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"Peor que los peligros del error son los peligros del silencio." ""Creo que mientras más critica exista dentro del socialismo,eso es lo mejor" Fidel Castro Ruz

miércoles, 4 de enero de 2023

Los problemas de la inserción internacional de la economía cubana a través de los años (III)

enero 3, 2023 Dr José Luis Rodríguez


El impacto de todas estas dificultades se multiplicó a partir de 2020.

Entre los factores externos que han incidido en la crisis de los últimos tres años destaca en primer lugar el impacto de la pandemia, que paralizó el país durante casi dos años y que hasta el presente, ha afectado aproximadamente al 10% de la población (vacunada ya en más del 92%). De las personas que enfermaron se ha recuperado el 99.2%, con una tasa de letalidad del 0.77%, frente al 1.57% en la región de las Américas y 1.02% en el mundo, según datos del MINSAP. En segundo lugar, se encuentra el impacto del bloqueo económico de EE.UU, que entre julio de 2021 y febrero de 2022, se incrementó en 3 mil 006 millones de dólares, creciendo 2.5% en solo ocho meses, con la ya mencionada afectación total de 154 217 MMUSD.[2] En tercer lugar, la crisis económica internacional, agudizada por la guerra de Ucrania, ha provocado en 2022, un incremento en los precios de los alimentos y el combustible, por encima de lo ya registrado en los notables crecimientos del 2020-2021.[3]

A lo anterior se suman los impactos internos, entre los que cabe destacar un grupo de medidas en el orden monetario-financiero adoptadas por el Gobierno cubano en esta etapa, que no dieron los resultados esperados[4] e impactaron en la tasa de inflación, la que –según datos oficiales- se incrementó un 77.3% en 2021 y que hasta octubre del 2022, mostraba un aumento interanual del 39.7%.[5]

En términos macroeconómicos, el PIB –que ya había descendido un 0.2% en el 2019-, se redujo un 10.9% en el 2020 y creció solo un 1.3% en el 2021. Para 2022, de un crecimiento planificado es de un 4%, se obtuvo un 2%.[6]

En relación al sector externo se produjo un fuerte impacto negativo en el comercio exterior entre 2019 y 2021, donde, si bien se reduce el déficit en bienes un 15.5%, cae el saldo neto por servicios exportados un 43.5%. Por ende, el saldo de la balanza comercial se hace negativo en 2021 y se pierden ingresos por 2 mil 835 MMUSD en solo dos años.

Por otra parte, el saldo de cuenta corriente de la balanza de pagos pasó de 2 016 MMUSD a un saldo negativo de -1 300 millones en el 2021, con una pérdida de ingresos por 3 316 millones.

En lo concerniente a la deuda externa, a partir del segundo semestre del 2019 se presenta un default parcial en los pagos, que se generaliza en 2020 y 2021 con incumplimientos de  4 471 millones de dólares, lo que cerró la posibilidad de nuevos créditos, situación que se extendió hasta octubre del 2022. Cabe apuntar que en los tribunales, Cuba enfrenta en estos momentos dos demandas en las cortes de Londres por el impago de la deuda.[7]

Luego de varias negociaciones, el país solicitó una posposición de pagos hasta el 2027, que se concretó con el Club de París, China y Rusia, aunque no se conoció si se cargarían intereses moratorios a partir de las posposiciones aprobadas.

Por último, se ha venido trabajando en propuestas de renegociación flexible de la deuda, con un mínimo de liquidez, que permita pagar y restaurar gradualmente los créditos y la confianza de los acreedores, frente a una calificación del riesgo muy elevada en el caso de Cuba.[8]

Recientemente, durante una gira internacional del presidente cubano por Argelia, Rusia, Turquía y China, se lograron significativos avances. En Rusia y China, se acordó destrabar inversiones que estaban detenidas por impagos, unido a un nuevo enfoque del servicio de la deuda cubana acorde a posibilidades del país. En Argelia, se cancelaron los intereses pendientes de liquidación hasta el presente y se pospuso el pago de la deuda “hasta nuevo aviso”. También en el caso de China, se realizó una donación por 100 millones de dólares para ayudar a Cuba en las complejas circunstancias actuales.[9]

En relación a las reservas internacionales, se estima una reducción de 2 550 millones en dos años, lo que cubre solo en un 76.9% la reducción de ingresos de la cuenta corriente.

Por otro lado, la Inversión Extranjera Directa entre el 2020 y el 2022 se ha visto lógicamente afectada. En el 2020 se firmaron 30 nuevos negocios con 2 000 MMUSD de capital comprometido, pero en el 2021 solo se concluyeron 50 acuerdos por 138 millones. La situación hasta noviembre del 2022 registraba 30 nuevos negocios por unos 402 millones de dólares de compromiso de inversión[10].

Desde la aprobación de la nueva ley de inversión extranjera en 2014, se han concluido 323 negocios. De ellos, 104 son empresas mixtas; 161 acuerdos de asociación económica internacional; y 56 son empresas 100% de capital extranjero.

Si bien desde los años ´90 han ingresado al país alrededor de 10 000 millones de dólares como IED, se requiere ajustar la política de promoción en los negocios con capital extranjero, para lo cual se ha aprobado recientemente la posibilidad de negocios con el sector no estatal de la economía y se autorizaron los acuerdos en la esfera del comercio mayorista y minorista.

De este modo, aun en medio de la incertidumbre que hoy está presente en la economía mundial, la economía cubana deberá enfrentar un indispensable Programa de Transformaciones Estructurales, acompañado de un Programa de Estabilización Macroeconómica en los próximos tres años, como garantía para lograr un entorno favorable al financiamiento al desarrollo en el mediano plazo. La estabilización prevista deberá centrarse de forma emergente en un grupo de acciones para, prioritariamente:

  • Restaurar gradualmente los flujos financieros externos mediante un proceso de renegociación flexible de la deuda externa.
  • Frenar el crecimiento y controlar la tasa de inflación.
  • Incrementar la oferta de alimentos a la población.
  • Estabilizar la generación de electricidad y el combustible indispensable para el funcionamiento de la economía nacional.

Las perspectivas de crecimiento del PIB apuntan a una gradual recuperación, con ritmos que se prevé llegue a 3% en 2023 y que –según los modelos de pronósticos y el EIU[11]– oscilarán entre 3 y 4% para los próximos tres años. La tasa de formación bruta de capital fijo se moverá del 16.6% al 18% y se espera un incremento del consumo privado del 13.6%, con una tasa de inflación que se reducirá gradualmente. En relación al sector externo, se pronostica un crecimiento de las exportaciones de un 45.7% y un 51% de las importaciones, así como un aumento en un 63% de los flujos efectivos de IED. Por su parte, el saldo de cuenta corriente se pronostica que se volverá positivo desde el 2024.

La situación actual de la economía cubana demanda un proceso que permita modificar los resultados de su inserción en la economía internacional como parte de los cambios estructurales a alcanzar y -sobre todo- como un elemento esencial de la estabilización macroeconómica indispensable para hacer posible ese proceso.

Se trata de un colosal esfuerzo en medio del bloqueo económico de EE.UU., que no muestra síntomas de modificación en el futuro previsible, pero donde en el país existen potencialidades no aprovechadas que será preciso desarrollar por el pueblo trabajador. (Ponencia presentada a la III Jornada Latinoamericana de Pensamiento Crítico organizada por la REDEM en septiembre del 2022).

BIBLIOGRAFIA

-Comité Estatal de Estadísticas (CEE) (1998) “Anuario Estadístico de Cuba 1996” La Habana, 1998.

– CUBADEBATE (2022) “Diaz Canel: El proceso electoral ratifica que Cuba mantiene su estabilidad política y social” Noviembre 27 de 2022  www.cubadebate.cu

-CUBADEBATE (2022a) “Sesiona el V Foro de Inversión Extranjera en FIHAV 2022. ¿Cómo marcha la inversión extranjera directa en Cuba? Noviembre 15 de 2022 www.cubadebate.cu

-Economist Intelligence Unit (2022) “Cuba. Country Report” October 8 2022 www.eiu.com

-Economist Intelliegence Unit (2022a) “Cuba. Country Forecast” September 2022 www.eiu.com

-Economist Intelligence Unit (2013) “Cuba. Country Forecast” March 2013 www.eiu.com

-IMF (2022) “World Economic Outlook. October 2022” www.imf.org

-Kirk, John (2016) Salud pública sin fronteras. Para entender la cooperación médica cubana, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 2016.

– MINREX (2022) “Informe de Cuba. Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” Noviembre de 2022  www.minrex.gob.cu

-Morris, Emily (2014) “Cuba inesperada” New Left Review, Nº 88, Septiembre-Octubre del 2014, www.newleftreview.es

-ONEI (2008) “Cuba. Indicadores seleccionados. 1958-2008” La Habana, diciembre de 2008.

-Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) (2016) “Anuario Estadístico de Cuba 2015” La Habana, 2016 www.onei.gob.cu

-Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) (2019) “Anuario Estadístico de Cuba 2018” La Habana, 2019  www.onei.gob.cu

-ONEI (2022) “Anuario Estadístico de Cuba 2021” La Habana, 2022 www.onei.gob.cu

-ONEI (2022a) “Indice de Precios al Consumidor. Octubre de 2022” Diciembre 5 de 2022 www.onei.gob.cu

-Partido Comunista de Cuba (2011) “Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución” Abril 18 de 2011.

-Periódico Granma (2001) “El párrafo infame” Octubre 27 de 2001 www.granma.cu

-Rodríguez, José Luis (1990) “Estrategia del desarrollo económico en Cuba” Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1990.

-Rodríguez, José Luis (2011) “Las relaciones económicas entre Cuba y la antigua URSS: 1959-2009” Ruth Casa Editorial e Instituto de Investigación Cultural Juan Marinello, La Habana, 2011.

-Rodríguez, José Luis (2022) “Cuba: Factores externos e internos de la compleja coyuntura económica en el primer semestre de 2022” (I, II, III) Agosto/Septiembre 2022 www.cubaperiodistas.cu

-Rodríguez, José Luis (2022a) “Desafíos actuales de la economía cubana. Factores externos e internos· CIEM 40 Ciclo de Conferencias, noviembre 23 de 2022 www.ciem.cu

– Rojas, Lucía (2022) “Cuba, entre la vida y la deuda” Noviembre 21 de 2022 www.oncubanews.com

-Spadoni, Paolo (2017) “El sector externo de Cuba: Condiciones, retos y oportunidades” Florida Journal of International Law, Volume 29, #1, 2017 www.scholarship.law.ufl.edu

-Vidal, Pavel (2022) “El impacto económico de las sanciones estadounidenses a Cuba 1994-2020” Real Instituto El Cano, febrero 7 2022 www.media.realinstitutoelcano.org

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[2] Ver MINREX (2022) y Vidal (2022).

[3] Según el FMI, el incremento de los precios en el mercado mundial, solo en el 2021, fue de un 26.1% en el caso de los alimentos y del 65.9% en el caso del petróleo y se pronostican –adicionalmente- aumentos en el 2022 del 14.2 y 41.4% respectivamente. Ver IMF (2022).

[4] Se trata de la reunificación monetaria y cambiaria –denominada Tarea Ordenamiento- en 2021 y la reapertura del mercado cambiario en 2022. Ver Rodríguez (2022).

[5] Ver ONEI (2022a) y estimados del EIU (2022) en los que se calcula una tasa de inflación del 152% para 2021, y pronostican un 65.7% para el presente año.

[6] La estadística oficial de esta etapa se apoya en ONEI (2022) y los estimados se basan en EIU (2022 y 2022a) y Rodríguez (2022a), salvo que se indique otra fuente.

[7] Se trata de una demanda impuesta por CRF1 Limited firma que es miembro del Club de Londres y otra demanda emitida por la filial británica del Banco Industrial y Comercial de China. Ver Rojas (2022).

[8] La agencia Moodys califica actualmente el riesgo país de Cuba como Ca, lo que supone muy alto riesgo.

[9] Sobre los resultados de esta gira, el presidente señaló: “Encontramos acciones concretas para restructurar la deuda que teníamos con esos países, lo que nos deja a nosotros facilidades de pago que nos permitan avanzar y no tener ralentizados un grupo de proyectos y negocios en materia de relaciones económicas y financieras” Ver CUBADEBATE (2022).

[10] Ver CUBADEBATE (2022a).

[11] Ver EIU (2022a).

El cultivo de trigo en Cuba no es una fantasía. Comentario HHC

Científicos nacionales han obtenido variedades que se adaptan a las condiciones climáticas del país


La ONU alertó este año de que los inventarios mundiales de trigo habían caído a su nivel más bajo desde 2008 debido a los problemas en su suministro. Foto: Archivo

La historia de la ciencia cubana está enaltecida por retos a cargo de investigadores osados, acuciosos y, sobre todo, persistentes. Un ejemplo de ello es el de los científicos que han tratado de introducir y fomentar en nuestro país el trigo, un alimento básico en la alimentación a escala mundial.

La debilidad está en la lentitud con que se reacciona ante la generalización de los resultados, punto de vista de algunos científicos con el que concuerda este periodista y, seguramente, muchas más personas.     

Urge cambiar esa mentalidad, sobre todo cuando el país cuenta con una Ley de Soberanía Alimentaria que es parte de la estrategia de seguridad nacional. Si alguien lo duda aún, que razone acerca de los elevados precios de los productos importados, resultado de la inflación desatada, entro otras cosas, por el impacto de la COVID-19 y el conflicto bélico en Ucrania, uno de los principales proveedores de granos del mundo junto a Rusia.

EL CAMINO CIENTÍFICO DEL TRIGO

El trigo, grano de importancia trascendental a nivel internacional, tuvo un arduo camino científico en la Isla. Así lo revela el estudio titulado El cultivo del trigo en Cuba, un siglo de trabajos, de un grupo de autores de los institutos de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical, de Biología Molecular y de Investigaciones de la Caña de Azúcar y de universidades de Villa Clara, Ciego de Ávila, La Habana y Canadá.

De acuerdo con la investigación, este cereal llegó a Cuba con los conquistadores españoles y durante un largo periodo floreció su cultivo,  fundamentalmente en la zona central de la Isla.

Ellos citan diferentes documentos, entre los que se encuentran apuntes de 1848, realizados por el sabio cubano Antonio Bachiller y Morales.

Sin embargo, notas del mismo autor y de otros seguidores del tema, aseguran que experimentó, en todo el país, un notorio retroceso debido a varias causas, como la importación de la harina desde Castilla, a precios que resultaban muy competitivos, a lo que se unió la presencia de plagas que afectaron las variedades disponibles en aquel momento y el incentivo económico derivado del cultivo de la caña de azúcar y del tabaco.

Creada en 1904, la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas, actual Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (Inifat), introdujo en 1909, según registros confiables, semillas de un grupo de variedades destinadas a fomentar el cultivo del trigo en el país.

Tres años después, fruto de la reproducción de las simientes adquiridas, estas fueron enviadas a Sancti Spíritus y otros lugares del centro de la Isla, lo que contó con solicitudes de agricultores. Lamentablemente, la mayoría de la semilla no germinó.

No cesó la entidad científica en su empeño, en el que contó reiteradamente con la colaboración de agricultores que por su cuenta importaban y sembraban semillas. Consta en documentos que en la década del 30 se recibieron varios envíos de semillas de diferentes variedades y de distintas procedencias, para que fueran sometidas a estudios fitotécnicos en la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas.

También hay evidencias de buenos resultados de las siembras de 1940 a 1942, pero a su vez se conoció que a partir de 1943 las cosechas decrecieron porque las variedades comenzaron a perder sus cualidades originales. Entonces, sobre la base de una década de labor, la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas publicó un informe en el que asevera: «...las variedades introducidas no consiguen aclimatarse, perdiendo rendimiento, germinación, vitalidad y sus buenas características morfológicas con las cosechas sucesivas».

Los científicos no abandonaron el programa de mejoramiento genético, y en 1949 concluyeron que el cultivo del trigo no llegaría a ser estable «… hasta que Cuba no tenga variedades adaptadas a nuestras condiciones climáticas».

ESCALAR NUEVOS PELDAÑOS

El Instituto Nacional de Reforma Agraria, constituido por Fidel en 1959, también se tomó en serio la reintroducción del trigo. La nación contaba con la experiencia y la pasión de los investigadores de la Estación Experimental Agronómica de Santiago de las Vegas. Así, en los años 60 prosiguió la introducción de nuevas variedades y de las ya probadas, a lo cual le siguió su envío a los agricultores interesados en fomentar el cultivo del cereal.

Es en 1964 cuando se inician los trabajos encaminados a la obtención de variedades cubanas. En ello desempeñó un rol destacado el ingeniero César Ismael Cueto Robayna (fallecido en el año 2000), quien estaba convencido de la necesidad de realizar un programa de mejoramiento genético. 

Las acciones para la obtención de una variedad adaptada a nuestro clima, partieron del estudio de la variedad brasileña BH 11-46. Mediante la selección de sus mejores genotipos, se logró la selección 204, probada en diferentes puntos del país.

De ese modo surgió la Cuba C – 204, primera variedad cubana de trigo. Con respecto a la original, se observaron cambios notorios en la altura y tamaño de las espigas. Al evaluar los parámetros de crecimiento, germina a los 3-4 días de sembrada, comienza a echar hijos a los 11 y las espigas a los 43. La cosecha se realiza entre los 90 y cien días.

La visión de los investigadores se hizo más aguda, y en las décadas de los 80 y 90 se concentraron en determinar la agrotecnia más adecuada para nuestras condiciones, sobre la base de la variedad Cuba C-204. Las labores respondían a un programa desarrollado con el auspicio de un grupo multidisciplinario del trigo, conformado en el Inifat.

Así se estableció que las bases de la agrotecnia debían tener en consideración la producción y conservación de la semilla básica, el estudio de la fitopatología y fisiología del trigo en Cuba y la obtención de nuevas variedades.

CIENCIA CON MÁS CIENCIA

La obtención de variedades por radiomutagénisis caracteriza el otro programa puesto en marcha en los años 90 para ampliar las bases genéticas de las variedades cubanas.

El equipo, dirigido por la doctora Susana Pérez Talavera, decidió emplear las técnicas de Radioinducción de mutaciones desarrolladas una década atrás por el grupo de Radiobiología y Radiomutagénisis del Inifat. La variedad Cuba C -204 fue escogida como progenitora y se estudió su radiosensibilidad con el fin de determinar la dosis de radiaciones gamma a las que serían sometidas las semillas en busca del propósito perseguido. 

Los resultados fueron impactantes. En el panorama científico y agrícola cubano aparecieron siete nuevas variedades de trigo: Inifat RM-26, Inifat RM-29, Inifat RM-30, Inifat RM-31, Inifat RM-32, Inifat RM-36 e Inifat RM-37. Con ellas es posible diseñar una adecuada política de siembra en correspondencia con las características de cada una. 

Cuba logró finalmente ocho variedades de trigo. En ellas es común el ciclo de tres meses, maduración uniforme, rendimientos de dos toneladas por hectárea (en secano) y más, así como resistencia a la sequía, la salinidad y el encame.

El largo proceso mediante el cual se obtuvieron, igualmente fue respaldado por investigaciones relacionadas con la citogenética y la anatomía, que definen sus características biológicas y sus rasgos físicos.

Recientemente, Víctor Daniel Gil, director del Centro de Investigaciones Agropecuarias, de Villa Clara, al hablar acerca de la necesidad de generalizar en los campos cubanos la siembra de chícharo, garbanzo y trigo, recordó que el cultivo de este último tiene perspectivas a partir de lo hecho por el equipo del Inifat.

Con las variedades obtenidas, en Cuba se puede sembrar y cosechar trigo. Hay quienes ya lo hacen, pero es necesario una respuesta más enérgica y concreta por parte de las entidades estatales y productores privados con posibilidades de sumarse a esa labor. HHC: negritas nuestras

Comentario HHC: Muy bueno este artículo, al menos para mi.

Mi tesis de Lic. economía fue sobre el aprovechamiento de las capacidades instaladas en los llamados "Molinos de trigo de Regla", en ese entonces, 1984, me preguntaba cómo el diferendum con EEUU, nos habia llevado a tener que importar trigo de la URSS por décadas y no desarrollamos el maiz, que era mas afin a nuestras raices.

Evidentemente ignoraba casi todo lo que plantea el artículo, que es muy alentador.  Asi por ejemplo en el 2020 importamos 699 635 TON de trigo y gastamos 195.2 MMUSD,y en el 2021 fueron 562 853 TON y gastamos 216.9 MMUSD, gastamos mas millones por menos TON por los incrementos de precios. En el 2018 importamos 666 696 TON por 184.0 MMUSD 

Si el rendimiento es de 2 TON por ha, para obtener 600 000 TON  habria que acondicionar 300 000 ha en la siembra de trigo.   En Cuba hay aproximadamente  3 millones de ha cultivables sin sembrar. ¿ Qué dice el MINAG ?


Economía cubana para 2023: hacen falta alas

El año que recién comienza será el séptimo que escribo “Contrapesos” en OnCuba, siempre cada quince días. El artículo de hoy será algo diferente.




El año 2023 será el séptimo que escribo esta columna en OnCuba, siempre cada quince días, puntualmente, salvo algún hecho fortuito que por fuerza mayor me lo impidiera. Casi siempre el primer artículo de cada año ha estado enfocado en hacer balance sintético de lo que pasó en el recién terminado y en mirar el año que comienza.

Siempre trato de escudriñar las razones que nos permitirían avanzar y aquellas otras que se alzan en contra de los posibles avances. Casi siempre hay números y datos, y aparecen puntos discrepantes con algunas de las predicciones de las autoridades que manejan, o al menos administran, la economía nacional, y también con algunos de sus conceptos.

El artículo de hoy será algo diferente.

El Ministro de Economía hizo una presentación pormenorizada de lo planeado para 2023 y de las expectativas de crecimiento global, así como del comportamiento de las principales variables para el año que comienza.

Aunque estoy convencido de que la economía es muy importante y resulta muchas veces decisiva, creo que sobre ella pesan aspectos contradictorios del proceso de la reforma/actualización, iniciado hace ya muchos años, y que constantemente generan nuevos reclamos.


Foto: Yánder Zamora/ EFE.

Triunfalismo vs. realidad

Las autoridades proclaman la necesidad de la discrepancia y la crítica; pero a menudo se desoyen esos enfoques. Se descalifica a los discrepantes y a los críticos. Se les ningunea y sigue cultivándose el árbol de la complacencia, de los informes “sinflictivos” y los reportajes triunfalistas, aunque existan excepciones.

Este año, como en anteriores, según ciertos reportajes, todas las provincias han tenido desempeños exitosos pero increíblemente el país no avanza al ritmo que se necesita y las colas se mantienen firmes. Igual ocurre con nuestros ministerios. Parece que son las provincias y los ministerios de otro país y no los de este en el que vivimos y que atraviesa una crisis que no consigue rebasar.

Hoy tenemos una burocracia experta en construir metodologías, que no llega siquiera a entenderlas bien; pero que es capaz de subordinar las “urgencias estratégicas” a aquellas y que evalúa su éxito —el de esas metodologías— por la cantidad de reuniones e informes realizados “en tiempo y forma”, y por la cantidad de proyectos asociados a ellas.

Se ha declarado desde hace mucho que la empresa estatal es el “motor” del proceso de transformaciones/reformas, pero se retrasa la aprobación de la ley de empresas un año más; se crea una estructura organizacional encima de ellas —las Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial (OSDE)— que produce el efecto contrario a la tan repetida y nunca alcanzada autonomía.

Una vez más: sabemos qué y cómo hacer, pero los prejuicios pueden más que las urgencias.


Foto: Yánder Zamora/ EFE.
Marcha y contramarcha

En aquella primera versión de la Conceptualización del Modelo Económico y Social cubano de Desarrollo Socialista en 2017 se logró definir que los medios de producción fundamentales son los que garantizan lo estratégico. Luego, en 2021, en la actualización de la Conceptualización…, se puso en manos del ¡Estado! la identificación de cuáles son.

Hoy tenemos tantos “medios de producción fundamentales”, que rebasan la capacidad real del Estado y del Gobierno para manejarlos eficientemente. Todos, absolutamente todos, sabemos que tantos no pueden ser fundamentales.

Se reconoce que el apartado “Ciencia e innovación tecnológica” debe ser uno de los pilares del desarrollo, pero se sigue invirtiendo más en el “comercio estatal” que en ciencia e innovación tecnológica.

Elaboración propia en base al Anuario Estadístico de Cuba 2021, tabla 12.3. La diferencia en el 2021 se debe a que está calculado a la nueva tasa oficial aprobada en el ordenamiento de 24 CUP por dólar.



Sabemos que una de las causas de la inflación es el excesivo gasto fiscal y su errónea asignación. Pero nos empeñamos en mantener un aparato estatal sobredimensionado y un sistema impositivo que refuerza su carácter rentista y resulta incoherente con la necesidad de “desatar las fuerzas productivas”.

Identificamos que la producción nacional de alimentos es una urgencia estratégica. Pero seguimos sin resolver el problema fundamental de la agricultura, que es el problema de la tierra: se mantienen empresas estatales agrícolas mal disponiendo de las tierras del pueblo, en las manos del peor administrador de tierras que haya tenido Cuba en toda su historia y que mantuvo durante décadas el 50 % de esas tierras sin cultivar, 3 millones, de 6 millones de hectáreas. Todavía hoy mantiene más de 800 mil hectáreas en esas condiciones.

Las mismas empresas estatales siguen sin entender que su principal misión es facilitar que los campesinos produzcan en lugar de utilizarlos como materia prima para mal rentabilizar su funcionamiento.

Propiedad privada e inversión extranjera

Nuestra Constitución dice que la propiedad privada es necesaria en el esfuerzo por construir el futuro. Pero le recortamos sus espacios en el presente y constantemente hacemos crecer la desconfianza desde ambos lados.

Declaramos que la inversión extranjera es estratégica para el desarrollo. Pero no acabamos de hacer volar en pedazos procedimientos que hoy sabemos perfectamente que ralentizan los procesos de aprobación y alejan a los inversionistas, asustados ya por la Ley Helms-Burton y a expensas de su aplicación.

Se sabe lo que hay que hacer y además se sabe cómo hacerlo.


Foto: Yánder Zamora/ EFE.
La deuda que nos asfixia

La deuda nos estrangula y nos quita oportunidades cada día. Tenemos todo lo que hace falta para renegociarla y han existido propuestas de qué y cómo hacerlo. Pero no se dan señales suficientes sobre la decisión de resolverla.

Repetimos una y otra vez la “voluntad” de construir mejores relaciones con la emigración. Pero las políticas hacia ella siguen secuestradas por viejos prejuicios y no logran la proactividad necesaria para sumar a la inmensa masa de cubanos emigrados a un proyecto de país en el que todos contribuyan como uno solo.

Aquí también, hace mucho, se sabe qué hacer y cómo hacerlo.

Municipios dependientes

Identificamos la gestión local como decisiva para el desarrollo. Pero los municipios y las provincias siguen secuestrados por el enfoque sectorial.

En la inversión extranjera, por ejemplo, aun pequeñas inversiones tienen que ser sometidas a la aprobación de los ministerios correspondientes en un largo proceso, para después esperar la decisión de una comisión que coordina el Mincex. Tampoco deciden ellos, los municipios, sobre el uso de la tierra, la misma que se encuentra muchas veces sin cultivar mientras el municipio debe “importar” sus alimentos desde otros.

Las “conquistas” preteridas

Sabemos que la salud y la educación son los pilares de nuestra construcción social. Comprobamos durante la pandemia cuán importante es tener un sistema de atención primaria sólido.

Sin embargo, se prefiere invertir mucho más en hoteles, a sabiendas de que la recuperación de la inversión puede demorar más de vez y media el tiempo planeado, y que con la cantidad de habitaciones que teníamos en 2018 podemos atender casi tres veces la cantidad de turistas que arribaron a Cuba en 2022.
Elaboración propia en base al Anuario Estadístico de Cuba 2021. Tabla 12.3.

Sin una fuerza de trabajo bien instruida y saludable nunca alcanzaremos el desarrollo.

Sin un sistema de educación y de salud sólidos, modernos, adecuados a nuestros tiempos y con alta calidad en los servicios, no tendremos la fuerza de trabajo imprescindible para alcanzar la visión de país que hace más de un lustro aprobamos.

La Revolución, allá en sus inicios, invirtió más de diez años en construir esas dos columnas que sostuvieron la igualdad alcanzada y promovieron la movilidad social.

“Trabas” que gozan de buena salud

Se ha puesto de moda la “identificación de trabas”. No hay discurso ni intervención en el que la frase no sea usada y se acompañe casi siempre de aquella otra que invita a “acabar con la burocracia”. Abundan los expertos “cazadores de trabas”.

Ocurre, sin embargo, que luego de la “cacería”, las trabas siguen gozando de buena salud, alimentando y alimentándose de la misma burocracia que se pide eliminar.

Existe una empresa en Cuba que ha demostrado una alta resiliencia, una capacidad de adaptación propia de la especie humana, capaz de producir hasta en las peores condiciones y no solo de producir sino hasta de sobre cumplir las metas: la fábrica de trabas.

Es la única fábrica en Cuba que no tiene restricciones de energía ni de recursos de ningún tipo. Trabaja las veinticuatro horas y tiene garantizados sus insumos; entre ellos, prejuicios, costumbres adquiridas en otras épocas, intereses personales disfrazados de preocupaciones por el futuro del socialismo, hábitos y culturas no desaprendidas y miedo, mucho miedo al riesgo que todo cambio produce.

Es siempre raro que quienes tienen en sus manos el poder para eliminarlas o, al menos, reducirlas tanto que su existencia no impida la dinámica de cambios que Cuba necesita, sean los que constantemente repiten y exigen que sean eliminadas.


Foto: Yánder Zamora/ EFE.
Esfuerzos y saberes

Faltaría a la verdad si no reconociera además que se ha hecho —y mucho— a pesar de accidentes fatales y sus secuelas de dolor y muerte; de trágicos “regalos” ciclónicos de una naturaleza alterada que destruyó buena parte de Pinar del Río; de la permanente mutación de Trump en Biden, y de todas nuestras ataduras.

Se ha hecho, juntando esfuerzos y saberes, poniendo la ciencia y los que producen junto a los decisores, en un esfuerzo colectivo pocas veces visto. Se ha hecho, es cierto; pero con frecuencia a destiempo, en el orden inadecuado, sin la coherencia necesaria; a veces, incluso, “porque no ha quedado más remedio”.

Que 2023 sea mejor que los tres años anteriores dependerá de nosotros, de entender que la continuidad es también ruptura; que los efectos del bloqueo serán menores si nosotros todos, Gobierno y pueblo, hacemos mejor nuestros deberes; si a sabiendas de que los obstáculos son objetivos no los usamos para hacer crecer trabas, que es la mejor manera de cultivar la inercia.

Dependerá de sumar, más que de restar, de encontrar el mínimo común múltiplo, de dejar hacer y de regular mejor, de promover más que de prohibir, de generar esperanza con hechos y no con consignas repetidas. Dependerá cuánto dejemos de ser para volver a ser.

Sí, esta vez, igual que otras, nos hacen mucha falta alas para alcanzar la nación que nos debemos.