Fidel


"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 24 de marzo de 2021

La represión policial en Miami Beach: ¿quién es responsable de la propagación de la pandemia de COVID-19?

hace un día

La policía antidisturbios reprimió fiestas del receso de primavera o spring break en Miami Beach, Florida, el sábado, apenas unas horas después de que el alcalde declarara un estado de emergencia e implementar un toque de queda a las 8 p.m.

Varios equipos SWAT bloquearon las calles y desplegaron un cañón aturdidor mientras los oficiales disparaban balas de goma con pimienta contra una multitud que se había reunido en la famosa South Beach. Más de dos docenas de personas fueron arrestadas y la policía ha reportado más de mil arrestos desde que inició el receso.


Personas se bañan en Miami Beach, 22 de marzo de 2021 (AP Photo/Wilfredo Lee)

El domingo, los oficiales de Miami Beach ampliaron el toque de queda por tres semanas, cerrando el acceso a la principal avenida turística por cuatro noches cada semana.

Las aglomeraciones como las de los jóvenes en Florida no son seguras y deberían desalentarse. La pandemia sigue siendo una grave amenaza, y las nuevas variantes se están propagando rápidamente en todo el país. Florida ya es el estado con el mayor número de casos confirmados de la variante B.1.1.7., que es mucho más contagiosa y mortal que las variantes más tempranas.

Sin embargo, la respuesta del estado es extremadamente hipócrita. En primer lugar, la represión militarizada contra jóvenes predominantemente de clase obrera y afroamericanos no fue impulsada por consideraciones de salud púbica. En cambio, la policía estaba respondiendo a quejas de residentes acaudalados de que las multitudes estaban bloqueando el acceso a los bares y las playas.

Además, las condiciones sumamente inseguras en Florida fueron promovidas por la clase gobernante en Estados Unidos, que eliminó todas las restricciones a la propagación del virus.

Miles de estudiantes universitarios y otras personas han sido invitadas a aglomerarse en Miami Beach y en toda la región como parte de las festividades anuales de las vacaciones de primavera. Los promotores turísticos de Miami han utilizado una subvención de 5 millones de dólares del Gobierno local para llevar a cabo su mayor campaña publicitaria en dos décadas. Las aerolíneas han ofrecido tarifas a Miami por tan solo 50 dólares.

Cientos de miles de turistas han viajado al estado en las últimas semanas para reunirse en grandes multitudes, desde los 300.000 que asistieron a la Semana del Ciclismo a principios del mes en la costa de Daytona Beach hasta los festejos de esta semana en Miami Beach.

Florida no tiene una orden estatal de uso de mascarillas ni restricciones de distanciamiento social para las empresas. Es que el gobernador republicano Ron DeSantis ha perseguido una política “favorable a las empresas” con respecto a la pandemia, provocando más de dos millones de contagios de COVID-19 y más de 32.000 muertes en tan solo un año.

Este acólito del expresidente Donald Trump, DeSantis ha desestimado la gravedad de la pandemia desde el principio. Encabezó la campaña contra la denunciante Rebekah Jones, la científica que creó la base de datos de contagios en el estado y publicó su propia base de datos de infecciones en las escuelas públicas, después de exponer la manipulación de datos que buscaba minimizar el número oficial de infecciones. La casa de Jones fue allanada en diciembre y se enfrenta a cargos falsos relacionados con un correo electrónico que se envió a los empleados del estado.

Sin embargo, esto no es solo una cuestión de Florida. Los estados de todo el país han comenzado a eliminar la mayoría, si no todas, las restricciones por la pandemia, incluido el estado de Texas, controlado por los republicanos, donde el gobernador Greg Abbott declaró que había llegado el momento de “abrir Texas al 100 por ciento”, y Michigan, donde la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer está aumentando el número de aficionados permitidos en los estadios de béisbol, incluso mientras los casos aumentan considerablemente en el estado.

El protagonista es el presidente Joe Biden, quien está impulsando la reapertura total de las escuelas durante sus 100 primeros días de mandato. A principios de este mes, Biden pronunció su discurso “Misión cumplida”, en el que llamó a los estadounidenses a “celebrar nuestra independencia de este virus” el 4 de julio. Tales declaraciones fomentan la pasividad ante una enfermedad mortal, cuando solo el 13 por ciento de la población está totalmente vacunada. Además, los epidemiólogos estiman —basándose en estudios de anticuerpos y exceso de muertes— que solo un tercio de los estadounidenses se ha infectado. Esto significa que sigue existiendo un amplio espacio para la propagación del virus.

Mientras tanto, los sindicatos han colaborado con la Administración y los Gobiernos locales para reabrir las escuelas y mantener las fábricas abiertas sin importar cuántos trabajadores, profesores y estudiantes se enfermen y mueran. La semana pasada, la presidenta de la central sindical American Federation of Teachers, Randi Weingarten, dijo a un profesor de Texas preocupado por los peligros de reabrir cuando la pandemia sigue haciendo estragos: “No vamos a luchar por mantener las escuelas cerradas”. Se ha demostrado que las escuelas son uno de los principales lugares de transmisión del COVID-19 y que el cierre de las mismas es una de las medidas más eficaces para frenar su propagación.

Mientras los demócratas declaran que están “siguiendo la ciencia” en lo que respecta a la pandemia, la Administración de Biden recurre en cambio a la distorsión de la ciencia y a mentiras descaradas para justificar la política de reapertura. Bajo el mandato de Biden, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han desechado sus directrices sobre el distanciamiento social, declarando que los tres pies (0,9 m) de distancia es suficiente en las escuelas, ya que los seis pies (1,8 m) de distancia hacían imposible atestar las aulas de estudiantes.

Desde el comienzo de la pandemia, no ha habido ninguna respuesta social por parte de la élite gobernante para proteger la salud pública y hacer frente a su impacto en la juventud, los trabajadores y las pequeñas empresas. Las fábricas, los mataderos y otros grandes centros de trabajo se han mantenido abiertos y se les ha permitido a los propietarios ocultar importantes brotes, incluso cuando los trabajadores se enfermaban y morían. A los trabajadores jóvenes, que predominan en las industrias de servicios con salarios bajos, se les ha mantenido en el trabajo sin protecciones serias, mientras que millones han sido despedidos sin ninguna ayuda económica.

Toda la situación se ha presentado como una cuestión de responsabilidad personal: lávate las manos, quédate en casa si puedes y mantén el distanciamiento social. El mensaje es: “Si te enfermas, es tu culpa”. No ha habido esfuerzos sistemáticos para educar al público sobre la pandemia.

No se han establecido programas o iniciativas sociales para hacer frente a las numerosas consecuencias de la pandemia, incluido el mayor aislamiento social y los problemas de salud mental, los cuales han golpeado con fuerza a los jóvenes en un momento en el que buscan la interacción social y el compañerismo.

Como resultado de la política asesina llevada a cabo por la clase dirigente de Estados Unidos, han muerto más de 550.000 personas. En el último mes, con la creciente disponibilidad de las vacunas, los medios de comunicación tratan el continuo número de muertes —más de 1.000 al día— como una cuestión menor, promoviendo la narrativa de que, en cierta medida, la crisis se ha terminado.

La respuesta desorientada de una parte de la juventud es producto de una ausencia total de perspectiva política. En cada instancia no solo han recibido mensajes contradictorios, sino también falsificaciones y mentiras descaradas. Los llamamientos al distanciamiento social y a los cierres se han combinado con reaperturas imprudentes y el rechazo a las restricciones. Al iniciar su segundo año, la pandemia parece ser una crisis sin fin, lo que fomenta una perspectiva nihilista.

Con un liderazgo y una perspectiva política, la rebelión de los jóvenes adquirirá una dirección progresista.

Los jóvenes y los trabajadores necesitan exigir una respuesta socialmente progresista para acabar con el COVID-19 en condiciones en las que la pandemia vuelve a tomar impulso en Estados Unidos y el resto del mundo.

Hay que cerrar las escuelas y los lugares de trabajo no esenciales, con todo el apoyo financiero, hasta que se haya vacunado a una parte suficiente de la población mundial para suprimir el virus. La clase dirigente ha demostrado que no tiene ningún interés en tomar medidas tan serias. Estas medidas solo pueden aplicarse mediante la lucha de la clase obrera contra el sistema capitalista, que subordina los intereses de la humanidad al lucro privado, y por la reorganización socialista de la sociedad.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de marzo de 2021)

Resiliencia: Retos y oportunidades para los emprendedores cubanos


CUBA

Por William Bello Sánchez En Mar 24, 2021

LA HABANA. La covid-19 ha originado una contracción significativa para el trabajo por cuenta propia (TCP) en Cuba. “Alrededor de 250 mil cubanos solicitaron la suspensión temporal de su licencia”, según declaró el ministro de Economía Alejandro Gil.

La caída del turismo, la restricción de movilidad, la paralización de algunas actividades como parte de las medidas para evitar el contagio y las regulaciones que limitaban los servicios, terminaron por imponer nuevas reglas al escenario de emprendimiento.

Sin bien los TCP, han aprendido a sobrevivir bajo diversa coyunturas difíciles, un importante recurso sin dudas, las experiencias anteriores no compiten con la situación dejada por la pandemia, pues ella sobrepasa toda comparación.

La disyuntiva para muchos emprendimientos ha quedado en reinventarse. Si bien la realidad limita el alcance de esa posibilidad, dejando entre las alternativas a considerar como favorables, poder mantener las sábanas blancas sobre los negocios, pues existen quienes sin recursos a la mano han debido cerrar definitivamente sus proyectos. (Renta, salarios, impuestos, electricidad, etc. siguieron adelante en muchos emprendimientos durante varios meses de cierre, suponiendo una fuerte presión presupuestaria para ellos).

El escenario para la innovación, aun cuando para muchos la creatividad no tiene límites, ha estado marcado por un grupo determinado de acotaciones y posibilidades. En el contexto actual ha sido evidente que gran parte de la población mundial, incluso en naciones desarrollas, han tenido que usar sus reservas; los cubanos no han sido la excepción. Esto ha sido solo una de las consecuencias del deterioro de los ingresos, por la caída del sector terciario, fundamentalmente las actividades vinculadas al esparcimiento y el turismo en particular. Ello implica inevitablemente que un escenario post covid-19 se presente con una disminución de los niveles de consumo, en relación con los estándares anteriores a la pandemia.

La paralización de muchas actividades del sector estatal y el privado han hecho que sus trabajadores comenzaran a percibir salarios no acordes a sus gastos cotidianos (aun con la reforma salarial de enero de 2021). Unido a ello la subida de los precios y la devaluación monetaria (1 USD = 22 CUP en 2019 vs 1 USD = 50 CUP en 2021, valor real), han disuelto ahorros y subidas salariales, máxime cuando los mercados que hoy se encuentran medianamente abastecidos operan en MLC (Moneda libremente convertible).

El abastecimiento de los negocios entonces pasa por obtener MLC, pues resulta indispensable para tener acceso a las tiendas e importadoras estatales que operan solo con monedas fuertes. La covid-19 limitó los viajes personales y con ello la hasta ahora importante fuente de suministros al país.

La importación de insumos y materias primas a través de importadoras estatales, ha sido uno de las medidas tomadas en el 2020 que favorecen el trabajo por cuenta propia, pero su gestión y precios aún no se ajustan lo suficiente a los tiempos y competitividad necesarios o demandados por los TCP. Al proceso de importación le fue impuesta la intermediación del estado que no siempre necesitan y que puede encarecerles la factura entre un 20-40 %, sin que el emprendimiento tenga prácticamente opciones para licitación, según expone, Oscar Fernández, economista y emprendedor cubano.

Sin un escenario que apunte en el corto plazo a la recuperación del turismo en Cuba, sector puntero en la economía del país, tampoco habrá una mejor perspectiva para quienes tienen sus ingresos en ello, desencadenando efectos sobre otros sectores de la economía vinculados a esta actividad, con lo cual las oportunidades en el mercado interno serán limitadas. ‟Entre enero y diciembre de 2020 los ingresos por concepto de turismo en el país cayeron en un 80 por ciento respecto a 2019″, escribió el economista cubano Ricardo Torres a inicios de año.

Ello implica que los negocios que se concentran en cubrir necesidades no básicas experimenten una caída en la demanda de sus productos (bienes y servicios). Esta circunstancia incide directamente en actividades vinculadas al esparcimiento y el turismo, limitando su re-direccionamiento hacia el mercado interno (en el caso cubano).

Los negocios de comercialización de bienes y servicios, con presencia en las redes sociales, pero enfocados en los segmentos del mercado nacional, donde se encuentran las personas de mayores ingresos, han logrado mejores resultados para mantener sus operaciones, al menos temporalmente. De modo que el periodo de pandemia ha sido aprovechado por varios de sus clientes para remodelar negocios y hogares.

‟ (…) Una de las cosas que también nos ha pasado con la COVID-19, es nuestra inserción en los grupos de WhatsApp. Nuestra comercial se ha podido enfocar en las redes sociales, ha creado un grupo de WhatsApp y realmente hemos tenido un resultado increíble. Nos han llamado muchas personas. Nosotros no teníamos desarrolladas las redes sociales, no las explotábamos y nos ha ido muy bien. Con la COVID-19 aprendimos a enfocarnos en las redes sociales y valorar todo lo que podemos hacer desde casa (…).″ Así afirmó Jairam Guevara Passapera, fundador de Muebles D’Franco.

El fuerte desabastecimiento y las limitaciones de movilidad en todos los sentidos, han favorecido las ventas en varios emprendimientos dedicados a la comercialización de artículos de decoración y utilitarios; siempre que ellos lograran elevar su presencia en las redes sociales y garantizar que sus productos pudieran ser entregados a domicilio. Lo cual dio pasó a que varios negocios de mensajería florecieran o emprendieran en medio del distanciamiento social propio de la COVID-19.

El encadenamiento productivo con el sector estatal es una ventana que ha tenido su apertura y apoyo institucional, justo en los primeros meses de afectación del país por la COVID-19. Si bien las propias circunstancias, a la cual la pandemia ha sometido a la economía global, limitan que esta apertura pueda ser aprovechada con mayor fuerza, hoy sigue siendo una buena oportunidad para emprender y escalar nuevas posibilidades de desarrollo en los negocios por cuenta propia que hoy funcionan en el país.

La programación, el desarrollo de software y aplicaciones para dispositivos móviles, desde el trabajo por cuenta propia, se ha adelantado en esta etapa de pandemia a cerrar acuerdos y establecer alianzas con el sector estatal. Esta última actividad ha logrado materializar un importante crecimiento durante 2020, teniendo en cuenta el protagonismo de las TICs en esta etapa como soporte de la gestión de negocios.

Bernardo Romero, TCP, fundador de Ingenius Cuba —una microempresa de soluciones informáticas y electrónicas—, ha firmado recientemente tres contratos de exportación, dos a través de Softel y uno mediante Desoft. Y esto es solo un ejemplo de buenas noticias. Tenemos además la concreción de alianzas entre diversas formas de gestión en el sector tecnológico cubano, y la versión final de La Pira en la estatal Apklis.

Las recientes modificaciones al trabajo por cuenta propia son sin duda una fortaleza para el sector en las actuales circunstancias. Estar limitados solo por 124 actividades prohibidas, abre un abanico de posibilidades para la comercialización de bienes y servicios, lo cual puede incrementar los ingresos de los negocios, con un mayor surtido en su cartera de productos, al no estar atados a una licencia.

Aunque el reto mayúsculo para los negocios que tienen la posibilidad de seguir en operaciones, a pesar de la pandemia, ha estado y sigue estando en la disponibilidad de insumos y materias primas, el futuro inmediato está marcado por la capacidad de los emprendedores de pensar en términos de empresa.

Notas


Concretan alianzas entre diversas formas de gestión en el sector tecnológico cubano http://www.radiosurco.icrt.cu/concretan-alianzas-entre-diversas-formas-de-gestion-en-el-sector-tecnologico-cubano/


R Torres Torres, R., (2020). ‟La economía cubana: entre la reforma y el nuevo contexto para las relaciones con Estados Unidos”. Celsa.com. junio noviembre 2020. Recuperado de https://cubayeconomia.blogspot.com/2020/11/la-economia-cubana-entre-la-reforma-y.html

(*) William Bello Sánchez es Master en Ciencias, profesor y asesor de gestión de Negocio.

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La industria cubana se hace ciencia

Por: René Tamayo

Foto: Estudios Revolución.

La gestión del desarrollo de la industria nacional desde la innovación y la ciencia, a partir del aporte de sus trabajadores, expertos y científicos y el establecimiento de sinergias con la academia –centros de investigación y universidades– fue evaluada por la dirección del país en reunión con directivos y especialistas del Ministerio de Industrias (Mindus).

“Industria con ciencia” se constituyó en lema del primer encuentro de este tipo, que estuvo encabezado por el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y los vice primeros ministros Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez e Inés María Chapman Waugh.

Como parte de la sistematización de los diálogos Gobierno-científicos, que cada vez convierten más al “Palacio de la Revolución en palacio de las ciencias”, al decir de Díaz-Canel, los directivos del Mindus, liderados por su ministro, Eloy Álvarez Martínez, presentaron conceptos y resultados para, desde la innovación, modernizar la industria nacional de forma gradual pero sostenida.

Los objetivos en este propósito incluyen, además de buscar soluciones propias, satisfacer las demandas de los sectores estratégicos de la economía y la sociedad e introducir en los procesos productivos materias primas nacionales para bajar los costos e incrementar la soberanía.

El Mindus es la “sombrilla” de la industria ligera, del reciclaje, de la electrónica y la automática, de la química, de la metalmecánica y de la siderurgia. Abarca 51 actividades y 345 géneros de productos y servicios. Cuenta con diez entidades de ciencia y mantiene vínculos estrechos con otras 46 de otros organismos de la Administración Central del Estado.

En su ruta hacia más ciencia e innovación, estrecha los sistemas de trabajo con los ministerios de Ciencia, Tecnología y Medioambiente (Citma) y Educación Superior (MES), para la capacitación de su personal en diferentes áreas y la organización de programas doctorales, maestrías y especialidades.

El Mindus trabaja hoy en unos 200 proyectos de ciencia e innovación, más de 120 de ellos con las universidades. Entre los resultados recientes del sector están la impresora 3D cubana, la generación de combustibles mediante pirólisis y la fabricación de equipos para la generar la llamada agua atmosférica.

El presidente de la República, que hizo una breve presentación del Sistema de Gestión de Gobierno basado en la Ciencia y la Innovación (SGGCI), orientó que los doctores y másteres que tiene el organismo así como los que obtengan esas categorías a partir de ahora, se enfoquen en la solución de los problemas del sistema industrial del país y a satisfacer el mercado interno.

El presidente de la República. Foto: Estudios Revolución.

“No se trata de llegar a un título, sino de aplicar los conocimientos” –aclaró. Indicó ordenar los resultados innovadores que se han acumulado en el sector y los que se están obteniendo, para promover nuevos doctorados y maestrías, porque esos son aportes y conocimientos que hay que aprovechar, dijo.

Secretario Antony J. Blinken “Reafirmación y restablecimiento de las alianzas de Estados Unidos”

 

Department of State United States of America

Traducción cortesía del Departamento de Estado de los Estados Unidos

Departamento de Estado de Estados Unidos

Oficina del portavoz
24 de marzo de 2021
Discurso

Sede Agora de la OTAN
Bruselas (Bélgica)

SECRETARIO BLINKEN: Buenas tardes.

Hace unas semanas, poco después de ser nombrado Secretario de Estado, me dirigí directamente al pueblo estadounidense. Dije que mi principal trabajo es garantizar que la política exterior de Estados Unidos cumpla con ellos: que haga sus vidas más seguras, que cree oportunidades para sus familias y comunidades, y que aborde los desafíos globales que están dando cada vez más forma a su futuro.

Y he dicho que una forma clave de cumplir con el pueblo estadounidense es reafirmando y revitalizando nuestras alianzas y asociaciones en todo el mundo.

Por eso he venido a Bruselas esta semana. Me dirijo a ustedes desde la sede de la OTAN, la alianza del tratado que ha defendido la seguridad y la libertad de Europa y América del Norte durante casi 75 años.

Ahora bien, los estadounidenses no están de acuerdo en algunas cosas, pero el valor de las alianzas y asociaciones no es una de ellas. Según una encuesta reciente del Consejo de Chicago para Asuntos Mundiales, nueve de cada diez estadounidenses creen que mantener nuestras alianzas es la manera más eficaz de lograr nuestras metas de política exterior. Nueve de cada diez. No es difícil ver por qué. Observan las amenazas a las que nos enfrentamos, como el cambio climático, la pandemia de COVID-19, la desigualdad económica, una China cada vez más asertiva; y saben que es mucho mejor para Estados Unidos abordarlas con socios, en lugar de intentar hacerlo solo. Y todos nuestros aliados pueden decir lo mismo.

En la actualidad el mundo tiene un aspecto muy diferente al de hace décadas, cuando forjamos muchas de nuestras alianzas, o incluso al de hace cuatro años. Las amenazas se han multiplicado. La competencia se ha endurecido. La dinámica del poder ha cambiado. La confianza en nuestras alianzas se ha visto afectada, tanto en lo que se refiere a la confianza en los demás como en la solidez de nuestros compromisos. En nuestras alianzas, e incluso dentro de ellas, no siempre coincidimos en las amenazas a las que nos enfrentamos ni en la forma de afrontarlas. Nuestros valores comunes de democracia y derechos humanos son desafiados, no sólo desde fuera de nuestros países, sino desde dentro. Y nuevas amenazas están superando nuestros esfuerzos para construir las capacidades que necesitamos para defendernos contra ellas.

Sin embargo, nada de esto cambia el hecho de que necesitamos alianzas, ahora tanto como siempre, o quizá incluso más. El reto al que nos enfrentamos es el de adaptar y renovar esas alianzas para que puedan hacer frente a las amenazas actuales, y sigan siendo tan útiles para nuestros pueblos ahora como lo han sido en el pasado.

Hoy expondré cómo hacerlo.

Primero definiré las amenazas comunes a las que nos enfrentamos. A continuación, hablaré de lo que debemos hacer para reafirmar y revitalizar nuestras alianzas, de modo que no sólo puedan defenderse de estas amenazas, sino también proteger nuestros intereses y valores comunes. Y por último, expondré lo que nuestros aliados pueden esperar de Estados Unidos, y lo que nosotros a su vez esperamos de nuestros aliados.

Comienzo identificando las amenazas más urgentes a las que nos enfrentamos hoy en día.

Tal y como yo lo veo, hay tres categorías.

Lo primero son las amenazas militares de otros países. Lo vemos en los esfuerzos de China por amenazar la libertad de navegación, por militarizar el mar de la China Meridional, por apuntar a países de todo el Indopacífico con capacidades militares cada vez más sofisticadas. Las ambiciones militares de Pekín aumentan cada año. Junto con las realidades de la tecnología moderna, los desafíos que antes parecían estar a medio mundo de distancia ya no son remotos. También lo vemos en las nuevas capacidades y estrategias militares que Rusia ha desarrollado para desafiar nuestras alianzas y socavar el orden basado en normas que garantiza nuestra seguridad colectiva. Esto incluye la agresión de Moscú en el este de Ucrania; su acumulación de fuerzas, ejercicios a gran escala y actos de intimidación en el mar Báltico y el mar Negro, el Mediterráneo Oriental y el Alto Norte; su modernización de las capacidades nucleares; y su uso de armas químicas contra los críticos en tierras de la OTAN.

Y más allá de China y Rusia, actores regionales como Irán y Corea del Norte persiguen capacidades nucleares y de misiles que amenazan a los aliados y socios de Estados Unidos.

La segunda categoría son las amenazas no militares de muchos de estos mismos países: las tácticas tecnológicas, económicas y de información que amenazan nuestra seguridad. Entre ellas se encuentran el uso de campañas de desinformación y la corrupción utilizada como arma para alimentar la desconfianza en nuestras democracias, y los ciberataques que tienen como objetivo nuestras infraestructuras críticas y el robo de propiedad intelectual. Desde la flagrante coacción económica de China sobre Australia, hasta el uso de la desinformación por parte de Rusia para erosionar la confianza en las elecciones y en vacunas seguras y eficaces, estas acciones agresivas amenazan no sólo a nuestros países individuales, sino también nuestros valores comunes.

Y la tercera categoría son las crisis globales como el cambio climático y COVID-19. No se trata de amenazas planteadas por gobiernos específicos, sino que son globales. Las temperaturas más altas, el aumento del nivel del mar y las tormentas más intensas afectan a todo, desde la preparación militar hasta los patrones de migración humana y la seguridad alimentaria. Como la pandemia de COVID-19 ha dejado bien claro, nuestra seguridad sanitaria está entrelazada, y sólo es tan fuerte como nuestro eslabón más débil.

También nos enfrentamos al terrorismo mundial, que a menudo atraviesa estas categorías. Aunque hemos reducido considerablemente la amenaza del terrorismo, sigue siendo importante, especialmente cuando los grupos e individuos gozan del apoyo y el refugio de los gobiernos, o encuentran cobijo en espacios no gobernados.

Ahora bien, muchas de estas amenazas no estaban presentes cuando se formaron nuestras alianzas. Algunas ni siquiera existían. Pero esa es la gran fuerza de nuestras alianzas: se crearon para adaptarse, para seguir evolucionando a medida que surgen nuevos retos.

Así que he aquí cómo podemos adaptarnos hoy.

En primer lugar, debemos volver a comprometernos con nuestras alianzas, y con los valores comunes que las sustentan.

Cuando Estados Unidos fue atacado el 11 de septiembre, nuestros aliados de la OTAN invocaron inmediatamente y por unanimidad el Artículo 5: un ataque a uno es un ataque a todos. Sigue siendo la única vez en la historia que se ha invocado el Artículo 5, y fue para proteger a Estados Unidos. Nunca lo olvidaremos. Y nuestros aliados pueden esperar lo mismo de nosotros hoy. Como dijo el presidente Biden en la Conferencia de Seguridad de Múnich el mes pasado, tienen nuestra promesa inquebrantable: Estados Unidos está plenamente comprometido con la OTAN, incluido el Artículo 5.

Es una promesa que he reafirmado a nuestros aliados en la OTAN esta semana.

Y el secretario de Defensa Austin y yo expresamos ese mismo compromiso a nuestros aliados de Japón y Corea del Sur, donde recientemente concluimos negociaciones sobre los acuerdos de reparto de la carga que ayudarán a mantener la paz y la prosperidad en un Indopacífico libre y abierto durante años en el futuro.

Nuestras alianzas se crearon para defender valores comunes. Por eso, renovar nuestro compromiso requiere reafirmar esos valores y los cimientos de las relaciones internacionales que juramos proteger: un orden libre y abierto basado en normas. Tenemos mucho trabajo por delante en este frente. Prácticamente todas las democracias del mundo se enfrentan a desafíos en este momento, incluido Estados Unidos. Nos enfrentamos a profundas desigualdades, racismo sistémico y polarización política, todo lo cual hace que nuestra democracia sea menos resistente.

Depende de todos nosotros mostrar lo que siempre ha sido la mayor fortaleza del sistema: nuestros ciudadanos, y la fe que ponemos en ellos para mejorar nuestras sociedades e instituciones. La mayor amenaza para nuestras democracias no es que sean defectuosas, siempre lo han sido. La mayor amenaza es que nuestros ciudadanos pierdan la confianza en la capacidad de la democracia para arreglar esos defectos, para cumplir nuestro compromiso fundacional de formar una unión más perfecta. Lo que separa a las democracias de las autocracias es nuestra capacidad y voluntad de enfrentarnos abiertamente a nuestros propios defectos, y no fingir que no existen, ignorarlos o esconderlos bajo la alfombra.

También tenemos que exigirnos mutuamente los valores que constituyen el núcleo de nuestras alianzas y confrontar el retroceso de la democracia en el mundo. Todos debemos alzar la voz cuando los países toman medidas que socavan la democracia y los derechos humanos. Eso es lo que las democracias hacen: abordar los desafíos abiertamente. Y debemos también ayudar a esos países a volver a la dirección correcta, fortaleciendo salvaguardas de la democracia como la prensa libre e independiente, organismos anticorrupción e instituciones que protejan el Estado de derecho.

También esto significa volver a comprometerse con nuestras alianzas.

En segundo lugar, debemos modernizar nuestras alianzas.

Ello comienza con la mejora de nuestras capacidades y preparación militar para asegurar que mantenemos una disuasión militar fuerte y creíble. Por ejemplo, debemos asegurarnos de que nuestra disuasión nuclear estratégica siga siendo salva, segura y eficaz, especialmente a la luz de la modernización de Rusia. Esto es fundamental para mantener nuestros compromisos con nuestros aliados fuertes y creíbles, incluso mientras tomamos medidas para reducir aún más el papel de las armas nucleares en nuestra seguridad nacional. También trabajaremos con nuestros aliados del Indopacífico para abordar una amplia gama de complejos retos de seguridad en la región.

Debemos ampliar nuestra capacidad para hacer frente a las amenazas en los ámbitos económico, tecnológico e ideológico. Y no podemos limitarnos a estar a la defensa: debemos adoptar un enfoque afirmativo.

Hemos visto cómo Pekín y Moscú utilizan cada vez más el acceso a tecnologías, recursos, mercados críticos para presionar a nuestros aliados y abrir brechas entre nosotros. Por supuesto, cada país toma sus propias decisiones. Pero no debemos separar la coerción económica de otras formas de presión. Cuando uno de nosotros es coaccionado debemos responder como aliados y trabajar juntos para reducir nuestra vulnerabilidad asegurando que nuestras economías estén más integradas entre sí de lo que están con nuestros principales competidores. Esto implica cooperar para desarrollar innovaciones de vanguardia, garantizar que nuestras cadenas de suministro de elementos delicados sean resistentes, establecer normas y estándares para regir las tecnologías emergentes e imponer costes a quienes rompan las reglas. La historia nos muestra que al hacer esto más países optan por los espacios abiertos y seguros que construimos juntos.

Y debemos ampliar nuestra capacidad para hacer frente a las amenazas transnacionales, especialmente el cambio climático y las pandemias como COVID-19. Estos retos son tan amplios, y las medidas necesarias para abordarlos tan trascendentales, que su tratamiento debe integrarse en prácticamente todo lo que hacemos y coordinarse con una amplia gama de socios.

En tercer lugar, debemos crear coaliciones más amplias de aliados y socios.

Con demasiada frecuencia, ponemos nuestras alianzas y asociaciones en silos. No hacemos lo suficiente para unirlas. Pero deberíamos. Porque cuanto más puedan unirse los países con fortalezas y capacidades complementarias para lograr objetivos comunes, mejor.

Esa es la idea que subyace en el grupo de países que llamamos Quad “el cuadrilateral”: Australia, India, Japón y Estados Unidos. Recientemente el presidente Biden fue el anfitrión de la primera cumbre a nivel de líderes del Quad. Compartimos la visión de una región indopacífica libre, abierta, inclusiva y sana, sin restricciones de coerción y anclada en valores democráticos. Formamos un buen equipo. Y nuestra cooperación fortalecerá los esfuerzos paralelos para garantizar la seguridad en los mares de China Oriental y Meridional y para ampliar la producción de vacunas seguras, asequibles y eficaces y el acceso equitativo.

Otro ejemplo es la profundización de la cooperación entre la OTAN y la UE. Una mayor colaboración en cuestiones como ciberseguridad, seguridad energética, seguridad sanitaria y la protección de las infraestructuras críticas contribuirá a aumentar nuestra resistencia y preparación frente a las amenazas actuales. También nos hace más fuertes cuando defendemos nuestros valores.

Consideremos las sanciones que Estados Unidos acaba de imponer, junto con Canadá, la Unión Europea y el Reino Unido, a las personas implicadas en las atrocidades que se cometen contra los uigures en Xinjiang. Las sanciones de represalia que China impuso entonces a los miembros del Parlamento Europeo y del Comité Político y de Seguridad de la UE, a los académicos y a las organizaciones de investigación académica, hacen aún más importante que nos mantengamos firmes y unidos, o nos arriesgamos a enviar el mensaje de que la intimidación funciona. Esto incluye mantenernos firmes con nuestros socios no pertenecientes a la OTAN en Europa, muchos de los cuales siguen manteniéndose firmes junto a nosotros en el frente de la Alianza.

Y miraremos más allá de los gobiernos nacionales, hacia el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones filantrópicas, las ciudades y las universidades. Una cooperación diversa y de amplia base resulta esencial para proteger los bienes comunes globales, aquellos recursos que todos los pueblos tienen derecho a compartir y beneficiarse, y que ahora están siendo limitados por nuestros adversarios.

Pensemos en 5G (la quinta generación), en la que la tecnología china conlleva graves riesgos de vigilancia. Deberíamos reunir a empresas tecnológicas de países como Suecia, Finlandia, Corea del Sur y Estados Unidos, y utilizar la inversión pública y privada para fomentar una alternativa segura y fiable. Llevamos décadas desarrollando relaciones con países que comparten nuestros valores en todas las partes del mundo. Por eso hemos invertido tanto en estas asociaciones, para poder unirnos de forma innovadora y resolver nuevos desafíos como estos.

A quienes duden de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos de esta manera, les señalaría la cooperación sin precedentes de los científicos que compartieron cientos de secuencias del genoma viral a través de instituciones y fronteras, investigación que fue indispensable para el descubrimiento de varias vacunas seguras y eficaces contra COVID-19, en un tiempo récord. La primera de esas vacunas en ser aprobada por la Organización Mundial de la Salud fue iniciada por un médico nacido en Turquía, que creció en Alemania, y que cofundó una empresa farmacéutica europea que se asoció con otra estadounidense para producir la vacuna.

Ahora bien, los aliados y socios de Estados Unidos pueden estar escuchando mis palabras hoy y diciendo: “Necesitamos saber qué podemos esperar de ustedes”. Porque, como he dicho, la confianza se ha visto afectada en cierta medida en los últimos años.

Por tanto, permítanme ser claro respecto a lo que Estados Unidos puede prometer a nuestros aliados y socios.

Cuando nuestros aliados asumen la parte de la carga que les corresponde, esperan razonablemente tener una participación justa en la toma de decisiones. Cumpliremos con eso. Se empieza por consultar con nuestros amigos, pronto y a menudo. Este es un aspecto clave de la política exterior de la administración Biden-Harris, y es un cambio respecto al pasado que nuestros aliados ya ven y están notando.

Trataremos los esfuerzos de nuestros aliados por desarrollar una mayor capacidad estratégica como una ventaja, no como una amenaza. Unos aliados más fuertes hacen unas alianzas más fuertes. Y a medida que Estados Unidos desarrolle sus capacidades estratégicas para hacer frente a las amenazas que he descrito hoy, nos aseguraremos de que sigan siendo compatibles con nuestras alianzas, y de que contribuyan a fortalecer la seguridad de nuestros aliados. A su vez, pediremos lo mismo a nuestros aliados.

Estados Unidos no obligará a nuestros aliados a elegir entre “nosotros o ellos” respecto a China. No hay duda de que el comportamiento coercitivo de China amenaza nuestra seguridad y prosperidad colectivas y de que están trabajando activamente para socavar las reglas del sistema internacional y los valores que nosotros y nuestros aliados compartimos. Pero eso no significa que los países no puedan trabajar con China cuando sea posible. Por ejemplo, en cuanto al cambio climático y la seguridad sanitaria.

Sabemos que nuestros aliados tienen relaciones complejas con China que no siempre se alinean perfectamente con las nuestras, pero tenemos que manejar estos retos juntos. Eso significa trabajar con nuestros aliados para cerrar las brechas en áreas como la tecnología y la infraestructura, que Pekín está explotando para ejercer presión coercitiva. Nos basaremos en la innovación, no en los ultimátums. Porque si trabajamos juntos para hacer realidad nuestra visión positiva del orden internacional, si defendemos el sistema libre y abierto que sabemos que ofrece las mejores condiciones para el ingenio, la dignidad y la conexión humanos, estamos seguros de que podemos superar a China en cualquier terreno.

Siempre haremos lo que nos corresponda, y reconoceremos cuando nuestros aliados hagan lo que les convenga a ellos. Permítanme ser franco: esto ha sido a menudo una cuestión polémica, especialmente en la relación transatlántica. Reconocemos los importantes progresos que han realizado muchos de nuestros aliados de la OTAN en la mejora de las inversiones en defensa, incluyendo avances hacia el cumplimiento del compromiso de Gales de destinar el dos por ciento del PIB a gastos de defensa para 2024. El pleno cumplimiento de esos compromisos es crucial. Pero también reconocemos la necesidad de adoptar una visión más amplia del reparto de la carga. Ninguna cifra por sí sola capta plenamente la contribución de un país a la defensa de nuestra seguridad e intereses especialmente en un mundo en el que un número creciente de amenazas no puede enfrentarse con la fuerza militar. Debemos reconocer que, dado que los aliados tienen distintas capacidades y fortalezas comparativas, asumirán su parte de la carga de diferentes maneras. Eso no significa abandonar los objetivos que nos hemos fijado o hacer menos. De hecho, las amenazas comunes a las que nos enfrentamos exigen que hagamos más.

Tenemos que ser capaces de mantener estas conversaciones difíciles, e incluso de no estar de acuerdo, sin dejar de tratarnos con respeto. Con demasiada frecuencia, en los últimos años, parece que en Estados Unidos hemos olvidado quiénes son nuestros amigos. Bien, eso ya ha cambiado.

Estados Unidos será juicioso en el uso de su poder, especialmente el militar, como medio para abordar los conflictos en el extranjero. Evitaremos los desequilibrios entre nuestras ambiciones con principios y los riesgos que estamos dispuestos a asumir para alcanzarlas, en gran parte porque cuando nos excedemos, obstaculizamos nuestra capacidad para centrarnos en otros retos que pueden tener mayor impacto en las vidas de los estadounidenses.

Por último, algunos de nuestros aliados se preguntan si nuestro compromiso con su seguridad es duradero. Nos oyen decir que “Estados Unidos ha vuelto” y se preguntan: ¿por cuánto tiempo?

Es una pregunta justa. Esta es mi respuesta.

Hay una razón por la que la gran mayoría del pueblo estadounidense, de ambos partidos políticos, apoya nuestras alianzas, aunque estén divididos por líneas partidistas en muchas otras cuestiones. Es la misma razón por la que los republicanos y los demócratas en el Congreso han asegurado constantemente a nuestros aliados que nuestros compromisos son firmes. Es porque vemos nuestras alianzas no como una carga, sino como una forma de recibir ayuda de los demás para dar forma a un mundo que refleje nuestros intereses y nuestros valores.

Pero para mantener ese apoyo firme, nosotros, que tenemos el privilegio de representar a Estados Unidos en la escena mundial, tenemos que asegurarnos de que nuestras alianzas den resultados para el pueblo estadounidense. No podemos perder esto de vista.

Debemos demostrar no sólo contra qué defienden nuestras alianzas, sino también lo que representan, como el derecho de todas las personas en cualquier lugar a ser tratadas con dignidad y a que se respeten sus libertades fundamentales. El hecho de que nuestra política exterior refleje el mundo tal y como es no significa que tengamos que renunciar a configurar el mundo tal y como podría ser: un mundo más seguro, más pacífico, más justo, más equitativo, un mundo con más salud, democracias más fuertes y más oportunidades para más personas.

En resumen, necesitamos tener una visión positiva que pueda unir a la gente en una causa común. Eso es algo que nuestros adversarios no pueden ofrecer. Es una de nuestras mayores fortalezas.

Aquí es donde nuestro interés por ser aliados dignos de confianza está ligado a la satisfacción de las necesidades de nuestros ciudadanos. No podemos construir una política exterior que satisfaga al pueblo estadounidense sin mantener alianzas eficaces. Y no podemos mantener alianzas eficaces sin demostrar que son útiles para el pueblo estadounidense.

Hace setenta años, un soldado raso del ejército estadounidense que se entrenaba en Fort Dix, en Nueva Jersey, envió una carta a Dwight D. Eisenhower, que entonces ejercía como primer comandante supremo de las Fuerzas Aliadas en Europa. En su carta, el soldado raso le preguntaba a Eisenhower si había algo más en su servicio que, y cito, “matar o morir”.

Eisenhower era un realista experimentado. Había visto de cerca la devastación de la guerra. Era consciente de las consecuencias mortales de arriesgar vidas estadounidenses para defender a nuestros aliados. Sin embargo, seguía creyendo, como respondió en una carta a ese soldado, que, y cito, “los verdaderos objetivos humanos comprenden algo mucho más rico y constructivo que la mera supervivencia de los fuertes”.

Estados Unidos y sus aliados, escribió, tenían que trabajar juntos para construir un sistema basado en valores comunes. Y estas palabras no eran tan diferentes de los valores que guiaban nuestra vida cotidiana en Estados Unidos: como dijo Eisenhower, “intentar resolver con decencia, equidad y justicia la multitud de problemas que se nos presentan constantemente”. Eso no significa tratar de resolver todos los problemas del mundo. Más bien significa que, cuando debamos abordar un problema, no perdamos de vista nuestros valores, que son simultáneamente fuente de nuestra fuerza y de nuestra humildad. Eisenhower le dijo al soldado que esperaba que sus palabras le proporcionaran “un poco de optimismo y fe”.

Ahora bien, Eisenhower no podría haber imaginado muchos de los retos a los que nos enfrentamos hoy. Pero sabía que cualquiera que fuera la nueva amenaza que surgiera, querríamos enfrentarnos a ella con socios que compartieran nuestros valores.

El último año ha sido uno de los momentos más difíciles de la historia de nuestros países, y todavía no hemos salido de la crisis, aunque veamos verdaderos motivos para tener esperanza. Pero nuestra cooperación con los aliados y socios nos proporciona algo más que un poco de optimismo y fe. Nos muestra el camino a seguir: juntos, arraigados en nuestros valores compartidos, y comprometidos no sólo a reconstruir nuestras alianzas y asociaciones, sino a reconstruirlas mejor. Si lo hacemos, no hay retos que no podamos superar y que no superaremos. Muchas gracias.


Para ver el texto original ir a: https://www.state.gov/reaffirming-and-reimagining-americas-alliances/

Esta traducción se proporciona como una cortesía y únicamente debe considerarse fidedigna la fuente original en inglés.

Primera cooperativa de la construcción ganadora del Premio Giraldilla a la Calidad



La Cooperativa No Agropecuaria ARCONST y la empresa de Gestión del Conocimiento y la Tecnología (GECYT) resultaron ganadoras en la XVIII edición del Premio Giraldilla a la Calidad de la Gestión Empresarial, concedido por el Gobierno de La Habana

En la más reciente edición del Premio Giraldilla a la Calidad de la Gestión Empresarial que otorga el Gobierno de La Habana, aspiraron por primera vez en su convocatoria dos Cooperativas No Agropecuarias, y una de estas -ARCONST- se alzó con el trofeo, junto a la entidad dedicada a la Gestión del Conocimiento y la Tecnología, conocida como GECYT.

De ARCONST podrían escribirse muchos elogios. Al dar la cara por el sector no estatal del país, esa cooperativa perteneciente a la rama de la construcción, aunque no es de las más antiguas,ya cuenta con una notable hoja de servicios en la ejecución de obras de calidad en la capital cubana, entre las que sobresalen el Mercado Cuatro Caminos, la sede del Banco Financiero Internacional en el edificio Someillán, el Centro de Prensa Internacional (CPI) del Ministerio de Relaciones Exteriores y otras más.

Esa organización dispone de un Sistema de Gestión de la Calidad certificado que proyectan integrar con otros para mejorar su desempeño y mantener el prestigio que les caracteriza.

Ostentan además el reconocimiento que entrega el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) a las entidades destacadas a nivel nacional por la eliminación total del uso de las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO) y como aporte al cumplimiento de los compromisos de Cuba con el Protocolo de Montreal.

Su equipo de trabajo ha dado muestras de conocer muy bien los principios del cooperativismo, que entiende a este tipo de propiedad como la “más adecuada en nuestra sociedad por su esencia solidaria, su impronta de economía social, su enfoque de beneficio y prosperidad para todos”.

En tanto se creen muchas más condiciones que las propicien, el enfoque debe propugnar las oportunidades y potencialidades de las cooperativas en la búsqueda de eficiencia y soluciones a los problemas de la economía, que “promuevan su autonomía y creatividad, su relación con lo público y lo social”, en función de una mayor sostenibilidad para el desarrollo.

ARCONST lo sabe bien y su desempeño lo prueba. Se trata de ser aliado y hasta complemento de la empresa estatal. Sus resultados tratan de reafirmarla como una forma de asociación productiva eficiente y solidaria, de beneficio tanto individual como colectivo.

Varios analistas afirman que tanto las cooperativas como los trabajadores por cuenta propia no debían solo ser fruto de la espontaneidad de quienes los crean sino que esas formas productivas pudieran responder en una localidad a sus necesidades y urgencias a favor del impulso de determinadas actividades para resolver los problemas puntuales en cada territorio, por ejemplo la prestación de nuevos servicios, la creación de puestos de trabajo, entre otros beneficios.

En ese camino es imprescindible además afianzar políticas y prácticas de nivel local que promuevan la alianza público-privada como vía para alentar la proyección social de esos actores económicos que representan al sector no estatal, por lo cual los gobiernos territoriales deben tener un papel más activo en la articulación de estos, ya sean cooperativas, trabajadores particulares o estatales de manera que puedan favorecer y tributar al desarrollo de cada lugar.

Puntales de la calidad

Un puntal de la eficiencia, así se escuchó decir durante el anuncio de la empresa de Gestión del Conocimiento y la Tecnología (GECYT) como la otra ganadora de la XVIII edición del Premio Giraldilla a la Calidad de la Gestión Empresarial.

Se trata de una entidad del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente que ostenta el Premio Nacional de Calidad, con destacados resultados en su desempeño y desde su creación en el año 2000, en respuesta a la demanda de servicios especializados en esa esfera, tanto a nivel empresarial como en otras organizaciones en proceso de cambio en pos de su perfeccionamiento.

Constituyó entonces la primera consultora del Citma y la 14 a escala nacional, pero, al concederle el Premio Giraldilla en esta ocasión se tuvo también en cuenta el hecho de haber mantenido la certificación de su Sistema Integrado de Gestión y estar afianzada en el sector gracias al prestigio y la buena aceptación de sus prestaciones entre los clientes.

El Gobierno de La Habana instituyó en 1998 el Premio a la Excelencia Empresaria, hoy reconocido como Premio Giraldilla a la Calidad de la Gestión Empresarial, el cual constituye un reto importante para las entidades de la capital cubana en la aspiración de elevar la eficacia de los productos y servicios, de acuerdo con la aplicación del modelo en que se basa y considerando criterios de gestión internacionalmente reconocidos

Este galardón se cataloga como “el más alto reconocimiento que otorga el Gobierno de La Habana a entidades que sobresalen por su desempeño eficiente a favor de la calidad y actúan con el incentivo de la mejora continua”.

En su más reciente edición se presentaron siete empresas, tres resultaron finalistas y dos ganadoras. Hasta la fecha y desde su creación se han distinguido 58 organizaciones con este Premio.

Se considera además este lauro como una útil herramienta de diagnóstico que brinda los elementos más novedosos que requieren nuestros empresarios para alcanzar niveles superiores de eficacia y competitividad, además de ponerlos en condiciones de aspirar a otros tan exigentes como el Premio Nacional y el Iberoamericano de Calidad, lo cual valida el modelo de gestión empresarial cubano.

El modelo de excelencia en que se basa el Premio Giraldilla está conformado por criterios como el liderazgo, gestión y desarrollo del capital humano, mercado y satisfacción del cliente, calidad de los procesos, información y análisis de la calidad, recursos y resultados económicos e Impacto en la sociedad, todos apoyados por elementos de certificación medioambiental, uso racional de portadores energéticos y aplicación de la innovación tecnológica y el diseño industrial.

En el análisis de los rigurosos criterios de evaluación que mide este modelo de excelencia, existe un comité de expertos, con la Oficina Territorial de Normalización (OTN) de La Habana al frente.

De las entidades ganadoras del Premio Giraldilla en ediciones anteriores, varias han sido reconocidas con el Premio Nacional de Calidad, entre estas Cubacel, Prácticos de Cuba, Clínica de Retinosis Pigmentaria Camilo Cienfuegos y el Hotel Plaza.

El Premio Giraldilla a la Calidad de la Gestión Empresarial fue el primero de su tipo instituido en el país como vía de estimular la eficiencia en la gestión del empresariado y sirvió de base para la creación del Nacional de Calidad, así como de otros establecidos posteriormente por organismos y el resto de las provincias cubanas

A buen ritmo cosecha de papa en la provincia de Cienfuegos

 

cosecha de papa


Cienfuegos, 24 mar (ACN) La cosecha de la papa en la provincia de Cienfuegos marcha a buen ritmo y se encuentra a más del 35 por ciento del plan, después de dos semanas de comenzada la campaña de recogida.

Rolando Pérez Ramos, director general de la Empresa Agropecuaria Horquita, del municipio de Abreus, declaró a la Agencia Cubana de Noticias que mantienen un rendimiento de 20 toneladas (t) por hectárea (ha), en los primeros días acopiaron unas 90 t de papa nacional y ya comenzaron a recolectar las variedades importadas.

Dijo que en estos momentos laboran en la Cooperativa de Producción Agropecuaria 28 de Enero, en las Unidades Básicas de Producción Cooperativa Che Guevara y Victoria de Girón, y en la Granja número 4.

En la recogida intervienen obreros de las unidades productoras y cuentan con la participación de varios habitantes de los asentamientos cercanos; además, recibieron el apoyo de un grupo de féminas convocadas por la Federación de Mujeres Cubanas, quienes recolectaron más de tres mil quintales del producto.

Pérez Ramos abundó que hasta la fecha vendieron más de dos mil 200 t del tubérculo y distribuyeron la primera vuelta de seis libras per cápita destinadas a la población del territorio.

Agregó que realizaron los envíos hacia La Habana y el municipio especial Isla de la Juventud, en tanto en el transcurso de esta semana expedirán ese producto hacia la provincia de Sancti Spíritus.

Con un plan comprometido de seis mil 422 t del tubérculo, desde su siembra este cultivo tuvo asegurado el 100 por ciento de fertilizantes, herbicidas y agua suficiente para alcanzar un desarrollo óptimo.

Dalia Álvarez Cuéllar, trabajadora de la entidad y jefa de una finca, explicó que empiezan el acopio de la papa a las siete de la mañana y muchas veces están en el campo hasta las seis de la tarde, para aprovechar al máximo la jornada y contribuir al mayor rendimiento posible.

Por su parte, Ángel Carlos Mejías Guerra, de 20 años y en pleno cumplimiento de su servicio militar en el Ejército Juvenil del Trabajo, resaltó que acuden todos los días de la semana, de 8:00 am a 4:00 pm, y tienen el encargo de llenar unos 20 sacos a diario.

La labor no es fácil, pero se hace un esfuerzo por llevar a cabo la tarea, con mi aporte aquí ayudo a la alimentación del pueblo y soy útil a la Patria, añadió.

EL PARTIDO Y LA SOCIEDAD

Por Jorge Gómez Barata

La sociedad cubana está en dificultades; la novedad es el modo como sé conjugan y el entorno que producen. El bloqueo de los Estados Unidos llevado al límite por Donald Trump, las reiteradas maniobras contrarrevolucionarias, ahora sobreactuadas por la prensa oficial que antes las omitía, las deficiencias del modelo económico, las consecuencias materiales y humanas de la pandemia que dejó al país sin ingresos y con deudas y, al avanzar traza un rastro que acumula 68. 250 enfermos, 401 fallecidos y gastos por más de dos mil millones, todo lo cual configura una peligrosa contingencia.

En el corto plazo, asoma la esperanza. Una es la vacuna anti COVID que ya comenzó a aplicarse, la otra viene del Partido que debe saber qué hacer, y que en semanas efectuará su Congreso, un evento tradicionalmente predecible y ahora de difícil pronóstico. Desde las gradas, todos observan. Unos confían y los menos dudan, pero siguen ahí, algunos porque no tienen a donde ir y otros porque forman el núcleo duro del proceso y actúan como el necio del poeta.

Todos dependen de la lucidez y la audacia del Partido que, en la condición de “…Dirigente superior de la sociedad y del estado”, fórmula que la Constitución legitima y el pueblo y con su voto ha refrendado dos veces, conduce tanto a los que confían como a los que dudan. Hacia donde vaya el partido, irá el país.

El drama de muchos países es que carecen de opciones, mientras que a Cuba le sobran. Puede quedarse donde está o avanzar. También atrincherarse o lanzarse a la ofensiva para lo cual, como siempre ocurre con los audaces, se expondrá. Resistir es una fórmula heroica, no un programa político y Numancia un legado no un paradigma…En fin todo depende del Partido que decidirá por millones.

La historia del partido en la revolución y su relación con la sociedad la comenzó Lenin 119 años atrás cuando escribió ¿Qué hacer? En aquel opúsculo, redactado 15 años antes de tomar el poder, el líder ruso definió al partido como una “organización de revolucionarios profesionales”, un instrumento para la toma del poder (no un aparato para ejercerlo) que, debido a la persecución policial, estaba obligado a ser lo “más clandestino y pequeño posible”.

A aquella revolución le ocurrió lo que a todas. Ninguna evade su destino. De alternativa se transforman en poder y los revolucionarios, de opositores en gobernantes. De vanguardia política el Partido devino aparato de poder y de un órgano formado por militantes cohesionados por la disciplina, se convirtió en cabeza de una sociedad constituida por ciudadanos libres.

Originalmente la Revolución Cubana prescindió de los partidos. En la Sierra Maestra el liderazgo fue ejercido por Fidel y los comandantes rebeldes y en las ciudades lo hizo el Movimiento 26 de Julio, orientado desde el territorio liberado. Una vez triunfado, cuando se trataba de unir y cohesionar a las fuerzas políticas y a la sociedad en su conjunto, se avanzó en la integración de las fuerzas revolucionarias en una sola organización. Sin que se calculara, la idea fue al encuentro de la modalidad de partido único, vigente en la Unión Soviética cuyo modelo político fue luego adoptado.

Al asumir que el Partido sería el dirigente superior de la sociedad y del estado, fórmula convertida en precepto constitucional, la organización dejó de ser una entidad cerrada para actuar en función de la sociedad. Al ser la única entidad política, aunque agrupe a menos del diez por ciento de la población, en Cuba aspira a ser de todo el pueblo, lo cual genera una dialéctica en que las masas apoyan, pero reclaman, siguen, pero empujan.

El presidente Diaz-Canel aportó tranquilidad y motivos para el  optimismo al precisar: “Vamos a un Congreso a debatir y a proponer soluciones…en concordancia con lo que aspira el pueblo…vamos representando a la militancia, a nuestras organizaciones de base del Partido, pero, sobre todo, vamos representando al pueblo”.

Como ha sido dicho: “Nunca somos tan sabios como cuando reflexionamos todos juntos". Allá nos vemos.

24/03/2021
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AlaSoluciones: cubanos que hacen drones

 

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Mar 24 · 10 min read



/ Fotos: cortesía de AlaSoluciones

Ya es un hecho que Cuba tiene sus propios drones. Varios académicos e investigadores del archipiélago pensaban, desde hace más de 30 años, en el diseño de robots. El punto culminante para materializar esta idea fue la creación, en noviembre de 2018, del Grupo para el Desarrollo de la Robótica en Cuba.

La alianza entre especialistas de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), la Universidad Central de Las Villas Marta Abreu (UCLV) y la Universidad de Oriente le dieron forma al Grupo. En la Isla esas son las tres instituciones de educación superior donde se estudia la carrera de Ingeniería Automática.

Teniendo en cuenta la experiencia de trabajo de cada una se dividieron los roles de liderazgo. “Así, por ejemplo, la CUJAE se encarga de las investigaciones vinculadas a la robótica industrial. Mientras tanto, la Universidad de Oriente asume el desarrollo de la robótica para uso personal — fundamentalmente para la salud — , y la UCLV enfoca su trabajo hacia los robots vinculados a los servicios, según refiere Cubadebate en el artículo “¿Cómo marcha el desarrollo de la robótica en Cuba?”.

En una entrevista que le concediera a la revista Juventud Técnica, en el 2016, el Dr. Luis Hernández Santana, responsable del Grupo de Investigación de Robótica y Percepción de la Facultad de Ingeniería de la UCLV, recordaba que a principios del siglo XXI la primera participación que tuvieron con un Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT) fue a partir de la invitación de un colega de la Universidad Politécnica de Madrid para cursar una beca en el uso de helicópteros automáticos.

Con los resultados del proyecto hecho en España por un compañero de Hernández, el grupo buscaba financiamiento para poder materializarlo en Cuba. En varios eventos expusieron el trabajo y recibieron la propuesta de llevar la experiencia a los vehículos subacuáticos, con la cual obtuvieron un premio Academia de Ciencias de Cuba en 2014.

Abandonar los estudios de los aviones nunca fue la idea. “La colaboración establecida con el Consejo Interuniversitario Flamenco, de Bélgica, les permitió continuar con el progreso de los vehículos subacuáticos y regresar a los aéreos”, según manifestara Luis Hernández en la entrevista a JT.

Sobre los principales avances en el territorio nacional, ya están adelantadas las técnicas de la agricultura de precisión, el uso de software de mapeo, el procesamiento de imágenes y la implementación del piloto automático para vehículos autónomos.

Nuevos protagonistas incógnitos

En octubre de 2020, el Parque Científico-Tecnológico (PCT) de La Habana firma su primer contrato con AlaSoluciones, una iniciativa de trabajadores por cuenta propia enfocada en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados destinados a la industria y los servicios.

El proyecto, concebido en el año 2017, tiene como principal objetivo aportar soluciones tecnológicas en estos ámbitos, con el propósito de contribuir a insertar al país en la cuarta Revolución Industrial.

En el contexto actual, AlaSoluciones podrá incubar en el PCT su proyecto para la creación de una Empresa de Base Tecnológica.

Este convenio le permitirá mejorar su organización interna, ampliar su cartera de clientes, posibilidades de exportación, así como “diversificar y aumentar las funcionalidades de los VANT, a partir de un plan de innovación elaborado por cada modelo de dron”, según revelara Rafael Luis Torralbas, presidente de la Sociedad Mercantil del Parque en una entrevista para la Agencia Cubana de Noticias.
Sueños hechos realidad

“En el Instituto Técnico Militar nacieron las primeras ideas de lo que hoy es AlaSoluciones. Allí se elaboraron varios prototipos. Fue llevar a la práctica todo lo que te enseñaron en la escuela; la teoría y el conocimiento que uno ve en libros. Tuvimos esa posibilidad de calcularlo y ver que realmente funcionaba”, relata a Juventud Técnica Erick Carmona Padrón, jefe del proyecto.

Fue en el 2017 cuando el joven mecánico de aviación se licenció de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, pasó al área civil y buscó la vía de retomar el sueño de crear sus propios drones, con el respaldo del Club de Aviación de Cuba, unidad que lo representa como aeromodelista.

“Buscamos una manera de darles a los drones y aviones creados por nosotros un fin comercial. O sea, fabricar soluciones tecnológicas para algunas empresas que permitieran llevar el aeromodelismo y el saber de la escuela de aviación a un producto que impacte en la economía y en algunos servicios”, comenta Carmona Padrón.

AlaSoluciones ha estado asociado con el Grupo Empresarial GEOCUBA, entidad que ha utilizado el sistema AS-X8 versión 1, para trabajos de levantamiento fotográficos en lugares como el aeropuerto José Martí, el plan citrícola de Jagüey Grande y la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Igualmente, para el análisis de las inundaciones ocurridas en el malecón habanero y el derrame de petróleo en la bahía de Cienfuegos.

Según se refiere en el blog Modelismo Cubano y RC, este sistema es de menor costo y tiene mejores características técnicas en comparación con otros empleados por GEOCUBA. “El despegue por catapulta y el aterrizaje por paracaídas le permite operar en cualquier terreno. Su autonomía de una hora y 15 minutos supera a los 45 minutos de sistemas rusos y estadounidenses, mejorando notablemente la productividad de cada vuelo”.

AS-X8 versión 2 es el primer VANT cubano que opera completamente autónomo, desde el despegue hasta el aterrizaje. Su autonomía mejora (de 70 a 120 minutos) la robustez y facilidad de trabajo.

“Desarrollamos también un vehículo de despegue vertical, conocido como dron de ala rotatoria. Sobre todo, es para tareas de inspección, por ejemplo, de las torres de alta tensión. Así se evita que una persona suba y arriesgue su vida. Este trabajo con el dron facilita, de manera rápida, las inspecciones sin tener que enfriar las líneas. O sea, se puede hacer sin apagar una sección de las torres de alta tensión y sin que afecte la distribución eléctrica”, argumenta Erick Carmona Padrón.


Servicio de cetrería robótica para el control aviar en aeropuertos y la agricultura.

Generalmente, para estas acciones, cuentan con el asesoramiento de especialistas, en dependencia del sector al que brindarán sus servicios.

Por ejemplo, para emplear el Sistema de Cetrería Robótica Gavilán, drones que adoptan la forma de esta ave, y cuyo propósito es brindar el servicio de control aviar en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, buscan lo opinión de un ornitólogo. Este experto analizaría las aves que habitan en esas zonas y confirmaría si con el gavilán sería posible ahuyentarlas, sin que sufran maltrato.

“Tales estudios funcionarían igualmente para un campo de cultivo”, refiere Yosue Montes De Oca Arias, otro de los nueve integrantes y cofundador de AlaSoluciones.

Cuba tiene varias entidades que emplean esta tecnología a través de empresas extranjeras. Una de las limitantes de rentar el servicio desde el exterior sería el mantenimiento de los drones o solucionar una rotura, por el alto costo y la lejanía de los proveedores. De ahí la ventaja de contar con opciones in situ.

“Tenemos otro sistema que hemos utilizado para trabajos de captura de imágenes, hacer mapas, calcular volúmenes de minas y analizar impactos negativos sobre el medio ambiente de obras constructivas. Todo ello a través de la fotografía. Tiene alrededor de dos horas de autonomía, que le permite estar mucho tiempo en el aire y capturar varias imágenes”, argumenta Carmona.
De su génesis

AlaSoluciones lo integran ingenieros mecánicos, informáticos, agrónomos y técnicos, todos aeromodelistas. Un grupo pequeño, pero devoto de su trabajo.

En cuanto a la tecnología que utilizan en sus drones, hay mucho de electrónica, programación y horas de dedicación. Están pendientes a las novedades que surgen en ese ámbito y siempre en constante actualización.

Por años, el hogar de uno de los integrantes del grupo en San Nicolás, provincia de Mayabeque, ha sido el taller principal para el ensamble de los aviones. Aunque por un tiempo decidieron cerrar el proyecto porque no tenían el marco regulatorio para funcionar como empresa, o que el alcance económico no estaba diseñado para ese fin, según comentara su gestor, hoy se alista ya la entrega de una oficina en el Parque Científico-Tecnológico de La Habana, radicado en la Universidad de Ciencias Informáticas.

Para la confección de los VANT emplean diversos materiales, desde poliespuma, madera de balsa (especie árbol tropical originario de las selvas de Centroamérica y Suramérica), fibra de carbono hasta plásticos ligeros con impresión 3D. En relación con la electrónica se han basado en el software libre Arduino y los resultados hasta el momento han sido alentadores. Para el diseño se apoyan en los programas computacionales Autodesk Inventor Professional 2017 y Autodesk Eagle, este último esencial en la concepción de los circuitos.


Dron de ala rotatoria para la inspección de torres de comunicaciones y alta tensión

“Pienso que en Cuba preparan muy bien a los ingenieros; existe una base técnica fuerte. Tenemos excelentes contactos con la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE) y siempre buscamos a jóvenes que gusten de trabajar con nosotros. Así los adentramos a las nuevas tecnologías. Nuestra satisfacción es que el país avance y que esta tecnología vaya ganando poco a poco un espacio en nuestro territorio, sobre todo, a la hora de hacer más eficientes los procesos”, explica Erick Carmona.

Hasta el fondo del mar

Actualmente, AlaSoluciones incursiona en la agricultura de precisión, estrategia de administración que utiliza tecnología de la información y las comunicaciones para recolectar datos útiles desde distintas fuentes. Al dron de ala rotatoria lograron colocarle un pequeño volumen de líquido para fu- migar. Lo han utilizado para mostrar la eficiencia de esa tecnología.

“Nos sirvió para mejorar los algoritmos de control, ver toda la infraestructura necesaria para trabajar desde el punto de vista de hardware, probar y demostrar a los clientes la capacidad que tenemos de hacerlos más grandes.

“Queremos impactar en la fumigación porque el país gasta mucho dinero en esa actividad. Además de que la salud del agricultor se ve afectada por carecer, en ocasiones, de los medios de protección, con lo cual aspira la sustancia”, ilustra el jefe del proyecto.

En estos momentos ya marcha el proceso de importar las piezas que necesitan para hacer el prototipo, por lo que, según Carmona, en poco tiempo deben tener prototipos operativos con volúmenes responsables de más de 12 litros de líquido para fumigar los campos.

Luego de varios años dedicados a la confección de VANT, casi todos aéreos, en Yosue Montes recae ahora la responsabilidad del desarrollo de un vehículo submarino para la inspección.

“El mundo submarino es nuevo para nosotros. Lo estamos estudiando. La idea es que se utilice para la inspección de los cascos de los barcos, los pilotes, su estado técnico, así como para el dragado de las bahías. A su vez, se puede comprobar la necesidad de hacerlo y certificarlo una vez hecho. Es práctico, además, para la inspección de la coralina y ver el impacto medio ambiental”, valora Yosue Montes de Oca.


Yaguasamín, vehículo submarino



El grupo de desarrolladores de drones incursiona también en una nueva línea de trabajo: los sistemas o sensores desatendidos. La idea es obtener datos, por ejemplo, de mini estaciones meteorológicas a través de la red telefónica de manera automática, aunque todavía no cuentan con un prototipo probado.

Erick Carmona revela a Juventud Técnica que con esta inventiva se puede conocer en tiempo real la relatividad, velocidad del viento y otras variables atmosféricas. Puede ser aplicable en la agricultura, para obtener información actual de la humedad relativa del suelo, su nivel de hidrogenación, nivel de fotosíntesis de la planta, intensidad solar y todo lo que permita tomar decisiones en el campo.
Soberanía tecnológica

Diseñar y fabricar la propia tecnología posibilitaría a Cuba librarse de desventajas tales como que los productores no dieran acceso a los mantenimientos generales, software de control y actualización. Se ahorraría el país invertir en un vehículo nuevo no tripulado, al ser tan alto su costo en el mercado internacional.

“Los precios dependen del tipo de VANT. Por ejemplo, los de ala rotatoria (drones) son más baratos y los de ala fija (aviones) casi siempre son más caros. Del primero, un Matrice 200, de la empresa china DJI, con varias baterías y cámaras, oscila entre los 10 mil y 20 mil euros. El avión no tripulado conocido como eBee plus tiene un valor en el mercado de más de 26 mil euros. Tiene menos autonomía que el que desarrollamos nosotros y no lo venden a Cuba por el bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos. Hay que comprarlo a un tercero. Generalmente como no es de fábrica no da garantía”, asevera Carmona.

“Rescatar la soberanía tecnológica es nuestra primera bandera — afirma — . Prácticamente los VANT agrupan telecomunicaciones, sensores, automática y sistemas de producción de alto nivel, para así lograr estructuras ligeras y ágiles. La tecnología creada sirve para desarrollar otros sectores de la sociedad. Destacar que ser soberanos en este escenario garantizaría la posibilidad de adaptar el producto a las necesidades del país”.

Del diálogo con los creadores de AlaSoluciones nace la sensación de que cada idea está cuidadosamente pensada. Solo resta consolidar el proyecto para que en un futuro inmediato se conviertan en una Empresa de Base Tecnológica. Así podrían ampliar su cartera de servicios al brindar soluciones para la industria través del desarrollo y despliegue de VANT. Entre sus prestaciones también se incluirían la creación y modernización de máquinas, herramientas de control computarizado, la automatización de procesos y líneas de producción, así como consultorías técnicas sobre estos temas, tanto en Cuba como en el extranjero.