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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 7 de julio de 2021

Mucha voluntad, pobres resultados

 

SINE DIE 2021 

                     SEGUNDA SERIE   # 36                    

 

Julio 7 de 2021

Juan M Ferran Oliva


El único heredero de mi padre se abstuvo de remitir SINE DIE en los últimos días atendiendo a la tensión que originó el paso de Elsa por nuestro territorio. La traviesa tormenta coincidió con la malévola pandemia de Covit 10, que también acongoja y por desgracia continúa en su mayor intensidad.

Vientos y lluvias pasaron sin consecuencias graves y quizás el balance daños-ventajas fue positivo pues  las represas y el manto freático lo agradecerán. Lamentablemente la agricultura no responde al gigantesco crecimiento de las instalaciones hidráulicas. Probablemente el fatídico y ya lejano ciclón Flora fue el detonante de la llamada Voluntad Hidráulica.

Los 8 espejos de agua existentes en 1959 se multiplicaron 40 veces y cincuenta años más tarde llegaban  a unos 240 embalses. El volumen de agua represada aumentó 200 veces. Los núcleos urbanos mayores 1.000 habitantes que disponían de acueducto pasaron de un 38% a un 95%. Los sistemas de evacuación de aguas residuales crecieron también de manera semejante. La orografía cubana no favorece el aprovechamiento de la  energía hidráulica.  No obstante, han sido construidas unos 180 pequeñas centrales que dan  servicio a más de 33.000 habitantes en zonas rurales montañosas.

El enfoque que se ha dado a la Voluntad Hidráulica es principalmente social, con atavíos técnicos.  Sus beneficios se proyectan en la extensión del suministro de agua,  el control de inundaciones y en el almacenamiento para épocas de seguía. El valor de los activos es seguramente muy alto pues tiene que ver con sus numerosas represas e instalaciones periféricas y otros medios, incluido el trasvase interregional. Se trata de una inversión de alcance nacional que merece un estudio económico global. Tendría en cuenta el costo de oportunidad de las áreas inutilizadas, el monto de las inversiones, los gastos y costos operativos, y la amortización. En el capitulo de los resultados se contarían los efectos sociales no comerciales. la prestación de servicios onerosos y, sobre todo, el comportamiento económico derivado de la administración hidráulica, traducido en términos de rendimientos agrícolas y posibilidades industriales, logísticas y de infraestructura.

No creo que se analicen estos resultados. Valdría la pena, aunque sea para convencernos aún más de la escasa capacidad de respuesta de nuestras inversiones. Es una tarea investigativa mucho más compleja que el simple análisis de gestión o de factibilidad de una inversión aislada.  Sería consecuente con la magnitud del trabajo hidráulico nacional. Quizás se han hecho algunas pesquisas de manera parcial. Pero es dudosa la existencia de una evaluación integral,  y si se ha hecho no se ha divulgado.

Todo indica que hay consecuencias materiales impresionantes, aunque incompletas. El suministro de agua a la población tiene aún más puntos débiles de la cuenta. La prensa ofrece esporádica e incoherentemente noticias sobre la existencia y reparación de salideros, defectos de alcantarillado, fabricación de componentes, etc. No se conoce o no se informa el trigo obtenido por tan magna empresa. Solo sabemos que es enorme y buena para la propaganda política. Pero….

En ausencia de cifras, baste señalar que los rendimientos agrícolas cubanos son pobres, relativamente paupérrimos: no se corresponden con el esfuerzo llevado a cabo. La agricultura continúa siendo el Talón de Aquiles de este país de potencialidad campesina. Por suerte hemos tenido el turismo, aunque interrumpido temporalmente debido a la pandemia mundial.

Hablar de los rendimientos agrícolas ocuparía un libro. Valga, a modo de síntesis, aprovechar la información de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de hace 12 años. No habrá cambiado mucho. En términos de rendimientos, Cuba ocupaba el lugar 143 entre 184 países productores de tubérculos. En los de hortalizas alcanzaba el lugar 103. Como se dice en la calle la lista no cuadra con el billete[1]. En otras latitudes muchos de los resultados mejores no están respaldados por una obra faraónica como la cubana. Los rendimientos cañeros son otro botón de muestra. La actividad azucarera fue la locomotora de la economía cubana. Ahora es solo un vagón, pero sigue en el tren. El rendimiento agrícola entre  los años 2000 y 2010 fue 32.4 TM/ha y se mantienen en ese entorno. La mayoría de los países cañeros logran alrededor de 100 TM/ha.

Los efectos sociales suelen expresarse en palabras superlativas y comparativas, y argumentos intelectuales. Pero la economía exige  la cuantificación y comparación de entradas y salidas: cuanto se gasta, cuanto se recupera y en que tiempo.

La enorme obra merece el gran estudio que revele efectos y sirva de guía para la acción. No basta con realizar tareas faraónicas, es indispensable conocer sus consecuencias en términos materiales. Pero más que estudios se requieren resultados.

Fin



[1] Las hortalizas incluyen espárragos, pimientos, brócoli, coliflores, pepinos, berenjenas, pepinillos, judías, tomates, sandías y melones. Los tubérculos contienen yuca, papa, boniato, malanga y otras. No se consideran los cultivos para alimento del ganado.

El banco de la impaciencia

Con la suspensión de los depósitos en efectivo de la moneda estadounidense se abre otra vez la caja de Pandora, afectándose la población insular. Un sondeo de opinión arroja incertidumbre, recelo y angustia. Después de varias décadas de asedio, el país sigue atado al dólar. Aunque el carácter de la normativa es temporal, resulta difícil vaticinar en lo inmediato un retorno a la situación anterior. Más allá de lo monetario, urge sacudir las debilidades estructurales que atenazan al sistema productivo. De estos asuntos de peso, entre otros, BOHEMIA dialoga en exclusiva con autoridades de la banca central y especialistas en Ciencias Económicas
Por DELIA REYES GARCÍA
Fotos: MARTHA VECINO ULLOA
Infografías: FABIAN

Cuando la octogenaria Eladia González escuchó sobre la suspensión temporal de los depósitos en efectivo de dólares estadounidenses, se le pusieron los “pelos de punta”. Unos meses atrás, la hija le había enviado desde los Estados Unidos, a través de una conocida, “unos pesitos verdes para comprar una olla eléctrica. Pero no aparecía ni en los centros espirituales, y tuve que esperar.

“Casualmente, a los dos días del anuncio de la medida, la sacaron en la tienda de 100 y 51, del municipio de Marianao donde resido. Cogí mi bastón y fui para allá todavía de madrugada. A los impedidos físicos nos pusieron en una cola aparte, igual demoró una eternidad. Al mediodía finalmente pude comprarla. Con el resto del dinero adquirí una plancha, aunque en la casa tenía otra casi nueva, lo hice para no perder ese depósito”, narra Eladia.

Actitudes similares se sucedieron ante la incertidumbre que provocó el anuncio de esa decisión por parte de las autoridades del Banco Central de Cuba (BCC). Las colas de los mercados en Moneda Libremente Convertible (MLC) crecieron de manera ostensible y peligrosa, aún en medio de la pandemia. Las aglomeraciones en los bancos también fueron recurrentes.

Un sondeo periodístico realizado por BOHEMIA en la capital, a raíz de la medida, arrojó incomprensión, estrés y desasosiego, multiplicados en esos días.



Mayra Rodríguez López se siente afectada y pide profundizar en los por qué.

“A mí me afecta esta medida, esa es la verdad. Mis hijos viven en Estados Unidos y me mandan cada vez que pueden dólares directo a la casa, porque desde ese país no se permiten las transferencias en esta moneda a la tarjeta en MLC. Antes el dinero en efectivo lo podía depositar en el banco, pero a partir del 21 de junio ya no será posible hacerlo. Ellos están vueltos locos allá, tratando de comprar euros que por supuesto les saldrán más caros.

“Eso es duro porque en ningún lugar del mundo el dinero cae del cielo. Mis hijos tienen que trabajar mucho para poder ayudarme. Con anterioridad se hizo insistencia en el dólar para comprar en las tiendas en MLC, que son las únicas con una oferta más o menos estable de productos de primera necesidad. Y ahora resulta que los bancos están llenos de dólares y no se permite depositar en efectivo. Y sí, conocemos del bloqueo, mas deberían explicar con mayor profundidad los porqués de la medida”, sugiere Mayra Rodríguez López.

Otra capitalina, con palabras atropelladas confiesa: “la gente está como loca, con tremendo estrés, comprando lo que se pueda, porque después no se podrá poner más nada en la tarjeta. Mi hermano siempre mandaba dinero, pero ahora todo cambió”.

Para quienes no recibían remesas del exterior, y estaban obligados a comprar los dólares en el mercado informal, se les tensa más la soga porque ya no podrán comprarlos y los euros, cuando aparezcan, estarán por las nubes.



“A mí me afecta esta medida, esa es la verdad. Mis hijos viven en Estados Unidos y me mandan cada vez que pueden dólares directo a la casa, porque desde ese país no se permiten las transferencias en esta moneda a la tarjeta en MLC. Antes el dinero en efectivo lo podía depositar en el banco, pero a partir del 21 de junio ya no será posible hacerlo. Ellos están vueltos locos allá, tratando de comprar euros que por supuesto les saldrán más caros.

“El salario que recibimos se lo estamos pagando a los revendedores. Muchos viven de las necesidades de la gente, tienen tanto afán por el dinero que han perdido el amor por el prójimo”, sentencia la joven Anabel García.

Mientras espera con paciencia en la cola del banco de 23 y J, en El Vedado capitalino, Fernando Suárez opina: “con esta medida se limitan más las opciones para el pueblo. En mi caso no recibía remesas y compraba el billete verde en la calle, al precio que pusieran los especuladores en ese mercado informal.

“Ahora el circuito se cierra y pasaremos muchísimo más trabajo para todo. No soy economista, pero como mismo bajó el precio del dólar después que se dio a conocer la medida, el valor del euro se disparó y seguirá en ascenso porque además el país no dispone de divisas para ofertar a la población”, estima el joven.

¿Efectos colaterales?

Sobre los entretelones de la restricción de los depósitos al cash de moneda estadounidense, esta publicación dialoga con la vicepresidenta Katerine Aliño Carballo y Juan Luis Gamboa Santana, director general de Operaciones y Sistemas de Pago, ambos del BCC. Además, incorporamos los criterios de los doctores en Ciencias Económicas Juan Triana Cordoví y Alejandro Federico Bermúdez Rivacoba.

Esta publicación pudo conocer que después de anunciada la medida, las sumas depositadas por la población desbordaron los pronósticos más objetivos. Dicen que en La Habana alguien con espejuelos oscuros, una gorra calada hasta las orejas y un maletín bajo el brazo, se apareció en un banco con más de 40 000 dólares. Mientras, en Guantánamo, una mujer de amplia cartera llevó unos 80 000.

Ahora bien, ¿tuvo o no tuvo la medida efectos antinflacionarios y recaudatorios? Los entrevistados coinciden en que detener el ritmo acelerado que llevaba la inflación ante una crisis de ofertas; o subir la varilla de los ingresos en moneda estadounidense al sistema bancario, no estuvieron dentro de las causales y objetivos de la medida.



Katerine Aliño Carballo y Juan Luis Gamboa Santana aseguran que el efecto recaudatorio fue colateral, esperado y lógico.

“Es muy prematuro medir los impactos, porque puede ser que haya aumentado la cantidad de personas que fueron a los bancos, pero no sabemos si se han incrementado los montos, aunque esto último es lo más importante. El efecto principal es proteger a los bancos, que se están llenando de papelitos sin valor de uso. Si seguimos recibiendo dólares, mas no tenemos cómo reaprovisionar la tienda porque no hemos podido exportar los dólares, pudiera llegar el momento en que también vamos a tener escasez en las tiendas en divisas”, reflexiona Gamboa Santana.

Por su parte, Aliño Carballo estima: “a partir de establecer una fecha límite para depositar los dólares, muchas personas que tenían divisas previstas para hacer las compras en el mercado en MLC acudieron a los bancos. Y por ahí hay un efecto de incremento de las recaudaciones”.

Es decir, visto en el contexto, durante la semana anterior a la implementación de la medida “el efecto recaudatorio fue estacional y colateral”, reconoce el director general. “Colateral, esperado y lógico también”, acota la vicepresidenta.

El dólar en su trono



Caricatura de Martirena.

En el eterno braceo con los billetes verdes, no son pocos los que cuestionan por qué si ya no se aceptan dólares en efectivo, sí se permiten las transferencias en esta moneda desde el exterior.

“Es importante que los cubanos entiendan esto porque pueden parecer contradictorias las medidas adoptadas por la dirección del país. La gran ventaja que tiene la transferencia es que se reciben fondos en las cuentas de nuestros bancos en el exterior e inmediatamente están listos para usarse, y los costos de operaciones son menores.

“En el caso del efectivo es más complejo, hay que exportarlo, encontrar una línea aérea, otra aseguradora, un transportista y el banco que lo acepte para después ponerlo en cuenta. Esos trámites pueden durar hasta un mes.

“En las transferencias en divisas no se excluye al dólar, pero por el efecto del bloqueo lo difícil es encontrar un banco que esté de acuerdo en recibir una transferencia que diga dólares y el país sea Cuba”, precisa el también ingeniero eléctrico.

Ante tal realidad, los directivos del BCC estiman que será muy difícil que algún cubano en Estados Unidos encuentre un banco dispuesto a mandar dólares a sucursales bancarias en Cuba. “Hay agencias que dan servicio de remesas en Europa, pero entonces la persona tendría que convertir de dólar a euros y mandarlo para el Viejo Continente: ya ahí las comisiones son muy altas. Es el costo por la operación cambiaria”, explica Gamboa Santana.

Otra de las interrogantes de la población es por qué después de seis décadas de hostigamiento, la economía cubana sigue enganchada con el dólar. Según Gamboa Santana, “hay una razón muy sencilla. Hasta ahora, la moneda por excelencia del comercio mundial es el dólar. Las principales bolsas en Londres, Nueva York, donde se cotiza el níquel, el azúcar, el café y demás, lo hacen en esa moneda. Anclarse a otra, que no es la que predomina, también tiene sus riesgos y complejiza la planificación porque entonces después vienen los riesgos cambiarios.

“Todos los contratos internacionales y los precios se fijan en dólares estadounidenses y si se opera con otra moneda convertible como el euro, por ejemplo, puede suceder que ocurra una devaluación y afecte los ingresos planificados. Dirigir una economía así es muy difícil, ante el riesgo cambiario. Por eso es que el comercio mundial lamentablemente está en dólares. Tenemos que aceptar la moneda del país que nos bloquea porque no queda de otra”, aclara el director general.

Los intentos de destronar al dólar estadounidense no llegan a cuajar. “Algunas economías fuertes como la china han tratado de colocar su moneda en el centro de las operaciones del sistema financiero internacional como reserva mundial, mas eso realmente no ha logrado el efecto deseado y sigue siendo el dólar estadounidense la moneda de referencia para todas las operaciones comerciales y financieras, y las cotizaciones de los principales renglones exportables a nivel internacional”, complementa Aliño Carballo.



                

¿Gato por liebre?

El señorío de la moneda estadounidense, por lo visto, todavía es infranqueable. Sin embargo, ante la medida de restringir los depósitos en efectivo no son pocos los que cuestionan por qué si a sus cuentas entran euros, luego se los acreditan en USD en las tarjetas en MLC.

“Para mí lo coherente sería que se acredite en la tarjeta la moneda que entró a la cuenta, si es euro, pues euros. No dólares americanos porque además ese país nos declaró su enemigo y nos persigue”, estima el doctor en Ciencias Económicas, Juan Triana Cordoví.



El doctor en Ciencias Económicas Juan Triana Cordoví considera que la causa más profunda de la actual crisis está en las debilidades del sistema productivo. (Crédito: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Sobre este particular, Gamboa Santana especifica: “En Cuba no está prohibida la tenencia de divisas. En los bancos no todas las cuentas abiertas son en dólares, las hay en euros y demás. La persona cuando recibe la transferencia tiene el derecho de cobrarla en la moneda de origen. Si es en euros, la puede cobrar en euros. Si es en dólares canadienses, igual. También puede cambiarla en moneda nacional. Desde que se abrieron las tiendas en MLC se dio la posibilidad a las personas de tener una cuenta en dólares para comprar en esos mercados autorizados a vender en divisas”.

Esclarece la vicepresidenta del BCC: “la cuenta está denominada en USD. Por eso cuando se ingresa a esa cuenta en otra moneda diferente tiene que ser acreditada en dólares. Y luego se aplica el tipo de cambio correspondiente. Porque este producto surgió para ese mercado, cuyos precios están establecidos y fijados en USD. La tarjeta, medio de pago por el cual se ejecuta la operación de compra, a partir de lo que se ingresa a esa cuenta, igual está denominada en USD. Por eso se acredita en dólares”.

Un asunto que tiene mucha tela por donde cortar es el de la tasa de cambio fija de 24 pesos por un dólar. ¿Hasta dónde nos puede afectar? “La primera afectación es el mercado informal de divisas. Son los dólares corriendo por ahí sin estar en el banco. ¿Cuánto hay en las calles? ¿Vio las colas para depositar? En ese mercado informal la gente estaba dando una bonificación por cada dólar puesto en Cuba. ¿Por qué no podemos usar algo así nosotros? Por cada 100 dólares que se ponga en una tarjeta para comprar en Cuba darle una bonificación a esa transacción.

“Esas transacciones ya están en bancos corresponsales, en pasarelas de pago, y son más difíciles de afectar por el bloqueo. La persona puede usar aquí una tarjeta Visa emitida en Europa, y la operación se cierra y acredita en las cuentas correspondientes. Sería aplicar incentivos financieros para las compras en las tiendas y a las transacciones del exterior, en euros o en dólares. Entonces habría menos problemas que andar con un contenedor de dólares en efectivo por el mundo a ver quién los quiere comprar”, valora Triana Cordoví.

A diferencia de las otras divisas que acepta el BCC y tienen una tasa de cambio variable, el dólar estadounidense tiene una tasa de cambio fija. “Así quedó establecido en el Decreto-Ley 17, del Consejo de Estado, para la Implementación del Proceso de Ordenamiento Monetario. Tenemos un régimen cambiario de tipo fijo, el 24/25 de Cadeca. El régimen cambiario no solo es facultad nuestra, son decisiones que superan al BCC y tienen que ver con la economía, la planificación, los presupuestos. Forma parte de la coordinación macroeconómica que es bien compleja. Ya eso son políticas a nivel de país”, argumenta el director general de Operaciones y Sistemas de Pago de la banca central.

Más allá de si es una tasa fija o variable, el talón de Aquiles de la economía cubana, puertas adentro, está en la esfera productiva. A juicio de Triana Cordoví, la causa más profunda de los problemas que hoy enfrenta la economía cubana está en las debilidades del sistema productivo. “Y eso no se va a resolver en el corto plazo. Si no se puede garantizar la oferta a la población a través de las producciones nacionales, solo queda importar. Pero cuando no hay suficiente dinero para eso, lo otro que puede hacerse es abrir el comercio interior a empresas internacionales que quieran vender en Cuba. Es algo doloroso; el país ha tenido que hacer muchas cosas dolorosas”.



Con mucha experiencia en los vaivenes financieros, Alejandro Federico Bermúdez Rivacoba subraya que el país no podrá transitar hacia una tasa de cambio flexible mientras no se incremente la producción.

¿Con esta apertura a cadenas de tiendas internacionales no quedaría aún más indefensa la producción nacional?, interroga BOHEMIA. “La industria nacional puede firmar convenios con esas empresas, producir para abastecerlas. Y a las foráneas siempre les sería más conveniente comprar algunas cosas aquí que traerlas de lugares más lejanos. Además, el país se ahorra inventarios, el gasto en salarios, la preocupación por el robo. Y también las foráneas pagarían impuestos por las ventas, el arrendamiento de locales.

“Las empresas cubanas tendrían que ponerse las pilas para producir de manera competitiva. Y tenemos que buscar el saldo positivo que dejaría esa apertura. La realidad es que el pueblo cubano sufre por no tener oferta suficiente, y las colas son una fuente de contagio de la covid-19. Hoy la urgencia está en satisfacer la demanda. Entonces vamos a flexibilizar la política comercial, estimular a las empresas cubanas a producir para esos mercados, buscar esa oferta de manera diferente. Hay que innovar. Y seguir siendo proactivos. Es una combinación de medidas, una sola no nos ayuda a salir del atolladero, porque el problema tiene muchas aristas”.

Alejandro Federico Bermúdez Rivacoba, doctor en Ciencias Económicas, coincide en que las soluciones a los problemas de la economía cubana, en gran magnitud, están en la producción. “Al haber una mayor oferta de productos, automáticamente deben bajar los precios. Si esa oferta existiera ayudaría mucho a la satisfacción de la demanda y a las finanzas nacionales. Ya no hay barcos con piensos importados, pero cuánto tiempo puede demorar un puerco en crecer. O en tener el boniato en las tarimas. Mientras eso no se resuelva, no se puede comenzar a transitar hacia una tasa de cambio flexible. Auméntese la producción y cuando se venga a ver, la tasa bajará significativamente”.

 

Capear el “temporal”

El carácter temporal de las restricciones a los depósitos de dólares estadounidenses en efectivo es una de las cuestiones más polémicas dentro de la población cubana y sus familiares en el extranjero. Según la Resolución 176 de 2021, del Banco Central de Cuba (BCC), se extenderá “hasta tanto se reviertan las condiciones que dieron lugar a esta medida”. Pero, conocemos que el bloqueo no terminará mañana. Por tanto, ¿cuánto durará la suspensión?

Katerine Aliño Carballo, vicepresidente del BCC, responde: “Acotar el término temporal a una fecha sería prácticamente imposible e irresponsable porque depende de factores ajenos a las posibilidades de solución unilateral por parte de Cuba. Para revertir esta medida es necesario que se levanten las restricciones a los bancos de terceros países, cesen las persecuciones e intimidaciones a quienes quieran realizar operaciones con Cuba y aceptar los depósitos en efectivos de dólares estadounidenses provenientes de nuestros bancos”.

La directiva insiste en que la medida no fue deseada y por eso el BCC la estuvo retardando porque se preveían los impactos negativos en la familia cubana. La situación se volvió muy tensa para los bancos en el país y la economía en su conjunto, y fue necesario adoptarla.

Golpe artero a las finanzas

La inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo fue la gota que colmó la copa

Con el desenfado natural de los cubanos al hablar, Lucia Hernández García sentencia: “Biden, eres un mentiroso. Estas actuando igual a Trump”. La sexagenaria reconoce que no le perdió ni pie ni pisada a las elecciones en los Estados Unidos. “Aquí todos queríamos que ganara Biden para ver si teníamos un respiro con el bloqueo”.

En el reciente discurso ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) subrayaba el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla: “La plataforma de campaña del Partido Demócrata prometía a los electores revertir rápidamente las acciones tomadas por el gobierno de Donald Trump, en particular la eliminación de las restricciones a los viajes a Cuba, las remesas y el cumplimiento de los acuerdos migratorios bilaterales, incluyendo los visados”. Nada de esto ha sucedido.

“El pasado 10 de junio, nuestro sistema bancario y financiero se vio obligado a suspender temporalmente la aceptación de depósitos en efectivo de dólares estadounidenses, medida

imprescindible ante los obstáculos que provoca el bloqueo para disponer de esa moneda o darle valor de uso. Es un paso que se quería evitar, pero que resultó impostergable”, expresó Rodríguez Parrilla.

Las medidas del gobierno de los Estados Unidos son un “golpe artero a nuestras finanzas”. Se trata de una “guerra económica de alcance extraterritorial, contra un pequeño país; ya afectado en el período reciente por la recesión y la crisis económica global provocadas por la pandemia que nos ha privado de ingresos indispensables, como los derivados del turismo”.

El bloqueo es la causa por la cual fue necesario suspender los depósitos en efectivo de dólares estadounidenses. “Es la razón de la aplicación de esta medida”, acentúa Katerine Aliño Carballo, vicepresidenta del BCC. “Llevamos muchos años lidiando con ese cerco, pero realmente las limitaciones que se están presentando en el día de hoy no tienen precedentes”, agrega.

La tapa al pomo



Las medidas quirúrgicas de los Estados Unidos impactan de manera sensible sobre la calidad de vida de la población cubana.

En tono firme y posición viril, el canciller cubano denunció ante la ONU: “En enero de este año, nueve días antes de la toma de posesión del actual gobierno, la administración del presidente Trump incluyó a Cuba en una lista arbitraria y unilateral de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional que, sin embargo, tiene efectos importantes en el sistema financiero mundial”.

Y para rematar, “el pasado 14 de mayo el Departamento de Estado volvió a calificar a Cuba, igual que lo había hecho en 2020, durante el gobierno anterior; como un país que no coopera lo suficiente con los esfuerzos antiterroristas de los Estados Unidos”, refirió el canciller.

Ante la comunidad internacional Estados Unidos pone cara de víctima, a raíz de los atentados terroristas contra las torres gemelas. Y aprieta las clavijas en el control del dinero que circula en el mundo. Exige que el flujo financiero se realice a través de transferencias bancarias para poder rastrear el lavado de dinero y el desvío de activos que financien el terrorismo. Mientras, en las relaciones comerciales que mantiene con Cuba exige el pago por adelantado.

Respecto a eso Rodríguez Parrilla denunció en su discurso: “Las importaciones de alimentos desde los Estados Unidos se realizan bajo estrictas licencias y condiciones discriminatorias, y sus discretos montos son incomparables con el enorme daño del bloqueo en las finanzas y los efectos de su aplicación extraterritorial en terceros mercados”.

A juicio del doctor en Ciencias Económicas Juan Triana Cordoví es predecible que el gobierno de los Estados Unidos actúe de esa manera “para que Cuba compre esos alimentos exigiéndole el pago anticipado y hacerlo con bancos norteamericanos. Mas no se lo permite al resto. Ese es el juego. La administración de Trump se distinguió no solo por hacer efectiva la Ley Helms-Burton, sino por hacerlo de manera quirúrgica, buscando los puntos donde más dañan nuestra economía. Eso no es un invento de nadie. Se comprueba todos los días e impacta en todo, hasta en nuestra manera de pensar”.

El también profesor titular de la Universidad de La Habana opina: “es muy bueno demostrar todos los días que el bloqueo es un acto genocida, pero también tenemos constantemente que estar buscando estrategias proactivas, contraofensivas, que se adelanten a las acciones de ellos. Y, por lo tanto, limitemos sus impactos”.

Lo necesario y urgente

En el libro La banca comercial cubana: propuesta de desarrollo, publicado en 2020, el Capítulo I se refiere a las transformaciones necesarias en el sistema bancario cubano. Los autores Francisco Fidel Borrás Atiénzer y Alejandro Federico Bermúdez Rivacoba plantean que existen algunas insuficiencias en la economía que limitan la gestión de las instituciones bancarias. Entre estas, “los problemas inherentes al proceso actual de planificación con un enfoque que aún no abandona totalmente los balances físicos para darle el protagonismo necesario a los balances financieros; la falta de liquidez externa en moneda libremente convertible (MLC) y los altos niveles de endeudamiento en divisas; las debilidades estructurales de la economía cubana; el ablandamiento de las restricciones presupuestarias; y las limitaciones relacionadas con la efectividad del proceso inversionista nacional”.

En el texto también se reconocen las limitaciones propias del sistema bancario cubano, entre las que señalan el poco desarrollo de la innovación financiera, limitada autonomía de los bancos, deficiente cultura financiera de los actores económicos y sociales, y la medición y gestión integral de los riesgos bancarios no alcanzan los niveles deseados. Es insuficiente el tratamiento integral a los riesgos.

Explican los autores que en ocasiones la gestión bancaria se asienta en una alta aversión al riesgo, cuando el negocio bancario exige la administración de los riesgos. En el trabajo se precisa: “el sistema bancario, a través de sus funciones, ejerce una influencia directa y transversal sobre todos los ejes estratégicos de desarrollo económico y social.

“Las funciones más visibles de los bancos son la provisión de medios de pago para apoyar y agilizar las transacciones económicas y financieras entre los sujetos económicos y sociales, y la intermediación financiera entre demandantes y oferentes de recursos monetarios temporalmente libres. Además, el sistema bancario cumple tres importantes funciones vinculadas a su responsabilidad social: influir sobre la eficiencia económica de los clientes, impactar favorablemente sobre la equidad social y apoyar la preservación y cuidado del medio ambiente”.

En las conclusiones se resume que el sistema bancario actual debe someterse a profundas transformaciones en sus políticas y estilos de gestión pues, a pesar de los avances logrados, aún persisten insatisfacciones y vacíos en su funcionamiento. Las principales direcciones de perfeccionamiento de las instituciones bancarias cubanas encuentran sus pilares en la innovación financiera, las políticas y gestión bancarias, la administración integral de riesgos y la informatización.

Los acólitos del imperio interesados en "ayudas humanitarias"

Por Humberto Herrera Carles 

Por todos lados y al mismo tiempo los acólitos del imperio ¡ qué raro !,  pidiendo "ayuda humanitaria" ante la falta de medicinas, que es real. Pero al igual que hicieron con Venezuela en el 2019 con otro show parecido (1),  no quieren la intervención  del gobierno, la única entidad con capacidad de poner donde mas se necesitan las mismas, en  el menor tiempo posible en el supuesto caso que existieran, pero lo menos que les preocupa es la "ayuda".

Ya vimos como el año pasado hicieron una supuesta colecta dirigida por dos que viven del cuento de Cuba en EEUU (los que reciben dinero de la NED y la USAID) , entre tantos, recolectaron cuatro "tarecos"  y tuvieron meses mintiendo que estaban en el puerto del Mariel, y nunca pudieron probar ni tan siquiera que la carga salió de EEUU, y al final dijeron, al mejor estilo "trumpista" y calumniosamente, que el gobierno cubano las ocupó.

Las ayudas bien intencionadas con verdadero carácter humanista,  han llegado y siguen llegando a Cuba  sin tanto show, incluso desde EEUU. Los viejos libelos, los nuevos  y los émulos se prestan al show, "muy interesados y humanistas que son", mientras hacen mutis, minimizan o lo aceptan de facto, los actos de genocidio que todos los días aplica el gobierno de EEUU contra el pueblo de Cuba, incluyendo impedir la compra de medicinas. 




 "El Gobierno Bolivariano advirtió en febrero 2019 la falsedad del show de la supuesta ayuda humanitaria de EEUU en Cúcuta, hoy la propia USAID reconoce que era parte de una operación política de cambio de Gobierno”, señala el mensaje publicado por Arreaza en su cuenta en Twitter.

En otro mensaje, el canciller manifestó que su país también advirtió sobre los mercenarios que se entrenan en Colombia para cometer un magnicidio.

“Advertimos sobre los mercenarios entrenándose en Colombia para asesinar al presidente con drones y luego la operación Gedeón [incursión marítima del 3 de mayo de 2020], denunciamos la estrategia de bloqueo de fondos, activos y empresas venezolanas para generar sufrimiento. La verdad va saliendo a flote en cada caso, todos sus planes perversos han fracasado y fracasarán”, comentó."

(1)  A 2 años del intento de invasión con falsa ayuda humanitaria en Venezuela

Díaz-Canel: Ninguna provincia en Cuba está abandonada

 Por: Yaima Puig Meneses

En la reunión trascendió que a provincia con mayor complejidad epidemiológica es Matanzas. Foto: Estudios Revolución.

La tormenta tropical Elsa nos dejó un aprendizaje: Cuba demostró, con el trabajo de todos los órganos y estructuras de dirección a los diferentes niveles, la participación del pueblo, y el desempeño de la prensa, tanto a nivel territorial como nacional, que nos pudimos enfocar a la vez en dos problemas complejos, poniendo por delante el bienestar de nuestra población.

Así valoró el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, durante la reunión de este martes del Grupo Temporal de Trabajo para la prevención y control de la COVID-19, donde se analizó detalladamente la situación epidemiológica de todas las provincias, siendo Matanzas la del escenario más complejo.

El evento meteorológico, reconoció, incrementó las tensiones que teníamos en el país, pues fue necesario prepararnos y enfrentarlo en medio del peor momento de la epidemia y la situación epidemiológica generada a partir de los niveles de transmisión que hoy se constatan de la enfermedad.

No obstante esa realidad, el mandatario cubano destacó que, la manera en que se enfrentó el fenómeno hidrometeorológico demostró la capacidad de organización que tiene el país y la capacidad de dirección para enfrentar hechos de esta naturaleza, con una actuación coherente, precisa, eficiente y efectiva.

Tras reconocer los beneficios que significaron las lluvias ocurridas en el territorio nacional, aseguró que se continúan cuantificando las afectaciones, ocasionadas fundamentalmente en el sistema de generación de energía eléctrica, casi totalmente restablecido; así como en algunas viviendas, cultivos, viales y sistemas de abasto o conducción de agua.

Si bien en esta ocasión las afectaciones fueron mínimas, el mandatario subrayó que el trabajo realizado no fue en vano, pues también permitió un entrenamiento y una preparación ante la ocurrencia futura de fenómenos de mayor intensidad. No se trabaja por gusto, “se trabaja para reducir al mínimo las afectaciones en vidas humanas y en recursos materiales”, enfatizó.

En tal sentido, alertó sobre la importancia de “seguir trabajando desde la prevención, desde la observación, porque se ha declarado que esta temporada ciclónica va a ser intensa en el área del Caribe”.

Cuba es una sola

“A la provincia más compleja, le hemos dado toda la prioridad”, aseveró el mandatario cubano.Foto: Estudios Revolución.

Con relación a la COVID-19, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista subrayó que “ahora estamos en una situación realmente compleja de transmisión, donde los modelos, los datos, la información estadística y los análisis que de ella se realizan a partir del comportamiento de la enfermedad en las últimas semanas, van indicando que cada vez los niveles de transmisión se acercan más a las capacidades que tenemos creadas en el sistema de Salud para poder atender pacientes”.

Esa es una de las situaciones a las que no hemos llegado y que otros países han tenido que sufrir como parte del comportamiento de esta pandemia, señaló durante el intercambio que estuvo dirigido por el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.

De acuerdo con la información ofrecida en el encuentro por el doctor Francisco Durán García, director de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, la provincia de Matanzas ha reportado en los últimos 15 días 8 844 pacientes positivos a la COVID-19, lo que ubica su tasa de incidencia por cada 100 000 habitantes en 1226,6, la más elevada en estos momentos de todo el país.

Este martes fueron informados allí 874 nuevos contagios con el SARS-Cov-2 y se mantenían ingresadas 6 502 personas diagnosticadas con la enfermedad.

Asociado a esa realidad, el Presidente Díaz-Canel recordó que en los protocolos que estamos aplicando, una parte importante de los contactos están en aislamiento domiciliario, lo cual requiere de nuestra población un mayor sentido de responsabilidad en su manera de actuar.

Si una persona que es contacto de un caso positivo, y está sometido a aislamiento domiciliario, no asume una posición responsable, está atentando contra la vida de la familia y de quienes conviven en esa vivienda. Un contacto puede ser portador de la enfermedad, y si no cumple el aislamiento con rigor, entonces puede multiplicar los casos y serán menores las capacidades que habrá en instituciones médicas, refirió Díaz-Canel.

De una manera u otra, reconoció, esa situación está presente en casi todas las provincias y en ellas se realizan enormes esfuerzos por seguir abriendo capacidades y seguir dando solución a las problemáticas que día a día se van presentando en medio de la situación compleja desde el punto de vista de recursos, desde el punto de vista financiero, desde el punto de vista de capacidad para adquirir medicamentos o producirlos en los momentos actuales.

En medio de ese contexto, el mandatario enfatizó que la provincia con mayor complejidad es Matanzas. Allí, además del  actual comportamiento de la enfermedad,  el Jefe de Estado reconoció que han existido problemas organizativos.

Teniendo en cuenta esa realidad, recordó que desde la semana pasada se tomó la decisión —no solo con Matanzas, sino también con provincias que presentan determinado nivel de complejidad— de enviar grupos de trabajo presididos por un miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y un viceprimer ministro, e integrado por otros compañeros pertenecientes a los organismos más relacionados con el enfrentamiento a la enfermedad, sobre todo personal de la Salud, epidemiólogos y expertos.

En el caso de Matanzas, detalló que ese grupo está presidido por el miembro del Secretariado Joel Queipo Ruiz y el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca. Además, se encuentra trabajando a tiempo completo en esa provincia el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, junto con un grupo de especialistas en estos temas.

“A la provincia más compleja, le hemos dado toda la prioridad”, aseveró.

Foto: Estudios Revolución.

Como parte de las acciones que allí se implementan, el Presidente Díaz-Canel informó acerca de la llegada, desde otros territorios del país, de las primeras brigadas médicas de apoyo. Igualmente, comentó sobre decisiones que se han adoptado en estos días, asociadas al envío de recursos; la creación de nuevas capacidades de aislamiento para atender a los sospechosos y enfermos; así como la incorporación al trabajo de recién graduados de la especialidad de Medicina,  quienes dieron el paso al frente y ya se suman a la atención de la población.

Según refirió, la actual situación que se vive en la provincia ha conllevado, además, a realizar análisis por parte de los expertos para definir, en las condiciones de transmisión comunitaria que estamos viviendo con esta intensidad, qué más tenemos que incluir en nuestros actuales protocolos, los cuales han demostrado su efectividad en otras condiciones y ahora requieren ser actualizados.

Una vez más, con esta manera de abordar los temas complejos en el país, estamos demostrando que aquí no hay ninguna provincia abandonada, que aquí ninguna provincia está sola, porque Cuba es una sola, y porque todos somos cubanos y estamos para trabajar en función del bienestar de nuestra población, que es el primer pensamiento que viene siempre a estar presente cuando hay que tomar decisiones en medio de situaciones complejas, aseguró el Primer Secretario del Comité Central del Partido.

Esto hay que conocerlo, acentuó, pero también hay que apoyarlo desde la responsabilidad, desde el sentimiento como cubanos, y desde el compromiso con Cuba. De esta manera seguiremos trabajando y seguiremos enfrentando las adversidades, conscientes siempre y seguros de que vamos a superarlas, de que siempre vamos a salir fortalecidos de situaciones como estas, y vamos a lograr una respuesta efectiva que se pueda traducir en una victoria de nuestra Revolución.

Cuba, propiedad social y construcción socialista

 Por Rafael Alhama Belamaric

Para coadyuvar a los debates, discusiones, planteamientos y criterios, que se suscitan a diario, tanto teóricos como prácticos, a raíz de las propuestas de transformaciones, y que seguramente seguirán motivando el necesario enriquecimiento de las ideas y conceptos propios, que lamentablemente o se desconocen o se aminoran frente a los de “fuera”, una costumbre enraizada durante décadas, pongo a disposición de los interesados algunas páginas seleccionadas del libro “Cuba propiedad social y construcción socialista”, de la Editorial de Ciencias Sociales, 2012 de la autoría de Jesús García Brigos, Rafael Alhama Belamaric, Roberto Lima Ferrer y Daniel Raful Pineda, que ya cuenta casi diez años. Fue un resultado temprano de un proyecto de investigación del Instituto de Filosofía y cuatro años de arduo trabajo sobre temas fundamentales, ayer y hoy. Aparecen algunos momentos históricos y de propuestas que ya forman parte de las experiencias históricas, desatendidas en su momento, y no siempre ni conocidas ni mucho menos asimiladas. El libro contiene casi 800 notas y referencias, y una bibliografía de más de 700 autores y obras.

…………………..

“Las características del modelo soviético de economía eran más fielmente reflejadas en el modelo teórico de Dobb y Sweezy. Estas características no cambiaron luego de la llamada discusión acerca de las ganancias, que se inició a raíz de un artículo en Pravda de E.G. Lieberman en septiembre de 1962[i].

En tanto en Europa del Este, las reformas económicas realizadas en 1965 en Yugoslavia la llevaron decisivamente hacia un modelo de socialismo de mercado descentralizado, sobre la base de la práctica de la autogestión obrera adoptada a partir de 1950 en este país, independiente del control político soviético, y las consiguientes divergencias, con las ya conocidas consecuencias, no sólo para las relaciones entre los dos países, sino para todo el movimiento comunista internacional.

 En Checoslovaquia las reformas económicas de 1965-1968 fueron más allá de reformas adoptadas incluso en la URSS en esos años, que incluyeron la formación elástica de los precios, y comenzaron a manifestarse  vinculando a ellas demandas de democratización políticas.

En la cumbre del movimiento de reformas checo, durante la Primavera de Praga, utilizado por los que más allá de cambios que perfeccionaran el socialismo buscaban su desaparición, la intervención militar soviética paralizó y revirtió el movimiento de reformas. Tuvieron en esta época lugar también las reformas económicas en Hungría desde los inicios de 1968, las cuales excepcionalmente subsistieron como tales dentro del campo socialista – recordemos que ya Yugoslavia estaba fuera del CAME, aún cuando posterior a la muerte de Stalin en 1953 comienza un proceso de acercamiento con la URSS y el CAME-, en tanto ellas no se desarrollaron en demandas de reformas políticas[ii].

Los argumentos teóricos a favor del socialismo de mercado continuaron forjándose al calor de los movimientos de reforma en el Este de Europa, junto con las críticas al modelo soviético de economía centralmente planificada. Tales argumentos ganaron fuerza  en la medida que empezó y se profundizó el desmoronamiento y la crisis de las economías de Europa del Este y la Unión Soviética, “preparando” teóricamente las transformaciones ocurridas ya a partir de comienzos de los 80, que concluyeron finalmente en la desintegración de la URSS.

Entre sus mas destacados representantes se encuentran  el polaco Wlodimerz Bruss, el húngaro Janos Kornai, el checoslovaco R. Selucky, y  el británico Alec Nove.

De tal modo que, entrando en la década de los 70 del siglo XX, ocurren importantes cambios, “cambios” que es necesario poner entre comillas.

En el pensamiento social más allá de la estricta disciplinariedad de la economía política, se abandonan de un plumazo las categorías críticas de estirpe marxista que cuestionan el fetichismo de la sociedad mercantil capitalista.

Al decir de Kohan. “Salvo contadísimas y honrosas excepciones que hoy vale la pena releer y recuperar, en la mayor parte de la literatura filosófica europea aparecida con posterioridad al mayo francés, puede rastrearse una progresiva e ininterrumpida desaparición de referencias a la teoría marxiana del fetichismo (y de su antecedente juvenil, la teoría crítica de la alineación).” [iii] 

Pero como Kohan señala:“.. . (. .)… la teoría crítica del fetichismo puede sernos de gran ayuda a la hora de comprender y explicar esa prolongada segmentación y fragmentación que todavía hoy debilita la rebeldía popular y neutraliza las protestas contra el sistema capitalista. Esta teoría cuenta en su haber con toda una sedimentación acumulada de reflexiones sociológicas y filosóficas y experiencias políticas a lo largo de varias generaciones de revolucionarios” (…) “No obstante, durante las últimas décadas esta teoría crítica no ha gozado de “buena prensa” ni de prestigio académico en el mundo de la intelectualidad oficial. ¿Una casualidad? Creemos que no”. [iv]

Salvo excepciones, y a partir de la década de los 70, las preocupaciones y el discurso cambian. Desparecen las referencias a las concepciones de Marx acerca del fetichismo de la mercancía, y de su antecedente “juvenil”, la teoría crítica de la alineación, y se privilegia el reformismo, con nueva vestimenta que elude la confrontación directa, la plataforma de cambios sin cambiar nada esencial, desapareciendo la acumulación de reflexiones sociológicas y filosóficas, así como de experiencias políticas, lo que conduce a las actuales debilidades teóricas, y a la debilidades de las protestas populares contra el sistema capitalista.

El tratamiento del sujeto marxista en su vínculo con  el del fetichismo de la mercancía, constituye un paso obligado para el desarrollo de las bases de una nueva sociedad. Como señala Kohan: El sujeto del marxismo no es el sujeto cartesiano individual, propietario burgués de mercancías y capital, autónomo, soberano, racionalmente calculador y constituyente del contrato (es decir: el homo economicus eternamente mentado por la economía política neoclásica, el contractualismo liberal y la teoría de la elección racional). El sujeto que Marx y sus partidarios tienen en mente no se reduce a las determinaciones del varón, blanco, cristiano y burgués; el propietario ciudadano-consumidor individual.” [v].

“El sujeto del marxismo es un sujeto colectivo que se constituye como tal (incorporando las múltiples individualidades e identidades de grupo) en la lucha contra su enemigo histórico. Es el conjunto de la clase trabajadora, por eso constituye un sujeto colectivo, no únicamente individual. Su racionalidad no es instrumental ni calculadora. La teoría política que intenta defender sus intereses estratégicos no es el contractualismo de factura liberal ni su ontología social corresponde a las mónadas aisladas y sin ventanas (de origen leibniziano), donde cada persona su convierte —a través de la salvaje mediación del mercado— en un lobo para el hombre (Hobbes) y cuyas trayectorias individuales mutuamente excluyentes son organizadas por la “mano invisible” (de Adam Smith y sus discípulos contemporáneos)”[vi].

“Esta distinción elemental entre dos concepciones diametralmente opuestas y antagónicas acerca del sujeto debería estar en la base de toda discusión al respecto (si desaparece o no, si las ciencias sociales lo disuelven o no, etc.) para evitar la sospechosa ambigüedad y los numerosos malos entendidos sobre los cuales se estructura la mayor parte de las veces el cuestionamiento de las metafísicas “post” al marxismo”[vii].

Y en este contexto es muy importante la idea que el autor recoge en el siguiente párrafo, y  cómo el proceso se ha dado en las sociedades que supuestamente construían el socialismo. “El fetichismo- señala Kohan-  se caracteriza también por congelar y cristalizar cualquier proceso de desarrollo, definiendo discursiva o ideológicamente alguna instancia de lo social como si fuera fija cuando en la vida real fluye y se transforma. Las relaciones sociales se “evaporan” súbitamente y su lugar es ocupado por las cosas, las únicas mediadoras de los vínculos intersubjetivos a nivel social. La aparente “objetividad absoluta” del orden social termina predominando por sobre las subjetividades sujetadas al orden fetichista. Las reglas que rigen la vida de esa objetividad que escapa a todo control humano cobran autonomía absoluta y toman el timón del barco social. Se vuelven independientes de la conciencia y la voluntad colectivas. Son las reglas, los códigos y las leyes sociales —ajenas a todo control racional y a toda planificación estratégica— las que rigen de manera despótica el curso de la vida humana.” [viii]

En el se recoge un problema real que desde hace años ha enfrentado la izquierda socialista al enfrentarse a las tareas prácticas de la construcción de la nueva sociedad, con la respuesta asumida implícita y sesgada de interpretaciones interesadas: ¿quíen podría hablar y actuar en nombre de la Sociedad?

La denominada Modernidad segunda, reflexiva, o tardía[ix], alimenta la proliferación de los riesgos concretos y tangibles que afectan a todos, y esto influye en la subjetividad. Así, Giddens[x] habla de inseguridad ontológica (aceptación pragmática centrada en sobrevivir y ganar; optimismo sostenido derivado de actitudes residuales de la Ilustración, la capacidad de la ciencia para encontrar soluciones; pesimismo cínico; y compromiso radical que mezcla optimismo con acción práctica expresada en movimientos sociales).

El Estado no aparece como fuerza modeladora de la sociedad, a diferencia de la modernidad clásica que produjo una identificación Estado-Sociedad, presentándose una continuidad Estado-Sociedad-Nación (Beck). Y resulta que se ha invertido el sentido de lo que se planteaba en tiempos de la Teoría Crítica.

Al decir de Z. Bauman[xi]  ya no es la estatización de la vida lo que amenaza a los ciudadanos, sino la privatización radical la que amenaza todos los espacios públicos. La reconfiguración global del capitalismo, la revolución tecnológica y las nuevas fuerzas productivas, están permitiendo la intensa privatización. Es una modernidad privatizada (Bauman). Es una Modernidad tardía, marcada por el fortalecimiento del mercado, que rompe con los paradigmas ilustrados, y la noción de sujeto y de progreso. Es la crisis a la vuelta de la esquina. 



[i] ibidem.

[ii] Ver: “La Europa centro oriental  en la segunda mitad del siglo XX”, tomo II, pp178- 198, Ed. Nauta, (en ruso), 2002

[iii] Kohan, Néstor, “Desafíos actuales de la teoría crítica frente al posmodernismo”, , Cátedra Che Guevara, Colectivo Amauta, 2004, pag. 3.

[iv] Ibidem, p. 17

[v] Ibidem, p. 18

[vi] Ibidem. P. 19

[vii] Ibidem. P. 19

[viii] Ibidem. P. 19

[ix] La distinción entre modernidad primera y segunda o tardía es tomada de Ulrich Beck. (Qué es la globalización.? Falacias del globalismo, respuestas a la globalización. Barcelona, Paidós, 1998) La modernidad primera o clásica es dominada por la Revolución Industrial, la segunda, tardía o reflexiva por los flujos de conocimientos y el consumo. (Retamal. C. La globalización en el contexto de modernidad tardía. Revista Observaciones Filosóficas. Universidad Diego Portales.)

[x] Gidens, A., Consecuencias de la modernidad. Alianza. Madrid, 1993.)

[xi] Bauman, Z., “Globalización: consecuencias humanas”, 2002

 “En la década de  los 90, con el derrumbe del campo socialista Este Europeo y la desintegración de la URSS, resurgen viejos debates y ganan fuerza las posturas que se habían seguido fraguando, ahora presuntamente amparadas en la razón que les daba el “fracaso”de esas experiencias socialistas.

Aparecen las teorías sobre el “socialismo posible” (Nove, A.), y resurgen los argumentos acerca del socialismo de mercado, con sus representantes antecedentes significativos en el polaco W. Brus, el húngaro J. Kornai, y el checo R. Selucky, como señalamos en páginas anteriores.

Wlodzimierz Brus, quien cooperó con Lange en planear las reformas económicas polacas de 1956- 57, y luego se trasladó a la Gran Bretaña, presentó un modelo funcional de economía socialista en su trabajo “El modelo funcional de socialismo”[xi].

En comparación con el modelo de Lange, el de Brus era más concreto y practicable en su estructura teórica, con un papel más positivo de la autoridad central en la determinación de las estrategias macroeconómicas. Junto con la posición de asumir la propiedad social sobre los medios fundamentales de producción, este papel de la autoridad central era un indicador más significativo del carácter socialista de su construcción teórica, de acuerdo a los tiempos. Tenía en común con Lange la adopción de un mercado de bienes de consumo y de empleo.

Una característica relevante de su modelo era colocar a las empresas e industrias individuales como órganos operacionales capaces de tomar decisiones por sí mismos. En este aspecto el modelo es claramente del tipo de socialismo descentralizado de mercado, que puede servir para debilitar el poder central burocrático y ampliar las posibilidades para la participación obrera democrática.

 “Este modelo, en oponión de Makoto Itoh, que presentaba posibilidades de reformas económicas combinando el mercado con la planificación centralizada, ejerció una gran influencia en los movimientos de reformas en el Este de Europa y en la Unión Soviética, así como en la reforma económica de la República Popular China. [xi].

Es importante el comentario de Makoto Itoh acerca de la obra de Brus, y muy actual para debates en curso en la sociedad cubana actual: “…Brus parece haber sido muy influido posteriormente  por el propio movimiento de reformas, y escribió “De Marx al mercado” en 1988, junto con Casimiers Laski. La visión de Brus en este libro es que la combinación de la planificación y el mercado no puede sino ser inconsistente en uno o el otro sentido como sistema económico. En consecuencia, la introducción inicial del mercado dará lugar a una mayor mercantilización. Los límites de la transición  desde la posesión integrada de la propiedad[xi],  que es una característica de la economía socialista, a la posesión descentralizada, que es más afín a la economía de mercado, no puede ser determinada con precisión. Como Brus plantea, la transición puede ser de final abierto, Con una mercantilización completa, la economía resultará inestable, generaría los problemas económicos de la depresión y el desempleo, y de tal modo de nuevo serían necesarias políticas keynesianas o kaleckianas[xi]

En una revisión de los debates en torno al socialismo y al tema de la propiedad, expresados en torno a las discusiones acerca de la relación entre el plan y el mercado, la obra de Brus es insoslayable, porque, cuando menos, llama la atención hacia importantes aspectos. Por ejemplo, en la obra  “El Mercado en una economía socialista”[xi], - título de la edición inglesa del trabajo antes mencionado- en su capítulo “Una mirada a la historia del problema” dedicado a revisar las discusiones acerca de la economía socialista en su historia, a fin de “eliminar de la ciencia económica Marxista” los elementos de “dogmatismo”, plantea Brus que la economía socialista debe tener los siguientes rasgos”:“1.- La regulación directa, ex ante, de la distribución social del trabajo;  2. La determinación directa de los coeficientes  de entrada (imput) del trabajo, tanto para el trabajo vivo como para el trabajo cosificado (una cristalización del tiempo de trabajo que se encuentra en los bienes de capital);  3.- Equilibrio de la oferta y la demanda en unidades fisicas;   4.- La distribución del producto social es de acuerdo con la satisfacción de las necesidades generales, y al mismo tiempo la asignación  de los fondos destinados al consumo individual en correspondencia a la contribución brindada por el trabajo;   5.- Centralización del ahorro  y de las decisiones de inversiones”[xi].

Brus admite que estos cinco puntos  “no presentan un cuadro completo terminado”, “especialmente porque no han sido formulados directamente sino en contraste con el capitalismo”. “No obstante, - afirma Brus- dan una visión general. Para los creadores del socialismo científico tenía que ser, en contraste con el capitalismo, una economía centralmente planificada, una en la cual  los principales elementos de la reproducción social no estuvieran sujetos a la operación incontrolada de la ley del valor. (Maurice Dobb llama a esto “ley económica”[xi].

“La totalidad de los trabajos de Marx sobre economía política enfatizan su oposición a la situación capitalista respecto a esto, por lo que es inútil buscar entre ellos una teoría acerca de la operación de la ley del valor en el socialismo. Incluso cuando él usa el término “valor”  con respecto a una sociedad socialista[xi] no está queriendo decir valor como un rasgo de una mercancía  ni refiriéndose a la ley del valor como la ley de la producción de mercancías. El se refiere al cálculo directo del trabajo social”[xi]

Por su parte Janos Kornai caracterizó la economía del tipo soviético centralmente planificada como economía de escasez, y en una serie de trabajos describió lo que según él eran los tres tipos de fenómenos de escasez. En cuanto al diagnóstico de las economías de tipo soviético, particularmente entre los 70 y los 80 del pasado siglo, su descripción del llamado “síndrome de la escasez” fue muy aguda y abarcadora. Logró penetrar con claridad en la influencia económica de las relaciones institucionales y sociales dentro de las economías del tipo soviético, lo cual fue una significativa contribución.

Kornai[xi] señala que en la construcción del socialismo, en la teoría y en la práctica se ha descuidado la importancia de la enajenación y de la relación hombre-trabajo. Establece las diferencias entre las coordinaciones de mercado y las coordinaciones burocráticas a las que ha llevado la centralización desarrollada en las economías planificadas, y el mercado como mecanismo de coordinación de las actividades humanas y de ordenamiento social para la integración de la sociedad, aunque no como único mecanismo de coordinación e integración.

En años más recientes, Kornai establece una caracterización y tipología del socialismo. Primero, la concepción marxista, en la que subraya la estructura política, la propiedad, los mecanismos de coordinación y la ideología, recordando que Marx  criticó a los que querían establecer esquemas con detalles minuciosos. Subraya también que la idea del mercado como mecanismo de coordinación del sistema, es una idea antimarxista. Pero como todos somos testigos, esta idea es citada profusamente en los últimos tiempos por los “actualizadores” del socialismo.

Luego, la segunda interpretación es el concepto walrasiano, que con su teoría de equilibrio general y sus posteriores seguidores desarrollan Barone, Arroz, Debreu, y sobre todo Lange.

Es bueno recordar que para Lange, el socialismo significa propiedad social, sin aclarar su ubicación en la composición total de la propiedad, pero al parecer asumía la posibilidad de aislarla del resto de la economía. De aquí la reducción del “socialismo de mercado” con una visión de la economía basada en la propiedad social y coordinación de mercado, como dos instituciones estructurales compatibles.

No falta la interpretación leninista, o lo que Kornai llama “socialismo clásico”, separado según él de la concepción marxista, que vincula básicamente con la estructura política y la propiedad. Aunque el mercado es reemplazado por la gestión central, caracterizado según Kornai, por una coordinación burocrática, el mercado sigue jugando ciertamente su papel.

La cuarta concepción es la socialdemocrática, del Estado de Bienestar, con el mercado de coordinador, pero no de libre competencia, donde el Estado sirve para la redistribución extensiva con equidad y justicia. De esto, decimos nosotros, quizás se hubiera podido hablar más hace dos o tres décadas atrás, pues no caben dudas dejó su impronta en un grupo de países de Europa.

Finalmente, la última interpretación contemporánea abarca a China y Vietnam. Dice Kornai, que no es el socialismo de mercado de Lange, y tampoco si se aplica la interpretación marxista de socialismo. Hay una planificación de grandes líneas y objetivos, pero el verdadero coordinador lo constituye el mercado. Sin embargo, las estructuras políticas y la estructura de propiedad están fundamentalmente en manos del Estado, con el aparato burocrático reducido y la gestión central.

La evolución de la obra de Kornai lo llevó, de la mano del acento en los mecanismos del mercado, más allá de elaborar una prescripción socialista de mercado, a plantear la completa transición a una economía capitalista.

Si aplicamos esta tipología, sería interesante la ubicación de la autogestión yugoslava de las primeras dos décadas (1950-70), puesto que aunque algunos lo ubican como experiencias de “socialismo de mercado”, no es menos cierto, que en teoría y práctica llevó al sujeto de propiedad más allá de los dogmas establecidos, con prácticas de dirección y gestión a nivel de los colectivos laborales y a nivel comunitario, prácticamente sin analizar aún en todo su alcance y potencialidades. Horvat es uno de los teóricos más importantes de la autogestión en la década del 60 en Yugoslavia, que tuvo por mentores a A. Lewis, y P. Broker y como precursor de Lange, llegó incluso a plantear que solo se puede hablar de una economía política del socialismo, si se habla de un socialismo autogestionado.

En esta dirección se encaminaron  los trabajos del checo R. Selucky hasta la primavera de Praga de 1968, en que se radicó en Ottawa, Canadá, y publicó “Marxismo, socialismo y libertad” en 1979. Su mayor preocupación fue reconstruir el socialismo conocido en Europa del Este y en particular en su país, “expandiendo la libertad y la democracia”. Según Selucky, “…En tanto el concepto económico de socialismo en Marx consiste de una única fábrica de dimensiones de la sociedad basada en relaciones verticales (jerárquicas) de superioridad y subordinación, su concepto político de socialismo consiste en la libre asociación del trabajo auto gestionado y de comunidades sociales basadas en relaciones horizontales de igualdad. Quien acepte a plenitud el primer concepto de Marx, tiene que abandonar el segundo, y viceversa: ellos son mutuamente excluyentes[xi]

 “Hacia finales de los ochenta la mayoría de los teóricos de las reformas, incluyendo a Brus, ya tenían dudas acerca de los méritos de la centralización en las inversiones de capital, comprendiendo que el verdadero mercado es impensable sin mercado  de capital y de otros factores de la producción.

“Comentando este modelo L. Baltserovich, en particular, señalaba que de considerar tal modelo como socialista, entonces, por lo menos, no lo era en la concepción marxista, ya que , según Marx, la propiedad es social en la medida que ella supera el aislamiento de los productores, es decir, sus interacciones espontáneas de mercado. Entonces, de ser consecuentes, debía renunciarse además a la relación hostil hacia la propiedad privada sobre los medios de producción.

“El obstinado uso del epíteto “socialista” aplicado al mercado y a la propiedad social sobre los medios de producción se explicaba, según Baltserovich, no tanto  por el arrastre ideológico de los autores, cuanto por la utilidad política de tal formulación. Por esto es necesario, considera, sin prestar atención a esto, evaluar los diferentes esquemas de socialismo de mercado desde el punto de vista de “su capacidad de resolver los serios problemas económicos de los países socialistas”[xi]

“No obstante, la primera mitad de los sesenta no dio posibilidades (si excluimos la RSF de Yugoslavia) de probar este esquema en la práctica, limitándose solamente a su elaboración conceptual. En tal sentido, a nuestro modo de ver resultan de interés los razonamientos acerca del socialismo de mercado del propio Brus en la conferencia antes señalada. Echando una mirada a un cuarto de siglo atrás, él declaró que  “…hoy a mi me está claro, que las esperanzas, vinculadas al viejo esquema, no podían realizarse; en el mejor de los casos, si utilizamos la terminología de J. Kornai- ellas podían conducir a la substitución de la coordinación burocrática directa por la indirecta”. Y traia a colación como ejemplo la reforma húngara de 1968 que más llegó a avanzar en la práctica, refiriendo a ella su conclusión, añadiendo que reformas análogas en otros países “podrían convertirse en el primer paso exitoso en la dirección correcta, preparando y facilitando la ulterior evolución”

“Como parteaguas entre los sistemas socialista y verdaderamente de mercado el autor mencionaba el mercado de capital, que operaba sobre tres pilares del sistema económico socialista: sobre el planeamiento centralizado como modo de formación ex ante  de las proporciones materiales; sobre el mecanismo de distribución tanto en el sentido  de la división del producto nacional en uso y acumulación, tanto como en el sentido de legitimación de criterios de distribución no mediante el trabajo de la renta entre los individuos y los grupos; sobre las relaciones de propiedad (la separación del Estado de las empresas y la completa separación de las empresas entre sí). “Tal economía mixta no podía mirarse como un complejo indeterminado entre “mercado”y “plan”, desempeñando  tanto uno como la otro función de coordinación. Esto es economía coordinada por el mercado…”. W. Brus revisó su anterior posición también con respecto al pluralismo político como simplemente factor de racionalización del papel de conductor supremo del centro: ahora él nombraba al pluralismo político como “elemento indisoluble de tránsito del viejo al nuevo sistema económico, y además garante de este último”.

“A partir de su nueva aproximación al socialismo de mercado, el autor valoraba algunas otras concepciones no marxistas de socialismo, planteadas ya en los años 80. En particular sometió a crítica la teoría del conocido sovietólogo Alec Nove del “socialismo posible” con su inequívoco acento  en el predominio de la propiedad estatal, la limitación de las dimensiones de las empresas privadas, etc. Evaluó negativamente Brus el libro de O. Sik “La tercera via” por su intento de “ver algo, colocado entre dos ismos (por definición no se podía encontrar nada complejo e internamente consistente). El socialismo autogestionado yugoslavo también resultaba en la práctica  nada mejor que el socialismo real. Los modelos suecos y otros semejantes, que no con poca frecuencia se tratan de presentar como variantes exitosas de socialismo de mercado, el autor completamente en lo justo  los consideraba modelos dentro del capitalismo”. [xi]

Coincidimos completamente con los autores  que referimos, cuando afirman que las discusiones de principios de los sesenta no han perdido en nada su actualidad.

Para ellos, con relación a los intentos de vincular las reformas en Rusia en los noventa con las reformas en la República Popular China, que pasan a analizar desde el ángulo del carácter extensivo o intensivo del desarrolllo[xi], en particular de la industrialización, en Rusia y los países de Europa Centro Oriental (a lo que hemos hecho referencia en páginas anteriores).

Para nosotros, porque con respecto a Cuba a cincuenta años de iniciado el camino de la transformación socialista, el análisis debe ser mucho más cuidadoso, y no limitarse solamente a aspecto vinculados de modo estrecho a la salida material del sistema de las fuerzas productivas, tales como el logro de niveles productivos más eficientes, un desarrollo intensivo más que extensivo, más productividad, rentabilidad, competitividad, etc.,  que podría inducir a algunos a la búsqueda de soluciones a semejanza de la experiencia China.

La discusión tiene actualidad, por la indiscutible necesidad de elevar los niveles de la salida material de nuestro sistema de las fuerzas productivas, en volumen,  eficiencia y eficacia, como respuesta a las necesidades de la reproducción ampliada de las propias potencialidades individuales y sociales alcanzadas en cincuenta años de Revolución, pero indefectiblemente conservando y fortaleciendo de modo sostenido, el sentido emancipador socialista de nuestra sociedad, cuyos fundamentos abarcan mucho más allá de los indispensables pilares de la apropiación directa objetual, y es inseparable de la condición de nuestra propia existencia como Nación.

Socialismo y propiedad: “más allá” de formas, “más allá” de la economía.

“Para un análisis consecuente con la obra de Marx de todo lo concerniente a la esencia misma de la transformación socialista, inseparable de la visión de totalidad al tratar la propiedad, mención aparte merece la obra del filósofo húngaro radicado en Inglaterra, István Mészáros. 

Sin brindarnos una obra dedicada al tema de la propiedad, su aproximación a la transición socialista, sobre la base del análisis y consecuente desarrollo de lo que considera precisamente la columna vertebral de la visión marxista del proceso histórico, la contradicción alienación – emancipación, sus trabajos constituyen el más valioso aporte al desarrollo actualizado de una concepción marxista de la propiedad y en particular de la propiedad en la transformación socialista.

Atravesada por el eje de la relación alienación- emancipación, el desarrollo del concepto heredado de Hegel y “puesto de pie” por Marx de “metabolismo social”, ocupa un lugar central en la proyección de la obra de Mészáros al desarrollo de una concepción sistémica de la propiedad. Como el propio autor nos planteaba en el año 2006[xi], es un concepto que usa en distintos momentos de su obra, crucial para comprender la complejidad de la trasformación socialista en su alcance como cambio en la reproducción societal, que envuelva no solo a los individuos socializados entre sí, sino en su relación con la naturaleza, con lo que lleva la obra de Marx y Engels hasta un punto que el desarrollo posterior de la humanidad hace indispensable considerar, pero era imposible haber captado en toda su dimensión a fines del siglo XIX. Como el propio Meszaros nos afirmó con mucho tacto por su modestia, es una presentación desarrollada en el espíritu de Marx, pero que va más allá lo que Marx formuló en su tiempo[xi].

István Mészáros dedica gran atención a la contradictoria relación entre la división social del trabajo y la división social jerárquica del trabajo, al proceso de producción de la riqueza, y la necesaria y compleja autoemancipación del trabajo como esencia de la transformación socialista, del proceso de “trascendencia del capital[xi].

Advierte Mészáros que: “Si queremos crear un orden reproductivo social económicamente viable y también históricamente sustentable a largo plazo, es necesario alterar radicalmente las determinaciones internas autocontradictorias del orden establecido, que imponen el implacable sometimientote la necesidad y el uso humano a la alienantes necesidad de expansión del capital.”[xi], y  a través de sus análisis de la relación entre las necesarias “mediaciones de primer orden” entre el hombre y la naturaleza, y las “mediaciones de “segundo orden”[xi]desarrolladas dentro del sistema metabólico del capital, se introduce en la importancia, los rasgos y la centralidad de la planificación en el establecimiento y desarrollo de la nueva racionalidad que sustente el modo metabólico de reproducción socialista.[xi]

Resumía Mészáros en su conferencia en La Habana en febrero del 2006[xi]: “El socialismo, ……..no se concibe sin la adopción de formas racionales y humanamente gratificantes de control metabólico social, en lugar del metabolismo del capital, un modo antagónico y cada vez más destructivo de administrar el hogar planetario[xi]

Al decir de Meszaros, la planificación en el  más amplio sentido de la palabra, “es una característica esencial del modo socialista de control metabólico social, un modo alternativo de control que debe ser viable no solo teniendo en cuenta el impacto inmediato de la actividad productiva sobre las condiciones societales e individuales de reproducción, sino también indefinidamente y tan lejos en el futuro como se pueda concebir, con el fin de instituir y mantener vivas sus garantías. Solo un sistema de reproducción metabólica social planificado racionalmente podría mostrarnos la salida de las contradicciones y peligros de la grave situación histórica  que ya se está yendo de control a consecuencia del desarrollo capitalista[xi]. 

Para enmendarla, se requeriría de una forma genuina de planificación integral que fuera capaz de tratar, desde nuestro tiempo, los diversos problemas y todas las dimensiones de un verdadero desarrollo socio-económico, político y cultural, y no solo las dificultades de coordinación y mejoramiento positivo de las fuerzas productivas en países específicos[xi]

La planificación integral verdaderamente participativa  de las condiciones de reproducción metabólica social de la humanidad – involucrando a todos sus diversos elementos incluyendo los morales y culturales y no solo en la estricta dimensión  económica- es un requisito evidente en este sentido. Sin embargo, para hacer posible tal planificación integral se hace necesario vencer la condición fatídicamente alienadora y agobiante derivada de metabolismo del capital que  reduce a los seres humanos  “a una condición cosificada (con la cual son llevados a un común denominador como “locomotoras” y otras máquinas, y se vuelven reemplazables por ellas”)[xi] , en relación con lo cual expone sus ideas acerca del desarrollo de una “contabilidad socialista”[xi], tributarias al necesario desarrollo de una teoría del valor socialista sobre la base de las necesidades humanas que trascienda las concepciones que sirvieron durante siglos de sustento al capital, y contribuya al establecimiento y consolidación del sistema de propiedad comunista.

Ante la obra de Mészáros nos encontramos con un material insustituible por la profundidad con que, “sobre la base del espíritu de Marx” el autor elabora las realidades contemporáneas, y devela pautas esenciales para su comprensión más allá de lo que le fue posible a los fundadores.

Y, lo más importante, para servirnos de base al desarrollo de la teoría indispensable para la práctica cotidiana en los procesos de transformación: las concepciones económicas, políticas, sociales, ideológicas… culturales en su sentido más abarcador, hasta las relaciones del hombre con el medio; el desarrollo de las concepciones indispensables para un tipo de propiedad no fragmentada, para la reapropiación por el individuo humano de su propia vida social, la emancipación “verdaderamente humana” en el sentido de Marx; la propiedad como sistema en el socialismo como proceso de trascendencia del capital, de reapropiación de la esencia humana alienada en la autoenajenación del trabajo desde la aparición de la división social jerárquica del trabajo, la “propiedad” con un contenido expresión de nuevos “significados”[xi], sintetizados magistralmente en momentos de su conferencia en la Habana en febrero de 2006.[xi]

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