Contabilidad y finanzas
Guantánamo, 13 oct (ACN) La entrega de formularios fuera de fecha, e inexactitudes en la información, figuran entre las dificultades que en los meses transcurridos del actual año afrontan en la disciplina estadística, varias entidades de la provincia de Guantánamo.
Un informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) en el territorio refleja las entidades que se atrasaron en la entrega de los datos requeridos, entre enero y septiembre, un obstáculo para captar la información acumulada mensualmente, para la confección trimestral del cálculo del Producto Interno Bruto del territorio.
Entre  las incumplidoras con el Decreto Ley 281(del Sistema de Información del Gobierno y el Estado), aparecen las empresas provinciales de Productos Lácteos, Flores  y de Patrimonio Cultural Guantánamo, y entre las unidades presupuestadas municipales, las de Servicios Comunales, Educación, Educación Media, Gastronomía y Recreación, y Comercio.
En opinión de Rolando Rill Barrientos, director de la ONEI en Guantánamo, aunque en 2017  se progresó en la prontitud y calidad de los datos que se captan a las personas jurídicas, no son pocas las que distan de cumplir al pie de la letra y con prontitud sus obligaciones.
Puesto que la información estadística, además de ser exacta, debe ser oportuna, esa dilación conspiró contra uno de los fines de la Oficina en el territorio: la entrega puntual de la información al Gobierno, que este necesita en el momento adecuado, para  no dilatar la adopción de decisiones.
Insistió Rill Barrientos en que esa labor sea priorizada por la dirección de las entidades nacionales y locales que tributan información al organismo, con  las cuales Estadísticas, como es conocida ese órgano global de la economía, firmó convenios de trabajo, al igual que con los sectoriales y delegaciones provinciales.
El Artículo 7 de esa legislación subraya que el desarrollo y funcionamiento del Sistema de Información del Gobierno se apoya en la aplicación de la relevancia, oportunidad y calidad de la información, que se gestiona y en particular su veracidad, y en la responsabilidad de los jefes, con respecto a la gestión de la información relevante de sus entidades subordinadas.
Subraya, además, que la información relevante debe registrarse “una sola vez” y ofrecer la  posibilidad de ser verificada, y estipula que cualquier incumplimiento de esos acápites constituye una violación de la disciplina informativa.