La sociedad cubana está en dificultades; la novedad es el modo como sé conjugan y el entorno que producen. El bloqueo de los Estados Unidos llevado al límite por Donald Trump, las reiteradas maniobras contrarrevolucionarias, ahora sobreactuadas por la prensa oficial que antes las omitía, las deficiencias del modelo económico, las consecuencias materiales y humanas de la pandemia que dejó al país sin ingresos y con deudas y, al avanzar traza un rastro que acumula 68. 250 enfermos, 401 fallecidos y gastos por más de dos mil millones, todo lo cual configura una peligrosa contingencia.
En el corto plazo, asoma la esperanza. Una es la vacuna anti COVID que ya comenzó a aplicarse, la otra viene del Partido que debe saber qué hacer, y que en semanas efectuará su Congreso, un evento tradicionalmente predecible y ahora de difícil pronóstico. Desde las gradas, todos observan. Unos confían y los menos dudan, pero siguen ahí, algunos porque no tienen a donde ir y otros porque forman el núcleo duro del proceso y actúan como el necio del poeta.
Todos dependen de la lucidez y la audacia del Partido que, en la condición de “…Dirigente superior de la sociedad y del estado”, fórmula que la Constitución legitima y el pueblo y con su voto ha refrendado dos veces, conduce tanto a los que confían como a los que dudan. Hacia donde vaya el partido, irá el país.
El drama de muchos países es que carecen de opciones, mientras que a Cuba le sobran. Puede quedarse donde está o avanzar. También atrincherarse o lanzarse a la ofensiva para lo cual, como siempre ocurre con los audaces, se expondrá. Resistir es una fórmula heroica, no un programa político y Numancia un legado no un paradigma…En fin todo depende del Partido que decidirá por millones.
La historia del partido en la revolución y su relación con la sociedad la comenzó Lenin 119 años atrás cuando escribió ¿Qué hacer? En aquel opúsculo, redactado 15 años antes de tomar el poder, el líder ruso definió al partido como una “organización de revolucionarios profesionales”, un instrumento para la toma del poder (no un aparato para ejercerlo) que, debido a la persecución policial, estaba obligado a ser lo “más clandestino y pequeño posible”.
A aquella revolución le ocurrió lo que a todas. Ninguna evade su destino. De alternativa se transforman en poder y los revolucionarios, de opositores en gobernantes. De vanguardia política el Partido devino aparato de poder y de un órgano formado por militantes cohesionados por la disciplina, se convirtió en cabeza de una sociedad constituida por ciudadanos libres.
Originalmente la Revolución Cubana prescindió de los partidos. En la Sierra Maestra el liderazgo fue ejercido por Fidel y los comandantes rebeldes y en las ciudades lo hizo el Movimiento 26 de Julio, orientado desde el territorio liberado. Una vez triunfado, cuando se trataba de unir y cohesionar a las fuerzas políticas y a la sociedad en su conjunto, se avanzó en la integración de las fuerzas revolucionarias en una sola organización. Sin que se calculara, la idea fue al encuentro de la modalidad de partido único, vigente en la Unión Soviética cuyo modelo político fue luego adoptado.
Al asumir que el Partido sería el dirigente superior de la sociedad y del estado, fórmula convertida en precepto constitucional, la organización dejó de ser una entidad cerrada para actuar en función de la sociedad. Al ser la única entidad política, aunque agrupe a menos del diez por ciento de la población, en Cuba aspira a ser de todo el pueblo, lo cual genera una dialéctica en que las masas apoyan, pero reclaman, siguen, pero empujan.
El presidente Diaz-Canel aportó tranquilidad y motivos para el optimismo al precisar: “Vamos a un Congreso a debatir y a proponer soluciones…en concordancia con lo que aspira el pueblo…vamos representando a la militancia, a nuestras organizaciones de base del Partido, pero, sobre todo, vamos representando al pueblo”.
Como ha sido dicho: “Nunca somos tan sabios como cuando reflexionamos todos juntos". Allá nos vemos.
24/03/2021
..........................................................................................................................
El presente artículo fue pubicado por el diario !Por esto! Al
reproducirlo indicar la fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario