La Tertulia
Transcribimos la videoconferencia “Los desafíos de un ordenamiento económico”, tema de “La Tertulia” de la Unión de Periodistas de Cuba, en la que participaron Pascualina Curcio y Ernesto Merill Domenech. Moderada por Iroel Sánchez y celebrada en la Casa de la Prensa, el jueves 14 de enero de 2021
Iroel Sánchez: Comenzando hoy de nuevo con este espacio de La Tertulia, que lo llevamos desde la Unión de Periodistas de Cuba a la una de la tarde todos los jueves. Hoy vamos a estar conversando sobre este proceso en marcha en Cuba, que se le ha llamado ordenamiento económico, monetario, y lo vamos a estar haciendo con dos personas que a pesar de pertenecer a distintas generaciones y a distintos países creo que concuerdan en alguna medida en acercarse a estos temas tan complejos de la economía, y hacerlo con un sentido no complaciente con, diríamos, las lecturas más convencionales o más hegemónicas.
Desde Venezuela vamos a tener a la académica, doctora en Ciencias, Pascualina Curcio, con varios libros publicados, el más reciente, creo yo, que lo he conocido y por el cual la he entrevistado incluso, es La mano visible del mercado, un libro que ha tenido una tremenda repercusión en su país, a mi juicio muy aleccionador, un libro econométrico, con muchas estadísticas, con un análisis muy sólido de estos procesos de desabastecimiento, que ella llama desabastecimiento inducido, la inflación, inducida también desde el exterior a través del manejo por internet de los tipos de cambio, más toda la guerra económica a que ha estado sometida el proceso revolucionario bolivariano, y sus antecedentes históricos en otros procesos, como ha ocurrido en Chile durante el gobierno de Allende, en la propia Nicaragua en los años ochenta, como ocurrió también en la Rusia de, la Unión Soviética de la perestroika, y bueno, vamos a estar conversando con Pascualina sobre eso, un saludo, Pascualina, desde La Habana, un placer que estés aquí con nosotros.
Y aquí a mi lado tengo a Yoel Ernesto Merrill Domenech, estudiante de economía de quinto año de la Universidad de La Habana, creo que a pesar, decía, de pertenecer a otra generación, que no digo que Pascualina no sea joven, ustedes la ven que es un princesa caraqueña, pero Yoel es mucho más joven, y a pesar de esa juventud, o tal vez por esa juventud, yo creo que se ha convertido también en una de las personas que desde la economía política viene haciendo un trabajo más interesante con textos y entrevistas muy aportadoras por disidentes, diría yo, del sentido común, de la idea dominante, que a veces vemos sobre estos temas…y Yoel ha estado publicando en distintos espacios como La Tiza, más recientemente en un nuevo espacio que recomiendo mucho, en Bufa subversiva, que ha surgido en las últimas semanas en Cuba, y el último de estos trabajos que Yoel ha publicado, y voy a empezar por él, es sobre el control o la regulación de los precios, un tema siempre polémico, se habla de control administrativo, de regulación indirecta, y también hablamos en Cuba de control popular.
Este proceso de ordenamiento, para los que no estén en Cuba, aunque se ha dado una información muy amplia sobre esto, consiste en primer lugar, en que Cuba hasta el 31 de diciembre del año pasado circulaban el peso cubano y el peso cubano convertible, uno con veinticuatro veces más valor, el convertible que el cubano, y las empresas estatales y las entidades presupuestadas estatales trabajaban con un tipo de cambio de uno a uno, a diferencia del de veinticuatro por uno, que era el que estaba en la calle, con el que trabajaba el sector no estatal o privado y cooperativo, y también las personas en su vida cotidiana.
Se ha hecho una reforma que implica la unificación de ese tipo de cambio, toda a veinticuatro por uno; se ha hecho una reforma que incrementa de los ingresos de la población, o sea, los salarios, las pensiones…
Se ha hecho una reforma de los precios, y se ha hecho una, también un cambio en los subsidios, antes de manera muy generalizada, extendidos en la economía cubana, se eliminaron un grupo de subsidios generalizados relacionados con los precios que las personas tienen que pagar por un grupo de productos que reciben en una canasta normada de alimentos, también la electricidad, el agua… Se ha tomado el dinero de esos subsidios y se han convertido en ingresos de la parte de la población o que es jubilada o pensionada, o que es asalariada del sector estatal, y estamos en ese proceso desde hace dos semanas, que ha tenido que conllevar ajustes en algunos casos; y también hay una presencia de esos precios en el sector no estatal de la economía, un impacto, diría, de precios, en los productos agrícolas, en los productos de la llamada gastronomía, que también han crecido, no son de estos precios regulados, y bueno, esto ha generado también distintos puntos de vista, debates, y Yoel ha sido parte de este debate. Yo le pediría a Yoel que nos resumiera sus tesis sobre este tema en ocho, en diez minutos, y también, bueno, qué piensa de todo este proceso, cómo lo ve, qué ha ocurrido, y qué piensa, qué puntos de vista están en este debate, Yoel, te doy la palabra entonces.
Yoel E. Merill: El ordenamiento monetario en Cuba es un proceso extremadamente complejo, diverso, con muchas aristas; y en especial el tema de los precios, que bueno, que Iroel comentaba, se refiere a las modificaciones que este proceso implica en el sector de la población.
El ordenamiento monetario dentro del sector de la población implica fundamentalmente una transformación del mecanismo histórico de distribución de los ingresos en la economía cubana.
La economía cubana venía durante los primeros veinte años de este siglo manteniendo el mecanismo de distribución de los ingresos que se percibió en el modelo de socialismo real cubano, o sea, la visión del modelo de socialismo donde primaban los subsidios generalizados al consumo, de forma universal para toda la población; este proceso implica un reordenamiento de la forma en que se perciben los ingresos en la economía, la eliminación de subsidios por un lado, y el aumento de los ingresos a la población vía el salario y las pensiones por el otro, este proceso conllevó una transformación muy grande de los flujos monetarios en el sector de la población, y conllevó por lo tanto un reordenamiento en los precios tanto en el sector estatal como en el sector privado.
En la economía cubana, no es un problema que se esté dando con el tema del ordenamiento, ya era un problema anterior al proceso de ordenamiento, pero con el ordenamiento afloran de una manera más clara las contradicciones que han existido en los flujos redistributivos en lo interno del sector privado.
¿Qué significa esto? En los mercados cubanos, suelen ser los mercados agrícolas y los mercados de alimentos, suelen ser mercados pequeños, quiere decir mercados que tienen pocos oferentes y gran cantidad de demanda, en estos mercados han ocurrido históricamente problemas de sobreprecios, problemas de grandes cantidades de precios superiores a los costos, que se están dando problemas también en los mecanismos de acercar los alimentos desde los centros de producción hasta las zonas de comercialización, se han dado problemas que han conllevado a un gran debate en torno a cómo mejorar los mercados agrícolas en Cuba, los mercados que brindan alimentos a la población, lo cual ha sido un debate que no es nuevo, no está con el ordenamiento, es un debate anterior al ordenamiento pero que se agudiza en el proceso de ordenamiento por el incremento de la demanda que se ha dado en los mercados agrícolas en estos últimos años, en los mercados alimenticios, sobre todo en los mercados no estatales; esto ha conllevado a posiciones muy diversas dentro del panorama de posiciones económicas en Cuba, que es un panorama diverso, con diversas posturas y teorías económicas representadas, y en ese sistema se ha dado la necesidad desde nuestra perspectiva que los dirigentes del gobierno, los que llevan al frente la medida, el diseño, la Tarea Ordenamiento, de por lo menos en estos momentos en donde se está dando la gran transformación del sistema redistributivo de los ingresos, y pensiones, y subsidios en Cuba, controlar los precios que se formen de manera abusiva y especulativa.
Un precio abusivo, dentro de una conceptualización sencilla, podría verse como aquel precio que supera excesivamente los márgenes de ganancia medios de la economía, o sea, los márgenes de ganancia que se fijarían por un mercado en condiciones más competitivas, mercados restringidos por la oferta determinan la capacidad de imponer precios sobre los consumidores, lo que determina en algunos mercados la capacidad de grandes sobreprecios.
También los precios especulativos se están dando en un momento en donde escasea mucho un producto
Se produce el acaparamiento y la reventa de precios muchas veces desde los propios mercados estatales, que lo venden a mayores precios, los sobreprecios se dan en algunos sectores, el sector privado, muchas veces el sector informal, que no está totalmente formalizado, la sobre venta de precios a productos que se compraron en el sector estatal; en esto, la necesidad del control popular de precios, la necesidad de la fiscalización de los precios que se ponen desde los gobiernos, desde los gobiernos provinciales, ha conllevado a un gran debate dentro de la academia cubana, dentro de las posiciones de diferentes académicos, economistas cubanos.
Una tesis que nosotros defendemos, es que es válido y necesario los controles de precios para evitar sobre todo los procesos especulativos, y sobre todo un proceso de expectativas a la escasez. Cuando se da un proceso de la escasez se da la idea de que como hay un entorno de escasez, un entorno de aumento de los ingresos, los productores tienen, sobre todo los comercializadores tienen capacidad de fijar los precios mayores, los topes de precios tratan de evitar esos procesos especulativos, esos procesos de presión abusiva, y conllevan por lo tanto tratar de que los precios no se desvíen enormemente de sus costos de producción, o sea, los costos más una tasa de ganancia, más una determinada ganancia que se percibe para los productores y los comercializadores en el sentido económico dentro del sector no estatal, y que no se desvíen de ese nivel de ganancia. Eso ha conllevado a un gran debate, muchos desde posturas que nosotros podríamos identificar asociadas a una línea más liberal del pensamiento económico, que no significa que todo posicionamiento que implique dejar a los procesos mercantiles dentro de la economía socialista sea un enfoque liberal.
Hay que decir que no existe ninguna posibilidad de topes de precios o de control popular de precios sobre ningún sistema de mercado, sobre ningún aspecto o rama del mercado, sí es una visión liberal de la economía, yo comparto eso, no soy el único que lo hace, realmente es un debate abierto en la economía cubana.
Los controles de precios no solamente son un proceso que en algunas experiencias ha demostrado eficiencia en el caso cubano, aunque en otras no ha sido tan eficiente si se mantiene durante muchos períodos de tiempo, se habla de un proceso coyuntural en el proceso de reordenamiento monetario, se habla de la necesidad de evitar procesos especulativos, y por tanto, se habla de la necesidad, sobre todo, de que ese control de precios no sea tan administrativo como que responda al control popular, al control de los gobiernos locales, de los gobiernos locales y no de la administración central del estado, o sea, los precios en Cuba hasta hace menos de una década venían siendo controlados pero por el Ministerio de Finanzas y Precios, los Ministerio de Finanzas y Precios era los que tenían la potestad de la centralización de los precios topados en la economía, y esta facultad se ha ido descentralizando, esa es otra de las posibilidades que abre el ordenamiento monetario, la capacidad de los gobiernos locales, de los gobiernos provinciales, incluso a nivel de municipio, de ejercer directamente los controles de precios y la fiscalización de estos controles desde la comunidad; esto yo creo que está en la línea del socialismo cubano, de la necesidad de democratizar las estructuras económicas en Cuba, es un reclamo histórico también hacia donde el socialismo en Cuba ha ido progresando, a ser menos administrativos y más socializados los controles sobre la economía, también los ha llevado a ser los más atemperados a nuestra época; Cuba, literalmente tiene grandes problemas con toda la oferta, pero eso no condiciona, no justifica, que se den procesos especulativos, revender al tres, cuatro, cinco veces, lo que una cosa costó, no está condicionado por la oferta, está condicionado por procesos que se dan a lo interno de los procesos mercantiles, que necesitan una regulación.
El ordenamiento es causa de posibilidad para que esos procesos especulativos se den, es causa de posibilidad para que esos procesos se generalicen también en el sector informal, no solamente en el sector privado formalizado, sino también en el sector informal, lo que se conoce muchas veces como mercado negro, y ese es menos controlable por el control popular, pero aquel parte de que sí está formalizado, necesita, y es legítimo, está en la conceptualización de nuestro modelo, nos es algo nuevo, que se logre un control efectivo de precios.
El control efectivo de precios en Cuba es un proceso complicado, no es un proceso sencillo, porque es un proceso que necesita mucha información, es un proceso que no siempre se ha hecho logrando los mejores resultados posibles, pero lo que ha permitido el ordenamiento ha sido llevar eso a los niveles más bajos de la administración, estar más pegados al pueblo, a la ciudadanía, cuando esos controles ocurren, y que la ciudadanía se implique en esos controles de precios, porque si el pueblo no se implica va a hacer falta un ejército de personas, se podría decir de personas que fiscalicen, mientras que el pueblo lo puede hacer, y se han creado los mecanismos para que eso se haga.
La visión más liberal dentro de este debate dice que cualquier control popular de precios está totalmente fuera de las necesidades del mercado, que el mercado no solamente regularía a un equilibrio óptimo sino que ese equilibrio óptimo sería al mismo tiempo la mejor forma de redistribución posible que se lograría en las condiciones mercantiles, muchos de los economistas lo imputamos, decimos que es necesario un control de precios que está también alineado con las necesidades de la construcción de una sociedad diferente que emplee el mercado pero que no se deje domesticar, que no se deje regular solamente por los procesos mercantiles.
Y bueno, en el sentido general esa es de la forma en que se ha dado este debate, en los últimos días ha sido un debate bastante fructífero, creo que se ha llegado a diferentes posiciones donde se han delimitado las posiciones más que todo, aunque no se ha llegado a puntos de acuerdo se han delimitado las posiciones en el debate, y bueno, así se están dando los procesos.
Iroel Sánchez: Gracias, Yoel, hay algo relacionado con lo que tú dijiste de que hay un impacto también en esa escasez de oferta, de un factor externo, una política del gobierno más poderoso del mundo es provocar escasez en Cuba, es lo que Pascualina le llama el desabastecimiento inducido, de hacerle los productos más caros al país, muchas veces incluso inaccesibles, como en determinados momentos se ha hecho, por ejemplo, con el combustible, impedir, multar a las navieras, impedir que llegue el combustible a la isla, creo que es algo también importante.
Hay un elemento, o sea, no es que el control de precios sea la herramienta absoluta ni ideal, porque tú hablaste allí de un elemento coyuntural en un proceso que se acaba de iniciar, y no es el elemento incluso principal, hay políticas de estímulo, hay políticas de empoderamiento de los gobiernos locales, y hay también políticas de estímulo a la producción.
Entonces Pascualina, desde Venezuela, esto que yo hablaba de tu libro, de todos estos procesos también inducidos, del papel en la desestabilización económica, de esta guerra económica, y también de grandes empresas privadas internas, ¿cómo tú nos pudieras resumir todo eso en diez minutos con tu sonrisa siempre amable? Adelante.
Pascualina Curcio: Bueno, lo primero, gracias Iroel, un saludo a Yoel, gracias por la invitación. Además, un tema interesantísimo, que da para mucho más de diez minutos, solamente el tema de control de precios, ¿no?
Fíjense, yo coincido con Yoel, con el tema de que a veces hay discursos que buscan ir en contra del control de precios, y bueno, con una posición más liberal, en el comportamiento de la economía.
En el caso de Venezuela, un poco para mostrar lo que ha sido la experiencia en Venezuela, ustedes saben, la Revolución comienza en 1999; en el 2003 el Comandante Chávez establece un control de precios, ¿y cuáles son las condiciones y por qué se estableció ese control de precios en el 2003?, bueno, primero para garantizar el acceso de bienes y servicios a la población, una intención de, digamos, un acceso igualitario, que los mercados jamás, los mercados apuntan, según la teoría de los mercados, a la eficiencia y al supuesto equilibrio, pero no se pasean por el tema de la distribución, y ese es un aspecto importante que nosotros tenemos que tomar en cuenta.
Entonces el Comandante Chávez establece un control de precios, y además, porque es una economía, y de hecho lo sigue siendo, donde los bienes esenciales, alimentos, medicamentos, bienes de, productos de higiene, por ejemplo, para el hogar, incluso repuestos para la movilización, el transporte, están en manos de grandes monopolios, además, transnacionales; cuando hay un monopolio, además, ese factor de especulación, de incremento de los precios, se acentúa, y particularmente cuando son bienes esenciales, que son bienes que la población busca tener acceso incluso independientemente de su nivel de salario, porque bueno, necesita comer, necesita el medicamento, etcétera; en esas condiciones, reconociendo los monopolios para esos tipos de bienes, y reconociendo además la necesidad del acceso a los bienes, se establece un control de precios; ese control de precios funcionó perfectamente bien hasta el año 2013, es decir, diez años de controles de precios, además, no estamos hablando de todos los precios de la economía, como a veces se lee en los medios de comunicación, “todo está controlado”, estamos hablando particularmente, sobre todo, de esos bienes de primera necesidad; funcionó perfectamente bien, no hubo escasez durante esos diez años de controles de precios.
¿Pero qué ocurrió en el 2013?, y un poco para compartir la experiencia. Ustedes saben que desde el ‘99, que inició la Revolución, pues los ataques, el asedio y los intentos de parte del imperialismo para derrocar la Revolución no han cesado.
En el 2013, cuando fallece el presidente Chávez se intensificaron las acciones, y una de las primeras acciones en contra de, bueno, nosotros decimos de la población en general, ni siquiera en contra del gobierno revolucionario, fue generar una escasez que nosotros llamamos inducida, o un desabastecimiento inducido y además programado.
¿Qué comenzamos a ver en el 2013?, que por cierto, ellos lo fueron ensayando, incluso lo ensayaron en el 2007 en un proceso electoral, en los procesos electorales lo ensayaban, ¿no?, y es que de repente y mágicamente comenzaban a escasear los bienes de primera necesidad, entonces de repente la harina, la pasta, la carne, el pollo, los huevos, los bienes de primera necesidad, y los medicamentos, y los productos de higiene, no estaban en los anaqueles, entonces uno decía primero “Bueno ¿Cómo que de un día para otro hay escasez?”, y segundo, lo otro que observábamos es que esos bienes no estaban en los anaqueles formales pero sí estaban en los mercados informales que comenzaron a proliferar, es decir, esos mismos bienes los vendían, quienes aquí llamamos bachaqueros, los bachaqueros en esos mercados informales, es decir, los bienes estaban.
Esa acción, que no es otra cosa que un arma de guerra económica en el marco de la guerra no convencional, ¿cómo funcionaba?, no era un problema que no se producía, porque eso iba acompañado de un discurso, ¿cuál era el discurso en los medios de comunicación?, bueno, hay escasez porque ese modelo revolucionario fracasó y no le permite a las empresas producir los bienes para la población, es decir, la culpa es de la Revolución, y por eso es que la gente como no consigue el producto tiene que hacer largas filas para conseguir y adquirir el producto, ese era el discurso; ¿y por qué ese proceso fracasó?, porque controló los precios, o sea, el discurso era, la Revolución controló los precios y entonces las empresas no podían cubrir con esos precios sus costos de producción, y por lo tanto no estaba el producto, escaseaba, y la gente tenía que hacer filas.
Cuando comenzamos a investigar resulta que si eso fuese así la empresa definitivamente no produce, porque si no le cubre los costos de producción de hecho no debería producir, pero las empresas de esos bienes que escaseaban seguían produciendo, no solamente seguían produciendo, sino que jamás reportaron pérdidas operativas, por el contrario, reportaban ganancias, incluso las empresas transnacionales de medicamentos, de alimentos.
¿Entonces qué era lo que estaba ocurriendo?, ellos producían, pero el mecanismo de desestabilización social era que los productos no los colocaban de manera puntual y suficiente en los anaqueles y en los mercados, sino que los desviaban a esos mercados informales, ¿para qué?, para dar una sensación de escasez inducida y programada y culpar y responsabilizar al gobierno bolivariano y a la Revolución, es decir, la causa no fue el control de precios, que como decimos, funcionó perfectamente durante diez años hasta que intensificaron esta arma en el marco de la guerra no convencional.
¿Cuál es el objetivo al final?, desestabilizar, generar angustia, malestar en la población, responsabilizar al gobierno, porque esa escasez inducida, con la excusa del control de precios genera tres efectos, primero, largas colas, largas filas, genera racionamiento.
Entonces si yo llego al establecimiento y hay poquitos productos pues entonces me van a dar uno, máximo dos, y como hay personas que se van a quedar sin el producto, y es un producto muy necesario, imagínense un anti hipertensivo, por ejemplo, entonces esa persona está dispuesta a ir a un mercado informal a pagar un precio mayor por el producto, entonces ese es el tercer efecto.
Entonces quería comentar un poco eso del control de precios. Luego, el gobierno identificó que el problema era la distribución, o sea, el problema estaba en la distribución malintencionada de esos bienes, y por ejemplo, en el caso de los alimentos creó los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, que son los CLAP, y comenzó a distribuir alimentos a la población con el pueblo, con la población se estructuró, digamos, a nivel de las bases pues toda una organización para alimentos adquiridos por el estado, se distribuían en manos de la población.
¿Qué hicieron las empresas?, ya entonces como vieron eso empezaron a disminuir la producción, y comienza un segundo ataque, que sé que no me va a dar tiempo a comentarlo, Iroel, pero sí lo quiero dejar aquí, y fue el ataque a la moneda para afectar directamente los precios de los bienes, entonces generaron un ataque a la moneda, no es que esa arma nunca estuvo, pero la intensificaron, cuando el gobierno más o menos resuelve el problema de la escasez inducida entonces comenzaron a atacar el bolívar, que es nuestra moneda, y por esa vía generar una hiperinflación inducida, que ha sido una hiperinflación importante, y por esa vía de los precios, pues entonces desencadenar una serie de efectos.
Tú decías en la primera parte, estas son prácticas, lo del desabastecimiento programado inducido lo aplicaron en Chile en el ‘70, luego en Nicaragua, o sea, las filas en Nicaragua para conseguir alimentos, y en la Unión Soviética también, son prácticas de manuales de guerra no convencional.
No sé, si quieres lo dejamos hasta aquí Iroel, y si da chance luego hablamos del tema del ataque al bolívar.
Iroel Sánchez: Gracias, Pascualina. Tú decías, Chile en el ‘70 contra el gobierno de Salvador Allende para crear las condiciones para un golpe de estado; Nicaragua en los ochenta, como parte de la guerra sucia contra el gobierno sandinista; y en la Unión Soviética, también unido a las propias deficiencias internas del sistema económico soviético, para crear las condiciones para el derrumbe de ese país, junto a las condiciones endógenas de la Unión Soviética y todas las deficiencias económicas que tenía ese sistema.
Ahora, Yoel, también sería bueno comentar, porque ahí Pascualina dijo de pasada un elemento importante, que es el tema de la inducción desde el exterior, hay unos sitios en internet que todos los días sacan una cotización desde Estados Unidos del dólar en Venezuela, y que a partir de ahí crea esta tendencia especulativa con la moneda, ¿no?, ya en Cuba hay también sitios en internet que hablan constantemente, que casualmente también son pagados desde Estados Unidos y son parte de toda una guerra mediática, y hablan de otras cotizaciones del dólar en Venezuela, y todas esas cosas las estamos también viendo desde hace algunos meses en Cuba, todas esas herramientas.
Ahora, están todas estas acciones, pudiéramos decir prácticas sobre la economía, pero también está la construcción de todo un pensamiento sobre eso, un pensamiento dominante, tú hablas en tu libro y utilizas, parafraseas a Adam Smith, de la mano invisible, tú hablas de la mano visible del mercado, ¿pero cómo pudiéramos decir que se ha construido este pensamiento?, ¿qué papel juegan en eso los medios de comunicación dominantes, la academia dominante?, porque una cosa es la ciencia económica, y las cosas cuando son ciencia tienen una argumentación, y otra cosa es la presentación como ciencia de la conveniencia, ¿no?, y entonces sobre ese tema también quisiera conversar un poquitico, Yoel Ernesto, te doy la palabra. Gracias.
Yoel E. Merill: Gracias. Bueno, sí, Iroel, como tú decías. Hay que dejar claro, en toda la economía, o sea, la economía convencional ha tenido siempre el aquello, aquel gran interés de pasar todas sus teorías como puramente científicas y aideológicas, o sea, yo creo que si algo tiene que hacer la heterodoxia dentro de la economía es criticar esa visión aideologizada de la ciencia, porque detrás de toda construcción científica hay determinados presupuestos que sesgan las construcciones científicas, o sea, esa ciencia sin ideología es algo que la economía convencional ha querido muchas veces hacer pasar, como por ejemplo con el tema del mercado, diciendo que la regulación del mercado no es una cuestión ideológica, tú hablabas de los medios, de cómo esas cosas se han ido construyendo, varios medios de los que han estado muchas veces implicados en el golpe suave contra Cuba han querido vender la idea de que los controles de precios son un sesgo ideológico del gobierno, que no deja desarrollarse a los productores cubanos.
Los controles de precios extendidos en el tiempo pueden llegar a tener determinadas cuestiones regresivas, así que no es una cuestión recomendable, pero la visión de que toda actuación del gobierno supone un sesgo político es totalmente falsa. Dejar actuar al mercado sin regulación es un sesgo político.
Lo que se avala desde la racionalidad de la academia, de muchos libros de texto y de doscientos cincuenta años de producción científica de la economía convencional, que ha convertido en una ciencia, ellos le llaman objetiva, positiva, lo que hay que hacer, la verdadera economía, a toda la construcción teórica, que cuando uno analiza desde Adam Smith, y desde la fisiocracia francesa, y desde toda la construcción del dejar hacer al mercado hasta la actualidad, con mayor, con menor formulación matemática, ha sido más o menos igual.
Tú hablabas de los lugares donde los precios de la moneda cubana se ponen en diferentes lugares, diferentes medios de prensa, muchas veces con asentamiento en los Estados Unidos y demás; eso me hacía recordar, hace poco, cuando, durante casi veinte años, o sea, desde los noventa hasta el 2019 la economía cubana había logrado controlar la tasa de cambio paralela a los mismos niveles de la tasa de cambio formal, después del arreciamiento del bloqueo en el segundo semestre del 2019 esa convertibilidad, esa paridad de tasas, o sea, esa paridad en la igualdad de la tasa oficial y la tasa informal se pierde, también ahí tuvieron que ver la apertura de tiendas en moneda libremente convertible entre otros procesos que se dieron a la par, y lo primero que fue saliendo en los medios como ADN Cuba, CiberCuba…es que la tasa de cambios iba a estar a ochenta, a noventa pesos; la tasa de cambio informal ha pasado, ha estado en cincuenta pesos, cuarenta pesos, contando de que la tasa de cambio formal está en veinticuatro, veinticuatro pesos por dólar, y había toda una parafernalia montada diciendo que luego del ordenamiento esa tasa iba a llegar a los valores de ciento cincuenta, doscientos, trescientos pesos, o sea, tres, cuatro, cinco veces… por demás.
En los últimos días se ha dado toda una parafernalia para cuestionar la tasa del ordenamiento diciendo que esa tasa no es una tasa de cambio fundamentada, y que la tasa de cambio debería devaluarse hasta la tasa de cambio informal, muchas veces cincuenta, cien, sesenta, seiscientos pesos si quieren, algunos medios están informando eso; mientras que en el mercado paralelo si bien no está la tasa de cambio estatal, y no debería estarlo, o sea, es ilógico que en un momento donde se está en el medio de la restricción de divisas, donde muchos mercados en Cuba se nutren con las divisas del turismo, no sé qué, sea, y con la permanencia de una gran demanda estimulada por las tiendas en moneda libremente convertible que existen en Cuba, esa tasa se encuentre lo mismo a los mismos niveles de la tasa estatal.
Pero sí hay una campaña, y es reconocible, que muchos medios de prensa, estoy hablando, no estoy hablando solamente de los precios, donde se publican esas tasas de cambio, sino los medios de prensa que han citado que la tasa de cambio está muchas veces incluso superior a la propia tasa que en el mercado informal se encuentra, lo cual crea unas expectativas negativas, porque cuando uno dice, bueno, si la tasa mañana va a estar a doscientos, eso hace que la gente quiera comprar, y hace incluso que la tasa se deprecie aún más, o sea, es una forma de lograr unas expectativas autocumplidas, enfocar al miedo, y eso se ha dado en la economía cubana, se daba menos antes, o sea, se daba menos en un contexto, pero desde el arreciamiento del bloqueo en el segundo semestre del año pasado se ha dado con bastante fuerza.
La construcción de la teoría liberal en Cuba ha sido un proceso bastante largo, de los años ochenta hacia la actualidad se ha visto una reducción de los espacios del marxismo y de una teoría crítica, y eso ha dado que en las condiciones actuales, donde se hace el ordenamiento, haya habido un gran debate con posiciones muy enfocadas desde posturas más liberales de la economía, que realmente han llevado a un fuerte debate en el cual realmente el control de precios ha sido vapuleado desde muchas posiciones teóricas, y sin embargo se ha visto en experiencias históricas, por lo menos de las economías socialistas, donde estas han tenido determinada eficiencia, aunque como ya se dice, no debe alargarse en el tiempo.
Quería antes de terminar señalar dos diferencias y dos semejanzas con respecto al caso venezolano porque me parecieron muy vívidas; lo primero, lo que decía el profe Iroel, el tema del bloqueo; el segundo, el tema del crecimiento del mercado paralelo, el mercado paralelo sobre todo desde el segundo semestre, cuando se han arreciado las medidas del bloqueo económico a Cuba en el segundo semestre del 2019 ese mercado ha ido creciendo, y ha sido incentivado también por toda una serie de mecanismos muchas veces creados desde fuera de Cuba, donde eso se ha ido incentivando, y eso no es una excusa para no decir nuestros problemas, Cuba necesita mayor estímulo a la oferta, el ordenamiento es una forma de estimular la oferta, necesita reordenar el sistema institucional, el tema de abrir mayor formalización a los negocios del sector no estatal, dar mayor capacidad para también poder controlarlos, reclamarles, una vez que se formalicen de una forma más, o sea, mejor institucionalizada, pero eso no puede ser una barrera que no nos permita reclamar un control que está conceptualizado en nuestro modelo, un control que además es democrático, y además, un proceso de una construcción del socialismo que no va hacia ese dejar hacer al mercado que muchos promulgan, sino que ese dejar hacer al mercado tiene que estar definido dentro de unos márgenes sociales y de un consenso democrático que se lleve dentro de la construcción del socialismo en Cuba, y eso es lo que algunos quieren negar completamente, y otros, bueno, tratamos de defenderlo también desde posiciones teóricas, teoría, que no es una ciencia neutral, porque la economía no es una ciencia neutral, ni la de ellos ni la de nosotros, hay un sesgo ideológico en topar los precios, un sesgo a favor de las personas más humildes en Cuba, de la necesidad de controlar la distribución de alimentos, de temas básicos, también hay un sesgo ideológico en decir que no se tope, que no se controle el mercado, y bueno, ese es un debate que actualmente estamos teniendo en Cuba.
Y yo creo que hay que hacer notar las diferencias también con el tema del mercado, con el caso venezolano, y yo creo, y con esto termino, si algo ha logrado Cuba con el tema de la estabilidad de precios durante muchos años, desde la crisis de los noventa hasta ahora, ha sido el gran control del sector estatal sobre el comercio minorista.
Algunos en la conceptualización, cuando se habla en Cuba de medios fundamentales de producción que deben estar en manos del estado, muchas veces ponen las fábricas, los bancos, los puertos, los aeropuertos, pero si algo ha sido neurálgico en Cuba para controlar la inflación, para controlar los procesos de desabastecimiento, para hacer política monetaria en el sector de la población, es controlar el comercio minorista, eso es un medio fundamental, que después de lo que la profe Pascualina hablaba, es un medio que nosotros tenemos diferente de Venezuela, donde las grandes transnacionales parece que controlan gran parte del comercio minorista, caso que no es en Cuba, y eso ha sido una diferencia importante y es un punto a favor para el caso de Cuba, es un punto que no debemos perder en ningún momento.
Iroel Sánchez: Gracias, Ernesto. Quería también apuntar, yo creo que es bueno que hayas marcado semejanzas y diferencias, quería apuntar y preguntarle a Pascualina, porque tú decías una cosa al principio, y Ernesto como que lo decía entre líneas, pero que, esta intervención del estado no es un prejuicio ideológico, es un modo de proteger el poder adquisitivo de las mayorías, y no es privativo de gobiernos socialistas.
Yo leía creo que el año pasado, y está publicado, lo pueden buscar, un elogio del The New York Times, que es un, yo diría, del departamento ideológico del liberalismo, a Axel Kicillof, que fue el ministro de Economía del gobierno de Cristina Fernández en Argentina, por el control de precios efectivo que había implantado, entonces es algo que no es fruto de un prejuicio ideológico, es una estrategia que es la que en determinada contingencia de agresión, de reducción del poder adquisitivo de una economía por una política de guerra económica, en ambos casos del país más poderoso del mundo, o por otras coyunturas, puede ser un desastre natural, puede ser una pandemia… se toman estrategias para evitar una terapia de shock, que sabemos adónde condujo a importantes sectores de la población en la propia post Unión Soviética, o en el propio ex campo socialista europeo.
Entonces Pascualina, sobre estos temas te doy la palabra, disculpa que haya intervenido un minutico. Gracias.
Pascualina Curcio: Sí, bueno, incluso ahorita estamos viendo con la pandemia cómo se han desmoronado muchas teorías económicas que han estado presentes, desde el dejar hacer de Adam Smith y que los mercados lo pueden todo, hasta la teoría monetarista, que tiene un peso impresionante, y nosotros decimos, esa teoría monetarista es el velo del modelo neoliberal dentro del mismo capitalismo, incluso dentro de las armas de guerra económica, entonces allí vemos cómo la Reserva Federal imprime, imprime e imprime dinero, cuando decían los monetaristas que eso sería terrible, generaría inflación, pero entonces el estado está interviniendo en ese caso, ¿no?
Yo quería hacer varios comentarios con respecto al ataque a las monedas, porque de verdad que de todas las armas de la guerra que nos han aplicado esa es, sinceramente, además del bloqueo, porque estamos bloqueados, del embargo, del tema de la escasez inducida, pero el ataque a la moneda es la más poderosa, no es nueva, también la aplicaron en Chile, en Nicaragua sandinista, en la Unión Soviética, es parte de ese manejo.
Y aquí en Venezuela, y me impresioné cuando tú dijiste que desde hace unos meses también lo están viendo en Cuba, que en Venezuela eso lo están preparando desde el 2006, eso no es nuevo, ¿y qué van haciendo?, y es importante que estemos alertas con este tema.
¿Qué van haciendo?, ellos a través de portales van posicionando un supuesto precio de la moneda que no es el verdadero precio, independientemente de las condiciones económicas, del producto interno, de las reservas internacionales, no tiene nada que ver con las características de la economía, lo que sí van haciendo es que lo van posicionando con el discurso de que el tipo de cambio que da el estado no es el verdadero, un poco lo que decía Yoel, entonces por allí se meten.
¿Y qué genera?, y Yoel lo mencionó, es un asunto de expectativas. Cuando los agentes económicos van viendo que ese tipo de cambio en ese portal que van posicionando y que va adquiriendo cierta credibilidad, todos los días aumenta. Los agentes económicos, los que producen, los que comercian, dicen: “Bueno, el tipo de cambio si hoy está así, históricamente ha subido, lo más probable es que siga subiendo”, y tienen la expectativa de que suba, y esa expectativa, y es lo que se conoce como expectativa racional adaptativa, ¿qué hace ese comerciante y ese productor?, él se adapta racionalmente entre comillas, porque su racionalidad es ganar, ¿no?, en el marco de un sistema de mercado, y él va ajustando sus costos a ese tipo de cambio aunque no sea el tipo de cambio verdadero, aunque los productos los haya comprado a un tipo de cambio menor, él se adapta a esa expectativa, lo incorpora en sus costos y los traslada a los precios, y ese es el mecanismo a través del cual el ataque a la moneda deriva en incrementos de precios; repito, están desde el 2006 posicionándolo, era imperceptible en el 2006, incluso en el 2012, en el 2013, pero ya ahora es en Venezuela evidente, es decir, un comerciante en Venezuela te da el precio en bolívares, te va a dar el precio de un producto y lo primero que hace es ver ese portal a ver a cómo está el tipo de cambio para decirte cuánto, cuál es el precio en bolívares de ese producto, entonces los precios de la economía están referenciados a ese tipo de cambio que sube sin ningún criterio económico, pero sí un criterio político, incluso de guerra, es decir, afectar los precios de toda la economía.
¿Y qué es lo que buscan al final?, generar inflación, y en nuestro caso una hiperinflación que llegó al ciento ochenta mil por ciento sólo en 2018. Para que tengan una idea del ataque al bolívar, desde el 2013 hasta hoy, se ha depreciado, o mejor dicho, han inducido la depreciación del bolívar a través de ese mecanismo un billón por ciento, o sea, uno y doce ceros a la derecha por ciento, es una cifra de verdad, Iroel, que uno la dice y no se cree, porque es que han pasado muchas cosas en Venezuela económicas y políticas, pero jamás para decir que el bolívar se haya depreciado un billón por ciento en estos cinco o seis años, ese ha sido el ataque, y eso se ha traducido en incremento de precios.
Ahora, ¿qué ha implicado el incremento de precios?, pérdida del poder adquisitivo real, del salario real, a pesar de los ajustes, pero los ajustes de los salarios, digamos, se van ajustando los salarios y los precios aumentan a una velocidad impresionante en función de ese ataque a la moneda; pero tiene otros efectos, contrae los niveles de producción, porque al deteriorarse el salario pues en los hogares el poder adquisitivo no alcanza, compramos menos, y eso también incide sobre la producción, e incide particularmente sobre el desempeño del estado y de la administración pública, y no es casual, porque eso va acompañado con un discurso, ¿cuál discurso?, bueno, por supuesto, la culpa de la inflación es del gobierno, con un discurso que tiene el velo monetarista, y dicen, la inflación es culpa del gobierno, que imprimió dinero y generó inflación, que es ese discurso monetarista que cubre el arma de guerra; pero además, ¿al deteriorarse el desempeño del sector público, qué dicen?, el estado es ineficiente, y por lo tanto hay que privatizar; digamos, todo está armado para justificar, minimizar el estado y para, digamos, derrocar la Revolución, generar desestabilización social, etcétera.
Entonces, ya cerrando, el tema de la moneda, Iroel, no es cualquier tema, hay que estar muy pendientes. Hoy en día están atacando por lo menos a Venezuela con la moneda, a Irán, hay portales en Irán, no es casual, a Argentina, y bueno, y como te comento, Venezuela, es por lo menos visible este tipo de ataque, lo dejo hasta ahí, Iroel.
Iroel Sánchez: Sí, gracias, Pascualina. A ver, yo oyéndote, y también relacionándolo con lo que ocurre acá; acá está en marcha todo este proceso de ordenamiento después de un discurso de años donde se ha estado insistiendo desde determinadas publicaciones y determinados eventos financiados desde el exterior, uno, que no era posible el ordenamiento sin desempleo masivo, que no era posible el ordenamiento sin privatización de los activos estatales, y que no era posible el ordenamiento sin bajar de manera importante el poder adquisitivo de los trabajadores; Cuba ha acometido esto sin hacer ninguna de esas tres cosas, entonces hay que buscar otras vías por las cuales sea sostenido ese discurso, me parece a mí, y las personas que durante todo este tiempo estuvieron diciendo eso , no tienen cómo sostener un discurso, sino tienen que concentrarse en otras cosas, me parece a mí.
Entonces para ir cerrando, ya que nos quedan unos minuticos, no sé si alguno de los dos quiera agregar algo, Yoel, muy brevemente.
Yoel E. Merill: Bueno, yo solamente quería decir que realmente el ordenamiento es un proceso muy profundo, un proceso que nos va a revolver la vida a todos, en el sentido más claro de la palabra, nos va a poner a replantearnos muchas de las cosas importantes que hace el socialismo en Cuba, y que tiene que hacer en el futuro, hacer las cosas diferentes.
Y yo creo que lo que abre el ordenamiento también es eso, el ordenamiento tiene muchos temas económicos, pero ese tema de poder descentralizar también la capacidad de controlar la estructura económica desde el poder popular es un gran beneficio del ordenamiento, un gran beneficio que se enfrenta a una lucha económica asimétrica que nos están haciendo desde muchos sectores de la contrarrevolución, y como decía el profe Iroel, alguna contrarrevolución que está más posicionada dentro del mundo, podemos decirle intelectual, académico, dentro de Cuba, y bueno, realmente es una lucha que lleva también mucho pensamiento de parte de nosotros, y que bueno, la Revolución cubana va a tratar de echar para alante con eso, con un ajuste que sea económicamente factible dentro de las posibilidades de la economía cubana, pero manteniendo las garantías sociales y los beneficios sociales que han caracterizado siempre a la Revolución cubana; en ese, un famoso dilema entre inflación y desempleo en la economía convencional, para nosotros es inaceptable el desempleo porque uno prefiere tener tensiones en los mercados, problemas en los mercados, a trescientas mil personas desempleadas, porque es una cuestión de humanismo, que va más allá de cualquier visión económica, técnica, que nos puedan decir los teóricos desde otras líneas de pensamiento.
Iroel Sánchez: Pascualina, entonces te doy la palabra también muy brevemente si quieres agregar algo. Venezuela.
Pascualina Curcio: No, bueno, en el caso de Venezuela un poco mostrar, ya aquí mostramos estas dos armas de la guerra, de verdad que han impactado bastante, y sin embargo, y es parte del proceso revolucionario, la intención del gobierno bolivariano de a pesar de estos ataques, la Revolución se mantiene, el ataque que hemos recibido, ya les mencioné el número de la moneda, más otras acciones, el bloqueo, que bueno, ustedes de eso saben más que nosotros, el bloqueo económico y el embargo comercial; pero es un poco lo que decía Yoel, las intenciones del gobierno bolivariano y del estado venezolano en garantizar la protección a la población, mantener el proceso revolucionario, y así lo entendemos, como esa guerra donde cada vez que se toma una decisión el enemigo, en este caso el imperialismo, va a reaccionar, pero sobre la marcha pues hay que ir ajustando en función de avanzar con el proceso revolucionario, y además, la protección a la población. Y agradecerte, Iroel, la invitación, y un saludo a Yoel.
Iroel Sánchez: Bueno, gracias a Yoel, aquí a mi lado, a Pascualina. Creo que, para mí por lo menos ha sido ilustrativo y me ha ampliado también el conocimiento y los puntos de vista, esperamos que para nuestra audiencia también, un tema tan complejo, con tantas aristas, y es bueno que tengamos dos miradas desde dos lugares con semejanzas, como decía Yoel, y también con diferencias, pero también que han sido víctimas sus pueblos de una agresión en el área de la economía tan tremenda.
Los esperamos el próximo jueves a la una de la tarde para otro tema de actualidad en Cuba y en el mundo desde acá, desde la Unión de Periodistas de Cuba. Le agradecemos a su vicepresidenta, Rosa Miriam Elizalde, que ha estado aquí con nosotros, a su presidente, Ricardo Ronquillo, que está también acá. Y decirles que ha sido para nosotros un placer tener a estos invitados, que además, con un pensamiento crítico, con una visión que no es la dominante, han expuesto aquí sus argumentos. Muchas gracias a ustedes, a nuestros invitados, y nos vemos el próximo jueves a la una de la tarde desde la Unión de Periodistas de Cuba. Gracias.