salarios y jornales que se producirá con la caída del mercado de consumo.

Puede que los bancos concedan crédito, pero exigirán elevados intereses por “alto riesgo”, especialmente cuando el gobierno se vea confrontado por la creciente oposición social liderada por sindicatos y movimientos sociales y el aumento de la violencia provocada por la militarización de la sociedad.

Bolsonaro carece de mayoría en un Congreso que depende del respaldo electoral de millones de empleados públicos, trabajadores asalariados y eventuales, pensionistas y minorías raciales y de género. Sera difícil lograr alianzas en el Congreso... sin utilizar la corrupción para crear compromisos. El gabinete de Bolsonaro incluye a varios ministros clave que están siendo investigados por fraude y blanqueo de dinero. Su retórica anticorrupción se desvanecerá ante las revelaciones judiciales.

Es poco probable que Brasil aporte fuerzas militares de importancia para las aventuras militares, regionales o internacionales, de EEUU. Los acuerdos militares con este país perderán peso cuando aumente la agitación interna.

Las políticas neoliberales de Bolsonaro profundizarán las desigualdades, afectando principalmente a los 50 millones de brasileños que han salido en los últimos años de la pobreza. La buena acogida de EEUU a Brasil servirá para enriquecer a Wall Street, que tomará el dinero y saldrá corriendo, dejando que EEUU se enfrente a la ira y el rechazo de su aliado fallido.

Estados Unidos se enfrenta a China

A diferencia de Brasil, China no está dispuesta a someterse al saqueo económico ni a ceder su soberanía. China sigue su propia estrategia a largo plazo, consistente en desarrollar los sectores más avanzados de la economía, incluyendo la tecnología electrónica y de las comunicaciones de vanguardia.

Los investigadores chinos ya producen más patentes y artículos científicos de referencia que los de EEUU. Gracias a la elevada financiación pública En aquel país se gradúan más ingenieros, investigadores de vanguardia y científicos innovadores que en Estados Unidos. Con una tasa de inversión del 44% en 2017, China supera con mucho a EEUU. Ha pasado de exportar artículos de poco valor añadido a exportar bienes de lo más sofisticados como coches eléctricos a precios competitivos. Los i-Phones chinos, por ejemplo, están desplazando a los de Apple por precio y calidad.

China ha abierto su economía a las corporaciones multinacionales con sede en EEUU a cambio del acceso a tecnología avanzada, lo que Washington llama “incautación forzosa”. Asimismo, fomenta los acuerdos multilaterales y de inversión, actualmente con más de sesenta países, para la construcción de infraestructuras a gran escala y largo plazo por toda Asia y África.

En lugar de seguir el ejemplo económico chino, Washington se lamenta del comercio injusto, el robo tecnológico, las restricciones al mercado y las limitaciones del Estado a las inversiones privadas.

China ofrecería a Washington oportunidades a largo plazo para mejorar su actuación económica y social, si este reconociera que la competencia china es un incentivo positivo.

En lugar de realizar grandes inversiones públicas para mejorar y promover el sector de la exportación, Washington ha recurrido a las amenazas militares, las sanciones económicas y los aranceles con el fin de proteger a los sectores industriales estadounidenses atrasados. En vez de negociar los mercados con una China independiente, Washington acoge a regímenes vasallos como el del Brasil de Bolsonaro, basado en el control económico y las adquisiciones de EEUU.

Estados Unidos lo tiene fácil para dominar a Brasil y lograr ganancias a corto plazo –beneficios, mercados y recursos–, pero el modelo brasileño no es viable ni sostenible. Por el contrario, Estados Unidos necesita negociar, regatear y ponerse de acuerdo con China, en tratos que beneficien a ambos países. Si EEUU llegara a cooperar con China, el resultado final le permitiría aprender y crecer de un modo sostenible.

Conclusión

¿Por qué Estados Unidos ha elegido abrir los brazos a un Brasil retrógrado en vez de hacerlo a una nación que lidera el futuro?

Básicamente porque tiene un sistema político altamente militarizado desde sus cimientos cuyo objetivo final es la dominación mundial: el imperialismo. Estados Unidos no quiere competir con una China innovadora, pretende coaccionarla para que desmantele las instituciones, políticas y prioridades que la hacen grande.

Washington exige a China que ceda la relativa autonomía del Estado, aumente la penetración estadounidense en sus sectores estratégicos y confíe en los banqueros y académicos del libre mercado. La política económica estadounidense viene marcada por banqueros corruptos, especuladores y lobistas que defienden intereses regionales particulares, incluyendo los de regímenes como el israelí. La política económica china está definida por los intereses industriales, y guiada por un Estado central con la capacidad y la voluntad para arrestar a cientos de altos funcionarios corruptos.

Estados Unidos no puede contener la trayectoria ascendente china cercándola militarmente, porque la estrategia económica de Pekín neutraliza las bases militares estadounidenses y supera las limitaciones arancelarias mediante la diversificación de sus principales nuevos acuerdos comerciales. Por ejemplo, China está negociando con India un enorme aumento de las importaciones agrícolas, incluyendo las de arroz, azúcar, leche, productos de soja y algodón. Actualmente, India tiene un importante déficit comercial con China, especialmente en maquinaria y bienes industriales, y está deseosa de reemplazar a los exportadores de EEUU. China ha firmado importantes acuerdos comerciales y de inversión con países del Sudeste asiático, Corea del Sur, Japón, Pakistán, Rusia y Australia, así como de África, América Latina (Brasil y Argentina) y Oriente Próximo (Irán, Irak e Israel).

Estados Unidos no tiene suficiente capacidad de influencia como para agarrotar a China, ni siquiera en el sector de la alta tecnología, porque esta no depende tanto de los conocimientos estadounidenses. Washington ha garantizado los acuerdos con China, aumentando la exportación de automóviles y entretenimiento; China puede aceptar endurecer las medidas contra el llamado “robo de la propiedad” intelectual, especialmente porque ya no es un factor primordial, desde que la mayor parte de las innovaciones chinas son de creación propia. Además, las grandes empresas y Wall Street demandan que Trump alcance un acuerdo de mercados abiertos con China e ignore a sus enemigos autárquicos.

Frente a la continua buena marcha de la economía china (6,5% de aumento del PIB en 2018), su mayor énfasis en la ampliación de los servicios sociales, su mercado de consumidores y la facilitación del crédito, la política de aranceles coercitivos de Trump está condenada al fracaso y las amenazas militares solo servirán para que China amplíe y mejore su defensa militar y sus excelentes programas espaciales.

Sean cuales sean los acuerdos comerciales temporales y limitados que surjan de las negociaciones China-EEUU, el régimen de Trump mantendrá su agenda imperial unipolar basada en acoger a regímenes sumisos, como Brasil, y enfrentarse a China.

El futuro pertenece a la independiente, innovadora y competitiva China, no a regímenes vasallos, militarizados y obedientes como Brasil.