Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

martes, 21 de enero de 2025

Declaración del Gobierno Revolucionario

Frente a la arremetida imperialista, Cuba vencerá


Arremete el presidente estadounidense Donald Trump contra Cuba desde el primer día y sin ningún pretexto. La decisión de restablecer las férreas medidas de guerra económica contra Cuba, que su predecesor eliminó solo días antes, es demostración de la agresividad del imperialismo estadounidense contra la soberanía, la paz y el bienestar de la población cubana. Entre ellas está la inclusión de nuestro país, nuevamente, en la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, designación que evidencia un desprecio absoluto a la verdad.

Esto no sorprende. La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del 14 de enero ya advertía: “que el gobierno de ese país podría revertir en el futuro las medidas hoy adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones y como muestra de la falta de legitimidad, ética, consistencia y razón de su conducta contra Cuba”. También afirmó que “los políticos estadounidenses no suelen detenerse en encontrar justificación…”. Así se gobierna en ese país.

Trump ha interpretado su llegada al poder como la coronación de un emperador. Su ambición abarca, solo para empezar, la conquista de Canadá, la usurpación de Groenlandia, el cambio de nombre del Golfo de México y el despojo a los panameños de su canal. La hegemónica Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto, que a golpe de sangre y fuego se impusieron en América Latina y el Caribe, son la guía del nuevo equipo de gobierno.

A él se asocian los grupos y políticos que han hecho de la agresión a Cuba un modo de vida, han lucrado durante décadas del negocio anticubano y comparten hoy la embriaguez del nuevo mandatario. Todos tienen una alta responsabilidad en la difícil situación económica del país y en el aumento del flujo migratorio de Cuba hacia los Estados Unidos.

Este nuevo acto de agresión del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano muestra, una vez más, el objetivo verdadero, cruel, despiadado de estas y tantas otras medidas de cerco y asfixia, que con fines de dominación se aplican contra Cuba. Constituye la reacción de impotencia frente a la incapacidad de doblegar nuestra voluntad y ante el respeto, simpatía y apoyo que concita la Revolución entre los pueblos del mundo.

El bloqueo económico, su reforzamiento y las nuevas medidas agresivas continuarán pesando, con efecto muy dañino, sobre nuestra economía, el nivel de vida, las potencialidades de desarrollo y legítimos sueños de justicia y bienestar del pueblo cubano, como ha sido en los últimos años.

No nos van a desviar del rumbo socialista, del empeño en recuperar la economía, de fomentar la mayor solidaridad, creatividad, talento, espíritu de trabajo, y de defender como un bastión inexpugnable la libertad, la independencia, la soberanía y el privilegio de construir un futuro sin injerencia extranjera.

El pueblo de Cuba agradece las múltiples expresiones de respaldo y solidaridad recibidas de todas partes del mundo, de gobiernos, cubanos residentes en el exterior, parlamentos, organizaciones políticas, religiosas, sociales y de figuras políticas de Estados Unidos y de otros países.

Nadie debe llamarse a engaño. El pueblo cubano se expresó con clara determinación y fuerza en la marcha del pasado 20 de diciembre. Aquí prevalece la convicción de que CUBA VENCERÁ.

PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS.

La Habana, 21 de enero de 2025

Las soluciones sobre la mesa

A modo de epílogo
21 enero 2025




A lo largo de los años, economistas cubanos, tanto dentro como fuera de las instituciones nacionales, y desde diversas corrientes de pensamiento económico, han planteado propuestas sobre los cambios necesarios para la economía del país. Al analizar las soluciones formuladas, se observa un amplio consenso en torno a la necesidad de implementar transformaciones profundas. Ante un escenario próximo de posible recrudecimiento de las sanciones norteamericanas con la llegada de Trump a la Casa Blanca, se vuelve urgente llevar a cabo reformas económicas que permitan, no solo enfrentar los desafíos estructurales, sino también mejorar la calidad de vida de los cubanos en el corto y mediano plazo.

A pesar de que en repetidas ocasiones las altas figuras del país han declarado la importancia de integrar la ciencia en la toma de decisiones políticas, la limitada atención que se ha prestado a estas propuestas evidencia una clara contradicción entre el discurso y el actuar político. Esta desconexión, no solo ha obstaculizado la implementación de soluciones efectivas, sino que continúa agravando los problemas estructurales y limitando el desarrollo sostenible de la nación.

Durante estas dos semanas La Joven Cuba ha estado publicando un dossier con recomendaciones urgentes para la economía cubana. No están todos los que hubiéramos querido, pero sí algunos de los más valiosos y que pertenecen a varias instituciones dedicadas al estudio de la economía. En aras del tiempo y de los espacios de la publicación no fue posible convocar a más profesionales del campo.

A continuación se resumirán brevemente las propuestas de cada uno:

Julio Carranza, doctor en Ciencias Económicas propone una reforma integral y sistémica para enfrentar la crisis económica en Cuba. Destaca la necesidad de abordar temas urgentes como el equilibrio macroeconómico, el control de la inflación y la reestructuración de la deuda externa. Considera esencial transformar la producción agropecuaria y la empresa estatal para superar ineficiencias y fomentar un tejido empresarial diverso que combine formas públicas, cooperativas y privadas. Carranza insiste en la planificación estratégica, el fortalecimiento del mercado y políticas económicas coherentes, advirtiendo que el tiempo apremia para implementar estas reformas con orden y urgencia.

Tamarys Lien Bahamonde, doctora en Urbanismo y Políticas Públicas, apunta la necedad de descentralizar la gestión pública en Cuba, otorgando mayor autonomía a los gobiernos locales y eliminando la sobre-regulación que limita la eficiencia económica. Plantea reestructurar la empresa estatal hacia modelos más participativos y menos burocráticos, con mayor autonomía en inversiones y contrataciones. Sugiere fortalecer el sector no estatal mediante incentivos fiscales similares a los de la inversión extranjera y facilitar su integración en los encadenamientos productivos nacionales. Asimismo, recomienda incentivar la transición hacia energías renovables eliminando gravámenes y otorgando ventajas fiscales a negocios que adopten estas tecnologías. Por último, destaca la necesidad de políticas internas para resolver problemas financieros y mejorar la productividad nacional.

Ricardo González Aguila, candidato a doctor en Economía por la Universidad de Barcelona, expone que se debe alinear el sistema de precios en Cuba para superar las distorsiones que afectan la productividad y la competitividad. Sugiere implementar un modelo de precios duales, similar al usado en China y Vietnam, que permita a las empresas estatales operar parcialmente en mercados regulados mientras liberalizan parte de su producción a precios de mercado. También apunta la importancia de otorgar mayor autonomía a las empresas estatales mediante la creación de gobiernos corporativos y permitirles acceder al mercado cambiario unificado. Igualmente, destaca la necesidad de políticas redistributivas y compensatorias para minimizar los impactos sociales y fomentar un entorno productivo más eficiente, eliminando empresas inviables que constituyen una carga para la sociedad.

Ileana Díaz, doctora en Economía y experta en estudios empresariales, plantea la necesidad de transformar el modelo económico cubano para que el sistema empresarial funcione de manera integrada y eficiente. Propone fomentar la creación de empresas de todas las formas de propiedad, incluyendo la privadas en manos de nacionales, eliminando barreras de entrada y favoreciendo la competencia. Aboga por transitar de un modelo centralizado de asignación de recursos a uno basado en el mercado, regulado por el Estado mediante incentivos, y por recomponer el sistema de precios para reflejar la realidad económica. Sugiere otorgar autonomía a las empresas estatales en decisiones clave como contratación, salarios e inversiones, y permitir la creación y desaparición natural de estas, garantizando la protección de los trabajadores. Díaz también recomienda reestructurar el régimen fiscal, modernizar el sistema financiero, establecer normas de competencia y protección al consumidor, y crear una institución que represente al pueblo como dueño de las empresas públicas, eliminando su subordinación a los ministerios.

Juan Carlos Albizu Campos, doctor en Ciencias Económicas y Demografía, afirma que se debe redefinir el modelo socioeconómico cubano mediante una profunda liberalización económica y un cambio de paradigma. Aboga por abandonar la economía centralizada, desmilitarizar la economía, y dar paso a un modelo mixto que integre a todos los actores nacionales e internacionales. Entre sus propuestas destacan la eliminación de subsidios económicos, el paso de la dolarización parcial a la dolarización total, y la implementación de una ley de quiebras. Sugiere reformar la política de inversión extranjera para incluir capital nacional y garantizar la protección de la propiedad. Asimismo, plantea la restauración de infraestructuras energéticas, viales y de comunicaciones, junto con la privatización de actividades estatales ineficientes. Finalmente, enfatiza la necesidad de políticas integrales de desarrollo humano, y la reconstrucción del sistema estadístico para que este refleje los problemas de la economía real.

Hiram Marquetti, doctor en Ciencias Económicas y profesor titular, enfatiza en la necesidad de formular una política industrial a largo plazo para transformar la economía cubana. Propone que esta política no se limite a un ministerio, sino que integre esfuerzos de reindustrialización con un enfoque amplio que incluya al sector privado y promueva la cooperación estratégica entre actores públicos y privados. Aboga por un diseño que responda a retos globales como el cambio climático, la revolución tecnológica y las transformaciones en las cadenas productivas. Además, sugiere incorporar avances tecnológicos de las industrias 4.0, fortalecer el tejido productivo y garantizar un marco jurídico que sustente la sostenibilidad de las políticas industriales en el contexto actual.

Antonio Romero Gómez, doctor en Ciencias Económicas, subraya la necesidad de redefinir las prioridades de inversión hacia la agricultura, la manufactura y la infraestructura energética, y flexibilizar las normativas que dificultan la exportación y la sustitución de importaciones. Recomienda implementar instrumentos como la Ventanilla Única de Comercio Exterior para facilitar el comercio exterior y reformar radicalmente la política cambiaria para incentivar exportaciones y estabilizar la economía. Además, plantea permitir negocios con capital extranjero en el sector no estatal, fomentar remesas vinculadas al desarrollo productivo y renegociar la deuda externa bajo un marco financiero consensuado. Romero enfatiza que sin credibilidad y un programa integral de estabilización macroeconómica y reformas estructurales, el país no podrá revertir su ciclo de crisis externa.

Por último, Pedro Monreal, doctor en Ciencias Económicas y destacado investigador, alerta que superar la crisis económica en Cuba requiere abandonar el modelo de planificación centralizada vigente, que ha demostrado ser ineficaz y obsoleto. Señala que este esquema, basado en un control estatal rígido y decisiones políticas que prevalecen sobre los criterios económicos, perpetúa un estancamiento. Para avanzar, el destacado investigador sugiere implementar un modelo que integre un mercado de capitales que permita a las empresas estatales y privadas tomar decisiones autónomas basadas en precios reales. Asimismo, recomienda redirigir inversiones hacia sectores estratégicos como la agricultura y la manufactura, dejando atrás la sobreinversión en el turismo, e impulsar un crecimiento sostenible mediante tasas de acumulación más altas y una asignación de recursos más racional. Igualmente destaca la necesidad de diferenciar entre los desequilibrios macroeconómicos y microeconómicos, sugiriendo que el Estado enfoque su intervención en monitorear y ajustar los primeros, mientras que los segundos deberían resolverse en un mercado más libre y competitivo

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Con un simple inventario de sus propuestas, se puede decir que de una forma u otra todos los autores plantean una reforma integral de la economía, para lo cual hay que eliminar distorsiones y emprender soluciones que conduzcan a erradicar los desequilibrios estructurales de vieja data: los monetarios, financieros, productivos, entre otros.

Algo esencial es que a estas alturas debería estar definido el tipo de modelo socioeconómico que se quiera desarrollar, el actual dista mucho de resolver problemas acuciantes de la población, y eso conlleva abandonar la visión de la planificación centralizada, tal y como se ejecuta hoy.

El mercado y las finanzas

Muchos economistas coinciden en la necesidad de incorporar más mercados a la economía cubana, destacando que estos deben ser diseñados y estructurados conscientemente.

De manera general también se llama la atención sobre sobre la necesidad imperiosa de que el Estado tome el control del mercado cambiario, que hoy funciona en la informalidad. El primer ministro Manuel Marrero Cruz anunció en su intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular avisó de la futura aplicación de un nuevo régimen cambiario con «mayor flexibilidad» y que varíe de acuerdo con las «condiciones de oferta y demanda», con «una tasa al día». Es algo que ya se ha anunciado otras veces, pero siempre sin decir plazos, ni cómo se implementaría. Seguir posponiendo esta decisión solo agravará más la crisis.

Igualmente, durante el dossier se ha dicho que la corrección de los problemas monetarios —incluida la inflación— requiere políticas encaminadas a mejorar eficiencia y productividad en el sector de la producción de bienes y servicios, para aumentar la exigua oferta que hoy está disponible en el mercado nacional.

También se asume que para salir de la crisis de falta de divisas y de la pérdida de credibilidad internacional, hay que resolver el tema de la deuda externa del país, y eso podría abrir un camino hacia la obtención de nuevos créditos internacionales. Igualmente es necesario trabajar en la integración de Cuba a los circuitos financieros internacionales y para eso se debe dar pasos que le permitan incorporarse a los organismos multilaterales que sean posibles.

Habría que realizar una modificación «radical» y en el corto plazo, de la concepción vigente sobre política cambiaria; el Banco Central podría implementar distintos mecanismos e instrumentos que existen en los diferentes bancos internacionales.

De igual modo, es una urgencia que se recomponga el sistema de precios, de uno administrado a uno que muestre la realidad económica y permita definir incentivos por el gobierno, en función del patrón de inserción económica que se desea.

El sector productivo y la reforma de la empresa estatal

Una mayoría abordó con fuerza el tema de la necesaria transformación profunda del subsistema de producción agropecuaria, y la reforma de la empresa estatal, como sectores que propicien bienes de consumo hoy deficitarios en el país. Para ello la empresa estatal cubana debe restructurarse y ajustar su modelo de gestión y organización hacia formas menos verticales y más eficientes, más democráticas y participativas.

En estos momentos la empresa estatal está sometida a muchos organismos que actúan como dueños, por eso cualquier propuesta de política para el sistema empresarial pasa por el cambio en el modelo de funcionamiento económico. Debe diseñarse un proceso, aprobado y regulado, al más alto nivel, que permita, mediante la clasificación de las empresas estatales, ir pasando del mecanismo centralizado de asignación de recursos, a uno donde el mercado asigne los recursos en el sector productivo.

En sentido general, el proceso de descentralización debe devolver poder a los territorios; no solo delegar o desconcentrar funciones que el gobierno nacional no desea o no puede gestionar. Además, se expone la necesidad de una reforma agraria que elimine las trabas hoy existentes en el sector agropecuario que le impiden garantizar los niveles de producción que necesita la producción. En este sentido, el monopolio estatal sobre el acopio de las cosechas es una de los principales frenos.

Se han planteado sugerencias relacionadas con la ampliación de los oficios permitidos para el ejercicio privado y el respeto a las legislaciones vigentes. Es fundamental evitar la constante modificación del marco legal, especialmente cuando estos cambios son más restrictivos y tienen impactos significativos sobre los agentes económicos. La sobre-regulación e inseguridad jurídica que caracteriza el entorno legislativo cubano, no solo dificulta la gestión económica, sino que también desincentiva el desarrollo del sector no estatal, pues los empresarios son más reticentes a invertir su capital por miedo que las reglas cambien y puedan perder su inversión.

Por otra parte, las propuestas para la reconstrucción de toda la industria nacional abarcarían la instrumentalización de una ley de bancarrota para aquellas empresas que, durante un tiempo prolongado, constituyen un lastre para las finanzas del Estado, es decir, abandonar el subsidio a los actores económicos con probada ineficiencia e implementación de una ley de quiebra.

Evidentemente cualquiera de las propuestas o ideas anteriores pasaría por una nueva política salarial y de seguridad social que garantice el incremento sostenido de los ingresos de la población. También que proteja durante un tiempo aquellas personas que pudieran quedar desempleadas ante la posible futura quiebra de empresas. Igualmente urge una reformulación de las pensiones que hoy están muy lejos de cubrir la canasta básica alimentaria.

En un contexto así, de reforma integral, se haría necesario establecer una institución que represente al pueblo y actúe como dueño, dejando la subordinación de las empresas a los Ministerios ramales. Igualmente hay que desarrollar un ecosistema emprendedor para todos los actores, que pasa por el establecimiento de normas de competencia y protección al consumidor.
Las inversiones

Otro aspecto necesario es la inversión en la infraestructura física del país. Eso incluye la restauración de la red energética a partir de la inversión de los recursos que se aporten desde la inversión extranjera directa. Sobre el punto de la inversión extranjera, en adición, hay que caminar hacia el establecimiento de negocios con capital extranjero para las formas de gestión no estatal (FGNE), y eso pasa por analizar los flujos de remesas a cubanos residentes en el país, sobre todo aquellas que pudieran vincularse —directa o indirectamente— al desarrollo de emprendimientos productivos, y generar formas de estimularlos.

La construcción de las políticas industriales, si bien demanda de una participación activa y transparente del Estado, requieren también del involucramiento del sector privado. Precisamente una forma de contribuir a la inserción de estos actores en la economía es brindándole ventajas similares, por ejemplo, en materia impositiva, a las que se le otorgan a la inversión extranjera privada.

Los temas de las finanzas externas son muy prioritarios: desde buscar alternativas para empezar a erogar deuda externa, intentar estabilizar la balanza de pagos, hasta incentivar el microcrédito internacional. Todo ello debe ir encaminado a una estrategia integral para la renegociación de las obligaciones financieras que ha acumulado Cuba en estos últimos años en el exterior, cuando el país se encuentra de nuevo en situación de «default».

Por otro lado, hay que redefinir prioridades de la política de inversiones del país: no puede continuar la política que ha determinado que la industria y la agricultura sean los sectores a donde menos se dirigen las inversiones. Es importante flexibilizar normas y mecanismos vigentes que en la práctica constituyen un desincentivo a la exportación y la sustitución de importaciones, tanto por las empresas estatales como por las FGNE.

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Son variadas las propuestas que pueden leerse en este dossier, pero fruto de la aspiración de sus autores de que el país salga de la situación de casi bancarrota en que se encuentra hoy. No está escrito como un paquete de medidas, con una guía paso a paso de implementación, pues tenemos claro que la realidad es más rica que cualquier fórmula, pero sí aparecen problemáticas y propuestas de solución, que de no atenderse, provocarían el crecimiento del deterioro económico a futuro, y por ende, una mayor pérdida de la esperanza en aquellos que han optado por quedarse en Cuba.

Para superar la profunda crisis económica que atraviesa la Isla, es necesario dejar atrás el modelo actual, que perpetúa las ineficiencias y sigue frenando a los actores económicos, bajo la justificación de un «igualitarismo», que paradójicamente sigue aumentando las desigualdades al intentar caóticamente distribuir de forma igual la pobreza.

Por tanto, urge avanzar hacia un esquema que impulse el desarrollo económico, premie el emprendimiento y la innovación, a la vez que contemple políticas concretas para enfrentar las inequidades en los segmentos con más carencias. Esto exige la implementación de nuevos cambios institucionales, ya que la forma en que hoy están organizadas y operan las instituciones del país dificulta el avance hacia soluciones efectivas. Sin una reestructuración integral de estas bases, cualquier intento de reforma será insuficiente para lograr el progreso y la estabilidad que necesita la nación.

El dossier ha puesto sobre la mesa un grupo de soluciones. No pretende ofrecer «la fórmula mágica» definitiva para resolver la crisis económica. Más bien busca contribuir al debate, reconociendo que existen muchas otras alternativas posibles para enfrentar los desafíos actuales. Sin embargo, lo que no puede continuar es la repetición de las mismas estrategias esperando resultados distintos. Las reformas económicas deben ser integrales y basarse en criterios de experticia que garanticen su viabilidad y efectividad. En este sentido, La Joven Cuba ha aportado reflexiones y propuestas, reconociendo que hay múltiples caminos posibles, pero subrayando la necesidad de que tanto los decisores como la ciudadanía mantengan una conversación informada y profunda sobre las opciones disponibles para sacar adelante al país.

El Banco central de Cuba tiene un abanico de Opciones de acuerdo a las condiciones......Comentario HHC


I- Para disminuir la tasa de compra del USD y controlar la inflación de la moneda local, se pueden implementar una serie de medidas macroeconómicas. Aquí te enumero algunas estrategias clave que los gobiernos y bancos centrales pueden tomar:

1. Política Monetaria Restrictiva:

  • Aumento de las tasas de interés: Un aumento en las tasas de interés puede hacer que los activos denominados en la moneda local sean más atractivos, reduciendo la demanda de divisas extranjeras (como el USD). Al mismo tiempo, esto puede ayudar a controlar la inflación, ya que el costo de los préstamos aumentaría, reduciendo el gasto y la inversión.
  • Operaciones de mercado abierto: El banco central puede vender bonos o instrumentos financieros en el mercado local para retirar dinero en circulación, lo que reduce la inflación y la presión sobre la moneda.

2. Intervención en el Mercado de Divisas:

  • El banco central puede intervenir directamente en el mercado de divisas comprando o vendiendo USD para estabilizar el tipo de cambio y reducir la volatilidad. Esto puede generar un mayor control sobre la apreciación de la moneda extranjera frente a la local.
  • Uso de reservas internacionales: Si el banco central tiene suficientes reservas en divisas extranjeras, puede vender USD en el mercado para fortalecer la moneda local.

3. Fomentar el Ahorro y la Inversión en la Moneda Local:

  • Instrumentos financieros denominados en la moneda local: Promover la emisión de bonos u otros productos de ahorro en la moneda local que ofrezcan rendimientos atractivos para los inversores.
  • Estabilidad fiscal: Reducir el déficit fiscal y la deuda pública puede ayudar a fortalecer la confianza en la moneda local. La reducción de la incertidumbre económica tiende a disminuir la demanda de USD como refugio de valor.

4. Control de la Inflación:

  • Política fiscal prudente: Es fundamental reducir el gasto público excesivo y mejorar la eficiencia en la recaudación fiscal. Esto ayuda a disminuir la inflación y la necesidad de comprar USD como una protección frente a la pérdida de poder adquisitivo de la moneda local.
  • Control de precios: En casos extremos, el gobierno puede intervenir en ciertos sectores estratégicos para controlar los precios y evitar que se disparen, lo cual reduce la presión sobre la inflación.

5. Diversificación de las Reservas Internacionales:

  • No depender exclusivamente del USD en las reservas internacionales y diversificar en otras divisas o activos podría disminuir la vulnerabilidad ante fluctuaciones del dólar y mejorar la estabilidad de la moneda local.

6. Medidas Estructurales para Mejorar la Competitividad:

  • Fomento a las exportaciones: Mejorar la competitividad de los productos locales a través de reformas económicas, incentivos fiscales y facilidades para las exportaciones puede reducir la presión sobre la demanda de divisas extranjeras, como el USD.
  • Reducción de la dependencia de importaciones: Impulsar la sustitución de importaciones con producción local también puede disminuir la necesidad de adquirir divisas extranjeras.

7. Acuerdos Internacionales:

  • Acuerdos bilaterales de intercambio de divisas: Algunos países firman acuerdos con otros gobiernos o bancos centrales para intercambiar divisas entre sí sin pasar por el mercado de divisas, lo que puede reducir la demanda de USD.

8. Educación Financiera:

  • Promover la educación financiera para que los ciudadanos y las empresas comprendan mejor los riesgos de mantener grandes cantidades de USD y la importancia de operar en la moneda local.

En resumen, la combinación de políticas monetarias y fiscales adecuadas, la intervención en el mercado de divisas y un enfoque estratégico a largo plazo pueden ayudar a disminuir la compra de USD y mitigar la inflación de la moneda local. Sin embargo, cada medida debe ser aplicada de forma coordinada y considerando las condiciones específicas de cada país. 

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II- Para disminuir la **tasa de compra del dólar** (es decir, reducir el valor del dólar frente a la moneda local, haciendo que se necesiten menos unidades de la moneda local para comprar un dólar), se deben implementar una serie de políticas y medidas económicas que actúen sobre la oferta y demanda del dólar. 

A continuación, te detallamos medidas específicas que pueden ser ejecutadas para lograr este objetivo, junto con una breve explicación de cómo funcionarían. ###

1.   1-   **Intervención Directa del Banco Central en el Mercado Cambiario** 

**Medida: Venta de reservas internacionales de dólares** -

 **Objetivo: Aumentar la oferta de dólares en el mercado para reducir su valor frente a la moneda local. –

**Cómo funciona**: El banco central puede intervenir directamente en el mercado cambiario mediante la venta de dólares de sus reservas. Esto aumenta la oferta de dólares en circulación, lo que tiende a disminuir su valor. –

**Consideraciones**: Esta medida es efectiva a corto plazo, pero puede agotar las reservas internacionales si se utiliza de manera prolongada. 

**Medida: Compra de moneda local** -

**Objetivo**: Apreciar la moneda local frente al dólar. –

 **Cómo funciona**: Al comprar la moneda local, el banco central reduce la cantidad de moneda nacional en circulación, lo que aumenta su valor. Esto presiona al dólar a la baja, haciendo que se necesiten menos unidades de la moneda local para comprar un dólar. 

2.     2- **Política Monetaria Expansiva** 

**Medida: Reducción de tasas de interés** -

**Objetivo: Desincentivar la inversión extranjera en dólares y reducir la demanda de la divisa. –

**Cómo funciona**: Al reducir las tasas de interés en la economía local, el rendimiento de los activos nacionales en moneda local se vuelve menos atractivo en comparación con los activos denominados en dólares. Esto reduce la demanda de dólares en el mercado cambiario. –

 **Consideraciones**: Esta medida también puede tener efectos sobre la inflación, por lo que debe ser manejada con precaución. 

**Medida: Aumento de la base monetaria** -

**Objetivo**: Aumentar la cantidad de moneda local en circulación, reduciendo la demanda de dólares como refugio de valor. –

**Cómo funciona**: El banco central puede ampliar la oferta de moneda local (por ejemplo, compras mediante activos o emisión de moneda) para satisfacer la demanda interna, lo que reduce la necesidad de los actores económicos de recurrir al dólar. como refugio. 

3.      3- **Controles de Cambio y Restricciones a la Compra de Dólares**

 **Medida: Implementación de controles de cambio estrictos** -

**Objetivo**: Limitar el acceso a dólares y reducir su demanda en el mercado local. - 

**Cómo funciona**: Se pueden establecer controles de cambio para restringir la compra de dólares por parte de los ciudadanos y empresas. Esto puede incluir cuotas de divisas, requisitos más estrictos para la compra de dólares o incluso prohibiciones parciales de transacciones en dólares. –

**Consideraciones**: Aunque puede reducir la presión sobre la moneda local, los controles de cambio pueden generar mercados paralelos y distorsionar la economía.

Comentario HHC:  Lo anterior son ejemplos que estan a un click. No hay una sola medida para todo, ni tan siquiera un grupo de medidas que sean efectivas  si no hay un diagnóstico certero de la realidad, y conocer las condiciones de partidas son esenciales. Por ejemplo, no hay una economía de mercado, hay atisbos. LO QUE EN EL CASO NUESTRO ALGUNAS FUNCIONAN Y OTRA NO. ¿ Hay reservas internacionales por utilizar? No se sabe, se ha hablado de un fondo para en caso de guerra ¿Pero para la economía de "guerra" hay?. ¿Cuál es la secuencia y limites a seguir?. etc.  ¿ Cuál es plan ?

El Ordenamiento que acaba de cumplir cuatro años, tuvo tres errores esenciales: 

1- No se tuvo un fondo de reserva o maniobra para contener las desviaciones.

2- No se ejecutaron medidas, reformas, ex-ante de estímulo a la producción de bienes y servicios, como tampoco se cambio la matriz de inversión  en ese sentido. Se siguió apostando al Turismo e inmobiliarias en lo fundamental , con una recuperación baja de las inversiones ejecutadas.

3- Y las condiciones se estaban deteriorando con la llegada de la Covid.

Todo se quedo en lo fundamental en la esfera de la circulación , y por tanto, estas son limitadas en el tiempo, como ocurrió y seguirá ocurriendo. 

La experiencia de las década del 90, tiene elementos rescatables, y principios a seguir que dieron resultados.