Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 2 de abril de 2022

¿Putin matará la economía global?

Por Paul Krugman:
01 abr, 2022

Los comentaristas económicos siempre buscan analogías históricas , y con razón. Por ejemplo, aquellos que habían estudiado crisis bancarias pasadas comprendían mucho mejor lo que estaba sucediendo en 2008 que aquellos que no lo habían hecho. Pero siempre está la cuestión de qué analogía elegir.

En este momento, muchas personas recuerdan la estanflación de la década de 1970. He argumentado con cierta extensión que este es un mal paralelismo; nuestra inflación actual se ve muy diferente a la que vimos en 1979-80, y probablemente mucho más fácil de terminar.

Sin embargo, hay buenas razones para preocuparse de que estemos viendo una repetición económica de 1914, el año que terminó con lo que algunos economistas llaman la primera ola de globalización , una gran expansión del comercio mundial que fue posible gracias a los ferrocarriles, los barcos de vapor y los cables telegráficos.

Hay buenas razones para preocuparse de que estemos viendo una repetición económica de 1914.

En su libro de 1919 “Las consecuencias económicas de la paz”, John Maynard Keynes —quien más tarde nos enseñaría a entender las depresiones— lamentaba lo que veía, correctamente, como el final de una era, “un episodio extraordinario en el progreso económico de hombre." En vísperas de la Primera Guerra Mundial, escribió, un habitante de Londres podría ordenar fácilmente "los diversos productos de toda la tierra, en la cantidad que considere adecuada, y razonablemente esperar su pronta entrega en la puerta de su casa".

Pero no iba a durar, gracias a “los proyectos y políticas del militarismo y el imperialismo, de las rivalidades raciales y culturales”. ¿Suena familiar?

Keynes tenía razón al ver la Primera Guerra Mundial como el final de una era para la economía global. Para tomar un ejemplo claramente relevante, en 1913 el imperio ruso era un gran exportador de trigo ; pasarían tres generaciones antes de que algunas de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética retomaran ese papel. Y la segunda ola de globalización, con sus cadenas de suministro de alcance mundial posibles gracias a la contenedorización y las telecomunicaciones, realmente no se puso en marcha hasta alrededor de 1990.

Entonces, ¿estamos a punto de ver una segunda desglobalización? La respuesta, probablemente, es sí. Y si bien hubo importantes desventajas en la globalización tal como la conocíamos, habrá consecuencias aún más graves si, como yo y muchos otros tememos, vemos un retroceso significativo en el comercio mundial.

¿Por qué se está viendo afectado el comercio mundial? La fallida guerra de conquista de Vladimir Putin, por supuesto, significó el fin de las exportaciones de trigo de Ucrania, y probablemente también cortó gran parte de las ventas de Rusia. No está del todo claro en qué medida se han reducido ya las exportaciones rusas de petróleo y gas natural: Europa se ha mostrado reacia a imponer sanciones a las importaciones de productos de los que, irresponsablemente, se permitió volverse dependiente; pero la Unión Europea se está moviendo para acabar con esa dependencia .

Espera, hay más. Es posible que no haya esperado que la guerra de Putin tuviera mucho efecto en la producción de automóviles. Pero los automóviles modernos incluyen una gran cantidad de cableado, sostenido por una parte especializada llamada arnés de cables, y resulta que muchos de los arneses de cables de Europa se fabrican en Ucrania . (En caso de que se lo pregunte, la mayoría de los arneses de cables de EE. UU. se fabrican en México ).

Aún así, la decisión de Rusia de convertirse en un paria internacional probablemente no sería suficiente por sí sola para reducir drásticamente el comercio mundial, como podría hacerlo China, que desempeña un papel clave en muchas cadenas de suministro, si decidiera volverse hacia adentro.

Pero si bien China no ha invadido a nadie (¿todavía?), también hay problemas en ese frente.

Más inmediatamente, la respuesta de China al Covid, que fue un gran éxito en las etapas iniciales de la pandemia, se está convirtiendo en una fuente cada vez mayor de perturbaciones económicas. El gobierno chino todavía insiste en usar vacunas caseras que no funcionan muy bien , y aún responde a los brotes con bloqueos draconianos, que están causando problemas no solo a China sino también al resto del mundo.

Más allá de eso, lo que Putin nos ha enseñado es que los países dirigidos por hombres fuertes que se rodean de hombres de confianza no son socios comerciales confiables. Una confrontación china con Occidente, económica o militar, sería tremendamente irracional, pero también lo fue la invasión rusa de Ucrania. De manera reveladora, la guerra de Ucrania parece haber provocado una fuga de capitales a gran escala de… China .

Entonces, si usted es un líder empresarial en este momento, seguramente se estará preguntando si es inteligente apostar el futuro de su empresa asumiendo que podrá seguir comprando lo que necesita de los regímenes autoritarios. Devolver la producción a las naciones que creen en el estado de derecho puede aumentar sus costos en un pequeño porcentaje, pero el precio puede valer la pena por la estabilidad que genera.

Si estamos a punto de ver una retirada parcial de la globalización, ¿será algo malo? Las economías ricas y avanzadas terminarán siendo solo un poco más pobres de lo que habrían sido de otro modo; Gran Bretaña logró seguir creciendo a pesar de la caída del comercio mundial después de 1913. Pero me preocupa el impacto en las naciones que han progresado en las últimas décadas pero que serían desesperadamente pobres sin acceso a los mercados mundiales, naciones como Bangladesh , cuyos logros económicos han dependía crucialmente de sus exportaciones de prendas de vestir .

Desafortunadamente, estamos volviendo a aprender las lecciones de la Primera Guerra Mundial: los beneficios de la globalización siempre están en riesgo por la amenaza de guerra y los caprichos de los dictadores. Para que el mundo sea más rico de forma duradera, debemos hacerlo más seguro.

Estados Unidos aumenta la importación de petróleo de Rusia mientras exige al mundo exactamente lo contrario

 2 abril, 2022

Estados Unidos, para mantener su hegemonía, está destruyendo los cimientos de su propio poder. Sus aliados europeos que le siguen en esta locura están precipitando su propia crisis. El desastre económico provocado por las élites políticas occidentales terminará estimulando los estallidos sociales.

REVISTA DE LA FUNDACIÓN “STRATEGIC CULTURE”

Según el informe oficial de la Administración de Energía, el mes recién pasado Estados Unidos aumentó la importación de petróleo ruso. El volumen importado adicional es cercano a un 43 por ciento.

Esto es a pesar de una orden ejecutiva del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que prohibió la importación de los productos básicos de energía e hidrocarburos desde Rusia. Esta medida draconiana fue la respuesta a la intervención militar de Rusia en Ucrania.

Es cierto que Estados Unidos no depende del petróleo de Rusia. El país eslavo no se encuentra entre sus cinco principales proveedores, sin embargo, el aumento de las compras de petróleo ruso por parte de los estadounidenses toca las fibras más sensibles de Europa.

Se produce exactamente en el mismo momento que Washington exige a sus aliados europeos que reduzcan el comercio de energía con Rusia. Y no son sólo se les manda hacer esto a los europeos, también se la ha exigido a la India y a otros países asiáticos.

Washington quiere que sus “aliados” cometan un suicidio colectivo al cortar con el comercio con Rusia de una energía vital para cualquier economía. Es un intento por aislar a Moscú y alinear al mundo bajo la hegemonía estadounidense. Esta misma agenda geopolítica la han tratado de imponer a China, con un evidente y público fracaso.

Estados Unidos no dependen del gas y el petróleo ruso, pero muchos otros países sí.

Rusia es uno de los mayores proveedores mundiales de gas, petróleo y productos derivados del petróleo. Sin embargo, mientras Washington exige al resto del mundo que se pegue un tiro en el pie, sus grandes empresas de energía compran gas ruso para protegerse del daño.

Esta semana se demostró el fracaso de esta política injerencista. Biden se vio obligado a decretar la liberación de las reservas estratégicas de petróleo para así reducir el precio de los combustibles.

Es asombroso el nivel de arrogancia de los políticos estadounidenses. Si sus “aliados” se rinden a los dictados de Washington, se produciría rápidamente un cataclismo en todas las economías. Y, en un corto plazo, la economía estadounidense también se vería afectada por el efecto negativo en las cadenas de suministro globales.

La crisis energética mundial y la inflación (o la pobreza en un lenguaje más sencillo) se ha convertido en el problema político central en todo el mundo. La pandemia del Covid-19 es sólo una de las causas que está acelerando la desaparición del capitalismo global liderado por Estados Unidos. Las tensiones entre Occidente y Rusia por el conflicto en Ucrania están amplificando una crisis subyacente que viene a lo menos desde 2008.

La guerra en Ucrania podría haberse evitado si Estados Unidos y sus aliados de la OTAN se hubieran comprometido en solucionar las legitimas preocupaciones de seguridad de Moscú. Pero, las potencias occidentales despreciaron reiteradamente los llamamientos de Rusia un acuerdo diplomático.

En estos días hay señales que las conversaciones entre Ucrania y Rusia podrían estar progresando. Según los medios, la parte ucraniana ha aceptado las demandas de neutralidad, la soberanía histórica de Rusia en Crimea, así como la independencia de las Repúblicas de habla rusa del Donbass.

Este resultado es similar a lo que Rusia había estado exigiendo en los meses previos a que las tensiones se convirtieran en una guerra. El sufrimiento innecesario es una tragedia que podría haberse evitado sí Estados Unidos y la OTAN hubieran tenido una actitud razonable.

Queda por ver, sin embargo, si Washington vetará el progreso de las conversaciones, ya que ha anunciado que seguirá apoyando a Kiev con armas y préstamos financieros. Deberíamos con razón sospechar que la paz no está en la agenda del presidente Biden. De hecho, Estados Unidos necesita conflictos y tensiones permanentes porque, en esencia, esta es la forma que le permite mantener su hegemonía global.

Sin embargo, para el resto del mundo, está quedando claro que se requiere con urgencia un acuerdo en Ucrania y un Tratado de Paz y Seguridad entre Occidente y Rusia.

Es contraproducente que Washington y sus aliados europeos insistan en sanciones contra Rusia, en lugar de terminar con el expansionismo de la OTAN. Esta política belicista está conduciendo a una escalada en los precios que llevará a la economía mundial a una catástrofe que afectará a todas las naciones, en particular a las más pobres y vulnerables.

La arrogancia estadounidense y el servilismo europeo parecen no tener límites.

Las naciones occidentales congelaron los activos extranjeros de Rusia por valor de 300.000 millones de dólares. Ahora, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha decretado que todas las futuras compras de gas deben hacerse en rublos en lugar de dólares o euros. Si no se cumplen las demandas de Rusia, se interrumpirán las exportaciones de gas.

Este movimiento de Moscú está justificado. Si las potencias occidentales se sienten con derecho a cambiar unilateralmente los términos de intercambio, ¿por qué Rusia no debería hacerlo?

Es sorprendente que algunos gobiernos europeos parezcan dispuestos a seguir la política estadounidense incluso cuando esa política los está llevando al abismo. Sus repercusiones ya han desatado conflictos sociales. Los ciudadanos de Europa y Estados Unidos son los que soportan la peor parte del aumento del costo de la vida.

La administración Biden se enfrenta a una reacción electoral negativa en las elecciones de este otoño. Pero, la sensación es que las repercusiones políticas son mucho mayores que una reacción puntual en estos comicios de “medio tiempo”.

La política estadounidense de confrontación con Rusia, China y otros países, está recreando una nueva Guerra Fría que en estos tiempos es completamente insostenible. Y aunque el resultado sea la ruina de sus economías y sociedades los gobiernos europeos están de acuerdo con esta ideología autodestructiva por cobardía o falta de comprensión.

Estados Unidos, para mantener su hegemonía, está destruyendo los cimientos de su propio poder. Sus aliados europeos que le siguen en esta locura están precipitando su propia crisis. El desastre económico provocado por las élites políticas occidentales terminará estimulando los estallidos sociales.

La decisión de Rusia de fijar el precio de su gas (y otros productos básicos) en rublos es un paso tangible para alejarse de la era de las monedas de reserva del dólar y el euro. Mientras tanto China, India y otras naciones están comenzando a abrazar un mundo sin el dictado financiero occidental. Está surgiendo un nuevo orden multipolar en el que las potencias occidentales ya no serán la parte privilegiada. Las contradicciones que se derivan de la arrogancia estadounidense y europea finalmente han llegado a un punto de ruptura. Su actitud de, «Haz lo que decimos, no lo que hacemos», es la broma más tonta del último tiempo.

( Observatorio Crisis)

UN NUEVO ORDEN MUNDIAL

 Por: Julio Sergio Alcorta Fernández.

Recientemente recibimos una parte del texto de unas declaraciones del excelentísimo y bienaventurado emperador, Joe Biden, del  que hemos extraído el siguiente enunciado: “Un Nuevo Orden Mundial se aproxima  y en él, Estados Unidos estará liderando”.

Pudiéramos estar de acuerdo  con esta definición perspectiva de este señor, pero pienso que le faltó haberse extendido adecuadamente (no conozco que lo haya hecho), para aclarar de qué forma ese poderoso y extenso enclave se las arreglará para imponer sus peligrosas imposiciones globales del unilateralismo, del hegemonismo, de la excepcionalidad, que tanto contribuyen a la aparición de deformaciones y aberraciones antinaturales de la conducta, prácticas y las ideas  de lo que hoy se conoce como NAZIFASCISMO.

O es que  ya hemos olvidado que el fuhrer alemán, Adolfo Hitler, y sus ideas nazi-fascistas fueron particularmente admirables  por los propietarios, directivos y accionistas de las grandes empresas y corporaciones estadounidenses que ya en los años 20 y 30, habían hecho considerables inversiones en Alemania y se habían asociado con empresas alemanas

O qué fascistas y filo-fascistas, como los presidentes de DUPONT, ITT, TEXACO, GENERAL MOTORS, IBM, etc. y sobre todo Henry Ford, admiraban a Hitler; algunos de ellos condecorados con las más altas distinciones que la alemana nazi podría otorgar a un extranjero.

No fue por casualidad que los fabricantes de automóviles y las petroleras norteamericanas participaron del triunfo alemán. Sin los camiones, tanques, aviones y otros equipos suministrados por las subsidiarias alemanas de Ford y General Motors, y sin las grandes cantidades de materias primas estratégicas suministradas por TEXACO y STANDAR OIL, vía España, las fuerzas alemanas de tierra y aire no habrían podido tan fácilmente derrotar a sus adversarios en 1939 y 1940.

Entre otros muchos procesos que puedo evocar sobre esta adoración nazi-fascista tan anormal en ese país, puedo referirme al llamado “Proyecto para el Nuevo Siglo Americano”, que delineó desde junio 1997 –cuatro años anterioress del 11 de septiembre de 2001- los objetivos, etapas y medios necesarios para lograr imponer el dominio final del capitalismo occidental, encabezado por los Estados Unidos, sobre todas las regiones del mundo.

Resumiendo, señor emperador, si en ese Nuevo Orden Mundial que se aproxima, al Imperio Yankee se le permite liderarlo, LA HISTORIA VOLVERÁ A REPETIRSE, ya no con un fuhrer alemán como Adolfo Hitler, sino como un “MISTER” engalanado con las vestiduras execrables del fascismo.

La Habana, Cuba, 30 de marzo de 2022.

JSAF

TuEnvio 2.0 comienza a calentar motores e inicia pruebas

 Por: Susana Antón  


Desde hace unos días TuEnvío inició las pruebas de funcionamiento de la tan esperada plataforma 2.0, en su versión beta, para el comercio electrónico y las compras online en sustitución de la existente.

De esta forma, aunque meses después de anunciado el “supuesto inicio” de esta web desarrollada por Datacimex, los especialistas aclararon que parte de las pruebas son para la recopilación de métricas que permitan una correcta configuración de la infraestructura.

Sin embargo, criterios de la población recogidos en varios canales en Telegram referían demoras a la hora de cargar la dirección URL, en los procesos de autenticación y el llenado de las direcciones, consideraciones que deben tener en cuenta desde la Corporación Cimex para, una vez que inicie la plataforma de forma oficial, no se repitan los mismos problemas que saltaron durante las pruebas y que existen en estos momentos.

Los especialistas aclararon que para los clientes que pusieron un email incorrecto, o que no llegaron a activar el usuario, la cuenta se autoelimina en 30 minutos y deben proceder a registrarse nuevamente.

Asimismo, en una encuesta publicada, el 52 % de los 6 402 participantes refirieron no haber leído los términos y condiciones necesarios para terminar la autenticación, cláusulas que establecen la forma en la que se puede usar la información y acceder a los contenidos de una página web o de una aplicación y establece los requisitos para el uso de un recurso o servicio.

Para el registro:

- se puede usar cualquier dirección de correo, no es obligatorio uno .cu

- siempre se debe activar mediante el enlace que se envió

- el correo y el carné de identidad podrán ser registrados una única vez

- la identidad será validada con la ficha única del ciudadano mediante el número de identidad, tomo y folio

- si pones un correo erróneo deberás esperar 30 minutos a que ese registro inactivo se elimine

Los especialistas también resaltaron que en TuEnvio 2.0 se utiliza el término direcciones para definir la entrega y facturación de los productos, similar al concepto de beneficiarios de la versión actual por lo que solo se necesita usar el carné de identidad y la dirección de geolocalización de la entrega.

Cambio de concepto

En TuEnvio 2.0 se introduce un nuevo concepto. Cuando el usuario monta un producto en el carrito, tiene 30 minutos para iniciar el proceso de compra o este retornará a la venta y una vez llegue al final del proceso generará un pedido que le garantiza poder realizar el pago hasta una hora después de realizado dicho pedido.

Transcurrido ese tiempo, el pedido vence y el producto retorna a la venta, pero es importante alertar que no se puede confundir el tener un pedido con una orden confirmada, pues si no paga se pierde.

Desde el canal de Telegram de TuEnvio explicaron que se podrá consultar en todo momento el estado del Pago y del Pedido accediendo al menú del usuario, lo que brinda una mayor seguridad de mantener el pedido reservado y pagar sin presión.

Tarifas de transportación

Tiendas Panamericas presenta una tarifa de transportación consistente en el cobro de $3.00 en moneda nacional de los primeros 15 km, y $ 3.50 a partir del km número 16.

Para el cálculo de la distancia, precisaron los especialistas, se emplea el método de Geolocalización mediante el consumo del servicio Andariego de GEOCUBA.

Por ejemplo:«si usted vive a una distancia de 20 km de la tienda, abonará $ 45.00 de los primeros 15 km, más $ 17.50 de los restantes 5 km, para un total de $ 62.50».

Este es un método en el cual tomando como punto de partida la localización del almacén, se trazan anillos de 1 km hasta el límite de la provincia. A su vez, se asocia la georreferencia de cada usuario al anillo que le corresponde, y por esta vía se establece el precio de transportación para ese cliente.

“Todos los usuarios que se encuentren dentro de un mismo anillo se les aplica igual precio de transportación. Los anillos trazados no son de tipo radial, si no que responden a un cálculo cartográfico”, señalaron.

Estas pruebas encendieron las alarmas sobre la posibilidad de que la puesta en marcha de TuEnvio 2.0 sea próximamente, sin embargo, aún queda por ver si realmente la versión es superior en funcionamiento a la actual, más, con los problemas que presenta la plataforma ante la gran demanda de usuarios concurriendo a la vez.

(Tomado de Granma)

Feria Internacional de Turismo consolidará Destino Cuba. Comentario HHC



La Habana, 1 abr (Prensa Latina) El gobernador de la occidental provincia cubana de Matanzas, Mario Sabines, significó hoy que la 40 Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2022) consolidará al país como destino de vacaciones.

Esa cita está prevista del 3 al 7 de mayo próximo en el balneario de Varadero, perteneciente al mencionado territorio, y uno de los escenarios más importantes del archipiélago para la industria de los viajes.

Entrevistado por el portal Cubasí, el funcionario señaló que la reunión se desarrollará en un polo que incluye la seguridad ciudadana y biosanitaria entre los principales atributos, tanto de ese lugar como de la nación en su conjunto.

Dijo que el gran compromiso es que la Feria quede bien, pues si el turismo crece se encadenan otras entidades y actividades económicas del territorio y del país.

Comentó que el turismo es la locomotora de la economía nacional, por lo que en esta provincia existe un gran propósito con desarrollarlo, mientras recordó que el pasado 15 de noviembre la isla abrió las fronteras a los viajes de recreo.

Puntualizó que con esa apertura también surgieron nuevos productos turísticos en el balneario de Varadero, y una cartera de opciones atemperada a los protocolos sanitarios contra la Covid-19, en aras de vacaciones saludables.

Concluyó, que en la actualidad Varadero tiene en operación 43 hoteles, con el 78 por ciento de las habitaciones disponibles en esa playa.

Especificó que las encuestas de satisfacción de los viajeros catalogan de muy favorables los resultados en la presente temporada invernal para Varadero.

Esa franja de 22 kilómetros a lo largo de la península de Hicacos fue seleccionada recientemente como la segunda mejor playa del mundo, según criterios de turistas recopilados por la web de viajes TripAdvisor.

mgt/rfc

Comentario HHC: Importante los resultados de esta Feria. Pocos datos, como es ya habitual  en los funcionarios que le dan la palabra, lo que ocasiona dudas e incertidumbre, y lo que dicen no estimula en ocasiones. Que diga que tengan solo el 78 % de las habitaciones disponibles del polo,  después que llevamos dos años invirtiendo dinero para ponerlas en orden según mandato de la Asamblea Nacional, no es un mérito. 

Se repite, de modo afirmativo, lo que es una aspiración, de que el turismo es la locomotora de la economía, cuando hasta el Primer Ministro y ex ministro de turismo ha afirmado que esa es la pretención, ¿ qué tiene el potencial ? si logramos reactivar el turismo a niveles superiores a los alcanzados en el 2018 y algo más, sí.  La Construcción es el sector que más ha aportado al crecimiento del PIB en los últimos años, ha sido la locomotora, si quieren llamarla así, y antes, los servicios médicos en el exterior , es decir, el sector de la salud.

Lo importante y decisivo, reitero, por otra parte, no son los 2.5 millones de visitantes que se logren este año, que está difícil, y ya veremos cuando informen los visitantes de marzo, la ONEI, dónde estamos, sino los 1 179 millones de dólares de ingresos previstos en el 2022, más la máxima Utilidad asociada al mismo.

La planificación urbana y el manejo de los recursos

 1 abril 2022, LJC

Planificación

La crisis del planeamiento tradicional

El creciente cuestionamiento a la conveniencia y utilidad de la planificación no es exclusivo de la economía, también ha alcanzado el ámbito de la planificación territorial y urbana. Planificar requiere un mínimo de estabilidad en un contexto en el cual imaginar un futuro deseado y los modos de concretarlo. Sin embargo, es un hecho que en los últimos decenios se han acelerado los cambios socioeconómicos a escala global, en particular por la revolución tecnológica (sobre todo en el transporte y las comunicaciones).

En un pequeño país como Cuba se incrementan los niveles de incertidumbre y vulnerabilidad, al presentar una economía abierta y dependiente de altibajos en los precios mundiales, variaciones en los flujos turísticos, cadenas de transporte internacional, junto a la incidencia incontrolable de acontecimientos externos: el bloqueo norteamericano, guerras, pandemias o eventos meteorológicos adversos.

No siempre fue así. La integración de la economía cubana en el sistema económico del socialismo europeo y sus planes quinquenales permitió, en las décadas del setenta y ochenta, disfrutar de bases relativamente solidas sobre las cuáles formular planes de desarrollo a largo, medio y corto plazo.

El planeamiento físico se articulaba al proceso inversionista por medio de la macro y micro localización de todas las inversiones previstas en los ámbitos productivo, de servicios, vivienda e infraestructural. En ese marco, la planificación física actuaba no solo «traduciendo» los planes económicos a sus aspectos territoriales, sino que se constituía en contraparte a las exigencias sectoriales de eficiencia económica por parte de los ministerios, al defender criterios de equidad social —por ejemplo, en la distribución espacial del empleo— así como de protección al medio ambiente.

Ese escenario permitía diseñar con bastante detalle las soluciones deseadas a largo plazo en el uso del suelo, localización de los programas industriales, grandes infraestructuras, etc., desde la escala nacional hasta los planes directores de las ciudades. La brusca y dura crisis de los años noventa trazó un panorama radicalmente distinto al evidenciar la inutilidad del planeamiento de futuros lejanos cuando era casi imprevisible el presente.

Planificación

Mapa de Cuba, 1819

El nuevo escenario cubano

Es sintomático que el propio Instituto de Planificación Física —ahora de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU)—, haya considerado oportuno desplazarse terminológicamente de una ambiciosa «planificación» a un más prudente «ordenamiento». El debate internacional sobre la inutilidad de una planificación urbana detallada a largo plazo se ha superpuesto, en el caso de Cuba, a otra polémica referida al eje plan y mercado.

Sin caer en extremismos que absoluticen el papel de uno u otro cual mecanismos de asignación de recursos, hay que tener en cuenta la tendencia actual a una mayor diversificación de los sujetos socioeconómicos y de los centros de toma de decisiones.

En un escenario que liquidó de forma casi absoluta la propiedad privada y centralizó de manera radical la toma de decisiones, tenía sentido una planificación física al servicio de un único dueño —el estado—, que localizaba sus inversiones de acuerdo a las políticas adoptadas, aseguraba la coherencia de las obras y preveía y trazaba las infraestructuras necesarias a largo plazo.

Ello no impedía que se generaran problemas como la insuficiente previsión de suelo para la vivienda por esfuerzo propio, o las contradicciones en la toma de decisiones entre los intereses sectoriales y los sociales o ambientales; pero se trataba de un modelo factible en su contexto.

En la medida en que cambió el escenario económico y político y empezó a conformarse, en el último decenio, un modelo regido por otros principios: descentralización, diversificación de actores sociales, aparición de miles de pequeñas y medianas empresas privadas y cooperativas; el papel del mercado empezó a adquirir otra magnitud y, con ello, varió el papel de la planificación.

Surgieron entonces preguntas insoslayables: ¿Cómo transformar y adecuar el planeamiento físico a un planeamiento económico en evolución? ¿Tiene sentido diseñar en detalle un futuro incierto? ¿Cuáles son los límites en la capacidad de planificar y decidir centralmente las inversiones? ¿Cómo armonizar las miles de decisiones y transformaciones urbanas autónomas?

¿No habrá que reforzar los aspectos normativos del ordenamiento territorial —regulaciones urbanas—, en un marco en que se han multiplicado los actores —gubernamentales, empresariales y comunitarios—, que inciden en la transformación de las ciudades?

Planificación

Croquis de la ubicación de la ciudad de La Habana, 1610.

El modelo de planificación y la descentralización

Es imposible examinar, evaluar o diseñar un modelo de planificación sin tomar en cuenta la estructura política, administrativa y de gestión económica del país en cuestión. Se comprende que en una primera etapa el gobierno revolucionario haya requerido estructuras muy centralizadas para acometer transformaciones radicales y enfrentar fuertes obstáculos sin disponer de cuadros suficientemente preparados, ni de una infraestructura legislativa e institucional adecuada.

Ello agilizaba la toma de decisiones, pero conformó también una institucionalidad y una cultura de ordeno y mando que privilegia la disciplina sobre la creatividad, baja decisiones con rapidez y efectividad, pero frena u obstaculiza que suban opiniones o propuestas diversas desde la base, es decir, desde los territorios.

Varias veces se ha intentado modificar el modelo para hacerlo más participativo. La Constitución de 1976, que concluyó el llamado «proceso de institucionalización», pretendía transformar esa tendencia mediante el sistema del Poder Popular —que debía facilitar la participación—, y de una división político-administrativa más cercana a la base. Un segundo impulso descentralizador se desarrolló de manera espontánea en el inicio del Período especial, al debilitarse las estructuras estatales y multiplicarse las iniciativas no gubernamentales, con mayor protagonismo de la sociedad civil.

El tercer intento viene desarrollándose desde que Raúl Castro anunció un proceso de reforma cuyo contenido se ha plasmado en documentos como los Lineamientos, el Plan de desarrollo al 2030, la Conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista o la propia Constitución del 2019.

Esos impulsos han sido frenados por intereses creados en el cuerpo burocrático del Estado, sedimentados y solidificados a lo largo de décadas a todos los niveles. Se ha conformado una cultura política y administrativa que se siente más cómoda «exhortando» y «bajando orientaciones» —o «cumpliéndolas» sin riesgos en la base—, que abriendo el debate y apoyando el pensamiento creativo. Ello ha logrado diluir o descafeinar cualquier intento serio de descentralización.

Nos encontramos pues en el tercer round de una batalla no ganada. Pero no hay que olvidar que el marco en que hoy se desarrolla el debate no es el mismo: la Isla se halla ahora realmente «al borde del abismo», en una situación sumamente crítica, hay nuevas generaciones que reclaman su lugar, Internet existe, las discrepancias se manifiestan abiertamente —incluso en la calle— y el país es mucho más diverso.

Planificación

Plano de Baracoa, 1840.

Es esencial entender que para conformar un sistema de planificación descentralizado no basta con cambiar el nombre a las instituciones, emitir otras leyes y decretos o escribir nuevas metodologías. Es ineludible modificar las estructuras políticas y administrativas, así como la cultura de gestión. No se puede, por ejemplo, reclamar una activa participación de los municipios en el desarrollo del país trasladándole solamente atribuciones y responsabilidades, sin traspasarle asimismo los recursos financieros, materiales, humanos y tecnológicos requeridos.

Cuba se enfrenta en este momento a tres retos esenciales: el proceso de diversificación de los sujetos económicos, en el que habrá que admitir que no es lo mismo la propiedad estatal que la social, y que esta debe complementarse con la privada y la cooperativa; el proceso de real y efectiva descentralización hacia los municipios, no solo de desconcentración de funciones; y un entorno político y económico de máxima incertidumbre, donde es vital la capacidad de gestión distribuida, flexible y adaptativa.

La estructura económica que heredan las actuales generaciones responde todavía a un Estado extremadamente centralizado. Ello ha generado un fenómeno esencial para entender las dificultades enormes a las que se enfrenta el actual intento de descentralización.

Los canales previstos se organizaron desde un inicio a través de ministerios sectoriales que distribuyen verticalmente recursos materiales, financieros y humanos de acuerdo a una lógica decidida en los máximos niveles de dirección. En cambio, las estructuras del Poder Popular, es decir las estructuras políticas y administrativas territoriales, no disponen de los recursos necesarios para realmente gobernar. Tan solo administran —bajo directivas, orientaciones y normativas nacionales— los débiles presupuestos de que disponen. Su capacidad de decidir y ejecutar nuevas inversiones ha sido prácticamente inexistente.

La pérdida de confianza de la población en la capacidad de los delegados para resolver los problemas proviene de ahí. Asimismo se explican: la necesidad de movilizar ministerios para solucionar realidades locales como los barrios «vulnerables»; la debilidad e insuficiente formación de cuadros locales y la creciente debilidad del planeamiento territorial.

Este modelo centralizado condiciona la elaboración de planes sectoriales, concebidos para la distribución vertical de inversiones y recursos que, cuando se desglosan territorialmente, llegan a la base carentes de integralidad. Los municipios se enfrentan entonces al difícil ejercicio de dotar de coherencia a planes cuyas prioridades a veces tienen poco que ver con las necesidades del territorio, pues responden a otras lógicas.

Los ministerios y sus direcciones locales correspondientes están al tanto de sus presupuestos, pero es improbable que conozcan el presupuesto integral de un territorio. De consultar los planes de ordenamiento urbano aprobados, se constatará que ninguno contiene un cálculo relativamente completo del monto de inversiones necesarias. Este sistema pone en situación extremadamente compleja a los gobiernos locales, que deben enfrentar multiplicidad de dificultades y demandas locales sin disponer de medios para resolverlas.

El gobierno y la administración municipal se convierten en un equipo de apagafuegos sobrecargado de problemas puntuales, más reactivo que propositivo, sin tiempo ni capacidad para una visión global de la situación, sin poder establecer líneas articuladas de actuación ni disponer de recursos materiales o intelectuales. Trabajan con una visión cortoplacista en la que cualquier reflexión sosegada les resulta una pérdida de tiempo ante las continuas urgencias, conflictos y calamidades.

La actual diversificación de actores económicos complica más el funcionamiento del sistema heredado. Basta constatar las dificultades con que el Sistema Nacional de Estadística e Información registra la actividad económica no estatal. Finalmente, no hay que olvidar los altos niveles de incertidumbre en los que se mueve la actividad económica y que obligan a adaptaciones, actualizaciones, perfeccionamientos y ajustes del plan que hacen dudar de su utilidad. Ajustes y rectificaciones que, además, no siempre provienen de incógnitas externas sino de vicios propios de un exceso de idealismo y voluntarismo.

Planificación

Plano de la ciudad de Cienfuegos, 1839.

Las iniciativas actuales

Es necesario constatar que no hay todavía una respuesta coherente a las dificultades referidas, sino más bien tanteos aislados, a veces contradictorios, sobre cómo adaptar el planeamiento urbano a las nuevas realidades. Mencionaré los que considero más importantes.

Ante la evidente inadecuación y obsolescencia del viejo Decreto sobre Planificación Física de 1978, en diciembre de 2020 se promulgó la Ley de ordenamiento territorial y urbano y la gestión del sueloAdemás de definir las competencias, instrumentos y procedimientos para el planeamiento, gestión y control territorial y urbano; contiene la novedad de abordar el tema de la gestión del suelo.

En la norma se precisa el contenido del plan de ordenamiento urbano (las determinaciones urbanísticas para la organización del uso del suelo, su ocupación y utilización, la estructura y morfología, las regulaciones urbanísticas y el programa de acciones), y se determina un alcance temporal de corto y mediano plazos. Se regula también el régimen jurídico y urbanístico del suelo y su articulación con el proceso inversionista, a través de instrumentos de gestión como la macro y microlocalización, los permisos de construcción, los certificados de habitabilidad, etc.

Pero el problema fundamental de estos planes es su débil operatividad. Ellos debieran convertirse en instrumentos de dirección de los gobiernos territoriales, pero ya fue explicada la actuación de los mismos, más presionados por urgencias cotidianas que por visiones estratégicas. Por otra parte, los niveles de indisciplina urbanística, tanto de la ciudadanía como de organismos estatales, son considerables, por cuanto los esfuerzos de difusión y comunicación de los planes y las regulaciones —así como la participación en su elaboración— son prácticamente inexistentes.

En estos días el INOTU ha comenzado por fin a publicar en su portal web los textos de los planes de ordenamiento urbano de diversas ciudades, pero se trata de volúmenes de 300-400 páginas que requerirían un trabajo de edición y simplificación si en verdad se pretende que la ciudadanía los conozca. Es compleja e insuficiente también su articulación con la planificación económica, financiera, o ambiental. Y muy preocupante, finalmente, la re-verticalización del sistema institucional, que ha vuelto a supeditar centralmente las instancias provinciales y municipales, hasta ahora subordinadas a los gobiernos locales.

Otro núcleo importante de pensamiento urbanístico se ha ido conformando en el equipo del Plan Maestro de la Oficina del historiador de la ciudad de La Habana. Entre otros aspectos novedosos, merece la pena destacar su enfoque integral. Su instrumento principal, el Plan Especial de Desarrollo Integral (PEDI), articula las dimensiones económica, social, cultural, ambiental e institucional de las transformaciones urbanas en un intento de superar el extremo sectorialismo de los planes de desarrollo y el proceso inversionista. Es esencial igualmente su involucramiento en la fase de implementación del plan.

Planificación

Plano de la ciudad de Camagüey, 1950.

El hecho de que el PEDI esté integrado a una institución cuyo modelo económico permite una autonomía y sostenibilidad inhabituales en Cuba a escala local, explica una aplicación más efectiva que la de los otros planes urbanísticos. En este caso se puede afirmar que el plan y las regulaciones urbanas han constituido una guía para la gestión. Este enfoque exitoso ha sido apreciado como modelo a imitar por otros municipios. Su difusión ha iniciado felizmente a través de la conformación de una Red de ciudades patrimoniales, aunque de modo paradójico no logra trascender aún el área del centro histórico habanero.

La única excepción, hasta ahora, la constituye el novedoso Plan perspectivo de desarrollo de la Bahía de La Habana, que involucra varios municipios. Se trata de planes estratégicos que desarrollan programas y proponen medidas específicas, acciones y proyectos, aunque deben desafiar el reto de gestionar un territorio manejado también por un consejo de administración municipal.

Finalmente, es ineludible mencionar un tercer grupo de iniciativas relacionadas con el descubrimiento reciente por parte de las autoridades nacionales de las oportunidades y potencialidades del desarrollo local.

Aprovechando la experiencia de programas en tal sentido, como el dirigido al Fortalecimiento de las capacidades municipales para el desarrollo local (PRODEL), liderado por el Centro de desarrollo local y comunitario (CEDEL); o la Plataforma Articulada para el Desarrollo Integral Territorial (PADIT), dirigida por el PNUD de conjunto con el gobierno cubano, se ha sistematizado un enfoque que cristalizó en el interesante Decreto 33/2021 para la Gestión estratégica del desarrollo territorialen el cual «se regula lo relativo a la implementación de las estrategias de desarrollo y la gestión de los proyectos de desarrollo local». 

Las primeras —que deben ser elaboradas, implementadas, evaluadas y actualizadas por el Consejo de la Administración Municipal—, definen las líneas estratégicas y los programas correspondientes, y articulan los proyectos de desarrollo local. El Decreto y tres Resoluciones posteriores fijan igualmente los modos de implementación de los proyectos, así como su financiación. En estos momentos se informa que han sido aprobadas más de cien estrategias municipales (de 168 municipios), así como más de cuatrocientos proyectos de desarrollo local.

Paralelamente se adoptaban los Decretos 44, 46 y 47 sobre el trabajo por cuenta propia, las micro, pequeñas y medianas empresas, así como las cooperativas no agropecuarias. En marzo de 2022 rebasan ya las 2 600 entidades aprobadas. Todo ello —junto a crecientes proyectos de desarrollo local—, está creando un rico entramado económico y social de iniciativas, en su inmensa mayoría no estatales, que abren oportunidades de desarrollo a escala municipal pero requieren un marco que las oriente y articule a los planes económicos, territoriales y financieros estatales para el territorio. Tal es el papel previsto para las estrategias municipales.

Lamentablemente, la preparación metodológica y hábitos de dirección de los funcionarios de los Consejos de administración municipales no están a la altura de lo que requiere la formulación de una estrategia de desarrollo. Buena parte de estos documentos —redactados a menudo por especialistas o académicos ajenos al CAM—, se limitan a presentar un análisis DAFO y a definir líneas estratégicas, pero sin desarrollar los indispensables programas correspondientes, por lo que resulta difícil articularlas a proyectos en marcha.

Estos problemas se agudizan hasta el absurdo en el caso de la capital, donde la ciudad no está en un municipio, sino que quince municipios están en la ciudad. Si ya es complejo articular las acciones, decisiones y recursos en un municipio; en La Habana se hace imprescindible un instrumento de planeamiento a escala metropolitana, sea un Esquema de desarrollo provincial o un Plan general de ordenamiento urbano.

Recientemente (junio de 2021), se aprobó el PGOU de la ciudad de La Habana, pero las deficiencias y desactualización del documento son de tal calibre que lo tornan inviable e inútil. Ello facilita los altos niveles de indisciplina urbanística y descontrol en el proceso inversionista, donde tanto entidades estatales como particulares incumplen las regulaciones impunemente. Aquí se verifica la máxima de que no hay viento favorable para el que no sabe adónde va. Se trata de un forcejeo entre iniciativas privadas, decisiones y medidas municipales y programas inversionistas sectoriales de los ministerios que debiera ser arbitrado de modo más eficiente.

Planificación

Plano de Santiago de Cuba, 1899.

Algunos temas pendientes

Quisiera enfatizar en cuatro aspectos esenciales pero insuficientemente abordados aún.

En primer lugar, la gestión del suelo. El suelo urbano y el fondo inmobiliario, principal recurso del que dispone una ciudad, están hoy administrados por organismos sectoriales que se consideran sus dueños y toman decisiones inconsultas o arbitrarias sin estar facultados para ello. Por otra parte, los Consejos de la Administración territorial prácticamente no tienen facultades sobre el manejo del suelo, por lo que difícilmente puedan incidir en su adecuado uso.

Es necesaria una norma jurídica que defina los derechos privados y públicos al respecto y, en particular, las competencias del gobierno de la ciudad sobre el patrimonio inmobiliario estatal (suelo y edificaciones). El hecho de que no se disponga de un catastro urbano operativo ni de un Registro de la propiedad actualizado, agrava la situación.

En segundo lugar, el tema de la información, la comunicación y la participación. A pesar de la profusa «narrativa» sobre la participación, hay que admitir que estamos muy lejos de una genuina participación en el planeamiento. Sin una adecuada información, cualquier convocatoria a la participación es, por lo menos, demagógica.

La información sobre las ciudades es muy deficiente, pues el sistema de estadística e información está concebido para el uso de los ministerios. Además, la publicación y divulgación de esa información es pobre. Basta consultar los anuarios provinciales o municipales en la página web de la Oficina de Estadística (ONEI) para tropezar con vacíos, errores e incoherencias en las cifras.

Por otra parte, si los esfuerzos de comunicación por parte de las instancias de planeamiento —nacional o local—, son pobres o inexistentes, es inútil pensar en que pueda avanzar la participación. ¿Cómo cumplir unos planes que se desconocen o unas regulaciones que no se publican? Y en el caso de que la participación incursione en la distribución de recursos financieros, las resistencias son entonces mayores. El único experimento de presupuesto participativo, realizado dentro del Centro Histórico de La Habana, fue rápidamente desautorizado.

En tercer lugar, la cuestión del control, el monitoreo y la evaluación. Es una práctica habitual —tanto en la planificación territorial como en la económica—, el no definir ni los indicadores ni las formas de monitoreo y evaluación de la marcha del plan. Se formulan los planes y, cuando comienzan a desviarse de la realidad o a incumplirse, la reacción no es analizar y evaluar las razones de los incumplimientos, sino formular nuevos planes. ¿Dónde están los informes de rendición de cuentas? ¿Cuándo los Consejos de administración o el gobierno territorial rinde cuentas de su actuación ante la población?

El acuerdo del Consejo de ministros que aprobó el Plan de La Habana afirma que «el Gobernador de la provincia de La Habana entrega al IPF, antes del 30 de abril de cada año, el informe anual de la evaluación de la implementación del Plan». Será interesante comprobar cómo se logra redactar ese informe si en el Plan no existe ni un programa de acción ni un sistema de indicadores. Informe que, dicho sea de paso, sería extremadamente importante que fuera de conocimiento público.

Planificación

Plano de la ciudad de Matanzas de J. J. Romero, 1837.

Al fin y al cabo, el Gobierno no solo se debe al presidente del IPF sino, en primer lugar, a sus conciudadanos. ¿Cómo se puede llamar a la participación ciudadana sin dar a conocer esta elemental información?

En cuarto lugar, el imprescindible tema del fortalecimiento de las capacidades. Se requerirá un paciente trabajo de capacitación de los cuadros municipales. El papel de la universidad es necesario, pero no para sustituir a los cuadros locales sino para entrenarlos y aprender de ellos, porque la universidad debe ser capaz no solo de conceptualizar sino también de aprender a actuar en la urgencia y en la carencia.

Sería interesante Debería evaluarse hasta qué punto los instrumentos metodológicos y normativos que se proponen son efectivos y lograr que los intendentes y sus equipos se pronuncien sobre ello. Y habrá que preparar las condiciones necesarias para producir un trasvase de especialistas desde los organismos centrales a las oficinas provinciales y municipales.

Nos encontramos una vez más en un momento de posible cambio, en el que hay que aprovechar las oportunidades que se abren y actuar con decisión. Es importante identificar los obstáculos a vencer, pues no solo los tradicionales instrumentos de planeamiento no son ya operativos, sino el propio diseño institucional del país debiera re-balancear los poderes sectoriales (ministerios) y los territoriales (gobiernos locales).

Hay que articular más orgánicamente el planeamiento urbano a la administración local de los recursos; reforzar las instancias municipales, no solo en atribuciones sino en recursos y conocimiento; articular los planes y los presupuestos, entre sí y con las iniciativas privadas y comunitarias que requieren apoyo y no obstrucción. Todo ello será posible si se demuestra una verdadera voluntad de cambio.