Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

jueves, 21 de marzo de 2019

Que el incremento sostenido de todas las producciones y la calidad marquen el rumbo

A la reunión asistieron, además, Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la CTC, y Ulises Rosales del Toro, vicepresidente del Consejo de Ministros. Foto: Ariel Cecilio Lemus
«Es preciso lograr un incremento sostenido de todas las producciones lácteas, cárnicas, en conservas, confiteras…». Y hay que «pensar en el mercado interno, en todo lo que se necesita, con líneas más o menos económicas, pero siempre de calidad», aseguró este miércoles Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante el balance anual del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal).
En la reunión, que prestó particular atención a los principales incumplimientos de la industria en el 2018 y a cómo incrementar las ofertas a la población, Díaz-Canel subrayó el papel estratégico del organismo para insertarse en las dos grandes prioridades del país: la defensa y la economía.
Como ya se hace costumbre en estos encuentros de trabajo, el Presidente llamó la atención sobre el desempeño eficaz de los cuadros, especialmente en un sector vital como el alimentario.
A su juicio, «no les puede faltar sensibilidad con los problemas de la gente, debe molestarles que las cosas no estén bien o estén detenidas. Tienen que ser cuadros emprendedores, con empuje, con poder de convocatoria y capaces de buscar soluciones de manera ágil e inteligente».
El valor de la comunicación social, tanto hacia la población como hacia los trabajadores, para explicar los problemas y las proyecciones de la industria; la necesidad de avanzar en la informatización y automatización de los procesos; la urgencia de aplicar los resultados de las investigaciones con un enfoque innovador, así como la importancia de estrechar vínculos entre el sector empresarial y los centros de estudio, también fueron temas abordados con profundidad.
Díaz-Canel enfatizó, además, en la batalla ética contra la corrupción y las ilegalidades, asunto que requiere perfeccionar los sistemas de control interno, y se pronunció por el fortalecimiento de las estrategias de reanimación de los territorios: «todo lo que se haga tiene que ser mejor a lo anterior».
En torno al amplio ejercicio legislativo que resultará de la Constitución, una vez proclamada, llamó a revisar qué leyes podrían estar relacionadas con la gestión del Ministerio e insistió, de cara al reconocimiento de la autonomía municipal, en qué tipo de industria alimentaria precisamos y en qué tipos de encadenamientos productivos pueden generarse.
Sobre este último tema, dijo, las prioridades están claras: el sector de alimentos debe promover encadenamientos con la inversión extranjera; con la industria nacional, fundamentalmente la agricultura, y los ministerios del Comercio Interior e Industria, con las exportaciones y con el turismo, donde todavía las importaciones de alimentos son muy elevadas.
El mandatario instó a generalizar las mejores experiencias en materia de producción y diversificación de las ofertas y reconoció las limitaciones que aún lastran los procesos inversionistas: «tenemos que despojarnos de la chapucería y lograr que las inversiones rindan lo previsto en los estudios de factibilidad».


EL RETO DE INCREMENTAR LAS OFERTAS A LA POBLACIÓN
Según el informe presentado, con marcado matiz crítico, el 2018 estuvo signado por incumplimientos en las entregas de materias primas agropecuarias y por los efectos de las restricciones financieras, situación que, unida a problemas subjetivos, limitó los aportes del sector a la economía del país.
Las metas para el 2019 «siguen siendo tensas, pero alcanzables», como trascendió en las palabras de la titular del Minal, Iris Quiñones Rojas, y estarán dirigidas, sobre todo, «a lograr una mayor satisfacción de las demandas de la población».
El análisis de la gestión inició con la información referida al estado de las políticas que comanda el Minal: la de la pesca, la de la producción industrial de alimentos y bebidas y la concerniente a la importación de alimentos industrializados.
Sobre esta última, los estudios sostienen que anualmente se importan unos 500 millones de dólares de productos alimenticios industrializados, de los cuales una parte puede ser producida por la industria nacional, como aguas, jugos, mariscos, instantáneos y refrescos. Todavía no existe un mecanismo efectivo que regule las compras en el exterior, para evitar la salida de liquidez innecesaria,
si bien la fabricación interna no es suficiente en cantidad y calidad para sustituir todas las importaciones.


PRINCIPALES RESULTADOS DEL SISTEMA EMPRESARIAL ATENDIDO POR EL MINAL
  • Las exportaciones reportaron cifras de 213 829 000 dólares.
  • Se incumplen diez producciones seleccionadas, entre ellas carne de res deshuesada, carnes en conservas, leche en polvo, yogur de soya, café torrefaccionado, harina de trigo, aceite vegetal refinado, y harina de soya para pienso y cerveza.
  • Se mantuvieron como las mayores insatisfacciones de la población, la insuficiente oferta en relación con la demanda, la sustitución del yogur de soya por mezcla para batido en la canasta familiar normada y la mala calidad de varias producciones, en particular la de los productos cárnicos y el pan de la canasta familiar normada.
  • Se ejecutaron inversiones por un valor de 173 913 900 pesos.

Se resaltó que ya son 11 las empresas mixtas en operaciones en el sector y se encuentran en proceso de negociación siete contratos de asociación económica internacional, dirigidos al incremento del potencial productivo de la camaronicultura, el desarrollo de otros fondos exportables de la rama pesquera y la producción de harina de trigo, así como los servicios de refrigeración y electrónicos.

En cuanto al incremento y diversificación de las exportaciones y sustitución efectiva de importaciones, a pesar de los resultados, aún los empresarios desconocen las potencialidades del sector para encadenarse y falta creatividad para la incorporación de productos en el mercado internacional.
De cara al desarrollo de la industria, las inversiones estuvieron dirigidas a la adquisición de nuevas líneas, la recuperación de equipamiento, la protección del medioambiente, las fuentes renovables de energía, así como el aseguramiento a la calidad y la infraestructura. Resultaron beneficiadas, entre otras, las ramas láctea, cárnica, conservas de frutas y vegetales, confitería, molinería, panadería y bebidas y refrescos.
Y en pos de incrementar la producción de alimentos con destino a la población, las estrategias planteadas pretenden incorporar nuevos productos normados, pero no subsidiados, en las bodegas; diseñar productos destinados a los adultos mayores de 65 años; aumentar y diversificar los surtidos para la población con enfermedades de regímenes especiales, y crecer en la utilización de los subproductos de la industria.


ALGUNAS PROYECCIONES DE TRABAJO PARA ESTE AÑO
  • Se planifican exportaciones por 216 millones de CUC.
  • Incrementar el vínculo de las empresas lácteas con las minindustrias para la sustitución de sabores importados por pulpas de frutas.
  • Producir 5 300 toneladas de embutidos.
  • Avanzar en la distribución de la carne envasada para niños.
  • Transformar los embutidos de la canasta familiar normada por productos de mayor aceptación.
  • Iniciar el envasado de aceite con destino a la canasta familiar normada en La Habana.

QUE LA CALIDAD SEA PREMISA

El debate que suscitó el informe puso los puntos sobre las íes de los encadenamientos productivos, las debilidades para avanzar en la inversión extranjera y las deudas de calidad en muchos surtidos.
Para darle más alimentos al pueblo, aseveró Armando Posada, presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, hay que cumplir con los surtidos del plan día a día, tener un control más eficiente de los recursos financieros y de materias primas e incrementar los rendimientos productivos e industriales.
Rosel Gil Rodríguez, director general de la Empresa Cubana de Molinería, comentó, por su parte, sobre el programa de crecimiento de la producción de harina de trigo y de cómo han aumentado los niveles productivos respecto a igual periodo del año anterior, aunque siguen siendo insuficientes.
Al respecto, Díaz-Canel puntualizó en el valor de los mantenimientos oportunos en esta industria, en el examen de las estrategias de distribución y transportación y en la calidad de las producciones, desde la harina hasta el pan.

¿Por qué el resultado de la zafra es vital para la economía?

Foto: Granma
  • Durante el 2018, la economía nacional se vio afectada por un grupo de actividades que decrecieron con respecto al 2017, fundamentalmente lo relacionado con la zafra azucarera, por impactos climatológicos. Lo anterior conllevó al incumplimiento de los ingresos por exportaciones.
  • Asimismo, no se logró el nivel previsto de generación de energía con fuentes renovables, provenientes de la biomasa.
  • Para el 2019 se estima el crecimiento de sectores de la economía primarios por su impacto en la parte productiva del país: la agricultura, la ganadería y la silvicultura, la industria azucarera, la construcción, el comercio, el transporte y las comunicaciones.
  • Se espera una mejor zafra que la pasada.
  • Están previstas en el plan la producción de 1 517 000 toneladas de azúcar.
  • Se deben destinar 920 000 toneladas a la exportación.
  • Se mantiene un chequeo constante por el primer nivel de dirección del país en función de alcanzar estos resultados.
  • El Plan 2019 concibe un 6 % de crecimiento de las exportaciones y el peso fundamental está en la exportación de azúcar y en los ingresos turísticos.
Fuente: Informe de Alejandro Gil Fernández, ministro de Economía y Planificación, en el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la ix Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Palacio de Convenciones, los días 21 y 22 de diciembre de 2018.

La devaluación del peso cubano. Evaluación del costo político.


Por JOAQUIN BENAVIDES. 
21 de marzo de 2019

Estimado Pedro:

Yo leí igual que tú el artículo de Armando Nova. Lo encontré bueno, en especial porque resume los distintos puntos de vista que hemos discutido todos los participantes durante meses sobre el tema de la unificación monetaria y cambiaria. En especial coincidí con él en que “es una decisión impostergable”
Mi posición es precisamente, y así lo he venido planteando últimamente, una vez aprobada la Constitución, que es una cuestión de índole y alcance político.

Quisiera aclarar mi punto de vista de que los únicos políticos no son los que toman las decisiones de alcance político, considerando como tales las que tienen incidencia en la vida de la población.

Políticos somos todos a los que nos preocupan los problemas que atañen al pueblo, a sus condiciones de vida y a sus opiniones acerca de cómo se abordan la solución de los problemas que le afectan y se atienden los compromisos que le han hecho los responsables políticos.

Este tema ha sido discutido y aprobada su solución en los dos últimos Congresos del Partido y refrendado por la Asamblea Nacional, afirmándose en varias ocasiones por nuestro principal dirigente, que no podía esperar más su solución.

Eso de por sí ya obliga políticamente a resolverlo. Proponer las fórmulas prácticas corresponde a los economistas y dirigentes económicos, que además tienen la responsabilidad de evaluar el riesgo político y buscar las soluciones que lo atenúen.

Pero no cumplir con este compromiso reiterado, ya de por si es un grave problema político, que debe ser enfrentado y resuelto por los políticos, sean gobernantes o no.

Yo no tengo responsabilidades políticas de gobierno desde hace casi dos décadas, pero me siento políticamente comprometido con la actuación de nuestro Gobierno como siempre lo estuve y lo estaré.  Eso es lo que me da derecho, desde mi punto de vista, a exigir, que en un momento especialmente complejo como el actual, se haga lo que deba hacerse para cumplir lo acordado y destrabar el funcionamiento de la economía.

Está claro desde el principio para casi todos los que nos hemos involucrado en esta discusión, que la cuestión no es solo devaluar el peso. Junto a eso, antes, durante o inmediatamente después, hay que reestructurar las empresas estatales, extraerles el personal sobrante sin afectarle su salario; aprobar las leyes que regulen el sector privado y cooperativo y aumentar los salarios y las pensiones, en la medida necesaria. Eso es complejo, pero es posible hacerlo, sobre todo si se programa adecuadamente y se explica con todos los detalles. Esa es la función del Gobierno.  Si no la cumple, se estará afectando políticamente.

El riesgo político no está en actuar sino en no actuar, dando la impresión de que los problemas no existen o que se ignoran.

En mi opinión no se debe continuar planteando por la Dirección, que la tarea principal es incrementar las exportaciones y disminuir las importaciones, sin crear los mecanismos de estímulo empresarial, implícitos en la modificación de la actual tasa oficial de cambio y esperar a que llegue el fin de año y haya que admitir que no ocurrió lo planificado.  Eso afecta la credibilidad en nuestra administración económica.  Y eso es grave.

Insisto, es impostergable, políticamente hablando, resolver el problema cambiario y junto a ello, la reestructuración empresarial, las regulaciones para las PYMES e incrementos salariales para el sector estatal y pensionado.  Es complicado y difícil, pero es posible si se explica bien y se programa adecuadamente.

Un abrazo,
Joaquín Benavides

Sobre el artículo de novas acerca de la urgencia de la unificación monetaria y cambiaria y las preocupaciones de Monreal y Benavides al respecto.


Por  Dr. Humberto Perez Gonzalez
20/03/2019

Como se reconoce por los compañeros Monreal, Benavides y otros el trabajo de Novas es muy útil para el debate y la urgencia que señala acerca de la unificación monetaria y cambiaria es válida.

Esta necesidad y urgencia ya ha sido expresada antes por otros calificados compañeros como José Luis Rodriguez a fines del 2013, Joaquín Infante en 2014, Jorge Barreras en enero de 2018 y también aparece en algunos artículos míos y de Benavides publicados en la prensa digital a partir de 2016 y sobre todo en el 2018.  Es criterio compartido por otros  varios compañeros  especialistas destacados de las ciencias sociales y por algunos con experiencia en la dirección de la economía que también se han pronunciado al respecto sobre todo durante el pasado año.

Entre algunos sostuvimos un saludable y fraternal debate e intercambio de criterios con puntos de vista en parte coincidentes y en parte no acerca de cómo ejecutar la unificación, que pasos dar así como los pro y los contra a tener en cuenta, pero todos de acuerdo en su necesidad y conveniencia.

En relación con la importancia de la necesidad y urgencia de esta medida, debe destacarse sobren todo lo manifestado por el compañero Raúl castro en varios de sus últimos discursos pronunciados en 2017 y 2018.

Se ha iniciado parcialmente, aunque pendiente en su mayor parte, la implementación integral y acertada de todos los cambios fundamentales planteados en líneas generales, y en mi opinión bien enrumbados, que aparecen en los lineamientos aprobados desde el vi congreso del partido en el 2011, y sobre todo en el documento de la conceptualización aprobado en el 2017.  Como ya recordaba más arriba, en sus últimos discursos de manera crítica y autocrítica, Raúl expreso que estos cambios estaban demasiado atrasados y algunos mal aplicados por falta de diligencia y previsión y que era necesario proceder a su rápida implementación sin más demora.

Los controles que sistemáticamente se están haciendo y respecto a los cuales se está insistiendo por parte de la actual dirección del estado y el gobierno prestigian a esta, son necesarios, indispensables y útiles, las consecuentes medidas administrativas y judiciales también, las críticas que comienzan a aparecer en nuestra prensa sobre todo en la provincial, son alentadoras, alertadoras y señalan con puntos rojos  deficiencias y fallos sobre los cuales actuar, pero si de manera radical no se atacan las raíces de los males los resultados siempre serán parciales, superficiales e insuficientes.

La dirección del país ha anunciado que a partir de finales de este primer trimestre de 2019 se comenzaran a discutir y trazar las pautas a seguir en este sentido, lo que resulta muy esperanzador y debemos dar un voto de confianza a nuestra dirección, confianza que se ha ganado y gana cada día con su conducta activa, diligente y procreativa.

En cuanto a las preocupaciones y criterios expresados por Monreal y Benavides a partir del reciente artículo de novas, quisiera manifestar algunos comentarios por mi parte.

El programa integral de cambios que se deriva del documento de la conceptualización, debe comprender en un plano destacado y prioritario  el proceso de eliminación de la dualidad monetaria y sobre todo de la multiplicidad cambiaria, que en mi apreciación tuvo  el mejor contexto para ser ejecutado en los tres años que transcurrieron entre 2014 y 2017. Por diversas causas solo se hizo un intento inicial pero no se llevó a cabo y hoy está muy atrasado cuando las condiciones económicas internas y el contexto externo son más desfavorables. No obstante creo que es indispensable mantener la posición y voluntad de  realizarlo sin más demora precisamente acicateados por la actitud acentuadamente agresiva del enemigo, con vistas a crear mejores condiciones y estar lo más preparados posible para enfrentarlo.

Naturalmente se debe proceder con todo el cuidado, cautela y reducción de riesgos políticos que es necesario y resulta aconsejable tener en cuenta. 

Para lograr lo anterior, el proceso de unificación monetaria y cambiaria, debe ser acompañado sin falta por otro conjunto de cambios y medidas aplicadas todas en forma de sistema, en una interrelación estudiada e inteligente pero dinámica de antecedentes y consecuentes que eslabonen los cambios de manera que se complementen e interinfluyan  adecuadamente en sus efectos económicos y políticos y que contengan sin falta antídotos neutralizadores para sus posibles efectos secundarios negativos y sobre todo componentes estimulantes  para con la población en todos sus segmentos, sobre todo con los más afectados y vulnerables actualmente, y en general para con la mayoría de las masas trabajadoras del país.

Entre las medidas complementarias que deben acompañar al proceso de la unificación monetaria y de tasas cambiarias considero de gran importancia las siguientes que enumero resumidamente:

1--una reforma de precios mayoristas,

2—el inicio de un proceso de reforma salarial que cambie las bases del actual sistema que ata los aumentos salariales a los resultados de la entidad estatal en que se labore y que por ello es motivadora de mala y a veces perversa planificación que produce  absurdos y artificiales  sobrecumplimientos tras la búsqueda de resultados que favorezcan ingresos sin tener en cuenta el logro de una real eficiencia económica, en medio de la cual se generan y crecen sin cesar los incumplimientos de pagos y el incremento incesante de las cuentas por cobrar y por pagar y se producen importantes desviaciones de recursos y desfalcos.

Los salarios, desde su mínimo hasta los baremos o escalas de tarifas a ser aplicados en los diferentes sectores, deben estar vinculados únicamente a las necesidades mínimas de ingresos para la reproducción del valor de la fuerza de trabajo acorde con la canasta básica de consumo familiar a precios minoristas actualizados y, a partir de ello, al resultado individual de cada trabajador en cuanto a cantidad y calidad (calificación) del trabajo aportado así como a las condiciones concretas en que se realiza el trabajo dado. En casos es necesario tener en cuenta adicionalmente algunos otros elementos de interés social.

Los ingresos adicionales a ser obtenidos por los trabajadores asociados a los resultados de la entidad empresarial en que laboran deben salir no del fondo de salarios sino de la distribución de una parte de la ganancia eficientemente obtenida a partir del logro de reales aumentos de la productividad y de la disminución de costos y gastos, analizando de manera ponderada los resultados de la estructura de surtidos dentro  del total de la producción realizada, del cumplimiento de los contratos, etc. Avalado todo ello por una contabilidad totalmente confiable.

3--un aumento de salarios y pensiones que resuelva la dañina realidad actual en que el ingreso legal que en general reciben los trabajadores y pensionados del sistema estatal (incluyendo a  maestros, científicos y personal de la salud)  no les alcanza para vivir como esta reconocido oficial y públicamente, lo cual desmotiva al trabajador en su labor productiva y al estudiante en sus perspectivas de futuro, estimula la fuga del personal calificado hacia el extranjero y hacia lugares donde puede resultarles más lucrativa su labor pero no más productiva a los fines del desarrollo del país. Esta situación es además importante caldo de cultivo de la generalizada corrupción existente.

4--una  reestructuración empresarial de fondo en el sector estatal en cuanto al tamaño y escala de sus empresas y sobre todo con una descentralización y democratización real en su planificación, gestión productiva, renglones a producir, contratación, importación, exportación y uso de sus utilidades, trasladando facultades desde las hoy llamadas OSDE y similares a favor de las llamadas UBP y crear verdaderas empresas autofinanciadas con personalidad jurídica propia y contabilidad independiente y con el carácter más territorial posible sin dejar de tener en cuenta las magnitudes y formas empresariales que dicten las tecnologías a utilizar, las economías de escala y la más eficiente acción coordinada en el terreno de la comercialización, de las investigaciones y la aplicación de la ciencia y la técnica a la producción.

5--una descentralización mayor y también real de las facultades de decisión gubernamentales desde los niveles centrales a favor de las municipalidades incluyendo facultades y posibilidades para  la exportación de las producciones locales y para el autofinanciamiento en gran parte de sus inversiones y sus gastos.

6--el desarrollo aún más ágil y sin burocratismos de la inversión extranjera. Analizar la posibilidad y conveniencia de autorizar a esta la contratación directa de la fuerza de trabajo, solo sujeta a la legislación del país en lo empresarial, laboral y salarial.

7--un destrabe al desarrollo del sector no estatal (cooperativas, mypymes y tpcp), para lo cual, entre otras medidas,  se deben crear las condiciones que faciliten la existencia y el desarrollo del mercado mayorista legal que necesita, sin esperar por las divisas que el estado pudiera disponer para crearlo y desarrollarlo, lo que resultaría un proceso muy dilatado.

Para ello se debe comenzar por autorizar, de manera legal y controlada, las importaciones de insumos y equipamiento que requiere para su desenvolvimiento, importaciones calificadas hoy como “no comerciales” y por tanto ilegales, las que no obstante se realizan en los hechos de manera insuficiente "por la izquierda",  mediante las llamadas “mulas”,  yendo a buscarlas a  mercados en el exterior con el consiguiente desvío de divisas que pudieran ser retenidas y gastadas en el país con los consiguientes beneficios para la economía nacional.

Tras el objetivo antes planteado, entre otras vías, deben crearse en el territorio nacional zonas comerciales especiales (similares a la zona colon de panamá) donde suministradores extranjeros mediante renta de terrenos y alquiler de almacenes y fórmulas de depósito y/o consignación traigan y oferten los insumos y recursos que en general requiere este sector sin que el país tenga que invertir moneda convertible en ello y donde los integrantes de dicho sector puedan invertir sus divisas en compras incluso mayores que las que hoy hacen en el extranjero, pues no tendrían que hacer gastos en vuelos, hospedajes, alimentación, empaquetamientos, fletes, etc. En los que hoy están obligados a incurrir. Según algunos estudios realizados esta retención para beneficio del país de divisas que hoy se “fugan” y van a gastarse a otros países (como Panamá, Cancún, Guyana, ecuador, santo domingo, Rusia, Haití y E.U) pudiera estar cerca de los 2 000 millones de dólares anuales.

Así mismo se les deben facilitar vías y fórmulas para canalizar sus iniciativas de  exportación para sus producciones y servicios.

8--la legalización jurídica de las mypymes como entidades empresariales diferenciadas de los hoy amorfos, heterogéneos e indiferenciados denominados tpcp y ampliar las esferas en que pueda desplegarse el sector no estatal sin afectar el dominio sobre los medios fundamentales de producción que deben permanecer como propiedad pública. 

Diferenciar además estructuralmente en organizaciones distintas a los que son dueños y empleadores de los que son simplemente empleados como fuerza de trabajo ajena utilizada por parte de los primeros y que hoy se mezclan y confunden en una misma organización (un sindicato) a pesar de tener intereses económicos y sociales distintos que por lógica en muchos casos son contradictorios entre si.

De manera similar a como los campesinos dueños o usufructuarios de tierras están organizados en la ANAP, los dueños de negocios privados no agropecuarios deben organizarse de manera diferenciada para trabajar con ellos económica y políticamente en función de los objetivos socialistas.

 9--promoción y organización de las inversiones que puede hacer el sector no estatal a partir del plusvalor o ganancia que obtiene de sus negocios y de otras fuentes de financiamiento a las que acude y pudiera acudir incluso en asociación con entidades del sector estatal.

Una más inteligente y adecuada interrelación entre los diversos sujetos económicos estatales y no estatales a través de autorizaciones y orientaciones centrales flexibles y permitiendo que el mercado juegue su papel complementario, aunque siempre dentro de ciertos límites, para lograr las cadenas de valor más eficientes que se necesitan y los crecimientos indispensables,  sin pretender reducir a cero la concentración de la riqueza, lo que resultaría un total contrasentido, sino solo enmarcarla debidamente mediante racionales regulaciones y  mecanismos económicos y fiscales, etc.,

10--el destrabe, apoyo y estimulo de todo tipo a los que han recibido tierras en usufructo, incluyendo el facilitarles también la adquisición en mercados mayorista y la importación de los equipos, aperos de labranza y demás recursos que requieren.

Todas estas medidas están totalmente cobijadas por las formulaciones presentes en el documento de la conceptualización discutidas y aprobadas por las más altas instancias de partido y gobierno en consulta con el pueblo hace menos de un año y que podemos considerarlas incluidas en lo pendiente y atrasado a que se refirió Raúl en su discurso en la asamblea nacional en abril del pasado año.

Entiendo que solo con su aplicación  y en su interrelación se podrán crear las condiciones para aspirar a lograr el socialismo próspero y sostenible a que aspiramos y para derrotar los intentos acrecentados del enemigo por hacer fracasar nuestro proyecto y crear una situación de disgusto y malestar en la población y en los sectores más vulnerables de la misma que los empuje a la desidia, la indiferencia y a manifestaciones contrarias a la revolución.

En el conjunto de estas medidas están las bases objetivas y los estímulos y antídotos para lograr el crecimiento y el consenso que se necesita.

El compañero Díaz Canel en su magnífica intervención ante la asamblea nacional el 22 de diciembre del pasado año 2018, exhorto a tomar las medidas necesarias para ser “más coherentes con la conceptualización y mas sistemáticos y precisos en la implementación de los lineamientos” y hacerlo con el aporte de especialistas y otros compañeros con experiencia, “valorar sus propuestas y articularlas  con lo que nos proponemos lograr”.

Este es un resumen de mis modestas ideas para colaborar con ese propósito.

Razonamientos y propuestas más desarrolladas sobre los pasos a dar para la unificación monetaria y cambiaria y la aplicación de otras medidas de las enumeradas en este resumen,  las he planteado en mi artículo titulado “Reforma monetaria y cambiaria con aumentos de salarios y pensiones”(1) que fue publicado y divulgado por la revista temas y otras páginas digitales a fines de junio y comienzos de julio del pasado año. Mantengo lo expuesto en dicho artículo y quisiera formara parte de la cartera de ideas a valorar y articular por parte de la dirección del país.

Tengo la confianza que la nueva presidencia y dirección del país (que ya ha comenzado a efectuar importantes reuniones sobre temas cardinales), acometerá en el orden y en la forma que considere mas prudente , de manera gradual,  pero a la vez más dinámica e integral que hasta ahora, toda esta temática y muchos otros asuntos  y que, aun en medio de la complicada y riesgosa situación externa presente y de la acentuada agresividad del imperialismo de los E.U Contra nuestro país, nos conduzca a la solución paulatina pero, sostenida, creciente y palpable para la población, de nuestros problemas actuales manteniendo la esencia socialista de nuestro proceso, bajo la batuta orientadora del partido dirigido por Raúl.

Fraternalmente,
Humberto Perez

(1) https://cubayeconomia.blogspot.com/2018/07/reforma-monetaria-acompanada-del.html

La realidad detrás de la coalición de Trump para el “cambio de régimen” en Venezuela


Por Mark Weisbrot

Este artículo fue publicado por Público el 20 de marzo de 2019. Una versión de este artículo fue publicada en inglés por The New Republic el 13 de marzo de 2019. Si el texto a continuación aparece distorsionado, por favor pulse aquí para una versión sin errores de formato. Para ver la versión original en inglés, por favor pulse aquí. Si desea publicar este artículo, por favor infórmele a CEPR respondiendo a este mensaje. Si este correo electrónico fue enviado a usted por un tercero, suscríbase a las listas de correo electrónico de CEPR.

A principios de la década de 1970, un grupo de sandinistas se encontraba en las montañas de Nicaragua luchando para derrocar la brutal dictadura de la familia Somoza, respaldada por Estados Unidos durante 40 años. Cuando en 1971 una poderosa erupción volcánica golpeó Nicaragua, aquellos sandinistas comentaron con los campesinos que se toparon por el camino que la erupción había sido un castigo de Dios por no deshacerse de Somoza. Este pasaje de la historia sería más tarde relatado por el sandinista Omar Cabezas.

Después de que los sandinistas triunfaran en 1979, Estados Unidos emprendió una guerra sangrienta para recuperar el país usando una fuerza paramilitar terrorista llamada los contras, quienes regularmente asesinaban a civiles. El presidente George H.W. Bush dejó claro durante la segunda elección de los sandinistas en 1990 que, aunque él no era Dios, continuaría castigando a los nicaragüenses con un embargo comercial y una guerra, si no se deshacían de los sandinistas. Cansados de la guerra, la hiperinflación y el colapso económico, los nicaragüenses votaron a favor de la oposición: los sandinistas perdieron.

Actualmente, el Gobierno de Trump está repitiendo esta estrategia de castigo colectivo en Venezuela, con un embargo financiero paralizante desde agosto de 2017 y, desde enero, un embargo comercial. El embargo financiero ha impedido al Gobierno venezolano emplear cualquier medida para deshacerse de la hiperinflación o lograr una recuperación económica, al tiempo que las sanciones arrasan con miles de millones de dólares de la producción de petróleo. Se proyecta que el embargo comercial cortará alrededor del 60 por ciento de las escasas ganancias en divisas que le quedan al país, necesarias para comprar medicinas, alimentos, suministros médicos y otros bienes esenciales para la supervivencia de muchos venezolanos.

Al tratar de fomentar un golpe militar, una rebelión popular o una guerra civil, el Gobierno de Trump dejó claro que el castigo continuará hasta que el actual Gobierno sea expulsado. "Maduro debe irse", dijo una vez más a principios de marzo el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.

Todo esto es ilegal en el marco de numerosos tratados que ha firmado Estados Unidos, incluida la carta de las Naciones Unidas, la carta de la Organización de Estados Americanos y otras leyes y convenciones internacionales. Para legitimar esta brutalidad, que probablemente ya ha matado a miles de venezolanos al reducir el acceso a bienes y servicios que salvan vidas, el Gobierno de Trump presentó las sanciones como un consenso de la "comunidad internacional"; similar a lo que hizo George W. Bush cuando formó una "coalición de voluntades" de 48 países para apoyar su desastrosa invasión en Irak en 2003.

Bajo esta narrativa, los Gobiernos —en su mayoría en América y Europa— que se han unido a Estados Unidos para reconocer un Gobierno paralelo en Venezuela son "democráticos"; mientras que aquellos que no lo han hecho o han declarado en contra del intento de derrocar al Gobierno actual son "autoritarios", con ejemplos como Rusia, China y Turquía, que son los que se mencionan con mayor frecuencia en las noticias.

Analicemos algunos de los Gobiernos que se han unido a Trump en esta operación ilegal de “cambio de régimen”, y se han unido al embargo comercial al reconocer a Juan Guaidó como "presidente interino". El aliado más importante y sólido de Trump en América Latina es el presidente brasileño de extrema derecha, Jair Bolsonaro, quien es famoso por decirle a una congresista brasileña que no la violaría porque "no lo merecía", por varios comentarios racistas y anti-gay, y por apología a la violencia política. Irónicamente, dado que la principal justificación del Gobierno de Trump para el “cambio de régimen” en Venezuela es que la elección de Maduro fue ilegítima, el propio Bolsonaro llegó al poder en una elección de cuestionable legitimidad. Su principal opositor, el expresidente Lula da Silva —en aquel momento el político más popular del país— fue encarcelado después de un juicio en el que no se presentaron pruebas tangibles de ningún crimen cometido. El veredicto se basó en un testimonio logrado bajo coacción, emitido por un testigo que fue declarado culpable de corrupción, y cuya negociación para reducir su sentencia fue suspendida hasta que cambió su historia y esta coincidiera con lo presentado por el juez que condenó a Lula, Sérgio Moro. En varias ocasiones, Moro demostró tener una gran animadversión hacia Lula; incluyendo cuando filtró conversaciones interceptadas ilegalmente entre Lula y la presidenta Dilma Rousseff, su abogada, su esposa y sus hijos. Después de que estas y otras irregularidades e ilegalidades aseguraran la condena de Lula, éste fue encarcelado inconstitucionalmente antes de las elecciones presidenciales. Después de las elecciones en las el juez Moro ayudó a la victoria de Bolsonaro gracias a estos métodos, fue nombrado ministro de Justicia.

Otros Gobiernos latinoamericanos en la “Coalición de voluntades de Trump” le deben a Washington algunos favores por ayudarlos a hacerse con el poder. Probablemente el ejemplo más extremo es el del Gobierno del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández. Su partido llegó al poder en 2009 con el derrocamiento, a través de un golpe militar, del presidente elegido democráticamente, Mel Zelaya. El Gobierno de Obama, junto con miembros del partido republicano, ayudaron a legitimar el golpe y las "elecciones" que vinieron después. Hillary Clinton, entonces secretaria de Estado, describióluego en sus memorias las maniobras que realizó para evitar que el Presidente electo democráticamente regresara a su cargo. En 2017, Hernández retuvo el poder robando descaradamente las elecciones (básicamente, mediante la alteración de los totales de votos). Esta fue la ineludible conclusión de periodistas y observadores de todo el espectro político. Incluso uno de los líderes más fanáticos de la Coalición de voluntades de Trump, el actual Secretario General de la OEA, Luis Almagro, rechazó los resultados y demandóla realización de nuevas elecciones. Por supuesto, no pasó nada, pues el equipo de Trump aceptó los resultados.

Colombia tiene quizás el segundo líder más belicoso de la coalición de Trump, después de Bolsonaro. El presidente Iván Duque es el protegido del expresidente, y ahora kingmaker, Álvaro Uribe. Los cables diplomáticos de Estados Unidos que se hicieron públicos el año pasado mostraron una preocupación generalizada entre los funcionarios estadounidenses sobre los vínculos de Uribe con narcotraficantes. En la década de 1990, la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos descubrió que Uribe se "dedicada a colaborar con el cártel [de la droga] de Medellín a altos niveles del gobierno". También se cree que Uribe ha tenido vínculos estrechos con los escuadrones de la muerte. Él renunció al Senado colombiano el año pasado en medio de una investigación criminal en curso. Uribe ha respaldado durante mucho tiempo los esfuerzos de Estados Unidos para derrocar al Gobierno de Venezuela. En 2009, numerosos Gobiernos sudamericanos objetaron y bloquearon sus planes para expandir la presencia militar de Estados Unidos en Colombia.

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, otro influyente miembro de la coalición de derechas, también le debe favores a Washington. El pasado junio, esta relación lo ayudó a obtener el mayor préstamo del FMI en la historia, $50 mil millones de dólares (el que posteriormente se incrementó a $56.3 mil millones, cuando a la economía argentina le fue mucho peor de lo que el FMI había pronosticado en el marco del acuerdo). Estados Unidos bloqueó los préstamos al Gobierno de su predecesora y adversaria de instituciones de préstamos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo. Esto fue muy significativo, ya que Argentina estaba teniendo problemas en su balanza de pagos hacia el final del mandato de la expresidenta Cristina Fernández. Un golpe aún más fuerte para su Gobierno provino de un juez de Nueva York con aparentes motivaciones políticas, quien prácticamente tomó como rehén a más del 90 por ciento de los acreedores de Argentina en 2012, al decidir que no se les podría pagar hasta que se pagaran primero ciertos fondos buitres con sede en Estados Unidos. Todos estos problemas con Estados Unidos se resolvieron rápidamente poco después de que Macri asumiera el cargo en 2015.

Los medios a veces señalan al presidente Lenín Moreno de Ecuador para demostrar que hay una presencia de "centro-izquierda" en esta suerte de sociedad ilegal y, en cierto modo, barbárica. De hecho, Moreno fue elegido en 2017 con el apoyo del expresidente, Rafael Correa, del partido de izquierdas Alianza PAIS. Pero rápidamente se apartó del legado de su predecesor, formó una alianza con oligarcas de derecha y usó medios extra constitucionales para consolidar su poder. Ahora está tratando de encarcelar al expresidente por lo que parecen ser falsas acusaciones. Moreno ha sido recompensado por Washington con $10 mil millones en préstamos de instituciones multilaterales, incluidos los $4,2 mil millones que obtuvo del FMI el mes pasado. Si $10 mil millones no suenan a mucho, considere que el préstamo, expresado como un porcentaje de la economía de Ecuador, sería equivalente a que Estados Unidos reciba $1,9 billones. No es de extrañar que Lenín Moreno se haya unido a la Coalición Trump.

El presidente de Paraguay también tiene motivos para agradecer al padrino Estados Unidos. Su partido, el Partido Colorado, gobernó el país durante 61 años consecutivos, la mayoría bajo la dictadura de Alfredo Stroessner. En 2008, un obispo de izquierda llamado Fernando Lugo ganó la presidencia sorteando grandes dificultades. Sin embargo, fue derrocado tras un golpe parlamentario en 2012, al que se opuso casi toda Sudamérica. Pero una vez más Washington trabajó con la OEA para ayudar a legitimar el golpe. Así, hay otro presidente sudamericano feliz de unirse a la campaña liderada por Estados Unidos para colocar a un líder de derecha en Venezuela. Aún hay uno más, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, simpatizante de Pinochet, quien nombróel año pasado a dos aliados de la dictadura —la que fue respaldada por EEUU— para integrar su gabinete.

Así es como lo hacemos; hoy, al menos. Hace unos años, cuando la mayor parte de la región estaba gobernada por gobiernos de centro izquierda, Trump no habría conseguido que un solo gobierno en la región apoyara una operación ilegal de cambio de régimen. El secretario de Estado de Obama, John Kerry, descubrió esto en 2013 cuando manifestantes violentos de la oposición estaban en las calles de Venezuela, tratando de anular la primera elección de Maduro. No hubo absolutamente ninguna duda sobre los resultados de las elecciones, y casi todos los gobiernos del mundo los reconocieron. Kerry pronto se encontró completamente aislado; Washington cedió y aceptó la elección de Maduro.

Luego está Europa, que por varias razones históricas solo ha seguido ocasionalmente una política exterior independiente de Estados Unidos. Esto es especialmente cierto para América Latina, donde la Doctrina Monroe es generalmente respetada. Recientemente, la Doctrina Monroe fue invocadadescaradamente en público por el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. Con esto fue necesario doblar el brazo para derribar al presidente de España, Pedro Sánchez, quien se había opuesto de manera insubordinada a las sanciones de Trump contra Venezuela, incluso antes del embargo comercial y el reconocimiento de Guaidó en enero. Su ministro de Relaciones Exteriores, Josep Borell, le dijo a la prensa que su Gobierno había recibido "presión" de Washington. El gobierno liderado por los socialistas del PSOE de Sánchez también estuvo bajo una intensa presión por parte de los grandes medios de comunicación españoles —que han estado en total modalidad de “cambio de régimen” durante algún tiempo—, pues a finales de abril se llevarán a cabo nuevas elecciones. España fue particularmente importante para asegurar el apoyo europeo en este cometido, ya que otros países, incluida Alemania, a menudo consideran seriamente la opinión de España sobre la política en América Latina.

Incluso si el equipo de Trump tuviera una mayoría global —lo cual no es cierto, con solo 50 de 195 países en todo el mundo que respaldan el cambio de régimen venezolano— sus sanciones económicas mortales, el robo de activos, las amenazas militares y otras acciones para derrocar al gobierno de Venezuela serían igualmente ilegales o ilegítimas, como lo fue la invasión de George W. Bush a Irak, o los muchos esfuerzos de cambio de régimen liderados por Estados Unidos que han tenido lugar en este hemisferio. Esto no es sorprendente, si tenemos en cuenta quiénes están al volante: por ejemplo, el perenne defensor del cambio de régimen, John Bolton, o el enviado especial Elliott Abrams, quien apoyó lo que luego la ONU descubrió que fue un genocidio en Guatemala, así como las atrocidades patrocinadas por Estados Unidos en El Salvador y Nicaragua en los años ochenta. El elenco de personajes que apoyan este intento de cambio de régimen, ya sea en Washington o entre algunos de sus aliados más cercanos, debe subrayar lo que ya es obvio: los esfuerzos de Estados Unidos por expulsar a Maduro no tienen nada que ver con la democracia o los derechos humanos.

Traducción por Francesca Emanuele



Mark Weisbrot es codirector del Centro de Investigación en Economía y Política (Center for Economic and Policy Research, CEPR) en Washington, DC y presidente de la organización Just Foreign Policy. También es autor del libro "Fracaso. Lo que los 'expertos' no entendieron de la economía global" (Akal, Madrid, 2016).

CEPR es un centro de investigación independiente y no partidario, establecido para promover el debate democrático sobre los temas económicos y sociales más importantes que afectan el diario vivir de las personas.


Nuestro gabinete de asesores incluye a dos Premios Nobel de Economía Robert Solow y Joseph Stiglitz; Janet Gornick, profesora en la facultad de Maestría de CUNY y directora del Estudio de Ingreso de Luxemburgo; y Richard Freeman, profesor de economía en la Universidad de Harvard.


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"El Centro de Investigación en Economía y Política es un recurso vital y excepcional. El trabajo que hace CEPR es un componente esencial y necesario de la estrategia general para que Estados Unidos se dirija hacia la justicia económica sostenible".

—Mario Solis Marich, periodista





La cuestión del tiempo en lo más reciente del debate actual sobre la dualidad monetaria y cambiaria en Cuba.


Por Dr. Julio Carranza

Algunas consideraciones sobre los textos más recientes que contribuyen al debate necesario acerca del complicado tema de la superación de la dualidad monetaria y cambiaria que afecta a la economía cubana en la actualidad.

En primer lugar, me referiré al artículo de José Luis Rodríguez, recientemente circulado y de manera muy oportuna por Humberto Herrera, que fue publicado en diciembre de 2013, o sea hace 5 años y 3 meses, su título “Hoy es posible comenzar a revertir la dualidad monetaria en Cuba” (1). Creo que su explicación del proceso de la dualidad monetaria que ha tenido la economía cubana desde hace más de 20 años es muy correcta y precisa, ayuda a comprender sus causas, su historia, sus consecuencias, sus desafíos y la necesidad de comenzar y terminar su superación. Mi observación es que dice menos sobre los detalles de este último aspecto, quiere decir cursos y tiempos de acción.

Este excelente artículo de José Luis Rodríguez escrito hace más de 5 años podía haber sido escrito hoy y es igual de “actual” y de válido como explicación del proceso y si no se hace nada quizás se podría volver a escribir dentro de 5 años más y seguiría siendo “actual” y esto es así porque a pesar del tiempo transcurrido seguimos, en lo que a este problema se refiere, esencialmente en el mismo punto de partida, solo el “detalle” de que la situación es cada vez más compleja desde todos los puntos de vista.

Para decirlo de otra manera, a estas alturas del problema (que no digo del debate) es preciso discutir si se debe o no actuar ya (claro que debido a la complejidad y sensibilidad del tema debe hacerse de manera cuidadosa, pensada, progresiva, etc., etc., nadie sensato y comprometido negaría eso) y si la respuesta es sí, entonces cuáles son las alternativas concretas?, sobre esto ya se han avanzado importantes y muy valiosas consideraciones y contribuciones, varios economistas lo han hecho a través de estos medios (Humberto Perez, Pedro Monreal, Joaquín Benavides, Armando Nova, Juan Triana, Fidel Vascos, Humberto Herrera Carlés y otros valiosos colegas), creo que ahí está el punto central de las reflexiones que exige el momento. Sobre esos contenidos no me extenderé en esta reflexión, estoy haciendo énfasis ahora en él cuando más que en el cómo o sea en la cuestión de los tiempos para las decisiones (sin olvidar que en este caso él cuando es también parte fundamental del cómo).

Como bien sabemos la sociedad es el todo, o sea todas las relaciones sociales (la economía, la política, la cultura, etc., etc.), por lo tanto (y mucho más en un proceso como el cubano) para decir algo válido es necesario pensar en el todo, aunque lógicamente cada cual pone énfasis y mayores desarrollos según su especialidad, experiencias y el problema que quiera focalizar, pero sin perder de vista el todo. En el caso de la dualidad monetaria y cambiaria esto es aún más evidente.

A eso se han referido los dos últimos textos de Monreal y Benavides sobre este tema (“La devaluación del Peso cubano: entre la “fatiga de los metales” y la escasez de propuestas políticamente convincentes” (2) de Pedro Monreal y la respuesta de Joaquín Benavides a este artículo (3)), aprecio que ambos están esencialmente de acuerdo en lo que dicen, de hecho, es un debate que tiene capítulos anteriores con acuerdos fundamentales, quizás ahora hay un matiz de diferencia entre ambos.

Monreal ha dejado claro a través de sus valiosas contribuciones sobre el tema, la necesidad y el cómo considera sería posible y conveniente actuar ya para superar esta situación a pesar de sus complejidades, sin embargo en su último texto trata de explicar que es lo que está sucediendo en la práctica, tomando en cuenta que: mientras los documentos oficiales así como las declaraciones políticas reconocen la importancia y urgencia del tema, en la práctica no sucede nada en esa dirección o al menos no ha sucedido nada hasta esta fecha, por tanto afirma que la explicación de esta divergencia debe estar en que se debe haber considerado que los riesgos políticos (sociales) de una devaluación (que sería parte inevitable de este proceso), serían demasiado importantes, más aún en un contexto internacional de grandes incertidumbres y presiones, fundamentalmente (aunque no solo) por la situación en Venezuela y por la irracional agresividad de la actual política norteamericana, para decirlo con palabras más simples “si aunque la superación del problema de la dualidad monetaria y cambiaria es estratégico para la recuperación y desarrollo de la economía, pero sin embargo, a pesar de ello se ha mantenido la estabilidad política del país y la economía funciona, aunque con crecimientos insuficientes, baja productividad, contradicciones, etc., pero funciona, para que correr riesgos en este momento tan complicado”. Esto posterga y posterga las decisiones para actuar sobre el problema como parte esencial de los cambios económicos. No es esta obviamente la opinión de Monreal si se tienen en cuenta sus anteriores propuestas, sino la explicación de este acerca de por qué no se avanza en la solución del problema.

En este último texto Monreal, reconociendo la complejidad política del problema e introduciendo una nota de cautela, se extiende en la necesidad o no de crear determinadas condiciones previas para actuar sobre el problema y también en la necesidad de medir los costos de las necesarias políticas de compensación que, como ya había señalado en anteriores textos Humberto Pérez, serían necesarias para reducir los negativos efectos sociales de una devaluación del peso cubano por el impacto que este tendría en el sistema empresarial del país, el empleo y los precios. Esta reflexión reciente de Monreal no modifica la esencia de sus anteriores propuestas puestas a debate en cuanto a la urgencia y necesaria integralidad de la acción. También en los textos de Humberto Pérez aprecio el criterio de la urgencia, lo cual coincide con las opiniones expresadas por Benavides y por cierto también con la mías y con la mayor parte de los economistas que se han referido al tema.

Benavides, en la reciente respuesta a Monreal, plantea que los mayores riesgos, no sólo económicos sino también políticos, están en no actuar a tiempo y explica de manera muy precisa por qué, en textos anteriores de algunos meses atrás ya había hecho él importantes consideraciones y aportes acerca del cómo y él cuando, sobretodo en sustanciosos intercambios fundamentalmente con Monreal y Humberto Pérez.

En lo que a estos dos ultimo textos de Monreal y Benavides se refiere, estoy de acuerdo con los dos, ya he expresado en varias ocasiones que, en mi opinión, desde el punto de vista estratégico y político el tiempo es una variable crítica. Quizás aquella memorable reflexión de Antonio Gramsci nos ayude a entender el matiz de diferencia entre la reflexión de ambos textos recientes “con el pesimismo de la mente y el optimismo del corazón” yo creo que ambos llamados del gran pensador italiano son imprescindibles para entender lo que está sucediendo en este importante tema y sobre todo para superar sus desafíos.

Si se considerara que ahora no es el momento para actuar se pudiera preguntar qué es lo que hace pensar que más adelante el momento pudiera ser mejor. Las tendencias internacionales parecen apuntar en dirección contraria. Por estas razones vale repetir que la solución del problema de la dualidad monetaria y cambiaria es esencial como parte de una reforma integral de la economía que supone también la reestructuración del sector empresarial para su mayor eficiencia, la regulación y consolidación del sector privado con pequeñas y medianas empresas, así como el sector cooperativo, la reforma salarial (basada en la progresiva recuperación de la productividad a que la reforma debe dar lugar), etc. y sin dudas, también las medidas de compensación transitorias, son cursos de acción esenciales para el futuro del país y las mejores condiciones de vida de la sociedad y digo esto pensando en el todo, no solamente en una de sus partes.

21 de marzo 2019

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