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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

sábado, 27 de mayo de 2023

UNA CAUSA INSÓLITA TRAS EL INCREMENTO DE PRECIOS

Por Dr Javier Pérez Capdevila

Es de conocimiento general que un gran número de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) cubanas se dedican más a la reventa que a la producción, y no lo menciono con ánimo despectivo. No creo que esto sea negativo, pero sí considero inadmisible la falta de cultura económica que prevalece en este sector. Resulta decepcionante que no se tenga en cuenta que nuestro sistema económico es según lo escrito y dicho socialista y que el Estado no intervenga de manera más decidida en este asunto.

En contraste, he observado de cerca en sistemas capitalistas procesos de formación de precios más asequibles y humanitarios que los que veo en Cuba, donde suelen ser distorsionados y agresivos.

No pretendo elaborar aquí una tesis científica sobre este fenómeno, pero necesito explicar de manera clara y sencilla cómo las MiPymes deben fijar los precios antes de compartir la insólita causa detrás del aumento de los precios que he descubierto recientemente sin necesidad de realizar investigaciones.

Cuando se adquiere un producto de un mayorista, es fundamental asegurarse de que el precio de venta cubra el costo del producto, así como los gastos asociados a su transporte, almacenamiento y otros. También conviene observar los precios de otros minoristas que venden el mismo producto o similares. Esto permite determinar un rango de precios competitivos. Es importante aclarar que los precios competitivos suelen ser similares o inferiores a los del mercado en general, ya que buscan ganar o mantener cuota de mercado atrayendo clientes en función del precio. De esta manera, se busca el equilibrio adecuado entre costos, precios del mercado y generación de ganancias.

Otro aspecto clave en la fijación del precio de un producto a revender es la demanda. Hay que tener en cuenta a qué precio el producto será atractivo para los clientes potenciales, basándose en su poder adquisitivo y preferencias. Un precio excesivo limita las ventas.

En función de cómo respondan los clientes y las ventas reales, puede ser necesario ajustar el precio ocasionalmente para optimizar las ganancias y la demanda. Es importante considerar que, en muchos casos, la demanda refleja las necesidades de las personas, quienes deben realizar un esfuerzo extraordinario para adquirir un mínimo de productos que no llegan a satisfacer siquiera un cuarto de sus necesidades básicas.

Por último, antes de pasar a relatar la insólita causa del incremento de precios que descubrí recientemente, quiero mencionar las ofertas promocionales, que podrían utilizarse temporalmente u otros incentivos para impulsar las ventas, especialmente al inicio de una nueva línea de productos. Esto puede servir para ajustar el precio de manera permanente o para liquidar aquellos productos ociosos o de lento movimiento. Lamentablemente, algunos comerciantes prefieren desechar productos, en especial alimentos, en lugar de reducir sus precios, lo cual refleja un acto de degradación humana o maldad manifiesta.

Ahora les contaré en detalle el suceso que me llevó a descubrir un "aporte económico" sobre una causa del incremento de precios que nunca antes había visto ni escuchado. El martes 23 de mayo de 2023, compré un pañuelo por 40 pesos en una MiPymes ubicada en la calle Carlos Manuel de Céspedes, entre Aguilera y Jesús Del Sol, frente a la secundaria básica Pedro Agustín Pérez en la ciudad de Guantánamo.

Al día siguiente, fui a comprar otro pañuelo, pero me informaron que su precio era de 50 pesos. Indiqué que el día anterior lo adquirí por 40 pesos en el mismo establecimiento y pregunté por qué habían incrementado el precio en 10 pesos. La respuesta fue la siguiente: "Es que hay gente que los compra aquí y los está vendiendo a 70 pesos por ahí".

Como pueden apreciar, esto resulta absurdo para un comerciante que se respete, incluso si otros realmente compran para revenderlos. De aquí surgen múltiples interrogantes, algunas de ellas son: ¿por qué debería importarles?, ¿cómo les afecta?, ¿les beneficia realmente?, ¿es ético aumentar el precio por una causa tan insólita? Evidentemente, esa no es una justificación válida para incrementar el precio, especialmente si no cuentan con datos concretos para respaldarlo.

En resumen, resulta crucial para las MiPymes cubanas adoptar una cultura económica adecuada al sistema socialista y al contexto en el que se desenvuelven. La fijación de precios debe basarse en criterios justos y racionales, en lugar de responder a motivaciones insólitas o infundadas. Sólo así se podrá garantizar un mercado equitativo y sostenible que satisfaga las necesidades de la población sin comprometer su bienestar económico, sobre todo teniendo en cuenta que el poder adquisitivo no cubre ni un 20% de nuestras necesidades más básicas.

La verdad de Cuba hay que hacerla notar y contarla cada día

Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Segunda Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones

Foto: José Manuel Correa

Intervención de Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la Segunda Sesión Extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en su X Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 25 de mayo de 2023, «Año 65 de la Revolución».

(Versiones Taquigráficas - Presidencia de la República)

Querido General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana;

Querido Presidente Lazo;

Queridas diputadas y diputados;

Distinguidos miembros de la Comisión Redactora de la Ley de Comunicación Social:

Quiero compartir algunas consideraciones sobre el contenido de la misma, sobre todo, de los retos que tenemos con su implementación y la importancia de la comunicación social para nuestro país y para nuestro proceso de construcción socialista.   

Pero antes quisiera expresar, bajo la influencia de lo que hemos estado viviendo en este debate, que siento una admiración profunda por las jóvenes

diputadas y jóvenes diputados que nos han ofrecido hoy aquí integrales, contundentes, cultos, justos, conmovedores y comprometidos argumentos con relación a esta Ley (Aplausos).

La Ley, como aquí se ha expresado, representa un primer paso en el proceso de regulación y organización del sistema de comunicación social en Cuba, y así debe ser entendida aun cuando sea fruto de un largo proceso de debate y de revisión.  No está escrita en piedra, como no puede estarlo nada relacionado con la comunicación social en la veloz época en que vivimos, justamente como consecuencia del desarrollo de la llamada sociedad de la información y el conocimiento.  Aunque los objetivos declarados y la redacción de los artículos de esta Ley tienen un enfoque necesariamente regulatorio, su mayor valor radica en el reconocimiento de las potencialidades y beneficios de la comunicación social para el desarrollo del país.

El largo periodo de confrontación y la agresividad que caracteriza la criminal política del Gobierno estadounidense impacta en todos los ámbitos de la sociedad cubana y, de manera particular, en lo comunicacional; pero no es, ni de lejos, la razón de esta Ley.  Lo que estamos convocados a aprobar hoy es fundamentalmente el diseño de un marco de posibilidades que apunten al desarrollo del sistema de comunicación social en Cuba, que, además, hemos concebido como uno de los pilares de la gestión del Gobierno.

Si la norma tiene límites, y los tiene, es porque reconoce y expresa el estado actual en las áreas del conocimiento y la práctica profesional asociada a la comunicación en Cuba, eso significa que necesariamente deberá seguir articulándose y desarrollándose.

Incluir aspectos relacionados con la comunicación organizacional y comunitaria y no solo mediática o asociada específicamente a la prensa, aporta una visión más integral de lo que es la comunicación.  Uno de los grandes desafíos que nos impone ahora mismo la nueva Ley se deriva de las concepciones, misiones e interpretación de la comunicación en el ámbito digital y su integración con el resto del sistema por la complejidad de un escenario que evoluciona a una velocidad sin precedentes, tal como habíamos comentado antes.

Quisiera resaltar la importancia de reconocer e incluir el papel y lugar de las personas en los ámbitos organizacional, mediático y comunitario, pues todos los que participan en los procesos comunicacionales inciden, interactúan, se relacionan, tienen niveles de influencia y, en suma, actúan de forma directa o indirecta en sus lógicas de funcionamiento y deciden en algún grado la eficacia de la comunicación.

Por otra parte, estos ámbitos solo cobran sentido en su interrelación con las personas, desde las acciones que se diseñan para ellas, con ellas o teniendo en cuenta sus características y/o necesidades. 

Es fundamental y necesario que junto con esta Ley y a favor de su implementación más efectiva se promueva e impulse la educación para la comunicación y la alfabetización mediática e informacional de las

personas en nuestro país, o sea, de nuestro pueblo.  Hablo de la necesidad imperiosa de dotar a la población de conocimientos, capacidades y herramientas para una comprensión y valoración crítica de las lógicas de funcionamiento de los medios, además de potenciar y facilitar el acceso a ellos y a las tecnologías de la información y la comunicación.

Reconocer y ponderar la educación para la comunicación es crucial para asumir los nuevos procesos comunicacionales que hoy se manifiestan, sobre todo, en el espacio digital, incluyendo los que existen y los que deseamos crear o fortalecer como sociedad socialista.

Es imprescindible comprender cuánto ha impactado el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación en el rol de los sujetos que intervienen en esos procesos.  Ya no se trata de la simple fórmula emisor-mensaje-receptor, hoy puede tener más impacto un solo usuario en cualquier plataforma digital, que los tradicionales medios de comunicación, incluso aquellos con presencia en las redes.  Presencia no garantiza visibilidad. 

Más de dos tercios de la población global accede hoy con cierta regularidad a internet, pero este espacio está cada vez más dominado por un grupo reducido de transnacionales que a través de plataformas, servicios y sistemas ha logrado captar el tráfico y la atención de prácticamente todos los usuarios.  Este nivel de concentración del consumo en plataformas que no son de propiedad pública y que establecen restricciones a las prácticas de los usuarios en función de sus intereses, aunque en el discurso digan lo contrario, así como los mecanismos de filtrado de la información a partir de algoritmos hacen que el acceso a la información y las posibilidades de comunicación sean, en apretada síntesis, cada vez menos de dominio y uso público, cada vez menos democráticos.

Como la Ley es una norma de alto impacto estratégico por regular uno de los ámbitos de mayor ataque contra Cuba, algunos de los debates principales en sectores intelectuales y profesionales se han centrado en aspectos puntuales de la norma que pudieran favorecer o legitimar determinadas manifestaciones de subversión e impacto para la seguridad nacional, en un contexto de intensa guerra mediática.

Los principales elementos de debate han tenido un enfoque preventivo ante la subversión y apuntan principalmente hacia el carácter de los medios y su propiedad, la regulación en torno a la figura del patrocinio y, dentro de esta, el mecenazgo.

En función de esas preocupaciones se hicieron ajustes en su articulado y enunciados, buscando eliminar ambigüedades y evitar futuras interpretaciones que pudieran contradecir el espíritu y la letra de la Constitución.  De hecho, la Ley se refiere –y esta cuenta la hizo Rosa Miriam, no yo– a la Constitución al menos veinte veces, y se recuerda en 14 menciones expresas que deben regirse conforme a las leyes y otras disposiciones normativas vigentes.

La Ley reconoce que la información que soporta los procesos comunicacionales ha de ser veraz, objetiva, oportuna, actualizada, verificada y comprensible.  Estos son principios básicos.

En cuanto a la comunicación en el ámbito organizacional, la Ley que hoy terminamos de discutir debe convertirse en un instrumento de trabajo permanente para terminar de entender que el fin no es el mensaje que traslade, sino la utilidad imprescindible de la gestión comunicacional en función de los objetivos estratégicos de la entidad.

Esta legislación debe permitirnos superar los vacíos y vencer las inercias institucionales.  Ante una situación determinada que esté impactando negativamente en la población, los servidores públicos responsables están obligados a informar de inmediato desde todos los espacios posibles.  Por su parte, toca a la prensa contar primero y responsablemente cada información sensible para el pueblo.

Es hora de comprender y emplear todos los recursos de la comunicación social para favorecer la participación, la transparencia, la rendición de cuentas, para poner en común, es decir, unir todos nuestros conocimientos en función de extraer las mejores ideas, articularnos y generar consensos.

Vivimos en un país estructurado y organizado donde se trabaja mucho para resistir el embate de un acoso hostil y asfixiante, siempre con el empeño de seguir adelante, hacia un mayor bienestar social. 

Compete fundamentalmente a la comunicación social contribuir a la construcción de la imagen país en correspondencia con los atributos que identifican a la nación y la realidad que vivimos.  Ese proyecto estratégico podrá ser diseñado por expertos, pero lo construimos todos cada uno de los días.  Esa verdad, de la que el pueblo es protagonista fundamental, hay que hacerla notar y hay que contarla todos los días.  Hagámoslo sin altisonancia –como expresé en una ocasión– ni alardes, desde la responsabilidad, la ética y la virtud, desde la firmeza y la coherencia, desde la elegancia y la mesura; sin retóricas que provoquen agobio y rechazo; con argumentos y sentimientos, desde la sensibilidad.

La Revolución es diálogo verdadero que antepone la verdad y la ética a la indecencia y la perversidad, que no negocia su existencia, no legitima mercenarios y actúa con seguridad y firmeza.  Enfrente tenemos más de un espacio tomado por extremistas, fundamentalistas, donde las fuerzas anticubanas, generadoras de odio, actúan en permanente disposición para el linchamiento basadas en mentiras, manipulación, tergiversaciones, incitación a la violencia e, incluso, a la agresión militar.

Una de las agrupaciones musicales más populares dentro y fuera de Cuba, Buena Fe, está sufriendo ahora mismo el ataque de odiadores profesionales alentados desde plataformas tóxicas, con un solo objetivo: provocar el fin de la Revolución.

Cualquiera que hoy defiende la verdad está expuesto no solo a pagar el precio por sus ideas, sino a sufrir la descalificación personal, la censura y el odio.

No nos asusta el desafío, lo asumimos con orgullo y dignidad, pero esa defensa es solo una parte de nuestro sentido de nación, que se ha conformado con la suma de las individualidades que somos, unidas esencialmente en los esfuerzos por superar nuestras insuficiencias y en la comunión de sueños por alcanzar.

Una de las expertas que más ha contribuido al texto legal, la doctora Hilda Saladrigas, ha resumido una esencia fundamental de esta Ley en una frase con la que quisiera concluir:   Cuba, en su particularidad, puede y debe hacer las prácticas todas y las comunicativas sociales de modo diferente, de modo revolucionario.

Muchas gracias (Aplausos prolongados).

Borrell quiere "una Mallorca del Caribe" y empresarios cubanos buscan ser "La Habana del mundo"


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En presencia del sector empresarial, el alto representante europeo sostuvo que la isla "acabará siendo la Mallorca del Caribe" .
Borrell quiere "una Mallorca del Caribe" y empresarios cubanos buscan ser "La Habana del mundo"

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, desarrolla esta semana su primera visita en el cargo a la isla de Cuba, desde donde ofreció unas declaraciones controversiales.

"Las oportunidades para el desarrollo empresarial son enormes [...] estoy seguro de que [Cuba] acabará siendo —permítanme la comparación— la Mallorca del Caribe", afirmó Borrell en reunión con el sector de pymes en referencia a la isla española que ha impulsado su economía sobre la base del turismo.

Posteriormente, tomaron la palabra algunos empresarios. En su oportunidad, el cofundador de la empresa Auge, Oniel Díaz Castellanos, enfatizó que no los alienta ser "referencia o comparación con otra ciudad".

"No queremos ser la ciudad referencia alumbrado contra una tercera ciudad o un tercer país, queremos ser La Habana del Caribe, queremos ser La Habana del mundo. Esa es nuestra pretensión", manifestó.

"Jardín racista" de Borrell

En abril pasado, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, criticó en conferencia de prensa en Nueva York el "racismo" esbozado por el alto representante de la UE, quien ha comparado a Europa con "un jardín" y al resto del mundo con "la jungla".

"Todas esas reclamaciones sobre, tal y como dijo Borrell, el 'jardín' con el cual se entiende Occidente, rodeado de jungla, además de ser racismo y nazismo, reflejan una filosofía que es dañina para toda la humanidad, incluidos los predicadores de esa filosofía", dijo.

Ministro de Energía y Minas informa sobre situación electroenergética y abastecimiento de combustibles

 Por: Oscar Figueredo Reinaldo

 

Ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy. Foto: Estudios Revolución.

Ante la cercanía de los meses más calurosos del año y la actual situación del sistema eléctrico nacional, usuarios de Cubadebate preguntan si será posible cumplir con la estrategia trazada en Cuba para disminuir los apagones en las vacaciones, periodo que coincide con altos niveles de demanda de manera sostenida.

También persisten preocupaciones por el déficit de combustibles en la nación.

En declaraciones a Cubadebate, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, comentó sobre las acciones ejecutadas para incrementar la generación de electricidad en el país y normalizar la venta de combustibles en los servicentros.

De acuerdo con el ministro, desde finales de 2022 se concibieron acciones para incrementar la generación.

“Estas tareas se realizaron sacrificando potencias que estaban disponibles, con el objetivo de aumentar los trabajos de mantenimiento y disminuir paulatinamente las acciones contra averías”, explicó.

De la O Levy señaló que estas labores fueron ejecutadas en las peores condiciones de suministro de piezas de repuesto, materiales y materias primas por no tener acceso a los financiamientos ni a suministradores, debido al recrudecimiento del bloqueo y a la inclusión de Cuba en la arbitraria lista de países que apoyan al terrorismo, que elabora el Departamento de Estado de EE.UU.

El ministro destacó que, en medio de esas dificultades, los resultados de los mantenimientos y la recuperación de potencias que estaban fuera de servicio desde hace algún tiempo han permitido una disminución en las afectaciones.

“El fin de año fue mucho mejor que los meses anteriores, y en enero y febrero fueron mínimas las afectaciones”, recordó.

“A partir de febrero, incrementamos aún más la carga de mantenimiento, sacando unidades como Céspedes y Felton para cumplir este objetivo. En esta condición, y teniendo fuera del sistema esas unidades fundamentales, el promedio de horas de afectación fue inferior a tres horas, pudiendo rotar los bloques programados cada cuatro días, exceptuando los días en que se nos desconectó totalmente el sistema.

“Fueron 4 ocasiones, como consecuencia de los incendios bajo las líneas de transmisión y lo débil que se encontraba el sistema eléctrico nacional”.

De la O Levy se refirió a dos situaciones que se presentaron recientemente y generaron complicaciones: el fallo en el suministro de combustible debido al desabastecimiento de los suministradores (400 MW fuera por esta causa) y la salida de la termoeléctrica Guiteras por una avería de gran magnitud.

“Esta nueva situación alargó las horas de afectación en el servicio eléctrico en casi todo el país”, dijo.

A pesar de esos problemas, el ministro de Energía y Minas sostuvo que se han cumplido todas las acciones previstas para la recuperación del sistema eléctrico nacional y que se prevé enfrentar el verano en mejores condiciones.

Precisó que entre estas acciones están “el mantenimiento de Felton 1, la recuperación de la unidad 6 del Mariel, el mantenimiento en la termoeléctrica de Cienfuegos, la recuperación de potencia de los motores del Mariel y Moa, la elevación a 300 MW de la generación de Energas, la recuperación de más de 600 MW en la generación distribuida y la incorporación de nuevos motores a fueloil (100 MW)”.

Sobre las afectaciones en Energas, dijo que “después de varios días con más de 300 MW de generación, por haber perforado un primer pozo de tres que nos están dando más de 200 000 m3 de gas, el pasado domingo ocurrió una avería que sacó a todas sus unidades de generación y limitó el gas manufacturado destindo a la población en la capital”.

Añadió que “el servicio se restableció de forma inmediata y se ha ido recuperando potencia, hasta la próxima semana, que estará entregando, otra vez, los 300 MW”.

De la O Levy afirmó que “con estos dos temas resueltos, Guiteras y Energas, antes de finalizar mayo pronosticamos una disminución considerable de las afectaciones y unos meses de verano en mejores condiciones.

“Diariamente, se ha mantenido informado a nuestro pueblo sobre la situación del sistema eléctrico nacional y de cada una de estas acciones”.

En su diálogo con Cubadebate, el ministro abordó también la situación de los transformadores de distribución, que sufrieron daños durante el huracán Ian y que están siendo repuestos paulatinamente, con prioridad para sectores estratégicos como la agricultura.

“Como consecuencia del huracán Ian, a cuyo paso fueron destruidos más de 1 000 transformadores de distribución, se decidió, además de tomar de la reserva estatal, utilizar aquellos que estaban en centros de la economía para instalarlos y dar servicio a la población”, explicó.

Informó que en estos momentos está llegando al país materia prima para la producción nacional de transformadores, “y con esto ir reponiendo paulatinamente, aquellos que se tomaron, priorizando sectores estratégicos como la agricultura”.

El ministro destacó el apoyo que han brindado a la UNE las Fuerzas Armadas, especialmente la Unión de Industrias Militares y la Unión de Construcciones Militares, y agradeció la atención permanente del Gobierno y el Partido al avance de estas acciones.

“Todos los meses se analiza el avance de estas acciones en el Buro Político”, dijo.

En medio de esta situación, De la O Levy hizo un llamado a la población y los sectores de la economía a ahorrar electricidad y combustible, haciendo un uso racional y eficiente de la energía.

Finalmente, al referirse a las colas en los servicentros y la situación con los combustibles, aseguró que habrá una recuperación en esa área, que permitirá disminuir las incómodas colas.

“Gracias a la atención diaria, se puede decir también que no hemos tenido que ir a una opción de cero combustibles, con unos esfuerzos financieros gigantescos. No es solo la gasolina y las molestas colas en los servicentros; son la gasolina, el diésel de los servicentros y de la electricidad, el turbocombustible para las aerolíneas y para no afectar los ingresos del turismo.

“Sobre este tema de los combustibles, podemos decir que habrá una recuperación de la actividad y una disminución de las incómodas colas”, concluyó.

Marxismo y ecología (I)

 Por Arturo Mancilla | 19/05/2023 | Ecología social Rebelion

Fuentes: Rebelión

El socialismo científico es la expresión consciente del proceso histórico inconsciente, es decir, de la tendencia elemental e instintiva del proletariado a reconstruir la sociedad sobre principios comunistas. (León Trotsky. En defensa del marxismo, 1940)

En la primavera boreal de 1845, Carlos Marx, que se encontraba viviendo en Bruselas, apuntaba en un cuaderno sus ya célebres Tesis sobre Feuerbach. En ellas, criticaba el materialismo de Ludwig Feuerbach, uno de los más prominentes de entre los llamados jóvenes hegelianos, quien como otros intentó romper con el sistema idealista de Georg W. F. Hegel que entonces predominaba en Alemania. “El defecto fundamental de todo el materialismo anterior -incluido el de Feuerbach”, escribió Marx, “es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero sólo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal”.

En sus estudios sobre el cristianismo, Feuerbach demostró que las ideas religiosas representan una enajenación del ser humano respecto a su propia vida terrenal, que en la religión el ser humano se aliena del mundo real, y que lo auténtico es ese mundo terrenal. Marx le critica que no basta con llegar hasta ese punto, sino que hay que comprender cuál es la fuente material de esa enajenación para eliminarla en la práctica. Feuerbach consideraba que la labor del filósofo crítico es mostrar la esencia enajenada de la religión y hacerlo comprender a la humanidad; Marx respondía que la única forma de superar esa alienación es eliminando mediante la práctica revolucionaria las contradicciones terrenales que la originan. En 1845, Marx no estaba particularmente preocupado de superar las ideas religiosas, le inquietaban más bien otras formas de alienación, pero para saldar cuentas con el materialismo meramente contemplativo, se adentró en el ámbito que había abordado Feuerbach.

En otra de esas once tesis, Marx confronta las ideas socialistas propugnadas por Robert Owen, a quien señala como ejemplo de nociones extendidas en ese momento: “La teoría materialista de que los seres humanos son producto de las circunstancias y de la educación, y de que por tanto, los seres humanos modificados son producto de circunstancias distintas y de una educación modificada, olvida que son los seres humanos, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias y que el propio educador necesita ser educado. Conduce, pues, forzosamente, a separar la sociedad en dos partes, una de las cuales está por encima”. Los socialistas como Owen, a quienes más adelante Marx llamará utópicos, sostenían que las condiciones miserables en que los capitalistas tenían sometidos a los trabajadores podían ser modificadas y que en ello estribaba la emancipación del proletariado. El propio Owen invirtió mucho dinero en erigir “fábricas modelo” y “poblaciones modelo” donde las condiciones laborales, salariales y de otra índole de los trabajadores eran mucho más dignas que lo que ocurría en general. Le preocupó, sobre todo, la educación de los obreros y las obreras y la de sus hijos. Los socialistas utópicos diseñaron distintos prototipos de sociedad y las intentaron llevar a la práctica. Esto por supuesto implicaba, tal como señala Marx, que “los diseñadores” se colocan por sobre la sociedad.

Marx remata esa tesis con la siguiente frase: “La coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria”. Cuando Marx escribió estas tesis, en 1845, se encontraba viviendo en Bruselas, después de haber residido poco más de un año en París, donde había tomado contacto con diversas asociaciones de trabajadores y agrupaciones socialistas; había decidido que la emancipación de los trabajadores sería obra de los propios trabajadores y que su propio rol era formar parte de ese movimiento histórico. Sería la práctica revolucionaria del proletariado la que cambiaría las “circunstancias” y al propio proletariado. Marx se preparaba para cumplir un papel en esa revolución, no colocándose por “sobre” los trabajadores, sino que avanzando junto a ellos, preparado para cambiar él también sus puntos de vista en consonancia con el avance de la lucha obrera.

La concepción marxista de la historia

Durante los dos años siguientes, Marx y su familia permanecieron en Bruselas, ya que había sido censurado y perseguido en Alemania. En esta ciudad belga ayudó a organizar varias asociaciones obreras y de “demócratas radicales”, donde participaban, entre otros, trabajadores exiliados de Alemania. En 1847, él y Engels se incorporaron a la Liga de los Justos, una organización de artesanos y trabajadores, con su sede central en Londres y comités repartidos por Europa. La cercanía de Marx y Engels a la Liga databa de sus tiempos en París. En diciembre de 1847, los miembros de esta asociación, que había cambiado su nombre a Liga de los Comunistas, le encargaron a Marx y Engels redactar el programa que la presentaría al mundo. El Manifiesto del partido comunista fue publicado en febrero del año siguiente, coincidiendo con el inicio de la revolución en Francia. En 1848 se desataron revoluciones en el continente europeo y Marx y Engels regresaron a Alemania a tomar parte en estas. Tras la derrota de estos movimientos revolucionarios, Marx fue expulsado de Colonia, de Bruselas y de París y en agosto de 1849 se asentó en Londres.

Tras unas frases de presentación, el Manifiesto inicia con la declaración: “Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de luchas de clases”. La existencia de la lucha de clases era algo reconocido por historiadores de la academia oficial y comentaristas en general, por lo menos para el período de las revoluciones burguesas de los siglos XVIII y XIX en las que la nueva clase ascendente se había enfrentado a la aristocracia feudal y le había propinado su más dura derrota en la Revolución francesa de 1789-1793. La existencia del proletariado como clase social que se organizaba en defensa de sus propios intereses también era un hecho aceptado. Lo trascendente de la concepción de la historia expuesta en el Manifiesto es que sitúa el origen de cada una de las clases en las relaciones de producción y de intercambio correspondientes a cada período histórico y que delinea la actual misión histórica del proletariado como el poner fin definitivo a la sociedad dividida en clases y, con eso, poner fin también al Estado dirigido por una clase dominante.

Es interesante la semblanza que hacen Marx y Engels del proletariado: “Los obreros empiezan a coaligarse contra los burgueses, se asocian y unen para la defensa de sus salarios. Crean organizaciones permanentes para pertrecharse en previsión de posibles batallas. De vez en cuando estallan revueltas y sublevaciones. (…) Los obreros arrancan algún triunfo que otro, pero transitorio siempre. El verdadero objetivo de estas luchas no es conseguir un resultado inmediato, sino ir extendiendo y consolidando la unión obrera”. Es decir, en total concordancia con la concepción de que la historia avanza jalonada por la lucha de clases, se requiere que entre en acción un amplio movimiento social del proletariado, no basta con la acción de grupos o individuos, por fundamental que sea el rol que jueguen esos grupos e individuos al interior de ese movimiento. Algo más de cuarenta años más tarde, Engels confirmó esta apreciación en el Prólogo a la edición alemana del Manifiesto de 1890: “En cuanto al triunfo final de las tesis del Manifiesto, Marx ponía toda su confianza en el desarrollo intelectual de la clase obrera, fruto obligado de la acción conjunta y de la discusión”. Y fue justamente esa la labor que se asignaron a sí mismos Marx y Engels, contribuir – en forma decisiva– al desarrollo intelectual del movimiento histórico del proletariado, con la certeza de que la lucha que da una clase explotada hasta derrocar a la clase explotadora involucra también un combate entre opuestas concepciones de mundo. “Las ideas dominantes en una época han sido siempre las ideas propias de la clase dominante”, escribieron en el Manifiesto. “Se habla de ideas que revolucionan a toda una sociedad; con ello, no se hace más que dar expresión a un hecho, y es que en el seno de la sociedad antigua han germinado ya los elementos para la nueva, y a la par que se esfuman o derrumban las antiguas condiciones de vida, se derrumban y esfuman las ideas antiguas”.

En febrero de 1848, cuando fue publicado el Manifiesto, estalló –una vez más– la revolución en Europa y Marx y Engels se incorporaron a ella sin titubeos, como intelectuales-agitadores, como organizadores y, en el caso de Engels, también con las armas en la mano. Ciertamente no se trataba de filósofos contemplativos como los que había criticado Marx en sus tesis sobre Feuerbach. A la par que desarrollaban las ideas estratégicas del proletariado, lo impulsaban a la organización y a la acción, única manera de fortalecer su conciencia revolucionaria. Con altos y bajos, el movimiento obrero continuó creciendo y con él lo hicieron las concepciones marxistas, de manera que en el prólogo a la edición alemana de 1890 del Manifiesto, Engels podía reivindicar con satisfacción: “La historia del Manifiesto refleja, hasta cierto punto, la historia del movimiento obrero desde 1848. En la actualidad es indudablemente el documento más extendido e internacional de toda la literatura socialista del mundo, el programa que une a muchos millones de trabajadores de todos los países, desde Siberia hasta California”.

La lucha ideológica que desplegaron Marx y Engels a lo largo de sus vidas apuntaba a demostrar la falsedad de las concepciones burguesas que justificaban la existencia eterna del modo de producción capitalista, que sostenían que el capitalismo es una forma “natural” de organización de la sociedad y que nublaban la conciencia del proletariado. En este ámbito, el esfuerzo principal de Marx fue enfrentar las nociones burguesas en el campo de la economía política: hizo una disección rigurosa de las relaciones de producción y de intercambio del modo de producción capitalista y, entre otros notables descubrimientos científicos, explicó la forma específica en que la clase capitalista extrae el plustrabajo de los obreros, la plusvalía. Además de esta lucha contra la ideología burguesa, dieron incontables batallas contra las diversas concepciones erradas que surgían en el seno mismo del proletariado o que postulaban en su nombre intelectuales de distinto calibre. Célebres en este respecto son La miseria de la filosofía: Respuesta al escrito «La filosofía de la miseria» de M. Proudhon (1847), de Marx, y el Anti-Dühring (1878) de Engels, que escribió con la colaboración de Marx.

En el Anti-Dühring Engels hace referencia a la relevancia de las investigaciones científicas de Marx: “El socialismo anterior criticaba sin duda el modo de producción capitalista existente y sus consecuencias, pero no podía explicar uno ni otras, ni, por tanto, superarlos; tenía que limitarse a condenarlos por dañinos. (…) Se trataba de exponer ese modo de producción capitalista en su conexión histórica y en su necesidad para un determinado período histórico, o sea también la necesidad de su desaparición, y, por otra parte, de descubrir su carácter interno, que aún seguía oculto, pues la crítica realizada hasta entonces había atendido más a sus malas consecuencias que al proceso de la cosa misma. Todo esto fue posible gracias al descubrimiento de la plusvalía. Con ello se probó que la forma fundamental del modo de producción capitalista y de la explotación del trabajador por él realizada es la apropiación de trabajo no pagado (…) Así quedaban explicados tanto el proceso de la producción capitalista como el de la producción de capital. (…) Debemos a Marx esos dos grandes descubrimientos: la concepción materialista de la historia y desvelar los secretos de la producción capitalista. Con ellos se convirtió el socialismo en una ciencia; la tarea es ahora desarrollarla en todos sus detalles y todas sus conexiones”.

Marx falleció en 1883 y Engels lo sobrevivió hasta 1895. La filosofía materialista dialéctica que juntos concibieron desde por lo menos la escritura en conjunto de La ideología alemana en 1846 –obra que no pudieron publicar debido a la censura– no fue expuesta por Marx en una obra especial dedicada a ello y correspondió a Engels hacerlo. La concepción materialista y dialéctica de la realidad es el fundamento de sus análisis de la historia, de la economía y de la naturaleza. La dialéctica, en particular, es la comprensión del movimiento, que es la propiedad esencial de la realidad: su eterno emerger, existir y desaparecer. La dialéctica de la historia es la que Marx y Engels expusieron en el Manifiesto Comunista, vale decir, la sucesión de modos de producción y de intercambio que se siguen, superándose unos a otros, hasta que el desarrollo de las fuerzas productivas alcanza un nivel en que es posible para la humanidad erigir una civilización en que los medios de producción son apropiados por toda la sociedad, dejan de ser propiedad de una clase explotadora. El motor del movimiento es la contradicción, la lucha de contrarios, como en la lucha de clases entre proletarios y burgueses, o como la contradicción que se presenta entre el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad y las relaciones de producción capitalistas que ya no son capaces de controlarlas. A decir de Engels en Anti-Dühring, “la burguesía [es] una clase que posee el monopolio de todos los instrumentos de producción y todos los medios de existencia, pero que prueba en todos los períodos de loca exaltación y en todas las crisis subsiguientes que siguen a esos períodos que ya es incapaz de seguir dominando las fuerzas productivas que han crecido más de lo que su poder abarca; una clase bajo cuya dirección la sociedad corre hacia la ruina como una locomotora cuyo maquinista fuera demasiado débil para abrir la bloqueada válvula de seguridad”, es decir, para frenar la locomotora descontrolada.

La dialéctica también es evidente en la naturaleza. En esto concordaban Marx y Engels. En las páginas iniciales de su obra Razón y revolución. Filosofía marxista y ciencia moderna, Alan Woods y Ted Grant relatan que Marx tuvo la intención de escribir una obra sobre la concepción materialista dialéctica, “pero desgraciadamente la tarea colosal de escribir El capital se lo impidió. Si excluimos sus obras tempranas, como La sagrada familia y La ideología alemana, intentos importantes aunque preparatorios de desarrollar una nueva filosofía, y los tres volúmenes de El capital, que son un ejemplo clásico de la aplicación concreta del método dialéctico a la esfera particular de la economía, las principales obras de la filosofía marxista fueron escritas por Engels. (…) Engels definió la dialéctica como ‘las leyes más generales del movimiento de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano’. En Dialéctica de la naturaleza en particular, Engels se basó en un estudio cuidadoso del conocimiento científico más avanzado de su tiempo para demostrar que ‘en última instancia, el funcionamiento de la naturaleza es dialéctico’”. Dialéctica de la naturaleza es un manuscrito que Engels no alcanzó a concluir para publicarlo, pero su obra Anti-Dühring contó con la colaboración de Marx y fue minuciosamente revisada por este antes de su publicación en 1878. En Anti-Duhring Engels expone la concepción materialista dialéctica de la historia, la economía, la naturaleza y el pensamiento, concepción que también denominó socialismo científico.

Marxismo y ciencia

“Para mí no se trataba de construir artificialmente, por proyección, las leyes dialécticas en la naturaleza, sino de encontrarlas en ella y desarrollarlas a partir de ella. (…) Se trataba de convencerme en detalle, pues en líneas generales no tenía duda al respecto, de que en la naturaleza rigen las mismas leyes dialécticas del movimiento que igualmente dominan en la historia la aparente casualidad de los sucesos; las mismas leyes que (…) llegan progresivamente a la conciencia del ser humano; leyes desarrolladas por primera vez por Hegel de un modo amplio y general, aunque en forma mística, y que nuestro esfuerzo hizo pasar de esa forma mística a otra claramente comprensible en toda su sencillez y generalidad. (…) Es posible llegar a esa concepción por el mero peso de los hechos que van acumulándose en las ciencias de la naturaleza; pero es más fácil alcanzarla si se percibe el carácter dialéctico de esos hechos con la consciencia de las leyes del pensamiento dialéctico”. (Federico Engels, Anti-Dühring, Prólogo a la segunda edición, 1885)

“Todo esto demuestra, dicho sea de paso, que nuestros métodos de pensamiento, tanto la lógica formal como la dialéctica, no son construcciones arbitrarias de nuestra razón, sino, más bien, expresiones de las verdaderas interrelaciones de la misma naturaleza (…) Se produjo un no pequeño desarrollo antes de que las relaciones internas de la naturaleza pasaran al lenguaje de la conciencia y que el ser humano llegara a ser capaz de generalizar estas formas de conciencia, de transformarlas en categorías lógicas dialécticas, creando así la posibilidad de indagar más profundamente en el mundo que nos rodea”. (León Trotsky, En defensa del Marxismo, 1940)

Durante el período en que vivieron Marx (1818-1883) y Engels (1820-1895) una serie de trascendentales avances y descubrimientos científicos cambiaron por completo la visión que existía del mundo y de la naturaleza. Hasta fines del siglo XVIII, las ciencias de la naturaleza se habían ocupado de recolectar y ordenar una gran cantidad de nuevos conocimientos en diversos campos. Linneo, por ejemplo, se dedicó a la clasificación de los seres vivos en distintas especies, géneros, etc. En geología, la tendencia predominante era la mineralogía, es decir, el estudio y clasificación de los minerales. En astronomía se trataba de dibujar el ordenamiento de los cuerpos celestes en los cielos. Nunca antes había la humanidad reunido tal cantidad de conocimientos científicos y nunca antes los investigadores habían tenido acceso a los materiales en todo el globo, en todos los continentes y océanos. La tarea era inmensa. Actuaban también como acicate las exigencias de la producción de la economía capitalista, que había surgido con ímpetu en Italia en el siglo XIV y luego se había extendido a numerosas otras regiones de Europa. Así, por ejemplo, la química se vio estimulada por las exigencias provenientes de las industrias textil y metalúrgica, siempre ávidas de nuevos compuestos para potenciar los cada vez más novedosos procesos de fabricación.

La necesidad de ordenar y clasificar había conducido a una concepción estática de la naturaleza y a la especialización de los investigadores, cada uno concentrado en su área específica, lo que les impedía desentrañar las relaciones y las concatenaciones. En Dialéctica de la naturaleza (1872-1882), Engels explica la situación en que se encontraban las ciencias de la naturaleza al concluir el siglo XVIII: “Lo que caracteriza especialmente a este período es el haber llegado a desentrañar una peculiar concepción de conjunto, cuyo punto central es la idea de la absoluta inmutabilidad de la naturalezaCualquiera que fuese el modo como había surgido, la naturaleza, una vez formada, permanecía durante todo el tiempo de su existencia tal y como era. Los planetas y sus satélites, una vez puestos en movimiento por el misterioso ‘impulso inicial’, seguían girando eternamente (…) Las estrellas descansaban para siempre, fijas e inmóviles, en sus puestos, sosteniéndose las unas a las otras por la ‘gravitación universal’. La tierra había permanecido invariable desde siempre o (según los casos) desde el primer día de la creación. (…) Siempre habían existido el mismo clima, la misma flora y la misma fauna, (…) las especies vegetales y animales habían quedado establecidas de una vez para siempre al nacer. (…) Se negaba en la naturaleza todo lo que fuese cambio y desarrollo. (…) Todo seguía siendo hoy lo mismo que había sido ayer y siempre y todo -hasta el fin del mundo o por toda una eternidad- seguiría siendo como siempre y desde el comienzo mismo había sido”. Esto correspondía a lo que Hegel llamó concepción “metafísica” de la realidad.

A lo largo del siglo XIX esta concepción cambió radicalmente y Marx y Engels fueron testigos y admiradores incondicionales de la revolución que se produjo en las ciencias de la naturaleza. Estudiaron profundamente cada uno de los avances y descubrimientos que adelantaban la noción de que en la naturaleza todo está interrelacionado y todo está en movimiento. Al fin de cuentas, las leyes de la dialéctica que ellos ya habían revelado en la historia de la humanidad, aparecían también cumpliéndose en el mundo natural.

Marx, estando en la universidad en Berlín (1835-1841), era asiduo asistente a clases y charlas dictadas por algunos de los más prominentes geólogos del momento. En esa rama de la ciencia se imponía la idea de que los cambios en la corteza terrestre habían sido lentos y graduales en contraposición a la creencia anterior de bruscas modificaciones en las que había jugado un rol la mano divina. Eso significaba que la edad del planeta era mucho mayor de lo que se había creído y que este había experimentado cambios de forma permanente, cambios que no se habían detenido. Junto a la geología, avanzaba la paleontología, ya que “en los estratos sucesivos y superpuestos se desenterraban caparazones y esqueletos de animales desaparecidos y troncos, hojas y frutos de plantas que ya no se conocían. No hubo más remedio que reconocer la evidencia: no sólo la tierra en su conjunto, sino también las plantas y los animales que en ella vivían tenían su historia, desarrollada en el tiempo” (Dialéctica de la naturaleza).

La revolución industrial que se había iniciado en Inglaterra en el siglo XVIII tuvo como fuerza impulsora fundamental a la máquina de vapor: esta movía la maquinaria industrial, las locomotoras y los barcos. Creada por ingenieros y técnicos, el estudio científico de la máquina de vapor comenzó más adelante, en particular las mediciones de la energía cinética originada en la fuerza de vapor. Esto condujo al revolucionario descubrimiento de lo que más adelante se llamaron leyes de la termodinámica, que señalan, básicamente, que la energía (y la materia) no se crean ni se destruyen, sino que solamente cambian de forma. A decir de un emocionado Engels: “En 1842, año que hizo época en la ciencia física, [quedó demostrado] el hecho de que todas las llamadas fuerzas físicas, la fuerza mecánica, el calor, la luz, la electricidad, el magnetismo y hasta la misma llamada fuerza química, se trocaban en determinadas condiciones la una en la otra, sin producirse cambio de fuerza alguno, con lo que venía a corroborarse, andando el tiempo, por la vía física, la tesis cartesiana de que la cantidad de movimiento existente en el universo es invariable. Con ello, las fuerzas físicas específicas, los ‘tipos’ inmutables de la física, por así decirlo, se reducían a distintas formas de movimiento de la materia, formas diferenciadas y que se convertían las unas en las otras con sujeción a determinadas leyes. (…) La física había llegado, como antes la astronomía, a un resultado que apuntaba en definitiva, necesariamente, al ciclo perenne de la materia en movimiento” (Dialéctica de la naturaleza).

En 1828, Pasteur demostró que la fermentación, esto es, la creación de alcohol a partir de azúcar, la lleva a cabo el hongo unicelular de la levadura y ese mismo año el científico alemán Wöhler sintetizó la urea, una sustancia química orgánica compleja, a partir de compuestos químicos simples. De esa manera quedaba demolida la barrera hasta entonces infranqueable que separaba a la química inorgánica de la química orgánica. En la misma dirección, en el campo de la fisiología, el descubrimiento de la célula supuso un avance revolucionario. En 1839, los alemanes Theodor Schwann, fisiólogo, y Jakob Schleiden, botánico, formularon la teoría celular que indica que todos los seres vivos están compuestos por células y por las secreciones de estas, y que la célula constituye a la vez una entidad singular y la unidad estructural y fisiológica de todos los organismos. En 1858, otro alemán, el médico Rudolf Virchow, completó la teoría al demostrar que todas las células provienen de otras células por bipartición, en contraposición a la idea de la generación espontánea que se sostenía hasta ese momento. El concepto central en fisiología celular era el de metabolismo, definido como el conjunto de reacciones químicas que mantienen el equilibrio entre el medio interior y el exterior y de esa forma aseguran la existencia de la vida. El metabolismo (del griego metaballein, cambiar) consiste en la incorporación a la célula de sustancias químicas, a partir de las cuales esta obtiene energía y elabora otras sustancias, y la excreción de químicos como desechos.

Los fisiólogos Carl Ludwig (1816-1895), alemán, y Claude Bernard (1813-1878), francés, aplicaron el concepto de metabolismo a las ciencias médicas y a la fisiología humana. En su Tratado de fisiología humana (1856), Ludwig fundamentó su rechazo a la idea predominante hasta entonces de que los seres vivos se rigen por leyes biológicas o “fuerzas vitales” distintas a las que operan en la naturaleza inorgánica y, en cambio, explicó estos procesos de acuerdo con las mismas leyes que gobiernan los fenómenos químicos y físicos. Bernard (1865) estableció el método científico en medicina, sostuvo que los seres vivos dependen de las mismas leyes que la materia inanimada y acuñó el término “medio interior” que después se denominaría homeóstasis: “La estabilidad del medio interior es la condición que permite la vida libre e independiente”, señaló. Los organismos vivos aseguran esa estabilidad mediante el control de su relación con el medio exterior, vale decir, el metabolismo.

En sus estudios científicos, Marx y Engels no eran ajenos a la relevancia que había adquirido el concepto de metabolismo para explicar el intercambio de materia y energía entre los seres vivos y su medio ambiente. En Dialéctica de la Naturaleza, Engels apuntó: «La vida es el modo de existencia de los cuerpos constituidos por proteínas, lo esencial de las cuales consiste en el continuo intercambio metabólico con el medio natural exterior, y cesa en el momento en que cesa el metabolismo». Y Marx recurrió a la noción de metabolismo para fundamentar la relación que se produce entre el ser humano y la naturaleza a través del trabajo, esto es, definió el trabajo –o sea, la producción– como instancia mediadora de los intercambios energéticos y materiales entre la sociedad y la naturaleza. Según Marx, los rasgos fundamentales de este “metabolismo social” son radicalmente distintos entre los diversos modos de producción que se han sucedido a lo largo de la historia y, por supuesto, serán diferentes en la sociedad comunista del futuro.

Finalmente, en 1859, Darwin publicó El origen de las especies, con lo que también el movimiento y la transformación en el tiempo pasaron a ocupar un lugar central en las ciencias biológicas. El enorme impacto que produjo en Marx y Engels la teoría de la evolución de Darwin es invaluable. Décadas más tarde, entrado el siglo XX, Trotsky señalaría: “El darwinismo, que explicó la evolución de las especies a través del tránsito de las transformaciones cuantitativas en cualitativas, fue el más alto triunfo de la dialéctica en todo el terreno de la materia orgánica” (En defensa del marxismo, 1940).

En la década de 1870, cuando Engels trabajaba en su Dialéctica de la naturaleza y publicaba, con la colaboración de Marx, el Anti-Dühring (1878), en ambos de los cuales analizaba los avances científicos revolucionarios que se habían producido a lo largo del siglo, concluía: “La naturaleza es la piedra de toque de la dialéctica, y la ciencia moderna ha suministrado un material sumamente rico y en constante acumulación, mostrando que, en última instancia, la naturaleza procede dialéctica y no metafísicamente” (Anti-Dühring). “La nueva concepción de la naturaleza había quedado delineada en sus rasgos fundamentales: todo lo que había en ella de rígido se aflojaba, cuanto había de plasmado en ella se esfumaba, lo que se consideraba eterno pasaba a ser perecedero y la naturaleza toda se revelaba como algo que se movía en perenne flujo y eterno ciclo” (Dialéctica de la naturaleza).

Continuará

La integración entre los actores económicos, reto de la planificación en Cuba

 Aunque la planificación existe en todos los regímenes sociales, en el socialismo juega un papel central y en el capitalismo su rol es complementario, afirman expertos, y particularmente en las condiciones de un país como Cuba ha contribuido a la supervivencia de la Revolución...

Fidel Benito Rendón Matienzo en Exclusivo 26/05/2023
Cuba trabaja en la integración entre los actores económicos y formas de gestión para un mayor aprovechamiento del potencial humano. (Tomada de Prensa Latina)

¿Tenemos una economía planificada? ¿Estamos en condiciones de descentralizar los recursos del país? ¿Quién debe regular el mercado en Cuba? ¿Cómo deben articularse orgánicamente planificación y mercado en el socialismo cubano?

Estas interrogantes fueron respondidas por tres reconocidos economistas  durante el programa televisivo Cuadrando la caja, del domingo 22 de mayo, asunto que previamente había originado unos 25 comentarios en la plataforma de Cubadebate.

Por ejemplo, Armando amieva escribió: Un tema de interés y actualidad. Hay mucho por aprender y ejecutar en beneficio del país y en primer lugar del pueblo. El tema no está en la forma de propiedad sino en los mecanismos de control que no funcionan. Dígase carretillero, tarima no estatal, mercado estatal...hay que exigir a cada cual lo que le corresponde, velar por precios adecuados, no especulativos; o que cada uno pague los impuestos que les corresponden y las autoridades correspondientes exijan por el cumplimiento de lo establecido. Hoy hay ganancias desproporcionadas, precios abusivos, impuestos por pagar, declaraciones falsas y todo puede ser corregido con un adecuado seguimiento y control. Lo demás es sabido: hace falta más producción, más variedad de productos, pero mientras llega ese momento control, control y más control y habrá más para todos, con mejores precios y mejor distribuido.

También un tal Alexis Fuego dijo:

" Pienso que la fórmula oferta- demanda para el establecimiento de los precios de productos y/o servicios funcionaría si en verdad existiera una competencia entre quienes lo comercializan; algo que hoy está muy alejado de la realidad que vivimos.

"La monopolización de estos en Cuba es prácticamente generalizada; o compras el producto al precio que te lo ofertan o no lo consumes. Pudiéramos pensar que si no lo compramos, entonces el vendedor tendría que bajar el precio para poderlo comercializar, pero no es así; la oferta es tan reducida que aquellos que igualmente son monopolios de otros servicios aceptan esos precios (porque pueden) y el simple trabajador se obliga igualmente a adquirirlos a ese precio.
 

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"Si no existe competencia entre el Estado y las Mypimes, cooperativas u otras formas de gestión no estatal, entonces seguiremos en lo mismo. O se tendrían que topar los precios de estos; que garanticen por supuesto un margen de utilidades suficientes que incentiven mantener los mismos; algo que hoy no sucede o al menos no se refleja. El control de lo que establece estatalmente es bien difícil de lograr. La realidad es que cada día se hace más difícil administrar una economía familiar donde su núcleo lo respalden salarios de Empresas Estatales, Presupuestados y Jubilados. Sabemos que esto no se desconoce ni que existe una varita mágica para resolverlos, pero tenemos que actuar con celeridad", concluye Alexis Fuego.

Para el  cibernauta Israel M "la ecuación es muy sencilla: ningún particular va a resolver el problema de la economía, ni van ellos por sí solos a bajar los precios, solo una contraparte eficiente de la empresa estatal lo hará".

En la introducción del tema en  Cuadrando la caja el Doctor en Ciencias Económicas José Luis Rodríguez, ex ministro de Economía y Planificación en los años 90, recordó que al triunfar la Revolución las primeras medidas fueron de carácter redistribuidor, con leyes como las de Reforma Agraria, de acceso a las playas, de rebaja de alquileres, de tarifas eléctricas...

Cuando en abril de 1961 se proclama el carácter socialista de la Revolución, ésta se ve urgida de transitar a un modelo de gestión basado en la planificación, tomando la experiencia de los países socialistas de Europa del Este, en particular de Checoslovaquia y de la Unión Soviética.

Según José Luis Rodríguez la planificación aparece inmediatamente adjunta a la necesidad de ir a un sistema de dirección en el que juega un papel central.

El Che insistía mucho que la planificación no es solamente una técnica económica sino una forma de ser y de entender la vida en el socialismo, en que el hombre  dirige la economía hacia una meta, en aras de su plena liberación.

Se trata de una definición muchísimo más amplia de lo que ella es como proceso mismo de ordenamiento de factores para alcanzar un objetivo, con aspectos económicos fundamentales y también sociales y políticos, subrayó en el espacio televisivo del Canal Caribe el también Investigador del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Al decir de otro experto, el Licenciado Joel Ernesto Marill, especialista de la Dirección General  de Planificación Estratégica y Desarrollo del Ministerio de Economía y Planificación (MEP), Cuba tiene una economía con planificación centralizada tal vez con cambios  profundos en los últimos años, desde una idea más al estilo soviético que no solo era planificar el desarrollo sino toda la asignación de recursos materiales.
Ello fue variando hacia una planificación que tiene hoy un carácter más orientado a lo estratégico, a enmarcar los procesos de desarrollo pero que trata de desligarse de la asignación corriente de recursos materiales,  ir dejando la parte de la planificación en los grandes enmarcamientos del desarrollo y de las políticas sociales.

Se trata de un proceso todavía inconcluso, iniciado en 2011 con la actualización del modelo económico cubano y que se adapta a diferentes sectores y formas de propiedad donde la centralización planificada no puede ser el único instrumento para regular la economía, según Joel Ernesto.

Cuba es una economía con esas características porque las decisiones más importantes se toman a un nivel centralizado pero el proceso de asignación corriente de recursos ha ido transitando hacia mecanismos de mercado.

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LAS HERRAMIENTAS CIENTÍFICAS DE LA PLANIFICACIÓN

Para el Máster en Ciencias y profesor Rafael Montejo, de la Universidad de La Habana, la planificación es ante todo la capacidad de pensar, de anticiparnos al futuro, diseñarlo. Llegar y caminar hacia él ya es una herramienta poderosa.

Subraya la necesidad de perfeccionarla en el diagnóstico pues ante la asignación directa o administrativa de recursos se necesita tener herramientas de predicción, de estadísticas, matemáticas, de programación y hasta de inteligencia artificial.

Esas son herramientas de la planificación estratégica, que se requieren perfeccionar y su utilización nos ayudaría. Pero también, acota el Profesor, tenemos carencias en la información para poder hacer esa asignación de recursos, la coordinación entre grandes sectores de la economía.

De acuerdo con el Doctor José Luis Rodríguez la centralización es un nivel de estadío de la planificación y no todo tiene que ser centralizado; tampoco todo puede descentralizarse. Se requiere un cambio en términos de nivel de desarrollo, que haya recursos suficientes y por otro lado capacidades para gestionar un proceso bien complejo, sin que entre en contradicciones.

Descentralizar no significa que cada cual haga lo que le parezca. Hay ejemplos de lo costoso que eso resulta, y muchos a veces se preguntan ¿por qué no hemos avanzado más? , pero olvidan el  bloqueo, es decir, Cuba lleva más de 60 años con restricciones esenciales que han obligado a hacer un uso excesivamente centralizado de la asignación de recursos porque en la práctica estamos en una guerra económica.

Quisiéramos que fuera un escenario de relativa normalidad, advierte, donde todo pudiera pensarse en términos de una reproducción ampliada en condiciones -vamos a decir- del resto del mundo, que no es maravilloso tampoco pero  esa normalidad pudiera ser una aspiración teniendo en cuenta que Cuba tiene  una economía que depende mucho de las exportaciones y las importaciones.

El bloqueo está ahí, subraya José Luis, y hay cosas que quisieras hacer de otra manera pero no te lo permite esa criminal política.

Explica también que por estar Cuba en la lista de estados patrocinadores de terrorismo tiene bloqueadas las operaciones en cualquier banco del mundo. A veces cuando se dice que es el obstáculo fundamental para el desarrollo suena como una consigna abstracta. No. De verdad que tranca el desarrollo en la cotidianidad.

EL MERCADO COMO SUJETO Y OBJETO  DE LA PLANIFICACIÓN

Los promotores  o abanderados del capitalismo no se cansan de afirmar que tienen una economía de mercado cuando de cierta manera lo son todas las economías, porque estamos hablando de un espacio para el intercambio de equivalentes, se dijo en la edición dominical de Cuadrando la caja del 22 de mayo.

En tal sentido el Profesor Montejo aclara que el mercado es un sistema de relaciones humanas, que se establecen  para producir, intercambiar a partir de determinadas necesidades, y el mercado, las relaciones monetarias mercantiles, están presentes en el desarrollo de la sociedad  desde antes del capitalismo, aunque en éste  encuentran su expresión  más alta o acabada.

No son contrapuestos, a mi modo de ver, mercado y planificación pero en un país como Cuba, de relaciones de producción socialista y donde la planificación tiene un papel de preponderancia, entonces el mercado  también forma parte del sistema de relaciones sociales en tanto sujeto y  objeto de planificación, y que puede ser  regulado de alguna manera, de acuerdo con sus alcances, señala el académico, y acota:

La planificación no solo es un proceso técnico sino también político y  humano. Por lo tanto, el mercado también debe estar sujeto a ser de alguna manera utilizadas las herramientas de la planificación. Y en ese sentido ¿en qué grado? ¿En qué momento? ¿Para qué sectores.

El panelista opinó que no hay ni va a existir nunca mercado  sin regulación. Y en el caso de Cuba, obviamente el estado tiene un papel preponderante en sus distintos niveles: municipales, provinciales y nacionales porque la planificación también como proceso debe atravesar  transversalmente todas  las relaciones humanas, entre ellas el mercado.

Para Joel Ernesto Marill hay un momento en la historia del socialismo en el que  las relaciones de mercado casi se quedaron extintas, se llegó a un nivel de centralización tal de los procesos de asignación de recursos que eso se extinguió casi para el sector social.

El especialista del MEP considera que  avanzar en la transformación de la planificación, y aceptar que hay espacios de mercado en las economías que vienen de ese tipo de modelos, ha supuesto un proceso de creación de espacios de mercado para el acceso a los recursos.

En el caso de Cuba alude a mercados como el cambiario, el de combustible o de los de insumos, espacios  institucionales donde por oferta y demanda se  regulan los oferentes y los demandantes bajo determinadas reglas, acotó Joel Ernesto en el programa televisivo del Canal Caribe.

Uno de los problemas fundamentales que tiene la economía cubana,señaló, es que parte de un escenario donde las relaciones monetarias mercantiles son de muy bajo nivel de calidad, los mercados son muy asimétricos, están determinados por monopolios y  normalmente no funcionan bien. Pasar a un mercado donde el estado regule y con calidad también depende de la capacidad de crear mercados eficientes.

Regular un mercado informal de divisas, por ejemplo, es mucho más difícil que regular un mercado formalizado, donde el estado pueda hacer intervenciones cambiarias.

Insertar a las empresas que antes "por la canalita" recibían recursos de sus organismos  y ahora deban gestionarlos es un proceso inconcluso, pero es la base de una economía más ordenada donde la planificación estratégica y más indicativa pueda regular mediante determinados instrumentos monetarios, económicos, fiscales, cambiarios... para la acción de los actores económicos estatales y no estatales.

Según el especialista del MEP descentralizar la economía también pasa por un proceso de creación de  estructuras de mercado eficientes y de calidad, que permitan a las empresas buscarse los recursos.

Y no se ha avanzado más en Cuba en la creación de instituciones de mercado con mayor  nivel de calidad no porque  se tenga la visión de que hay que mantener una centralización profunda en la asignación de recursos,  sino porque las propias condiciones de bloqueo no nos han permitido avanzar más rápido en las transformaciones que del modelo económico se plantearon, de creación de las estructuras de mercado en 2011, elementos que hay que tener en cuenta al  hablar de regulación, de descentralización.

NO ESTAMOS EN CONDICIONES HOY DE DESCENTRALIZAR LOS RECURSOS DEL PAÍS

Hay que ver qué se descentraliza, y qué no, se preguntó el Profesor José Luis Rodríguez en el programa televisivo.

Respecto al tema de la regulación opina que su ejecución por el estado no es tan simple. A modo de ejemplo afirma que un precio topado puede tener determinadas condiciones para operar cuando el estado domina la oferta, y no es así cuando no la domina.

Si hoy no tienes formas de satisfacer una necesidad y a quien lo está logrando le pones un tope, sea formal o informal, no vas a lograr tu objetivo porque él domina el mercado y tiene un dominio mayor en este sentido.
El asunto no se resuelve con decisión administrativa. Hay un cierto rechazo  natural en las personas que  en las condiciones de crisis de hoy lleva  a que la gente proteste por los altos precios, por la inequidad.

¿Cuál es la solución? No es poner tope por una directiva.  En mi opinión depende de un nivel de desarrollo que lleve a que el estado pueda competir con el sector no estatal, por decirlo de la forma más simplificada posible, afirma el también Investigador del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Hemos tenido ejemplos de cuando vendía a precios topados el arroz a cuatro pesos la libra. Lo podía hacer porque asignaba más de 110 mil toneladas de arroz al año, para que ese mercado funcionara. Eso evita que entonces el privado  suba el precio y lo venda a 20, 30, 40 pesos la libra,  una forma de regular que requiere desarrollo porque tienes que tener dinero para comprar ese arroz si no lo produces en el país.

La economía es un sistema y no puedes tomar una medida aislada si no ves  qué impacto puede tener eso o qué es lo posible y qué es lo deseable.

Está también el sentido de la urgencia; hay cosas que hay que hacer urgentemente porque tienes que resolverlas en una situación de crisis hoy, manifiesta José Luis  y pone el ejemplo con la venta de combustible.
Puedes hablar de 20 modelos de asignación óptima que si no hay combustible ninguna va a funcionar.

Y eso es un elemento importante cuando a veces queremos resolver el problema por la vía de la distribución. Esta puede ayudar pero si no hay producción o si no hay posibilidad de obtener el recurso porque no lo puedes producir, advierte el ex ministro de Economía y Planificación, además de recordar que hoy el país está reviviendo o retomando fenómenos de décadas atrás, por lo cual hay que estudiar la historia económica de la Revolución y de otros países socialistas.

En opinión del Profesor Montejo si no hubiéramos tenido un grado de eficiencia en la planificación,  si no hubiéramos tomado caminos propios, no hubiéramos sobrevivido. Lo hemos logrado en gran medida a pesar de los errores, de los desaciertos...

Yo comparto que no solo en la regulación hay también incentivos para desestimular determinadas  actividades y también incentivos para estimular. Y a veces tiene un efecto más limitado o un efecto mayor. Desde la distribución de tierra hasta el tema impositivo. Esos también son importantes momentos, manifestó en Cuadrando la caja el experto de la Universidad de La Habana.

QUE LEYES DEBEN REGIR EL MERCADO EN EL SOCIALISMO CUBANO

Ante esta pregunta Joel Ernesto explica que la Ley del valor rige el mercado en cualquier sociedad.
En el socialismo ella no rige sola  los procesos de mercado, sino que también está atravesada por los procesos de planificación que le interfieren en sentido de generar los marcos en los que esa ley del valor se desenvuelve. Pero como mecanismo de regulación de los actores económicos funciona en todos los espacios en que se deja operar al mercado.

Por otra parte, es verdad que la centralización nos ha permitido en gran medida manejar la crisis económica que vivimos, es decir, la planificación centralizada de los recursos y la capacidad de ponerlos en los lugares que más hacen falta.Pero eso es un modelo que no nos va a dejar crecer en el futuro. 

Para el joven experto del MEP el descentralizar mejor no puede ser la apuesta de los meses que vienen pero tiene que ser el camino a muy largo plazo porque en nuestra economía, sin esa ganancia de eficiencia que nos da la descentralización, nos va a costar mucho crecer en el futuro.

Pero como bien recordó en Cuadrando la caja el Profesor Rafael Montejo más allá de las leyes económicas están también las regulaciones legales,  y hay un gran potencial en el desarrollo local  porque también la centralización excesiva ha hecho que los territorios no se vean reconocidos.

Ahora estamos en una apuesta importante por resaltarlos pero también tienen sus propias limitaciones de recursos.

Por otro lado se necesitan leyes  que regulen el actuar de las empresas, de las Mipymes, cómo es la coordinación entre ellas, cómo empatan el presupuesto y la planificación.

De acuerdo con José Luis Rodríguez hay un sentido de lo social, importante y que no podemos dejar atrás, que en las operaciones del mercado, en condiciones de crisis, reproduce desigualdad. Porque hay quíen puede pagar un precio por un producto y quien no.

El estado tiene que ocuparse de los mecanismos de compensación y mitigación también. Es decir, nosotros tenemos que dar una asistencia social para aquellos que no tienen otras posibilidades, que no pueden emprender en estos momentos un negocio de manera tal  que puedan explotar un recurso local, o lo que sea, y eso tenemos que tenerlo en cuenta .

También por eso varias alternativas que se han hecho de programas antiinflacionarios contemplan una mitigación para los vulnerables porque hay gente que no puede esperar  a que las cosas macroeconómicamente se nivelen, que podamos llegar a un determinado nivel de producción o de distribución de los bienes necesarios para la población y eso con los precios existentes requiere  una mitigación en los segmentos más vulnerables.

Esto viene desde el 2011;  subvencionar cuando sea necesario personas y no productos, en lo cual ha habido dificultades.

Un segundo elemento es la estimulación, que no pase solo con los mecanismos monetarios mercantiles.

UN GRAN DESAFÍO NO SÓLO ECONÓMICO SINO TAMBIÉN IDEOLÓGICO 

Hay que crear la conciencia de  resolver los problemas para vivir en este país y  con un determinado nivel de desarrollo, con una sostenibilidad de un régimen que a pesar de todas las limitaciones es más justo y más humano y de más desarrollo de lo que pueda dar el capitalismo.

Ahí tenemos el gran desafío también en el campo de la lucha ideológica para que los estímulos vayan en esa dirección,  que no sea solamente un cuadre material de tener recursos suficientes para las necesidades. Bien eso es parte del problema, muy importante pero tiene que haber motivación además porque entendamos que la vida tiene un sentido mayor en el socialismo, subraya José Luis.

Con todos los problemas que podamos imaginarnos Cuba muestra una tasa de homicidios de cinco por 100 mil y tú vas a San Pedro  de Sula, en Honduras, y es 85 por 100 mil, expresa y destaca cómo Cuba exhibe una de las más bajas tasas de criminalidad en América Latina y en el mundo. Y eso lo da el socialismo, no surgió automáticamente ni cayó de la casualidad.

De acuerdo con el Profesor Rafael Montejo tiene que haber una preponderancia, una hegemonía cultural donde esa aparente confrontación mercado- planificación la resolvamos desde el socialismo y desde la planificación, para ser coherentes con el modelo que estamos  sosteniendo.

¿Cómo podemos restablecer una relación dialéctica, orgánica, entre mercados y planificación en una economía que está tratando de articular y de tener un diálogo entre empresas estatales y empresas no estatales.?, fue una pregunta lanzada en los minutos finales del espacio televisivo.

Avanzar en el mercado como decía el Profesor José Luis trae sin duda retos sociales, de desigualdad, económicos y no siempre la eficiencia, reiteró Abel Ernesto.

Creo que para lograr articular una economía multisectorial, de muy diferentes formas de propiedad,  la planificación tiene que pasar un espectro más indicativo, que permita utilizar los instrumentos financieros y monetarios, regular por igual todos los actores económicos por un lado, y por  lado el sector estatal, como oferente de recursos, permita regular el mercado indirectamente.

Cuando oferto recursos a un determinado precio, fijo todos los demás precios de la cadena. ¿Por qué? Por mí se tienen que guiar si yo soy el oferente principal, lo que no significa que el estado tenga que ser dominante en todos los sectores de la economía.

Siempre hemos hablado de medios fundamentales de producción. Hay sectores en la economía que no son fundamentales donde el estado estará si es lo suficientemente competitivo. Y donde no esté tendrá que regular con otros instrumentos.

Pero sí sin dudas, dice el joven especialista del MEP, una economía con muchos actores económicos impone un reto a la planificación porque; por ejemplo, no se le puede poner plan centralizado a las Mipymes; eso implica buscar nuevos instrumentos para ver cómo a todos los actores económicos los toca la planificación.

También en opinión de Rafael Montejo lograr tal integración es un reto del socialismo.

Según José Luis Rodríguez tenemos que ir a un programa de estabilización macroeconómica en primer lugar. Hay que atender los problemas de la deuda, los problemas de inflación, la alimentación y la energía. Yo siempre sintetizo en esos cuatro aspectos. En la medida que alcancemos esa estabilización macro podrá mejorar la regulación del mercado y los actores económicos estatales y no estatales. Si eso no lo hacemos no hay funcionamiento posible.