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La Habana, may (ACN) Incrementar la educación cooperativa resulta el requerimiento más urgente para el desarrollo de esa forma de gestión en Cuba, coincidieron hoy funcionarios del Ministerio de la Agricultura (Minag), académicos y cooperativistas reunidos en un foro, en esta capital.
Una de las comisiones del III Congreso Internacional Gestión Económica y Desarrollo, que se efectúa en el Palacio de Convenciones, centró sus debates en el andar de esas organizaciones en el país, donde desde 2013 se impulsan de manera experimental cooperativas que funcionan, por vez primera, fuera del sector agropecuario.
Alcides López Labrada, director general del Centro de Capacitación del Minag, significó que en Cuba, al igual que en otras naciones, se necesita incrementar la cultura cooperativa, considerada la regla de oro de este movimiento.
En los principios definidos por la Alianza Cooperativa Internacional se precisa que las cooperativas pueden surgir de forma espontánea o inducida, pero, al decir del especialista, siempre con la debida preparación.
Precisamente el referido entrenamiento es uno de sus principios, además del control democrático de los socios, membresía abierta y voluntaria, autonomía e independencia y, sobre todo, la responsabilidad social.
Una experiencia de más de medio siglo posee Cuba en este tipo de asociación laboral, con el surgimiento en 1960 de la Cooperativa de Crédito y Servicios (CCS), luego de la Cooperativa de Producción Agropecuaria y en 1993 de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa.
De acuerdo con López Labrada, las cooperativas aglutinan en el mundo a más de mil millones de personas, y en la Isla resultan clave en el sector agropecuario, pues producen más del 90 por ciento de los alimentos del país.
Datos expuestos en la comisión refieren que esas organizaciones asumen en Cuba la siembra del 99 por ciento del tabaco, el 100 por ciento de la caña de azúcar, 91 por ciento de las viandas, así como también es significativo el aporte de hortalizas, frutas arroz, maíz y frijol.  
Lázaro Núñez,  presidente desde 2006 de la CCS Frank País, de Alquízar (Artemisa), coincidió en la importancia de incentivar la capacitación, además de aumentar la autonomía y de eliminar barreras que entorpecen el desempeño de las cooperativas, cuando todavía existen empresas que se niegan a relacionarse con ellas.   
En el panel se presentó la experiencia de seis cooperativas agropecuarias exitosas, y entre los factores del buen resultado sobresalen la disciplina, el respeto a las normas, organización y la presencia de un líder elegido democráticamente y cuya gestión es compartida por los miembros de la junta directiva.
Una ley general que aglutine las normas relacionadas con esta forma de gestión y la creación de un organismo o instituto que la atienda, fueron otros elementos señalados como vitales para el desarrollo del cooperativismo en la Isla.