Por LÁZARO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ.
“…para que perdurase y valiese para que
inspirase
y fortaleciese debía escribir la historia”. José Martí
14 de marzo de 2020
A manera de introducción
Al cumplirse sesenta
años del inicio de la organización del trabajo y los salarios, he tratado, en
estas notas, de dar a conocer su desarrollo desde su inicio señalando los
aspectos más significativos de cada etapa.
Teniendo en cuenta que
el principal obstáculo que enfrenta el pueblo cubano en el proceso de
construcción del socialismo es el miserable y cruel bloqueo impuesto por el
imperialismo yanqui sobre nuestro país, he pensado, que en esta rama del saber
deben subrayarse los siguientes aspectos:
1.
El verdadero revolucionario actúa como bien
señalara José Martí “El primer deber de un hombre es pensar por sí mismo”, Además
de sostener sus criterios independientemente de la posición que ocupe en la
sociedad y del dirigente presente.
2.
Hace años, y sobre todo en los últimos tiempos,
las decisiones sobre la organización del trabajo y los salarios no tienen como
base la investigación científica, sino criterios superficiales que incumplen
los más elementales rudimentos de esta temática.
3.
Los sindicatos no han cumplido su papel de
contrapartida de la administración a ningún nivel. Es vital el funcionamiento
de los sindicatos y su fortalecimiento, autonomía, y la preparación de los
trabajadores en la discusión y debate sobre la OTS, además de los sistemas de
información y comunicación para su participación
4.
El principio de pagar a cada cual según la
calidad y cantidad del trabajo no es socialista, sino burgués tal y como señala
Carlos Marx en la Crítica del Programa de Gotha, y V.I. Lenin en El Estado y la Revolución,
lo cual ha sido comprobado por mí en más de diez países de cuatro continentes.
5.
El pago por la calidad y cantidad de trabajo,
en la práctica no se ha efectuado nunca. En las últimas disposiciones del MTSS
referidas a los sistemas de pago y al salario del sector presupuestado violan
la Constitución. En tal sentido ¿cómo explicar que el diapasón de la escala por
complejidad, cuya elaboración se basó, entre otros aspectos, en los salarios
existentes en el capitalismo era de 1:10,3 y la escala por complejidad
actualmente vigente para el sector empresarial es de 1:2,89 y del sector
presupuestario es de 1:7,5. No tengo la menor duda que resulta imprescindible
una reforma general de salarios.
6.
La situación actual de los dirigentes y
técnicos en organización del trabajo y los salarios presenta un serio
desconocimiento del tema a todos los niveles del Estado.
7.
El Estado no presta la debida atención a la
organización del trabajo y los salarios sobre bases científicas.
8.
El salario real no se corresponde con las
necesidades del trabajador como consecuencia, entre otros factores, de los
altos precios existentes. Llego esta conclusión ya que en 1989 el salario medio
era de 188 pesos (equivalentes al actual CUC), mientras que en la actualidad el
promedio salarial es de 35 CUC, el salario mínimo en las empresas es de 9 CUC,
y en el sector presupuestario es de 16 CUC
9.
La productividad del trabajo se convierte en el
factor decisivo en la elevación del nivel de vida de la población. Este no
tiene la significación que merece y a través del cual podemos elevar la
producción y, consecuentemente, las exportaciones.
10.
El Estado fenecerá en el comunismo, sin
embargo, debe fortalecerse en la construcción del socialismo, lo que en modo
alguno significa su burocratización. El mercado no puede ser la solución de nuestros problemas.
Los salarios y
los precios deben fijarse por el Estado.
11.
Es imprescindible la preparación de técnicos de
nivel medio y universitario en
organización del trabajo y los salarios.
12.
Se requiere que las decisiones que se tomen en
la organización del trabajo y los salarios procedan de una investigación
científica.
Los inicios
Por iniciativa del
Comandante Ernesto Che Guevara, a principios de 1960 se creó la Dirección de
Capacidad Productiva y Fuerza de Trabajo en la Junta Nacional de Planificación,
llamada así entonces, la cual, posteriormente sufrió una transformación denominándose
Junta Central de Planificación. Al llamado de la Revolución, integraron la
mencionada Dirección tres estudiantes de Ingeniería y dos de Matemática, a
quienes se garantizó la flexibilidad
necesaria para terminas las correspondientes carreras, yo fui uno de ellos. En
esa Dirección contamos con el asesoramiento de un especialista
hispano-soviético. La denominación utilizada en
aquel momento fue la de Análisis de Tiempos y Movimientos. Durante los
meses siguientes nos dedicamos al análisis de la organización en planta de dos
empresas: la Textilera Ariguanabo y la Rayonera de Matanzas.
La Dirección de
Capacidad Productiva y Fuerza de Trabajo fue trasladada a la Dirección de
Superación Laboral del Ministerio de Trabajo.En dicha Dirección realizamos los
siguientes trabajos:
¾ Implementación
de los Consejos Técnicos Asesores.
¾ Primer Plan de
Emulación lo cual informé a todos los Sindicatos desde Placetas hasta Guantánamo; el
resto de los territorios recibió la
información a través de otro compañero.
¾ Revisión de los
cursos para la Organización y Normación del Trabajo impartidos por los
especialistas soviéticos.
A mediados de 1961 se
estableció la congelación del salario,
la cual se violó en muchos casos.
En esa etapa se
procedió por cada una de las empresas consolidadas del país a preparar 25
trabajadores en los cursos de Organización y Normación del Trabajo con vistas a
que cada uno de los trabajadores cursantes preparara 25 trabajadores más.
A solicitud del
Ministro de Trabajo, llegaron a Cuba unos 20 especialistas soviéticos. Independientemente
del asesoramiento de dichos especialistas, pasamos un cursillo sobre la
productividad del trabajo. Con esto terminamos año 1961.
LA MADURACIÓN 1962-1964
En 1962 cesó la
Dirección de Superación Laboral y en su lugar surgieron las Direcciones de
Salario y de Trabajo, esta última encargada de dirigir la organización y
normación del trabajo y la emulación socialista. En cuanto a los salarios, nos
dimos a la tarea de construir un sistema que reflejara lo más exactamente
posible el pago por la calidad y cantidad de trabajo aportado. Tras analizar los salarios
vigentes, se procedió a elaborar la escala de complejidad, el calificador común,
y los cargos propios por cada una de las empresas consolidadas. La metodología
para determinar la complejidad de los cargos tuvo como base la existente en la
URSS, a la cual se le hicieron ajustes.
En cuanto al pago por
condiciones laborales anormales, se establecieron dos grupos. En un inicio en
por ciento del grupo de complejidad y, posteriormente, en cantidades absolutas.
En relación con el sistema de pagos, se fijó
el 0.5% por sobrecumplir las normas y el 1%, que comprendía el plus y el
salario básico, por incumplimiento. Inicialmente, el sobrecumplimiento de las
normas se fijó en el 0.2%. La política salarial en la construcción de todo
el sistema no aspiraba a incrementar los
salarios, sino a crear un sistema estructurado que propìciara la eliminación de
la anarquía existente. El respeto a los salarios vigentes fue una decisión
importante en la política establecida entonces al respecto.
El plus salarial
—diferencia entre el salario que devengaban los trabajadores y el salario
básico— debía eliminarse en el transcurso de los años, toda vez que el mismo se
reducía en la misma proporción en que el trabajador ascendía a un puesto más
complejo.
A mediados de 1962, el
Ministerio de Industrias aplicó una escala de doce grupos a la Minería,
violando así la congelación salarial vigente desde el año anterior Con la
proyección de la nueva escala dichos grupos se convirtieron a lo que sería
establecido en el nuevo sistema salarial. El Ministerio de Trabajo se dedicó
dicho año a elaborar el sistema de
salarios y a la preparación de organizadores y normadores del trabajo.
En 1963 se introdujeron
de forma experimental en 247 unidades de la industria, construcción, transporte
y comunicaciones; en 36 granjas agropecuarias y en los Ministerios de Trabajo y
Hacienda las nuevas formas organizativas del trabajo y los salarios. Esta
implantación experimental en estos centros de trabajo determinó un aumento del
salario medio del 3-5% y un incremento de la productividad de 9-15%. Asimismo,
resultaron excedentes 2-3% de los
obreros ocupados. Una vez corregidas las deficiencias detectadas en la prueba
experimental, se pasó a su generalización paulatina.
En este período, los
Comandantes Ernesto Che Guevara y Augusto Martínez Sánchez, así como Lázaro
Peña Secretario General de la CTC, explicaron
las características del sistema a través un programa de radio y
televisión.
Es de señalar que
tanto la inmensa mayoría de los
trabajadores como los dirigentes sindicales y muchos especialistas
estuvieron en desacuerdo con el sistema de pagos reclamando se aplicara el
destajo. También hubo criterios y temor por los trabajadores en cuanto a si el
plus se mantenía o no.
Durante este tiempo, la
preparación de cuadros y especialistas tuvo respuesta en la Escuela de Economía
del Trabajo, de nivel universitario aprobado por el MINED, la cual pasó a la
Universidad de La Habana en las postrimerías de 1964 bajo el concepto de los
que los economistas debían serlo generales.
ERRORES
(1965-1970)
Creo imprescindible
remitirnos al informe presentado por Fidel Castro al Primer Congreso del PCC celebrado
en La Habana en 1975. Decía el Comandante en Jefe: “Sin embargo, al llegar a este punto es necesario hablar de los
errores. Las revoluciones suelen tener sus períodos de utopía en que sus
protagonistas, consagrados a la noble tarea de convertir en realidad sus sueños
y llevar a la práctica sus ideales, creen que las metas históricas están mucho
más próximas y que la voluntad, los deseos y las intenciones de los hombres por
encima de los hechos objetivos lo pueden
todo”.
Más delante señaló:
“Cuando podría parecer
que nos estábamos acercando a formas comunistas de producción y distribución,
en realidad nos estábamos alejando de los métodos correctos para construir
previamente el socialismo”.
Entre los errores
cometidos pueden citarse:
¾ Desvinculación
de las normas al salario. (Determinados sectores creían que las normas iban a
mellar la conciencia del trabajador).
¾ Salario fuera
de la escala de complejidad.
¾ Tope máximo de
250 pesos de salario a los dirigentes de las empresas.
¾ Salario igualitario
ascendente a 160 pesos independientemente
de la calificación que tuviera el trabajador.
¾ El 13 de marzo
de 1968 se estatalizaron prácticamente todas las propiedades privadas y se
procedió al cierre de los clubes y cabarets, lo cual implicó la fijación de salarios
a todos esos trabajadores.
¾ Se extendió el
horario de conciencia lo que dio lugar a indisciplinas laborales en muchos
casos.
¾ Se suprimió el
pago de las horas extra.
¾ El MINED fijó
231 pesos de salario a los juristas; 275 a los economistas y 300 a los
ingenieros sin atenerse a la complejidad de dichos cargos.
¾ A todos los
trabajadores de los centrales azucareros
se les aplicó la estabilidad salarial que consistió en respetarles el salario de zafra durante
todo el año.
¾ Se
racionalizaron las plantillas de los organismos centrales sin fundamento alguno
trasladando los excedentes a las empresas.
¾ Se dictó una
resolución mediante la cual los trabajadores de Centros Moncadistas podían
jubilarse con el 100% de su salario.
¾ La forma de
pago a destajo fue sinónimo de falta de conciencia política y laboral.
¾ En el
Ministerio de Trabajo, se rebajó a 250
pesos el salario a los dirigentes
¾ Éxodo de los
organizadores y normadores del trabajo, etc., etc., etc.
En septiembre de 1970, teniendo
como fundamento el discurso de Fidel, se inició en unas cien empresas la
recuperación de la organización y normación del trabajo sin que existiera una
vinculación con el salario. En dicho período se rescataron organizadores y
normadores que habían causado baja, se crearon múltiples escuelas sobre dicha
materia en muchos organismos y el Ministerio de Trabajo fundó la “Julián
Grimau”.
LOS CONGRESOS 1971-1979
Los hechos más
significativos durante este período son:
¾ Culminación de la organización y normación elemental en
todas las empresas en el año 1973.
¾ Primera reunión
sobre el sistema salarial efectuada con el Buró Político y el Secretariado del
Partido Comunista de Cuba presidida por Fidel Castro el 16 de mayo de 1973. Se
pasó revista sobre los diferentes aspectos de la organización del trabajo y los
salarios sin llegar a conclusiones en
cuanto a la vinculación de la norma con el salario. Se efectuaron dos reuniones
de esta índole con vistas al congreso de la CTC, adoptando, entre otras
decisiones, la de vincular el salario a la norma.
¾ Celebración, a
finales de 1973, del XIII Congreso de la CTC, en el cual se tomó, entre otros,
el acuerdo, de rectificar los errores cometidos, aplicar la reforma salarial
paulatinamente y con normas técnicamente argumentadas.
¾ Fundación el 20
de abril de 1974, del Instituto Nacional para la Investigación Científica del
Trabajo.
Esta
institución adscripta al Ministerio de Trabajo, tenía como función investigar
íntegramente el trabajo y desarrollar los principios básicos de la organización
científica del trabajo, para ello contaba, entre sus áreas la referida a la
productividad, organización y normación del trabajo, salario, psicología,
sociología, etc.
¾ Celebración del
Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, donde se ratificaron los
acuerdos del XIII Congreso Obrero. En el Informe Central, Fidel Castro señaló: “Con
la Revolución se crearon las condiciones para la organización científica del
trabajo”, y más adelante, expresó “La introducción de los principios básicos de
la organización científica del trabajo, especialmente de las normas
técnicas, permitirá seguir aumentando la
productividad, disminuir los costos y elevar la eficiencia como lo requiere
nuestra economía”.
En otra parte del
informe, Fidel señala: “De unos cientos de normadores al inicio hoy tenemos
diez mil, y el nuevos instituto para la formación de técnicos medios “·Julián
Grimau ha graduado 860 técnicos”.
¾ Creación de una
escala de factores extracalificatorios, conocidos erróneamente por condiciones
anormales de trabajo, la que comprendió seis grupos.
¾ A finales de
1979, el Partido, no obstante los
criterios del Ministerio de Trabajo y
del Instituto, objetó la organización científica del trabajo.
LA SEGUNDA REFORMA SALARIAL 1980-1985
Esta reforma se llevó a
cabo con las normas elementales tratando de aplicar el destajo por todos los
medios. Asimismo, la reforma de salarios no contó con una metodología para
determinar la complejidad del trabajo ni se revisaron los calificadores.
La estigmatización de
la OCT trajo como consecuencia que tanto en la Universidad de La Habana, como
en la CUJAE, se suprimieran las asignaturas de Economía del Trabajo y de OCT.
En este período se
dicta el primer Código de Trabajo, el cual tiene problemas conceptuales en
cuanto a la organización del trabajo y los salarios, así como su deficiente
divulgación entre los trabajadores.
PERÍODO INCIERTO 1986-2004
El 19 de abril de 1986,
Fidel Castro dio inicio al Período de Rectificación de Errores y Tendencias
Negativas mediante un discurso conmemorativo de la fecha planteando su
inconformidad con el Sistema de Cálculo Económico que había sido establecido en
las empresas, así como su desacuerdo con el cumplimiento exagerado de las
normas. Posteriormente, se citaron el director de cada empresa de La Habana, los
secretarios de Partido, la Juventud y el Sindicato para analizar, dentro de
otras cuestiones, el problema salarial. Esta reunión se repitió en los años 87
y 88. En dichas reuniones, distintos compañeros abogaron por la solución del
problema, pero nadie la tenía. Así las cosas, cada cual hizo lo que entendía
con las normas. El éxodo de técnicos en la materia fue significativo a todos
los niveles.
En la Construcción se
estableció el sistema de pago a tiempo
con 10 horas de trabajo.
El Instituto de Investigaciones
Científicas del Trabajo fue despojado de su inmueble de la calle 19 entre Paseo
y A, y trasladado para unas casas en el Reparto Kolhy, pero esto no fue lo más
significativo, perdió, en grado máximo,
sus investigadores.
El Ministerio de
Trabajo pretendió lograr una organización y normación adecuada del trabajo con
los sistemas de pago, así como el sistema llamado de capital humano; la
filosofía consistía en que el trabajo se organizaba solo si el trabajador se
vinculaba a los resultados de la empresa, cuestión que, evidentemente, como
demuestran la teoría y la práctica, no
dio los resultados anhelados, aunque sí propició las bases para la anarquía salarial.
Se celebraron, durante
tres años, no más, asambleas sobre la productividad en los centros de trabajo,
pero estas fenecieron al no tener una base informativa y de participación.
Durante todos estos años no se prepararon técnicos en organización, normación y
salarios.
Con vistas a obtener
experiencias sobre la organización del trabajo y los salarios, el Ministerio de
Trabajo seleccionó un conjunto de empresas laboratorio que no se regirían por
las disposiciones legales existentes. En realidad, las experiencias de estas
empresas no fueron utilizadas por dicho ministerio.
En agosto de 1998 se
inicia el Perfeccionamiento Empresarial que no solucionó los problemas de
organización y normación del trabajo, aunque desde el punto de vista salarial
se confeccionó una escala de complejidad con sus correspondientes tarifas para
el sector empresarial, lo que, lógicamente, situaba al sector presupuestario en
desventaja ya que sus trabajadores no recibían el mismo salario por igual grupo,
además de que el salario mínimo era diferente.
La escala y las tarifas
se aplicaban en dependencia de que la empresa se perfeccionara, lo que motivó
un proceso bastante dilatado.
LA TERCERA REFORMA SALARIAL 2005-2020
La reforma salarial de
2005-2006 fue sumamente apresurada y no se tuvieron en cuenta las más
elementales normas que rigen social, económica y políticamente el proceso de
establecimiento de los salarios. En tal sentido, destacamos:
¾ En parte del
año 2005 se elevó el salario mínimo a 225 pesos, lo que trajo como consecuencia que los grupos del I al VI
devengaran el mismo salario.
¾ La escala de
complejidad no refleja las existentes en el país.
¾ La metodología
para establecer la complejidad de las ocupaciones no procede de una
investigación científica.
¾ El incremento
de las tarifas por complejidad no se corresponde con la situación económica que
vive el país y la poca progresión de las mismas, dando por resultado el
verdadero origen de la llamada “pirámide invertida” no estimulando la
realización de los trabajos más complejos,
lo que originó un fuerte
movimiento migratorio entre sectores y ocupaciones, por ejemplo, el déficit de
pedagogos que tenemos en la actualidad.
¾ Los
calificadores fueron mal confeccionados.
¾ El sistema de
pago no tuvo en cuenta las normas caducas
que existían.
¾ Los salarios
fueron incrementados en aquellas empresas que aplicaban el sistema de
perfeccionamiento empresarial (75 pesos para los obreros, trabajadores
administrativos y de servicios; 105 para los técnicos y 200 para los
dirigentes).
En el 2013 se promulgó
el Código de Trabajo y su Reglamento sobre el cual un grupo de especialistas
realizó un conjunto de observaciones que no fueron atendidas por el Ministerio
de Trabajo, dentro de ellas los
elementos que debían integrar el sistema salarial.
El MTSS junto con la
Comisión de Implementación de los Acuerdos del Partido eliminaron el Instituto
Nacional para la Investigación Científica del Trabajo. Tanto que se habla de ciencia en estos momentos y el
Ministerio de Trabajo propuso prescindir del mencionado instituto.
En los años 2014, 2016
y 2019, el MTSS elaboró un conjunto de resoluciones sobre las formas y sistemas
de pago. Es increíble que se hayan dictado dichas resoluciones dada su
inconsecuencia con los principios de la organización del trabajo y los
salarios. De 225 pesos, el mínimo garantizado para los trabajadores de una
empresa, se pasó a las tarifas de la escala por complejidad y en la última de
esas resoluciones se acude al salario básico. En todo este período, la
organización del trabajo, las normas, así como la preparación de especialistas brillan
por su ausencia.
En julio de 2019 se
dicta la Resolución No. 25 del MTSS fijando nuevos salarios para las unidades
presupuestadas. El salario mínimo se eleva a 400 pesos, lo que establece una
diferencia de 175 pesos con los 225 de las empresas no perfeccionadas y de 100
pesos en las perfeccionadas. ¿Cómo es que existen tres salarios mínimos? Los
mismos señalamientos pueden hacerse con respecto a esta resolución que a la
Reforma General de Salarios 2005-2006.
Resumiendo: en todo
este período se viola flagrantemente la Constitución de la República que
establece que cada trabajador recibirá su salario en correspondencia con la
calidad y cantidad de trabajo aportado. No solamente se viola la Constitución,
lo más grave es la violación de los principios científicos y leyes económicas,
las cuales se vengan de sus violadores
Las plantillas de personal siguen infladas,
independientemente de las medidas adoptadas por el MTSS, ya que no tienen base científica. Este problema solo tiene
solución mediante la organización y normación del trabajo sobre bases técnicas.
Al igual que las estructuras de las empresas hechas a voluntad del director de
la entidad en ese momento.
En los últimos tiempos
se han olvidado dos aspectos de capital importancia como exponer los indicadores
referentes a la organización del trabajo y los salarios y discutir con los trabajadores las medidas a
tomar en esta temática. Los sindicatos no han jugado el papel de contrapartida
de la administración a los diferentes niveles.
Aunque lo referido al
desempleo no es tema de este trabajo, quiero señalar que durante estos años el mismo se ha
manifestado, sobre todo, en la región oriental del país. Según artículo
recientemente publicado en INTERNET por Joaquín Benavides, ex ministro de
Trabajo, la tasa estadística alcanza
entre el 15 y el 20%, lo que tiene que preocuparnos y actuar en su solución
rápidamente. ¿Qué vamos a hacer para
ello?
La Habana, 8 de marzo
de 2020
Nota sobre el autor:
Lázaro González
Rodríguez.
Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular Adjunto de la Universidad de
La Habana. Miembro de Honor de la Asociación Nacional de Economistas y
Contadores de Cuba (ANEC). Desde 1961 hasta 1981 laboró en el Ministerio del
Trabajo en la esfera de la organización del trabajo y los salarios, ocupando,
entre otros cargos, los de Director de Salarios, Viceministro y Director
fundador del Instituto Nacional para la Investigación Científica del Trabajo.
En 1981 y hasta el año 2003 labora en el Ministerio de Industria Básica ocupando
los cargos de Director Económico en la Unión de la Goma (1981-1984), Director
de la Empresa de la Goma “Conrado Piña” (1985-2000) entidad laboratorio del
MTSS y primera en aplicar el perfeccionamiento empresarial en el país. A partir
de 2001 y hasta 2003 realiza actividades de asesoramiento en la esfera de la
organización del trabajo y los salarios en el organismo central. Actualmente
labora como consultor. Es presidente fundador de la Sociedad de Estudios del
Trabajo de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC).
Desde su fundación hasta 2009 fue miembro del Tribunal de Grado Científico de
Economía Aplicada. Autor de varios de los libros más sobresalientes publicados
en Cuba sobre cuestiones relativas a la organización científica del trabajo,
los salarios, la productividad, y los estímulos materiales y morales.