Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

domingo, 7 de marzo de 2021

2020: Un año que no termina

Resumen económico anual



La pandemia trastornó los ritmos de vida en Cuba y agravó la debilidad de una economía con síntomas de agotamiento desde el año precedente.

Foto: Jorge Luis Baños_IPS

El 2020 quedó como uno de los más amargos de la economía cubana en varias décadas. Pero, en buena ley, el año, con sus balances, sorpresas y aflicciones, apenas es una convención fiscal. Ni las amarguras terminaron el 31 de diciembre, ni concluyó en esa fecha la Estrategia económica desenfundada en julio para enfrentar la crisis desatada por la pandemia de covid-19.

El primero de enero, eso sí, comenzó el Ordenamiento monetario, otro acontecimiento que hará historia. Pero la tasa de cambio nueva y única del peso cubano se hizo noticia, con pelos y señales, 21 días antes y la inflación, signo distintivo del inicio de esta reforma, enseñó las uñas en los mercados desde noviembre.

Para burlar los límites del año como convención, el peso cubano convertible (CUC), tras ser declarado en extinción, perdura en escena durante seis meses más, aunque sea en un solo sentido, y el cielo de la unificación monetaria y cambiaria con sus nuevos salarios, quedó empañado por la presencia expansiva del comercio en dólares y las colas infinitas en tiendas, panaderías y mercados agropecuarios.

En apretado resumen, cabe recordar que la pandemia de covid-19 combinada con las sanciones del bloqueo económico de Estados Unidos y otros conflictos agotó en extremo a la economía cubana en 2020. El PIB decreció un 11 por ciento. Aunque el gobierno espera crecimientos en el 2021, persisten síntomas de debilidad.

Después de caer abruptamente en 2020, el turismo programa un alza en el año que comienza, pero se mantendría con la mitad de visitantes de sus mejores momentos. Ante la severa contracción del comercio en todos sus espacios, ganó fuerzas la alternativa en moneda libremente convertible, con el 11,3 por ciento de la circulación mercantil y se expandió el comercio electrónico.

Las presiones inflacionarias crean un entorno difícil para el ordenamiento monetario, en marcha desde el primero de enero. La Estrategia de recuperación económica, anunciada en julio debe cobrar impulso con transformaciones cada vez más profundas en el modelo económico cubano.

 

Coronavirus, turismo y PIB
cuba covid 2020
Cuba recibió en 2020 solo 1,1 millón de visitantes, menos de la cuarta parte de los turistas con que vivía en años anteriores uno de los principales sectores de esta economía.

Con el Sars-Cov-2 se expandieron de manera fulminante desde el Lejano Oriente, por todo el mundo, la Covid-19, una contracción brutal de la economía y los debates de economistas y políticos sobre el origen de la crisis económica. Mientras unos la achacaban de manera directa a la pandemia, otros aludían a debilidades estructurales del sistema visibles desde años anteriores.

Lo cierto es que actividades económicas tan importantes como el comercio y los viajes se vieron obligadas a parar, ante la evidencia de que favorecían la transmisión de una enfermedad en extremo contagiosa y letal. La pandemia se había convertido en realidad apenas unas semanas después de ser noticia como nuevo coronavirus en China.

A Cuba llegó a cuestas de tres turistas italianos el 11 de marzo. Golpeó de inmediato a un sector fundamental de la economía desde hace tres décadas, el turismo. Como único modo de evitar la transmisión desde el exterior, el gobierno cerró los aeropuertos el 24 de marzo y los hoteles se vaciaron justo cuando solían estar llenos.

Otras numerosas instituciones públicas –escuelas y centros de trabajo económicamente prescindibles– también cerraron y se suspendieron los viajes interprovinciales. El rigor de las medidas aumentó de día en día.

En el 2020, Cuba recibió solo a 1,1 millón de turistas, apenas la cuarta parte de los visitantes que se había estabilizado en años anteriores, cuando variaciones de solo un dígito eran motivo de fiesta o de tormento. Expertos como José Luis Rodriguez , estiman los ingresos del sector entre 950 y mil millones de dólares, casi dos tercios menos que en 2019.

Los intentos de recuperar los viajes se han visto frustrados. El primero de julio, el país abrió aeropuertos de cayos turísticos y después en ciudades claves, pero el rebrote de la epidemia, desde noviembre con mayor fuerza, forzó protocolos sanitarios de mayor severidad y limitaciones para viajar.

Detrás del turismo se derrumbaron numerosas actividades y producciones encadenadas a la industria hotelera. El país prácticamente se paralizó entre abril y junio, con una contracción del producto interno bruto (PIB) en ese trimestre del 24,8 por ciento.

El PIB cayó un 11 por ciento en el 2020, pero el ministro de Economía, Alejandro Gil, informó que puede crecer entre un 6 y un 7 por ciento este año.

A pesar de los intentos por encontrar un mejor equilibrio entre las acciones sanitarias frente al coronavirus y las medidas para dar vitalidad a la economía, el 2020 cerró con un 11 por ciento de retroceso del PIB, el peor resultado desde la crisis recesiva de los años 90.

Ninguno de esos síntomas ha desaparecido de la historia clínica cubana al comenzar el 2021, aunque el gobierno confía en que el PIB crezca este año entre un 6 y un 7 por ciento. Son pronósticos en línea con las expectativas internacionales de recuperación y los avances de cuatro modelos de vacunas cubanas contra la Covid-19.

Las primeras operaciones de inmunización podrían comenzar exactamente un año después de cerrar el país puertos y aeropuertos.

Lo cierto es que la habitual temporada alta apunta a escapar este año también con los hoteles prácticamente cerrados. El gobierno pronostica duplicar hasta 2,2 millones la recepción de turistas en 2020, todavía lejos de los cerca de 5 millones de visitantes que había estabilizado antes de la era Covid.

 

Síntomas anteriores de la crisis

Realmente, la pandemia fue una suerte de mazazo en un organismo económico debilitado antes de aparecer el Sars-Cov-2. Las sanciones que Estados Unidos había adoptado en la segunda mitad de 2019 atacaron áreas económicas vitales: la energía, el turismo y las finanzas.

La administración de Donald Trump (2017- 2021) acosó a navieras de cualquier bandera que trasladaran petróleo venezolano a Cuba y había recrudecido las limitaciones de viajes y remesas a su vecina antillana.

Las colas en las gasolineras en 2019 testificaron una baja del PIB de 0,2 por ciento ese año, según la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), luego de caer 1,7 por ciento y 2,2 por ciento en el tercer y cuarto trimestres, “bastante poco para la agresión que nos impusieron”, según juzgó el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, cuando presentó estos datos al parlamento un año después.

La Administración Trump amplió el régimen de bloqueo de EEUU a Cuba a extremos sin antecedentes, con costos para el país de 5.570 millones de dólares de abril de 2019 a marzo de 2020, superiores en más de 1.100 millones a los del año anterior.

Los costos del bloqueo, que se venían intensificando desde mediados de 2017, escalaron a 5.570 millones de dólares en los doce meses transcurridos hasta marzo de 2020, un 28 por ciento superiores a los del año precedente (4.343,6 millones de dólares), de acuerdo con el informe oficial publicado por Cuba en octubre.

Ni siquiera las tiendas en pesos cubanos convertibles (CUC), que habían resistido otros malos momentos en la economía, escaparon en 2020 al desplome de la oferta.

Como alternativa, el gobierno amplió en julio el comercio en moneda libremente convertible (MLC). Agregó productos de aseo, alimentos y otros bienes, a equipos de consumo duradero como refrigeradores, televisores, aires acondicionados, motos eléctricas y piezas de repuesto de autos que había introducido en octubre del 2019. Es una reedición del recurso para obtener dólares con urgencia que Cuba adoptó por primera vez en medio del Período Especial, en los años 90.

Con esta medida, el gobierno decidió enfrentar la importación irregular de estos artículos por personas naturales, que lo hacían a precios multiplicados ante la desnudez evidente del comercio minorista. A la vez, obtiene divisas para reabastecer este mercado y cubrir otras urgencias del país.

A pesar de las polémicas sociales que genera este comercio, las autoridades lo mantienen abierto y expanden en este 2021, en clara señal de que la iliquidez en moneda dura no amaina.

Defensor de esta alternativa, Gil insistió ante los diputados en diciembre que “de no haber tomado esa medida la situación habría sido más compleja”.  Los flujos de ingresos del país se contrajeron en 2020 de manera aguda y generalizada. De acuerdo con el informe anual presentado al cierre del año, el país consiguió solo el 55 por ciento de las divisas que había planificado, con el 60 por ciento de las importaciones.

Otro reporte, de The Economist Intelligence Unit, estima que la balanza de pagos de Cuba podría haberse reducido a 561 millones de dólares en el 2020, de 1.661 millones que consiguió un año antes.

 

La hora del comercio online
El gobierno amplió en el 2020 el comercio en dólares, creado en 2019 como alternativa ante la contracción de ingresos cubanos en moneda dura. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

Las tiendas en CUC tuvieron que cerrar este año, primero, para evitar aglomeraciones públicas y atajar la expansión del coronavirus y segundo, por la contracción de los suministros.

El comercio online, muy poco desarrollado en Cuba, ganó fuerza como alternativa a la pandemia desde abril, alentado tanto por grupos empresariales del Estado como por las formas no estatales activas en el comercio y la gastronomía. La falta de experiencia generó cuellos de botellas y crisis literales en estos servicios, que absorbieron la atención de los medios de prensa durante el primer brote de la Covid-19.

Una de las opciones online más promocionadas, la plataforma Tuenvío.cu, de la Corporación Cimex, admitió atascos por el crecimiento exponencial de la clientela.

A pesar de sus irregularidades y las torturas cotidianas por el desabastecimiento, el comercio online se popularizó. Si los clientes del sistema para pagos electrónicos más popular del país, Transfermóvil, de la Empresa de Telecomunicaciones S.A. (ETECSA), habían escalado hasta medio millón en 2019, en el 2020 se triplicaron hasta 1,5 millones, con 180 millones de operaciones.

La expansión de estos servicios generó presiones lógicas sobre la banca. Las aglomeraciones contra las que se luchaba en las tiendas reaparecieron ante sucursales bancarias. Las personas acudían a abrir cuentas y a sacar o renovar tarjetas magnéticas.

Ante la escasez de oferta de las tiendas virtuales y del comercio en general, las colas persistieron como una de las grietas más preocupantes en el muro de contención ante la pandemia.

 

Dilema inflacionario
Los agricultores y ganaderos tuvieron uno de sus peores años en 2020.

La circulación mercantil perdió sostén de manera abrupta, tanto por la caída de las importaciones como por el descenso abrupto de un gran número de producciones nacionales, como los alimentos.

Los agricultores y ganaderos tuvieron uno de sus peores años en 2020, con desplomes del 39,6 por ciento en las cosechas de viandas y del 64 por ciento en las hortalizas. Mientras, los molinos entregaron un 47 por ciento menos de arroz y de frijoles, arrasados por una plaga. Solo se cosecharon 9.400 toneladas, apenas un 13 por ciento de la demanda.

La leche entregada a la industria bajó un 38,2 por ciento y la producción de huevos, producción habitualmente resistente, perdió un 24 por ciento.

Una parte grande de las producciones industriales también experimentó descensos fuertes.

La congestión de tantas producciones y actividades de la economía anticipa en el informe de liquidación del Presupuesto del Estado una fuerte baja de la circulación mercantil en el año, tras caer un 4,9 por ciento en 2019.

El escenario monetario se enrareció, al unirse la disminución de la circulación mercantil, con el incremento de gastos del gobierno para hacer frente a la pandemia –más de 1.300 millones de pesos a un destino que no estaba previsto-, afectaciones en los aranceles de aduana y una reforma de salarios a fines del 2019, cuyos efectos se vieron en el 2020.

De acuerdo con un informe preliminar de la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, al Parlamento, el déficit presupuestario escaló al 20 por ciento del PIB en 2020, en torno a 20.734 millones de pesos. Ambos datos, contracción de la circulación mercantil y enorme déficit fiscal, generan una fuerte presión inflacionaria, como antecedente particularmente inoportuno para la reforma monetaria y cambiaria en marcha este año.

“El tratamiento de la deuda pública será uno de los temas más complejos que deberá enfrentar el gobierno a partir del 2021, tomando en cuenta –además– la emisión de liquidez que supone la Tarea Ordenamiento para compensar el efecto inflacionario de la devaluación”, opina el economista José Luis Rodríguez, ex ministro cubano de economía y planificación.

 

Estrategia de recuperación económica
Con la Estrategia de recuperación económica en marcha desde julio, el gobierno se propone igualar condiciones para actores estatales y no estatales de la economía.

Para reflotar la economía en un contexto agravado por la pandemia, las pérdidas vitales del turismo y las sanciones del bloqueo estadounidense, el gobierno cubano presentó en julio una nueva Estrategia económica. Con este paquete de medidas, se propuso acelerar medidas concebidas desde años previos en programas como los Lineamientos de la Economía que habían acordado dos congresos del Partido desde el 2011.

Entre las transformaciones más complejas y que mayor impacto pueden tener sobre el modelo económico cubano se encuentra la eliminación de la asignación centralizada de recursos en la planificación y administración pública. A la par, las autoridades se inclinan hacia mecanismos indirectos para regular el mercado y otorgan a las empresas estatales y a los gobiernos territoriales mayor autonomía para tomar decisiones.

Mientras los pasos hacia una descentralización se visibilizan más en el presente año, otra cambios se aplicaron apenas se hizo pública la Estrategia, como la ampliación de la franja del comercio minorista en moneda libremente convertible. En el 2020 el comercio en dólares ascendió al 11,3 por ciento de la circulación mercantil, recurso polémico al enredar el escenario para el ordenamiento monetario en ciernes.

Para evitar barreras en la afluencia de moneda dura, el Banco Central de Cuba eliminó el 20 de julio el conflictivo gravamen que mantenía sobre el dólar.

Entre sus pasos con mayor repercusión inmediata, la Estrategia ha buscado un igualamiento de la escena económica para actores estatales y no estatales, entre los que se agrupan cooperativas, trabajadores por cuenta propia y empresas privadas –estas últimas actúan de facto mientras aguardan por el reconocimiento de personalidad jurídica prometido por las autoridades.

En el propósito de igualar condiciones, Mercabal, el mercado mayorista que aprovisionaba ya a las cooperativas no agropecuarias, abrió sus puertas en julio a los trabajadores por cuenta propia de la gastronomía, aunque con las limitaciones de abastecimiento propias de la crisis económica. Del suministro a los productores agropecuarios privados se ocupa el Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (GELMA).

El gobierno también flexibilizó las normas de comercio exterior, para permitir las exportaciones e importaciones de agentes no estatales (a través de una treintena de empresas especializadas del Estado. Hasta mediados de enero, durante los primeros cuatro meses de abierta esa opción, productores privados y cooperativas habían firmado 863 contratos: 42 para exportar y 821 para importar equipamiento o materias primas.

Otra medida prevista en la Estrategia de recuperación, la flexibilización de las listas y regulaciones del trabajo por cuenta propia, llegó finalmente en febrero del presente año.

Entre los pasos anunciados en ese camino, queda pendiente la apertura definitiva a las cooperativas no agropecuarias –aceptadas hasta ahora de manera experimental- y la hora de las empresas privadas, que llegarían bajo la sombrilla de una reforma que abra las puertas a las pequeñas y medianas empresas, las Pymes. Como condición, el gobierno había argumentado la necesidad de un ordenamiento monetario que estableciera una sola moneda y, sobre todo, una tasa de cambio única porque las condiciones cambiarias existentes hasta el cierre del 2020 ponían en franca desventaja a las entidades del Estado frente a las formas privadas.

Con la Estrategia en marcha, el gobierno introdujo bonificaciones tributarias y otros incentivos fiscales para estimular las producciones y servicios de actores estatales y no estatales con destino a las exportaciones y la Zona Especial de Desarrollo Mariel.

Pero probablemente las novedades más difíciles y de mayor impacto tengan que ver con el sistema bancario y el despliegue de alternativas de financiamiento, incluido un mercado de deuda pública mediante Letras del Tesoro e innovaciones en las políticas de créditos pensadas para formas no estatales y gobiernos locales. La creación de una banca de fomento agropecuario fue anunciada y está enlazada a otro de los objetivos priorizados por la Estrategia: la producción de alimentos.

Los pasos emprendidos en 2020 para reanimar la agricultura han descentralizado las actividades de acopio y el mercado mayorista, demasiado controlados antes por empresas del Estado. Pero tropiezan ahora con normas de precios que el gobierno ha puesto para viandas, hortalizas y frutas en este 2021, como freno ante presiones inflacionarias multiplicadas por la sequía de la circulación mercantil y los ajustes del ordenamiento monetario.

 El fin demorado del 2020

La reforma monetaria que comenzó con el nuevo año -incluye desaparición del peso convertible, unificación de tasas de cambio, y reformas de salarios, precios y subsidios- puede ser una medida que acelere otras transformaciones del modelo económico cubano.

Tres elementos pueden hacer diferente la evolución de la economía cubana en el actual año. Aunque comenzaron a sonar antes de concluir el 2020, sus efectos deben confirmarse solo bien entrado el 2021: la recuperación de sectores clave como el turismo, si finalmente la vacunación contra la Covid-19 alivia las presiones sobre los viajes y otras actividades; las expectativas de que el gobierno de JoeBiden atenúe el cariz agresivo del bloqueo económico de EEUU a Cuba; y el ordenamiento monetario, quizás el programa de transformaciones económicas más complejo emprendido por Cuba desde 1959.

Resúmenes Anuales Económicos

2019

2018

2017

El escenario, de cualquier manera, resulta difícil en extremo, después del grave debilitamiento del año 2020, con la suma de un déficit fiscal muy elevado, la caída de exportaciones e importaciones, la contracción severa de la circulación mercantil y la acumulación de peligrosas presiones inflacionarias. Pero la coyuntura apunta a ser también la oportunidad para el giro transformador más profundo en el modelo económico del socialismo cubano. (2021).

La intervención estatal en debate

Por Julio C. Gambina

La corriente principal en economía pugna a favor del “mercado” y en contra del “Estado”, lo que forma parte de un discurso ideológico que enaltece uno de los términos y denigra el otro. Siempre sostuvimos que ambas categorías constituyen relaciones sociales y, por ende, en cada caso siempre existen beneficiarios y perjudicados. El “mercado” supone vendedores y compradores. Aquellos pretenden el máximo precio en la relación de intercambio y, éstos, el menor precio posible. La relación de intercambio es contradictoria, por lo tanto, dejar actuar al “mercado” supone definir a favor del mejor posicionado en la relación bilateral. Ocurre lo mismo con la “intervención estatal”. Durante el gobierno Macri (2015-2019), se actualizaron las tarifas a valores exorbitantes, favoreciendo la demanda de ingresos de las empresas que gestionan los servicios públicos privatizados. Cuando el Estado define actualizaciones de jubilados y jubiladas y por debajo de la inflación, favorece el ajuste público demandado por el poder.

La política pública no es autónoma de beneficiarios y perjudicados. Por eso es que debemos discutir la orientación hacia el “mercado” o hacia el “estado” desde el punto de vista de quienes se benefician y quienes se perjudican. Por las dudas insistiremos en que aludimos al “mercado” y al “estado” en el capitalismo, por lo que no resulta difícil deducir que se trata de orientaciones en favor de la lógica del capital, que privilegia la ganancia y la acumulación. No solo se trata de lo que ocurre en el país, sino que es un tema generalizado a escala mundial, incluso en la capacidad de acción de los propios Estados nacionales. Un informe de la ONU de comienzos del 2021 señala:

El gasto en medidas de estímulo por habitante en los países desarrollados ha sido casi 580 veces mayor que en los países menos desarrollados, a pesar de que los ingresos medios per cápita de los países desarrollados sea solo 30 veces mayor que en los países menos desarrollados.” A continuación, agrega: “Además, la financiación de estas medidas de estímulo ha implicado el mayor préstamo que se ha solicitado en tiempos de paz, lo que ha aumentado la deuda global un 15 %. Este aumento masivo de la deuda supondrá una carga excesiva para las generaciones futuras…” [1]

Son dos cuestiones de gran interés. La primera, es que más allá del discurso relativo a la no intervención estatal, los principales países del capitalismo mundial tienen una capacidad de intervención muy superior a los países menos desarrollados e intervinieron para “salvaguardar” los intereses del capital. La otra cuestión alude al endeudamiento y la “carga fiscal” en los próximos años, lo que supone perspectivas de ajuste fiscal en perjuicio del gasto social. Es más, en el mismo informe se dice:

“…el devastador impacto socioeconómico causado por la pandemia de la COVID-19 será tangible durante muchos años, a menos que se lleven a cabo inversiones estratégicas en los ámbitos de la economía, la sociedad y la resiliencia climática”.

La cita interesa para pensar y discutir quien define esas inversiones, sus destinos y los beneficiarios, algo muy discutible si vemos el deterioro resultante sobre la mayoría social empobrecida en las últimas décadas de liberalización económica, la que está asociada a la ortodoxia de la corriente principal en el pensamiento económico. Vale insistir en que el Estado con su política define el volumen del gasto y su orientación, pero también el sentido de las inversiones y, por ende, a quien beneficiar, e incluso, en desmedro de quien. Una cuestión especial a discutir deviene del apoyo de la política monetaria y fiscal de los principales países capitalistas, las que actúan en defensa del mercado financiero y la especulación. Al respecto, en el FMI se sostiene que:

“a pesar de la persistente incertidumbre en torno a las perspectivas económicas, parece que los inversionistas mantienen su confianza en las perspectivas de crecimiento para 2021, defendiendo que el mantenimiento de las políticas de apoyo compensará cualquier posible desengaño a corto plazo. La desconexión entre los mercados financieros y la economía, de la cual tanto se ha hablado, persiste. A pesar del reciente incremento de las tasas de interés a largo plazo en Estados Unidos, los participantes en el mercado se remiten a las expectativas de tasas muy reducidas en los próximos años y las revisiones al alza de las previsiones de beneficios después de que se anunciasen las vacunas para justificar el repunte de los mercados”.[2]

Parece increíble, pero es real, en el marco de las incertidumbres sanitarias y económicas y sus impactos regresivos en pobreza, desempleo y caída de los ingresos populares, los inversionistas especulativos confían en que las políticas públicas sostendrán sus expectativas de ganancias. Es que la concreta intervención estatal de este tiempo sostiene y promueve la dinámica actual del capitalismo en el aliento al capital ficticio y su lógica especulativa.

El Estado siempre interviene y lo que interesa es discutir a favor de quien, por lo que debe poner en debate el carácter del Estado. En ese sentido venimos insistiendo en construir fuerza política ampliamente sustentada para desarrollar un “estado de transición”, desde la sociedad actual a otra donde el beneficio sea para la mayoría hoy perjudicada. Eso es el anticapitalismo, ya que la lógica ahora imperante, más allá de cualquier discurso en a favor del orden capitalista. No alcanza con discursos. Lo que hace falta es modificar la correlación de fuerzas en lo político, cultural y social para avanzar en un consenso social para la transición del capitalismo a una sociedad en beneficio de las mayorías empobrecidas. Esa transición debe partir por una tendencia a la des-mercantilización y a la satisfacción de los derechos sociales, de alimentación, educación, salud, entre muchos que hacen a la vida cotidiana en nuestro tiempo.

No se trata del Estado contra el Mercado, sino de otro Estado para otras relaciones sociales, incluso mercantiles, sustentadas en la solidaridad y la cooperación para la satisfacción de los derechos sociales y en un marco de respeto al orden natural.

Buenos Aires, 7 de marzo de 2021

 

  


[1] Naciones Unidas. Situación y perspectivas de la economía mundial 2021, 25 de enero de 2021, en: https://www.un.org/development/desa/dpad/publication/world-economic-situation-and-prospects-2021/

[2] FMI. Actualización del Informe sobre la estabilidad financiera mundial, enero 2021; en: file:///C:/Users/jcgam/Downloads/texts%20(2).PDF


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Julio C. Gambina
Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
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Guía para invertir con acierto en la revolución de las renovables

Los gestores creen llegado el momento de ser selectivos tras el rally bursátil y ante algunos planes faraónicos de inversión que quizá queden incompletos



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La energía renovable es el futuro y ya ha comenzado la acelerada cuenta atrás hacia un mundo neutro en emisiones de carbono. La UE se ha comprometido a lograrlo en 2050. El crecimiento exponencial que registrará la energía renovable está servido, en un mundo que además necesitará más electricidad, la que demandará el desarrollo de fenómenos tecnológicos como el big data o el coche eléctrico. La inversión en energía renovable está, por tanto, en plena ebullición.

En el inicio de 2021 han aparecido, sin embargo, algunas llamadas a la cautela. Después de los repuntes bursátiles, han llegado las correcciones: el índice S&P Global Clean Energy Index, que trepó el 138% en 2020, retrocede este año el 16%. Y los expertos consideran que, ante el festín renovable, es momento de separar la paja del trigo, ante la perspectiva de que puede que no lleguen a desarrollarse todos los megavatios previstos y de que no todos los planes faraónicos de inversión que están presentando las compañías lleguen a buen puerto.

El futuro de la energía verde es en todo caso incontestable y ha disparado el interés inversor. “España es un mercado de renovables puntero. Sus niveles de rentabilidad son mayores para el inversor en renovables que en otros países de Europa”, añade Diego Aguinaga, director de banca corporativa y de inversión de BNP Paribas. El mercado español prevé una oleada de salidas a Bolsa de renovables para los próximos meses y se suceden de forma incesante las compras de plantas solares y eólicas.

La liquidez en busca de inversión sostenible es gigantesca pero, como apuntan desde Goldman Sachs, “puede que sea momento para ser más selectivos. En los últimos dos años, comprar compañías de energía renovable había sido suficiente para batir al mercado”. En Julius Baer también han adoptado una visión más prudente sobre las renovables, que creen incluso que podrían sufrir una bofetada de realidad con la creciente competencia que vive el sector. Y desde Trea AM aseguran que “la reciente corrección apunta a que las valoraciones habían llegado a niveles excesivamente optimistas”. Es más, advierten que “en España hay más oferta en busca de permisos de interconexión que la que contempla el Plan Nacional de Energía y Clima. Muchos de esos megavatios no se desarrollarán”.


El futuro de la energía verde es incontestable. Las energéticas diversificadas y con sólido balance y posición de caja parten como ganadoras

La subasta de eólica marina realizada en el Reino Unido en febrero ha sido una llamada de atención. Las petroleras BP y Total se hicieron con el 60% a un precio muy superior a lo previsible. “Las petroleras están un tanto desesperadas. Están haciendo ofertas muy agresivas en las subastas, que supone llevar la rentabilidad del proyecto a la baja”, señala Aránzazu Bueno, analista de energía de Bankinter. En su opinión, las compañías mejor posicionadas para capitalizar el crecimiento de la energía renovable de manera rentable serán aquellas con diversificación geográfica y más integradas, con su propia red de clientes a los que vender electricidad en contratos a largo plazo. Una posición en la que cree destaca Iberdrola.

Goldman Sachs, sin desmerecer a Iberdrola, tiene entre sus favoritas de la transición energética a RWE, EDP o Enel. El banco estadounidense cree que, en la búsqueda de los ganadores del boom renovable, tendrán ventaja las compañías con diversificación tecnológica (actividad offshore, onshore y solar) capaz de hacer frente a la competencia de las petroleras en su transformación verde; con diversificación geográfica, que permita rebajar exposición a subastas cada vez más competitivas para obtener potencia, y con un sólido balance y posición de caja. Habrá que ser selectivos, aunque lo renovable es el negocio del futuro. Goldman, de hecho, calcula que la demanda de electricidad en Europa crecerá hasta 2050 un 200%. Todo un revulsivo para una industria en la que apenas ha subido el consumo en la última década.

La transición energética recibirá también un fuerte impulso con el fondo europeo Next Generation. Será clave para el desarrollo de tecnologías prometedoras pero ahora poco rentables, como el almacenamiento de energía y la producción de hidrógeno, “muy importantes para poder aprovechar la energía sobrante en las horas de máxima producción renovable en las que no haya suficiente demanda eléctrica”, explica Alberto Martín, responsable de energía y recursos naturales de KPMG en España.

De hecho, más allá de las renovables, la transición energética movilizará recursos no solo en activos solares o eólicos, sino en el área de redes o baterías. Los fondos de inversión pueden ser una buena baza para apostar por la transición energética con una visión más global, señala Bueno, quien cita al fondo RobecoSAM Smart Energy y al BGF Sustainable Energy.

Cuando la política identitaria se vuelve mortal

Texas y Misisipi acaban de derogar la obligatoriedad de la mascarilla en todo el territorio del Estado



Mural que recuerda la necesidad de llevar mascarilla en Los Ángeles.AL SEIB / LOS ANGELES TIMES VIA GETTY IMAG

Orinar en público es ilegal en Estados Unidos. Supongo que a pocos lectores les sorprenderá saberlo; supongo también que muchos de esos lectores se preguntarán por qué siento la necesidad de plantear este tema de mal gusto. Pero sean pacientes conmigo: la cosa tiene su moraleja, y es una moraleja con consecuencias preocupantes para el futuro de nuestro país. Aunque las demos por supuestas, estas restricciones, a veces, pueden resultar incómodas, como podrá atestiguar cualquiera que ande de un lado para otro después de tomarse demasiadas tazas de café. Pero se trata de una incomodidad trivial, y los argumentos para imponer esas normas son convincentes, tanto en lo que respecta a la protección de la salud como para no ofender a los demás ciudadanos. Y que yo sepa, no hay activistas políticos airados, y mucho menos manifestantes armados, que exijan el derecho a hacer sus necesidades donde les plazca.

Y eso me lleva a mi verdadero tema: la exigencia de llevar mascarilla en una pandemia. Llevar mascarilla en público, como aguantarse el pis unos minutos, es ligeramente incómodo, pero no supone una gran carga. Y el argumento a favor de imponer esa leve carga en una pandemia es abrumador. Las variantes del coronavirus que causan covid-19 se esparcen en gran medida a través de las gotículas transportadas por el aire, y llevar mascarilla reduce drásticamente la expansión de las variantes.

De modo que no llevar mascarilla es un acto de peligrosidad temeraria, no tanto para uno mismo —aunque las mascarillas parecen proporcionar cierta protección a quien las lleva— como para los demás. Cubrirnos el rostro mientras dure la pandemia parecería un simple acto de buena ciudadanía, por no hablar de decencia humana básica. Pero Texas y Misisipi acaban de derogar la obligatoriedad de la mascarilla en todo el Estado.

El presidente Biden ha criticado estas medidas, y ha acusado a los líderes republicanos de estos Estados de tener un “pensamiento neandertal”. Pero probablemente esté siendo injusto… con los neandertales. No sabemos mucho de nuestros parientes homínidos extintos, pero no hay razón para creer que su escena política, si es que la tenían, estuviera dominada por la mezcla de desprecio y mezquindad que ahora rige en el conservadurismo estadounidense.

Empecemos con las realidades objetivas. Hemos avanzado mucho contra la pandemia en los dos últimos meses. Pero el peligro no está ni mucho menos superado. Sigue habiendo muchos más estadounidenses hospitalizados por covid-19 que, pongamos por caso, el pasado junio, cuando muchos Estados se apresuraban en la desescalada y Mike Pence, entonces vicepresidente, nos aseguraba que no habría segunda ola. Unos 400.000 fallecimientos después, sabemos cómo salió aquello.

Es cierto que ahora vemos luz al final del túnel: el desarrollo de vacunas ha sido milagrosamente rápido, y el ritmo de vacunación se está acelerando. Pero estas buenas noticias deberían hacernos estar más dispuestos, no menos, a soportar los inconvenientes ahora: en este momento hablamos solo de unos meses más de vigilancia, no de un esfuerzo sin final a la vista. Y mantener bajo el número de infecciones en los próximos meses ayudará también a descartar una pesadilla epidemiológica en potencia, en la que evolucionan nuevas variantes resistentes a las vacunas antes de que hayamos podido controlar las existentes.

¿Qué motiva entonces la prisa por eliminar la mascarilla? No es la economía. Como ya he dicho, los costes de llevar mascarilla son insignificantes. Y las nociones básicas de economía nos dicen que las personas deberían tener incentivos para tener en cuenta los costes que les imponen a otras; si exponer potencialmente a aquellos con quienes te reúnes a contagiarse de una enfermedad mortal no es una “externalidad”, no sé qué puede considerarse como tal. Además, un resurgimiento de la pandemia perjudicará más al crecimiento y a la creación de empleo, en Texas y en cualquier otra parte, que casi cualquier otra cosa que se me pueda ocurrir.

Naturalmente, sabemos lo que esto es en realidad: política. Negarse a llevar mascarilla se ha convertido en una insignia de identidad política, una declaración a rostro descubierto de que la persona en cuestión rechaza valores progresistas como la responsabilidad cívica o la fe en la ciencia. (Antes esos no eran valores progresistas, pero sí lo son en el Estados Unidos de 2021).

Esta versión médica de la política identitaria parece arrasar con todo, incluida la creencia en los derechos sagrados de los propietarios de bienes inmuebles. Cuando los organizadores del Congreso sobre Acción Política Conservadora pidieron a los asistentes que usaran mascarilla —no como cuestión política, sino para cumplir las normas del hotel en el que se celebraba el encuentro— fueron recibidos con abucheos y gritos de “¡Libertad!”. ¿Grita la gente exigiendo sus derechos cuando ven establecimientos con carteles que declaran “No servimos a clientes sin zapatos o sin camisa”?

Pero podría decirse que no debería sorprendernos. A los conservadores no parece importarles nada, excepto la política identitaria, a menudo expresada en las cuestiones más nimias. Los demócratas parecen a punto de aprobar un enorme paquete de ayudas que materializa muchas de las prioridades políticas progresistas. Pero la respuesta republicana ha sido de una intensidad notablemente baja, y los medios de comunicación de derechas están obsesionados con la supuesta trama (falsa) para convertir al Sr. Patata en un juguete de género neutro.

Por desgracia, la política identitaria puede hacer mucho daño cuando impide afrontar problemas reales. No sé cuántas personas morirán innecesariamente porque el gobernador de Texas ha decidido que menospreciar la ciencia y acabar con la obligatoriedad de llevar mascarilla es una buena forma de humillar a los progresistas. Pero la cifra no se quedará en cero.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips

No habrá tregua con los especuladores. Comentario HHC

 Detrás de algunas de nuestras limitaciones y escaseces, muchísimas veces se enmascaran las acciones inescrupulosas de especuladores y oportunistas que esconden y acaparan las mercancías, para luego medrar con ellas a costa del bolsillo del pueblo

Lo más común resultó la desinformación al pueblo, el hecho de no tener el listado de precios, el engaño a los consumidores, las alteraciones del valor de las mercancías, la mala aplicación de las normas de consumo y los precios abusivos y/o especulativos. Foto: Ricardo López Hevia

Santa Clara.–Detrás de algunas de nuestras limitaciones y escaseces, muchísimas veces se enmascaran las acciones inescrupulosas de especuladores y oportunistas que esconden y acaparan las mercancías, para luego medrar con ellas a costa del bolsillo del pueblo.

Así lo demuestran las más de 5 500 inspecciones desarrolladas durante los dos primeros meses del año por el cuerpo de inspectores de la Dirección Integral de Supervisión de Villa Clara (DIS), las que ponen en evidencia el actuar inescrupuloso de algunas personas, además del descontrol y la desidia de determinadas administraciones, las que se hacen de la «vista gorda» ante los negligentes, en una manifestación de complicidad.

Si no, ¿cómo entender que en una tienda de Artex de Camajuaní, estuvieran retenidas 500 cajetillas de cigarros Popular de 21 pesos y H. Upman de 24,50 pesos, mientras los clientes carecían del producto?; ¿o que en Caibarién, una cooperativa de créditos y servicios aplicara un precio abusivo al ají pimiento, al venderlo a 25 pesos la libra, cuando lo estipulado es a seis pesos?

Como esos, sobran los ejemplos de transgresiones de ese tipo, según relata Irail Trujillo, director de la DIS en el territorio, quien reconoce cómo todavía las medidas aplicadas ante los violadores resultan pálidas y no se corresponden con la gravedad de los hechos, ni con el papel educativo que deben tener.

Menciona que de las 656 respuestas recibidas de los organismos a partir de las medidas disciplinarias adoptadas con los infractores, solo 38 han sido separaciones, seis demociones del cargo, 295 amonestaciones y 317 se clasifican como leves, o incluso, en varios casos se acordó no sancionar.

Significativa, en estos dos meses, ha sido la participación ciudadana en este enfrentamiento, de lo cual dan fe las 191 quejas y/o denuncias de la población, de las que 151 fueron declaradas con razón.

Gracias a esa colaboración, en las verificaciones realizadas a los mercados agropecuarios estatales, puntos de venta, unidades del comercio, la gastronomía y los servicios, panaderías, farmacias, tiendas de las cadenas TRD, Cimex y Caracol, instalaciones del turismo y trabajadores por cuenta propia, entre otras, fueron aplicadas 5 413 contravenciones personales.

Lo más común, según Irail Trujillo, resultó la desinformación al pueblo, el hecho de no tener el listado de precios, el engaño a los consumidores, las alteraciones del valor de las mercancías, la mala aplicación de las normas de consumo y los precios abusivos y/o especulativos, entre otras violaciones, con destaque, en este último acápite, para los trabajadores por cuenta propia en las actividades de carretilleros y transportistas, además de los ilegales y determinadas formas productivas.

En el enfrentamiento a los transgresores que afectan el bienestar del  pueblo, en ese lapso de dos meses, el importe total de las multas asciende a 3 127 045 pesos, y fueron retiradas cuatro autorizaciones comerciales a entidades estatales, 99 licencias para el ejercicio del trabajo por cuenta propia y se efectuaron 19 decomisos.

Comentario HHC:  Combatir la ilegalidad, todos lo apoyamos. Pero es evidente que reprimir la inflación, es un camino temporal y cortoplacista de parcial efecto, que además no se podrá evitar que se manifieste a través del mercado negro, que es nuestra "bolsa de valores". Pero hay solución para esto.

El incremento de la oferta, léase producción de bienes y servicios, es la fórmula ganadora, la que satisface las necesidades y hace bajar los precios. Es lo que debemos estimular por todos los medios.

En la actual coyuntura de ordenamiento, muchas empresas agrícolas se les ha afectado sus utilidades, por incrementos de los precios de sus diferentes partidas de costos, como combustible, agua, salarios etc, lo que llevaría a recalcular tres cosas: 1- el nuevo punto de equilibrio de dichas empresas en materia de ingresos con los nuevos costos. 2- El nivel de producción ( físico)  que se deberían alcanzar como mínimo, a los precios establecidos, en las actuales condiciones para alcanzar dicho ingreso, para empezar. 3-  Evaluar la factibilidad en las actuales condiciones ( todos los factores productivos y de mercado) de lograrlo, y qué medidas correctoras habría que implementar en caso de que no se lograra, ya sea por la vía de gestión de mas ingresos, como de reducción de costos y gastos, y si además son posibles de implementar desde el punto de vista práctico y legislativo.

Esto es lo mas elemental que se debe analizar. Habría que evaluar escenarios para tomar las mejores decisiones y solo entonces  podrían determinarse los precios, y qué es y que no, especulación. Cada empresa debe confeccionar "su traje  a la medida".

Lo otro es voluntarismo puro y duro que lejos de beneficiar a la economía, la perjudica.--

LA DIRECTIVA PRESIDENCIAL DE BARACK OBAMA

Por: Julio Sergio Alcorta Fernández

El nuevo presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, tomó posesión el 20 de Noviembre de 2021.

Biden, hombre del “establischment”, fue vicepresidente en los dos periodos de 4 años (2008-2016), de Barack Obama.

En el primer discurso pronunciado por Obama ante de más de 100 mil partidarios en un parque de Chicago, entre otros relevantes asuntos, expresó: “Quiero agradecer a mi socio en este viaje, un hombre que hizo campaña desde el corazón, he hizo de portavoz de los hombres y las mujeres con quienes se crió en las calles de Scranton y con quienes viajaba en tren de vuelta a su casa en Delaware, el vicepresidente electo de los Estados de América, Joe Biden.

No es necesario que detallemos el accionar de esa Administración durante esos 8 años.

Pero sí es imprescindible que rememoremos que el presidente Barack Obama, antes de dejar la presidencia, emitió, el 14 de octubre de 2016, la Directiva Presidencial de Política-Normalización Estados Unidos-Cuba (Directiva Presidencial de Política PPD 43).

Como es lógico, en ese momento Biden, como vicepresidente, debe haber participado de lleno en todos los aspectos más importante de ese documento.

Por esa fecha, la cra. Josefina Vidal, Directora General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex), realizó un excelente y exhaustivo análisis de esa Directiva de la Administración de Obama, que exponemos a continuación, tratando de resumir lo más posible, de forma tal que apreciemos  los aspectos positivos, pero sobre todo negativos del contenido de esa Directiva.

En relación con los positivos, se determinaron los siguientes:

·        Por primera vez en un documento oficial del gobierno de los Estados Unidos, aparece el reconocimiento a la independencia, la soberanía y la auto-determinación de Cuba.

·        También hay un reconocimiento, por primera vez, a la legitimidad del gobierno Cubano, como interlocutor válido, serio, legítimo e igual del gobierno de los Estados Unidos.

·        De los beneficios que reportarían a ambos países y a ambos pueblos, el logro de una relación de convivencia civilizada.

En particular, la Directiva se propone seguir desarrollando los vínculos con el gobierno cubano y la cooperación en áreas de interés mutuo; que el bloqueo es obsoleto y debe ser levantado.

Pero, a su vez, hay un grupo de elementos que tienen un rasgo injerencista:

·         No oculta… que el objetivo de la política de Estados Unidos, es lograr el avance de los intereses de ese país en Cuba, que consiste en promover cambios en el ordenamiento político, económico y social de nuestro país.

·         Refleja un interés muy marcado en el desarrollo del sector privado en Cuba…y cuestiona profundamente el sistema político del que nos hemos dotado los cubanos.

·         No renuncia, de hecho reconoce, que seguirán siendo utilizados en el futuro, el uso de viejos instrumentos de la política de hostilidad hacia Cuba.

·         Menciona que continuarán las trasmisiones ilegales de radio y TV contra Cuba, siguiendo los programas que ellos llaman: “dirigidos a promover la democracia en Cuba”, y que son programas de orden subversivos.

·         Que Estados Unidos no tiene la intención de modificar el Tratado que dio lugar a la ocupación de una porción del territorio cubano por la Base Naval de Guantánamo.

·         Establece una nueva política a partir del reconocimiento de que la anterior fracasó. Fracasó en el logro de cambios en Cuba que respondan a los intereses de los Estados Unidos.

·         Se va a continuar apoyando la política de instrumentos como los programas subversivos, las trasmisiones, las restricciones del bloqueo que pudieran eliminarse por dirección ejecutiva y no se hace.

En síntesis, la Directiva contiene en sí misma, concepciones y propósitos que se contraponen al objetivo declarado de normalizar las relaciones con Cuba.

Preveo que el presidente Joe Biden se regirá por esa Directiva, en la que él fue parte fundamental de su concepción. Mientras tanto, nuestro pueblo y nuestro gobierno seguiremos pacientemente al tanto de lo que decida, como siempre hacemos.

La Habana 5 de Marzo de 2021. “Año 63 de la Revolución”.

JSAF


Comentario HHC:

The White House
For Immediate Release

Directiva Presidencial de Política -- Normalización entre los Estados Unidos y Cuba

LA CASA BLANCA


Oficina del Secretario de Prensa


PARA PUBLICACIÓN INMEDIATA
14 de Octubre de 2016

 

ASUNTO: Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba

 

I. Introducción

El 17 de diciembre de 2014, yo anuncie que los Estados Unidos emprendería un nuevo rumbo respecto a Cuba, terminando con una política desfasada que fallo a avanzar los intereses de los Estados Unidos, el apoyar reformas para mejor la calidad de vida para el pueblo cubano en la isla durante varias décadas. Según la nueva política, los Estados Unidos amplía y promueve la participación autorizada con Cuba para hacer avanzar la cooperación en áreas de interés mutuo, e aumentar viajes, comerciar con y circular libremente información hacia Cuba. El objetivo de la nueva política es ayudar al pueblo cubano a lograr un futuro mejor por sí mismos e incentivar el desarrollo de un socio en la región que sea capaz de trabajar con los Estados Unidos para confrontar desafíos regionales tales como el cambio climático, enfermedades y transacciones ilícitas.

Los cambios endógenos en curso en Cuba ofrecen oportunidades para hacer avanzar los intereses de los Estados Unidos y distanciarse del embargo, que es una carga obsoleta para el pueblo cubano y ha sido un impedimento a los intereses de los Estados Unidos. Mi Administración ha apelado repetidamente al Congreso para que levante el embargo. La política de los Estados Unidos está diseñada para crear oportunidades económicas para el pueblo cubano; promover el respeto a los derechos humanos; hacer avances en materia de seguridad y defensa regionales, tales como salud, aplicación de la ley y migración, y continuar la cooperación con el gobierno cubano que pueda fortalecer nuestro liderazgo en el hemisferio. Reconocemos la soberanía y autodeterminación de Cuba y damos cuenta de las áreas en las que existen diferencias. Pretendemos abordar tales diferencias por medio de la participación y el diálogo así como aumentar el entendimiento entre nuestros gobiernos y nuestros pueblos.

La gran comunidad de origen cubano en los Estados Unidos tiene un papel integral a la hora de la normalización, y en la reconciliación entre los miembros de la diáspora que salieron de Cuba y las personas que permanecen en la isla. La normalización se extiende necesariamente más allá del acercamiento entre los gobiernos e incluye la reconstrucción de puentes entre individuos y familias.

Esta directiva: (1) describe la visión de los Estados Unidos para la normalización con Cuba y la manera en que nuestra política concuerda con los intereses de seguridad nacional de los Estados Unidos; (2) evalúa el progreso hacia la normalización; (3) describe el panorama estratégico actual y previsto; (4) describe los objetivos prioritarios para la normalización; y (5) dirige las actuaciones necesarias para aplicar la propia directiva.

II. Visión de los Estados Unidos para la normalización entre los Estados Unidos y Cuba

La visión de los Estados Unidos para la normalización entre los Estados Unidos y Cuba está guiada por los intereses de seguridad nacional expresados a continuación, como fueron descritos en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2015:

  • La seguridad de los Estados Unidos, sus ciudadanos, y los aliados y socios de los Estados Unidos.
  • Una economía en los Estados Unidos que sea fuerte, innovadora y en crecimiento y se desarrolle en un sistema económico internacional y abierto que promueva la oportunidad y la prosperidad.
  • Respeto pos los valores universales en nuestro país y en todo el mundo.
  • Un orden internacional basado en reglas que promueva la paz, la seguridad y la oportunidad.

Nuestra visión para la normalización entre los Estados Unidos y Cuba refleja el apoyo de mi administración a un crecimiento económico de amplia base, a la estabilidad, al aumento de los lazos entre personas y al respeto a los derechos humanos y los valores democráticos en la región. A largo plazo, los Estados Unidos pretende lograr los resultados expresados a continuación:

1. Mayor seguridad para los Estados Unidos y los ciudadanos de los Estados Unidos en nuestro país y en el extranjero. Pretendemos asegurar que los ciudadanos estadounidenses que viajen a Cuba estén a salvo y seguros y que los Estados Unidos esté protegido de aquellos que pretendan explotar el aumento de la conectividad con fines ilícitos, de la migración irregular y de los peligros naturales o desarrollados por el hombre. Nuestra política hace avanzar la cooperación bilateral en áreas de interés mutuo, incluyendo la diplomacia, la agricultura, la salud pública y las cuestiones ambientales, así como la preparación y respuesta en casos de desastre, la aplicación de la ley, la migración, y otros temas de seguridad y defensa. Nuestra política también es compatible con una mayor cooperación con Cuba en las iniciativas regionales en favor de estos intereses.

2. Una Cuba próspera y estable que ofrezca oportunidades económicas a su pueblo. El aumento de los viajes y la interconexión económica apoyan la mejora de los medios de vida para el pueblo cubano, la participación económica más profunda entre nuestros dos países, así como el desarrollo de un sector privado que ofrezca mayores oportunidades económicas para el pueblo cubano. Los esfuerzos de las autoridades cubanas para liberalizar la política económica ayudarían a estos objetivos y favorecerían un compromiso más amplio con diferentes sectores de la economía cubana. La política de los Estados Unidos ayuda a las empresas estadounidenses a ganar acceso a los mercados cubanos y estimula el crecimiento sostenible de la economía cubana. El sector privado de los Estados Unidos, investigadores científicos y médicos, la industria agrícola, fundaciones, y otros grupos tienen nuevas vías de colaboración que pueden ofrecer oportunidades para empresarios cubanos, científicos, agricultores y otros profesionales.

Al mismo tiempo, el aumento del acceso a internet está impulsando la conectividad de los cubanos con el mundo y expandiendo las capacidades del pueblo cubano, especialmente de los jóvenes, para intercambiar información e ideas. Los Estados Unidos está preparado para apoyar políticas del gobierno cubano que promuevan la igualdad social y la actividad económica independiente.

3. Aumento del respeto a los derechos individuales en Cuba. Incluso a medida que buscamos la normalización, reconocemos que seguiremos teniendo diferencias con el gobierno cubano. Vamos a continuar pronunciándonos en favor de los derechos humanos, incluidos los derechos a la libertad de expresión, religión, asociación y reunión pacífica como lo hacemos en todo el mundo. Nuestra política está diseñada para apoyar la capacidad de los cubanos de ejercer sus derechos humanos universales y libertades fundamentales, con la expectativa de que un mayor comercio ofrezca a un segmento más amplio de la población cubana la información y los recursos necesarios para lograr un futuro próspero y sostenible. En la consecución de estos objetivos, no estamos tratando de imponer un cambio de régimen en Cuba; estamos, en cambio, promocionando valores que apoyamos en todo el mundo respetando al mismo tiempo que corresponde al pueblo cubano tomar sus propias decisiones sobre su futuro.

4. Integración de Cuba en los sistemas internacionales y regionales. Buscamos la participación del gobierno cubano en los foros regionales e internacionales, incluyendo pero no limitado, a los relacionados con la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Cumbre de las Américas, para promover los objetivos convenidos mutuamente por los socios. Consideramos que una Cuba que se adhiera a los propósitos y normas de esos foros se beneficiará, con el tiempo, de alinear sus prácticas nacionales económicas y políticas en consonancia con las normas internacionales y estándares aceptados mundialmente. Nuestra política fortalece la posición de los Estados Unidos en los sistemas internacionales mediante la eliminación de un factor irritante de las relaciones con nuestros aliados y socios, y la obtención de apoyo para un orden basado en normas.

III. Progresos hacia la normalización entre los Estados Unidos y Cuba

Desde que los Estados Unidos anuncio el 17 de diciembre de 2014 que trazaría un nuevo rumbo con Cuba hemos restablecido las relaciones diplomáticas y hecho progresos hacia la normalización de la relación bilateral. Abrimos nuestras respectivas embajadas, seis secretarios de gobierno de los Estados Unidos han visitado La Habana, cuatro ministros cubanos han visitado los Estados Unidos, y yo me convertí en el primer presidente estadounidense en visitar Cuba desde 1928. Se estableció una comisión bilateral para dar prioridad a las áreas de participación, y concluimos acuerdos no vinculantes en materia de protección medioambiental, santuarios marinos, salud pública e investigación biomédica, agricultura, la lucha contra el narcotráfico, comercio y seguridad del transporte, aviación civil, transporte directo de correo, e hidrografía. Hemos puesto en marcha diálogos o conversaciones sobre la cooperación policial, cuestiones regulatorias, cuestiones económicas, reclamaciones, y la política de Internet y de telecomunicaciones.

Dada la proximidad de Cuba a los Estados Unidos, la mayor participación de los ciudadanos de los Estados Unidos, empresas y el sector no gubernamental es extraordinariamente prometedora en lo que se refiere a apoyar nuestros intereses nacionales. Teniendo en cuenta los límites impuestos por la Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas de 1996 ("Ley Libertad") y otras leyes pertinentes, los Departamentos del Tesoro y Comercio implementaron seis paquetes de modificaciones normativas al programa de sanciones de Cuba, suavizando las restricciones a los viajes, el comercio y las transacciones financieras. Individuos de los Estados Unidos, empresas y organizaciones no gubernamentales se acogen a estos cambios regulatorios para visitar Cuba, y las autorizaciones para viajar a Cuba aumentaron en más de un 75 por ciento desde 2014 hasta 2015. Los futuros viajes de ciudadanos de los Estados Unidos se verán apoyados por un servicio aéreo regular, que comenzó en agosto de 2016, y el primer buque de cruceros de los Estados Unidos visitó puertos cubanos en mayo de 2016. También comenzamos transporte directo de correo entre nuestros dos países, y las empresas de telecomunicaciones de los Estados Unidos establecieron acuerdos para voz directa e itinerancia de señales con Cuba. Por su parte, el gobierno cubano ha continuado aplicando reformas económicas graduales y ha establecido más de 100 puntos de acceso wifi público en toda la isla.

Estos acontecimientos establecen las bases para una participación con Cuba a largo plazo que haga avanzar los intereses de los Estados Unidos. Sin embargo tenemos mucho más que hacer para cimentar esta fundación en base a una evaluación realista del panorama estratégico en torno a la normalización.

IV. Panorama estratégico

Cuba está experimentando varias transiciones en áreas tales como liderazgo, economía, desarrollo tecnológico, sociedad civil, e integración regional y global. Los líderes de Cuba reconocen la necesidad de hacer la transición hacia la próxima generación, pero su prioridad es hacer cambios graduales y por incrementos para asegurar la estabilidad.

Cuba tiene un importante potencial económico arraigado en el dinamismo de su pueblo, así como un compromiso sostenido en áreas como la educación y la salud. Sin embargo, el gobierno cubano se enfrenta a importantes desafíos económicos, como son la eliminación de su sistema de tipo de cambio dual, hacer que sus empresas estatales sean más eficientes y transparentes, desarrollar un sistema financiero que ofrezca servicios ampliados a individuos y al sector privado, y la reducción de su dependencia de las subvenciones extranjeras. Cuba sigue siendo altamente dependiente de las importaciones de alimentos y energía, sin embargo, debe hacer frente a la escasez de fuentes de divisas para pagar por las importaciones que necesita. La emigración significativa de cubanos en edad laboral agrava aún más el problema demográfico de Cuba que tiene una población en rápido envejecimiento.

Una serie de leyes limita la participación estadounidense económica con Cuba, lo que impide una eliminación completa de las restricciones de viajes de los Estados Unidos a Cuba, prohíbe la asistencia del gobierno de los Estados Unidos a las exportaciones y la provisión de crédito de los Estados Unidos para la compra de productos agrícolas por Cuba, y requieren que el embargo no se suspenda o termine a menos que el Presidente determine que un gobierno de transición o elegido democráticamente ha llegado al poder en Cuba.

Debido a las restricciones legales, políticas y regulatorias respecto de Cuba, su economía no está generando las divisas suficientes para adquirir las exportaciones de los Estados Unidos que podrían derivarse de la flexibilización del embargo. Incluso si el Congreso de los Estados Unidos llegara a levantar el embargo, los cubanos no podrán realizar su potencial sin una reforma económica continuada en Cuba. Las regulaciones del gobierno cubano y las prácticas de contratación opacas obstaculizan las transacciones que se permitirían en virtud de las leyes de los Estados Unidos con compañías estadounidenses.

Los esfuerzos de normalización han aumentado las expectativas de los cubanos de mayores oportunidades económicas. Se calcula que 1 de cada 4 cubanos empleados participa en un sector de emprendedores, un sector privado emergente, dinámico e independiente. La expansión del sector privado ha aumentado los recursos para las personas cubanas y ha creado aperturas incipientes para que los emprendedores cubanos participen con empresas y organizaciones no gubernamentales de los Estados Unidos. Tomamos nota de las medidas que ha emprendido el gobierno cubano, que aunque limitadas, son significativas en lo que se refiere a la ampliación de las protecciones legales y las oportunidades para las empresas pequeñas y medianas, y las cuales, si se expanden y mantienen, mejorarán el clima para la inversión.

Cuba no es miembro de las instituciones financieras internacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, y el Banco Interamericano de Desarrollo, que podría ofrecer experiencia y posibles reformas económicas y financieras y proyectos viables para la inversión.

Aunque Cuba ha llegado a un acuerdo con varias naciones acreedoras para el alivio de la deuda bilateral a través de la reestructuración y la condonación, se mantiene en deuda con el gobierno de los Estados Unidos respecto a deudas bilaterales contraídas antes de la revolución cubana y no participa en los mercados internacionales de capital. Cuba y los Estados Unidos son miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), sin embargo, ninguno de los dos países aplica sus acuerdos respecto al otro a causa del embargo de los Estados Unidos a Cuba. 

El acercamiento nos ha permitido aumentar nuestra colaboración con Cuba en temas regionales tales como el proceso de paz en Colombia y la asistencia sanitaria en Haití, y ha socavado un punto de encuentro histórico para los regímenes críticos de los Estados Unidos. Aunque Cuba no ha expresado interés en participar en la OEA, asistió a la Cumbre de las Américas en 2015. También recibimos de buen grado la participación entre Cuba y otros aliados de los Estados Unidos de todo el mundo, incluyendo a nuestros aliados de los tratados europeos y asiáticos. Al mismo tiempo, reconocemos que Cuba y los Estados Unidos seguirán teniendo diferencias sobre muchos temas regionales y globales.

La participación de los Estados Unidos con el gobierno cubano también se verá limitada por la continua represión de las libertades civiles y políticas en Cuba. Anticipamos que el gobierno cubano continuará oponiéndose a las políticas y operaciones estadounidenses de migración y a los programas de democracia, Radio y TV Martí, la presencia de los Estados Unidos en la Base Naval de Guantánamo, y el embargo. El Gobierno de los Estados Unidos no tiene intención de modificar el tratado de arrendamiento vigente y otras disposiciones relacionadas con la Base Naval de Guantánamo, que permite a los Estados Unidos mejorar y preservar la seguridad regional.

En este entorno estratégico, las políticas y actuaciones que los Estados Unidos persigue para hacer avanzar nuestra visión de la normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba darán forma de manera significativa al futuro de las relaciones bilaterales y regionales, así como a nuestra seguridad y prosperidad compartidas.

V. Seis objetivos para las relaciones a medio plazo entre los Estados Unidos y Cuba

Para avanzar los cuatro objetivos de resultado asociados a nuestra visión estratégica para la normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, los Estados Unidos avanzará de modo concurrente respecto a los seis siguientes objetivos prioritarios:

1. Interacción entre ambos gobiernos

Continuaremos la participación de alto nivel y técnica en áreas de interés mutuo, incluyendo la agricultura, la economía y las pequeñas empresas, el transporte, la ciencia y la tecnología, el medioambiente, el clima, la salud, la aplicación de la ley, la migración, la seguridad nacional, la preparación y respuesta para casos de desastre, y antiterrorismo. Por medio de la Comisión Bilateral, identificaremos y priorizaremos áreas de colaboración y participación que permitan avanzar en cuanto a nuestras metas de resultados. Fuertes lazos diplomáticos permitirán la participación constructiva en las diferencias bilaterales, incluyendo nuestros programas de democracia y de radiodifusión, mientras que protegemos nuestros intereses y valores, tales como la Base Naval de Guantánamo. Utilizaremos la participación para instar a Cuba a realizar progresos demostrables en materia de derechos humanos y libertad religiosa. A medida que los gobiernos de los Estados Unidos y Cuba construyan confianza a través de una participación más frecuente, llevaremos a cabo cada vez más interacciones a nivel de trabajo entre los ministerios y organismos cubanos y las agencias y departamentos de los Estados Unidos que reduzcan la necesidad de conversaciones de alto nivel sobre cuestiones de rutina. Dada la falta de relaciones diplomáticas durante los últimos decenios, se buscará una amplia participación en todo el gobierno cubano, incluyendo ministerios y autoridades locales. Cuando sea apropiado y legalmente posible, colaboraremos con Cuba para normalizar las relaciones comerciales en su totalidad.

2. Participación y conectividad

Los Estados Unidos continuará apoyando vínculos entre personas por medio de intercambios del gobierno o patrocinado al nivel privado, incluyendo los temas de educación, cultura, negocios, ciencias, medioambiente, tecnología y deportes. A medida que lo permita la ley, seguiremos apoyando el desarrollo de servicio aéreo regular y fletado y enlaces marítimos, incluyendo los transbordadores. La asociación continuada con la comunidad de origen cubano en los Estados Unidos es de particular importancia dados sus fuertes lazos familiares y socioculturales, así como su función natural como ciudadanos-embajadores. Facilitaremos las oportunidades para que las personas de origen cubano en los Estados Unidos reconstruyan y establezcan nuevos lazos de familia para apoyar la reconciliación. Para facilitar el objetivo de aumentar su acceso a internet de un 5 por ciento a un 50 por ciento de la población de Cuba para 2020, estableceremos un grupo de trabajo bilateral para ampliar la conectividad a Internet. Buscaremos oportunidades que permitan a las fundaciones y universidades estadounidenses establecer vínculos con Cuba.

3. Expansión del comercio

El gobierno de los Estados Unidos buscara maneras de ampliar las oportunidades para que las empresas estadounidenses trabajen con Cuba. El embargo es obsoleto y debe ser levantado. Mi Administración ha pedido reiteradamente al Congreso que levante el embargo, y continuaremos trabajando hacia ese objetivo. Mientras que el embargo se mantenga en su lugar, nuestra función será la de aplicar políticas que permitan la autorización de la participación del sector privado de los Estados Unidos con el sector privado emergente de Cuba y con las empresas estatales que proporcionan bienes y servicios a la población cubana. La cooperación policial se asegurará de que el comercio autorizado y los viajeros autorizados puedan trasladarse rápidamente entre los Estados Unidos y Cuba. Aunque reconocemos la prioridad dada a las empresas estatales en el modelo cubano, pretendemos fomentar reformas que hagan alinearse a estas entidades con las normas internacionales, en especial la transparencia.

Los cambios regulatorios de los Estados Unidos han creado un espacio para que el gobierno cubano introduzca cambios comparables. En conjunto con la modificación normativa del Departamento del Tesoro para ampliar el acceso de Cuba al sistema financiero de los Estados Unidos y las cuentas en dólares de tránsito de los Estados Unidos, el gobierno cubano anunció a principios de 2016 sus planes de eliminar la penalización del 10 por ciento en las operaciones de conversión al dólar estadounidense, con sujeción a la mejora del acceso al sistema bancario internacional. Continuaremos los esfuerzos privados y públicos para explicar nuestros cambios regulatorios a las empresas y bancos estadounidenses, a los empresarios cubanos, y al gobierno cubano.

4. Reforma económica

Aunque el gobierno cubano mantiene sus metas económicas basadas en prioridades nacionales, nosotros utilizaremos nuestra cooperación ampliada para apoyar mayores reformas económicas por parte del gobierno cubano. Los recientes intercambios entre las instituciones de servicios financieros y los reguladores han permitido un mayor entendimiento mutuo de nuestros respectivos sistemas financieros y prioridades económicas. Sostendremos diálogos entre ambos gobiernos para conversar sobre opciones para las reformas macro y microeconómicas, con el objetivo de conectar los cambios en las políticas de los Estados Unidos con las reformas cubanas, de manera que se creen oportunidades para empresas los Estados Unidos y para el pueblo cubano.

Si y cuando el Congreso levanta el embargo, mi Administración participará con el Congreso y los grupos interesados en diálogos e intercambios preparatorios a nivel comercial y económico. Mi Administración entonces, de manera similar, hablará con el Congreso respecto de la sustancia y el momento para un nuevo acuerdo comercial bilateral que aborde los restantes requisitos legales para el comercio. 

5. Respeto por los derechos humanos universales, las libertades fundamentales y los valores democráticos

Nosotros no buscaremos un cambio de régimen en Cuba. Continuaremos dejando claro que los Estados Unidos no puede imponer un modelo diferente en Cuba porque el futuro de Cuba depende del pueblo cubano. Deseamos un mayor respeto por parte del gobierno cubano a los derechos humanos universales y las libertades individuales de cada persona. El avance en este aspecto tendrá un impacto positivo en los otros objetivos. Alentaremos al gobierno cubano a respetar los derechos humanos, apoyaremos a la emergente sociedad civil de amplia base en Cuba y alentaremos a los asociados y a los actores no gubernamentales a sumarse a nosotros en abogar a favor de las reformas. Mientras mantenemos nuestro compromiso de apoyo a los activistas democráticos como lo hacemos en todo el mundo, también participaremos con líderes comunitarios, blogueros, activistas y otros líderes en temas sociales que puedan contribuir al diálogo interno en Cuba sobre la participación cívica. Seguiremos intentando participar con la sociedad civil por medio de la embajada de los Estados Unidos en La Habana y durante las visitas oficiales del gobierno de los Estados Unidos a Cuba. Buscaremos institucionalizar un diálogo regular sobre los derechos humanos con el gobierno cubano para impulsar el progreso en materia de derechos humanos. Seguiremos apoyando programas democráticos que sean transparentes y consistentes con la programación en otras sociedades similarmente situadas en el mundo. Hemos de utilizar nuestra creciente capacidad para participar con asociados regionales, tanto bilateralmente como por medio de las entidades regionales, para alentar al respeto a los derechos humanos en Cuba. Consultaremos con actores no gubernamentales, como la Iglesia católica y otras entidades religiosas. Finalmente, trabajaremos con la Unión Europea y entidades internacionales y países con ideas similares para impulsar al gobierno cubano a que respete los valores universales.

6. Integración cubana en los sistemas internacionales y regionales

Ampliaremos el diálogo con Cuba en las organizaciones en las que ya es miembro, como la OMC y la Organización Mundial de Aduanas (OMA), y alentaremos a Cuba a avanzar hacia una participación basada en normas, sujeta a los requisitos legales. Animaremos a Cuba para que ajuste su marco jurídico, en particular su legislación comercial, de acuerdo con las normas internacionales. Animaremos a Cuba a cumplir con las normas de la OMA para la seguridad de la cadena de suministro. En la medida permitida y en consonancia con la ley aplicable, facilitaremos la integración en los organismos internacionales, incluso mediante el uso de programas de asistencia técnica.

Continuaremos cooperando con Cuba en temas regionales y globales (por ejemplo, la lucha contra el brote de ébola y el proceso de paz en Colombia). Poner fin al embargo y satisfacer otros requisitos legales relativos al comercio permitirá a los Estados Unidos normalizar las relaciones comerciales con Cuba.

VI. Aplicación de políticas

1. Funciones y responsabilidades

Para facilitar la aplicación eficaz de esta directiva, los departamentos y agencias tendrán las siguientes funciones y responsabilidades, consistente con la autoridad y las limitaciones legales relevantes:

El personal del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) aportará la coordinación continua de las políticas y supervisará el cumplimiento de esta directiva presidencial y de la estrategia con Cuba en general en lo necesario.

El Departamento de Estado continuará siendo responsable por la formulación de la política de los Estados Unidos y la coordinación de las relaciones con Cuba. Esto incluye apoyando a las operaciones de la embajada en La Habana y asegurando de que cuente con los recursos y el personal adecuado. Otras responsabilidades incluyen la emisión de visas de inmigrante y de no inmigrante, proceso de refugiados, promoción de intercambios educativos y culturales, coordinación de programas sobre la democracia, y rendir informes sobre lo político y lo económico. El Departamento de Estado continuará a la cabeza de la Comisión Bilateral los Estados Unidos -Cuba y coordinará una serie de diálogos, tales como el Diálogo sobre la Aplicación de la Ley, conversaciones anuales sobre migración y las reuniones para resolver reclamaciones pendientes. El Departamento de Estado seguirá codirigiendo esfuerzos con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para asegurar que la programación sobre democracia sea transparente y en consonancia con la programación existente para otras sociedades similarmente situadas. El Departamento de Estado coordinará los esfuerzos para impulsar la cooperación con Cuba en materia de ciencia y tecnología. El Departamento de Estado apoyará las telecomunicaciones y el aumento del acceso a Internet en Cuba y aportará orientación en materia de política exterior a los Departamentos de Comercio y del Tesoro respecto a ciertas exportaciones, transacciones financieras y otras solicitudes de licencia.

Misión de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas (USUN), en coordinación con el Departamento de Estado supervisará los asuntos multilaterales pertinentes a Cuba en las Naciones Unidas. USUN identificará áreas de posible colaboración con Cuba que permitan impulsar una relación más colaborativa entre los Estados Unidos y Cuba en las Naciones Unidas. El USUN también participará en conversaciones relacionadas a la resolución anual de las Naciones Unidas sobre el embargo cubano, a medida que nuestra relación bilateral siga desarrollándose en una trayectoria positiva.

El Departamento del Tesoro es responsable de aplicar las restricciones económicas del embargo y las políticas de licencias. El Departamento del Tesoro continuará con su tarea de ayudar al público, a los negocios, y a las instituciones financieras a comprender los cambios regulatorios. El Departamento del Tesoro continuará revisando y respondiendo a preguntas públicas y a la retroalimentación sobre las regulaciones y la orientación pública que puedan ser mayormente aclaradas, y dialogará con el Departamento de Estado sobre cualquier nueva solicitud de licencia que el Departamento del Tesoro reciba del público, para determinar si tales solicitudes son coherentes con los cambios regulatorios y la ley vigente. El Departamento del Tesoro utilizará los canales disponibles para el diálogo bilateral para entender el sistema económico y financiero de Cuba y alentar a las reformas y también continuará participando en diálogos con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios.

El Departamento de Comercio continuará respaldando el desarrollo del sector privado en Cuba, el empresariado, el desarrollo del derecho mercantil y los derechos de propiedad intelectual así como la protección medioambiental y el pronóstico de tormentas. Si se levantan las restricciones legales, el Departamento de Comercio promoverá el aumento del comercio con Cuba proporcionando ayuda para las exportaciones a las compañías de los Estados Unidos. Mientras tanto el Departamento de Comercio continuará adelante con un robusto esfuerzo de acercamiento para asegurarse de que las empresas de los Estados Unidos entiendan que los cambios regulatorios en los Estados Unidos ofrecen nuevas oportunidades para obtener licencias o usar excepciones a las licencias para aumentar las exportaciones autorizadas a Cuba, incluyendo a empresas propiedad del estado cubano que proporcionan bienes y servicios para atender las necesidades del pueblo cubano. Además, el Departamento de Comercio seguirá participando en un diálogo con el gobierno cubano sobre nuestros cambios regulatorios, así como sobre la necesidad de simplificar el proceso cubano para las importaciones, la transparencia en las reglamentaciones cubanas para los negocios y otras medidas que conduzcan a la realización plena de los beneficios de nuestros cambios regulatorios. 

El Departamento de Defensa (DOD) seguirá tomando medidas para ampliar las relaciones en materia de defensa con Cuba en lo que favorezca los intereses de los Estados Unidos, con un enfoque inicial en la ayuda humanitaria, auxilio en caso de desastres y la lucha contra el narcotráfico en el Caribe. El DOD apoyará la inclusión de Cuba en el sistema interamericano de defensa y en las conferencias regionales de seguridad y defensa, que le proporcionarán a Cuba un papel en la estabilidad hemisférica. El DOD seguirá haciendo preparativos de contingencia y apoyará la capacidad del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado para resolver los temas relacionados con la migración masiva y la migración marítima en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276, y consistente con otras pautas y estrategias interagenciales aplicables.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) participará, junto al Departamento de Justicia con el gobierno cubano para combatir el terrorismo y el crimen internacional organizado. En apoyo a los objetivos de seguridad y de política exterior de los Estados Unidos el DHS elaborará protocolos para la cooperación en investigación con Cuba, en coordinación con otros departamentos y agencias. El DHS reforzará la seguridad y la eficacia de las cadenas de abastecimiento y sistemas de viaje transfronterizos en apoyo de la participación entre personas y del comercio autorizado de los Estados Unidos con el sector privado de Cuba. El DHS salvaguardará la integridad del sistema de inmigración de los Estados Unidos incluyendo la facilitación de la inmigración legal y para asegurar la protección de refugiados. El secretario de Seguridad Nacional, líder en el gobierno de los Estados Unidos en materia de migración marítima o migración masiva, con apoyo de los secretarios de Estado y de Defensa, resolverá una migración marítima o una migración masiva en cumplimiento de las órdenes ejecutivas 12807 y 13276 y en concordancia con las orientaciones y estrategias interagenciales aplicables.

El Departamento de Justicia (DOJ) participará junto con el DHS y el gobierno cubano para combatir el terrorismo y el crimen internacional organizado. El DOJ trabajará con Cuba para expandir la seguridad y la cooperación en materia de aplicación de la ley, aumentar la capacidad de compartir información y compartir prácticas óptimas con sus contrapartes cubanas. Este trabajo aprovechará y fortalecerá la actual cooperación con Cuba en cuanto a la aplicación de la ley bajo la cobertura del Diálogo de los Estados Unidos-Cuba sobre aplicación de la ley y sus diversos grupos de trabajo, que se enfocan en antiterrorismo, antinarcóticos, delitos cibernéticos, trata de personas y otras áreas de la actividad criminal. 

La Administración de Pequeñas Empresas (SBA) seguirá participando con el gobierno cubano, empresarios, pequeñas empresas y empresas cooperativas. La SBA apoyará los intercambios con el gobierno cubano en áreas de interés mutuo, particularmente en la formalización de pequeñas empresas y para impulsar el crecimiento de nuevos emprendimientos.

La Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos proporcionará la coordinación en cuanto a políticas comerciales en los foros internacionales y, en concordancia con los requisitos y restricciones legales, preparará las negociaciones para normalizar y ampliar el comercio entre los Estados Unidos y Cuba.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) trabajará para aumentar las exportaciones agrícolas y de alimentos de los Estados Unidos a Cuba al crear oportunidades de mercado, mejorando la posición competitiva de la agricultura de los Estados Unidos y mejorando la seguridad alimentaria y la capacidad agrícola de Cuba, al mismo tiempo que protege la salud de plantas, animales y personas. El USDA trabajará con el gobierno de Cuba para impulsar la cooperación apuntada en el memorándum de entendimiento sobre agricultura entre los Estados Unidos y Cuba firmado en marzo de 2016. El USDA favorecerá el comercio y el desarrollo de relaciones entre los Estados Unidos y Cuba en la extensión que se permita y en concordancia con las leyes aplicables.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), de acuerdo con el memorándum de entendimiento firmado en junio de 2016 entre el HHS y el Ministerio de Salud Pública de la República de Cuba, colaborará con sus contrapartes cubanas en las áreas de salud pública, investigación y ciencias biomédicas, incluyendo la colaboración para enfrentar al virus del zika, dengue, chikungunya y otros arbovirus. El HHS promoverá el trabajo conjunto, como la fabricación de vacunas, tratamientos y diagnósticos, se asociará con Cuba para prevenir, detectar y responder a los brotes de enfermedades infecciosas; colaborará en el campo del control del cáncer, programas para tratamientos e investigaciones conjuntas; así como en el intercambio de prácticas óptimas relativas al acceso a cuidados de la salud.

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) coordinará con los departamentos y agencias del gobierno de los Estados Unidos la respuesta a fenómenos ambientales no planificados, tales como desastres naturales o causados por humanos. La USAID liderará conjuntamente con el Departamento de Estado los esfuerzos para asegurar que la programación democrática sea transparente y coherente con la programación en otras sociedades similarmente situadas.

El Departamento de Transporte (DOT) seguirá desarrollando los enlaces para el transporte aéreo y de superficie entre los Estados Unidos y Cuba para apoyo de los proveedores de transporte, viajeros autorizados, y comercio, así como al mismo tiempo proporcionará las regulaciones requeridas y la supervisión de la seguridad de los proveedores y sistemas de transporte.

La Oficina del Director de Inteligencia Nacional (DNI) apoyará los esfuerzos más amplios del gobierno de los Estados Unidos para normalizar las relaciones con Cuba, con elementos de la comunidad de inteligencia que trabajan para buscar oportunidades de participación en áreas de interés común por medio de las cuales podamos intercambiar información con las contrapartes cubanas sobre amenazas mutuas.

El Departamento del Interior (DOI) continuará su cooperación con Cuba en las áreas marinas protegidas de Cuba y seguirá participando con sus contrapartes cubanas para finalizar acuerdos sobre conservación de la vida silvestre, áreas terrestres nacionales protegidas y registros sísmicos.

2. Acercamiento al Congreso

El firme apoyo en el Congreso para la normalización entre los Estados Unidos y Cuba podría contribuir a la celeridad y éxito de las metas anteriormente señaladas, particularmente con respecto al embargo y el adecuado personal para la embajada. Intentaremos lograr apoyo del Congreso para levantar el embargo y otras restricciones legales para facilitar la ampliación de los viajes y el comercio con Cuba y acelerar la normalización. Participaremos regularmente con miembros y personal del Congreso en lo que se refiere a desafíos y oportunidades en Cuba, abogaremos a favor de las políticas del gobierno de los Estados Unidos y de contar con el personal y los recursos suficientes para aplicar los objetivos anteriormente señalados y las prioridades políticas y alentaremos y facilitaremos viajes del congreso a la región.

3. Monitorización y supervisión

La Comisión Interagencial de Políticas (IPC), o su equivalente en el futuro, tendrá la responsabilidad primaria de coordinar y supervisar la aplicación de esta política. El personal de NSC convocará regularmente a reuniones de la IPC y del comité de encargados en segundo lugar (Deputies Committee) en medida de las necesidades para monitorizar la aplicación y resolver obstáculos a los avances. Los siguientes departamentos y agencias designarán a funcionarios principales responsables para administrar la aplicación de políticas en sus agencias: Departamento de Estado, Departamento del Tesoro, Departamento de Comercio, DOD (Oficina del secretario de Defensa y Estado Mayor Conjunto), DHS, DOJ, USDA, HHS, DOT, USUN, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, USAID, SBA y DNI.

4. Normativa previa

La orden ejecutiva 13276, Delegación de responsabilidades concernientes a extranjeros indocumentados prohibidos o interceptados en la región del Caribe, de fecha 15 de noviembre de 2002 y la orden ejecutiva 12807, Interdicción de extranjeros ilegales, de fecha 24 de mayo de 1992, continúan en vigor.

BARACK OBAMA