Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

viernes, 14 de noviembre de 2025

Ministros en funciones dentro del Gobierno cubano , detenidos, juzgados y sancionados por delitos de corrupción o relacionados con esta

 

Por Jorge Rodríguez Hernández ☆

La #historiografiadelacorrupcion en Cuba en los últimos 40 años revela que han sido detenidos, juzgados y sancionados por corrupción u otros delitos relacionados con dicha figura delictiva los siguientes ministros en funciones dentro del Gobierno cubano.

Subrayo en Nota al Margen. OBSERVACIONES #atitulopersonal que obvio mencionar nombres de las personas implicadas en estos procesos judiciales, por considerar que por diferentes causas comulgaron sus respectivas sanciones- incluso, algunos han fallecido- y también por elemental sentido profesional y ético, así como por respeto a sus familiares. 

● 17 de junio de 1987: Es " sustituido como presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (...), por uso de privilegios y prerrogativas indebidas y de su cargo para gestiones de interés personal. Es arrestado el día 18, al surgir nuevas evidencias de graves transgresiones de las leyes del Estado Socialista y de las facultades de los funcionarios administrativos. Se procede a una investigación rigurosa de su conducta para determinar, de acuerdo a las leyes,  la responsabilidad penal que pueda derivarse de tales hechos ".

● 4 de septiembre de 1987: "(...) ex presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba, es condenado a 20 años de privación de libertad 🗽 por los delitos de malversación, abuso de autoridad, falsificación de documentos públicos de carácter continuado, abuso en el ejercicio del cargo o empleo de entidad estatal y uso indebido de recursos financieros y materiales .

● 14 de junio de 1989: " Acuerda el Consejo de Estado,  a proposición del Buró Político del CC del PCC, destituir (...) de los cargos que venía desempeñando como vicepresidente del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y como Ministro de Transporte . Esta decisión es tomada teniendo en cuenta su inadecuada conducta personal, por la que se le llamó la atención en reiteradas ocasiones ".

● 16 de junio de 1989: Granma pública un editorial titulado " Una verdadera revolución no admitirá jamás la impunidad ", donde se le informa al pueblo sobre los hechos que dieron lugar a las medidas contra el ex vicepresidente del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros y ex ministro de Transporte, el cual fue condenado a 20 años de prisión, tras ser destituido por "conducta inmoral , disipada y corrupta ". Se le condenó por "una serie de delitos, incluyendo malversación u abuso de autoridad ", y "manejo indebiindebido de recursos ".

● 29 de junio de 1989: Por acuerdo del Buró Político del CC del PCC fue sustituido el ministro del Interior, tomando en cuenta la gran deficiencia en que incurrió la dirección del MININT con relación a la conducta del grupo de oficiales de ese ministerio y que durante dos años y medio, impunemente, y sin ser descubierto , realizó operaciones de narcotrafico. 

● 31 de julio de 1989: Informe de prensa  da cuenta que ministro del Interior, destituido, anteriormente, y otros ex funcionarios del propio ministerio son detenidos por haber surgido evidencias de transgresiones y violaciones de las leyes, cuya responsabilidades fundamental, corresponde a la alta dirección de ese organismo. 

● 24 de agosto de 1989: Comienza la Causa No 2 de 1989, del Tribunal Militar Especial, contra los acusados, entre ellos, varios altos cargos del MININT, entre los cuales figura el ministro de ese organismo. 

● 24 de agosto de 1989: Concluye la vista oral de la Causa No 2 de 1989, quedando el proceso concluso para sentencia. 

● 1 de septiembre de 1989: Se emite  el fallo del Tribunal, correspondiente a la  Causa No 2 de 1989, el cual impone 20 años de privación de libertad 🗽 al ex ministro del Interior. Al término del proceso, este último fue expulsado del PCC y de su Comité Central. 

● mayo de 2011: Como parte del Caso "Río Zaza " ,cuya primera lista de imputados se hizo público en marzo de 2011, dos meses después el ex ministro de la Industria Alimentaria fue condenado a 15 años de prisión por delitos continuados de "cohecho, estafa y falsificación de documentos ", y "actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación ".

Consideraciones finales:

Los referidos casos son los únicos que se incluyen, hasta la fecha, en la #historiografiadelacorrupcion en Cuba, con respecto a ministros en funciones de Gobierno, detenidos, juzgados y sancionados por delitos de corrupción o relacionados con esta, según varias fuentes consultadas por el autor. 

En mis investigaciones y lecturas de materiales al respecto, he observado que se citan, indistintamente, nombres de personas, quienes en determinado momento ejercieron altos cargos como funciones públicos,  a los cuales se les imputa supuesta participación en determinadas tramas de corrupción, cuando no existen las pruebas documentales,  testificales y evidencia alguna de carácter jurídico y público que así lo demuestren. Se trata de "dioses rotos " que salieron de la vida pública por una u otra razón,  no siempre sin la transparencia e información requeridas , dejando así espacio a especulaciones diversas. De ahí que me haya referido solo a los casos  de ex ministros del Gobierno cubano, detenidos, juzgados y sancionados por hechos de corrupción, publicados en su momento. 

☆ Periodista, especializado en temas económicos. Hace más de treinta años investiga sobre mercado negro, asunto sobre el cual cuenta con tres textos inéditos, además de escribir varios ensayos al respecto. Coautor del libro Yo soy Fidel. Pensamiento económico-social, publicado por la Editorial Ciencias Sociales. El texto también se editó en Italia. Coautor del libro AGRICULTURA EN CUBA. Entre retos y transformaciones, publicado por la Editorial Caminos. Obtuvo mención en XVII edición del Premio de ensayo Pensar a Contracorriente. Premio Especial sobre el pensamiento económico del Che, convocado por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (ANEC), en ocasión de su Séptimo Congreso (2013). Premio de Ensayo Periodístico en el concurso 55 Aniversario de la Planificación en Cuba, otorgado por el Ministerio de Economía y Planificación en Cuba (2015).  Alcanzó en 2017 mención en el Concurso de ensayo breve, en la categoría de ciencias sociales, convocado por la Revista Espacio Laical, perteneciente al Proyecto del Centro Cultural Padre Félix Varela. Posee varios premios en concursos periodísticos provinciales y nacionales, entre ellos galardones anuales de periodismo económico. Premio por la Obra de la Vida ´´Guido García Inclán´´, conferido por la Delegación Provincial de la UPEC de La Habana. En 2023 participó como panelista en el Seminario Anual de Periodismo Económico, auspiciado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, y en el Evento Economía y Finanzas en la comunicación económica, organizado por la ANEC nacional.  Trabajos suyos sobre economía cubana y economía sumergida han sido publicados en medios de prensa provinciales, nacionales e internacionales, como revistas Temas (Cuba) y Contracorriente (México); Espacio Laical, del Centro  Padre Félix Varela; Blog Cuba y la Economia; y los periódicos Trabajadores y Tribuna de La Habana, entre otros. Columnista habitual de temas económicos en espacios informativos radiales. Preside la Sección de Base de la ANEC y la filial científica provincial de Periodismo Económico de La Habana.

La guerra contra las drogas en América Latina, desde Richard Nixon hasta Donald Trump, se intensifica cada vez más: una breve historia de la larga guerra contra las drogas en América Latina.

 Publicado el  

Por 

Aquí Yves. Debo confesar que suelo ignorar las noticias y las promesas políticas sobre la interminable guerra contra las drogas de Estados Unidos. Parece ser una forma predilecta de desviar fondos a operaciones turbias en el extranjero mientras se hace alarde en casa. Sin embargo, nuestra actual y atroz fase, en la que la utilizamos como pretexto para un cambio de régimen en Venezuela y transmitimos asesinatos extrajudiciales, demuestra que las diferencias de grado son diferencias de naturaleza.

Y la historia que sigue demuestra que esta campaña para atribuir la adicción en EE. UU. a villanos externos está plagada de giros inesperados, contradicciones y episodios turbios. Pero en realidad hay motivos para actuar, aunque lo que EE. UU. esté haciendo no sea precisamente eso:

El gráfico original de World Population Review es interactivo, por lo que puede desplazarse sobre cada país para ver su total por cada 100.000 habitantes .

Un segundo punto que vale la pena añadir (el autor parece darlo por sentado) es que atacar el suministro extranjero no reducirá el consumo interno de drogas. Como señaló el exembajador Chas Freeman, los dos casos exitosos de erradicación de la drogadicción a gran escala, ambos relacionados con los opiáceos (en China durante las Guerras del Opio y en Estados Unidos después de la Guerra Civil), implicaron la detención de los adictos y su desintoxicación forzada, además de la lucha contra las redes de suministro internas. Por supuesto, esto es imposible en nuestro mundo neoliberal actual. Tendríamos que alojarlos y alimentarlos hasta que se rehabilitaran. Y con empleos mucho más especializados que hace tan solo un par de generaciones, y con la comprensible recelo de los empleadores hacia los exadictos, ¿cómo podrían encontrar trabajo? Esto no significa que problemas como este no tengan solución, pero requeriría un nivel de servicios sociales que Estados Unidos simplemente no ofrece a ninguna escala.

Por Greg Grandin. Publicado originalmente en TomDispatch.

Hoy, Donald Trump preside su propia organización, Murder Incorporated, más que un gobierno, un escuadrón de la muerte.

Muchos restaron importancia a su proclamación, al inicio de su segundo mandato, de que el Golfo de México se llamaría en adelante Golfo de América, considerándola una demostración de poder insensata, aunque inofensiva. Sin embargo, ahora ha provocado una masacre en el adyacente Mar Caribe. El Pentágono ha destruido hasta el momento 18 lanchas rápidas allí y en el Océano Pacífico. No se han presentado pruebas ni cargos que sugieran que esas embarcaciones traficaban drogas, como se afirma. La Casa Blanca simplemente ha continuado publicando videos de vigilancia aérea (vídeos snuff, en realidad) de una embarcación objetivo. Un destello de luz y desaparece, junto con las personas que transportaba, ya sean narcotraficantes, pescadores o migrantes. Hasta donde sabemos, al menos 64 personas ya han muerto en ataques similares.

El ritmo de ataques se está acelerando. A principios de septiembre, Estados Unidos atacaba un barco cada ocho o diez días. A principios de octubre, uno cada dos días. Durante un tiempo, a partir de mediados de octubre, los ataques fueron diarios, incluyendo cuatro solo el 27 de octubre. Al parecer, la sed de sangre es insaciable.

Y la zona de riesgo se ha ido expandiendo desde las aguas caribeñas frente a Venezuela hasta las costas colombianas y peruanas en el océano Pacífico.

Muchos motivos podrían explicar la compulsión de Trump por asesinar. Quizás disfruta de la emoción y la adrenalina del poder que conlleva dar órdenes de ejecución, o tal vez él (y el secretario de Estado Marco Rubio) esperan provocar una guerra con Venezuela. Quizás considera los ataques como distracciones útiles de la delincuencia y la corrupción que definen su presidencia. El asesinato a sangre fría de latinoamericanos también resulta atractivo para las bases vengativas de Trump, instigadas por activistas culturales como el vicepresidente JD Vance para culpar a la élite de la crisis de los opioides, que afecta desproporcionadamente a la base rural blanca del Partido Republicano, a una supuesta “traición”.

Los asesinatos, que Trump insiste en que forman parte de una guerra más amplia contra los cárteles y traficantes de la droga, son horribles. Ponen de manifiesto la crueldad insensible de Vance. El vicepresidente ha bromeado sobre asesinar pescadores y ha afirmado que le da igual si los asesinatos son legales. En cuanto a Trump, ha restado importancia a la necesidad de autorización del Congreso para destruir lanchas rápidas o atacar Venezuela, diciendo : «Creo que simplemente vamos a matar gente. ¿De acuerdo? Vamos a matarlos. Van a estar, pues, muertos».

Pero, como ocurre con tantas cosas relacionadas con Trump, es importante recordar que no podría hacer lo que hace si no fuera por las políticas e instituciones instauradas por demasiados de sus predecesores. Sus atrocidades tienen un largo historial. De hecho, Donald Trump no está tanto intensificando la guerra contra las drogas como intensificando su propia escalada.

Lo que sigue es una breve historia de cómo llegamos a un momento en que un presidente podía ordenar el asesinato en serie de civiles, compartir públicamente videos de los crímenes y descubrir que la respuesta de demasiados periodistas, políticos ( Rand Paul fue una excepción) y abogados fue poco más que un encogimiento de hombros, cuando no, en algunos casos, un estímulo .

Breve historia de la guerra más larga

Richard Nixon (1969-1974) fue nuestro primer presidente en la guerra contra las drogas.

El 17 de junio de 1971, en plena guerra de Vietnam, anunció una “nueva ofensiva total” contra las drogas. Nixon no utilizó la expresión “guerra contra las drogas”. Sin embargo, en menos de 48 horas, numerosos periódicos de todo el país ya la habían empleado, lo que sugiere que el personal de la Casa Blanca había filtrado esta expresión militarizada a sus periodistas.

La petición de Nixon de lanzar una ofensiva antidrogas fue una respuesta directa a un artículo explosivo publicado un mes antes en el New York Times, titulado “Epidemia de adicción a la heroína entre los soldados estadounidenses en Vietnam”. Decenas de miles de soldados estadounidenses eran adictos, y algunas unidades informaron que más del 50% de sus hombres consumían heroína.

En las ruedas de prensa, a Nixon se le preguntaba ahora no solo cuándo y cómo planeaba poner fin a la guerra de Vietnam, sino también si los militares consumidores de drogas serían enviados a rehabilitación o castigados. ¿Qué iba a hacer con los soldados que regresaban de Vietnam con adicción a la heroína?, preguntó un periodista.

Lo que hizo fue lanzar lo que hoy podríamos considerar como el segundo acto de Vietnam, una expansión global de las operaciones militares, centrada esta vez no en los comunistas, sino en la marihuana y la heroína.

En 1973, poco después de que el último soldado estadounidense abandonara Vietnam del Sur, Nixon creó la Agencia Antidrogas (DEA). Su primera gran operación en México guardaba un parecido inquietante con la de Vietnam. A partir de 1975, agentes estadounidenses se adentraron en el norte de México, uniéndose a la policía y las fuerzas militares locales para llevar a cabo redadas militares y fumigaciones aéreas. Un informe la describió como una campaña de terror caracterizada por asesinatos extrajudiciales y torturas contra productores rurales de marihuana y opio, en su mayoría campesinos pobres. La campaña trató a todos los aldeanos como si fueran el “enemigo interno”. Bajo la fachada de la lucha contra el narcotráfico, las fuerzas de seguridad mexicanas, con información de inteligencia proporcionada por la DEA y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), reprimieron con saña a los activistas campesinos y estudiantiles. Como escribió la historiadora Adela Cedillo , en lugar de limitar la producción de drogas, esta campaña condujo a su concentración en unas pocas organizaciones paramilitares jerárquicamente estructuradas que, a finales de la década de 1970, pasaron a conocerse como “cárteles”.

Así pues, el primer frente de batalla totalmente militarizado en la guerra contra las drogas contribuyó a crear los cárteles contra los que lucha ahora la actual versión de la guerra contra las drogas.

Gerald Ford (1974-1977) respondió a la presión del Congreso —en particular del congresista demócrata neoyorquino Charles Rangel— comprometiéndose con una estrategia centrada en la oferta, atacando la producción de drogas en su origen (en lugar de intentar reducir la demanda interna). Si bien los países del sudeste asiático, junto con Afganistán, Pakistán e Irán, habían sido importantes proveedores de heroína para Estados Unidos, México, tradicionalmente productor de marihuana, había comenzado a cultivar amapola para satisfacer la demanda de los veteranos de Vietnam adictos a la heroína. Para 1975, México suministraba más del 85% de la heroína que ingresaba a Estados Unidos. «La situación en México no es buena», le comunicó un asesor de la Casa Blanca a Ford antes de reunirse con Rangel.

Ford incrementó las operaciones de la DEA en Latinoamérica.

Jimmy Carter (1977-1981) apoyó la despenalización del cannabis para uso personal y, en sus discursos y declaraciones, hizo hincapié en el tratamiento en lugar del castigo. Sin embargo, en el extranjero, la DEA continuó expandiendo sus operaciones (pronto contaría con 25 oficinas en 16 países de América Latina y el Caribe).

Ronald Reagan (1981-1989) gobernó en una época en la que la política de drogas tomaría un rumbo surrealista, reforzando los vínculos entre la política de derecha y las drogas ilícitas.

Pero retrocedamos un poco. La convergencia entre la política de derecha y las drogas comenzó al final de la Segunda Guerra Mundial cuando, según el historiador Alfred McCoy, la inteligencia estadounidense en Italia empezó a depender del creciente «sindicato internacional del narcotráfico» del jefe criminal Lucky Luciano, que se extendía desde el Mediterráneo hasta el Caribe y desde Estambul hasta La Habana, para llevar a cabo operaciones anticomunistas encubiertas. Luego, en 1959, tras la Revolución cubana que acabó con el lucrativo narcotráfico en la isla, los traficantes se trasladaron a otros lugares de Latinoamérica o a Estados Unidos, donde también se unieron a la causa anticomunista.

La CIA utilizó entonces a esos exiliados mafiosos en operaciones destinadas a desestabilizar el gobierno cubano de Fidel Castro y debilitar el movimiento pacifista interno. Al mismo tiempo, la CIA operaba su propia aerolínea, Air America, en el sudeste asiático, la cual traficaba opio y heroína para financiar la guerra secreta de la agencia en Laos. Y el FBI, tristemente célebre por utilizar el pretexto de la lucha contra el narcotráfico para « exponer, desarticular, desviar, desacreditar o neutralizar » a disidentes políticos, incluidos los Panteras Negras. Colaboraron, por ejemplo, con la policía local de Buffalo, Nueva York, para incriminar falsamente al activista afroamericano Martin Sostre, quien regentaba una librería convertida en el centro de la política radical negra de la ciudad, acusándolo falsamente de vender heroína.

La creación de la DEA por parte de Nixon consolidó estas alianzas, ya que sus agentes colaboraron estrechamente tanto con el FBI en Estados Unidos como con la CIA en Latinoamérica. Cuando, tras la derrota en la guerra de Vietnam, el Congreso intentó limitar el poder de la CIA, sus agentes utilizaron la extensa red internacional de la DEA para continuar sus operaciones encubiertas.

Para cuando Reagan asumió la presidencia, la producción de cocaína en la región andina de Latinoamérica estaba en pleno auge, con una dinámica particularmente curiosa: la CIA colaboraba con gobiernos represivos de derecha involucrados en la producción de coca, mientras que la DEA trabajaba con esos mismos gobiernos para reprimirla. Esta dinámica quedó perfectamente evidenciada ya en 1971 en Bolivia, cuando la CIA ayudó a derrocar a un gobierno de tendencia izquierdista en el primero de una serie de lo que se conoció como " golpes de estado de la cocaína ". Los " coroneles de la cocaína " bolivianos aceptaron entonces todo el dinero que Washington estaba dispuesto a ofrecer para financiar su versión de la guerra contra las drogas, al tiempo que facilitaban la producción de cocaína para la exportación . El presidente Carter suspendió la financiación para la lucha contra el narcotráfico en Bolivia en 1980. Reagan la restableció en 1983.

El ascenso del dictador chileno, el general Augusto Pinochet, siguió la misma dinámica. Pinochet justificó en parte su golpe de Estado de 1973, facilitado por la CIA, contra el presidente socialista Salvador Allende, como un frente en la guerra contra las drogas de Nixon . En estrecha colaboración con la DEA , el general torturó y asesinó a narcotraficantes y activistas políticos como parte de la ola de represión posterior al golpe. Mientras tanto, los aliados de Pinochet comenzaron a traficar drogas con impunidad , y su familia amasó millones exportando cocaína a Europa (con la ayuda de agentes de sus tristemente célebres fuerzas de seguridad).

Una vez en el cargo, Reagan intensificó la guerra contra las drogas, al igual que lo hizo con la Guerra Fría, y el vínculo entre la cocaína y la política de derecha se estrechó. El cartel de Medellín donó millones de dólares a la campaña de Reagan contra el gobierno sandinista de izquierda de Nicaragua. Los lazos eran turbios y conspirativos, parte de lo que McCoy denominó el "mundo clandestino", por lo que es fácil perderse en la madriguera del Estado profundo al intentar rastrearlos, pero se pueden encontrar detalles en los reportajes de Gary Webb , Robert Parry , Leslie Cockburn , Bill Moyers , John Kerry y el programa 60 Minutes de CBS , entre otros .

George H.W. Bush (1989-1993) empleó una táctica muy similar a la de Trump para justificar ante el público la necesidad de intensificar la guerra contra las drogas. Ordenó a la DEA que se dirigiera a la zona más pobre de Washington D.C. para tenderle una trampa a Keith Jackson, un traficante afroamericano de poca monta, pagándole para que viajara a la Casa Blanca y vendiera a un agente encubierto tres onzas de crack. Posteriormente, Bush mostró la droga en televisión nacional para ilustrar la facilidad con la que se podían comprar narcóticos. Jackson, un estudiante de último año de secundaria, pasó ocho años en prisión para que Bush pudiera hacer un espectáculo televisivo.

El presidente incrementó entonces la financiación de la guerra contra las drogas, expandiendo las operaciones militares y de inteligencia en los Andes y el Caribe. Fueron los años de Miami Vice, cuando los esfuerzos por reprimir el contrabando de cocaína hacia Florida solo lograron desviar las rutas de transporte por tierra a través de Centroamérica y México. La contribución más emblemática de Bush a la guerra contra las drogas fue la Operación Causa Justa , en la que, pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín a finales de 1989, envió 30.000 marines a Panamá para arrestar al autócrata Manuel Noriega por cargos de narcotráfico. Noriega había sido un activo de la CIA cuando Bush era director de dicha agencia. Pero con el fin de la Guerra Fría, ya no era útil.

Bill Clinton (1993-2001) intensificó las políticas de mano dura contra las drogas de su predecesor republicano. Mantuvo las penas mínimas obligatorias y aumentó el número de personas encarceladas por delitos relacionados con las drogas.

En su último año de mandato, Clinton presentó el Plan Colombia, que destinaba miles de millones de dólares adicionales a la lucha contra el narcotráfico, pero con un giro: la privatización. Washington otorgó contratos a empresas privadas para realizar operaciones de campo. DynCorp proporcionó pilotos, aviones y productos químicos para la erradicación aérea de drogas (con terribles consecuencias ambientales) y colaboró ​​estrechamente con el ejército colombiano. Oakley Networks, una empresa emergente de ciberseguridad ahora parte de Raytheon, también recibió fondos del Plan Colombia para proporcionar software de vigilancia en internet a la Policía Nacional de Colombia, que utilizó la tecnología para espiar a activistas de derechos humanos.

El Plan Colombia provocó la muerte de cientos de miles de civiles y una devastación ecológica generalizada. ¿El resultado? Las estimaciones varían, pero se cree que actualmente se dedica aproximadamente el doble de tierra colombiana al cultivo de coca que al inicio del Plan Colombia en el año 2000, y la producción de cocaína se ha duplicado.

George W. Bush (2001-2009) intensificó nuevamente la guerra contra las drogas, aumentando la financiación para la interdicción tanto a nivel nacional como internacional. También instó al presidente de México, Felipe Calderón, a lanzar su propia ofensiva militar brutal contra los cárteles de la droga. Para cuando Calderón dejó el cargo, las fuerzas de seguridad y los cárteles, en conjunto, habían asesinado o desaparecido a decenas de miles de mexicanos .

En términos conceptuales, Bush vinculó la Guerra Global contra el Terrorismo posterior al 11-S con la Guerra Global contra las Drogas. "El tráfico de drogas financia el mundo del terror", afirmó .

Barack Obama (2009-2017) , al igual que el presidente Carter, priorizó el tratamiento sobre el encarcelamiento. Sin embargo, no tomó medidas para poner fin a la guerra contra las drogas, continuando con la financiación del Plan Colombia y ampliando el Plan Mérida, que su predecesor había implementado para combatir a los cárteles en Centroamérica y México.

En febrero de 2009, los expresidentes de Brasil, México y Colombia —Fernando Cardoso, Ernesto Zedillo y César Gaviria— publicaron un informe titulado « Drogas y democracia: hacia un cambio de paradigma », en el que abogaban por el fin de la guerra contra las drogas y proponían, en su lugar, la despenalización y el tratamiento del consumo de drogas como un problema de salud pública. Los autores eran políticos del establishment, y Obama podría haber aprovechado este innovador informe para contribuir a la creación de un nuevo consenso en materia de salud pública con respecto al consumo de drogas. Sin embargo, la Casa Blanca prácticamente ignoró el informe.

Donald Trump (2017-2021) incrementó aún más la ya elevada financiación para operaciones antidrogas militarizadas en la frontera y en el extranjero, y abogó por la pena de muerte para los narcotraficantes. También  planteó  la idea de lanzar misiles contra México para destruir los laboratorios de droga, pero de forma discreta para que nadie supiera que éramos nosotros.

Durante su primer mandato, Trump ofreció un anticipo, ahora olvidado (al menos en Estados Unidos), de la matanza de civiles en embarcaciones. El 11 de mayo de 2017, agentes de la DEA y sus homólogos hondureños que navegaban por el río Patuca abrieron fuego contra una lancha con 16 pasajeros a bordo. Desde un helicóptero, un agente de la DEA ordenó a un soldado hondureño que disparara contra la lancha. Murieron cuatro personas, entre ellas un niño y dos mujeres embarazadas, y otras tres resultaron gravemente heridas. En el incidente participaron 10 agentes estadounidenses, ninguno de los cuales sufrió consecuencias por la masacre.

Joe Biden (2021-2025) apoyó la desescalada en principio y, de hecho, redujo la financiación para la fumigación aérea contra el narcotráfico en Colombia. También concedió indultos generales a miles de personas condenadas por delitos federales relacionados con la marihuana. Sin embargo, al igual que sus predecesores, continuó financiando a la DEA y las operaciones militares en Latinoamérica.

Donald Trump (2025-?) ha abierto un nuevo frente en la guerra contra los cárteles de la droga mexicanos en Nueva Inglaterra. La DEA, en colaboración con el ICE y el FBI, afirma que en agosto realizó 171 arrestos de alto nivel de supuestos miembros del cártel de Sinaloa en Massachusetts y Nuevo Hampshire. Sin embargo, el equipo de investigación "Spotlight" del Boston Globe informa que la mayoría de los detenidos se dedicaban a la venta de drogas a pequeña escala o eran simplemente adictos, sin ninguna relación con el cártel de Sinaloa.

Trump insiste en que la “guerra contra las drogas” no es una metáfora, sino una guerra real, y como tal posee poderes extraordinarios en tiempos de guerra, incluida la autoridad para bombardear México y atacar Venezuela.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, ¿quién puede discutirlo? ¿O pensar que una guerra así podría terminar de otra manera que no fuera mal, o, en realidad, que alguna vez podría terminar?

Chequea Díaz-Canel marcha de la recuperación en provincias afectadas por Melissa en Consejo de Defensa Nacional

Por: Thalía Fuentes Puebla, Arleen Rodríguez Derivet, Claudia Fonseca Sosa, Yilena Héctor Rodríguez, Aniela Dumas Rojas

 


El mandatario convocó a todas las fuerzas del país a sumarse con decisión a las labores de reconstrucción y llamó de manera especial a la movilización comunitaria para enfrentar la actual epidemia de dengue y chikungunya.

Una vez más, el presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, primer secretario del Partido y presidente de la República, encabezó desde Santiago de Cuba una sesión del CDN transmitida por la Mesa Redonda, dedicada a revisar la marcha de la recuperación en las provincias orientales afectadas por el huracán Melissa.

El mandatario convocó a todas las fuerzas del país a sumarse con decisión a las labores de reconstrucción y llamó de manera especial a la movilización comunitaria para enfrentar la actual epidemia de dengue y chikungunya. Subrayó la importancia de la gestión local —desde los Comités de Defensa de la Revolución, las organizaciones de base y las autoridades municipales— y enfatizó que la acción debe estar acompañada por la participación activa de la población. “Es cuando es más imprescindible la participación popular”, señaló.

Díaz-Canel exhortó a convertir el dolor y las pérdidas en compromiso colectivo: emprender obras, restaurar servicios y levantar las viviendas dañadas por los vientos e inundaciones provocados por Melissa, que impactó con fuerza al oriente del país.

Otra arista prioritaria de su mensaje fue la alerta epidemiológica. El presidente pidió enfrentar la epidemia de arbovirosis con la misma disciplina y enfoque científico que caracterizó la respuesta nacional ante la COVID-19. Para ello, convocó a encuentros semanales con especialistas, destinados a actualizar protocolos y proponer soluciones desde la ciencia. Asimismo, instó a intensificar las acciones de saneamiento, el control del vector y la atención primaria en las comunidades más afectadas.

En su intervención, rindió homenaje al ejemplo de los líderes históricos y llamó a que el tributo a esos patriotas se traduzca en “una obra terminada o emprendida” en cada comunidad, como expresión de dignidad y compromiso con la reconstrucción.

El mensaje concluyó con el compromiso institucional de mantener informada a la población y de continuar trabajando “sin descanso” hasta restablecer la normalidad.

Las provincias orientales concentran los mayores daños y permanecen en el foco de las autoridades para la atención a los afectados, la entrega de recursos y la coordinación intersectorial que permita acelerar la recuperación socioeconómica y la respuesta sanitaria.

Santiago de Cuba avanza de manera sostenida en las labores de higienización

Johnson adelantó que el territorio tiene como meta “cerrar la limpieza del municipio Santiago de Cuba el 28 de noviembre”, esfuerzo que –subrayó– requiere el apoyo y disciplina de la población.

En el ámbito sanitario, informó que la provincia mantiene cuatro municipios en epidemia por arbovirosis: Santiago de Cuba, Palma Soriano, Songo-La Maya y San Luis.

Por otra parte, recordó que la provincia pasó de un período de sequía extrema a intensas inundaciones, lo cual ha complejizado el escenario.

Entre los mayores impactos, mencionó las afectaciones a la vivienda: más de 6 900 núcleos permanecen pendientes desde el huracán Sandy, a lo que se suman “más de 2 300 derrumbes totales, más de 13 000 derrumbes parciales de techo y más de 6 000 derrumbes totales de techo” provocados por Melissa.

También destacó daños en el sector educacional: de los 1 244 centros de la provincia, 852 fueron afectados, más del 50%. Aun así, el curso escolar se reanudó el martes con reubicaciones temporales en algunos casos.

La presidenta agradeció las muestras de solidaridad recibidas, incluyendo el “primer aporte de Venezuela” y el apoyo enviado desde otros territorios del país.

Granma tiene cuatro municipios en situación de normalidad



Foto: Captura de pantalla

La vicepresidenta del Consejo de Defensa de Granma, Yanetsy Terry Gutiérrez, informó que la provincia avanza en la fase de recuperación, con cuatro municipios ya en normalidad.

Las lluvias asociadas al frente frío han obligado a mantener una vigilancia hidrológica estricta y a trasladar a sitios seguros a 280 personas. Otras 330 se mantienen protegidas en centros habilitados para ese fin, debido a la imposibilidad de acceder a sus comunidades.

Hasta el momento, 91 familias han sido asistidas y reubicadas en locales estatales preparados para su estancia prolongada, mientras se les garantiza atención integral. Terry explicó que aún existen 53 comunidades sin acceso por los caminos convencionales.

Las afectaciones materiales continúan siendo significativas: cerca de 8 000 viviendas presentan daños, incluyendo 236 derrumbes totales y 3 715 afectaciones de techo. En la agricultura se reportan 52 000 hectáreas dañadas y pérdidas superiores a 75 000 toneladas de productos.

En el sector institucional, 573 entidades sufrieron perjuicios y el 32% ya está recuperado.

Terry resaltó los esfuerzos para entregar recursos a los damnificados, provenientes de organismos estatales y donativos nacionales e internacionales.

“Insistimos en el riguroso control, la transparencia y el protagonismo en esta tarea de las zonas de defensa, que conocen la realidad de cada afectado”, afirmó.

Granma ha priorizado además el saneamiento de las comunidades inundadas –con un 83% ya intervenidas–, la recogida de desechos sólidos y la fumigación.

En materia de servicios básicos, la provincia ha logrado recuperar el 70% del abasto de agua en los territorios afectados y el 70% de la infraestructura eléctrica, aunque persisten cerca de 31 000 clientes sin corriente.

Terry destacó que las brigadas artísticas y recreativas se han incorporado a las zonas afectadas “con su mensaje de esperanza”, mientras equipos técnicos revisan y certifican electrodomésticos recuperables.

Holguín avanza en recuperación, con énfasis en atención a población afectada

El secretario del Partido en Holguín, Joel Queipo Ruiz, informó que la provincia mantiene su enfoque en la recuperación de los daños ocasionados por el huracán Melissa, siguiendo las prioridades establecidas por los Consejos de Defensa a nivel nacional, municipal y provincial.

De acuerdo con Queipo Ruiz, una de las principales prioridades es la atención e intercambio con toda la población afectada. “Muchos han perdido sus bienes y, si bien reconocen la protección recibida por lo más sagrado –la vida– y que no se perdió ninguna, sí requieren un apoyo psicológico, cultural y material”, afirmó el secretario. Añadió que en los intercambios diarios se observan muchas muestras de afecto y agradecimiento.

Durante el evento, fueron protegidas más de 300 000 personas; de ellas, 29 244 en 99 centros de evacuación y más de 247 000 desplazadas en viviendas. El funcionario detalló que, aunque ya no persisten inundaciones, las lluvias de un frente frío en las últimas 72 horas obligaron a evacuar y proteger a personas de los municipios de Sagua, Cacocún y Jíbaro, que se suman a las de Rafael Freyre, Antilla y Urbano Noris. En total, se tiene evacuada y protegida a población de siete municipios.

Actualmente, 298 personas permanecen en cinco centros de evacuación y más de 1,010 están protegidas en otras viviendas, lo que, según Queipo Ruiz, “demuestra la solidaridad de nuestro pueblo”.

El secretario del Partido de Holguín proporcionó un detallado informe sobre los servicios básicos. En el sector hidráulico, se han recuperado 13 carros pipa y 131 bombeos, restableciéndose el 83.8% del servicio de agua por red a la población afectada. Mencionó que tres municipios ahora reciben más agua que antes del huracán, debido a la sequía previa. “Por ejemplo, en el caso de la empresa que abastece al 50% de la ciudad, tenemos agua que irá por gravedad hasta los impulsores durante 14 meses. Es un elemento que nos da seguridad”, aseguró.

Respecto al sistema eléctrico, se han recuperado 188 circuitos de los 204 afectados, por lo que el 86.2% de los clientes ya tienen servicio. No obstante, aún hay 52,100 clientes sin suministro en los municipios de Mayarí, Urbano, Frank y Báguanos, los más golpeados. Se reportan 30 transformadores afectados y se trabaja en su recuperación con apoyo nacional. Ya funcionan tres parques fotovoltaicos.

En telecomunicaciones, el avance ha sido rápido: se recuperaron 196 postes telefónicos de 342 afectados, y 35 806 clientes (89% de los afectados) ya tienen comunicación. También se restauraron 187 radiobases de telefonía móvil y las 33 fibras ópticas dañadas. Queipo Ruiz agradeció el apoyo de contingentes de Matanzas, Holguín, Mayabeque y Ciudad de La Habana.

En el sector educacional, de las 683 instituciones afectadas, ya se han recuperado 121. De las 1 323 instituciones que tiene la provincia, 1 269 ya están funcionando, quedando pendientes 54, aunque se emplean modalidades alternativas.

Una de las afectaciones más significativas fue la pérdida o daño de más de 8 370 colchones. Frente a esto, se ha abierto un frente de producción en la fábrica de Jíbaro y se han recibido donaciones. Además, talleres de reparación en Holguín, con materiales aportados por la población, están recuperando muchos de estos colchones.

En vivienda, se han recibido 20 200 solicitudes y se han recuperado 58 viviendas, una cifra que se espera incremente con la recepción de tejas de zinc y fibrocemento. El reporte oficial contabiliza 926 derrumbes totales, 1 215 daños totales de techo, 2 735 derrumbes parciales y 14 446 daños de techo.

En salud, de las 191 instituciones afectadas, 54 están recuperadas. Actualmente, 1 264 de 1 268 instituciones de salud están trabajando; solo faltan cuatro en Báguanos por problemas de acceso. El secretario destacó que se realizan “intervenciones sanitarias complejas” en municipios como Holguín, Cacocún, Urbano Noris y Cueto, debido a las complejas condiciones higiénico-sanitarias posteriores a las inundaciones.

En el sector agroalimentario, resultaron afectadas 35 000 hectáreas, pero ya se han recuperado 910 hectáreas y 2 384 canteros de organopónicos, vitales por su ciclo corto. También se han recuperado 13 panaderías y 57 bodegas. Se está distribuyendo la canasta básica normada y se han movilizado más de 500 formas productivas en la provincia.

Un elemento trabajado con intencionalidad es el enfrentamiento a los precios abusivos. Según Queipo Ruiz, se han realizado más de 4 700 incautaciones por venta forzosa a personas que “no han interpretado el momento que estamos viviendo”. Hasta el 22 de junio, más de 4 000 personas se han beneficiado de estas acciones. Reconoció que muchos actores estatales y privados han mantenido o incluso bajado sus precios, mostrando solidaridad.

Para finalizar, Joel Queipo Ruiz quiso “destacar la solidaridad del resto de las provincias del país, la solidaridad internacional y la solidaridad de la población holguinera”. Subrayó que existe una articulación en todos los órganos de trabajo y se mantiene el objetivo de “dejar una ciudad más bella que antes del huracán, hacer producir más la tierra”. La provincia, concluyó, se propone lograrlo “con honor, dignidad y patriotismo”.

Las Tunas recupera servicios y reafirma compromiso por seguir avanzando

El presidente del Consejo de Defensa Provincial de Las Tunas, Osbel Lorenzo Rodríguez, informó que, aunque no fue de las provincias más afectadas por el evento meteorológico, se protegieron a 102 000 personas y se registraron un total de 3 300 afectaciones.

La situación fundamental se presentó en el servicio eléctrico, el cual ya ha sido totalmente recuperado para 194 400 clientes, aunque aún persisten 269 interrupciones por resolver. Este esfuerzo de recuperación contó con el valioso apoyo de brigadas de la Isla de la Juventud y de Santiago de Cuba.

En el ámbito de la vivienda, se reportaron 538 afectaciones, principalmente en techos ligeros. Para las reparaciones, ya se encuentran en el territorio 3 400 planchas de zinc de un total de 14 000 asignadas, junto con 30 toneladas de cemento, lográndose la recuperación de las primeras 36 viviendas.

Por otra parte, el sistema de comunicaciones ya se encuentra restablecido al 100%. Si bien ninguna vía está interrumpida actualmente, la red vial sufrió daños que serán atendidos tras el cese de las lluvias.

Uno de los trabajos más intensos ha sido la recogida de desechos, en su mayoría por la caída masiva de árboles, de lo cual ya se ha limpiado el 84%. Los municipios de Puerto Padre, Manatí y Majibacoa fueron los más complicados por esta situación.

En las entidades estatales, de 220 afectaciones reportadas, 83 se han recuperado, trabajándose con prioridad en las ocho instalaciones de salud que aún lo requieren.

El sector agrícola reportó afectaciones en plátano, yuca y maíz, sin que estas sean consideradas de gran magnitud.

Un beneficio destacable es la notable recuperación de las presas, que pasaron de estar al 28% a un 70% de su capacidad, con la presa Juan Sáez comenzando a verter y El Rincón, vital para el abasto de agua, al 96%.

En materia de abasto a la población, se continúa con la distribución de la libra de arroz, azúcar de noviembre y pollo para los grupos vulnerables, restándole abastecer a 112 bodegas. Para combatir la especulación, se han impuesto 46 multas. Asimismo, se anuncia una feria agrocomercial para el sábado y se destaca el trabajo de la metalúrgica provincial, la cual ha producido 19 330 tejas para apoyar la recuperación de Santiago de Cuba.

Al finalizar su intervención, el representante del Consejo de Defensa en Las Tunas reafirmó el compromiso de continuar trabajando para dejar el territorio en mejores condiciones.

“Aún queda mucho trabajo por hacer”



Para la recuperación de viviendas, Marrero Cruz afirmó que se han establecido subsidios para materiales de construcción

El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, informó sobre los avances en las labores de recuperación tras el paso del reciente huracán, destacando un trabajo “sin descanso” desde el primer momento para restablecer los protocolos y sistemas.

Según destacó, la atención primaria se ha centrado en las personas evacuadas y afectadas, con visitas a los hogares para brindar apoyo, aunque reconoció que “aún queda trabajo por hacer en este ámbito”. El primer levantamiento de daños reporta 149 397 afectaciones. De 70 239 viviendas visitadas, se confirmaron 47 160 con afectaciones, lo que indica que más de 22 000 reportes iniciales ya fueron resueltos por los habitantes o no se correspondían con la realidad.

Para la recuperación de viviendas, Marrero Cruz afirmó que se han establecido subsidios para materiales de construcción y se han activado 400 nuevas oficinas de trámite, elaborado 40 000 fichas técnicas y habilitado 365 puntos de venta. Enfatizó que “es crucial la transparencia y la explicación oportuna a la comunidad”, que es quien decide la prioridad en la ayuda.

Una prioridad inmediata ha sido la limpieza de carreteras. No obstante, el primer ministro señaló que aún persisten muchas comunidades incomunicadas debido a puentes afectados, por lo que se han habilitado vías alternativas y, en los casos más complejos, se está llegando mediante helicóptero.

En el sector de electricidad y comunicaciones, se detalló que se trabaja intensamente con brigadas nacionales. La situación más compleja radica en aquellas comunidades que permanecen inaccesibles, donde es necesario reponer los postes que resultaron destruidos.

Respecto al servicio de agua, su restablecimiento se ha definido como una prioridad máxima, con especial atención a la provincia de Santiago de Cuba, la cual ya enfrentaba una severa sequía antes del huracán. Desde el gobierno se insistió en la necesidad de mantener una distribución ordenada del vital líquido mediante pipas hasta que los sistemas de acueducto queden totalmente rehabilitados.

El primer ministro afirmó que la recogida de escombros avanza a un ritmo acelerado, superando el 97% en algunas áreas, con el objetivo de limpiar totalmente las provincias en los próximos días. Paralelamente, se avanza en el saneamiento, una labor que, según sus palabras, “contribuye a levantar el ánimo de la población al ver cómo la imagen de desastre desaparece progresivamente”.

En el ámbito económico y agrícola, se informó que, de las 158 000 hectáreas afectadas, ya se han recuperado 24 000. “Se impulsa una siembra emergente e intensiva de cultivos de ciclo corto”, para lo cual existen semillas disponibles. Aseguró el primer ministro que, a pesar del huracán, se mantiene el compromiso de “garantizar un buen programa de fin de año para la población”.

En el sector comercio, se habilitaron 268 puntos adicionales para elaborar alimentos y 69 centros de elaboración. Comenzó la distribución de los productos de la canasta familiar normada, así como de la ayuda internacional recibida.

Primer ministro: Se buscan “soluciones alternativas” para garantizar servicios básicos




El primer ministro defendió la importancia de los recorridos de los dirigentes por las zonas afectadas

El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, confirmó en el Consejo de Defensa Nacional la recepción y distribución continua de donaciones nacionales e internacionales, dirigidas especialmente a personas en situación de vulnerabilidad, embarazadas y niños con bajo peso. Provincias y municipios han priorizado la entrega de alimentos como arroz, chicharos y aceite en las comunidades más afectadas.

Más allá de la ayuda material, se enfatizó la “solidaridad” como un valor intrínseco del pueblo cubano. “No ofrecemos lo que nos sobra, sino que compartimos lo que tenemos”, afirmó la autoridad, reconociendo el papel crucial de las gestiones no estatales, las empresas y la ciudadanía en general.

Frente a la destrucción de infraestructuras, se ha impulsado la búsqueda de “soluciones alternativas” para garantizar servicios básicos. Se citó el ejemplo de panaderías que, habiendo perdido sus techos, han continuado produciendo en locales alternativos.

De igual forma, en el sector educativo, se han habilitado aulas en casas de cultura, salones de reuniones y viviendas particulares para que los niños no interrumpan su aprendizaje, solicitándose la cooperación de los padres para la reincorporación.

El transporte se restablece gradualmente, con los servicios ferroviarios provinciales operativos en algunas rutas, aunque el servicio nacional aún permanece limitado.

El primer ministro defendió la importancia de los recorridos de los dirigentes por las zonas afectadas, describiéndolos como “necesarios e imprescindibles” para estar al lado del pueblo, escuchar sus insatisfacciones y buscar soluciones en el terreno.

“No es tiempo para discursos banales... son tiempos de verdad, estar ahí, al lado del pueblo”, subrayó, abogando por la transparencia, el optimismo y la comunicación clara sobre lo que se puede cumplir.

La viceministra de Salud Pública, Carilda Peña García, explicó la compleja situación epidemiológica en las provincias orientales, donde confluyen una endemia de dengue (con serotipos 3 y 4) y la introducción más reciente del virus del Chikungunya.

“Esta confluencia, agravada por las afectaciones del huracán, ha generado un evento epidémico de arbovirosis. El Chikungunya, una enfermedad nueva en Cuba pero conocida a nivel mundial, se caracteriza por ser muy sintomática, con fiebre alta y una inflamación articular que puede dejar secuelas invalidantes. La transmisión es tan intensa que en muchas viviendas todos sus habitantes han resultado afectados”, aseguró la viceministra.

La estrategia sanitaria se ha reforzado con: activación de grupos temporales de trabajo con expertos científicos para vigilar el comportamiento de los virus y el vector; el refuerzo del protocolo de tratamiento, con atención especial a grupos vulnerables como adultos mayores de 75 años, recién nacidos y personas que viven solas.

Así como con una ofensiva contra el vector. Se está realizando una fumigación (adulticida) masiva con cientos de máquinas, buscando llegar a todo el universo habitado de las provincias orientales en el menor tiempo posible. Se complementa con tratamiento extradomiciliario.

Sobre la crítica situación energética, se informó de una estrategia concreta para la provincia de Santiago de Cuba: la capital provincial y las cabeceras municipales debían tener energía hasta el 14 de noviembre. El objetivo actual es concluir la restauración en el municipio de Santiago de Cuba en siete días y en el resto de los municipios de la provincia hasta el 30 de noviembre.

Para ello, se cuenta con el apoyo de contingentes y brigadas de otras provincias como Camagüey, Granma, Guantánamo y La Habana, mostrando una vez más la solidaridad interprovincial.

Desde el Consejo de Defensa Nacional, se reconoció que, a pesar de los avances, el camino por delante es arduo. Quedan localidades sin servicios básicos, evacuados y grandes zonas por recuperar, especialmente las que sufrieron inundaciones.

El mensaje final fue un llamado al “mayor protagonismo” de las organizaciones de masas y, sobre todo, a la gestión local y la participación popular. En medio de la devastación, se convoca al pueblo a pensar “no en lo que perdimos, sino en lo que somos capaces de crear con nuestro esfuerzo”, honrando con trabajo y dignidad el legado de los héroes de la patria.