Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 6 de octubre de 2021

Miradas a la Economía Cubana. Elementos claves para la sostenibilidad. (I)

Miradas a la Economía:ciencias sociales y horizontes de acción para Cuba

El país vive una coyuntura de máxima dificultad para su proyecto político y para el ensanchamiento inclusivo de su oferta de bienestar y equidad.

Configuran la coyuntura diversos cauces entrecruzados y recursivos: la ya vieja crisis económica, con una curva de picos y alivios que nace en 1990; la hostilidad reforzada de la administración Trump en los últimos cuatro años; la emergencia sanitaria nacional y mundial, generada por la pandemia de la covid-19; las medidas de reforma, iniciadas hacia 2007 —exitosas algunas; fallidas, lentas o insuficientemente desplegadas en su potencial, otras—; la perdurabilidad y presumible incremento de una franja de pobreza y vulnerabilidad, junto al ensanchamiento de las desigualdades socioeconómicas, que tensionan y retan las finanzas y herramientas tradicionales de la política social; la diversidad de percepciones sociopolíticas y demandas, complementarias y/o en conflicto, cada vez más visibles y en debate, redes sociales mediante. El etcétera es largo, pero esta enumeración desordenada es suficiente para mostrarlo.

Como una de las vías de manejo de ese haz de variables, desde la presidencia del país se impulsa un modelo de gestión pública el cual propone promover una mayor capacidad de solución de problemas y participación ciudadana en la toma de decisiones, de cara a lo que se considera un desarrollo socialista de alta calidad, basado en una economía dinámica y competitiva, de mayor eficiencia, equidad y sostenibilidad, sobre la base del uso del conocimiento y cuya principal fuerza motriz es la innovación.(1)

Esta nueva entrega de Miradas..., la emblemática y esperada publicación anual del Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC, en lo adelante), asume estos retos de la coyuntura y de sus tendencias de onda larga y reúne catorce textos, hilvanados por el hilo lógico de examinar los factores clave de la sostenibilidad, aquellos que permitirían superar las crisis superpuestas y prolongadas que el país ha vivido y recuperar una dinámica eficiente y posible de desarrollo, en las difíciles circuns- tancias del aquí y ahora.

Por supuesto, tal interrogante no se la ha formulado solo el CEEC; ni esta institución y sus colaboradores y colaboradoras concentran el monopolio de las respues- tas. Son asuntos que atraviesan los debates políticos y de la sociedad civil cubana, y cuyo manejo se aborda en la estrategia de cambio y los correspondientes progra- mas y políticas públicas formulados por las autoridades, las cuales aquí aparecen sometidos al escrutinio de la investigación.

Lo remarcable de las respuestas brindadas en la nueva Miradas... es que las conclusiones a las cuales arriban autoras y autores se basan en el contraste sistemático de los procesos de cambio en curso —impulsados por la reforma descentralizadora o el proceso de actualización del modelo, como se prefiera llamarle—, con la evidencia empírica de sus avances y efectos reales, en relación con los propósitos declarados, y en diálogo con los enfoques teóricos más avanzados para el tema del cual se trate. El resultado es una visión crítica–propositiva e innovadora, exploradora de senderos de trasformación diversos, con la libertad de desprenderse de pautas cerradas y moldes estrechos y con la conciencia de que todo cambio entraña riesgos, cuyo único antídoto es, manteniendo la orientación estratégica, asumir una visión de apertura y flexibilidad suficientes para corregir rumbos, adaptarse a modificaciones del contexto, reconocer a tiempo caminos cerrados y oportunidades emergentes.

En el enfoque abierto del concepto de estrategia de desarrollo como «conjunto integrado y multivariable de decisiones cuya puesta en práctica permite alcanzar transformaciones en los ámbitos técnico, productivo, económico, social y ambiental de un país que tributan a su desarrollo sostenible»;(2)  propuesto por Juan Triana y Humberto Blanco, y compartido, de forma más o menos explícita, por el conjunto de los textos; percibo uno de sus valores fundamentales: el reconocimiento de la complejidad de los cambios sistémicos en curso y de las intervenciones para moldearlos en una u otra dirección deseada.

Descubro también (o quiero descubrir) su afinidad con el principio de «ecología de la acción», enunciado por Edgar Morin para establecer que toda acción emprendida en la práctica concreta escapa a sus intenciones preestablecidas, pues entra en un universo de interacciones y es absorbida por el entorno, al entrelazarse con factores azarosos, bifurcaciones, procesos emergentes, indeterminaciones. Para Morin, en estas condiciones la estrategia debe prevaler sobre el programa, entendiendo que «(…) el programa establece un orden de secuencias que es necesario ejecutar sin variaciones en un entorno estable»,3 mientras que la estrategia concibe un escenario de acción que examina certezas e incertidumbres de la situación, probabilidades e improbabilidades.

Como resulta obvio, reconocer la complejidad y la dimensión ecológica del cambio apunta hacia la necesidad de la valoración de opciones múltiples, adaptativas, flexibles e innovadoras, como mecanismo que permite elevar las posibilidades de éxito de un enfoque estratégico de gestión de reformas.

Miradas..., como ya es tradición, también rompe los límites disciplinares e institucionales y se desliza hacia un conocimiento multidisciplinar y colaborativo, el cual en este número incluye, en estado puro y contaminado, reflexiones producidas desde las herramientas de la economía, la sociología, la geografía, la demografía, la comunicación, el urbanismo. Y si bien es meta casi imposible construir un cuadro explicativo totalizador de las claves de la sostenibilidad del desarrollo de un país, la colección de textos nos ofrece lo que podríamos considerar un recorte de mínimos esenciales infaltables. Haría demasiado extenso este prólogo un comentario particular para cada texto lo cual, además, no es necesario pues todos están escritos con argumentos claros, atenidos a evidencias y expuestos con lucidez. Solo me concedo el privilegio de prologuista de enfatizar algunas ideas expuestas las cuales, en mi criterio, ilustran la indagación abierta de nichos de sostenibilidad económica y social.

Si bien cada artículo cierra su ciclo de intelección —diagnóstico, cierto estado del arte, propuestas— con relativa autonomía, el conjunto logra producir un cuadro de retos cruciales del momento cubano. Del mismo pueden inferirse cuatro grandes núcleos de sostenibilidad, cuyo margen de mejora es aun considerable y desaprovechado, bien porque el tempo de los cambios reales está por debajo de lo que exigen las soluciones y las pone en riesgo, o porque falla una visión sistémica y de totalidad que haga dialogar medidas diversas y fomente la complementariedad; o bien porque la rutina y la inercia burocrática favorecen herramientas tradicionales y descalifican otras de corte innovador. Estos cuatro núcleos son:

1. Resortes de eficiencia y generación de recursos a partir de cambios del modelo económico:

• Creación de un ambiente adecuado para la competitividad y la innovación, a través de incentivos positivos, más que de regulación obligatoria; activar como recursos de inver- sión para la reforma: las remesas, la inversión privada y el mercado interno; mejor uso del ahorro interno en manos del Estado —ingresos por exportaciones de servicios profesionales, por servicios de telefonía, entre otros— para potenciar sectores que generen exportaciones y permitan reducir importaciones; identificar los espacios vacíos o de muy pobre desarrollo del tejido empresarial del país —tanto estatal como no estatal— para fomentar la penetra- ción de nuevas actividades y la búsqueda de complementariedad; fomento multisectorial del sector no estatal, al reconocer su papel estratégico en la transformación productiva del país; ampliar el mercado de la deuda interna y la emisión de bonos soberanos, con el fin de estimular su adquisición por la población —como modalidad de ahorro— y por el sistema empresarial —como un mecanismo para rentabilizar fondos ociosos—; aprobación de intereses inversionistas extranjeros con prontitud, para la creación de una masa crítica de negocios que mitigue eventuales cambios negativos en el entorno internacional.

• Rescate y dinamización de la demanda interna, como resorte para incentivar la restructuración productiva. En relación con ello, establecer un balance equilibrado entre la demanda interna y la exportación, para mejorar el lugar de la primera en el modelo económico.

2. Cambios estructurales de mayor calado, al menos:

• Recolocación de la manufactura en un nivel de prioridad mayor al hasta ahora concedido, con la introducción de un patrón de fomento manufacturero el cual supere la carencia de recursos de inversión mediante la identificación y aprovechamiento de ventajas comparativas ocultas y de objetivos microeconómicos de baja inversión, alta productividad, eficiencia y competitividad, los cuales a su vez estimulen un proceso de acumulación originaria.

• Modificación del patrón de crecimiento extensivo y altas inversiones en torno al producto de sol y playa , seguido hasta hoy por el sector turismo, con cuasi monopolio del sector estatal, hacia la diversificación de la oferta y el acceso creciente de otros actores, aprovechar el potencial del sector privado, con capacidad de oferta elástica e innovadora. Aprovechar las ventajas que permiten convertir a Cuba en un enclave de turismo médico exitoso.

• Política agropecuaria de incentivos a productores, para destrabar los nudos que obstaculizan la producción nacional de alimentos y de los insumos necesarios para ello, con un enfoque integral y de cadena de valor, la cual enlace acciones para garantizar la disponibilidad, el acceso físico y económico y el consumo real. Implementar programas focalizados para grupos con situaciones de vulnerabilidad específicas que limitan su acceso a alimentación de calidad.

• Modificación del marco institucional y regulatorio del comercio exterior para una política de fomento exportador: corrección de desequilibrios internos —lograr un régimen cambiario funcional y convertibilidad de la moneda doméstica, superar escasez crónica de productos—; habilitar mayor autonomía de los sujetos económicos y para relacionarse entre sí y constituir cadenas productivas; clausura del monopolio del comercio exterior y de la separación entre la empresa comercializadora y los productores; implementar programas sectoriales concentrados en áreas con ganancias a corto plazo, a partir de competitividad probada; encauzar la exportación de servicios profesionales —en especial los servicios médicos, que se presentan como los de mayores posibilidades de expansión de la demanda en el contexto mundial pospandemia— desde el modelo de negocios basado en el suministro —envío de profesionales— hacia un modelo de presencia comercial, con mayores oportunidades de ganancias.

3. Dimensiones sociales y mejoras de inclusión, en articulación estrecha con los cambios estructurales: el acceso a trabajo e ingresos, vivienda y hábitat, educación, nutrición de calidad y salud, funcionan como bisagras en el engranaje economía–sociedad, constituyen ejes básicos de acceso a bienestar y derechos, a la vez que aseguran el principal recurso de la economía.

• Las políticas sociales respectivas necesitan: mapear con realismo las situaciones de des- ventaja socioeconómica, entre ellas la informalidad laboral —ignorada de manera particular—, la brecha urbano-rural multidimensional, la precariedad del hábitat, y conocer los grupos que las padecen para priorizar sus demandas y cortar la reproducción de tales situaciones; diseñar la oferta de servicios de cara a la alta heterogeneidad socioestructural del país y su correspondiente diversidad de necesidades, demandas y condiciones de acceso, las cuales no pueden satisfacerse con ofertas homogéneas. Implementar acciones focalizas hacia las desventajas.

• Políticas para el manejo de nuevas desigualdades, como aquellas que surgen del desigual acceso y uso del ciberespacio: 14,5 % de la población no tiene cobertura de telefonía móvil, por residir en entornos rurales o municipios periféricos, los costos del acceso a internet son altos en comparación con el salario medio nacional, solo el 32 % de los municipios está cubierto por la red de 4G.

• Elevación de la capacidad del modelo económico de absorción de fuerza de trabajo y de ofrecer empleo digno y variado. Frente a la extendida creencia de que el país experimenta una crisis de escasez de recursos laborales —debido, entre otros factores, al envejecimiento demográfico— los datos develan una reserva: la presencia de un potencial de más de 200 personas activas por cada 100 dependientes.

• Construir un sistema de transporte y movilidad urbana, el cual permita el acceso inclusivo a los recursos naturales y sociales contenidos dentro de la estructura urbano-territorial que soporta la vida cotidiana.

4. Gestión pública de la economía y las políticas y programas sociales:

• Superación de la gestión pública vertical sectorial, basada en funciones, e implementación de un enfoque sistémico reticular, que entiende el desarrollo como transformación colaborativa entre actores articulados. Se requiere, como mínimo, un proceso simultaneo de ensanchamiento real de autonomías y márgenes de acción —empresarial, municipal, de sujetos económicos privados y cooperativos— a la vez que se crean espacios y mecanismos de concertación intersectoriales, institucionales y territoriales.

• Municipalización de las políticas sociales y vínculo con el desarrollo local, en el sentido de que la autoridad de la localidad tenga competencias para combinar estrategias na- cionales vinculantes a iniciativas autónomas locales.

• Ensanchamiento de opciones de participación ciudadana, con un diseño interactivo del gobierno digital. Democratización del acceso a información, con el fortalecimiento del ciberespacio inclusivo, y opciones de colocación de opinión y rendición de cuentas de las autoridades a la ciudadanía. Atender y dar espacio a debates emergentes, posiciones «minoritarias» y a la representatividad no clásica que se visibiliza en las redes sociales, como elementos de micropolítica y ciudadanía activa.

Con probabilidad, la función más relevante de las ciencias sociales sea, tanto en su plano teórico como en el práctico propositivo —o más bien en la intersección de ambos planos y en el diálogo multidisciplinar— la de identificar horizontes, poner a disposición de la sociedad la mayor diversidad posible de rumbos de acción y contribuir a develar, desde conocimiento y ética, las consecuencias y oportunidades de tomar uno u otro, ofrecer herramientas de evaluación y reacomodo de las decisiones y a encontrar el límite de la carga de riesgo que soporta la estrategia, sin modificar propósitos fundamentales legítimos.

Este Miradas... se compromete, con claridad, con esa función, con conciencia del momento y responsabilidad histórica, al tiempo que aporta el ingrediente, en rigor no visible, pero a mi juicio sustantivo, de no ver el toro desde la barrera, habida cuenta de que la mayor parte de los autores y autoras se han involucrado, por convocatoria de las autoridades, en espacios de acompañamiento técnico a decisiones relacionadas con la formulación del nuevo marco normativo e institucional del país y sus diversas políticas públicas en proceso de modernización.

Saludo esta nueva edición de Miradas..., realista y soñadora, comprometida con los destinos del país, en especial con la creación de oportunidades para sus grupos en desventaja, y agradezco el bonito regalo de ser su primera lectora.

La Habana, 8 de marzo de 2021. Día Internacional de la Mujer.

Mayra Espina Prieto

1 Díaz-Canel, M. y M. Delgado. «Gestión del gobierno orientado a la innovación: contexto y caracterización del modelo». Revista de Administración Pública, enero 2021, La Habana.

2 Cfr. pág. 25 de este propio libro.

3 Morin, E. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. París: Unesco, 2000 (pág. 46).

( Continuará)


Grave crisis energética global: la primera de la economía verde

Por Alfredo Jalife-Rahme, La Jornada


 La falta de transportistas alentó compras de pánico de gasolina en las dos semanas pasadas en Reino Unido, lo que ha provocado que las bombas se vacíen en todo el país. Muchas estaciones aún están sin combustible, y el 4 de octubre se llamó al ejército para ayudar con las entregas. La imagen, en el depósito de Buncefield, en Hemel Hempstead, norte de Londres.Foto Afp

Para que los globalistas verdes a ultranza de Bloomberg (5/10/21) reconozcan que la crisis global de energía sea la primera de varias en la era de la energía limpia significa que algo anda muy podrido en Dinamarca (Shakespeare dixit) con su vulgar propaganda multimediática globalista neoliberal.

Cuatro reporteros de Bloomberg aducen que en las “varias próximas décadas (¡megasic!) puede haber más periodos de inflación vinculada a la energía, escasez (¡megasic!) de combustible y pérdida del crecimiento económico conforme el abasto de electricidad ha quedado vulnerable a los shocks”.

En forma dramáticamente lúgubre, los reporteros de Bloomberg –cuyo dueño es el multimillonario israelí-estadunidense Mike Bloomberg– afirman que el mundo estará viviendo la primera mayor crisis de energía de la transición de la energía limpia. Y no será la última. Asientan correctamente que la energía eólica y solar son notoriamente volubles (sic), y cuando éstas fallan, el “apoyo estable ( stable backup) lo suplen las plantas de gas natural”.

Según Sputnik, los precios del gas natural se dispararon en Europa a mil 427 dólares por mil metros cúbicos debido a largos periodos de frío, la especulación financiera y “al pobre desempeño de las fuentes alternativas (sic) de energía, pese a los miles de millones invertidos en la pasada década” (https://bit.ly/2Yl1Gwr).

El zar Vlady Putin comentó que la histeria y confusión en el mercado europeo de energía es resultado de una mala política: “Nadie aborda seriamente (sic) este tema, algunos se libran a la especulación sobre los problemas del cambio climático, otros subestiman el significado de uno de los factores, otros han empezado a reducir las inversiones en las industrias extractivas”.

Putin consideró que la transición a la energía verde debe ser suave (sic). Sobre la descarbonización de la economía, juzga que su balance energético convirtió a Rusia en un líder mundial debido a la mayor participación de energía obtenida de plantas nucleares y del poder hidroeléctrico, al unísono de los incipientes proyectos eólicos y solares que constituyen más de 37 por ciento de toda la electricidad generada.

Putin enunció que Rusia tiene la capacidad de convertirse en el líder mundial en el mercado emergente de hidrógeno (sic), sin descuidar el desarrollo sustentable del petróleo, gas y el complejo carbonífero.

El economista israelí-estadunidense David Paul Goldman (DPG), muy cotizado en Asia Times, juzga correctamente que las burbujas verdes amenazan hacer estallar a los mercados bursátiles cuando el “pensamiento mágico (sic) de EU de una agenda verde financiada por cantidades infinitas de dinero de imprenta solamente acabarán en lágrimas” (https://bit.ly/3FdgcGW).

Independientemente de sus supuestas bondades, la energía verde hasta la fecha ha sido un espejismo de la propaganda de los multimedia israelí-anglosajones. Ahora resulta que existe escasez de carbón (sic), gas y petróleo, cuando sus precios se han disparado a la estratósfera.

A juicio de DPG, quien desnuda las cuentas alegres de la economía verde, la inversión en hidrocarburos se ha colapsado bajo la presión de la agenda verde adoptada por el consenso internacional cuando en EU los grandes inversionistas institucionales boicotean las inversiones en combustibles fósiles, mientras la crítica escasez de electricidad es resultado de la regulación drástica de la extracción en las minas de carbón, exacerbada por la prohibición punitiva de Pekín a las importaciones de carbón de Australia (nota: principal exportador mundial, con 32 por ciento, de lo que se hacen de la vista gorda sus socios en el Aukus, que proclaman por doquier las bondades de la economía verde). Cabe señalar que EU es el tercer máximo productor de carbón en el mundo (https://bit.ly/3uKGlba).

Nadie se escapará a la grave crisis global energética.La reforma energética de la 4T llega en su justo momento, y quienes la evalúen deberán sopesar las severas crisis energéticas por venir, si es que desean que siga existiendo México como país independiente.


Facebook: AlfredoJalife




La Habana: ´´Analizan resultados económicos´´, ¿cuáles?

Por Jorge Rodríguez Hernández *

Hay titulares periodísticos que te sonsacan, pero tras leer el cuerpo de la información, queda en uno la insatisfacción de no cubrir las expectativas creadas, pues no se ofreció al receptor del mensaje lo anunciado en el titular.

Así le ocurrió a este lector, al reparar en el semanario Tribuna de La Habana, con el siguiente titular: ´´Analizan resultados económicos´´. Se habla que ´´a partir de los resultados económicos´´ de La Habana´´, al cierre de agosto, los asistentes al encuentro analizaron las causas de la mala salud de algunos de los indicadores que miden la eficiencia a nivel de entidades.´´

A pesar de esto último, no se menciona cuáles son ´´las causas de la mala salud´´ de tales indicadores´´. Tampoco se hace referencia a ´´los lugares en los cuales los ingresos no alcanzan lo planificado.´´

No se ofreció ninguna cifra que pudiera servir de referente al lector para analizar el comportamiento económico de la capital, hasta el octavo mes del año, con respecto a los que restan de 2021. ¿Cómo conocer sí se avanza o no en los ingresos planificados? Sin que ello implique desconocer los múltiples efectos derivados de la COVID-19 y del recrudecimiento del bloqueo norteamericano, así como de las propias dificultades y deficiencias internas.

La capital arrastra hace varios años un problema objetivo, planteado una vez más: el no completamiento de los cuadros de los órganos globales de la economía, que de lograrse, la ciudad pudiera ´´lograr un dinamismo superior en los lugares en los cuales los ingresos no alcanzan lo planificado´´, algo también planteado en este análisis de los ´´resultados económicos´´, donde hubo muchos cuáles sin respuestas.

En cualquier valoración económica las cifras cuentan, no constituyen un mero adorno, máxime si se trata del desempeño de La Habana, cuyo peso específico en el entramado cubano no constituye un asunto menor. Basten tan solo dos datos para ilustrar sobre este particular: posee más de 590 empresas de las más de 1 770 con que cuenta el país y supera por mucho a las provincias Santiago de Cuba y Holguín, ubicadas en los lugares segundo y tercero, respectivamente. La capital recauda más del 40% de los ingresos captados por la Oficina Nacional de la Administración Tributaria.

Flaco favor hace el periodismo a la economía y la sociedad, cuando no profundiza en los análisis económicos, y se deja arrastrar por lugares comunes, monólogos y soliloquios de versiones oficiales, plegadas de generalizaciones y lugares comunes, que poco o nada suelen aportar a las valoraciones de los ciudadanos y de los expertos.

*Periodista de investigación, especializado en temas económicos

 

Otorgan Nobel de Química a dos expertos en catalizadores

El alemán Benjamin List y el escocés David MacMillan fueron galardonados por el desarrollo de la 'organocatálisis asimétrica', una novedosa herramienta para construir moléculas

REUTERS / ESTOCOLMO | 06:32 hrs.



List y MacMillan desarrollaron una nueva herramienta de construcción de moléculas que ha vuelto más 'limpia' la química y ha mejorado la investigación farmacéutica, destacó el jurado del Nobel. (Fotos: Reuters)


El alemán Benjamin List y el escocés David MacMillan ganaron el martes el premio Nobel de Química 2021 por el desarrollo de la "organocatálisis asimétrica", una "nueva e ingeniosa herramienta para construir moléculas".

Los catalizadores orgánicos pueden ser usados para provocar una multitud de reacciones químicas", destacó la Real Academia Sueca de las Ciencias en un comunicado.

Según el comité del Nobel, List, que trabaja en el Insituto Max Planck,MacMillan, de la Universidad de Princeton, desarrollaron de manera independiente una nueva forma de catálisis en el año 2000.

Usando esas reacciones, los investigadores pueden construir ahora de forma más eficiente cualquier cosa, desde fármacos a moléculas que pueden capturar la luz en células solares", comentó la Academia Sueca.

Además, estos catalizadores son amigables con el medio ambiente y baratos de producir.



El premio, que se entrega desde hace más de un siglo y es organizado por la Real Academia Sueca de las Ciencias, está valorado en 10 millones de coronas suecas (1.14 millones de dólares).

Los prestigiosos premios, que galardonan los logros en ciencia, literatura e iniciativas por la paz, fueron creados y financiados en el testamento del empresario sueco Alfred Nobel, inventor de la dinamita.

Se conceden desde 1901, y el premio de economía se entregó por primera vez en 1969.

El premio de Química es el tercero que se anuncia este año, tras el de Medicina y el de Física, anunciados más temprano en la semana.

Entre los ganadores anteriores del Nobel de Química destacan Marie Curie y Fredrick Sanger, que lo obtuvieron dos veces.

El galardón ha sido ganado por siete mujeres, incluidas las laureadas del año pasado, Emmanuelle Charpentier y Jennifer Doudna, reconocidas por crear "tijeras" genéticas que pueden editar el ADN.


Mipymes I: La mano del Estado

 Por: Ariel Terrero

Las micro, pequeñas y medianas empresas se van a disparar en Cuba en los próximos meses y, sobre todo, en el 2022. A pesar de los desafíos, amenazas y posibles frenos en un escenario cambiante, el impulso es previsible no solo porque más de un centenar hizo la solicitud en dos días, apenas activó el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) sus computadoras y teléfonos el 20 de septiembre.

El primer motivo para un buen despegue es que muchos emprendedores pueden estar locos por dejar ese refugio semántico -peligrosamente simbólico, diría Pierre Bourdieu-, para que les empiecen a llamar sin prejuicios ni eufemismos como lo que son: empresarios y empresarias -doblemente simbólico, añadiría Isabel Moya.

Desde los años 90 han actuado como tales, pese a carecer de personalidad jurídica y legitimidad política plena: en la gastronomía, el turismo, la construcción, las industrias, el transporte, la informática... Inscritos apenas como trabajadores por cuenta propia, muchos han creado marcas, logos, estrategias de marketing, códigos QR, sitios web corporativos y redes de servicios; tienen personal asalariado y clientela estatal.

Para almas emprendedoras

¿Cuántos subirán ahora de escalón, amparados por el Decreto-ley 46 del 2021? Ya nos enteraremos. Pero no deben ser pocos. Son tentadoras las ventajas crediticias que se derivan de una mejor determinación del patrimonio social de sus empresas, sin compromiso del patrimonio personal de los propietarios en caso de deudas, y la autoridad jurídica que ganan para hacer negocios -también con empresas extranjeras, por cierto. Otra buena razón para esperar una expansión rápida.

Ni siquiera creo que les frenen los resquemores por alguna rigidez en la abultada serie legislativa concebida para reordenar el trabajo por cuenta propia, las cooperativas no agropecuarias y las mipymes: seis decreto-leyes, un decreto, 15 resoluciones ministeriales y dos resoluciones del Banco Central de Cuba. La oreja peluda de la burocracia en que Max Weber retrató hace un siglo el apego al poder coactivo de la norma, reaparece en el Decreto-ley 44 al forzar el tránsito de un TCP a empresa para poder contratar a más de tres personas. Imposición quizás innecesaria, si el diseño político incluye ventajas que animarán por sí solas el salto de los privados con madera empresarial.

Pero estamos hablando de hombres y mujeres de negocios. Gente práctica, tercer motivo para prever que prueben fuerzas y amplíen planes, producciones y mercados. El ejercicio diletante se lo dejarán a otros. Las almas verdaderamente emprendedoras optarán por pedalear duro para escapar del nutrido pelotón cuentapropista y tomar luego la vanguardia en el no menos concurrido pelotón empresarial. Es lo que han hecho desde que los primeros salieron a la pista de la economía cubana en los años 90, cuando los obstáculos eran más empinados y la incertidumbre más desmovilizadora que hoy.

El nacimiento, o el rebautizo jurídico de estas empresas, puede ganar fluidez, además, a cuenta de los canales digitales creados para darles entrada en el Registro Mercantil a las nuevas sociedades de responsabilidad limitada.

Hacia un Estado proactivo

Después del primer salto, un segundo impulso, de previsión más atrevida, lo atisbo el próximo año a medida que queden atrás los momentos más cruentos de la pandemia y la economía cubana se enganche a la recuperación gradual del turismo y del comercio mundial. La razón para aguardar entonces empresas de nueva creación dependerá de la intensidad que mantenga la reforma económica en marcha hoy y de la fidelidad del programa a su denominación de origen: Perfeccionamiento de los actores económicos.

Las transformaciones económicas, que se han acelerado este año a escalas tangibles en medio del drama con sello Covid-19 en la producción, los servicios y el consumo, agregan abono en la disposición al riesgo de estos nuevos actores de la economía, una cualidad innata en cualquier emprendimiento empresarial.

Pero las condiciones favorables antes mencionadas son más bien de naturaleza ingénita o han surgido por lógica evolutiva. Del Estado han requerido poca mediación todavía, aunque los redactores del voluminoso paquete legislativo que entró en vigor el 20 de septiembre hayan sudado la tinta. El Estado ha intervenido básicamente para abrir las puertas y dejar pasar a las empresas privadas junto con las estatales, bajo el formato de micro, pequeñas y medianas empresas, como regula la Constitución.

Las autoridades tendrán que hacer mucho más para no ver el universo cubano de las mipymes reducido a los antecedentes inmediatos en la gestión privada. El trabajo por cuenta propia tuvo una expansión menor a la que previó y deseó en algún momento el propio gobierno. Aunque hace casi una década se habló de metas de un millón de cuentapropistas, la cifra escaló de 424 mil en 2013 a 540 mil en 2016. Desde entonces el crecimiento ha sido pálido: 618 mil en el año 2019, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). El impacto de la Covid-19 la llevó a 602 mil este año, a juzgar por datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Un giro más proactivo lo adoptó el Estado con pasos para flexibilizar las normas del cuentapropismo y crearle opciones comerciales inéditas -mercados mayoristas y la posibilidad de negociar con personas jurídicas, estatales y extranjeras, entre otras. Pero demoró. Las medidas más importantes se implementaron a partir del 2019, en vísperas de llegar el coronavirus desmovilizador. La contracción económica de la pandemia hizo mella en la iniciativa privada también.

De cualquier manera, el magro impacto que esas medidas han conseguido envía una señal sobre la necesidad de dar pasos más resueltos, sobre todo, para articular mejor a los productores privados y a las cooperativas con el resto de la economía, si las formas de gestión no estatal se han concebido como protagonistas del desarrollo y no como mero refugio de supervivencia.

Del rol pasivo de custodio que abre puertas, observa y controla, el Estado debe pasar al de calculador y creador de condiciones para el fomento de las mipymes. Tiene motivaciones para hacerlo. La que más reitera públicamente es la concepción de estas pequeñas estructuras empresariales como una importante fuente de empleo. “Lo que estamos haciendo hoy va en esa dirección, es generación de empleo, oportunidades, es construir un proyecto país con la participación de todos”, argumentó el ministro de Economía, Alejandro Gil, al presentar esta opción en la Mesa Redonda.

Potencial

Las estadísticas del mundo evidencian un potencial poco explotado en Cuba aún. A pesar de millones de puestos perdidos por la Covid-19, en los países latinoamericanos las micro, pequeñas y medianas empresas emplean al 67 por ciento de los trabajadores, de acuerdo con un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Pero en Cuba, los trabajadores por cuenta propia apenas representan el 13 por ciento de todos los empleados y, si se suman las demás opciones no estatales -cooperativas y campesinos privados, fundamentalmente-, redondean 1,4 millones de personas, el 32 por ciento del total ocupado.

Otra razón para mirar con interés a las mipymes, abiertas en Cuba para formas estatales y privadas por igual, es el protagonismo que han ganado estas estructuras en la economía global. En la carrera por rebajar costos, las grandes empresas optan por reducir personal, mantienen líneas especializadas y cierran actividades complementarias, que subcontratan luego a terceras entidades, especializadas igualmente y de dimensiones pequeñas la mayoría de las veces. Este recurso les confiere flexibilidad para responder a las demandas del mercado, eficiencia económica y competitividad. ¿No son aspiraciones también de la reforma económica cubana en marcha?

Por conversión o simple rebautizo de trabajadores por cuenta propia, deben aparecer en breve numerosas mipymes. Alrededor de la quinta parte del personal registrado como cuentapropista está en realidad contratado por otros. Las cifras podrían multiplicarse -verdadero desafío-, si el Estado logra articular un escenario favorable para todos sus actores económicos. Quizás las mipymes, privadas y estatales, absorban entonces parte del personal que permanece subempleado en el limbo presupuestado o de la burocracia estatal y la Revolución resuelva definitivamente el viejo problema de las plantillas infladas.