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Mar 24 · 10 min read
/ Fotos: cortesía de AlaSoluciones
Ya es un hecho que Cuba tiene sus propios drones. Varios académicos e investigadores del archipiélago pensaban, desde hace más de 30 años, en el diseño de robots. El punto culminante para materializar esta idea fue la creación, en noviembre de 2018, del Grupo para el Desarrollo de la Robótica en Cuba.
La alianza entre especialistas de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría (CUJAE), la Universidad Central de Las Villas Marta Abreu (UCLV) y la Universidad de Oriente le dieron forma al Grupo. En la Isla esas son las tres instituciones de educación superior donde se estudia la carrera de Ingeniería Automática.
Teniendo en cuenta la experiencia de trabajo de cada una se dividieron los roles de liderazgo. “Así, por ejemplo, la CUJAE se encarga de las investigaciones vinculadas a la robótica industrial. Mientras tanto, la Universidad de Oriente asume el desarrollo de la robótica para uso personal — fundamentalmente para la salud — , y la UCLV enfoca su trabajo hacia los robots vinculados a los servicios, según refiere Cubadebate en el artículo “¿Cómo marcha el desarrollo de la robótica en Cuba?”.
En una entrevista que le concediera a la revista Juventud Técnica, en el 2016, el Dr. Luis Hernández Santana, responsable del Grupo de Investigación de Robótica y Percepción de la Facultad de Ingeniería de la UCLV, recordaba que a principios del siglo XXI la primera participación que tuvieron con un Vehículo Aéreo No Tripulado (VANT) fue a partir de la invitación de un colega de la Universidad Politécnica de Madrid para cursar una beca en el uso de helicópteros automáticos.
Con los resultados del proyecto hecho en España por un compañero de Hernández, el grupo buscaba financiamiento para poder materializarlo en Cuba. En varios eventos expusieron el trabajo y recibieron la propuesta de llevar la experiencia a los vehículos subacuáticos, con la cual obtuvieron un premio Academia de Ciencias de Cuba en 2014.
Abandonar los estudios de los aviones nunca fue la idea. “La colaboración establecida con el Consejo Interuniversitario Flamenco, de Bélgica, les permitió continuar con el progreso de los vehículos subacuáticos y regresar a los aéreos”, según manifestara Luis Hernández en la entrevista a JT.
Sobre los principales avances en el territorio nacional, ya están adelantadas las técnicas de la agricultura de precisión, el uso de software de mapeo, el procesamiento de imágenes y la implementación del piloto automático para vehículos autónomos.
Nuevos protagonistas incógnitos
En octubre de 2020, el Parque Científico-Tecnológico (PCT) de La Habana firma su primer contrato con AlaSoluciones, una iniciativa de trabajadores por cuenta propia enfocada en el desarrollo de vehículos aéreos no tripulados destinados a la industria y los servicios.
El proyecto, concebido en el año 2017, tiene como principal objetivo aportar soluciones tecnológicas en estos ámbitos, con el propósito de contribuir a insertar al país en la cuarta Revolución Industrial.
En el contexto actual, AlaSoluciones podrá incubar en el PCT su proyecto para la creación de una Empresa de Base Tecnológica.
Este convenio le permitirá mejorar su organización interna, ampliar su cartera de clientes, posibilidades de exportación, así como “diversificar y aumentar las funcionalidades de los VANT, a partir de un plan de innovación elaborado por cada modelo de dron”, según revelara Rafael Luis Torralbas, presidente de la Sociedad Mercantil del Parque en una entrevista para la Agencia Cubana de Noticias.
Sueños hechos realidad
“En el Instituto Técnico Militar nacieron las primeras ideas de lo que hoy es AlaSoluciones. Allí se elaboraron varios prototipos. Fue llevar a la práctica todo lo que te enseñaron en la escuela; la teoría y el conocimiento que uno ve en libros. Tuvimos esa posibilidad de calcularlo y ver que realmente funcionaba”, relata a Juventud Técnica Erick Carmona Padrón, jefe del proyecto.
Fue en el 2017 cuando el joven mecánico de aviación se licenció de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, pasó al área civil y buscó la vía de retomar el sueño de crear sus propios drones, con el respaldo del Club de Aviación de Cuba, unidad que lo representa como aeromodelista.
“Buscamos una manera de darles a los drones y aviones creados por nosotros un fin comercial. O sea, fabricar soluciones tecnológicas para algunas empresas que permitieran llevar el aeromodelismo y el saber de la escuela de aviación a un producto que impacte en la economía y en algunos servicios”, comenta Carmona Padrón.
AlaSoluciones ha estado asociado con el Grupo Empresarial GEOCUBA, entidad que ha utilizado el sistema AS-X8 versión 1, para trabajos de levantamiento fotográficos en lugares como el aeropuerto José Martí, el plan citrícola de Jagüey Grande y la Zona Especial de Desarrollo Mariel. Igualmente, para el análisis de las inundaciones ocurridas en el malecón habanero y el derrame de petróleo en la bahía de Cienfuegos.
Según se refiere en el blog Modelismo Cubano y RC, este sistema es de menor costo y tiene mejores características técnicas en comparación con otros empleados por GEOCUBA. “El despegue por catapulta y el aterrizaje por paracaídas le permite operar en cualquier terreno. Su autonomía de una hora y 15 minutos supera a los 45 minutos de sistemas rusos y estadounidenses, mejorando notablemente la productividad de cada vuelo”.
AS-X8 versión 2 es el primer VANT cubano que opera completamente autónomo, desde el despegue hasta el aterrizaje. Su autonomía mejora (de 70 a 120 minutos) la robustez y facilidad de trabajo.
“Desarrollamos también un vehículo de despegue vertical, conocido como dron de ala rotatoria. Sobre todo, es para tareas de inspección, por ejemplo, de las torres de alta tensión. Así se evita que una persona suba y arriesgue su vida. Este trabajo con el dron facilita, de manera rápida, las inspecciones sin tener que enfriar las líneas. O sea, se puede hacer sin apagar una sección de las torres de alta tensión y sin que afecte la distribución eléctrica”, argumenta Erick Carmona Padrón.
Servicio de cetrería robótica para el control aviar en aeropuertos y la agricultura.
Generalmente, para estas acciones, cuentan con el asesoramiento de especialistas, en dependencia del sector al que brindarán sus servicios.
Por ejemplo, para emplear el Sistema de Cetrería Robótica Gavilán, drones que adoptan la forma de esta ave, y cuyo propósito es brindar el servicio de control aviar en el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana, buscan lo opinión de un ornitólogo. Este experto analizaría las aves que habitan en esas zonas y confirmaría si con el gavilán sería posible ahuyentarlas, sin que sufran maltrato.
“Tales estudios funcionarían igualmente para un campo de cultivo”, refiere Yosue Montes De Oca Arias, otro de los nueve integrantes y cofundador de AlaSoluciones.
Cuba tiene varias entidades que emplean esta tecnología a través de empresas extranjeras. Una de las limitantes de rentar el servicio desde el exterior sería el mantenimiento de los drones o solucionar una rotura, por el alto costo y la lejanía de los proveedores. De ahí la ventaja de contar con opciones in situ.
“Tenemos otro sistema que hemos utilizado para trabajos de captura de imágenes, hacer mapas, calcular volúmenes de minas y analizar impactos negativos sobre el medio ambiente de obras constructivas. Todo ello a través de la fotografía. Tiene alrededor de dos horas de autonomía, que le permite estar mucho tiempo en el aire y capturar varias imágenes”, argumenta Carmona.
De su génesis
AlaSoluciones lo integran ingenieros mecánicos, informáticos, agrónomos y técnicos, todos aeromodelistas. Un grupo pequeño, pero devoto de su trabajo.
En cuanto a la tecnología que utilizan en sus drones, hay mucho de electrónica, programación y horas de dedicación. Están pendientes a las novedades que surgen en ese ámbito y siempre en constante actualización.
Por años, el hogar de uno de los integrantes del grupo en San Nicolás, provincia de Mayabeque, ha sido el taller principal para el ensamble de los aviones. Aunque por un tiempo decidieron cerrar el proyecto porque no tenían el marco regulatorio para funcionar como empresa, o que el alcance económico no estaba diseñado para ese fin, según comentara su gestor, hoy se alista ya la entrega de una oficina en el Parque Científico-Tecnológico de La Habana, radicado en la Universidad de Ciencias Informáticas.
Para la confección de los VANT emplean diversos materiales, desde poliespuma, madera de balsa (especie árbol tropical originario de las selvas de Centroamérica y Suramérica), fibra de carbono hasta plásticos ligeros con impresión 3D. En relación con la electrónica se han basado en el software libre Arduino y los resultados hasta el momento han sido alentadores. Para el diseño se apoyan en los programas computacionales Autodesk Inventor Professional 2017 y Autodesk Eagle, este último esencial en la concepción de los circuitos.
Dron de ala rotatoria para la inspección de torres de comunicaciones y alta tensión
“Pienso que en Cuba preparan muy bien a los ingenieros; existe una base técnica fuerte. Tenemos excelentes contactos con la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE) y siempre buscamos a jóvenes que gusten de trabajar con nosotros. Así los adentramos a las nuevas tecnologías. Nuestra satisfacción es que el país avance y que esta tecnología vaya ganando poco a poco un espacio en nuestro territorio, sobre todo, a la hora de hacer más eficientes los procesos”, explica Erick Carmona.
Hasta el fondo del mar
Actualmente, AlaSoluciones incursiona en la agricultura de precisión, estrategia de administración que utiliza tecnología de la información y las comunicaciones para recolectar datos útiles desde distintas fuentes. Al dron de ala rotatoria lograron colocarle un pequeño volumen de líquido para fu- migar. Lo han utilizado para mostrar la eficiencia de esa tecnología.
“Nos sirvió para mejorar los algoritmos de control, ver toda la infraestructura necesaria para trabajar desde el punto de vista de hardware, probar y demostrar a los clientes la capacidad que tenemos de hacerlos más grandes.
“Queremos impactar en la fumigación porque el país gasta mucho dinero en esa actividad. Además de que la salud del agricultor se ve afectada por carecer, en ocasiones, de los medios de protección, con lo cual aspira la sustancia”, ilustra el jefe del proyecto.
En estos momentos ya marcha el proceso de importar las piezas que necesitan para hacer el prototipo, por lo que, según Carmona, en poco tiempo deben tener prototipos operativos con volúmenes responsables de más de 12 litros de líquido para fumigar los campos.
Luego de varios años dedicados a la confección de VANT, casi todos aéreos, en Yosue Montes recae ahora la responsabilidad del desarrollo de un vehículo submarino para la inspección.
“El mundo submarino es nuevo para nosotros. Lo estamos estudiando. La idea es que se utilice para la inspección de los cascos de los barcos, los pilotes, su estado técnico, así como para el dragado de las bahías. A su vez, se puede comprobar la necesidad de hacerlo y certificarlo una vez hecho. Es práctico, además, para la inspección de la coralina y ver el impacto medio ambiental”, valora Yosue Montes de Oca.
Yaguasamín, vehículo submarino
El grupo de desarrolladores de drones incursiona también en una nueva línea de trabajo: los sistemas o sensores desatendidos. La idea es obtener datos, por ejemplo, de mini estaciones meteorológicas a través de la red telefónica de manera automática, aunque todavía no cuentan con un prototipo probado.
Erick Carmona revela a Juventud Técnica que con esta inventiva se puede conocer en tiempo real la relatividad, velocidad del viento y otras variables atmosféricas. Puede ser aplicable en la agricultura, para obtener información actual de la humedad relativa del suelo, su nivel de hidrogenación, nivel de fotosíntesis de la planta, intensidad solar y todo lo que permita tomar decisiones en el campo.
Soberanía tecnológica
Diseñar y fabricar la propia tecnología posibilitaría a Cuba librarse de desventajas tales como que los productores no dieran acceso a los mantenimientos generales, software de control y actualización. Se ahorraría el país invertir en un vehículo nuevo no tripulado, al ser tan alto su costo en el mercado internacional.
“Los precios dependen del tipo de VANT. Por ejemplo, los de ala rotatoria (drones) son más baratos y los de ala fija (aviones) casi siempre son más caros. Del primero, un Matrice 200, de la empresa china DJI, con varias baterías y cámaras, oscila entre los 10 mil y 20 mil euros. El avión no tripulado conocido como eBee plus tiene un valor en el mercado de más de 26 mil euros. Tiene menos autonomía que el que desarrollamos nosotros y no lo venden a Cuba por el bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos. Hay que comprarlo a un tercero. Generalmente como no es de fábrica no da garantía”, asevera Carmona.
“Rescatar la soberanía tecnológica es nuestra primera bandera — afirma — . Prácticamente los VANT agrupan telecomunicaciones, sensores, automática y sistemas de producción de alto nivel, para así lograr estructuras ligeras y ágiles. La tecnología creada sirve para desarrollar otros sectores de la sociedad. Destacar que ser soberanos en este escenario garantizaría la posibilidad de adaptar el producto a las necesidades del país”.
Del diálogo con los creadores de AlaSoluciones nace la sensación de que cada idea está cuidadosamente pensada. Solo resta consolidar el proyecto para que en un futuro inmediato se conviertan en una Empresa de Base Tecnológica. Así podrían ampliar su cartera de servicios al brindar soluciones para la industria través del desarrollo y despliegue de VANT. Entre sus prestaciones también se incluirían la creación y modernización de máquinas, herramientas de control computarizado, la automatización de procesos y líneas de producción, así como consultorías técnicas sobre estos temas, tanto en Cuba como en el extranjero.
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ResponderEliminarEl uso de drones como los desarrollados por AlaSoluciones en Cuba es una innovación significativa en la realización de inspecciones OCA (Organismo de Control Autorizado). Estos drones permiten realizar inspecciones técnicas en infraestructuras críticas, como torres de alta tensión y cascos de barcos, con mayor seguridad y precisión. Según estudios, la incorporación de drones en inspecciones industriales puede mejorar la precisión de los datos en un 40% y reducir costos operativos hasta en un 30%.
ResponderEliminarAdemás, el desarrollo de esta tecnología dentro de Cuba refuerza la soberanía tecnológica del país, permitiendo que las inspecciónes OCA se realicen sin depender de proveedores extranjeros. Esto es especialmente importante en un contexto de restricciones económicas, ya que garantiza la continuidad y confiabilidad de las inspecciones, asegurando que se cumplan los estándares internacionales necesarios para la seguridad y eficiencia de las infraestructuras inspeccionadas.
En resumen, la integración de drones en el proceso de inspección OCA no solo mejora la eficiencia y la seguridad de las inspecciones, sino que también contribuye a la autonomía tecnológica del país, asegurando que las normativas de control y seguridad sean cumplidas de manera efectiva y sin interrupciones.