Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 3 de noviembre de 2021

COPEXTEL iniciará la comercialización de sistemas solares fotovoltaicos el 4 de noviembre (+ Video). Comentario HHC

 



La comercialización de sistemas solares fotovoltaicos comenzará el próximo día 4 en las divisiones de COPEXTEL, ubicadas en calle 41 esquina a 34, Playa, y en Galiano esquina a Dragones, Centro Habana

Como parte de la política para el desarrollo de las fuentes renovables y el uso eficiente de la energía, COPEXTEL será la empresa responsable de la comercialización al sector residencial de los sistemas solares fotovoltaicos con inyección a la red eléctrica de 1 KWp.

En conferencia de prensa, Rolando Gómez Rondón, gerente general de la división Ecosol Energía, explicó: “Estos sistemas utilizan paneles solares e inversores que convierten la energía solar disponible en energía eléctrica para el consumo en hogares, comercios e industrias, generando importantes ahorros en la factura de electricidad”.

Asimismo, enfatizó: “…permiten a los usuarios cogenerar electricidad o inyectar en paralelo la energía, ya sea para autoconsumo o para el despacho al Sistema Electroenergético Nacional”.

Se conoció, también, que estos requieren condiciones indispensables para su instalación como: superficie en techo (azotea) o suelo disponible de 12,5 m², de hormigón (placa), en caso de que sea suelo este tiene que estar pavimentado (cementado o asfaltado) y expuesto al sol todo el año. Deben encontrarse, preferiblemente, de forma horizontal o en su defecto de una manera tal que permita nivelar el sistema solar fotovoltaico.

Susana Delgado Carrera, jefa del Departamento de Ventas, explicó: "…el cliente puede acudir de manera presencial o llamar al centro de llamadas de COPEXTEL, Le Atiendo, al teléfono 7833-3333, en ambos casos, automáticamente, tiene reservado el sistema hasta que el técnico lo visite, en un término de 7 días naturales, para evaluar los requisitos que deben existir para el buen funcionamiento del equipo. A partir de los 5 días hábiles, el cliente puede efectuar la compra. Esta se puede hacer en efectivo mediante pago electrónico o solicitar un crédito en una institución bancaria. El costo de 55 000 pesos incluye todos los componentes del sistema, así como su transportación y visitas de los técnicos para instalación y montaje. Posteriormente, el cliente debe acudir a la Empresa Eléctrica para hacer el contrato para la conexión al Sistema Electroenergético Nacional”.

Tribuna de La Habana conversó con Alberto González García, gerente comercial, quien afirmó: “Es la primera vez que estos sistemas se le van a vender a la población en moneda nacional. Por este motivo la demanda aumenta. En esta etapa solo se van a comercializar en La Habana que es donde debe residir el comprador para así garantizar la visita técnica con el servicio, que incluye instalación y transportación. Es una forma de proteger al cliente. Se espera extender el servicio al resto del país en los próximos meses”.

La comercialización comenzará el día 4 de este mes de noviembre de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. en las divisiones de COPEXTEL, ubicadas en calle 41 esquina a 34, Playa (teléfono: 7 204-5817), y en Galiano esquina a Dragones, Centro Habana (teléfonos: 7866-8303 y 7863-7050).

En video, la noticia


(Con información de Tribuna de La Habana)

Comentario HHC: Bravo !!!!!!.  Lo más importante con esta inversión de parte de la población, es que puedes recuperar la misma con el ahorro de la factura de electricidad, que incluso puedes " vender la energía eléctrica sobrante" a la empresa eléctrica, y  en los años que dé el cálculo, acorde al consumo actual ( en ejemplo del video es en 1.8 años) . Esto es un ganar - ganar. ¿ Qué no es para todos los bolsillos?  Muchas cosas no la son, pero de que es una inversión rentable que se paga sola, para aquellos que puedan ejecutarla. 


UNA MEGA OPERACIÓN NUCLEAR*

Por Jorge Gómez Barata

El 25 de julio de 1962, en plena Guerra Fría, llegó a Cuba el primer buque soviético con personal y armamento. Fue el prólogo de la Crisis de los Misiles.


Detrás, como en una cascada, lo hicieron otras ochenta motonaves con miles de toneladas de armas y pertrechos, entre ellos 60 misiles nucleares, 40 de ellos de alcance medio, más de 60 aviones, medio centenar de ojivas, seis bombas atómicas y 53. 000 efectivos. Las naves viajaron unos 10.000 kilómetros, cruzando los estrechos de Bósforo y Magallanes, arribaron a Cuba y descargaron sus alijos sin ser descubiertas.

Hasta entonces, la Unión Soviética no había emplazado armas nucleares fuera de su territorio: ¿Por qué hacerlo en Cuba?

En 1962 Estados Unidos contaba con unas 5.000 ojivas nucleares y la URSS con 300. Los misiles estratégicos emplazados en cada estado demoraba media hora en alcanzar los blancos en el otro, pero, Estados Unidos poseía ventaja al disponer de cohetes de alcance intermedio en posiciones adelantadas en Europa y Turquía, lo cual reducía el tiempo de vuelo a unos siete minutos. Al instalar 40 rampas nucleares en Cuba, la URSS obtuvo, como mínimo, un “empate técnico”.

La Agrupación de Tropas Soviéticas en Cuba incluyó una división de cohetes nucleares de alcance medio con cinco regimientos, cada uno de los cuales disponía de ocho rampas y 12 cohetes, para un total de 40 rampas y 60 misiles.

La fuerza aérea poseía: un escuadrón de bombarderos ligeros IL-28 y dos regimientos de cohetes alados de corto alcance (con 16 rampas de lanzamiento y 80 cohetes). Cada bombardero podía portar una bomba nuclear. La defensa antiaérea consistía en dos divisiones de cohetes antiaéreos y un regimiento de aviones caza interceptores.

Las tropas terrestres eran cuatro regimientos de infantería motorizada (2.500 efectivos cada uno) tres poseían grupos de proyectiles nucleares tácticos y contaba con tanques, carros blindados, artillería, morteros y municiones antitanque.

La marina estaba formada por dos cruceros y cuatro destructores, siete submarinos de ataque, cada uno con tres cohetes alados R-13 de 540 km de alcance y cabeza de combate nuclear; 12 lanchas coheteras, con misiles convencionales; un regimiento de bombarderos ligeros IL-28 y otro de cohetes alados de defensa costera, con cuatro grupos con cargas de combate convencionales.

La operación de traslado y emplazamiento de los misiles soviéticos es la mayor operación con armas nucleares en toda la historia para la cual, mediante varios cientos de convoyes de ferrocarril en unos diez puertos de embarque, en secreto, se reunieron unos 50.000 efectivos y toneladas de armamentos y equipos.

Por imperativos de seguridad, el personal y los equipos se transportaron separados de los misiles y las municiones nucleares. En la noche del 16 de septiembre, el primer ministro Nikita Jruzchov recibió el aviso de que el buque Indiguirka, había partido. Se trataba de la nave que transportaba las cargas nucleares y seis bombas atómicas. El 4 de octubre atracó en un espigón cercano al puerto de Mariel. La descarga se realizó en tres días.

Uno de los capítulos más dramáticos de la operación comenzó la noche del 30 de septiembre cuando de la remota región de Múrmansk, utilizando los motores eléctricos, con las luces apagadas y la radio en silencio, zarparon cuatro submarinos diésel. Cada uno estaba armado con 22 torpedos, uno de ellos con carga nuclear. Su destino era el puerto de Mariel a donde no llegaron.

Estoy por contar otros apasionantes momentos de la mayor operación nuclear de toda la historia. Allá no vemos.
............................................................................................
*La mayor parte de los datos han sido tomados de la investigación realizada por el teniente coronel (r) Rubén Jiménez Gómez, de las Tropas Coheteriles de Cuba quien publicó la más completa investigación sobre el tema.

03/11/2021
Publicado por el diario ¡Pr esto! Al reproducirlo indicar la fuente

¿Cómo han sido las cosas?

Implementar una política de ajuste y pretender no pagar costos por ello parece estar reñido con la propia realidad.




Voy a pedir un ejercicio difícil, casi imposible: supongamos que el país (Cuba) está en una situación normal, esto es, con bloqueo plus y sin pandemia. Aclaro que después de sesenta años viviendo bajo el bloqueo estadounidense —esa situación que no depende de Cuba—, es para algunos de nosotros, “lo normal” aun cuando en sí mismo y comparado con el resto del mundo sea tremendamente anormal.

Entonces, con bloqueo y sin pandemia, la situación de Cuba a finales del 2019 era ya bastante comprometida en términos macro. Recordemos que solo en diciembre de ese año apareció la COVID-19. Vamos a los datos de entonces:

Fuente: Anuario Estadístico de Cuba, 2019.


Desde el año 2015, el Producto Interno Bruto (PIB) cubano experimentó una tendencia sostenida al decrecimiento, que terminó en crecimiento negativo en 2019, y un promedio de 1.7 para el período, bajo, si tenemos en cuenta, de una parte, que se trata de los años del boom del turismo estadounidense, de los hoteles y los hostales privados, rebosados de turistas, y de otra, es el período en que se logra la reestructuración de la deuda con el Club de París.

La formación bruta de capital a precios corrientes para ese período no rebasó el 10,5% del PIB, a pesar del tremendo esfuerzo constructivo en el sector inmobiliario. En términos de precios constantes fue de 15,4 %.

La inversión en el sector inmobiliario —prácticamente toda hecha con capital nacional (inversión estatal)— alcanzó los 10.910,4 millones de pesos, lo que contrasta con lo invertido en la agricultura en esos mismos años, 710.3 millones, la pesca, 44.4 millones, la minería 305.9 millones, la industria azucarera 606.2 millones y la industria manufacturera 1518.9 millones.

Las importaciones de bienes y servicios en ese mismo período se estancan, resultando en 2019 en el 87% de las del 2015, mientras, las exportaciones de bienes y servicios declinan desde el 2015 y en 2019 solo alcanzan el 84% del 2015. Su impacto en la cuenta corriente y en la balanza de pagos es muy negativo.

El servicio de la deuda acumulado entre 2016 y 2019 alcanzó los 10.375 millones dólares, según estimaciones de The Economist Intelligent Unit. Eso representa el 18.8% del total de exportaciones de bienes y servicios para el período 2016-2019 y el 113% de las exportaciones de bienes para ese mismo período.

Mientras, en el turismo se opera un crecimiento significativo del 2015 al 2017 (más de un millón de turistas) pero ya en el 2018 y en el 2019 el número de turistas disminuyó progresivamente hasta los 4.263.115 desde los 4.593.914 de 2017. La tasa de ocupación no alcanzó el 50% en todos los tipos de instalaciones y en los hoteles “cinco estrellas” estuvo por debajo del 60% desde el 2017. El ingreso por turismo internacional bajó de los 3.000 millones en el 2018 y 2019.

Súmese a ello un déficit fiscal de mas de 6.000 millones en el 2019 y un crecimiento monetario sostenido de la oferta desde los 42.5 mil millones en 2015 hasta los 106.5 mil millones en 2019.

He usado estos datos del 2019 para significar que ya antes de la pandemia la situación de la economía cubana era muy difícil y auguraba que cualquier ajuste que se pretendiera hacer pondría la economía en sus límites. Pero el ajuste planeado no era cualquier ajuste, era del 2.400 %. No son muchos los países que han tenido que hacer ajustes tal magnitud en condiciones tan precarias, sin poder recurrir a flujos internacionales de recursos y con un tejido empresarial poco diversificado y un sistema productivo altamente deteriorado por la falta de inversiones. En definitiva, una economía con muy poco margen de maniobra, lastrada además por años de inercia y cautela en la aplicación de su programa de reformas.

Cuando a mediados del 2020 se anunció la Tarea Ordenamiento ya la tasa de cambio en el mercado informal se había movido de los 24 pesos cubanos (CUP) por dólar a mas de 35 CUP por dólar.

Las políticas de ajuste, todos ellas, tienen impactos de corto plazo, generalmente sobre variables decisivas, y casi nunca esos impactos son positivos. La devaluación impulsa el crecimiento de los precios y puede generar inflación. “Ajustan” la estructura de la economía, mediante la eliminación de las empresas que no alcanzan a ser eficientes en estas nuevas condiciones y puede producir desempleo, excepto si las industrias que resultan “ganadoras” en ese proceso, generan suficiente empleo para compensar el que se destruye o que aparezcan nuevas industrias, muchas veces como resultado de la entrada de capitales frescos. Estos efectos “compensatorios”, no obstante, generalmente requieren de más tiempo.

Implementar una política de ajuste y pretender no pagar costos por ello parece estar reñido con la propia realidad.

Los datos correspondientes al año 2020 confirmaron lo que era casi previsible en el 2019, pero hicieron más complejos los problemas. La “Tarea Ordenamiento” se anunció a mediados del 2020 y se puso en práctica en enero de 2021. Los resultados de estos primeros meses del 2021 evidencian “cómo han sido las cosas”.

En apretada síntesis, las cosas han sido como sigue:
  • La unificación cambiaria y monetaria no se ha logrado en realidad. Hoy la población enfrenta al menos tres tasas de cambio: la formal, en razón a la cual se “ajustaron” los salarios; la informal, que nos desajusta ese mismo salario; y la que se paga por esa nueva ¿moneda? llamada Moneda Libremente Convertible (MLC).
  • La inflación está prácticamente fuera de control, lo cual no se resolverá con medidas “monetarias” y de precios únicamente, porque el fenómeno responde a múltiples causas, dentro de las cuales el déficit de oferta (menos producción y menos importación) es lo más visible.
  • Un mercado informal cada vez mas expandido, con una inflación galopante, en el cual concurren todo tipo de bienes y que se ha convertido en un mercado cuasi obligatorio, ante la incapacidad del sistema de tiendas estatales de mantener una oferta estable en MLC y en CUP en aquellos mercados que aun sobreviven en esta última. ¿Se podía pensar que las ventas de garaje podrían contribuir significativamente a un déficit de oferta tan grande?
  • Un sector empresarial estatal que aún no logra internalizar los “beneficios” de la unificación cambiaria, perdiendo las supuestas ventajas de la devaluación inicial (24 CUP = 1 dólar) ante esta otra que ocurre en el mercado informal (70 CUP = 1 dólar) y que genera desincentivos, incluso a los exportadores, a los cuales se les cambia el 20% de los ingresos por exportaciones a la tasa oficial, perdiendo 46 CUP por dólar entregado si se compara con la tasa del mercado informal.
  • Un sistema cambiario encerrado en sí mismo, que no puede aceptar dólares físicos porque no puede bancarizarlos y que no puede vender dólares físicos porque no tiene suficientes.

Los márgenes de actuación son estrechos, sin dudas, pero hay espacio para hacer.

Incrementar la oferta se convierte en una consigna hueca si no se permite diversificar el mercado minorista y se rompe el oligopolio existente hoy.

Que la producción nacional cubra una parte de la demanda insatisfecha requerirá de mas tiempo, pero sobre todo necesita de mucha inversión en sectores productores de bienes, para la cual habrá que redirigir la inversión desde el sector inmobiliario hacia la agricultura, la manufactura, la pesca y hacia sectores exportadores tradicionales: minería y azúcar.

Sin dudas, la Mipymes podrán contribuir a ello, pero habrá que “cambiar muchas mentes” aún para que esas estructuras sean percibidas como parte indisoluble del sistema empresarial cubano. La diversidad de actores obliga a cambiar muchas cosas, incluyendo la forma en que los propios ministerios se piensan en relación con estos nuevos actores.

La Inversión Extranjera Directa (IED) nunca ha sido tan necesaria y nunca ha estado más retraída a escala mundial y todavía más para Cuba. Atemperar las normas que rigen los procesos de aprobación a estos tiempos y urgencias del país no debería posponerse más.

Modernizar el sistema bancario, pensarlo y ponerlo a actuar como un sistema bancario moderno y hacer que cumpla roles propios —que hoy no cumple o lo hace parcialmente— no debe demorar más.

“Cómo han sido las cosas”, no tiene porque ser en el tiempo futuro.

Reconoce ANEC habanera a empresas destacadas por su gestión en la COVID-19

Por Jorge Rodríguez Hernández

El Consejo Ejecutivo Provincial (CEN) de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) de La Habana reconoció a seis empresas destacadas por su gestión durante la pandemia de la COVID-19, las cuales fueron nominadas al premio nacional concedido en ocasión de la Jornada Económico-Productiva.

Las entidades congratuladas fueron: los Centros de Ingeniería Genética y Biotecnología, y de Neurociencias de Cuba; Instituto de Vacunas Carlos Juan Finlay ; ETECSA; SUCHEL; y Laboratorios AICA, y las mismas recibieron sus respectivos diplomas de reconocimiento en el contexto del evento La Habana, sus experiencias sobre las buenas prácticas aplicadas por diferentes actores económicos: cooperativas; trabajadores por cuenta propia; y empresas estatales, entre otros.

Nicolás Valladares Naite, presidente del CEN de la ANEC capitalina , tuvo palabras de elogio para dichas empresas, cuya labor ha resultado decisiva para enfrentar con éxito los indeseables efectos de la pandemia de la COVID-19.